Los meses se hacían eternos, los días pesados y los minutos se volvían un calvario. Había pasado más de medio año y el rubio ruidoso de Konoha no había dado señales de vida. Pero en la gran puerta de la cuidad una melena rubia se ondeaba con el viento otoñal.
-Por fin Naruto regresara- hablo la vieja pechugona de la Hokage con una sonrisa de oreja a oreja.
Los guardias de la aldea saludaron al ojiazul y este con su ya conocida sonrisa los saludo, se encamino a casa y en el camino encontró al grupo de Hinata, Kiba y Shino estos últimos tomados de la mano, sonrío para si, después de todos los problemas que sus amigos habían llegado a tener se habían mantenido juntos. Solo esperaba que eso mismo le sucediera con cualquiera que el escogiera.
Hinata ya no era esa tímida niña que conoció meses atrás, ahora era una jovencita segura de si que deslumbra con una hermosa sonrisa de enamorada. Tal cual él siempre había tenido.
-Naruto-Kun- le abrazó la peliazul emocionada- Ya que has regresado que te parece si mañana hacemos una fiesta de bienvenida para ti, ya la habíamos planeado así que no hay muchos problemas- le dijo cerca de su casa. Se despidieron los cuatro amigos, el rubio se quedo observando la ciudad, los ciudadanos, a decir verdad extrañaba Konoha, su hogar.
-Naruto, la gondaime quiere verte- hablo un Ninja que iba de paso.
El rubio se metió a su casa, se dio una buena ducha, y después de unas cuantas horas se dirigió con la pechugona rubia.
El solo escuchar su vocecita resonar en los pasillos, hizo que la rubia pusiera la cara mas seria que podía, saco su sake y se tomo la botella completa. Shizune entro sonriente con el rubio tras ella, haciendo su teatro de siempre, aventando cosas, simulando estar ebria saludo al rubio.
-Oba-Chan- dijo mientas le caía un gota por la cabeza.
Después de que Tsunade recobrara la conciencia más tarde de que un libro lanzado por ella misma le cayera en la cabeza, Shizune le aplico primeros auxilios y Naruto quedo petrificado al ver "su eficaz método" para que Tsunade recobrara la conciencia, una cubeta de agua fría, seguido por una botella de sake derramada en el suelo. Y luego una pila de trabajo.
De camino a casa paso por su lugar favorito de todo el mundo, después de algunos tazones de ramen salio satisfecho a casa. Se metió ala cama y quedo profundamente dormido hasta el siguiente día.
La hora de la dichosa fiesta había llegado, se puso unos pantalones vaqueros súper sexys, una playera que se ajustaba perfectamente a su bien torneado cuerpo, ¿Su cabello? Que hacer con el, nada, se baño en perfume y espero de lo mas impaciente a la llegada de Hinata.
Había pasado más de una hora y ya estaba desesperado, tan pronto tocaron a la puerta salia disparada, tomo a Hinata de la mano y salio rumbo al centro de la ciudad.
Llegó pero nadie estaba, miro sorprendido a todos lados, hizo morritos al pensar que había sido engañado, miro a Hinata un poco enojado la chica le sonreía algo nerviosa; después de disculparse unas doscientas veces se encaminaron a un rumbo desconocido, la luna era la única luz que alumbraba la oscuridad de la noche.
-Naruto espera aquí, necesito hacer algo- hablo la chica dejando al ojiazul solo. Estaba aburrido había pasado más o menos unas dos horas desde que habían salido de su casa y aun no llegaban, tenia tantas ganas de ver a todos sus amigo y sobre todo a...
-KYYYYYYAAAAAAA AUXULIOOOOO- se escucho el grito desgarrador de Hinata. Corrió al momento, pero se dio cuenta que esa zona de la ciudad era del clan Uchiha, camino precavidamente, pero unos brazos lo tomaron por la cintura asustándolo hasta la medula, salto de la impresión y dio un golpe al agresor corrió por su vida, pero se encontró que otros brazos lo trataban de sofocar, golpeo ágilmente a ese otro. Pero alguien lo tomo entre sus brazos y se fundió en un beso, al instante reconoció esos labios y paso sus brazos por el cuello del desconocido, las luces aparecieron.
-VIENVENIDOOO!!!!!!- grito la multitud, se quedo rojo al verse en tan vergonzosa situación, pero el azabache que lo abrazaba parecía de lo mas tranquilo. Sus amigos se echaron a reír al ver que Naruto había pasado del rubio problemático a un tímido de lo peor.
La fiesta siguió su curso y entre la multitud una melena rojiza se movía, Sasuke había desaparecido hacia algunos minutos asíque tendría oportunidad de hablar con Gaara. Se encontró con el antisocial del ojiaqua que le sonrío nada más al verlo, se acerco a él y lo abrazo.
