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Amado...¿Amado? por suou

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Notas del capitulo:

Mmmm bueno aqui está.

 Los personajes no me pertenecen son de Kouga Yun, yo solo los tomo prestados.

Capitulo III “Quien era…”   

-¡Saluden!-  todo el curso se levanta-¡asiento!- las sillas se movían y la profesora comenzaba a dictar la clase… Ponía atención y esperaba que el timbre sonara…Ya llevaban bastante tiempo y solo quería salir a recreo. Vio  a su  costado como un niño bostezaba y se fijo en la pizarra…Estar ahí, era aburrido, de por si aprender estaba  bien, pero la forma no le gustaba.

 

    … Y el timbre se escucho ensordecedor, sonaba con desesperación.

 

-¡Salude!- salía de la sala corriendo al patio. La pelota pasaba por sus pies, reían, se divertían. Pateaba el balón al arco y este en fracciones de segundo se incrustaba en la malla, al fondo. Saltaba y sus amigos corrían a abrazarlo…Sonreía…Reía… ¿Era feliz en ese entonces? ¿Existía la felicidad en aquel tiempo?... ¿Hace dos años?

 

 Y todo el día se la pasaba riendo.

 

  -¡hey! Ritsuka-uno de los chicos le llamaba desde la puerta del salón. El pelinegro guardaba su último  cuaderno y:

 

-si, ¡ya voy!- y se juntaba con sus amigos. Salía del establecimiento y se iban a casa, poco a poco lo iban dejando solo. Abría la puerta principal:

 -¡Ya volví!-gritaba  e iba a la cocina, donde su madre se encontraba preparando los alimentos.

-bienvenido Ritsuka- le decía con dulzura, se daba la vuelta dejando lo que hacia, se limpia sus manos en el delantal y se acerca al niño, con una sonrisita y lo abrazaba, le daba un pequeño beso en la mejilla.

 

-¿Cómo te fue en el colegio?-le soltaba y volvía a su trabajo.

 

-bien mamá, aprendí mucho

 

-eso, esta bien…

 

-iré a hacer mi tarea…

 

-bien- y el cuchillo chocaba contra la tabla, cortando las verduras.

 

   El humo salía de la olla, al igual que ese delicioso olor, ponía las cosas en la mesa, preparaba todo.

 

-¡Ritsuka…la cena!-gritaba y esperaba a que su pequeño llegara y comiera sus alimentos.

 

  Bajaba por la escalera, llegaba al frente de la cocina y luego antes de tomar asiento, la puerta principal se abría y el pelinegro corría, corría al encuentro y gritaba:

 

-¡Semei!-y este le sonreía y le tocaba el hombro.

 

-hola Ritsuka

 

-buenas tardes, Semei. ¿Cómo te fue?-

ilusionada preguntaba, esperando la respuesta.-bien-se pierde unos instantes y vuelve. Y se sienta junto a su hermano…Una familia perfecta… ¿Perfecta?...  

   Sentado en la mullida cama, mirando al mayor como estudia, como anota en su cuaderno.

 

-¿Puedo dormir aquí?

 

-siempre lo preguntas, ¿Ya sabes la

respuesta?-no lo mira, pero en su voz se nota, el tono cariñoso para con él.

 

-si, pero…-cierra sus ojos. Su hermano se movió de su lugar en el que estaba y le toca las orejas, luego sentía que se sentaba a su lado y lo rodeaba con sus manos.

 

-pero primero nos bañamos…- y lo soltaba. Ritsuka abría los ojos y con una sonrisa saltaba de la cama y abría la puerta de la habitación y salía a preparar la tina.

 

   La espuma y las pompas de jabón se dispersaban en el baño, su risa y las manos del mayor limpiándolo, ambos felices. Como si la felicidad fuera única, donde ellos dos existían…Una historia fantástica de ambos, donde no había villano, donde no existía nada…solo felicidad…

 

   ¿Un niño de diez años, ve más allá de su mundo? ¿El mundo que vive? Esa burbuja que cada vez crece, crece sin importar el entorno.

    Y los días pasaban tranquilos, calmados; el color estaba ahí, de cierta manera pero a la vez no…En ocasiones todo se volvia blanco y negro, pero eso no importa. Su vida estaba bien…Mientras mamá, papá, hermano… Le sonrieran; le tocara las orejas en forma de cariño, le dijeran  “- Eres un buen niño-“, “- te felicito-“, etc...Él era feliz…Su hogar era feliz…    

  Y reía. Y todos los días eran iguales…Felices, pero tan rápido como llega la felicidad, esta se desvanece…O simplemente desaparece.

