XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
CAPITULO 6
BUENA RELACION
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Ya había dejado sus cosas en la habitación para luego tratar de encontrar a Abraham pero no lo había conseguido, su habitación era aun mejor que la anterior, pero lejana a la de su compañero y lo único que quería en este momento era una cara conocida con quien hablar
-Hola Samuel- el rubio giro encontrándose con Caid Trumerton, el chico castaño sonrió ampliamente al estar frente a frente -Con que ahora vuelves como un compañero de escuela- comento burlescamente el mayor, sin llegar a ser molesto.
-Si- respondió, cuando se refería a una cara conocida con quien hablar, pensaba mas bien a Verónica o Abraham; suspiro, pero no se debía quejar, mejor él que nadie –Y… ¿como te ha ido?- pregunto Samuel aflojándose y quitándose la corbata verde del uniforme, ya que ellos también lo usaban pero no tenia nada de especial pantalones de vestir verdes y camisa blanca, lo único extra que le molestia era la vendita corbata
-Todo de maravilla, aunque la fiesta de victoria que se había organizado para después del partido no resulto… ya sabes como perdimos- la vista de Caid se centro en la piel blanca que quedo expuesta después que el rubio abrió los dos primeros botones de su camisa blanca, desvió la mirada –Es tarde… ¿Por qué no me acompañas a cenar en el comedor?- sugirió el oji miel y así marcharon al comedor
-¿Por qué hay tan poca gente?- quiso saber cuando por fin llegaron Samuel, ya no se sentía tan incomodo, Caid (como ahora lo llamaba por que habían acordado decirse por sus nombre) era simpático, a veces misterioso y algo arrogante pero muy bromista
-Los que cenan, la mayoría lo hace en sus habitaciones o en los comedores privados, son mas íntimos y privados- había frases como esta ultima, que el chico decía en un tono muy insinuador, era su forma de ser resolvió Samuel, ya que no era la primera vez que lo hacia.
-Y dime Samuel ¿desde cuando te gusta Verónica?- pregunto directo Caid una vez que se fue el mesonero con la orden de la comida que habían pedido, el repentino cambio de tema desconcertó unos segundo al chico pero rápidamente volvió en si
-Verónica no me gusta- dijo con tranquilidad, se había sentado en una mesa que esta vacía a un costado del salón –La quiero y mucho- el castaño frunció el ceño desconcertado y Samuel se explico mejor –Tengo casi toda mi vida conociéndola y compartiendo sus locuras, la adoro, pero no la forma en que tu piensas-
-Si del odio puede nacer el amor ¿por que no de una estable y duradera amistad?, además, no niegues que la celas a capa y espadas-
-No niego que la celo y no sabes cuanto- admitió con una media sonrisa –pero es porque no quiero que la lastimen, oportunidades para formar una relación amorosa entre ambos, se nos han presentado ha los dos muchas veces, pero solo nos vemos como amigos… como hermanos diría yo- dirigió su penetrante mirada azul al castaño –así que mucho cuidado si pretendes acercarte a ella, por que si le haces daño lo lamentaras- el chico de rostro angelical sonrió ampliamente al escuchar el repentino tono frió y amenazador de su interlocutor
-Lo tendré en cuenta- respondió simplemente
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX