Dije adios tratando de ser fuerte, tratando de no mentirme a mi mismo, aunque sabia muy bien que un ciego se daria cuenta, que el ciego era yo mismo que se dañaba para no ser feliz, o acaso trataba de separar de mi ser lo que no había logrado, y saber que nunca había sido parte de mi vida. Y nuevamente me decía adiós, que seas muy feliz, que esto no signifique un para siempre sino un asta luego, pero nuevamente me volvía a contradecir, ya que me decía: quiero que te vallas, pero si alguna vez te acuerdas de mi, por favor vuelve, y definitivamente, no podía dejarte ir, aunque fueras una vaga imagen en mi dolorosa cabecita, aunque tan solo fueras un fuego que parecía haberse extinguido, pero los restos seguían atosigando con sus dolorosas puntas mi corazón, y cada vez que sentía tu nombre perdido en el aire, parecía que tu fuego volvía a encender con mucha mas intensidad.
Acaso alguna vez sintieron, ese amor, que no es correspondido de tantas maneras posible, porque definitivamente parecía que para el ustedes no eran lo que el necesitaba, y por mas que supieran el doloroso final de esta tragicomedia, seguían intentando, seguían haciéndose daño, de cualquier forma posible, para que tal vez su imagen cambiara al punto de que ese ser amado, los encontrara atractivos, o por lo menos les dijera, una simple frase de compromiso, pero nunca lograron arrinconarlo contra una metafórica pared, para que de sus labios escapara una caricia para sus débiles corazones, y el tiempo se agotaba y su miedo por perder algo que sabían que nunca seria suyo, les daba mas miedo que perder una amistad que sabían que nunca existió, y lo iba a hacer, pero a pesar de todo seguían en su oscuro rincón guardando silencio, guardados por la cobardía que les daba que el mundo se enterara que podían amar de esa manera que ningún ser humano es capaz de hacer, hasta que comprendes, que podrías morir por que a persona que casi a su lado nunca los imagino, fuera feliz, y ustedes fueran castigados, por intentar ganar un poquito de cielo antes de tiempo, y esa dulce personita empezaba a perder el poco interés que parecían tener sus miradas perdidas sobre ti, y el daño que tu cuerpo recibía se empezaba a glorificar por no perderlo, y el no era capaz de abrir su corazón a ustedes, por mas que sintiera algo, porque era mas fácil dejar que el diera el primer paso, para saber que ustedes no caminaban por una línea de mentiras, pero las preguntas y los intentos se agotaron, y el tiempo que la vida les dio se acabo y por mas que en el final de la película, tuvieron una ultima oportunidad, de decírselo, de que el les hubiera prestado atención solo a ustedes, ya que nadie había a su alrededor, tuvieron miedo, fueron cobardes, y dejaron que su corazón cayera bajo su pesado pie, guardando silencio absoluto, y el con su mirada inquisidora también guardo silencio y ninguno de los dos pudo decir una sola palabra, una sola palabra articulada y el momento se acabo, ese momento único que en la vida tenemos, para pasar de infelices a gloriosamente felices, ese momento lo dejamos pasar, y les digo que no me dolió tanto que el no hubiera podido decir nada, sino que yo hubiera optado por la salida mas fácil, y solo haber dejado todo el amor que sentía, en mi corazón podrirse, de tristeza, y como gran mariconada, caminar lejos de el, para luego arrepentirme toda la vida, de lo que pude, debí, y nunca ice. Y por mas que quiera, y diga que si el tiempo regresara, lo aria, se que nunca tendré nuevamente la oportunidad de decirle, que es el amor de mi vida.
