9 “Calor y regreso”
Algunos meses habían pasado desde el incidente del secuestro de Rei y ahora se encontraban en el mes de febrero, pero algo preocupaba a nuestro amado bicolor, el joven chino por alguna extraña razón había empezado a comportarse de una manera extraña.
Suspirando cansadamente, dejo al neko en la habitación que le pertenecía y enojado entro el a la suya, no sin antes cerrar con llave la puerta de al lado, y no era porque desconfiara del ojidorado, sino de aquellos que lo asechaban incluido y mayoritariamente Brooklyn. Cansado de todo eso se recostó en su cama, pensando en que era lo que le había pasado al pelinegro para que actuara de esa forma; si bien una cosa era que lo hubiesen hipnotizado para que actuara como gato, una muy distinta era la forma en la que estaba actuando. Simplemente no podía creerlo cuando lo vio restregándose de esa forma en Brooklyn y en Yuriy, lo peor era que estaba bastante sonrojado.
Con el jamás había actuado de esa forma, por lo que opto por agarrar al neko y encerrarlo en su habitación. La noche llego muy pronto y con ello cayó dormido de inmediato, es que ese día había sido especialmente extenuante, tanto trabajo. En sus sueño un chico gato volvía a la normalidad y el podía decirle cuanto le amaba en realidad y por su puesto Rei le correspondía, lastima que eso solo era un sueño. Del que fue despertado por un fuerte maullido.
Asustado se levanto de golpe, sin siquiera fijarse que solo llevaba bóxer. Si bien la noche era fría, el siendo ruso y habituado a solo dormir en ropa interior no iba a cambiar, despertándose por completo estuvo a punto de dirigirse a la puerta que horas antes había dejado cerrada, pero el nuevo maullido lo detuvo, esta vez era un maullido diferente…era uno verdadero. Un nuevo sonido le llamo la atención, esta vez un suave y casi imperceptible golpecito en su ventana.
Rápidamente se dirigió a su balcón y hay es donde pudo comprobar el motivo de tanto maullido. Era Rei, que seguramente se había fugado por la ventana abierta que había olvidado cerrar. Y no estaba solo, muchos gatos ajenos, seguramente del vecindario lo rondaban como si investigaran del proceder de tan grande gato y el chino solo se dedicaba a bañarse a lengüetazos la cara, importándole poco que los gatos ya fueran muchos y que lo estuvieran rodeando.
Kai se asusto al ver a tantos gatos, pero más aun al ver a su gatito sentado en una angosta marquesina de la mansión. Sin ponerse a pensar quiso saltar de su balcón a la marquesina cercana, pero era muy angosta y el tenia muy mal equilibrio. Pero sin duda se arriesgaría, no dejaría a Rei solo con tantos otros gatos que comenzaban a tallarse en su minino.
“Rei” Lo llamo suavemente Kai “ven aquí minino” extendió sus brazos al aire dejando en claro como era la forma que lo recibiría si el neko se dignaba en ir con él.
El dueño de Drigger no lo pensó ni dos segundos, cuando de un ágil brinco salto a cuanto felino tenia al lado y fue con el ojirojo, que al sentirlo tan cerca no tuvo opción más que abrazarlo y meterlo a su habitación. Rei sin duda lucia raro, y es que en cuanto entro comenzó a hacer piruetas.
Kai quedo pasmado al ver como el neko se contorsionaba en sutiles posiciones en el piso alfombrado de su habitación, y como si no fuera mucho aquello, el neko se acerco a el en cuatro patas y comenzó a tallarse en el.
“¿Rei qué pasa?” Pregunto Kai tratando de no parecer tan nerviosos con la cercanía del otro.
“Miau” Este dio un pequeño saltito alejándose del bicolor unos cuantos pasos y mirándolo.
“¿Qué?” Dijo el dueño de Dranzer tratándose de acercarse a lo que el neko contesto alejándose unos cuantos centímetros más de él.
“Miau” Parecía divertido el neko ojiambar al estar siendo perseguido por Kai. Hasta que llego a la meta final y de un salto se poso sobre su muida cama, dejándose caer directamente al colchón y restregándose en el, asiendo que por el movimiento su playera se alzara y se mostrara su terso y firme abdomen.
“….” Kai trago saliva al ver al neko recostado sobre su cama mirándolo con esos ojos llenos de brillo “vamos Rei, te llevare a tu habitación” se acerco a pasos lentos tratando de retener la imagen que se mostraba ante sus ojos.
“Rei, ven” Le llamo de nueva cuenta y se inclino tratando de agarrar su brazo, pero fue imposible ya que el otro quito la extremidad de su alcance y para sorpresa de ruso tomo una nueva pose, cuatro patas, pecho al piso y trasero en el aire.
