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Sunflower Fields Forever por Silver Wolf

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Notas del capitulo:

Ieee!!! SE Q ME TARDE Y LO SIENTO!!!! T__T pero al fin aqui esta el segundo capi!!!!

Capitulo 2.

Colorless Rainbow.

 

Un pequeño pelinegro se encontraba sentado detrás de un árbol, con las piernas pegadas al pecho y su cabeza entre ellas. El único sonido que se escuchaba era el de el suave sollozo del pequeño.

-¿Ash?- Dijo un suave vocecita que hizo exaltar al pelinegro.

Los ojos castaño oscuro del pequeño parpadearon para eliminar la acuosidad y poder observar a la persona que estaba enfrente de él, un niño de cabello castaño y ojos del mismo color, aparentemente de su misma edad, un poquito más grande quizá, que lo miraba de manera insistente. -Gary...- Parpadeó con fuerza para alejar las  lagrimas.

-¿Estas bien?- Su voz se escucho algo preocupada.

-Si!- El pelinegro se exalto. -Estoy muy bien!- Odiaba que Gary lo viera llorar.

-No pareces muy bien.- Señalo la herida en la rodilla derecha del pequeño.

-Eso... no... no es nada!- Mentira, le dolía y mucho.

-Déjame ayudarte.- Se inclino frente a la rodilla lastimada.

-No! Estoy bien!-

-No seas tonto! Déjame ayudarte!- Le regaño. El pelinegro solo hizo un puchero molesto pero se dejo hacer.

El castaño saco un pañuelo azul cielo de su bolsillo y lo uso como vendaje para la herida del menor.

-Ya esta!- Exclamo orgulloso el castaño. -Ven, te acompaño a casa.- Se levanto y le extendió la mano.

Los ojos oscuros observaron la mano, después a Gary, después la mano, después a Gary, después la mano otra vez; la tomo y el castaño lo galo, pero Ash se dejo impulsar y termino abrazando a Gary del cuello.

-Gary...- Llamo suavemente el menor con su cara escondida en el cuello del castaño.

-Mhm... ¿?- Fue todo lo que escapo del aludido que se había puesto un poco colorado pero había correspondió el abrazo.

-Gracias.- Se separó un poco para mirarlo a los ojos. -... por nunca dejarme solo...- Agacho la mirada.

Eso ultimo si que le sorprendió, pensaba que solo le iba a dar las gracias por haberle curado, pero aun así lo abrazó, sabia a lo que se refería el pequeño, él era su único amigo en todo el pueblo. -No es nada, Ash. Nunca voy a dejarte solo.- No pudo evitar sonrojarse un poco.

-Ya se!- El pelinegro se separo del castaño con su clásica sonrisa. -Cásate conmigo!- Propuso como si fuera lo más normal del mundo.

-¿¡Qué!?- Los colores se le subieron al castaño.

-Si! Así siempre estaremos juntos!- Se lanzo a abrazar a su amigo. -Siempre!-

-Pe... pero Ash...- Balbuceaba torpemente, no sabia que decir y por alguna razón no quería negarlo.

-Gary se va a casar conmigo!- El moreno estaba feliz de la vida aun abrazado al cuello del castaño mientras que este estaba más que rojo.

El sonido del reloj que anunciaba que era una hora en punto lo obligo a salir de sus sueños y abrir los ojos.

Parpadeo un poco confundió y miro a su alrededor. Era su sala... Una habitación mas o menos amplia, paredes blancas, una chimenea café y en cima de esta una gran foto de el y su mamá, un juego de tres sillones de un color café con cojines de un tono mas oscuro, una mesa de centro de madera con un jarrón blanco con un ramo de girasoles. Su sala...

Se incorporo en el sillón en el que estaba recostado y miro a su alrededor, aun seguía algo confundido. Vio a su fiel pokemón dormido en uno de los sillones. Vio el reloj y eran las tres de la tarde.

¿Cómo había llegado a su casa? Lo ultimo que recordaba es que había estado con...

-Hasta que despiertas, dormilón.- Una voz proveniente de la cocina lo hizo girarse bruscamente y vio a su antigua rival parado en la entrada de la habitación sosteniendo una charola con un tazón blanco y un vaso de cristal lleno de agua.

