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Después del divorcio por mihll

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo

Cumpliendo con lo prometido les dejo prontamente el capi dos un poquito mas largo de lo que siempre suelo hacer

Mis agradecimientos  a todos los lectores que me siguen en esta historia, espero que les guste lo que les entrego a continuación.

 

Capítulo dos: Hideki conoce a Hanamichi

 

2

 

 

        Ninguna distracción podía sacar a Aoshi del televisor cuando este veía sus videos, o eso era lo que Kaede y Hideki creían.

 

Al tercer día de su visita, cerca del medio día, Aoshi se encontraba frente a la tv, con la vista fija en cada jugada, en eso oyó el timbre de su teléfono portátil. Puso en pausa el video contestando con ansiedad la llamada por que sabía que se trataba de su padre al que comenzaba a extrañar.

 

-¡hola papá!-contestó con gran entusiasmo-

 

 Hanamichi:¡hola mi ángel!-

 

-¡te extrañé!-

 

Hanamichi: y yo a ti, pero déjame decirte que esta noche estaré de vuelta en Tokio-

 

Aoshi continuó hablando, sin embargo, la llamada fue más corta de lo pensado, Hanamichi sólo le llamaba para avisarle que pronto estaría a su lado.

 

Luego de cortar, la emoción lo había superado decidiendo apagar el televisor, se dio cuenta que ni su padre ni Hideki parecían estar dando vueltas por la casa. Fue hacia el despacho, pero no los encontró, luego anduvo por la cocina y se estaba preguntando si lo habían dejado en casa, eso no podía ser, Kaede nunca lo dejaba solo. El único sitio en que no buscó fue en la habitación y se dirigió hacia allá, al abrir la puerta y asomarse vio algo inesperado que le obligó a cerrarla nuevamente.

 

-¡diablos!- se dijo Kaede lanzándose rápidamente de la cama, falsamente creyó que su hijo no se despegaría de la tv antes de concluir un partido de Básquet, ahora éste lo descubría en pleno acto sexual con su pareja.

 

Rápidamente se puso lo pantalones y fue tras Aoshi, este se dirigió a la sala y se dejó caer sentado en el piso, muy serio.

 

-Hijo-le llamó Kaede al comprobar que luego de acercarse éste ni siquiera le miraba-hijo- volvió a llamar, el niño le vio con odio

 

Kaede no quiso que algo así pasara y se reprochaba bastante no haber cerrado la puerta con llave antes de aventurarse en sus juegos sexuales con Hideki

 

-Háblame Aoshi-

 

-no quiero hablar-

 

-por favor, tengo que explicarte- el niño se puso dedos en los oídos para no escuchar

 

-eres terco- dijo el moreno inclinándose y obligándole a ver a la cara- lo siento Aoshi, no quise que vieras eso, no va a volver a ocurrir, te lo prometo- nada, el chico se negaba a oír

 

Kaede perdiendo la paciencia le quitó las manos de los oídos

 

-escúchame hijo...por favor-

 

Aoshi se paró de un brinco, quiso irse de su lado pero pronto se viró hacia él

 

-dejaste a papá y ahora estas con "ése"-le dijo arrastrando las palabras

 

-él es mi pareja ahora...-

 

-yo no quiero eso, no quiero verte haciendo esas cosas con él-

 

El moreno bufó

 

-entiéndeme de una vez...- insistió Kaede

 

-¡no quiero!- gritó molesto

 

-eres terco como tu padre...-

 

-¡mi papá no es terco, el único terco eres tú!- soltó con furia apuntándole con el dedo

 

-¡Aoshi!-le reprendió por el modo en que le habló- no vuelvas a hablarme de esa forma-

 

- ¡no quiero!, ¡tú dejaste a mi papá!- acusó con rabia

 

-yo no lo dejé, él me dejó a mí- le dijo alzando la voz y al momento se arrepintió de sus palabras-Aoshi, lo siento-

 

-siempre pides disculpas después de cometer el error, eso me dijo mi papá- lo miró con rencor

 

-no- quiso aclarar las cosas, aun que no sabía como

 

-¡sí!- dijo dando un fuerte pisotón en el piso- y ya no quiero seguir hablando-

 

Aoshi se dio media vuelta y se encerró en el que sería su cuarto. Hideki desde la puerta del otro, escuchó la discusión. Notó lo parecido que era a su padre, el chico era fuerte, duro, pensó por un momento que lloraría pero no fue así.

