Por siempre...
El arma seguía humeando, la lluvia limpiaba su cuerpo, pero no había sonrisa en su rostro, no esa noche.
La misión estaba cumplida
-otro menos- dijo, un terrorista menos, una amenaza menos, un paso más cercano de la paz que anhelaban, que seguirían anhelando hasta la muerte...
Arregló su gorra, dejo caer el arma con desprecio y comenzó su viaje, el chapoteo de las posas hacía eco en la oscuridad. Se quito los guantes y los arrojo a un basurero cercano¿Qué hora serán? Pensó... medianoche quizás. Sonrió.
Tendría que pasar la noche con él era parte de la misión sonrió nuevamente
-2 meses-
se coloco el casco y subió a su moto, su demonio... las luces de la calle lo aceleraban, necesitaba verlo ya...
derecha, izquierda, izquierda nuevamente, más rápido, derecha, dos cuadras y...
-si diga-
-le abrirías a un viejo amigo?-
-...-
-he yui abre que estoy estilando-
-thanks man- dijo con una gran sonrisa, no podía evitarlo, el solo saber que estaba cerca lo hacía temblar, sentía su cabeza palpitar, se le agitaba la respiración al subir cada escalón, nunca le gustaron los ascensores...
-damm- maldijo... de un momento a otro sentía sus piernas como gelatina. Parecía una maldita quinceañera,
-Dios-
Si alguien lo viera en ese estado tan patético, no creerían que había asesinado a un hombre minutos antes, tampoco creerían que había un gran precio por su cabeza ni que era el Dios de la muerte.
-marica- se dijo.
-21, 22, 25- ahí era, no tenia las fuerzas para tocar el timbre, no aun, se le tiraría encima apenas pudiera, dos meses sin verlo, eso se estaba volviendo un maldito suplicio.
-te quedaras ahí para siempre?- le pregunto con falsa molestia, heero debió notar su mirada desesperada porque cambio su expresión de inmediato. Ahí estaba el maldito que lo volvía endemoniadamente débil, el único bastardo capaz de hacerlo doblegar su orgullo, dignidad, que mierda importaban esas cosas si lo tenia a él?
-duo paso algo?- pregunto nuevamente al ver la perplejidad de su compañero.
-no, no no – dijo con una leve sonrisa.
-pasa-
-he gracias-
-que diablos te pasa?- estaba preocupado – gracias? Quién diablos eres y que le hiciste a duo?-
se imagino por un momento la escena, heero mirándolo profundamente, y él mudo, con las mejillas ruborizadas por el frió mientras algunas gotas de agua bajaban por sus cabellos...
-duo?-
-no pasa nada- dijo aferrándose al cuerpo de su pareja – dos meses es mucho- heero devolvió el abrazo refugiándose en su cuello aun húmedo.
–si que lo es- sus bocas se juntaron sus cuerpos se unieron aun mas. La necesidad del otro los hacia temblar
-ven- heero lo guió hasta su habitación y lo beso en la frente
-puedes ducharte y cambiarte, preparare algo- se quito la gorra, la chaqueta y la camisa...
sonrió, aun era de noche y lo quería a él, nunca habían llegado a más que besos, entre las misiones, la guerra y el factor secreto lo hacían imposible, pero esa noche... esa noche era solo de ellos...
-al diablo con la guerra- dijo, heero mantenía su camisa abierta y sus pantalones grises le indicaban que seguía de espía, pero nada de eso importaba... lo abrazo por la espalda rozando suavemente su cuello.
-duo...- dijo cerrando sus ojos.
-es ahora o nunca amor- heero se volteo acariciando el rostro del trenzado..
-bien- sentencio y se dejo besar, duo lo empujo fuertemente a la pared, sin detener los besos, lo necesitaba tanto.
Heero ya no pensaba, la guerra, las misiones, incluso la paz no parecían importantes, Dios.. solo quería permanecer así por siempre sin nada mas que ellos dos..
Tu y yo por siempre ....
por siempre...
duo lo arrastró a la habitación mas cercana y lo dejó caer sobre él.. el deseo era incontenible..
-de que te ries- le dijo mientras le arrebataba la camisa al que ahora se entregaba a sus brazos
-estas temblando-
-maldito yui-sonrió...nunca había estado tan exitado
la presión de su cuerpo sobre él... la respiración agitada, lo ronco de su voz.. lo descontrolaba.. cielos....heero se había convertido en la más dulce adicción..
pero nada.. nada era para ellos...
-no contestes- le rogó.. no soportaba la idea de que lo separaran de él.. era su noche... si heero contestaba los mandarían a otra misión.. y no quería .. no podía soportarlo más...
-heero por favor-
-shhh- y como si nada se fue.. dejándolo recostado en la cama con la respiración agitada y una cremallera a medio subir.. damm...maldecía.. maldecía la guerra.. las misiones... las muertes... la paz... la humanidad...
-maldición- se levantó con desgano para ver sin mucha gracia a un heero tomando nota de algo...suspiró...
-cuando partimos?-preguntó
-en cuanto tiempo puedes entrar al banco central y hackear el sistema de defensa?- dijo mientras tecleaba datos varios...
te amo... no lo ves?
-duo?-
te necesito...
-oyee-
mierda...
-en dos horas contando con el contratiempo de los guardias- dijo sin más, se sentó en el sofá concentrado en los papeles que su compañero había dejado.
-duo- susurró.
-mmh?-
-maxwell mírame- le ordenó sosteniendo su rostro – tienes que ...-
-maldición heero...yo... yo ya no..-
-shh, lo se.. lo se- le dijo suavemente..el soldado perfecto se refugió en el hombro del trenzado aferrándose a su cintura como naufrago a su madero...
-tenemos hasta las 4, si es que puedes hacerlo en dos horas- duo sonrió... no era mucho.. pero si suficiente..
bueno.. más que suficiente....
-Dios.. –suspiró..la unión perfecta de sus cuerpos a un mismo son....sus gemidos ahogándose en su boca, no cabía la menor duda.. heero era el ser más perfecto de la tierra....
sonrió con malicia..
y era solo suyo...