-Gary...- Murmuro con suavidad. Ahora lo recordaba, el castaño lo había traído.

-Te prepare un poco de sopa...- Dejo la charola en la mesa de centro. -Se que no es omelet pero...-

-No! Esta bien!- Dijo rápidamente. -Sopa esta bien.- Se sentó en el suelo alfombrado y se cruzo de piernas para acomodarse frente a la mesa. -Gracias.-

-No es nada, Ash.- Se sentó de igual manera que el pelilargo. -Necesitas comer.- Le sonrió de manera amistosa.

Ketchum no dijo nada, solo se dedico a probar la sopa. -Esta buena.- Dijo después de un par de probadas.

-Jeje... Gracias.- Desvió la mirada algo abochornado.

Un extraño silenció se formo en el lugar y el ambiente se volvió algo incomodo, en especial para el castaño. Solo se escuchaba el reloj que marcaba la continuidad del tiempo.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Ash removía los fideos de la sopa formando figuras amorfas para después llevárselos a la boca.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Gary se acomodo en s lugar y recargo sus brazos en la mesa y su barbilla en sus manos entrelazadas.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Pikachu se acomodo en el sillón, dándoles la espalada a ambos jóvenes y siguió durmiendo tranquilamente.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Gary miró a Ash. Su perfil marcada y delineado, su piel blanca que se extendía por el cuello hasta quedar cubierta por la camisa negra, sus manos algo delgadas y pálidas que jugaban con el cubierto, sus ojos oscuros que parecían perdidos y distantes, su cabello negro que caía de manera suave por su cabeza, como una cascada en la noche más oscura con reflejos de luz.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Giro el rostro al sentir un ligero escalofrió y se encontró con la mirada castaña de su amigo, intensa, profunda, analizadora. Unos ligeros tintes carmín pintaron sus mejillas al saberse el objeto de atención del castaño.

Tic... Tac... Tic... Tac...

No desvió la mirada cuando la oscura se concentro en la suya. Vio los oscuros ojos de Ash, un castaño oscuro y profundo pero con un brillo extraño de definir... como cuando ves en un poso oscuro y sin fondo aparente y algo reluce en el, como una piedra brillante o algo así. 

Tic... Tac... Tic... Tac...

Una expresión tranquila en un perfil bien esculpido, ni muy marcado o muy agresivo, pero tampoco muy delicado ni fino... algo a la mitad. Un cuerpo hecho con igual talento, suave y definió, al menos eso parecía con la playera negra algo ajustada y el pantalón de mezclilla negra de igual manera. Sus ojos castaños lucían más que antes... quizá a que su cabello era un poco más largo aunque  tuviera el mismo corte.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Gary doblo su cuerpo un poco, una ligera inclinación, solo eso... pero lo suficiente para que el olor del cabello negro tocara su nariz.

Tic... Tac... Tic... Tac...

Ash lo siguió con la mirada y se vio obligado a girar un poco más su rostro para no perder el contacto visual.

Tic... Tac... Tic... Tac...

No había más de veinte centímetros entre ellos. Gary se preguntaba... ¿Qué pasara si... si no hubiera esa distancia? Sin realmente pensarlo se estiro hacia el frente. ... 15 centímetros...

Tic... Tac... Tic... Tac...

Vio como Gary se acercaba pero no se movió, se quedo esperando lo que fuera que fuera a pasar, pero ¿Por qué estaba tan nervioso? ...10 centímetros...

Tic... Tac... Tic... Tac...

El sonido de la ligeramente agitada respiración del moreno ya le llegaba a los oídos así como el olor propio de Ash le llegaba a las fosas nasales. Sus ojos se entrecerraron pero no perdió la imagen del moreno. Su corazón indicaba que estaba tomando un riesgo muy grande pero que seria muy placentero a la vez. ...5 centímetros...

Tic... Tac... Tic... Tac...

Un golpeteo en la puerta corto el constante sonido del reloj e hizo que el castaño se detuviera. Se miraron solo por un segundo pero fue lo suficiente para que los colores se les subieran y ambos se separaran en menos de un latido.

-Vo... voy a... a abrir...- Un avergonzado Ash se levanto del suelo y se dirigió hacia la puerta.