 

Kaede entrecerró sus ojos, por su cabeza se cruzó el pensamiento que Hanamichi le había dicho un par de cosas, pero era así en su adolescencia, cometió muchos errores, en eso el niño tenía razón. Así, tras meditarlo un poco sintiéndose peor si se podía, lo siguió. El niño se encontraba recostado boca abajo en la cama. Le acarició la cabeza, y se sentó a su lado hablándole suavemente.

 

-las cosas entre tu padre y yo no resultaron, siento que haya sido así-

 

-él aún te quiere mucho- el sonido de su voz se amortiguaba en la almohada

 

-sé que me quiere pero... no es suficiente, no se puede- dijo cauteloso

 

-pero...-dijo levantando su rostro- el otro día tú...-

 

-no lo menciones- interrumpió- y aunque te explicara eso no lo entenderías-

 

-¿tú estabas con Hideki por que lo quieres cierto?- Kaede asintió

 

La mirada del pequeño se suavizó, en su mente sacaba sus pequeñas conclusiones

 

-está bien- dijo más tranquilo

 

El ojiazul no entendió ese cambio tan radical y sólo se dejó abrazar cuando el niño se lanzó a sus brazos.

 

Hideki sin duda estaba preocupado por lo que estaba pasando. Cuando su pareja fue con él le dijo que todo estaba en relativa calma. Por su parte, Aoshi volvió a enfrascarse en sus videos y sin volver  mirar a la cara al hombre que consideraba un intruso en su vida. Éste se sentía muy mal por lo ocurrido, juzgado por un pequeño al que por cierto debía ganar su cariño por ser la pareja actual de su padre.

 

Pensó en algo, compensarlo de alguna manera. Tenía entendido que los niños gozaban disfrutando algo dulce, a su mente vino la idea de prepararle algo especial, por ello decidió ir de compras y traer los ingredientes que necesitaba para preparar su especialidad, un postre helado con salsas variadas  del cual estaba seguro que le encantaría.

 

Cuando regresó, el niño aún estaba viendo sus videos y Kaede estaba en su despacho trabajando, pensaba que no debía hacerlo por sus vacaciones pero nadie le convencería de lo contrario. De esa forma se fue a la cocina y preparó todo, cuando estuvo listo invitó a los dos a sentarse a la mesa.

 

Se alegró cuando vio una sonrisa esbozada por el pequeño al ver el banquete preparado, dio en su punto débil.

 

Comieron tranquilamente y casi en completo silencio hasta que llegó la hora del postre.

 

Aoshi no deseaba más que probar lo que le sirvieron, helado de vainilla con una crema espesa de variados ingredientes, sin pensarlo degustó una cucharada antes de que su padre pudiera impedirlo, la segunda le siguió de inmediato con gran ansiedad

 

-¿Qué contiene la salsa?- consultó el moreno a Hideki al ver una extraña mezclas de frutos secos distribuidos en una espesa cremas de chocolate que él mismo probó

 

-chocolate, almendras, avellanas, nueces...-

 

- ¿nueces?- preguntó Kaede muy serio al tiempo que detuvo la siguiente cucharada que su hijo se llevaba a la boca- debiste preguntar... Aoshi es alérgico a las nueces- dijo preocupado.

 

El ojiazul vio a hijo, él cual tenía una cara de espanto dejando caer la cuchara, bien sabía que no podía comer nueces ya que estas le hacían daño.

 

-lo llevaré al hospital- anunció rápidamente y tomando al niño en brazos salió corriendo del departamento

 

Hideki se quedó estático, incapaz de reaccionar y seguirlos, se sentía pésimo.

