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CAPITULO 12
Consecuencias del orgullo
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Habían pasado tres días desde entonces y no se atrevía a decirle nada a sus amigos de por que su incremento de odio había Kimbesil aunque estos no parecían muy preocupados por saber, estaban cada uno en su mundo y no los juzgaba pues ella estaba igual.
Pero ese día era especial debido que empezaban los entrenamientos de fútbol, los chicos le pidieron a la pelirroja que asistiera y por solidaridad acepto, el entrenador la dejo estar en el campo pero fuera de la zona de juego de donde escuchaba las instrucciones del mayor, que para ser sinceros eran pocas solo había formado los equipos y después de eso solo se dedico a verlos jugar, Samuel se esforzaba mucho en el juego parecía tener un tanque lleno de energía, claro que cuando se topaba con Caid o el capitán del equipo de Zerlerom, le costaba mucho mantener el balón; Abraham en cambio parecia tener animo… pero de estar cien mil kilómetros lejos de ahí hacia uno que otros pases pero no estaba a la defensiva como acostumbraba jugar. El encuentro termino 8 a 6 perdiendo el equipo donde estaban los muchachos, el entrenador hablo con los dos chicos nuevos y luego mando todo el equipo a las duchas.
-Aburrida a más no poder conociéndote- más que una pregunta fue una afirmación burlesca
-Como no tienes ni idea, tal vez jugarlo cause mas emoción pero no lo suficiente en mi para practicarlo y menos para verlo- comento la pelirroja que aun se encontraba sentada en un banquito -¿no te piensas duchar? Hoy no ha sido de tus días mas agitados pero aun así pareces que te hubieras bañado con ropa- Abraham sonrió de lado
-¿Abraso?- dijo en una gesto de acercarse, la chica reacciona tan deprisa que casi se cae para atrás
-Estas loco- le grito mirándolo como si estuviera verdaderamente demente, el chico siguió sonriendo pero no se acerco más, lo que hizo fue pasarse la mano por el cabello todo mojado por el sudor, la mano quedo bañada del liquido y con sonrisa traviesa se acerco a la pelirroja que sin pensarlo dos veces empezó a correr y así estuvieron un buen rato
-Cosas que extrañaba- interrumpió la persecución Samuel con una gran sonrisa –Ya empezaba a pensar que dejaría de ser el maduro del grupo- la pelirroja corrió detrás de su amigo recién llegado
-Sumuel protégeme quien dijo que el ser vivo mas asqueroso era el cerdo no conoció a Abraham- dijo entre risas Verónica sacándole la lengua al moreno, este intento atraparla pero la chica era escurridiza y por media hora todo volvió hacer como era normalmente entre ellos juegos, risas y bromas
-Se ven muy alegres- comento un voz femenina que rompió el encanto, los tres chicos de pararon su travesura en el acto
-Si, teníamos tiempo que no nos tratábamos así, tal vez la presión de estar en una escuela nueva- afirmo tranquilamente Samuel sonriendo a los tres recién llegados.
-No se preocupen pronto se adaptaran- afirmo Kisberth echando su brillante melena había atrás
-Todo es cuestión de costumbre- intervino Joel con su voz profunda Abraham dirigió su mirada a él y noto por que de esa sensación extraña, era que el capitán lo miraba intensamente
-El director y los profesores los han llamado para que asistan a una cena- intervino animadamente por fin Caid -¿aceptan? dan unos deliciosas tortas y si no quieren dulce también hay otras cosas que comer ¿se animan?-
-Esta bien- respondió Samuel que ya estaba acostumbrado a comer con Caid y no veía nada de malo a los demás, además si era una invitación de los profesores no debian negarse, el castaño sonrió y volteo a la espera de las respuestas de los otros dos
-¿A donde es?- pregunto la pelirroja que desconfiaba de todo lo que habían dicho ¿los profesores invitándoles a cenar sin razón alguna?