Oak solo asintió y lo observo, de reojo, alejarse. Soltó un bufido molesto en cuanto el pelilargo salió de su campo de visión. -"Tan cerca... tan cerca"- Se dejo caer sobre la mesa  con una mirada derrotada y con un animo de perros.

Ash llego frente a la puerta y se detuvo frente a ella. Cerró los ojos e inhaló y exhaló con fuerza intentando calmarse. -"¿Qué fue eso? ... A caso... él... me...iba a..."- Rió internamente. Como si eso fuera  posible, Gary jamás haría algo como eso... estaría mal.

 Un poco más tranquilo, coloco su mano sobre el pomo de la puerta y lo giro.

Antes de siquiera poder decir "hola" una masa negra se abalanzó sobre el moreno, tirándolo al suelo.

Gary salió corriendo de la sala en dirección a la entrada cuando escuchó el sonido de un golpe seco.

-¿¡Ash!?- Se detuvo al ver a su Umbreon sobre el moreno lamiéndole la cara  y este riendo.

-Jaja... Basta... jaja.- El pokemón oscuro se separo del ex entrenador y le lamió la mano.

Ash se incorporo y le acarició la cabeza a la criatura. -Yo también te extrañe, Umbreon.-

-Breon! Breon!- Exclamo el pokemón bastante feliz.

-¿Umbreon?- Pregunto bastante extrañado el castaño.

-Hola, Ash... Gary.- Una voz desde la puerta llamo la atención de ambos jóvenes.

Ash miro a la extraña frente a él: Una mujer de fácil unos veinte años, un cabello castaño peinado con una diadema larga mientras el resto caía hasta casi tocar la cintura de la mujer, unos ojos de un tono café verdoso , bastante curioso, que resaltaba con su playera amarilla, botas del mismo color y falda verde pasto.

-¿Daisy?- El castaño se cruzo de brazos con air molesto. -¿Qué demonios haces aquí?

La chica, ignorando completamente al joven Oak, camino hasta donde se encontraba el moreno sentado mirando todo con cara de circunstancias. Le ofreció la mano con una amplia y enorme sonrisa.

Ash vacilo por unos segundos pero después la acepto pero, sin esperarlo, la chica lo jalo hasta poder abrasarlo de manera posesiva y casi infantil.     

-Oh! Ashy!- La chica parecía una niña que abrazaba a su muñeco de felpa favorito. -Como te extrañe!- El moreno sentía como el aire se le escapa de sus pulmones.

-¡DAISY! ¡SUELTALO!- Exclamo el castaño intentó separar a su amigo del abrazo de oso de la aludida.   

 -Oh! Vamos hermanito! No seas tan celoso!- La chica no quería dejar ir al moreno.

Gary se sonrojo violentamente por las palabras dichas por la castaña. -TONTA!

Ash solo de dejaba hacer mientras una preguntaba rondaba su mente. -"¿Hermano?"- Acaso... ¿Ella era la hermana de Gary? Tenía vagos recuerdos de ella cuando era niño, pero no los sufrientes para reconocerla, peor si era cierto eso, entonces ella era Daisy Oak: Hermana mayor de Gary.

-¿Daisy?- Pregunto suavemente el moreno haciendo que los hermanos Oak detengan su "pelea".

-Ashy...- Lo miro unos segundos. -¡Sabia que me recordarías!- Exclamo con excesiva felicidad y exagerada emoción para después abrasarlo de manera posesiva.

-Iee...- Fue lo único que pudo exclamar el moreno al sentir que era prácticamente asfixiado.

-¡QUE LO SUELTES!- Gary tomo el brazo del Ketchum y lo jaló con fuerza logrando, con éxito, zafarlo del agarre de su  hermana mayor, pero sin calcular las consecuencias: Ambos terminaron en el suelo... mas bien Gary termino bocarriba en el suelo y Ash encima de él, bocabajo. Los dos se sonrojaron de manera violenta y se separaron lo mas rápido que pudieron.

-Que... que... ¿Qué haces aquí, Daisy?- Pregunto el castaño aun sonrojado e intentado enfocar la atención hacia el recién incidente. -Pensé que estabas en Sinnoh.