 

  Despertó como un día normal, un día de esos en los cuales tienes tanta energía y no sabes que hacer con ella. Se levanto encantado, lleno de alegría en su interior. Bajo las escaleras como siempre, llego a la cocina como tantas veces, pero cuando puso un pie, escucho su perdición:

 

-¿Ritsuka?

 -si ¿mamá?- la vio acercarse tomarlo de los hombros y zamarrearlo con fuerza y él sentía dolor, no físico…El dolor de no saber la culpa.

-tú no eres mi Ritsuka- le daba una bofetada y lo lanzaba al piso.

 

-¿mamá que ocurre? Soy yo, Ritsuka- unas lagrimas fluían de sus ojos.

 

-¡NO ERES RITSUKA!- y tomaba un cuchillo y avanzaba como poseída. Repitiendo-¡¿Dónde esta Ritsuka?!!¿Donde?!-

 

 Él quieto… ¿Por qué no moverse?¿Si podía?... Su respiración  apresurada, tenía sus ojos abiertos y no quería cerrarlos ¿Por qué? ¿Por qué su madre le decía que no era él? ¿No era él? ¿Entonces quíen era?

 

   Y su madre le lanza el cuchillo, este solo le roza la mejilla, no le corto, solo fue una marca que le quedo. La mujer fue en busca de algo, ya que la vio moverse y salir. Sintió unos brazos que le rodearon, era cálido…

 

-¿Estás bien Ritsuka?- la voz de aquel hombre, de su hermano que lo miraba con preocupación y cariño.

 

-si- respuesta corta y sin miedo, pero triste. Su hermano le ayudaba a pararse y juntos intentaban salir de la cocina, pero la mujer los retuvo.

 -¿Qué haces Semei? ¿Él  no es tu hermano, Ritsuka?¿No lo ves?- y se acerca con peligro.

-Mamá es Ritsuka…

 -¡no lo es!-y caía de rodillas al piso, la mujer se tapa la cara y llora- él no es Ritsuka !no lo es!- y se queda quieta llorando, derramando esas gotas…  

   -Ritsuka- le toco las orejas-todo va estar

bien…todo- el pequeño dio una señal positiva.

     Arreglo todo para ir al colegio, aun se sentía mal, pero las palabras estaban allí “Tu no eres mi Ritsuka”…Si lo era, estaba ahí, caminaba, pensaba, podía sentir sus manos, sus piernas, caminar, su corazón palpitar, todo lo sentía… 

    Al pisar la acera para entrar al establecimiento; las risas se iban dispersando por el lugar, grupos de niños se arremolinaban y las sintió lejanas, como si no estuvieran allí… ¿Qué era esa sensación? Con lentitud entro y sus pasos resonaron en el piso, luego la escalera ¿Tan vació estaba el lugar?¿Dónde estaban todos?¿Dónde quedo la alegría?...¿Dónde quedo su “ Yo” de ayer?.

 

  Se sentó en su pupitre, como todos los días y la gente no pareció darse cuenta de su existencia…

 

-Ritsuka ¿luego vas a ir a jugar?

 

-no, gracias- fue su escueta respuesta y volvía a quedarse quieto, en su asiento, saco un cuaderno y comenzó a leerlo. Y así paso la hora. Sus compañeros se acercaban y luego se alejaban.

 

  ¿Quién era el?...Ritsuka…Ritsuka… ¿Por qué respondía a ese nombre?¿Era Aoyagi Ritsuka? Si, estaba seguro, él era él y eso nadie lo iba a negar, pero ¿era el de ayer?... Ese de ayer desapareció y no recordaba ¿Cómo recordar a alguien que no conoces?...

 

 …Y poco a poco el mundo pareció olvidar a ese niño alegre, juguetón, lleno de amigos, ese niño que fue…Porque hoy solo era él: Ritsuka, un niño poco sociable, no tenia amigos, no le agraban los demás, callado, estudioso, etc.…El Ritsuka de antes desapareció…

               …. ¿Como no ser olvidado, si crees que no existes?...        
Notas finales:

Bueno gracias por leer...

Cualquier cosa dudas, sugerencias, etc. abajo...

adios...


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