-El comedor del segundo piso donde cominos ayer- le respondió la otra chica sonriéndole, Verónica frunció el ceño pero luego lo suavizo
-Esta bien- reconoció la chica –Pero vayan ustedes adelantándose –Yo espero a Abraham y luego los alcanzamos-
-Si váyanse adelantando me baño, cambio y los alcanzamos- mintió Abraham tomando sus cosas y adorando internamente a la pelirroja por darle la oportunidad de librarse de eso
Samuel vio extraña su actitud pero decidió que después hablaría con ellos así que emprendió el camino a la escuela
-Te adoro- Abraham tomo la cara de la pelirroja y le dio un sonoro beso en el cachete –Espérame aquí-
-No te preocupes te esperaremos juntas- dijo una voz femenina –asi Verónica no te espera sola- Abraham sonrió conforme con eso
-Gracias Victoria, vuelvo pronto- a pesar de que la pelirroja no lo aceptara la chica parecía querer ser sinceramente su amiga penso el moreno
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Abraham camino contento a las duchas de el campo de fútbol, su primera intención en saludar a las chicas era evitar entrar en las duchas con los demás, después de todo mucho de ellos los había visto como pareja en la fiesta en que discutió con el cabron del capitán, sumado la presencia de esta ultimo prefería estar caminando en brasa ardiente antes de meterse a esa cueva de lobo, se desvistió rápido y entro en la ducha, quería terminar rápido para convencer a la pelirroja y a Victoria de ir a otro sitio para no reunirse con los otros, después se disculparían con Samuel, tenia que decirle a sus amigos y advertirles que no confien en el idiota de Zerlerom, pero hacerlo incluía contarles toda la historia y todavía no se sentía preparado, se hecho champú en el cabello rápidamente y se lo restregó para limpiarlo, se termino de quitar el jabón del cuerpo y disfrutando del ultimo chorro de agua caliente cerro el grifo
-le diré a las chicas que me acompañe al periódico escolar, seguro se interesara Veronica- murmuro para si sus planes, se envolvió sus partes bajas con un pequeño paño que era lo que había tomado en la carrera y sin mas salio del baño a los casilleros
-Decir que posees un cuerpo perfecto- dijo una voz apenas salio demarcando con gusto contenido la ultima palabra –no es exagerar- termino relamiéndose del gusto, Abraham volteo al escuchar la inconfundible voz gruesa y varonil
-¿Qué quieres?- respondió agresivamente Abraham esta mas a la defensiva que lo normal y no era para menos por que nada lo favorecía, inconscientemente tomo fuertemente la toalla y se cuadro lo mas alto que su altura le permitía, pero por mucho que lo hiciera Joel seguía superándolo, este sonrio ante el gesto del chico y disfrutando de las ansias mal contenidas del otro tardo en dar su repuesta
-Mi premio- dijo por fin después de unos minutos que al moreno menor se le hicieron años, esas fueron las palabra que mas había temido en su vida –Te e dado unos días para que te acostumbres a las ideas pero a partir de mañana te mudas a mi habitación, arreglas tus cosas que las nueve te paso buscando por tu habitación- se acerco al chico que orgulloso levanto la barbilla a pesar de que había hecho una ademán de retroceder –Mañana serás otro- y una de sus dedos largos fuertes y hábiles se deslizo por el descubierto pecho del menos repasando suavemente una marca que llevaba el chico al lado de su pezón izquierdo en forma parecida a un diamante, decir que Abraham lo miraba iracundo es quedarse muy… muy corto y es que le estaba haciendo sentir humillado y temeroso las cosas que mas odiaba en el mundo
-Hasta entonces- respondió groseramente el chiquillo apartando la mano del otro con un fuerte manotazo, el otro sonrió de medio lado pero no se fue, tomando de improvisto a Abraham, Joel lo empujo con su cuerpo dejándolo entre los casilleros y el, tomo su rostro con una mano en la barbilla y otra detrás de la nuca para que no lo moviera ni atrás ni de lados y lo beso
Abrahan le tomo todo de sorpresa y se puso de piedra, nunca se espero esa reacción en ese momento del mayor (arriesgándose ya que cualquiera podía llegar) y el beso más que ser una caricia (como estaba acostumbrado a recibir por las chicas) fue una exigencia, tomando sus labios con una dura y lenta sensualidad quitándole el aliento sin piedad, el menor no respondía ni siquiera respiraba, intento separarse, alegarse de eso que su mente no aceptaba fervientemente y su cuerpo pasmado no rechazaba con la misma intensidad que deseaba, pero Joel no lo dejo, mordiéndole el labio inferior como reprimenda por sus esfuerzos de alejarse haciéndolo mas receptible luego de pasado el dolor, pero nada de eso lo quería, no le agradaba, no estaba acostumbrado y solo pensar a lo que le llevaba esas sensaciones lo asustaban y le daba asco… Joel pasó su lengua entre los labios que el otro que había mantenido fuertemente pegados como pidiendo permiso para entrar, Abraham no soporto más, cerró los puños y de un fuerte golpe rompió el contacto
Tomo con mas fuerza el paño que lo tapaba que había estado a punto de caer, las palabras que le quemaban la garganta por salir era “que no lo volviera a tocar en su vida”, de solo imaginarse intimando con el otro le daban ancadas, no quería, no deseaba hacer nada de lo que el otro esperaba de el, solo un beso se le hacia espantoso no quería ni imaginar el resto… pero debía, sintió como sus ojos se cristalizaban y antes de humillarse mas frente de otro decidió salir de hay lo antes posible, tomo sus cosas y se fue “no estaba preparado para esos cambios”
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