 

 

 

Mientras iba en camino al hospital mas cercano, Kaede veía con preocupación el estado de su hijo, este comenzaba a toser y parecía que le costaba respirar. El recorrido se le hacía eterno, más aun cuando  hubo detenido su coche  por el exceso de tráfico en las calles

 

 

-¡por favor!...vamos avancen- murmuraba entre dientes aferrando sus manos fuertemente en el volante en un gesto de rabia

 

Nada sucedía, los vehículos parecían no avanzar y en la desesperación salió del coche, tomando en brazos a Aoshi y corrió con él hacia el Hospital más cercano solicitando ayuda. Al llegar, los paramédicos diagnosticaron una inflamación de las vías respiratorias enviándolo de inmediato a urgencias

 

Kaede llamó a su ex pareja, sin saber como explicarle su error, pero éste le comprendió  y a la vez le informó que ya iba viajando a Tokio, que en  una hora estaría con ellos. Hanamichi se preocupó bastante, sabía que no debía culpar al ojiazul, todo fue causa de un accidente, la pareja de Kaede no sabía que Aoshi era alérgico a las nueces, así que  no era culpa de nadie, tan solo había sido un accidente.

 

Mas tarde, los médicos que atendieron al pequeño le dijeron al moreno que la situación estaba controlada, Aoshi descansaba y debía permanecer internado al menos por la noche para mantenerlo en observaciones. Kaede al escuchar esto respiró aliviado ya que su pequeño se encontraba ahora fuera de peligro.

 

Hideki no sabía que decir cuando llegó al hospital, como se disculparía con Kaede

 

-debiste haber preguntado antes- criticó el moreno, se encontraban en el pasillo, siempre pendiente de mirar a través de los cristales de las paredes el estado de su hijo que dormía placidamente.

 

-lo sé Kaede, perdona-

 

-no te preocupes, ya todo pasó, fue un accidente- le dijo con compresión

 

En ese instante el pelirrojo llegó con prisa a su lado

 

-Kaede, ¿Cómo está Aoshi?- consultó con la respiración entrecortada por la carrera desde el primer piso al tercero donde se encontraba internado su pequeño.

 

-duerme, todo está bien ahora-

 

Hanamichi no dijo más, preocupado como estaba hizo ingreso a la habitación y se sentó en la cama acariciando los cabellos de su hijo que pronto comenzó a incorporarse lentamente de su sueño.

 

-papi- pronunció el niño casi con un hilo de voz

 

-ya estoy aquí, todo estará bien, tranquilo- dijo depositando un beso tierno en su frente.

 

Kaede y Hideki pudieron ver la escena, y el primero de ellos también hizo ingreso en el cuarto.

 

Aoshi sonrió, al ver a sus dos padres juntos, aunque sólo fuera por la preocupación

 

- lo siento Hana, debí haberlo previsto-

 

Hanamichi desvió la mirada de su hijo a su ex -no te preocupes, comprendo que algunas personas sean...-

 

-torpes- concluyó Aoshi despectivamente.

 

-sí que te pareces a tu padre- Hana sonrió levemente

 

 

Hideki permaneció en el pasillo sin atreverse a entrar, para él, este día fue fatal, tenía las mejores intenciones, sin embargo, todo le resultó muy mal. No sabía donde esconderse, ni que le diría al otro padre de Aoshi y sinceramente no esperaba enfrentarse a sus reclamos.

 

No fue así, cuando Hana y Kaede dejaron la habitación por un momento, el primero le saludó cortésmente sin un reproche.

 

-Hanamichi, te presento a Hideki Matsura, mi pareja -le dijo Kaede a su ex apenas dejaron la habitación

 

-Hanamichi Sakuragui-respondió él extendiéndole la mano que prontamente fue estrechada por el castaño

 

 Sin duda a Hideki, Hanamichi le  pareció un joven maduro. Vio de reojo su facha, vestido con unos vaqueros ajustados y una camisa roja entreabierta en el pecho, pensó que era sexy,  que asustaba un poco por que maldito pelirrojo se veía muy bien, un tipo de un grandioso cuerpo, piel bronceada y deseable. Casi pierde el habla al notar ese detalle y se preguntó si Kaede mostraba alguna alteración por su aspecto, éste  parecía muy normal y preocupado, viendo constantemente hacia dentro de la habitación.

 

Con la saliva aun retenida en su garganta, respiró tranquilo por el momento pretendiendo creer que a su pareja  ya no le interesaba mirar ese bien formado cuerpo.

