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Un amor de fin de año por Komka Daisuke

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Notas del capitulo:

 

Aqui esta el segundo capitulo de esta historia especial de fin de año, esperamos que sea de su agrado, esperando que en estas fiestas disfruten de salud y bienestar. Felicidades

Komka Daisuke 

 

Capítulo 2

 

 

14 de diciembre y unos esquís

 

Estirando los brazos y tallándose los ojos Steven se despertó con alegría, habían ya pasado 14 días, era ya viernes 14 de diciembre, mañana sábado había quedado con Ethan y Andrew de ir a comprar lo que le faltará para el paseo.

 

Era una lastima que sus amigos no estaban en los Scouts con él, meditaba mientras se ponía los calcetines. Se quitó el pantalón de la pijama y con bastante frío en sus piernas se deslizo el pants de deportes y dejo caer la chaqueta para ponerse una playera, seguida de la sudadera de la escuela, y es que el lunes el ingeniero León le había dicho que su primo sería quien le diera la clase de defensa personal, después de lo sucedido en su oficina ninguno de los dos hizo algún comentario y volvieron a tratarse con "normalidad.

 

Había puesto con azul en su calendario que los viernes de diciembre tenía que ir al gimnasio de 7 a 8, y hoy era su segunda clase.

 

Había puesto el reloj a las seis de la mañana a fin de ganarles al abuelo y a su padre y es que no quiso comentarle el accidente con Hicks en la escuela y que estaba tomando clases de defensa personal.

 

Bajo con cuidado y abrió la puerta con extrema cautela, para luego colocar la llave en la cerradura a fin de que al cerrar no se escuchara ningún ruido.

 

Se fue caminando aprisa, además de que tenía mucho frío. Grande fue su sorpresa al ver que en la esquina de la calle a Michael con su mochila en espera del autobús de la escuela.

 

Camino más aprisa a fin de hacer el que no lo había visto, pero fallo en su intento pues al pasar junto a él Michael le hablo.

 

-Buenos días, Steven, ¿ya listo para el paseo?

 

-Hola… pues sí ¿y tú…?

 

-También no sabes las ganas que tengo que ya sea –mirándolo con deseo- por cierto ¿tienes esquís? a mi me encanta esquiar y me gustaría mucho jugar una carrera contigo.

 

-No se esquiar, además no los he comprado todavía y sobre la carrera te la debo…

 

-Si quieres yo puedo enseñarte –se trato de acercar más a fin de que sus alientos se mezclaran.

 

-Michael, Michael… -un chico de seis años de iguales cabellos rojos corría para entregarle algo.

 

-No puede ser…-se dijo asimismo en tanto el castaño se separo para poder fin a su cercanía.

 

-Ah, ah, ah, ah, pensé que no te alcanzaba… olvidaste tu reporte de ciencias en la mesa de la cocina… hola… me llamo Robert… y tú.

 

-Steven y primero trata de descansar –le sonrió con ternura al ver al pequeño pelirrojo primero correr y luego tratando de hablar…

 

-Vives a mitad de la calle verdad, nosotros vivimos a unas cuantas casas de las tuyas.

 

-Sip… bueno me tengo que ir que tengas buen día – se agacho y le dio un beso al más pequeño en la frente para luego acariciarle la mejilla, el niño era muy tierno y no pudo evitar despedirse cariñosamente.

 

-Hey… no te vas a despedir de mí, reclamó Michael –esperando también un beso.

 

-Si hasta luego –marchándose a fin de no llegar tarde a su clase.

 

El par de pelirrojos solo vieron una figura vestida de azul marino correr en línea recta, mientras el mayor suspiraba.

 

-Que tienes tu enano…

 

-Soy más guapo que tú –dijo entre risas el más pequeño a quien le fue revuelto el cabello con cariño.

 

 

Gimnasio

 

Gracias a la carrera que había hecho llego al cuarto para las siete. Steven busco con la mirada el instructor pero no lo encontró, lo que si vio era una parejita que estaba demasiado cariñosa. Tratando de no hacerse notar demasiado solo lo suficiente para que se enteraran que tenían público, dejo caer su maleta en las gradas.