“Miau” Kai no pudo más que dejar caer unas gotitas de sangre de su nariz al ver a su gatito en tal pose
“..Re…Rei, pero ¿qué haces?” Este no contesto y solo sacudía su pie, en busca de deshacerse del pantalón que traía puesto.
Kai se acerco al neko y casi golpeándose mentalmente por tal osadía, tomo el rostro ajeno y con un ligero movimiento capturo sus labios con los del ojiambar. Para su sorpresa el menor no tardo en abrir ligeramente los labios dejando escapar un ligero ronroneo que el mayor supo aprovechar para introducirse en esa húmeda y deliciosa cavidad, explorando y robándole todo el aire que en sus pulmones había, provocando que en segundos sus cuerpos hirvieran en una acalorada pasión.
El aire pronto se hizo infaltable y sus pulmones no pudieron más. El beso tuvo que ser roto.
“Será mejor que te lleve a tu habitación” Dijo el ruso sonrojado, pero de la nada sintió como el pelinegro saltaba y subiendo arriba de él, se sentaba sobre sus caderas.
“Miau” Decía mientras juntaba sus labios y volvía a besar de nueva cuenta los labios de Kai.
El susodicho por su parte no sabia ni que pasaba, solo sentía los exquisitos labios de su minino sobre los suyos y esa delirante sensación que comenzaba a aturdirlo, la razón era el bien formado trasero del más joven, que se encargaba de hacer movimientos sutiles en su entrepierna.
“Am…” El fénix dejo escapar un quedito al sentir tan firme trasero luchando por despertar su hombría…y lo estaba consiguiendo. Ya la sentía como comenzaba erguirse como si tuviese vida propia “espera Rei...no contigo así y no ahora” descendió sus manos hasta atrapar las caderas del tigre entre sus manos y fijarlas.
Sin duda era un lastima no poder llegar a mas con el chico dueño de todos sus mejores sueños. Y lo lamentaba aun mas cuando sus manos tocaron y sintieron lo firme del trasero del ojidorado, muchas veces había pensado como seria…como se sentiría y por primera vez lo podía comprobar.
Algo en su interior comenzaba a despertar, amenazando en robarle toda la razón
“¿Miau?” Pregunto confuso el minino y sin entender que asía mal, se inclino para besar de nueva cuenta a Kai quien tardo en responder al beso regalado.
“Esto no está bien, si tan solo me entendieras…” Respondió el beso y regalo más a lo largo del cuello del neko, el cual solo continuo con su labor en la cadera del ojirojo, despertando por completo algo en esa área.
El felino sonrió al sentir el duro y erecto miembro chocar contra su trasero y más aun al sentir las manos del chico ruso cooperando al quitarle el pantalón y la playera que llevaba encima.
Kai deslizo sus manos a través de la espalda de Rei llevándose fácilmente la playera que cubría su apetecible pecho. Con un movimiento rápido logro intercambiar lo papeles y recostó al neko boca arriba en la cama, quitándole con facilidad los pantalones que cubrían tan firme y bellas piernas. Trato de colocarse encima de su ahora amante, pero en cuanto lo intento sintió como las garras del minino se le enterraban en la piel de la espalda y lo arañaban. Retirándose de inmediato sintió como el pelinegro se alejaba de el y lo miraba receloso desde la otra esquina de la cama.
‘¿Pero que hice?’ Se pregunto internamente al ver el cambio en la actitud del chico.
Se acerco lentamente a la fierecita y con suaves besos comenzaron de nueva cuenta todo aquello, sin duda al neko le molestaba quedarse debajo de el…o quizás fuera que ¿le asustaba? . Con tranquilidad el fénix comenzó repartir besos a lo largo de aquella acanelada piel, asiendo que el gatito se recostara, mientras sus labios recorrían toda la suave piel. Sus manos se deslizaron prontamente a las caderas del joven quitando la única barrera que los separaba
Sus pieles se rozaron provocando que largos y profundo gemidos se escucharan de ambas bocas. Kai sonrió al ver al neko tomar fuertemente las mantas entre sus manos y hundirse en placer. Y esto solo era el principio. Con delirante lentitud condujo su mano asía la hombría descubierta del chino y tomándola comenzó a masajearla en friccionantes movimientos que de inmediato hicieron enloquecer al gatito que yacía entre sus manos.
Sus labios se volvieron a encontrar con la boca jadeante del menor. Besos que habían sido guardados durante toda su vida ahora eran repartidos por toda la virginal piel de aquel chico. El neko no soporto mucho y en un espasmo termino derramándose en las manos de Kai, el cual aprovechando el tibio liquido, condujo sus manos asía el anillo del más joven y aprovechando el descuido del ojiambar introdujo un primer dedo.
“¡Miauu!”
“Tranquilo Rei, ya casi” Dijo besando sus mejillas, mientras movía sus dedos en las profundidades de este.