-Oh! Hermanito... ¿Tanto te desagrada mi compañía?- La mirada de Gary le dijo que quizá no era tan buen idea conocer esa respuesta en ese momento. -Eh... bueno... yo solo venia a ver como estaba Ash...- Hizo una pausa para agachar un poco la cabeza pero mirando al moreno. -Me entere de lo que paso.

Los ojos oscuros se movieron con nerviosismo y un ambiente incomodo reino el lugar. -Etto... estoy... puedo estar mejor.- Confesó mirando sus manos jugar nerviosamente la una con la otra.

-Ashy... yo...- Fue interrumpida por la pequeña y algo forzada sonrisa del ex entrenador.

-Pero gracias por preocuparte, Daisy.

-Sabes que me preocupo mucho por ti, Ashy y...- El sonido de un celular la saco de sus palabras. -Maldición!- Mascullo mientras buscaba algo en uno de los bolsillos de la falda; saco un aparato plateado y lo abrió para después ponérselo en la oreja. -¿Diga?- Su voz sonó algo irritada.- ¿Qué? ... ¿Ahora? ... Esta bien ...

Gary la miraba de manera fastidiada y Ash de manera curiosa.

La chica soltó un suspiro mientras cerraba el aparato y lo volvía a guardar en su bolsillo. -Lo siento chicos... era my abuelo... dice que debo de ir al laboratorio, hay unos problemas con una investigación o algo así.- Se encogió de hombros restándole importancia. -Así que me retiro.- Miro al moreno. -Nos vemos Ashy y si necesitas algo siempre puedes llamarme.- Le da un beso en la mejilla a lo que el moreno se sonroja levemente.

-Ha... Hasta luego, Daisy.- Sonrió un poco.

-Si... si... si... ya vete.- Dijo el menor de los Oak con aire fastidiado.

-Adiós, hermanito.- Exclamó con un tono algo infantil y le beso la frente antes de salir corriendo para escapar de la furia de su hermano.

Acertadamente, Gary estaba en la puerta de la casa, completamente rojo de la ira y gritando que no era ningún bebe y que no tenía ningún derecho a tratarlo como a un tonto y muchas otras cosas más.

-Gary...- Llamo el moreno con un goterón sobre la cabeza. -Metete ya... estas haciendo el ridículo.- Y mas cierto no podía ser; la Sra. Yukoi, vecina de Ash, veía al castaño como si fuera algún demente o algo parecido y la pequeña Claret, que solía jugar en el parque frente a casa Ketchum, se reía a carcajadas.

Esta vez rojo de vergüenza, Gary se metió a la casa y cerró la puerta.

-Serás tonto...- Escucho el castaño tras de si, seguido de un suspiro. Se volteo bastante molesto con la intención de insultarle pero se detuvo en seco al ver que el rostro de Ash era adornado con una divertida, y algo burla, sonrisa; se veía tan hermoso cuando sonreía.

-Sera mejor limpiar la sala.- La voz de Ash y sus paso en dirección a la sala, lo trajo de vuelta a la realidad.

-Ehh... si...- Lo siguió.

Ash tomo el tazón que aun tenia algo de sopa y el vaso que ya estaba vacio y se dirigió hacia la cocina.

Coloco los trastos sucios sobre el fregadero y abrió la llave dejando que el agua fría mojara los trastes y sus manos. 

-Yo lo hago.

-¿Eh?- Giro su rostro para toparse con Gary, quien metió sus manos bajo el chorro de agua y tomo las del moreno con suavidad para quitarle los trastes.

Ketchum se sonrojo ligeramente ante ese contacto y alejo las manos casi en automático.  

-Tu descansa.- Gary empezó al labor de lavar. -Yo me encargo.

-Etto... gracias...- No supo que más decir y prefirió mirar hacia otro lado. Sus ojos se ubicaron en la ventana frente a él y pudo ver el patio trasero de la casa donde estaban jugando Umbreon y Pikachu. -Yo... voy a darme una ducha.- Se dio la vuelta dispuesto a subir al baño.

-De acuerdo, yo termino de recoger aquí.

-Gracias.- Se detuvo en el marco de la puerta y giro un poco su cabeza. -Gracias por todo, Gary.