 

El par de chicos al ver alguien entretenido colocarse los tenis, pensaron que no los habían visto. Inmediatamente Christopher reconoció a Steven y pensó que era su día de suerte, debido a que faltaba más de una hora para que llegaran todos.

 

-¿Quieres divertirte un rato?

 

-La verdad no… no quiero problemas si accedí a verte hoy es porque me dijiste que querías que seamos novios.

 

-Pues si quieres seguir siendo mi novio o me apoyas o mejor ve buscando a otro, o estás conmigo o en mi contra –dijo jalando del suéter a un chico rubio bajito.

 

-Yo me… mejor me voy, me gustas mucho, pero no me gusta que me trates así… tan… tan rudamente.

 

Una bofetada lo hizo caer al piso, Christopher se había molestado, quien se creía el estúpido niño para llevarle la contraria. Steven se acercó al par de jóvenes y grande fue su molestia al ver quienes eran, sobre todo porque el rubio bajito era Jason un chico de los Scouts y era apenas un niño de catorce años, que si se tuviera que definir en una sola palabra esa era "bonito" no era que él fuera más grande pero no le gustaban los abusivos.

 

-No te pases de listo –jaló Steven al mas grande y dando la mano el chiquillo- ven… ¿estas bien?

 

Un mar de lágrimas, dejaron ver un rostro muy infantil. Antes de que pudiera reaccionar le había doblado el brazo Christopher.

 

-Ya que no quieres que lo toque a él, entonces tú vas a recibir su castigo.

 

Mientras hacía gritar de dolor a Steven un par de hombres ingresaban al gimnasio venían riendo sobre lo que harían en vacaciones, pero el grito que dejó escapar el menor hizo que ambos corrieran.

 

Ante ellos vieron a un chico alto doblando el brazo a un castaño de cabello rizado, mientras que un niño rubio trataba de ayudarlo, su enfurecimiento llegó al ver como lo aventaba.

 

-Estúpido zorrita, primero estabas muy dispuesto a dejarme hacer lo que yo quiero y ahora sales muy digno… les voy a dar una lección para que empiecen a respetarme.

 

-Creo que la lección la vas a recibir tú.

 

Sintiendo un golpe en sus riñones, lo que lo hizo doblar, Sealtiel un joven de unos 18 años era el primo del profesor José, lo agarró por el cuello de la camisa a Christopher y con agilidad lo proyecto al suelo.

 

José empezó a revisar a Steven que sólo estaba adolorido para luego revisar al rubio, quien estaba demasiado pálido por lo sucedido.

 

-Ven Jason… no llores –dijo Steven antes de abrazarlo.

 

La escena lo lleno de ternura ¿como era que el castaño aún adolorido protegiera y diera consuelo al otro niño?

 

Mientras a su lado Sealtiel estaba súper molesto al escuchar lo que dijo el otro chico.

 

-Estúpido Steven, me vengare y veras que esa pureza que tanto has dado a desear va a ser mía igual que la de Ja…

 

No termino de hablar, un golpe directo a la boca y un torrente de sangre que le brotó enseguida lo dejo en silencio.

 

-Desgraciado, no te atrevas a amenazarlos y de una vez te digo que si sé que estas cerca de uno de ellos, esto será una caricia –agarrándolo de los testículos para apretárselos…

 

El intenso dolor lo hizo revolcar en el piso.

 

-Si te atreves a decir algo de lo que pasó aquí yo sabré como callarte.

 

Sealtiel le dio una patada en el estómago para enseguida agarrarlo del cuello de la camisa y aventarlo fuera del gimnasio.

 

Steven, José y Jason no dijeron nada. Sobre todo su primo estaba sorprendido pues si alguien era un chico tranquilo y tenía como regla el no aplicar la violencia o el conocimiento contra los demás era Sealtiel, quien camino lentamente de regreso con una mirada furiosa para ambos chicos.

 

-Lo siento Sealtiel… -dijo Steven- llegue antes y vio como Christopher estaba solo con Jason.