 

-si no te importa...-Hanamichi dudó un poco como intentando recordar un nombre que tan solo hace segundos le habían dado, todo por que él también recibió una impresión tan fuerte como el otro que vestía con elegancia resaltando una belleza sencilla

 

-Matsura-habló el castaño

 

-...Matsura, si no te importa necesito hablar un momento con Kaede-

 

-no te preocupes, iré por un café- el pelirrojo asintió

 

Hanamichi le vio irse no sin tomar en cuenta su aspecto de una forma descarada, advertida al instante por el moreno

 

-nada mal-le dijo a éste haciendo un mueca

 

Kaede fingió toser y recuperar  la atención-¿de qué me quieres hablar?-

 

-de lo que pasó, debiste tener más cuidado con las cosas que le den al niño- le reprochó un tanto serio pero calmado

 

-sí Hana, ya te dije que lo siento-

 

-está bien kitzune, pero me asusté bastante cuando me llamaste así tan de repente-

 

-sí, y tú me asustaste a mi cuando me dijiste que Aoshi no había llegado a casa de  Yohei en el taxi en que le dejaste en la estación- contraatacó

 

-el taxista es un amigo- comentó yendo a hacia el muro donde apoyó la espalda, se cruzó de brazos relajadamente- Aoshi lo conoce bien y seguro lo convenció para cambiar de dirección-

 

-no sabía que Yohei también viviera en Tokio-

 

-hace poco, se mudó un par se semanas atrás luego de que hicieras tu viaje al extranjero... y por cierto, ¿Cómo te fue?-

 

-bien...- respondió de forma vaga

 

-como siempre- interrumpió el pelirrojo, rió levemente y luego continuó hablando-...en todo caso, gracias por estar con Aoshi, sé que son tus vacaciones y que tal vez tenías planes...-

 

-no tienes que darme las gracias, es  mi hijo también y estoy encantado de poder pasar estos días junto a él, además hacia casi un mes que no le veía- dijo con un poco de culpa

 

- Kitzsune, eres buen padre, no te preocupes, sólo no dejes que te domine-le advirtió divertido, dando atención al cuarto ya que su hijo parecía revolverse incómodo

 

 

Kaede por su parte también lo notó y fue hacia el pequeño para acomodarlo en la cama tras lo cual volvió con Hanamichi, le veía un poco agotado, seguro que los partidos y los viajes largos por el país con la selección de basquetbal estaban dando pelea con la fortaleza del tensai

 

-...¿te refieres que no me domine en cuanto a pequeños chantajes que utiliza por allí?- le dijo eso pensando en la primera noche que el chico llegó a su casa, Hanamichi rió

 

- ja, ja, ja, ¿Qué te hizo?- consultó divertido

 

-no te rías, esto es serio... seguro que solamente un pelirrojo como tu podía enseñarles ese tipo de cosas a un niño- le dijo serio, que parecía ver al adolescente y frío Kaede

 

-lo sé Kitzune pero me parece gracioso que hayas caído ¿o no?-

 

-como quieras pelirrojo, solo déjame decirte que él sabe cosas, siendo especifico voy a decirte que él nos vio "aquella noche"-la sonrisa de Hana se borró de inmediato-...y lo usa contra mi-

 

El ojimiel vio hacia el pasillo asegurándose que Hideki no hubiese aparecido por ahí, dejó su postura relajada intentando no dar enfrentamiento a la mirada del otro

 

-eso es grave, podría echar  a perder el noviazgo que tienes y no pretendo eso- dijo serio, sinceramente eso sería algo que le agradaría ya que estaba un poco molesto desde que supo que Kaede se fue con Hideki a Los Ángeles por un mes, aunque fuera por trabajo, y regresaba a Tokio donde disfrutaban esas vacaciones viviendo juntos... la relación de ellos se volvía mas seria, eso le reventaba por dentro y en cuanto al momento de debilidad que tuvo, quiso proponerse que no iba a volver a suceder, no ahora, ni después, ni nunca... había sido el mayor perdedor al no decidirse, hasta que fue muy tarde, el día menos esperado Kaede salía con otro y ahora esa relación parecía fortificarse cada vez mas.

