Capítulo tres: ¿Escena de celos?
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Hanamichi fue a recoger a su hijo al departamento de Kaede pasado el medio día. Almorzó junto a él y luego se dirigieron al gimnasio donde se encontraba reunido gran parte del equipo de la selección nacional de baloncesto.
El partido daría inicio a las tres de la tarde, Kaede y Hideki decidieron llegar media hora antes al gimnasio debido a que estimaban una gran convocatoria de público asistente a presenciar este duelo entre la selección local y una extranjera perteneciente a la mejor liga del mundo. No estaban equivocados, a su ingreso pudieron ver que no eran los únicos con la misma idea, las graderías ya comenzaban a llenarse y la gente iba y venía ubicándose en sus lugares.
Desde los asientos que Hanamichi les reservó para la ocasión, ubicados en primera fila, Kaede pudo divisar a su hijo en medio de la duela junto al único jugador que se encontraba allí, Akira Sendoh, la persona que se había convertido en casi un tío para el pequeño, le tenía tanta confianza como a Yohei.
-mira, acaba de llegar tu padre- mencionó el ojivioleta apuntando con el dedo en dirección de Kaede
-y vino con ése- se quejó Aoshi con desgano al ver Hideki sentado a un lado del moreno
-¿la pareja de tu padre?... No te pongas así que algún día tendrás que aceptarlo-
Aoshi frunció el ceño y miró con enojo a Akira- no quiero- hizo un puchero y cruzó sus brazos
-mmmm- Akira rodó los ojos, ese niño era tan necio como sus padres
-no me pidas eso tío puercoespín- Akira bufó, el niño había copiado la manera de llamarle de Hanamichi y aunque muchas veces intentó hacer que le llamara de manera diferente no vio muchos frutos en sus intentos.
-vamos Aoshi, Yohei todavía no ha llegado y tengo que reunirme con mi equipo así es que te llevaré con ellos- el niño asintió de mala gana, no tenía mas opción que acceder.
Hanamichi se encontraba recibiendo instrucciones de su entrenador y la persona que siempre se hacía cargo de su persona durante los encuentros se tardaba esta ves mas de lo acostumbrado en llegar.
-Hola Rukawa- se volteó hacia Hideki- tú debes ser Matsura- saludó Sendoh
Aoshi se posicionó al lado de su padre inmediatamente, cogiéndole la mano, serio y en completo silencio.
-Hola sendoh-saludó Kaede
-me encantaría charlar con ustedes pero ya tengo que ir con mi equipo así es que les dejo a este pequeño ángel-se disculpó el joven de cabellos de punta al tiempo que le lanzaba un guiño de ojo al niño, luego dio media vuelta para ir a los camerinos
-es distraído, ya lo conocerás cuando no esté tan apurado- tranquilizó Kaede a su pareja al ver el desplante dado por el ojivioleta
-ya me di cuenta- mencionó sin darle importancia, sabía de boca de su novio que era un buen amigo y eso le daba cierta confianza, ya tendría tiempo de conocerlo, pero por el momento, prefería sentarse y esperar tranquilamente el inicio del encuentro.
Kaede siguió sus pasos a su vez sentando en sus piernas a su hijo
-¿Cómo te has portado campeón?- consultó en forma cariñosa al tiempo que dejaba reposar su rostro suavemente en uno de sus pequeños hombros
-bien, estuve toda la mañana con mi papá, almorzamos juntos y me entregó mi balón autografiado y me dijo que esta noche me presentaría a los jugadores de la NBA-
-eso me parece bien, ¿pero en la noche?- inquirió algo intrigado
-sip, será en la casa de tío puercoespín, después del partido y yo iré con mi papi a conocerlos-
Kaede guardó silencio y se preguntaba si en verdad su hijo hablaba en serio, éste hace poco estuvo en el hospital y consideraba que aún no estaba en condiciones de andar en reuniones nocturnas, pero lo dudaba, Hanamichi no era tan inconsciente ¿o si?. La duda la tenía, daba vueltas en su cabeza, su ex pareja siempre había sido muy responsable en el cuidado de Aoshi, no había el por que ahora incurriera en algo que no era apto para el menor, entendía que Hanamichi sabía perfectamente sus límites, no debía dudar de su perfecto cuidado.