-De... de nada...- Escuchó como los pasos del moreno se alejaban y se perdían en las escaleras que se encuentran junto a la sala. -... realmente no es nada.- Murmuro viendo como la tarde se perdía en horizonte y las nubes grises se acumulaban en el cielo... quizá llovería.

Un moreno caminaba hacia su habitación en el segundo piso. Sus pies hacían crujir suavemente el piso de madera algo vieja. Se detuvo frente a una puerta que tenia un Pikachu tallado en madera que sostenía una tabla con su nombre. Suspiró. Tenía que re decorar... todo lo que tenia allí era de cuando tenía 12 años.

Entro a su habitación y no pudo más que confirmar el pensamiento anterior: Sus paredes de un azul brillante, algo opacado por el tiempo, su cama con una sabanas con el estampado de un Charizard volando, muñecos, peluches y demases de varios pokemóns y no olvidar el enorme poster de la liga pokemón de Kanto.

Restándole importancia al asunto de la decoración, se dirigió directamente a una puerta en uno de los lados de su habitación. Era su baño, pequeño con un retrete, una tina, un lavamanos y un espejo, todo en un tono blanco con combinación de gris claro. ¿Qué más podía pedir?

Abrió la llave de agua caliente y después la de agua fría; cerraba un poco la primera, abría un poco mas la segunda... siguió así hasta que el agua estaba lo suficiente caliente sin llegar al extremo.

El vapor que se junto en el baño lo empezó a sofocar un poco, por lo que se despojo de toda su ropa y la dejó en un pequeño cesto blanco junto al lavamanos. Se topo con su reflejo prácticamente nulo debido al vapor que se pego en el espejo, estiro un dedo y empezó a quitar un poco de vapor formando una ligera curva, siguió haciendo varios trazos. Se sonrojo al ver que había escrito "Gary" y paso su mano borrando el nombre.

Soltó un suspiro y se decido a meterse a la tina. Se fue hundiendo poco a poco hasta que solo quedo su cabeza al descubierto por sobre la superficie del agua.

 Cerró los ojos y empezó a relajar cada musculo de su cuerpo; primero los dedos de las manos, después las muñecas, los brazos, el cuello, el pecho, las piernas, los pies.

Su mente comenzó a divagar... muchos recuerdos y pensamientos se arremolinaban en su mente de manera algo sofocante. Hundió la cabeza algo desesperado.

Con la cabeza un poco mas tranquila, volvió a salir y tomar un poco d aire y se acomodo el cabello que le había cubierto el rostro.  De cierta manera se sentía mejor ya que Gary estaba aquí, un poco de compañía humana era lo que necesitaba y con este nuevo "plan" de amigos, hacia más cómodo el ambiente.

Admitía que Gary lo ponía algo nervioso, pero era porque no estaba acostumbrado a un contacto tan cercano con la gente y el echo de que el castaño había invadido su espacio personal hace rato lo había perturbado un poco.

-"Me pregunto si..."- Las ideas y divagaciones se acomodaban entorno a un solo tema. -"Gary... bueno... si yo le gus..."- ¿Pero que estaba pensando? ¿Estaba loco? Primero: Ambos eran hombres y eso, bueno, era algo extraño; segundo: Gary era Gary... demasiado orgulloso y arrogante, además de un enorme ego y nunca se figaría en alguien como él y tercero: ya estaba divagando; era imposible que le gustara Gary, de acuerdo, admitía que era bien parecido pero no llegaba a tanto.

Empezó a pasar el jabón por su cuerpo y después el champú con olor a flores silvestres, algo femenino pero era el que su madre siempre le compraba.  La vaga idea de que algo pudiera pasar entre él y Gary llego a su mente y no pudo evitar soltar una carcajada, como si eso fuera humanamente posible.

Un poco más relajado y con un mejor humor, salió del agua sintiéndose fresco y limpio. Tomo la toalla gris y se seco el pecho, la cara, el cabello, las piernas y después se la ató alrededor de la cintura y tomo otra mas pequeña para secarse el largo cabello.

Salió del baño y se dirigió hacia un pequeño armario de madera junto a la ventana de su habitación. Vaya... ya había empezado a llover ¿Quién lo diría? Tenia razón.