Luego el tiempo solo paso lentamente, girando alrededor de mis sueños, por el, solo por lo que había perdido, jugando dentro de mis sueños, a que los dos juntos éramos felices, a que no había plural al pronunciar nuestros nombres, solo un singular, refiriéndose a nuestro amor. Pero todo era, fue, y será en vano, ya que solo yo decidí dañarme, y por mas que tuve la oportunidad la desaproveche, por mas que ahora mis sueños fueran reales, yo solito decidí, hacerlos solo duros e irreales sueños. Y por mas que hoy en día logro ver tu figura deambulando por la ciudad, es dolorosamente injusto, que tu mano valla tomada de otra que se que nunca te amaría como yo, pero no puedo ser egoísta, ya que tal vez ella si fue capaz de decirte, lo que sentía por ti, y yo merezco todo lo que me toco, y todo el desprecio que tus miradas, dejan ver hoy en día, ya que todo lo ice mal, todo lo deje por el miedo, y por ser tan estupidamente infeliz, y se que no debería, pero aun me sigo dañando, creyendo que tal vez hoy pueda dar una vuelta en sentido contrario el mundo, y tu puedas quererme, y el saber que solo yo me creo mis propias mentiras, tira abajo todo el amor propio que sentía por mi mismo. Y aunque quiera ya no soy capaz de sentir amor por otra persona, por nadie, ya que cada vez que intento ser feliz, tu sombra se aparece para compararme que tu podrías ser mejor que quien intento atraer a mi lado, y ciertamente, te doy la razón porque tu eres mejor que cualquier persona que conozco, eres todo el amor que nadie podría concebir, y conceder, ya que nadie podría amar y amarte tanto, y por esa simple y a la vez estupida razón, separo de mi a quien intenta acercarse por miedo a hacerle daño, por miedo a que tu te decidas, a acercarte a mi, y mi mano valla acurrucada de otra persona en ese preciso momento, y creo que claramente se, que eso nunca va ha suceder, pero a pesar de todo tiendo a creérmelo, y mi vida sigue girando en torno, a ti, en torno a una gran mentir, que es lo único que será por todo lo poco que queda de la mía.
Llegando al colegio y empezando una nueva semana, me encontré con mis compañeros de cursado, quienes siempre me veían con una sonrisa en la cara, que había desaparecido, y por mas que tratara de simularla, las lagrimas me tiraban al piso y me refregaban nuevamente, lo que no ice. Y la semana se me izo torturante al revivir el recuerdo, de mi doloroso amor, de tu delicada imagen, las mismas clases que siempre fueron entretenimiento, y peleas para mi y mis amigos, solo se volvieron, un eco muy lejano mientras mi cabeza solo reposaba sobre el banco, y mi mirada se perdía en el oscuro pizarrón, es que ni siquiera Gastón me había vuelto a hablar después de la ultima vez que lo vi, y sentía que todo lo estaba haciendo mal, sentía que ya no me quedaba nada, ni siquiera yo, podía amarme a mi mismo, como pretendía amar a alguien mas.
El dolor de la mentira de saber que iba a ser infeliz durante toda mi vida si aun seguía creyendo que por la esquina ibas a aparecer corriendo con un ramo de esperanzas en una mano y me ibas a envolver con tus fuertes brazos, me atosigaba el corazón y la mente, y no quería seguir así, no para nada quería seguir llorando sobre un cadáver, que no podía responderme. Y saliendo del curso tras sentir el timbre de recreo, empecé a caminar por la larga galería, que daba a un oscuro, taller, tan oscuro que sentía que me llamaba, para cubrirme con su gran dolor, de saber que de ese lugar en donde había sido, concebido no iba a salir nunca mas, el por lo menos, no tenia opción, pero yo que la tenia ni siquiera lo intentaba, y sentándome sobre la escalera que daba al segundo piso, me apoye sobre la pared y tome entre mis brazos mis rodillas. Llorando por nada, llorando por algo que no entendía, por algo que ya no era mas que un simple recuerdo, y parecía apegarse a mi mente cada vez mas, no dejando que pudiera volver a sentir amor nuevamente, gracias a esas miserias de propinas que me daban tus miradas perdidas en un encuentro totalmente fortuito, que generalmente no duraba mas de tres segundos. Y el timbre volvió a sonar, y el tiempo en ese rincón parecía hacerse eterno, parecía no tener un final querido por nadie, y las luces empezaron a apagarse, y ya las voces empezaron a desaparecer de los salones, y en medio de la oscuridad que parecía abrazarme, me estaba escabullendo, sin siquiera atreverme a correr para salvarme, yo mismo quería quedar en un estado de inaptitud, y por fin decir, no lo ice por que no pude, y no que no lo allá echo por que me dio miedo, y las puertas empezaron a cerrarse al son de u golpe que se sentía uno tras otro, pero no quería pararme de allí, quería quedarme en ese silencio eterno, en el que tu vos no podía alcanzar, en el que el miedo a lo desconocido era mas fuerte que el amor por tu ser, por una simple caricia de tu mano. Y el mundo por fin me escucho, dejándome caer en un eterno sueño, en el que lo ultimo que logre sentir, fue el duro escalón y frió mármol, golpearme la cabeza.