Despejó su mente de esos pensamientos, distrayéndose en una conversación con su pareja, explicándole jugadas, hablándole sobre los integrantes de la selección y de las habilidades que esto poseían y que según él, no tenía nada que envidiar a los extranjeros.
En ese entonces hubo cabida para la melancolía, recuerdos de los tiempos en el que jugó basquetball durante la adolescencia, cuando aun no sabía de la venida de su hijo, tiempos que le hacían esbozar una sonrisa, sobre todo cuando recordaba los problemas que tuvo con un arrogante pelirrojo, al que llegó a odiar en algún momento pero que, sin embargo, con esa actitud había conquistado su corazón y le hubo cambiado casi por completo.
Así transcurrió el tiempo, el gimnasio estaba repleto a más no poder y pronto el árbitro del encuentro dio el pitazo inicial.
Aoshi se encontraba eufórico animando a su padre, quien marcaba en forma personal a Sendoh. Se podía advertir igualdad de habilidades, Akira había mejorado en su estilo de juego, perfecto, que no daba cabida a los errores, pero allí tenía en frente a otro tan talentoso con él, un pelirrojo que bloqueaba sus jugadas y que sin duda con su ánimo era el pilar de su equipo. Los jugadores extranjeros estaban impresionados, suponían que Sendoh estaba en igualdad de condiciones con ellos mas no suponían que en Japón existiese un jugador de su misma categoría, certero, calcular y frío.
Al concluir la primera etapa, el público asistente se levantó en una ovación hacia el espectáculo que presenciaban y que sin duda llenaba sus expectativas.
-no me imaginaba que Sakuragui fuera tan buen jugador- expresó Hideki, esas palabras se crearon en su mente más no pretendió decirlas en voz alta.
Aoshi se encontraba respondiendo al saludo de su pelirrojo padre, entonces escuchó las murmuraciones de la pareja del ojiazul
-mi papá es el mejor- afirmó orgulloso
-sí cariño- fue la respuesta inmediata de Kaede que al ver su verdadera capacidad demostrada en un juego creía lo mismo, nunca dudó que las tuviera, ese extraño comportamiento arrogante siempre fue el que lo limitó, mas sabía que el día que madurara lograría lo que ahora, ser un jugador impresionante y digno de las mejores ligas.
Por su parte Hideki al oír la respuesta de su pareja viró su rostro notando un brillo inusitado en esos ojos que a veces le parecían ser algo fríos, ¿a qué se debía?, tal vez al hecho mismo de que quisiera estar allí en la duela en vez de estar sentado como un simple espectador más, nunca le dijo la verdadera razón de por que dejó de jugar, presentía que algo ocultaba, ya que cuando le preguntó éste respondió en forma vaga que fue por que tenía que estudiar y convertirse en la persona que debía estar a la cabeza de las empresas de su familia.
Al borde de la duela, Maki felicitaba a sus jugadores por el buen juego demostrado hasta el momento, luego de ello, se marcharon en conjunto hacia los vestidores donde les dio algunas instrucciones específicas de acuerdo a lo que él pudo notar en el juego de los oponentes. Como jugador, fue el mejor centro de la nación, ahora como estratega y entrenador era excelente, un tipo observador que buscaba una brecha de error en la forma de jugar del oponente.
Hanamichi no se encontraba totalmente satisfecho, si bien pudo anular varias de las mejores jugadas de Akira, éste de la misma forma lo hacía con su persona y no solo eso, el resto del equipo contrario era una buena complementación que mostraban un juego duro y agresivo, muy distinto al del equipo nacional. Se quejó solicitando mayor apoyo a su compañeros, Maki le daba la razón, tenía que disminuir la ventaja que les llevaban, diez puntos de diferencia.
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La última etapa del juego estaba en curso, Hanamichi estaba frente a frente con Akira, éste sonrió, si bien el pelirrojo jugaba endemoniadamente bien aun tenía un punto débil. Quería derrotarle a toda costa, siempre había sido su ambición y tenía el modo. Recordando los tiempos de antaño tenía entendido que era muy fácil irritarle y distraerle, ahora controlaba ese aspecto, sin embargo, el arma que utilizaría en su contra se encontraba en esas graderías, era un truco sucio, pero lo haría.