 

Al escucharse su nombre el pequeño había pasado del pálido al rojo encendido, se sentía sucio y demasiado avergonzado. Y entre sollozos quiso disculparse para salir corriendo.

 

-Yo no quería causar… snif.. snif… problemas… con Christopher… -pero al momento de querer correr fue detenido por Sealtiel.

 

-¿Cuántos años tienes?

 

-Voy a cumplir 15 en navidad… -sorprendido de la pregunta.

 

-Sabes que no es correcto verte con un chico mayor fuera del horario de clases –viendo el color miel, que resplandecía por las lágrimas e invitaba a perderse en ellos.

 

-Yo… yo…

 

-No hay excusas, por poco provocas no sólo ser violado tú sino también Steven. O que crees que iba a hacer contigo –jalando del suéter al menor- en un lugar sólo y tan temprano.

 

-Yo… yo…

 

-Cállate mejor.

 

-No le hables así –señaló un molesto Steven- que acaso nunca te has enamorado. No vez que es un niño y es inocente.

 

José se rió pues el inocente aquí era Steven, no dudaba de la castidad de Jason pero el rubio de seguro tenía más malicia que su ángel.

 

-Bueno, no pasó nada y Steven ya vez que es necesario que aprendas a defenderte. Porque no para calentar, das unas vueltas alrededor del gimnasio, mientras Sealtiel se cambia. Y tú –señalo con el dedo al rubio- de castigo le harás compañía todos los viernes para que aprendas a defenderte.

 

Jason movió la cabeza y dijo en tono bajito que si.

 

-Vamos a correr.

 

Después de darle la clase Sealtiel y de acompañar a Jason a su salón, Steven tenía una gran sonrisa pues a pesar de lo sucedido nada podía empañar el hecho de que pronto iría de paseo con los Scouts.

 

José acompaño a las regaderas a Sealtiel quien se desvistió de prisa para poder bañarse antes de ir a sus clases.

 

Abrió la llave derecha con cuidado pues no salía caliente sino hirviendo.

 

Su primo veía como el fuerte cuerpo de Sealtiel estaba marcado por el ejercicio, el cabello corto y negro. Sobre su morena piel y el negro de los ojos, pero lo que le daba risa y demostraba que era un niño eran sus uñas que las tenía cortísimas por comérselas.

 

-Par de críos tontos como le iban a ganar a ese zangano si no saben defenderse –señaló un molesto moreno- viste al enano rubio tratando como una hormiga mover a un elefante.

 

-Si y tu muy grande… no dudo que seas fuerte para al chico que sometiste es de tu edad, nada más que esta repitiendo el último año porque sufrió un accidente que lo dejo fuera de circulación.

 

-Si no soy más grande que el par de enanos por lo menos no me iban a dar por detrás como a ellos.

 

-No seas vulgar Sealtiel…

 

-Lo siento pero estoy que me llena la ira el cuerpo de ver como fueron sometidos tan rápidamente…

 

-Pues para eso vas a darles clases durante el invierno…

 

-El trato fue solo por el castaño ahora vas a querer el 2x1 incluyendo al rubio llorón.

 

-Se que te prometí pedirle permiso a mi tía para que te de deje ir a Monterrey, pero podría ser que fueras conmigo en año nuevo a ver a los abuelos…

 

-De veras –y un emocionado chico volteo a ver a su primo todo lleno de jabón.

 

-Sí pero primero quiero ver resultados.

 

-Y los tendrás, Steven va al local que esta frente al parque que esta cerca de la casa a los Scouts y pensaba que después de su reunión podemos vernos para practicar mínimo tres veces a la semana, viernes, sábado y domingo… Pues si descuido mis estudios capaz que no salgo de casa hasta que tenga 30 años.

 

-No seas exagerado, los tíos lo único que quieren es que no pierdas de vista que la disciplina del Kajukembo
* te ayuda a mantener tu cuerpo y mente sana, pero una carrera es lo que te ayudará a desarrollarte como un profesional y dime ¿ahora porque tanto interés en los muchachos?