Abrió su armario y saco un pantalón de mezclilla acampanado en las piernas, unos bóxers azules y se los puso; aventó la toalla que tenia atada en la cintura en algún rincón de la habitación. Sacó una playera negra de maga larga ajustada para después ponerse encima otra playera mas holgada de un color rojo opaco.

Miró su reflejo en un pequeño espejo que había en la pare interior de una de las puertas de su armario; se acomodo un poco el cabello y después busco sus tenis favoritos, unos rojos con negro; los encontró en el fondo de su armario ¿Por qué siempre tenia la manía de aventarlos hasta el fondo? Estiro su mano y cuando los pudo agarrarlos los sacó ocasionando que una pequeña cajita de plástico se callera y se abriera, dejando salir un medallón con forma de "ying y yang" de un color verde y azul.

Lo tomo entre sus manos y se sentó en la orilla de la cama. Lo paso entre sus dedos  observándolo, cada detalla y sintiendo el material frio del que estaba hecho. Ya no recordaba que lo tenía; era el mismo medallón que usaba Gary.

Cerró los ojos intentando recordar... era un recuerdo algo borroso y perdido... había sido hace unos dos... no... tres... si, tres años... se había topado con Gary y... y habían llegado a una discusión estúpida y empezaron a pelearse hasta que ambos terminaron en el suelo... después... Gary se fue... pero se le había caído el medallón y el lo había guardado... pero... ¿Por qué no se lo había devuelto?

-¿Ash?- Una voz a sus espaldas le hizo dar un respingo obligándolo a ponerse de pie y mirar detrás de él.

-Ga.... Gary! ¿Qué... qué haces aquí?- El color se apodero de sus mejillas al notar como los ojos cafés veían con insistencia el medallón entre sus manos.

-Como tardabas mucho pensé a ver si estabas bien?- Sus ojos nunca se movieron del medallón. -Ese... ¿No es mi medallón?- Señalo el objeto mencionado.

-Etto... yo... si... es que... yo...- No sabia que decir. -Lo... lo siento...- Se lo extendió para que lo tomara.

-No... no es problema, gracias.- Lo tomo y miro por un segundo para después guardarlo en su bolsillo. -Eh... ¿Ash?- Llamó.

-¿Si?- Se había sentado en la cama para ponerse su calzado.

-Escuche que hay un pequeño festival en las afueras del pueblo... ¿Quieres ir?- Se sentó junto al moreno y le sonrió de forma cálida, pero este solo agacho la mirada.

-No... no me siento con animos.-

-Oh! Vamos Ash! Sera divertido.- Se levanto y tomo a Ash del brazo para jalarlo suavemente.

-Pero esta lloviendo.- Su voz sonaba apagada.

-No importa, vamos en mi coche.- Empieza a jalarlo en dirección a la puerta.

-No! Gary!- Se libera del agarre del mayor.

-Ash, no puedes pasártela aquí encerrado todo el día!-

-Si puedo!- Reclamo de manera terca.

-Deja de portarte como un niño tonto!- Se empezaba a molestar por el infantilismo del moreno.

-Tu no eres nadie pare decirme eso!-

-No puedes vivir escondido del mundo, Ash...- Habló con un poco de calma. -Debes empezar a vivir tu vida.-

-Vivir mi vida?! ¿¡Vivir mi vida!?- Sus ojos se pudieron acuosos y con un brillo furioso. -¿¡Crees que no lo se!? Maldita sea, Gary!!! LO SE!- Estalló. -Pero no es fácil! No lo es!-

-Pero no puedes simplemente quedarte aquí como si estuvieras muerto! La vida es para los vivos!-

Ash cerro los ojos con furia y apretó sus puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos. -DEJAME EN PAZ!- Grito antes de empujar al castaño para salir corriendo de allí.

-Ash! Espera!- Gary intento alcanzarlo pero el pelilargo había salido de la caza y había corrido a Kami sabe donde. -Vamos a buscarlo!- Le dijo a ambos pokemóns que habían visto al moreno salir corriendo.

El trío salió corriendo de las casa, no sin antes cerrar la puerta principal y se dividieron en dos grupos: Pikachu y Umbreon irían hacia el bosque y el castaño lo buscaría en el pueblo y sus al redores. La lluvia iba a hacer esta tarea mucho más difícil.

