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Orgullo ante la Seducción por Mero_Luz
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CAPITULO 11
PENSAMIENTOS
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La repuesta había sido “No” ¿pero que más esperaba? Otra respuesta… pensó Verónica molesta en medio de la clase, si rechazaba a chicos que no le gustaban por que no lo iba a hacer con la chica, era cierto que esta la perturbaba y hasta cierto punto le hacia sentir cosas… raras, pero eso no significaba que le gustara, si hasta hace algunas pocas horas la odiaba, la detestaba, no pensaba dirigirle la palabra por lo que le restara de vida… su cuerpo se puso rígido al concebir un contacto
-Deja de hacer eso- le ordeno la pelirroja toscamente pero aun así la fina mano siguió su determinado camino por la espalda de la chica, empezó por la parte alta de la espalda, como si fuera un simple gesto de amiga y descendía libremente dejando un camino ardiente como huella de su paso, por unos segundos se dejo embriagar por la sensación de placer que le recorrió después de un tembló, pero al sentir como la traviesa mano había llegado a la cinturilla de su falda, decidida salio de su ensoñación.
-ES QUE NO ENTIENDES ESPA—OL- grito colérica la pelirroja sin importarle que interrumpía la clase –NO QUIERO NADA CONTIGO- la pelinegra parecía feliz con su escena, sonriendo de la misma forma que lo había hecho cuando le dio su respuesta “yo haré que cambies de opinión” esa no había sido la reacción que había esperado Verónica después de comunicarle su rechazo a Victoria y mas cuando lo hizo de esa manera, recordar aquello le hizo hervir la sangre así que sin pensarlo tomo sus cosas y se marcho de la clase.
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“Insomnio” nunca había tenido uno de esta magnitud y es que no era tanto la falta de sueño lo que lo atormentaba, sino la suma de tiempo que se le añadía por ello para pensar en las consecuencias de la perdida de su ultimo encuentro.
Desde la noche anterior hasta los momentos a pesar de que compartía las clases no habían intercambiado ni palabra ni siquiera miradas lo que no tenia en un estado intermedio de tranquilidad y… si para que negarlo terror, Abraham se consideraba un heterosexual firmemente y de solo pensar en las cosas que ese pervertido seguro lo obligaría hacer le daban ancadas y no imaginarias sino reales, por que se veía obligado, ya que a pesar de que sabia que era ese mismo orgullo por el que estaba dispuesto a aceptar su desafortunado destino, el que lo había metido en este enrollo, no pensaba faltar a su palabra “Es lo único que me quedara”.
Pero a pesar de estas meditaciones todavía no se atrevía a acercarse al otro, ya que a pesar de estar dispuesto a aceptar la consecuencia de sus palabras no era lo suficiente masoquista como para buscar a su verdugo para que le aplique su pena, por lo que al salir de las clases trataba de no ser el primero de irse pero tampoco el ultimo, tratando siempre de no andar solo, ni muchos menos de coincidir con el moreno ojos grises, la única pregunta que esto le originaba era “¿Cuándo Zerlerom reclamaría su premio?” solo pedía que por un milagro se le olvidara.
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Todavía no entendía lo que le había pasado, nunca en su vida había tenido declinaciones hacia personas de su mismo sexo, pero cada vez que recordaba lo sucedido con el profesor de química y aquel alumno, su boca se secaba y sentía una especie de corrientazo placentero en su partes bajas, “¿Qué le ocurría?”
-¿Samuel?- la voz embriagante del oji miel lo sacaron de sus pensamientos, este lo veía con una sonrisa traviesa y por un momento creyó que sabia en que estaba pensando y se asusto, pero no podía salir corriendo como lo había hecho aquel día.
-Dime Caid- pregunto tratando de sonar normal y lo hubiera logrado si no fuera por que el otro muchacho estaba pendiente de cada detalle y noto la debilidad en su voz al principio, pero no lo debía atormentar si no quería que saliera huyendo de él, pero cada vez se le hacia mas difícil aquello “debo ser inteligente” y se el ocurrió un plan
-¿Quieres ir la próxima semana a una fiesta que darán en la piscina?- pregunto con su tono sensual, había notado que eso incomodaba al rubio y no se equivocaba pues Samuel se sonrojo y se le quedo viendo los labios de Caid, este sonrió aun mas, sacando de su estado de shop al otro que confundido respondió
-Claro, por que no… le aviase a los chicos- y se paro lo más rápido posible, diciendo que debía hacer unas tareas se marcho, el castaño no lo siguió solo lo vio alejarse satisfecho “pronto serás mió”… pero por los momentos debía encargarse de organizar la fiesta y que cierta pelirroja y cierto moreno no interfirieran en sus planes y sabia las personas correctas para este ultimo trabajo.
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