 

-No hables como mis padres y mejor pásame una toalla que se me enfría hasta el dedo gordo del pie.

 

 

Mañana del sábado 15 de diciembre

 

Tacho con rojo el número 15 y vio que faltaban dos casillas para que su sueño se cumpliera. El ring, ring, ring, del teléfono lo acabo de despertar.

 

-Hey enano, que te hablan, diles a los Spelling que no te hablen en la madrugada del sábado. Steven se río ya eran casi las 10 de la mañana y su hermano decía que todavía era de madrugada.

 

Corrió al aparato

 

-Sí, diga…

 

-¿Ya estas listo…? Andrew esta ya con un pie fuera y yo tengo mucha hambre no olvides que quedaste de darnos de desayunar hot cakes con mermelada de fresa.

 

-No… no me he olvidado, en este momento ya me iba a la cocina a preparar el desayuno para luego irnos a comprar mis esquís.

 

-Está bien entonces nos vemos en media hora. Adiós.

 

No acababa de hacer el décimo hot cakes cuando una tromba color pelirrojo se sentó inmediatamente en una de las sillas seguido de una revuelta cabellera castaño oscura que no dejaba ver unos preciosos ojos verdes.

 

-Voy al baño a lavar las manos y la cara que Andrew acaparo el baño y de por si dice mi padre que mi nombre es desaliñado y con las fachas en que he llegado no lo dudo.

 

Con paso veloz subió al segundo piso, no es que no hubiera baño abajo, pero le había comentado su amigo que estaba descompuesto y el fontanero no había ido a arreglarlo.

 

Todo estaba oscuro, de seguro que los zanganos de los hermanos de Steven seguían durmiendo. Con cuidado y para no hacer ruido, fue tanteando las puertas y cuando creyó que era la tercera dio vuelta para entrar.

 

No había nada de luz, así que camino un poco más encontrar la taza del baño, pero para su mala suerte algo en el piso lo hizo tropezar y caerse.

 

El golpe no fue muy duro porque cayó en algo blando, dándose cuenta que estaba en el cuarto de Benjamín uno de los hermanos de Steven, antes que pudiera reaccionar el susodicho saltó del susto y lo agarró fuertemente.

 

-Que crees que haces cayéndome encima enano –quiso bromear y es que los amigos de sus otros hermanos según por error terminaban siempre en su habitación abriéndosele de piernas o bebiendo cierta parte de su anatomía que cuando vio la pequeña figura recortada en el marco de la puerta pensó que buscaba lo mismo, además que Joseph le había dicho que Ethan era muy guapo, muy chico tal vez, pero de que estaba hermoso con ese delicioso trasero de burbuja, tal vez era descuidado en su persona, por no arreglarse pero siempre olía a shampoo y jabón como si acabara de bañarse. Y desde que había ido el primer día a la casa, a Joseph le había gustado Ethan.

 

-Lo siento quería ir al baño, pero me equivoque de puerta y no soy un enano, me llamo Ethan.

 

-Pues me importa poco –jalando al chico de la ropa para quitárselo de encima- me va oír Steven primero me despiertas con el teléfono y ahora me caes encima –quiso seguir bromeando para ver si sus intenciones eran pasar un buen rato con él.

 

-No seas llorón además ya son más de las diez de la mañana, no porque ya vas a la universidad vas a seguir calentando nada más la cama –tremendo error cometió el chico que fue puesto abajo del cuerpo de Benjamín.

 

-Así que no esta bien que caliente la cama y que te parece que la calentemos juntos –acto seguido le bajo el pants y los boxers que llevaba de golpe.

 

De la impresión Ethan bajo sus manos tratando de subirlo y cubrir sus genitales, pero fue rápidamente sometido y sus manos colocadas arriba de su cabeza.

 

Benjamín deseaba disfrutar y a la vez darle un escarmiento, el castaño siempre era un clavo en el trasero desde que lo había conocido. Además debía de seguro tener experiencia era un año mayor que Steven y meterse a la habitación de otro chico no era cualquier cosa, además él cuando tenía su edad, ya había recorrido muchos lechos de su salón y del vecindario.

