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CAPITULO 4
INTERCAMBIO
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Dos semanas había pasado desde que regresaron a su colegio, el victorioso equipo fue recibido aun mejor de lo que se acostumbraba, lastima que por primera vez su capitán no mostraba su sonrisa de victoria, “si, lo admitía” las fotos de llegada de triunfo del equipo de fútbol no eran las mismas sin la sonrisa arrogante del moreno capitán, Abraham seguía molesto mas su humor había mejorado, Samuel estaba tranquilo igual que siempre y Verónica preocupada por sus estudios, todo parecía volver poco a poco a la normalidad ¿o no?
A todos le cayo de sorpresa el comunicado que realizo el director esa mañana, la Universidad Católica San Sebastián había otorgado financiamiento para un intercambio para los mejores cinco deportistas del equipo de fútbol y los tres mejores promedio de la escuela con opción a beca permanente para el pregrado, es decir, las carreras universitarias.
-¿Soy la única a lo que esto le suena terriblemente extraño?- pregunto la pelirroja una vez que el director terminara de hablar
-No- respondió un pensativo Samuel
-Con que a eso se refería- murmuro el moreno, los otros chicos voltearon curioso pues lo habían logrado escuchar
-¿A que te refieres?- pregunto sin preámbulos Samuel
-Me llego un correo del entupido capitán es ese instituto… Zerlerom- mas desprecio no pudo inyectar al decir su apellido -me escribió que si quería la revancha tendría mi oportunidad de volver- los tres chicos se quedaron en silencio meditando, siendo la pelirroja la que rompiera el trance
-¿Soy la única a lo que esta le suena aun más raro de lo terriblemente extraño? No creo que debas ir- dijo temiendo lo peor
-IRE!!!- sentencio firmemente Abraham, eso era lo que mas temía la chica que dijera
-Yo también- añadió tranquilamente Samuel
-¿Ustedes saben lo que odio ese colegio? Y ahora me obligan a ir, la vida es más fácil siendo ermitaña, no hay amigos por quien preocuparse- gimoteo la chica.
Esta vez cuando recorrían el campo de entrada del complejo educativo Verónica no se apoyaba en el brazo de Samuel ya que estaba muy ocupada caminando a la vez que se enfurruñaba tapándose entre un gran suéter color negro que llevaba, pero por muy largo que era este no llegaba a tapar ni la mitad de la falda que vestía, mucho menos sus largas piernas, que era lo que cargaba de tan pésimo humor a la pelirroja, en su colegio nunca le habían exigido uniforme, estaban acostumbrado a vestirse entre ciertas reglas pero de acuerdo a sus gustos, y Verónica ODIABA las faldas, había creído tontamente que dejarían que usara la ropa que quisieran como lo habían hecho la vez pasada, cuando se había enterado camino a esta Institución que tenían que usar uniforme y que esté contenía dicha odiada prenda, casi se había tirado del autobús andando, había peleado, discutido, gritado y hasta casi llorado, pero nada había funcionado y cuando por fin salio vestida no fue de mucha ayuda que Samuel y sobretodo Abraham no para de decir lo mucho que esa ropa resaltaba sus atributos.
Varios chicos de la institución empezaron a silbarla, Verónica les lanzo una mirada fulminante, que tuvo el efecto contrario ya que ver sus ojos grises y melena roja los chicos incrementaron sus piropos, la chica tomo su mochila en la búsqueda de algo que lanzarles a los pesados o de una túnica que le llegara a los pies con que cubrirse, pero al no encontrar ninguno de los dos opto por colocarse las gafas y la gorra que había encontrado, apresurando el paso. Samuel contenía la risa, a la vez que Abraham les lanzaba miradas amenazadoras a los chicos que si tuvo mejor efecto ya que se marcharon.
Volvieron a entrar en el salón de recibimiento y aunque seguía siendo igual de impresionante esta vez no se quedaron embobados observándolo, al menos los que pisaban ese sitio por segunda vez, ya que las dos chicas a las que también le dieron la beca pues seguían a Verónica en promedio no apartaban de vista de arriba. El director volvió a hacer acto de presencia, pero esta vez le hablo más sobre el colegio, sus normas, instalaciones, maestros y la aun más larga lista de materias que debían cursar.
-¿Algebra universitaria avanzada?- repetía una y otra vez Abraham –Yo de casualidad puedo con la normal- dijo desesperado mirando a sus amigos que no se encontraban con mejor cara que él, el director siguió hablando informándoles que habían sido inscrito en los mismos grupos que participaban en su escuela anterior, mas que todo refiriéndose a las chicas y que si deseaban inscribirse en otro solo se lo informara, con respecto a los chicos les dijo que entrenarían junto al equipo de fútbol del colegio y que empezarían en tres días, volvió a presentar a los conocidos guías de la ocasión pasada, Samuel y Abraham contenían la risa ante la cara de odio jurado que le dedicaba Verónica a la pelinegra y sin mas nada que añadir el director les pidió a los chicos que siguieran a sus respectivos guías a los que ahora serian sus permanente aposentos.
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