Gary empezó a correr a través de la cortina de agua, gritando el nombre de su amigo, pero sin éxito alguno. El agua ocasionaba que algunas partes del camino se volvieran lodosas y que su campo de visión se viera limitado.

Se detuvo en un pequeño puesto de comida y le pregunto al dependiente si había visto al joven Ketchum recibiendo una negación; paso exactamente lo mismo en otro puesto de comida, en un puesto ambulante de dulces, un florería, el centro pokemón y una tienda de moras.

-¡ASH!- Grito desesperado ¿Qué tenia el moreno en la cabeza? ¿Cómo se le ocurría salir corriendo de esa manera con un clima así? -Maldita sea... ¿Dónde demonios estas?-

Continúo su búsqueda, yendo de local en local para preguntar por información y de techo en techo para evitar la lluvia. Todo sin éxito alguno. Pasada ya la hora de haberlo estado buscando, decide pedir ayuda a su hermana, algo que debió de haber echo desde un principio pero nunca lo admitiría.

Saco su celular y marco...

Después de casi veinte minutos de regaños de su hermana habían podido ponerse de acuerdo; ella buscaría en los al redores del laboratorio y utilizaría algunos pokemóns como apoyo y Gary iría hacia el lago en las afueras del pueblo.

Después de media hora de correr entre la lluvia llego al pequeño lago a las  afueras del pueblo; se veía algunos puestos que recién abrían gracias a que la lluvia comenzaba a cesar.

Las luces se empezaron a prender y la gente empezaba a caminar con paraguas en la mano. El ambiente comenzaba a hacerse un poco agradable, con los niños corriendo entre los charcos de un puesto de golosinas a otro de juegos.

El joven Oak avanzó hasta llegar casi al final del festival, donde había un puesto donde tenías que tronar unos globos de colores con un dardo y ganar un premio, otro puesto donde vendían algodón de azúcar de varios colores y uno mas donde tenias que pescar un pez dorado.

-Disculpe, señora.- Se acerco a otro puesto que no había visto. Se podía ver muchos coligues y pulseras muy hermosas de plata, oro, bronce y otros materiales. -¿Señora?-

Una mujer que no parecía pasar de los 30 años, cabello plateado que le caía hasta la cintura pese a que lo llevaba amarrado en una coleta baja, un bandana gris clara con el dibujo de una luna negra en cuarto menguante le cubría la parte de arriba de la cabeza pero varios mechones plateados se escapaban por el frente, ojos de un profundo y brillante amatista, se podía observar una parca en forma de luna en la clavícula izquierda debido a que llevaba puesto una vestimenta, aparentemente gitana, que era una camisa blanca que le cubría desde el pecho, dejando los hombros descubiertos, y llegaba hasta la cintura y después una larga falda gris oscura  que le cubría hasta los pies. Tenía varias pulseras doradas y plateadas en ambas muñecas. Se volteo y miro a Gary para después mostrar una sonrisa con un aire misterioso.

-Evangeline a tu servicio. ¿Qué puedo hacer por ti, pequeño?- Coloco sus codos sobre el mostrador y su barbilla sobre su mano. -¿Quizá busca algo para alguien especial? Para un amigo suyo, tal vez...-

-No, yo...¿Eh? ¿Cómo lo...?- ¿Cómo había sabido que lo especial para el era un amigo? Sacudió la cabeza restándole importancia. -En fin... yo buscaba a...-

-Oh! Espera!- La mujer empezó a rebuscar entre sus colguijes hasta que saco algo. -Quizá esto sea de su agrado.-

Gary estaba apunto de replicar pero se detuvo al observar el objeto que le mostraba la señora: Un medallón de plata con forma de una pokebola plana, con un ónix negro en el centro y atado a una cadena de plata también. Lo tomo y lo miro, se dio cuanta de que tenia un pequeño seguro en uno de los lados y lo abrió descubriendo que era un relicario con espacio para dos fotos.

-¿Cuánto...

-Para ti gratis, cariño.- Le sonrió y Gary podría jugar que vio un par de colmillos lobunos.

-Pero...

-Vamos, cariño, llévatelo.- Lo miro un poco más seria. -Ahora si ¿Qué querías preguntarme?