 

-no lo hará- dijo no muy convencido

 

-está bien- Dijo Hana entrecerrando sus ojos y respirando profundo, debía resignarse a la pérdida

 

Permanecieron en silencio por un rato hasta que el pelirrojo pudo volver a esbozar unas palabras

 

-Sendoh también regresó- soltó de pronto

 

-Sendoh, me sorprende que aún no me  haya llamado-

 

-llegó ayer y creo que está entretenido intentándolo con Yohei una vez más-

 

-son un par de tontos- murmuró Kaede, el otro le miró de reojo- no sé por que después de tanto tiempo Yohei no reconoce que está enamorado hasta los pies de Sendoh...-

 

-Quien sabe... pero bueno, está aquí y no tardará en llamarte, pasado mañana tenemos un partido aquí en Tokio, vienen unos amigos suyos de la NBA... va a ser un duelo estupendo y espero verte allí-

 

-claro, quiero ver que tanto es la diferencia entre ustedes-

 

-ninguna kitzune, sigue siendo un puercoespín y voy a vencerlo-

 

Silencio de nuevo hasta que Hideki volvió, hablaron un poco más sobre la selección de básquet, los partidos que fueron y que venían, nada de vidas personales ni relaciones, era mejor así. El castaño sin duda pudo darse cuenta de la personalidad de Hanamichi y cuando Aoshi despertó de su sueño, vio al pelirrojo inclinarse hacía su hijo dejando a su completa visión un trasero de escándalo, sus celos comenzaban a despertar, ni siquiera se daba cuenta pero envidiaba al de pelo rojo. En fin, tampoco se dio cuenta que alguien observaba sus expresiones al ver con descaro esa parte de su cuerpo.

 

 

Aoshi estuvo en observación hasta la tarde del día siguiente. Hanamichi no se apartó de él sino hasta esa  mañana, debía dormir un poco y presentarse a los entrenamientos. Prometiendo volver por la tarde a recogerlo

 

Lo detuvo el atoramiento en las calles, tenía entendido que a las seis de la tarde el médico le daría de alta, llevaba diez minutos de atraso, se le hacía tarde, más aun si consideraba que luego de recoger a su hijo debía asistir a un compromiso ineludible.

 

Kaede estaba consiente del retraso del pelirrojo, así, mientras esperaba su llegada se preocupó de preparar a Aoshi y se encontraba en esa tarea cuando oyó el timbre de su móvil.

 

-es Sendoh-dijo viendo la pequeña pantalla -voy a contestar en el pasillo...sino te importa-miró a Hideki-por favor encárgate de terminar de vestirlo-concluyó refiriéndose a Aoshi, el castaño asintió

 

 

-¿te gusta mi papi?-consultó de pronto Aoshi cuando el adulto  le abotonaba la camisa, este dio una breve mirada a Kaede que se alejaba con teléfono en mano, luego le dio la respuesta

 

-sí-

 

-no él-dijo viendo en la misma dirección que el adulto- mi otro papi, ayer vi que le mirabas mucho-

 

-ja, ja, ja tienes imaginación pequeñín- fingió divertirse pero la verdad era que le impresionaba la capacidad de observación del chico.

 

-en todo caso- dijo con toda inocencia- es normal que te guste, a todos le gusta mi papi-

 

-¿cómo sabes eso?-

 

-cuando voy a los partidos los chicos y chicas dicen que él es buen mozo, irresistible, y muy sexy, tanto así que matarían por estar con él en la cama- el mayor le dio una mirada de desaprobación por lo que decía, Aoshi se encogió de hombros y explicó- sólo repito lo que ellos dicen

 

-pues no deberías- dijo tomando el suéter y colocándoselo con rapidez, el pequeño se removió molesto por que la forma lo vestía, le parecía algo brusca

 

Aoshi iba a lanzar una queja pero no lo hizo al ver a Hanamichi que unas ves mas llegaba corriendo.

 

-lo siento, me atoré en el tráfico- se disculpó el pelirrojo con el ojiazul.

 

-...nos vemos mañana, no te preocupes, adiós-concluyó con la llamada- está bien Hanamichi no es para que te disculpes-respondió el ojiazul guardando de nuevo el aparato en su cartera

 

-es que...-dijo tomando aire para reponerse 

 

-señores, veo que ya están listo para llevarse al paciente- comentó el médico que apareció de pronto  a espaldas de Hana.