-Te extrañe- le susurro al punto del llanto pero Gaara lo separo de él y le dio la espalda. Naruto quedo más que confundido, Gaara lo estaba ignorando. Camino taciturno y choco contra alguien. Iruka lo observaba con una enorme sonrisa sus mejillas se teñían de un color carmín mientras el pervertido de Kakashi le metía mano. Los miro con un aura depresiva, continúo caminando y se encontró a los acaramelados de los Hyuga, Hinata y Neji, salio al patio y se encontró con que Kiba y Shino se agasajaban bajo un árbol, no le quedo de otra que meterse a la casa. Pero no entro al salón sino que empezó a caminar, recapacitando de la situación que estaba pasando era más que obvio que Gaara ya no sentía lo mismo que hacia tiempo sentía en cambio Sasuke, Sasuke le había demostrado públicamente su amor y parecía que aun seguía amándolo. Una se asomaba por la izquierda al final del pasillo, camino curioso, y las voces de Gaara y Sasuke lo sacaron de de si.
-Sasu-Chan no crees que es demasiado cruel lo que le hacemos a Naruto- hablo la voz acaramelada de Gaara.
-Para nada, además el se lo busco o ¿No?-hablo de lo mas calmado el Uchiha. La sangre se le enfrío al escuchar tan tremenda conversación, camino sobre sus pasos, hasta chocar contra al pared, se llevó las manos a la boca, estaban juntos esos dos, ya nada impedía hacer, además el había tenido la culpa de todo, no podía culparlos. Dio media vuelta y salio presuroso de la mansión Uchiha.
Camino metido en sus pensamientos, sin mirar a donde iba o quien lo veía, sus pies lo llevaron a orillas del lago. La oscuridad de la noche era rota por la luz de la luna y un faro que se encontraba cerca y allí agazapado como un niño perdido y con la cabeza metida entre sus rodillas estaba el rubio hipeando de tristeza.
-¿Qué es más importante mi felicidad o la felicidad de quienes amo?- era la pregunta que rondaba en su cabecita. Limpio con la manga de la camisa las lagrimas, gateo hasta la orilla del lago el agua cristalina reflejaba sus abultado ojos, tomo un poco de agua y la tiro en su cara, suspiro profundo, se levanto y emprendió camino de regreso a la casa Uchiha con una idea en su mente. Dejar ser feliz a Uchiha y al No Sabaku.
Todos se encontraban acaramelados bailando una canción calmada, hasta la briaga de la Hokage se colgaba del cuello de Jiraya. Atravesando la multitud encontró a Sasuke y Gaara platicando de lo más entretenido, trago grueso y se acerco con una gran fingida sonrisa.
-Hola, veo que se la pasan bien- sonrío
-Si bueno... diablos se me olvido algo, Gaa-Chan hazte cargo de Naru-Chan- hablo el pelinegro desapareciendo por segunda vez. Esa ternura que jamás en su vida había visto que el Uchiha diera a conocer lo dejo anonadado.
-Claro, oye... que no se te olvide...-
-Si, si ya se no te preocupes- dijo haciendo señas el pelirrojo quedo viendo al rubio quien sonreía nerviosos y para sorpresa del este el ojiaqua le sonrío calidamente.
Se fueron a una de las grandes habitaciones de la enorme casa, el rubio se perdió por tantos pasillos y puertas que vio en su camino, por fin legaron a una habitación media alumbrada un candelabro era el único que proporcionaba luz a la oscuridad de la habitación. Un poco nervioso Naruto se sentó en la cama, la seda roja de las mantas le agradó y se tiro de espalda.
-Gaara... tu- hablo calmado y con un tono diferente en su voz -Y Sasuke...son-
-He llegado no dijeron nada verdad- hablo el pelinegro desde la puerta, traía una charola con una botella y tres copas.-veo que Gaa-Chan sigues igual que siempre platicador - el pelirrojo se levanto y saludo de una manera un poco extraña al Uchiha menor, un pequeño beso dejo al ojiazul blanco, bajo la mirada herido, se levanto y camino hacia donde estaba Gaara y Sasuke quienes lo veían un poco extrañados.
-Yo he decidido que... -hablo calmadamente- No quiero a ninguno de ustedes dos, he encontrado a alguien mejor- terminó y salio de la habitación, el azabache y el pelirrojo se quedaron viendo con un sonrisilla cómplice.
Diablos el infierno seria algo tan agradable con lo que el pasaba al pobre rubio, su corazón había pasado la historia. Sus pies taciturnos caminaban en la oscuridad e los pasillo, y una figura un poco despistada se acercaba a el, se golpearon tan bruscamente que ambos cayeron al piso.
