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Salvaje Inocencia por DarkNess InuKami

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Notas del capitulo:

wiiii!!!!!!!!! InuKami esta super contenta por que recibio muchos reviews :D

Eso la motiva a escribir nwn y pues espera les guste el nuevo capi...

Ya son 20 o.o!!!!!

Fiesta XD

Quería creer que aquellas palabras eran mentira, deseaba pensar que sólo era un sueño o mejor dicho una pesadilla, tan cruel, tan real… pero al final de cuentas una simple fantasía. Sin embargo esos orbes dorados que le miraban con comprensión le hicieron darse cuenta inmediatamente de que no era ningún sueño.

-Lo siento Ryuichi- escucho que le decía el mayor.

-¿Cuánto tiempo Eiri?-hablo con su madura actitud y sin un ápice de emoción, aun sí por dentro todo era un caos.

Sentía frío al mismo tiempo que un calor abrasador, su cuerpo estaba pesado, su mente vagaba de la ira a la decepción y finalmente se detenía en un sentimiento tan profundo que nunca creyó sentir a tal nivel… ODIO.

-Pocos días antes de que te lo presentará como mi prometido.

-Se veían como la más linda de las parejas- su tono demostraba la ira contenida- me hicieron creer que de verdad se amaban.

Las palabras del menor no le afectaban ni un poco, si bien es cierto que le mintieron en ese entonces ahora estaba totalmente convencido de que amaba a su joven cantante.

-Y-yo lamento esto- hablo finalmente la causante de aquel alboroto, ninguno de los dos le dirigió una mirada, por lo cual se sintió ofendida pero se aguanto para no echar a perder más las cosas.

-Venía a ver si tenías noticias de él, antes de marcharme.

-¿Cuándo?

-Mañana mismo- finalmente sus orbes se posaron en las del contrario mostrando las lagrimas que aun no caían, quizás por orgullo o tal vez sólo porque ese hombre al que tanto amo ya no se las merecía.

Siempre se derrumbo cuando se enteraba de una infidelidad más por parte de su pareja, como de costumbre lloraba hasta que se quedaba sin lágrimas y finalmente dormía con la esperanza de que su amor llegará a consolarlo de la manera más dulce.

Nunca pidió una explicación pues no quería escuchar de esos labios que le dejaban sin respiración, el nombre de una ella o tal vez un él.

-Espera -ordeno- aun hay cosas que necesito que sepas.

Este sólo asintió y se dirigió sin mucho ánimo al sillón, realmente tenía ganas de salir a correr hasta que no sintiera nada que no fuera cansancio, que sus pulmones se llenarán de tanto aire que el vacío que experimentaba desapareciera.

Maiko veía toda la escena sin decir una sola palabra, trataba de comprender la situación y ver que provecho podría sacar de ello.

-Retírate- acoto firmemente el escritor- esto no te concierne más- el tono de molestia se denotaba en cada una de sus palabras.

No sabía si aquello fue intencional o no, pero estaba molesto de que el menor se enterará de la infidelidad de su hermano por medio de una desconocida.

-En verdad lo lamento- comento dócilmente al tiempo que se inclinaba para después dirigirse a la salida.

Tal vez si le contará a Kitazawa lo que pasó, él le daría las respuestas que buscaba, por otro lado también quería calmarse pues seguía sin comprender como alguien tan atractivo y famoso como Eiri Yuki se fijo en el corriente de su hermano.

Una vez escucho la puerta cerrarse volvió a concentrarse en el menor, este tenía la vista clavada en sus manos las cuales movía de forma inquieta y hasta podría decirse agresiva, pues ya las tenía bastante rojas de tanto apretarlas.

-Trato de entender cómo te sientes Ryuichi, pero no era algo tan simple de decir.

-Entiendo que me mintiera- susurro dolido- no es algo nuevo en él, pero y ¿tú? ¿Por qué seguiste con el juego?

-A pesar de lo idiota que pueda ser, sigue siendo mi hermano- sabía que era egoísta en ese sentido pues sólo había contemplado los sentimientos del azabache- y tú eres su felicidad, me guste aceptarlo o no ya te consideró parte de nuestra familia.

-Sólo por el estúpido capricho de tu hermano- eran crueles todas esas palabras, se sentía un juguete para esa familia, más agradecía él otro le dijera las cosas como realmente eran- para que él fuera feliz… pero y ¿yo? ¿Cuándo me tocará a mí?

Fuera de las ideas del mayor, el chico no estaba gritando ni llorando, hablaba pausadamente como si sólo fuera una charla cualquiera.

-Lo entiendo perfectamente, será tu decisión el seguir con esto o no- hizo una pausa- Tatsuha perdió ese derecho y pues simplemente no quiso lastimarte, por ello que yo me hiciera cargo de Shuichi.