-oye pelirrojo, ¿no crees que Kaede y ese Matsura resaltan como pareja?- soltó indiscriminadamente al rival que intentaba pasar su marca
-no- respondió seguro pero a la vez inquieto por que sabía que Sendoh quería provocarle
-yo creo que sí, sólo tienes que verlos, se ven tan animosos ese par- Hanamichi no dio cabida a eso y continuó esta vez intentando un finta que resultó fallida
-te molesta pelirrojo, lo sé, no lo niegues- Hanamichi pareció indiferente, el peliponcho debía utilizar otra estrategia, pensó en algo que si caería como balde de agua al otro-lo quieres y te molesta-
-no-
-lo quieres por eso te acostaste con él- susurró con malicia
Hanamichi quedó estático, no podía ser verdad que Kaede le hubiera comentado algo tan personal. Se distrajo tan sólo un segundo, lo suficiente para que él otro le robara el balón de forma muy fácil y corriera hacía el aro contrario, dando un pase a unos de sus compañeros que finalizó la jugada en una clavada que levantó al público de sus asientos.
-eso fue sucio puercoespín tramposo- acusó Hanamichi yendo al encuentro de Sendoh al tiempo en que Maki le reprochaba esa falla desde las bancas
-es la verdad, lo quieres y te hierve a sangre al verlo con otro-
Hana miró a Kaede de forma fugaz, éste también estaba sorprendido por su falla. El pelirrojo reprobaba de sobremanera que hubiese sido capaz de contarle a él y la verdad es que no sabía como explicar aquello. No dijo nada, dio media vuelta y fue a apoyar nuevamente a sus compañeros, aunque un poco ido, permaneció así hasta que el juego finalizó con amplia ventaja para los norteamericanos.
-ya ves pelirrojo, te afecta demasiado y perdiste por eso- murmuró cantarín al oído de su amigo cuando pasó por su lado
-eres un mal nacido puercoespín-
-claro, pero igual creo que deberías ir por él antes de que sea demasiado tarde-
-no volverá a suceder- dijo entre dientes
-te mientes a ti mismo, solo sigue mi consejo o lo perderás para siempre-
Hanamichi estaba a punto de perder la compostura y golpearlo, respiró profundo y así pudo controlarse
-no voy a hacer nada, él ya tiene su vida- insistió
-bueno -dijo el ojivioleta retomando su camino- tal vez otra persona se encargue de eso- finalizó con toda calma.
xXx
-¿Qué le pasa a mi papi?- preguntó Aoshi preocupado viendo desde lejos el comportamiento de Hanamichi con el ojivioleta.
-no lo sé- respondió Kaede con calma, aunque igual se encontraba algo preocupado, por lo que veía, esos dos estaban a punto de lanzarse a golpes, mas por parte del pelirrojo
-¿está molesto por que perdieron el partido?- consultó esta vez viendo a la cara a su padre, Kaede negó con la cabeza-vamos con él-
El moreno le dio una mirada a su pareja y juntos bajaron a la duela. Fueron en dirección de Sendoh quien aún no ingresaba a las duchas y se encontraba rodeado por chiquillos que le solicitaban autógrafos, el pelirrojo ya había ingresado a los vestidores a modo de salir de allí lo más pronto posible
Por parte de Akira, éste al ver acercarse al trío se deshizo de sus admiradores prometiendo darles lo que querían en otro momento.
-¿y mi papá?-le inquirió presuroso el pequeño
-creo que se fue a los camerinos- respondió el peliponcho
Aoshi se deshizo de la mano de Kaede y se dirigió corriendo en busca de su padre
-¿Qué pasó entre ustedes? Hanamichi parecía molesto- consultó el moreno
-nada especial-fue la respuesta en forma vaga que no dejó conforme al ojiazul, Hideki era tan solo un espectador, claro, un poco ansioso de que su pareja le presentara a su mejor amigo. El jugador advirtiendo aquello desvió la conversación y le preguntó- ¿supongo que tú eres el novio de Rukawa?-
-Hideki Matsura-se presentó
-mucho gusto Matsura, es bueno conocer después de tanto tiempo al nuevo amor de mi amigo- esto lo dijo en doble sentido enviando un mensaje al ojiazul que le dio una leve mirada de reproche no advertida por su pareja.