-Ah! Si! ¿No ha visto a un joven de 16 años, cabello algo largo y negro?- Su voz regreso a su tono preocupado.

-No, lo siento cariño.- Soltó un suspiro pero después lo miro y sonrió. -Pero a veces lo que buscamos esta donde menos lo imaginamos...- Sonrió divertida al ver la cara de confusión del castaño. -... esperándonos.-

-¿Eh?

La mujer sonrió y se dio media vuelta y se dirigió hacia una cortina negra que daba hacia la parte trasera del puesto, pero antes de entrar se detuvo y miro sobre su hombro hacia el cielo. -Parece que ya va salir el sol.- Miro a Gary. -Suerte, cariño.- Se perdió tras la cortina  negra.

Los ojos castaños observaron a la mujer irse y después miraron al cielo, era cierto que ya había dejado de llover, pero era muy poco probable que saliera el sol, el cielo seguía bastante gris.

-¿Dónde demonios estas?- Miro a todo su alrededor  hasta que sus ojos se posaron en el camino por el que había venido, el que daba hacia la residencia Ketchum y una idea brillo en su mente ¿Cómo no lo había pensado antes? Andes de poder siquiera parpadear ya se había echado a correr con el medallón guardado en su bolsillo.

Corría lo más rápido que podía, deteniéndose de vez en vez para recuperar aliento. Cuando por fin pudo divisar la casa de Ash, acelero el paso aun más, casi perdiendo el aliento y sentir su pecho arder.

A pocos metros de la casa pudo divisar a una persona sentada en las escaleras de la entrada y con acercarse unos pasos más pudo distinguir a su amigo abrazando sus rodillas y con su mentón entre ellas; probablemente estaba allí desde hace rato ya que su ropa y cabello todavía goteaban un poco.

Se acerco unos paso mas y miro a Ash, este alzó la mirada y le poso sobre la suya. Los ojos oscuros del moreno se veían acuosos  y algo rojos.

-Ash...- Gary se acerco un poco.

-Yo...- Intento calmarse un poco y evitar que las lagrimas salieran de sus ojos. -... Se me olvidaron las llaves.- Dijo simplemente.

Gary sonrió de manera tierna y se sentó junto al pelilargo. -Ash, te estas congelando.- Lo abrazó para transferirle algo de calor. -No te vuelvas a salir así, realmente nos preocupaste.

-Lo siento.- Su voz sonaba algo ahogada debido a que había hundido su cara en el hombro del castaño.

-No, yo lo siento.

Un silencio reino el lugar, pero no era incomodo ni mucho menos. Era agradable el estar el uno con el otro.

Los ojos de Ash se desviaron hacia el cielo. -Mira...- Murmuro suavemente. -Esta saliendo el sol.

Gary por primera vez se percato que el cielo se estaba comenzando a despejar. -"Esa mujer tenia razón".- Recordó el relicario que le había regalado.

-Gary... mira...- La voz de Ash lo saco de sus pensamientos y mira hacia donde el pelinegro señala. Un arcoíris se había manifestado desde lo profundo del bosque si se disolvía en algún punto del cielo.

-Es muy hermoso.-

-Si...- Se abrazó mas al castaño. -¿Gary?- Llamó.

-¿Si?

-¿Qué colores ves?... en el arcoíris.

La pregunta lo dejo un poco descolocado pero decidió responder sin preguntar de más. -Pues... hay un rojo y también un violeta... también veo un azul y un verde...- Ash cerró sus ojos y dejaba que la voz de Gary se proyectara en su mente. -También veo un color añil y otro naranja y uno amarillo.... Todos muy hermosos...- Miro al moreno y lo descubrió con una expresión tranquila y serena, una respiración pausada y continúa; en otras palabras: dormido. -Pero no tanto como tu Ash.- Susurro suavemente mientras lo abrazaba aun mas y enterraba su rostro en el húmedo y negro cabello, sintiendo un aroma como a... a... flores silvestres mientras veía el arcoíris desvanecerse en el cielo lentamente.

 

 

Notas finales:

y bien¿? les gusto *u* DEJEN RR!!!!

Nos vemos!!! bye!!!!!

Silver Wolf


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