-Ha de sentirse igual de usado que yo- miró fijamente a su acompañante cuando pronuncio- o también es un maldito mentiroso que fingió ser inocente.

Ante el insulto el mayor frunció el ceño, no le gusto para nada el tono con que esas palabras fueron soltadas.

-Jamás lastimaría a alguien, es tan ingenuo como para intentarlo siquiera- ahora era él quien se encontraba molesto- fue por una estupidez como cualquier adolescente.

-Nunca hice tal cosa y pase por su misma etapa, también tú- no le importaba para nada ofender al mayor ni siquiera por esa mirada amenazadora- si se le calienta con cualquiera siento pena por su hijo pues es un…

No alcanzo a terminar la frase cuando sintió el golpe en su mejilla, al parecer el escritor no aguanto más y todas las confusas emociones desde la partida del pelirrosa las exteriorizó por medio de ese acto.

-No me interesa lo dolido que puedas estar e incluso si odias a Tatsuha de por vida- su tono de voz era frío- pero por ningún motivo rebajes a Shuichi al nivel de un cualquiera.

Sabía que las cosas estaban mal, que ambos fueron irresponsables y aun así también era consciente de la pureza del cantante.

-Todos tenemos errores, unos más grandes que otros- camino hacia la salida al tiempo que tomaba las llaves de su auto y su saco- siéntete afortunado de ser un maldito santo- cerro de un portazo antes de dejar al menor en shock.

Este por su parte no se sintió ofendido, fue su culpa por juzgar a Shuichi aun cuando era obvio que este sería incapaz de hacer algo así y quizás se merecía aquel golpe, las lagrimas salieron después de tanto intentar reprimirlas, eran la muda disculpa que le podía dar al cantante… su forma de pedirle perdón por insultarlo aun cuando este ya tenía serios problemas.

No había más culpables que buscar, cuando el causante de su pena sólo era Tatsuha Uesugi.

 

**********

 

En aquel lujoso hospital el menor se encontraba acostado en la cama, sus hermosos ojos apenas los podía mantener abiertos, su cabeza le daba vueltas y el sofocante dolor apenas era percibido por su drogado cuerpo.

Después de que Tohma le llevará a su mansión este se puso mal, tal vez la tensión, el miedo y demás sentimientos agolpados en su cuerpo, provocaron que colapsará. Este por su parte le llevo inmediatamente al hospital para ver que el bebé estuviera bien.

¿Por qué otro motivo lo habría hecho?

Sólo le interesaba el pequeño que se estaba formando en su vientre, al fin le comentaron de la amenaza de aborto al rubio, que la situación era sumamente delicada y que apenas pudieron mantener al niño.

Una vez supiera todo esto lo dejaron ahí metido, esperando se recuperará… por supuesto podía haber pedido ayuda pero no quería arriesgar a su bebé de nuevo.

-Yuki- susurro débilmente, aun creía que su esposo le rescataría, que le sacaría de ahí y ambos esperarían con ansias la llegada de su hijo.

No había pasado mucho tiempo- sólo un día- se repetía así mismo tratando de justificar la falta del escritor, intentando por todos los medios ahogar los pensamientos de que el mayor no le amaba y por ello nunca iría por él.

Además que le tenían muy bien vigilado y aun cuando sabía que su captor era Tohma Seguchi nada podía hacer en su actual condición.

El hombre custodiando las 24 horas la puerta no le dejaba ni ir al baño sólo y en su descanso otro aparecía con la misma terquedad de vigilarlo cada minuto.

-Yuki- volvió a pronunciar con lágrimas en sus ojos y estrujo las sabanas con sus manos- ven por mí.

 

**********

 

-Yo no sé nada- volvió a repetir con su inquebrantable sonrisa- ¿Acaso no es tú esposo?

Sonrió de forma malévola, no importaba cuantas veces ese hombre lo negará estaba seguro que él sabía donde se encontraban su esposo e hijo.

-Precisamente porque es MIO tú debes saber donde esta- se acerco aun más ante aquel hombre con una expresión por demás intimidante.

Este por su parte ni se inmuto y agradecía que el cantante estuviera en el hospital, pues el escritor era capaz de registrar hasta el último rincón de su casa.

-No te creas tan especial como para creer que mi vida sólo se basa en molestarte- estaba extrañado por la agresiva actitud- mejor ve a buscarlo en algún antro o con tú hermano- inquirió de forma maliciosa- tal vez consideró que era mejor amante.

Con brusquedad lo tomo de sus ropas para arrinconarlo con todo y silla a la pared.

-No te pases de listo- murmuro sin cambiar su actitud- recuerda que pierdo muy fácilmente la paciencia y puede llegar a ocurrir otro “incidente” familiar.