-el placer es mío Sendoh-
-oh, disculpa mi distracción, Akira Sendoh- tendió la mano al de ojos verdes
- no cambias amigo, sigues siendo tan despistado como siempre- expresó el ojiazul ante su comportamiento, el aludido dio en respuesta una de sus usuales sonrisas
-la emoción de un gran partido-
-sí que lo fue- alabó el castaño- no soy un fanático de este deporte pero me pareció un buen partido y tu juegas de manera excelente-
Akira sabía a la perfección que su amigo estaba inquieto, seguro que preocupado por el asunto con Hanamichi, le veía desviar su mirada disimuladamente hacia la entrada a los vestidores, le conocía muy bien, él no se quedaría tranquilo hasta saber que pasó.
-sólo soy un jugador mas, no es para tanto- dijo con falsa humildad luego de un exhaustivo análisis al ojiazul
-como tú digas- murmuró Kaede y luego agregó- tengo entendido que tendrán una pequeña reunión en tu casa-
-algo así, nada especial pero todos los jugadores están invitados, así que convencí a Hanamichi para que también asistiera, el muy tonto no quería pero le conviene ir-
-¿mmm?- Kaede no sabía que significaba ese "le conviene"
-Kidman- apuntó con la mirada a unos de sus amigos que aun repartía autógrafos, un rubio de 1,98 metros apuesto y un excelente centro-parece muy interesado en Hanamichi, anoche no despegaron conversación- finalizó malintencionado
-"eso me parece una muy buena noticia, así ese tipo se sale del medio"-pensó Hideki
-es un estúpido- insultó Kaede, Hideki le miró confuso- Aoshi me dijo que piensa llevarlo y no estoy de acuerdo, no es bueno para él considerando que sólo ayer estuvo en el hospital-
-pero es que Aoshi le pidió que le presentara a los chicos por que en otro momento no podía, es más, ellos deberían ya de retirarse por que tienen una sesión fotográfica para una revista pero veo que se tardan demasiado con sus nuevos fans, no se cansan nunca de llamar la atención-
-no es excusa- insistió serio
-díselo a él-
-yo también creo que el niño no debería ir con ustedes, además que son adultos, será tarde, Kaede tiene razón- fueron las palabras de apoyo de Hideki pesando en que él chico era muy celoso y que si Hanamichi tenía oportunidad él se interpondría, sin embargo, igual le llamaba la atención el exceso de molestia de su pareja, esperaba sinceramente que solamente se tratara de la simple preocupación por el pequeño
Cuando Hanamichi reapareció con el niño a su lado, Kaede inmediatamente fue a su encuentro
-no estoy de acuerdo- criticó
-¿en qué?- el pelirrojo no sabía a que se refería
-a lo de llevar a Aoshi a la fiesta en casa de Akira- Aoshi alzaba el rostro mirando a uno y otro, uno de sus padres se mostraba muy serio
-vamos kitzune, no es la primera vez que me acompaña a mis reuniones además que prometo volver temprano a casa-
-esto está mal, no va-
-pero papi...-se quejó Aoshi, de verdad estaba entusiasmado en pasar un buen rato con los jugadores que le regalaron los autógrafos que tanto quería.
-esto es serio Aoshi, y es entre tu padre y yo- dijo en forma seca al niño, luego volvió la vista al adulto- considero que no debe ir, ayer estuvo en el hospital y no es bueno que se desvele aun cuando digas que regresarás temprano, no quiero que vaya y es definitivo-
Sendoh y Hideki escuchaban la discusión a corta distancia, uno de ellos sonreía levemente por que su comentario malintencionado parecía surtir el efecto que buscaba, ver la reacción de Kaede al saber que Hanamichi podía tener un pretendiente. El castaño estaba intranquilo, la reacción de su pareja era desmedida, no entendía la terquedad de éste al no querer permitir la asistencia de pequeño a esa reunión.
-no Kaede, él va conmigo, soy el responsable de cuidarlo y sé que estará bien-
-¡el que este bajo tu tutela no te da derecho a hacer lo que te plazca!, ¡es mi hijo también y tengo derecho a debatir tus decisiones! ¡Así que no va!, deja de discutir que no quiero llegar a mas, ya sabes a lo que me refiero-
- no, no sé- contradijo su ex esposo
Hanamichi se estaba molestando, Kaede lo había amenazado sin razón, según su juicio. Estos dichos subidos de tono preocupaban al pequeño que quedó sin derecho de dar su opinión, sus padres estaban pelando, no soportaba ver eso.