 

Mordió el cuello del menor mientras su mano tomó el respigando trasero. Ethan se movió todo a fin de quitarse el otro cuerpo pero en vez de quitárselo lo estaba excitando. Para ese momento, Benjamin ya tenia una erección considerable, cuando sintió una mano en su trasero grito.

 

-Déjame… semejante animal, quita las manos de mi trasero.

 

Pero en vez de obtener respuesta su boquita fue asaltada y tomada por sorpresa lo que permitió a Benjamín darle un beso completo, es decir, con todo y lengua.

 

Ethan se paralizó nunca había sido besado y además la mano ya no estaba en su trasero sino en su miembro que era acariciado.

 

Las lágrimas empezaron a brotar sin control. Benjamín no se percató de ello. El chiquillo lo había calentado demasiado. Por lo cual dejo los labios para morder las tetillas.

 

Ethan había quedado sin habla ni movimiento. En eso Benjamín se percató que algo lo estaba mojando y al voltear al ver el rostro del menor se dio cuenta que estaba asustadísimo y llorando.

 

Y se dio cuenta que tenía a un niño entre sus brazos no por la edad sino por la respuesta que le estaba dando el cuerpo y es que mientras él estaba excitado y tenía el falo muy duro el del chiquillo no, al contrario no mostraba ningún signo.

 

-Perdóname… -dijo mientras lo abrazaba- pensé que habías entrado buscando diversión y no me molesto el dártela.

 

Al sentir unos brazos fuertes abrazándolo se soltó llorando.

 

-Ya enano, si no vas a verte feo con la cara toda roja y los ojos hinchados –Benjamín quería bromear y quitar tensión a lo sucedido.

 

Se sentía mal había hecho algo malo.

 

-Yo quería solo ir al baño… y no soy enano.

 

-Ya entendí, no hables -mientras lo abrazaba y acariciaba su espalda para tranquilizarlo, dándose cuenta que Ethan era totalmente inexperto. No pudo evitar beber sus lágrimas mientras le daba unos pequeños besos en el rostro.

 

Ethan nuevamente se sorprendió por el cambio inesperado primero fue violentado y ahora tratado con gentiliza.

 

Por lo que decidió incorporarse.

 

-Quiero ir al baño.

 

-Ven –tomó la pequeña mano- yo te llevo, no vaya hacer que te vuelvas a equivocar.

 

Lo condujo con suavidad a la siguiente puerta prendiendo el mismo la luz y vio un par de esmeraldas brillar.

 

-Me podrías dejar sólo, no acostumbró tener compañía.

 

-Claro… -y cerró la puerta tras de si y corrió a su habitación a vestirse, había tomado la decisión de dejar al chico en las manos de Steven a fin de que no volviera a sufrir otro accidente.

 

Mientras iba pensando

 

-Y yo que estaba de caliente y resultó que el quería el baño, creo que tiene razón el abuelo de que un día de estos me iba a meter en problemas y si se entera Joseph, no me va dejar un hueso sano, lo bueno es que no pase a la siguiente fase, sino capaz que me acusan de violador, pensó viendo tristemente su erección perdida.

 

En el baño, Ethan se lavaba la cara y se peinaba con los dedos, se sentía todo desconcertado, pues Benjamín en todos los años que tenía de conocer a Steven no le había hablado y menos hecho lo que había pasado.

 

Cerró la llave del agua, se quito el exceso del agua con la toalla y abrió la puerta, no encontrando a nadie. Mejor pensó, y dejo la puerta abierta para iluminar al pasillo no se encuentro a Benjamín pero si a Joseph, y sintió arder sus mejillas porque le gustaba mucho.

 

-Buen día… Joseph.

 

Joseph se quedó callado al ver los enrojecidos ojos de Ethan y ver los marcas que tenía en su cuello.

 

Ethan al darse cuenta de la insistente mirada en su cuello no comprendía el porque y volvió a saludarlo, pensando que no lo había escuchado.

 

-Hola Joseph…

 

-Quien te hizo eso en el cuello.

 

En eso apareció Benjamín que al escuchar el tono molesto quiso que lo tierra se abriera para desaparecer. Y tomando aire decidió aclarar todo.

 

-Fui yo… no pienses mal de él –dijo viendo la durísima mirada- casi lo violo sin querer…

 

Pero no pudo terminar un golpe en el estómago lo dejo sin aire.

 

-¡Como te atreviste a tocarlo!.

 

Ethan que todavía no se reponía del susto se dejo caer en el piso y sus lágrimas se deslizaron silenciosamente por su rostro.

 

-Déjame explicarte Joseph… –deteniendo el puño- Ethan quería ir al baño y entró por equivocación a mi habitación y pensando que quería un poco de diversión pues quise dársela, sin embargo cuando se puso a llorar me di cuenta de mi error. Ya me disculpe con él.

 

En eso ambos hermanos voltearon a verlo, encontrándose con un cuadro triste en el piso Ethan dejaba que las lágrimas resbalaran por su piel para caer en el piso.

 

Joseph lo abrazo inmediatamente y sin pedir autorización lo lleno de besos.

 

-No llores mi pequeño –para pasar su mano bajo las rodillas y cargarlo para llevarlo a su habitación.

 

-Hey para donde creas que lo llevas.

 

-No soy un degenerado como tú… me lo llevo para tranquilizarlo.

 

Sin importarle las palabras de su hermano mayor lo siguió hasta su habitación para cerciorarse, no dudaba de sus intenciones, pero se sentía obligado con Ethan después de lo sucedido.

 

-Vete no eres bienvenido después de lo que hiciste Benjamín.

 

-Pues no me importa lo que digas yo no me voy hasta dejarlo en las manos de Steven y de su hermano que de seguro se están preguntando porque tarda tanto.

 

Tomó una botella de agua que tenía sobre la mesita de noche y jaló su pañuelo que estaba encima para humedecerlo y limpiarle el rostro. Acto seguido le ofreció beber agua.

 

-Gracias Joseph… ya estoy bien.

 

Mas Joseph había agarrado una pomada de árnica para untarla por el cuello con sumo cuidado.

 

Ethan estaba más que sorprendido pues lo estaba poniendo bastante excitado el recorrer de los dedos de Joseph por su cuello.

Y un pequeño beso en su cabello lo hizo sentir en la gloria y más lo siguiente que escucho.

 

-Mi lindo novio tiene que estar bien totalmente.

 

Y sin esperar respuesta lo beso.

 

Tres pares de ojos los observaron al tardarse tanto Steven había subido para ver porque ya tenía tanto tiempo arriba su amigo seguido por Andrew.

 

-Vaya que ya tengo cuñado y es ni más ni menos que uno de mis mejores amigos –dijo lleno de alegría Steven.

 

-Te voy a acusar Ethan –Andrew vio las marcas rojas y las manos de Joseph sobre su hermano- mira nada más como tienes el cuello aparte mi papá ha dicho que no es correcto que estemos en la habitación de otros chicos.

 

-Andrew que te parecería ir con nosotros al cine después de acompañar a Steven a comprar sus esquís y luego comer hamburguesas… y alquilar un par de películas de ficción como las que te gustan.

 

Andrew se súper sorprendió que Benjamín los estuviera invitando a salir, pues tenía tres años desde que se sentía grande que ni les dirigía la palabra y eso que Steven y ellos se conocían desde el jardín de niños.

 

-Y quien va invitar ¿tú…? -dijo Andrew.

 

Benjamín le estaba diciendo adiós a parte de sus ahorros pero no quería que regañaran a Ethan por su equivocación y comprar el silencio le iba a ser muy doloroso a su bolsillo.

 

-El va a pagar lo tuyo, lo de Steven y lo suyo, pues lo de Ethan como es mi novio les informó – el trío que los veía calló de golpe- yo lo pagó.

 

Joseph aunque estaba enojado con él se sintió orgulloso al saber que deseaba pagar su error, sin embargo no iba a abusar.