Sabía que hablaba enserio pero no habían pruebas que mostrarán su culpabilidad, por lo cual no dijo nada por más amenazado que se sintiera… él también era un hombre de temer y no se amedrentaría tan fácil.

-Trabaja para mí- mustió con un aire de disgusto- pierdo ganancias por cada falta que tiene, sería estúpido si arriesgo mi empresa sólo por un niño ¿no te parece?

Aquella era una verdad irrefutable y cuando se enteró de que su pequeño trabajaba con su cuñado, intento convencerlo de salir, más sin embargo este se veía tan ilusionado que cualquier intento siempre fue en vano.

Nadie puede arrebatar un sueño, mucho menos a la persona que amas.

Miro como se quedaba pensando, se hallaba sumamente impresionado de que Yuki se atreviera a ponerle una mano encima, ya que él siendo esposo de su hermana nunca hizo intento de ofenderle o algo por el estilo, pues la promesa de su madre la llevaba al pie de la letra.

¿Cómo era posible que por un niño cualquiera el hombre delante de él olvidara aquel hecho?

Tohma era la felicidad de Mika y ahora parecía no importarle hacer sufrir a la castaña, ni los más grandes insultos u ofensas habían logrado tal grado de ira en su cuñado, por ello que ese chico no fuera tan “común” como pensaba.

-No me has convencido- musito- pero no será necesario sacártelo a la fuerza-le soltó lentamente al tiempo que se encaminaba a la salida de aquella oficina- siempre cometes un error y en esta ocasión seguro no será la excepción.

-Espero tengas la paciencia suficiente para esperar que eso ocurra- le sonrió como siempre- o que no lo notes demasiado tarde.

Sin más por decir vio al chico marcharse y finalmente suspiro.

 

**********

 

Fuera de aquella imponente empresa un castaño se encontraba recargado en su auto esperando pacientemente a que su primo saliera, sabía que ahí lo iba encontrar.

Ni siquiera el cigarro en su mano lograba calmarle los nervios, aun no entendía muy bien la situación pero seguramente era algo delicado si Eiri le llamo aun cuando este último jamás pidió ayuda por su orgullo.

Finalmente cuando levanto nuevamente la mirada se topo con la ambarina que denotaba furia, tiro lo que le restaba a su tabaco y espero a que el otro se acercará.

-Tardaste mucho- hablo sumamente enfadado por no haberle sacado nada al dueño de NG.

-Salí en cuanto me llamaste- murmuró- ¿Qué te ocurre Eiri?

-Aparte de que secuestraran a Shuichi y no haya conseguido encontrarlo aun- su tono era sarcástico- creo que no me ocurre nada.

Estaba acostumbrado a la indiferencia y frialdad del rubio pero lo que le preocupaba era ver tal estado de inestabilidad emocional… estaba enojado si, lo extraño era encontrar sobre esos fieros ojos miedo.

-No te preocupes, te aseguro que le encontraremos- trato de animarle- déjaselo todo a tu adorable primo Yuji- aun cuando no estaba con su típica actitud relajada, intento transmitirle seguridad.

-Quería golpearlo hasta dejarlo inconsciente -hablo serio- no se hasta donde habría llegado.

Entendía perfectamente a que se refería, puesto que el escritor tuvo un trastorno de personalidad que le saca su lado más violento, aquel que le motivo a matar por primera vez y desde entonces su temor a pasar por lo mismo le obligo a consultas con una psicóloga durante 2 años.

-Estoy aquí para ayudarte- sonrió de forma sincera, en esta ocasión si podría evitar que su primo sufriera.

Su vida podía esperar, su trabajo y sus deberes en Escocia podían quedarse allá puesto que no partiría de Japón hasta encontrar al pelirrosa.

 

**********

 

-No veo lo especial en ti -decía el de ojos rasgados al chico que comía en la cama- sólo eres un mocoso.

El menor por su parte no decía nada, estaba acostumbrado a los insultos de ese tipo, no sabía por que le tenía tanto coraje... simplemente le hablaba así desde que le vio por primera vez.

Si recordaba bien se llamaba Taki Aizawa, el segundo guardia que tenía y que por supuesto no le agradaba pues no paraba de ofenderle, de hecho no entendía que culpa tenía para merecer dicho desprecio suyo.

-Si no fuera por la cuantiosa cantidad que nos pagan ya me hubiera largado ha hacer mejores cosas que andar de niñero.

Dejo los platos y demás utensilios en el comedor en donde le llevaban a diario sus alimentos, no le permitían tener demasiado movimiento.

-Hasta tu criado tengo que ser- espeto con coraje al tiempo que retiraba todo de la cama- que si quiere ir al baño vaya con él, que si come lo limpie.