-Los siento no lo vi- hablo un poco asustado el rubio de ojos azules, la figurilla temblaba y eso lo asusto aun mas.
-Tuuuu- esa voz de ultratumba puso sus pelos de punta- dices que soy tan pequeño como una pulga que no se puede ver- Naruto se quedo con un gran signo de interrogación en la cabeza pero ni eso basto puesto que unos brazos lo hicieron prisionero y un beso fue arrancado de sus labios. El otro chico de la trenza parecía que pronto iba a estallar sus ojos eran relámpagos se lanzo escontra del shockeado Naruto y del otro pero alguien lo detuvo. Unos ojos rojos amenazantes hicieron que la furia del e la trenza se calmara y que el pervertido que metía mano al pobre de Naruto fuera a volar por los cielos.
El chico de la trenza se quedo boquiabierto y los otros dos se llevaron al rubio a rastras.
Fue ventado a la cama de una manera brusca los ojos azules se abrieron y cerraron repetidas veces hasta quedar viendo que esos dos pedazos de hombres se desvestían ante el. Un sonoro sonrojo se asomó a su acanelada cara, sus orejas palpitaban de tanta sangre acumulada y ojala fuera al única cosa que acumulaba sangre y palpitaba.
Tal como un felino el azabache se cerco a gatas lamiéndose los labios lujuriosamente se acerco ala cara de incredulidad que mantenía el Uzumaki, al ver enfrente de el al ojinegro cerro los ojos y tamo su entrepierna. A alo que el azabache dio su media sonrisa se acerco a su oreja bronceada y susurró roncamente:
-Quiero tocarte, quiero besarte, quiero agarrarte para lamerte, para cogerte, para hacerte llorar- Uzumaki se quedo rojo hasta la medula espinal sus ojos se abrieron enormemente por la sorpresa y como si fuera poco, la sensación de unas manos recorriendo su cadera hizo que de su boca saliera un sonoro gemido dejando satisfechos a ambos ninjas.
Tanto el ojinegro como el ojiaqua se sentaron esperando a que el Uzumaki recobrara su normalidad. Por fin el rubio se sentó en la cama, mientras en una esquina tanto el azabache como el pelirrojo bebían un poco de licor.
-¿Y bien ya has decidido que hacer?- hablo el azabache
-eso de que ya tienes a alguien más no nos convence- hablo el pelirrojo
-Sabemos que nos quieres- hablo el azabache tan orgullosamente que hizo que el Sabaku lo mirara mal - Bueno al grano, ¿Quien es?-
La cara del rubio parecía un poema, bajo la cabeza y sonrío
-Ninguno de ustedes dos, no me hagan el estupido se que ustedes dos comenzaron un relación ENTONCES PARA QUE DIABLOS ME QUIEREN A MI NO SOY SU MALDITO JUGUETE CON EL CUAL SE PUEDEN DIVERTIR CUANDO LE PLAZCA- termino parándose y camino hacia la puerta.
-¿A Donde vas? no hemos dicho que te puedas ir- hablo es Sabaku.
-Creíste algo así- hablo el azabache parándose y tomando lA botella -Sabes Gaa-Chan y yo hemos llegado a un acuerdo pero primero dinos a quien eliges, A Gaa-Chan, A mi-
-yo...-
-aaaahhh se nos olvidaba, hay dos opciones mas, A. que te quedes con Sasu-Chan, B. que te quedes conmigo, C. que te quedes sin los dos, lo cual no lo permitiremos y D. que te quedes con ambos- tanto el Ninja de la hoja como el de la arena asintieron y el rubio quedo medio curioso.
-jajajaja si claro como si fuera a creer esas choreada, no les creo nada estoy seguro que ambos pueden matarse, además como podría estar con lo dos se supone que una relación es de dos y tres es multitud-
-no, no, no, claro que tres es multitud pero que harás, si te quedas con Gaa-Chan me extrañaras, si te vas conmigo extrañaras a Gaa-Chan y si te quedas sin ambos nos extrañaras así que después de mucho pensarlo decidimos que de ahora en adelante serás nuestro amante-
-yo...amante de...de ambos...tu...tu... y Gaara- hablo incrédulo
-así es, además tu eres tan indeciso que nunca lo hubiese pensado- las manos de Sasuke recorrieron la cintura del ojiaqua y Naruto quedo paralizado.
-No te gusta que yo haga esto-
-O que yo haga esto- pelirrojo y ojinegro se fundieron en un beso y el rubio celosamente agarro y los despego a ambos de un tiron.
Ambos se echaron a reír a carcajada y el rubio hizo un lindo puchero. Se acercaron y el rubio cedió ante un beso apasionado del Uchiha, las caricias del Sabaku hicieron que el problemilla se levantara.