 

-todo listo- respondió Kaede, Hanamichi aun no recuperaba el aliento

 

-bien, pues el padre firme aquí- señaló el hombre de batas extendiendo una ficha y una lapicera

 

Ambos, los padres de Aoshi, intentaron tomar la lapicera provocando que la mano de Hanamichi quedara sobre la de Kaede. Fue algo extraño, el contacto creó una sensación de electricidad que atravesó sus cuerpos, se miraron  intensamente, como esperando el momento en que uno de los dos retirara su mano. Se sonrojaron levemente y Hanamichi retiró la mano primero, luego Kaede.

 

Desviaron sus rostros para no ver al contrario, Kaede se aclaró la garganta evidentemente incómodo y dijo:

 

-Creo que tú debes firmar- su ex pareja no contestó, ni siquiera volteó a mirarlo, se acercó al doctor, tomó la pluma y firmó

 

Sin duda estos hechos no pasaron inadvertido por el médico, tampoco por Hideki y Aoshi, que en ese momento atravesaban la puerta alcanzando el pasillo.

 

 

-bien señores, espero no volver a verlos por estos lados-expresó el médico despidiéndose de los presentes- adiós pequeño-

 

-todo listo, vámonos Aoshi-llamó Hanamichi a su hijo tendiendo su mano, el pequeño al instante fue a su lado.

 

-¿volvemos a casa papá?-consultó con esa esperanza

 

Hanamichi miró a Kaede y este advirtiendo algo en esa mirada preguntó- ¿sucede algo Hanamichi?-

 

-es solo que necesito que te quedes con Aoshi por esta noche, solo por esta noche, te lo aseguro-

 

-pero...-se quejó el niño

 

Hanamichi se inclinó hacia él y le vio de frente esperando su comprensión y agregó:

 

-tengo un compromiso con el equipo y no puedo faltar, mas quisiera no asistir pero el entrenador me dijo que debíamos estar todos presentes para darles una bienvenida a los jugadores que vienen del extranjero-

 

-si de eso se trata, no hay problema-mencionó el ojiazul al oírle

 

-te quedarás con tu padre esta noche y mañana iré por ti para que vayamos juntos al partido ¿te parece?- le habló a su hijo esperando no se opusiera

 

-solo si me prometes que me darás un balón autografiado por esos jugadores-

 

-"chantajista"-pensó el pelirrojo-está bien, es una promesa-

 

Hideki una vez mas estaba molesto, pero guardó muy bien sus expresiones, después de todo sabía que cometió un error y que debía de alguna manera compensarlo.

 

Hanamichi se fue en su coche junto a Aoshi, mientras que la otra pareja se marchó en el del ojiverde debido a lo ocurrido el día anterior con el de Kaede, el cual fue confiscado por la policía al quedar abandonado en medio de la calle interrumpiendo el correcto tránsito de los automovilistas. Tenía que hacer unas gestiones, pero era un simple trámite tratándose que primero estuviera la salud de su hijo que una cosa material abandonada por ahí. 

 

-nos vemos mañana-se despidió Hanamichi besando en la frente a su hijo al llegar al departamento del moreno

 

-si papá- respondió Aoshi

 

-hasta mañana, los espero en el partido-dijo también a la pareja que asintió ante la invitación.

 

El pelirrojo se perdió tras la puerta de salida y Hideki volvió a sentir ese revuelo en su ser, la sola presencia de Hanamichi le molestaba demasiado y ni que decir de la forma en que se comportaba con Kaede y éste con él, en todo el tiempo que llevaban juntos nunca había visto a su pareja comportarse de esa manera con alguien, ni siquiera con el; el pelirrojo significaba una amenaza, un rival peligroso que podía atraer a cualquiera.

 

Volvía a intentar pensar que Kaede sólo lo trataba así por su hijo, mas al ver como se comportaban cuando estaban juntos, no parecían ser una ex pareja que se llevaban mal, sino todo lo contrario.

 

Las palabras inocentes del pequeño resonaban una y otra vez en su cabeza "...matarían por estar con él en la cama", eso sumado al comportamiento que parecía despertar en Kaede hacían que la envidia y los celos comenzaran a carcomerlo por dentro.

 

 

Notas finales:

¿Y bien?

No digan que he traumado al pobre chico en este capi ¿o si?

Apareció Hanamichi tbn la envidia y celos de Hideki...¿que irá a suceder en el tercer capi?...mmmm

 

Hasta pronto.


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