Estaba en esos pensamientos y notó que el menor no le prestaba la mínima atención, lo cual le enfureció más, sonrió cínicamente antes de volver a acercarse a la cama.

Fue hasta entonces que esos preciosos orbes amatistas se posaron en su persona, amplio su sonrisa al ver confusión en los mismos.

-Tal vez si te calientas, también se me permita ayudarte- dicho esto comenzó a acariciar las piernas del menor sobre las sabanas.

Sus ojos se dilataron al máximo al sentir aquellas caricias en su cuerpo, aun así trato de relajarse, ante todo estaba su niño y no lo perdería por nada.

-Hum, así que te comportarás como prostituta barata- continuo ascendiendo hasta rozar la entrepierna del chico- odio a los hombres tan afeminados como tú.

Trato de alejarse pero era imposible aquella pequeña cama no le dejaba moverse lo suficiente.

-D-deténgase por favor- apenas se oía su voz.

¿Cómo era posible que la vida permitiera que un chico de apenas 17 años pasara por tantas cosas crueles?

-No sólo te conformas con ser gay, sino que además eres doncel- apretó fuertemente una de las muñecas del menor- chicos como tú no deberían existir.

Se fue acercando aun más al menor hasta que sólo unos milímetros los separaba uno de otro.

Finalmente un grito de dolor se dejo oír...

-Alguien ayúdeme.

Le había sujetado fuertemente del cabello y lo aventó hacia atrás colocándolo bruscamente en la almohada.

-Sólo por ese niño te protegen-le susurro muy cerca de su oído-espera a que lo tengas y nadie se fijará en ti, ni siquiera ese escritor... puede tener a la mujer que quiera, hermosas, rubias, castañas, jóvenes, quien sea ¿Porqué conformarse con basura?

Aquellas palabras le resultaban tan ciertas y aun cuando ya las había respondido en el pasado su inseguridad seguía ahí. Todos querían a su hijo pero si él no existiera ¿Quién le hubiera volteado a ver?

-Él me ama- se dijo más para sí que su acompañante -y yo no te creo nada.

Iba a replicar cuando se escucharon los pasos del otro guardia acercarse.

-Piensa lo que quieras- se alejo del menor como si nada hubiese pasado- me encantará verte en las calles mendigando para poder sobrevivir.

Cerró la puerta tras salir y dejar a un chico confuso en la habitación.

-Taki ¿Qué hacías dentro?

-Sólo vigilaba mientras comía.

El mayor asintió al tiempo que se colocaba en la puerta.

-Este trabajo es cansado y aburrido-hablo mientras se estiraba.

-No te preocupes hoy terminará nuestro trabajo- acoto con serenidad- tal parece que lo trasladaran al hospital más prestigioso del país.

-¿Qué? -inquirió realmente sorprendido- ¿a un niño como ese?

-Tal parece que el señor Tohma quiere brindarle la mejor comodidad- suspiro al tiempo de continuar- una vez allá no tendremos que vigilarle como aquí, pues la seguridad es más extrema y obviamente no se les podrá escapar.

-¿Y no se darán cuenta las personas que buscan al chico?

-No creerás que entrará bajo su verdadero nombre o ¿sí?- sonrió con perversidad puesto que su jefe había planeado todo minuciosamente y era seguro que no les encontrarían tan fácilmente.

-Vaya que sirve de mucho tener dinero- camino hacia la cafetería para tomar su descanso- los ricos pueden hacer lo que quieran mientras tengan con que...

-Eso se dice pero no olvides que ellos también lo son- comento refiriéndose a la otra parte de la familia.

-No tienen nuestra inteligencia, todos son unos idiotas...

 

**********

 

-IDIOTA- grito -¿pensaste que correría a abrazarte después de enterarme?

-Quería que lo entendieras pero para eso necesitaba encontrar las palabras adecuadas- susurro dolido de no poder siquiera darle un abrazo a su adorado niño.

-No te preocupes que las cosas son muy fáciles... yo sólo necesito dos palabras, terminamos Tatsuha.

Notas finales:

wow las cosas se ponen dificiles u.u

Se que parece increíble que Yuki no pueda encontrar a su amado pero el hombre en estos momentos no puede ni con él mismo....

Sólo esperemos lo logre -_- y más por que ya tiene ayuda :D el primo al rescate...

Que Tatsuha se merece el desprecio de su Ryu pero no ser infeliz para siempre o ¿si? ToT esperemos a ver que ocurre

Y pues pronto pronto llegará nuestro preciado bebé...

¿Kitazawa se enterará que el bebé no es de Yuki? o.o!!!!

Chismosa Maiko ¬o¬

En fin dejenme sus comentarios y nos vemos en el proximo

BITE & BLEED

 


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