- no va Hanamichi, y no hay más que hablar-
El pelirrojo se inclinó hacia su hijo y vio su cara que expresaba angustia
-Aoshi-intentó ser cauteloso- temo que no podrás ir- le dijo mirando de reojo a su ex pareja-tendrás que quedarte en casa esta noche-
-¿y piensas dejarlo solo?- la molestia de Kaede era más que notoria al oír eso que dijo Hanamichi, entendiendo que a pesar de todo, él iba
-¡Qué mierda quieres Kaede Rukawa!-levantó la voz a pesar de su hijo estaba presente- primero quieres que Aoshi no vaya, quiero dejarlo con la niñera en casa, y aun así te molestas... de verdad no entiendo que es lo que quieres, míralo, primero le frustras sus ilusiones, por que lo mas seguro es que esta sea la última oportunidad de de estar junto a ellos como jugadores, y ahora me obligas a seguir discutiendo cuando la verdad no estoy de humor para una discusión tonta- Abrazó a su hijo cobijándole la cabeza en su hombro, Kaede no daba respuestas.
-está bien Hanamichi, tú ganas, puedes llevarlo contigo- aceptó al fin luego de meditarlo un poco, consiente de que hizo sentir mal al niño
-no creo que sea tan fácil Kitzune- murmuró con molestia
-iré con ustedes para asegurarme que esté el tiempo prudente-
-como quieras pero no deberías desconfiar tanto- dijo en voz normal
-dime a que hora- demandó un poco mas tranquilo
- a las ocho y solo será un momento-
-allí estaré-
Kaede giró sobre sus talones y devolviéndose hasta donde estaba su pareja que escuchó todo boquiabierto, impresionado al verles discutir de esa forma.
-no te preocupes, desde que tengo memoria discuten de esa manera y a veces peor- comentó Sendoh a Hideki con total tranquilidad
-vámonos Hideki- anunció el ojiazul a su pareja- Sendoh lo siento, hablamos en otra ocasión-
-esta noche por lo que veo-
Hideki se despidió rápidamente del peliponcho y siguió lo pasos de su novio en dirección a la salida del gimnasio en completo silencio.
-oye Kaede, creo que te has sobrepasado- criticó al darle alcance.
-tengo que cuidar de mi hijo, eso es todo-
-claro que lo creo- dijo no muy convencido por que en esa pelea le pareció ver algo más y sin duda era para que se preocupara, sin embargo, las guardó para sí y calló, no diría nada hasta tener pleno convencimiento de lo que le causaba profunda molestia por dentro.
Mientras tanto, Hanamichi sacaba de la conmoción a su pequeño, no pretendió que presenciara aquella escena, el niño estaba al borde del llanto y él no tenía las palabras para tranquilizarle, no sabía que decir.
-vaya, ¡que escena de celos fue esa¡- Hanamichi y Aoshi desviaron sus vistas hacia Sendoh- sólo digo lo que vi-
-no digas nada, no ves que mi hijo está presente- respondió serio el pelirrojo, esto era demasiado para unos minutos, y ese muchacho no tenía escrúpulos para soltar cualquier comentario indeseado
-mmmm- se inclinó también hacía el pequeño tironeándole hacia su lado y murmurando luego algo a su oído de manera que Hanamichi no pudo saber que le decía pero, sea lo que sea, calmó de forma inmediata al niño.
-¿Qué le has dicho?- preguntó Hanamichi al ver tan notable reacción en su hijo
- que no solo tendrá un balón autografiado, haré que en el próximo partido mi equipo le dedique un triunfo sólo a él... ¿verdad Aoshi?- le guiñó un ojo a éste, el niño sonrió complacido
-"estos dos se traen algo y no me gusta"- pensó el pelirrojo desconfiando de las palabras de su amigo, pero sea lo que fuere, su hijo estaba mas tranquilo.
-por cierto, me debes una- dijo luego recordando el enojo que éste le había provocado durante el partido.
-adiós Hanamichi, nos vemos en la noche, cuídate Aoshi-
Akira Sendoh se marchó hacia los vestidores sin más que decir y sin hacer caso a su amigo, así de simple y sin devolver la mirada.
Hanamichi luego de observar a su hijo por un momento e intentar interrogarlo sin recibir resultados, decidió marcharse a casa y prepararse para la noche, preocupado, muy preocupado por todos lo acontecimientos suscitados en ese día.