Ya ni siquiera podía sentir, pensar o creer, flotaba en un eterno instante, en el cual, el presente y el infinito, eran uno solo, un solo toldo, de blancura total, y quería estar allí, quería ese lugar, por fin parecía que algo decía al reverso propiedad de el, si propiedad mía. Pero una vos conocida me llamaba, me decía que no me fuera que por favor despertara, de mi sueño, que no lo abandonara, y algo frió me empezó a recorrer la majilla, pero al tocarla no tenia nada allí, pero esta parecía escurrí, lagrimas, siendo que de mis ojos no salía mas que una simple mirada. Y el intenso llanto, me empezaba a molestar, esa sensación de incomodes en el pecho, en el que parecía tener a alguien apoyado, alguien que por instantes me golpeaba, y repetía que despertara de una vez, que “me necesitaba, que me amaba”, pero como era eso posible, como podía entender esas palabras, porque alguien me las podía estar dedicando como un gran poema, que me hacia daño. No podía creer eso, esto era un sueño, no me podía dejar llevar nuevamente por esa asquerosa palabra de cuatro letras, no quería volver a sentir, pero esa realidad en la que me encontraba parecía derrumbarse, y no entendía a que se debía, acaso tal vez estaba creyendo en lo que sentía, acaso tal vez alguien me necesita alguien me ama, alguien me espera al otro lado, acaso a la vuelta de la esquina ese ramo de esperanzas siempre estuvo para mi y no lo podía ver por mi gran ceguera, y si tal vez pudiera creer en que tu amor es puro, en que alguien puede decirte te quiero, y mataría porque lo creyeras, porque esas palabras están saliendo de su corazón, y tomando tu vos como guía, me encamine hacia esa luz que parecía oscurecerse, un poco mas hasta que solo en la oscuridad me quede, y al divisar algo con mis cansados ojitos, la luz de la luna atravesando la gran ventana de la galera, te dejaba ver a ti Gastón, a ti acurrucándome entre tus brazos, y rogando con lagrimas que despertara, ese perfume que era inconfundible, ese que sentí en tu cuello el primer día, que parecía una tarde de otoño, frente a un gran lago, cubierto por una lluvia de plumas. Y nuevamente una segunda vez podía respirarlo de tu propio cuerpo.
-“Gastoncito, me prometes algo, solo dime que si o no”
-“chris, estas bien pero que sucedió…….”
-“solo contéstame”
-“si lo que quieras, sabes que haría lo que fuera por ti”
-“jura que no es una mentira, que no es una locura decir te quiero, y por favor no me dejes, no dejes que vuelva a creer que el amor no existe, para personas tan estupidas como yo”
-“chris, es mi oportunidad de hacer algo bien en mi vida, y podría jurar por cualquier cosa en este mundo, que no me equivoco, contigo, que eres lo que necesito paras seguir adelante, y que no podría ser mas feliz, sabiendo que solo despertaste por mi porque crees que tienes una oportunidad una muy real, de volver a sentir lo que es el amor, junto a mi”
-“por favor Gastoncito, abrázame fuerte, no quiero creer que te pueda perder justo ahora que te amo tanto, ahora que quiero sentir que eres lo único que me importa y por lo cual quiero seguir viviendo”
El colegio estaba a oscuras y solo la gran luna llena alumbraba la gran escalera en la cual estábamos sentados, ya nadie se encontraba allí, y ni siquiera sabíamos como íbamos a salir de allí, pero era mas importante saber que el amor no se pierde no se almacena, sino como me dijo una gran persona se transforma en alguien mas importante para ti, en la cual pondría tu vida para poder decir, te quiero, para poder levantarte cada mañana y mirar sobre tu hombro y verlo placidamente dormido, a tu lado, y abrazarlo como si fuera la primera vez que lo viste.
Es algo que muy bien sabemos que no tiene explicación, es amor y mas allá, de allí no hay otra concepción, no ay como explicar que se siente al salir a la calle tomado de la mano de la persona que te complementa en tu vida, y que las personas te vean a su lado, que puedas decir lo quiero mas que a nadie en este mundo, y que solo al verlos juntos demuestren ese amor perfecto, que entre dos personas que se miran a los ojos a los noventa años es hasta difícil de distinguir. Esos abuelos que no pueden seguir con su vida al no tener a su compañero de toda la vida, quien no quisiera llegar a amar a alguien de esa forma, rogar todos los días poder salir del trabajo para ir corriendo a casa y abrazar a la persona que eligieron para que los acompañe durante su vida. Y decirle. “te amo, no sabes cuanto te extrañe en esas horas que no te tuve a mi lado”.
Definitivamente es algo difícil de concebir y de entender, como dos personas se pueden llegar a querer ilimitadamente, pero a veces quisiera levantarme por las mañanas y mirar sobre las cortinas blancas como la nieve y creer que tuve una vida así, creer que pude haber tenido algo así, quisiera volver a tener una vida así, junto a el.
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