La ropa había desaparecido del cuerpecillo acanelado, las manos lujuriosas tanto del ojinegro como del ojiaqua acariciaban sin dejar ningún ricon de piel sin tocar. Los gemidos del rubio eran de estremecer a cualquiera, esos jadeos hacían que se les pusiera cada vez mas dura.
Un 69 se formo con Sasuke debajo de Gaara mientras Naruto lamia la entrada rozada del mapache. Lamida, succionada, y cada gemido se hacia mas seductor.
Sin aviso Naruto se adentro en la entrañas apretadas del ojiaqua que una pequeña mordida hizo que Sasuke se viniera en su boca.
La boca semiabierta, la saliva recorriendo la barbilla, los ojos crispando con un chispa de lujuria, las mejillas sonrojadas, el pecho bajando y subiendo hicieron que Sasuke besara desenfrenadamente al rubio, mientras masajeaba los botoncitos rosas, y este metía y sacaba su longitud. Gaara se mantenía a cuatro jadeando sin parar, sus dedos se chispeaban en cada momento que Naruto tocaba ese punto de vital importancia. Termino por venirse en la mano de Sasuke que desde hace rato le daba un trabajillo manual a su amigo/amante, sin embargo el ojinegro no dejaba de succionar esos puntitos rositas.
Pronto Naruto había terminado dentro de Gaara, dejándose caer sobre el pelirrojo pero un jalon hizo que cayera sobre el pelinegro mas lujurioso, quién con se lamia los labios incitándole a probar todo, sin dar tiempo sentó (Sasuke esta acostado sobre una almohada) sobre la erección del azabache y saboreando lo labios mas adictivos subía y bajaba la danza de los cuerpo dejo al sabaku boquiabierto. Quien se levanto y por detrás lamia y succionaba el cuello del rubio. Al sentir que el pelirrojo estaba desatendido giro encontrándose de espaldas a Sasuke y de cara con Gaara. Los besos y las caricias por doquier recorrieron esos perfectos cuerpo desnudos.
El esplendor del amanecer bañaba a todos, mas que alcoholizados todos se sostenían en sus respectivas parejas, la fiesta había terminada desde hacia ya horas. En una cama tendida se encontraba el rubio mas revoltoso de toda Konoha abrazado por pies y manos de dos antisociales. Sonrío al encontrase en esa posición un poco extraña. Sonio para si y dos besos se posaron en sus mejillas.
-Ne Naru con el tiempo te vas volviendo un experto he- hablo el pervertido del pelinegro.
-Jaja pensar que tuvimos que repetir porque estabas un poco insatisfecho- resopló Gaara y Naruto se e hasta la punta el pelo. Se levanto enojado pero un dolor punzante lo invadió en la parte trasera y tanto Sasuke como Gaara se echaron a reír.
Una aura depresiva envolvió a Naruto. Sasuke y Gaara se levantaron preocupados al ver el rubio no se movía. En el suelo Naruto dibujaba circulitos. Ambos pelirrojo y pelinegro se vieron culpables. Caminaron y sacaron de un estante un cajita negra la acercaron ala cara de Naruto y estos los fulminó con la mirada se dio media vuelta, busco entre toda la ropa tirada su pantalón naranja y saco algo del bolsillo izquierdo. Curiosos se acercaron pero el rubio camino a la cama y se envolvió en la cobija.
-Tengo frío no molesten- hablo serio y enojado. Un poco culpables se acercaron a el y le quitaron al cobija sin embargo este no les dejo hacerlo
-vamos Naru ve lo que es- hablo dulcemente el azabache
Bajó la cobija y sus azulinas orbes salieron a relucir, con dos lagrimillas en cada uno, Sasuke beso una lagrimilla y Gaara la otra y de entre la cobijas salio un chibi Naruto. Tanto los ojos de Gaara y Sasuke cambiaron a unas estrellitas y una guerra de rayitos invadió el ambiente.
-es mío- hablo uno
-no es mío, Naruto lo ha hecho para mí-
-no para mi- una risotada calmo el ambiente, el pelirrojo y el azabache quedaron viendo curiosos a Naruto quien jugaba con dos chibi, un pelirrojo con una calabaza y otro de cabello negro.
La sonrisa de felicidad del rubio hizo que los dos babearán por un instante.
-Trato - se vieron -Hecho- respondieron. Naruto los miro con un signo de interrogación. Pero lo otros se miraron cómplicemente.
-Hay por favor ya crezcan- hablo un poco irritado.
-¿Y tu ya creciste Naruto?- hablaron al unísono y Naruto se enoja aun mas. Pero un beso en cada mejilla y una que otra mano curiosa hizo que se calentara y el juego de besos, manos y otras cosas más comenzaran.