Sus besos dejaron la boca y comenzaron a descender atrapando muy pronto entre sus labios, unos hermosos pezones que se erguían en lo alto. Muy pronto el dueño del tigre blanco estuvo listo de nueva cuenta. Su sonrojo había crecido hasta niveles inimaginables. Sus piernas temblorosas trataban de soportar y no apresar la mano que jugaba en sus adentros. Dócilmente separo las piernas un poco mas, dándole el suficiente espacio a ojirojo para subir encima de el.
Kai no lo pensó dos veces y acomodando su urgida necesidad en la entrada del minino, comenzó a invadirlo lentamente mientras besaba los hinchados labios del Kot, que solo pudo clavar las uñas en su blanquecina espalda, haciendo que las heridas anteriores sangraran levemente. Quejidos se escaparon de su boca mientras que con firmeza se aferraba con ambas piernas a la cadera del contrario. El mayor termino de entrar en una sola estocada.
“¡Miauuu!”
El interior del menor era tan cálido y estrecho, tan resbaladizo. Que tuvo que luchar para no terminar de una vez.
“Te amo tanto Rei” Fue lo único que se le ocurrió decir ante la delirante sensación que comenzaba a sentir, tan avasalladora que costaba tanto trabajo el estar hay sin hacer nada, solo tratado que el chico se acoplara a el.
“¡Ah!” Escucho un gemidito cuando el se movió, sin duda proveniente de la boca de su neko. Pudo sentir como sus piernas le apresaban obligándolo a profundizar más en su ser.
Kai entendió la muda petición y tomando las caderas de su ahora koi en sus manos, dio una profunda embestida, que de inmediato provoco que el neko se estremeciera en placer y arqueara su espalda ante tan delirante sensación
El ruso comenzó con pausadas y profundas embestidas, viendo complaciente que el kot estaba disfrutando y en grande. Con mucha cautela y tratando de no alterar al tigre que tenia en la cama, tomo sus piernas y delicadamente las coloco sobre sus hombros. Por muy nuevo que le fuera en el asunto Rei al parecer pensaba cooperar ya que dócilmente se dejo hacer cuanto el bicolor le indico.
Pronto ambas piernas estaban en los hombros de Kai y sus caderas en lo alto proporcionaban una mejor entrada para este y claro con ello una mayor profundidad.
“¡Aaa!!” Excitado y lleno de placer, el menor no podía más que sujetarse a la cama al sentir el potente mimbro de su koi entrar en su oquedad de lleno y pegar un punto en especifico que lo estaba volviendo loco y eso lo demostraban sus ojos llenos de un brillo familiar.
“Am…Ka…am…”
Kai no se detuvo al escuchar los gritos de placer que daba su amante, que ahora eran música para sus oídos. Sus vista se volvía borrosa al momento que trataba de dar las más profundas embestidas sobre ese delgado cuerpo que bajo de el se retorcía del más puro placer que nunca antes hubiese sentido. Sus fuerzas iban disminuyendo y su piel bañada en sudor cubrían sus músculos que antes llenos de energía y poder ahora se tensaban mas a cada instante.
Y la entrada apretada de Rei no le ayudaba en nada, estaba por terminar, y los gritos y gemidos de su amado aumentaban, al parecer y para su mayor excitación no sería el único en hacerlo. De un momento a otro la entrada del neko lo aprisiono de tal forma que su miembro no pudo responder más que con una honda calida de su esencia, llenando por completo aquella cavidad.
Rei se arqueo de nueva cuanta y el más profundo gemido salió de su garganta, todo fue tan repentino, solo como una oleada del más exquisito placer lo embargo, una electrizante corriente le invadió por completo…y ese tibio líquido le lleno de golpe las entrañas. No pudo soportarlo más y dejo salir su tibia esencia. Tan solo pudo sentir como su ruso fénix se dejaba caer cansado y extenuado sobre su cuerpo, entrando con un ligero movimiento de nuevo a su ser, arrancando los últimos vestigios de orgasmo de su frágil cuerpo.
Sus agitadas respiraciones tardaron minutos en restablecerse y volver a la normalidad. Kai una vez recuperado, se levanto y tomando las caderas del tigre entre sus manos, salio lo más lento posible de adentro de su novio.
“Solo me hubiese gustado que el verdadero Rei lo hubiese sentido” Pronuncio tristemente el ruso al ver el cansado cuerpo del ojidorado junto al suyo, con sus mirada llena de brillo, estudiándolo lentamente.
“¿Quién dice que no lo hice? Pronuncio el menor con una sonrisa adornando su rostro. Inclinándose un poco hacia el más que sorprendido ojirojo, le dio un leve beso que nada tenia que ver con los ardientes y desesperados besos que minutos antes se habían entregado.
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