 

-Pues entonces sí… es un trato –tendiendo su mano que fue tomada por la de Benjamín que río ante el gesto tan infantil de Andrew, y se sorprendió que el ojiverde ya hubiera crecido, le llegaba al hombro no era tan alto como Steven o Ethan, pero se había estirado.

 

-Está bien rojo los voy a llevar. Anda Joseph vamos a bañarnos mientras los críos desayunan.

 

Joseph fue a sacar su ropa.

 

-Báñate primero tú.

 

-Está bien.

Es día fue inolvidable para los tres hermanos McArthur igual que para los dos chicos Spelling pues compraron los esquís comieron hamburguesas, helado, fueron por unas películas acompañadas de palomitas de maíz.

 

Ya en el sillones de la sala se dividieron en el grande se acomodó Joseph con Ethan y como hacía frío se taparon con una cobija, en otro estaban Steven, Andrew y Benjamín, quien cuidaba los movimientos de su hermano y es que el pelirrojo de ojos verdes parecía la chaperona de Ethan por lo que lo trataba de distraer para darle privacidad a la nueva pareja.

 

-Andrew porque no me acompañas por refrescos y más palomitas a la tienda, mira que Steven de la emoción se ha quedado dormido y pues yo tengo un hueco todavía en el estómago.

 

De mala gana y viendo que en realidad su amigo se había quedado dormido acepto a regañadientes.

 

Al verse completamente solos Joseph veía como Ethan había estado nervioso todo el día por lo sucedido con Benjamín.

 

-¿Me tienes miedo Ethan…?

 

-No Joseph, al contrario siempre me has gustado… pero luego de lo que pasó en la mañana tengo como miedo.

 

Joseph suspirando le dijo.

 

-Es mejor siempre enfrentar los males instantáneamente y si confías en mí déjame quitarlos.

 

Enseguida beso con veneración el cuello sobre todo donde estaban las huellas de la pasión de Benjamín.

 

Sus manos se deslizaron de los hombros hasta las caderas y lo incorporo para ponerlo parado enfrente de él.

 

Steven seguía durmiendo en el sillón de enfrente.

 

Beso encima del pants de Ethan sus genitales, mientras acariciaba en círculos su trasero.

 

Inmediatamente dejo todo mojado al pants con su saliva al mordisquear por encima de la tela su miembro.

 

Ethan estaba nervioso y excitado, a diferencia de la mañana las caricias de Joseph lo estaban poniendo a sudar por todas partes.

 

Cuando vio el rostro rojo y sudoroso, pasó a bajar con los dientes el resorte del pants ayudado con sus manos.

 

Al ser liberado el falo de Ethan estaba erecto enfrente del rostro de Joseph que inicio a mordisquear la punta, para enseguida engullirlo, era realmente agradable sentir los labios de Joseph recorrer toda su virilidad, el pequeño jadeaba y sentía oleadas de placer en cada chupada, estaba decidido a dejarse hacer hasta donde fuera necesario.

 

Ethan se mordía la mano y es que en sus húmedos sueños los protagonistas siempre eran él y Joseph pero no se comparaba nada con lo que estaba sintiendo.

 

Mientras afuera de la casa Benjamín abría la puerta, Andrew se había retrasado pues se regreso por unos caramelos que se le habían olvidado.

 

Se quedo con la boca abierta al ver al mayor de sus hermanos en medio de las piernas de Ethan.

 

Retrocedió un poco entre sorprendido y con angustia si llegaba el chismoso de Andrew con que lo iba entretener y para mayor calmo al salir nuevamente vio como venía ya cerca el menor.

 

Continuara…

 

* Kajukembo: Combina Karate, Judo, Jujutsu y Kung-Fu. Fue creado en 1947 en Oahu Hawaii, tanto para combatir la delicuencia local como para ayudar a los habitantes a defenderse de los soldados de la U.S. Navy quienes bebían y peleaban con los habitantes. Los creadores de este arte fueron Sijo Adriano Emperado, Peter Y.Y. Choo, Joe Holck, Frank Ordoñez y Clarence Chang quienes se llamaron así mismos la Black Belt Society.

Notas finales:

 

¡Felicidades a todos!

Besos

Komka Daisuke


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