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Summer storm por Gasper_Van_Garret

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La familia kinomoto se preparaba para la cena de esta noche, mientras touya entraba por la puerta y era abrazado por su padre quien minutos antes se había enterado de la noticia, de que su hijo había sido becado para estudiar en el extranjero, y la pequeña sakura, saltaba mas gustosa por la noticia que el mismo touya.
-“touya estamos terminando de preparar la cena, para festejar por la noticia”
-“gracias, pero no hacia falta, papa”
-“hermano y yukito, no esta contigo, deberíamos invitarlo para cenar ya que debe estar tan feliz como tu”
-“si eso creo, ahora lo llamo para que se venga”
Y al marcar el numero en el teléfono, una sensación de escalofrió le recorrió la espalda, haciendo que se sintiera mal, y mareado, y del otro lado del teléfono solo se escuchaba el constante sonido del mismo, ya que nadie contestaba, y al cerrar los ojos touya, vio como yukito se despedía de el desapareciendo en un rayo de tenue luz lunar, y en el momento que los abrió sintió el duro suelo sobre su rostro al caer desmallado sobre el mismo, y lo ultimo que sintió fue al voz de su hermana gritando papa, al encontrarse a touya desmayado en el suelo.
Habían pasado tres semanas en las cuales touya aun seguía en la camilla de un hospital, y su familia a su lado, esperando que despertara aunque las posibilidades eran nulas, ya que el medico que lo atendía había dicho que el estaba dejándose morir, ya que al parecer no quería vivir. Y dejándose hacer sintió unas lagrimas tibias sobre su rostro, que lo llamaban, y le rogaban que volviera, y aun así se atenía a su dolor para no despertar, pero al reconocer una voz familiar logro abrir sus ojos.
-“Sakura, Sakura, por favor encuentra a Yukito, búscalo donde sea, porque creo que el ha ……”
Y tras pronunciar esta frase incompleta cayo en un sueño profundo que lo dejo inconsciente nuevamente y postrado entre las sabanas blancas de una cama que no era la suya.
y la pequeña guardiana de las cartas a toda prisa corrió hasta su casa sin fijarse quien estuviera en el medio, corría aunque el aliento le faltara, sabia que tenia que encontrar a Yukito, o sino iba a perder a su hermano, de alguna manera tenia que ubicarlo, y abriendo la puerta de su casa subió las escaleras entrando as u cuarto mientras repetía el nombre de kero, y el aparecía de entre los peluches de su estante.
-“que sucede Sakura?”
-“es mi hermano…., me dijo que encontrara a Yukito, porque el estaba…., y luego volvió a desmayarse”
-“pero acaso yukito no ha estado con ustedes durante todo este tiempo porque yo no lo he vuelto a ver”
-“no yuki, solo desapareció el mismo día que mi hermano fue internado, y no lo he vuelto a ver”
-“entonces vamos a buscarlo”
E invocando la carta de la oscuridad logro perderse entre la noche junto a Kerberos, quien con su forma de león halado, la seguía por el cielo hasta la casa de yuki.
-“¿pequeña sakura, tu crees que algo le sucedió a Yue?”
-“no lo se bien, pero no puedo sentir su presencia, y creo que eso es algo malo”
Pero al llegar a casa de yuki, todo parecía abandonado, como si ase mucho tiempo nadie viviera allí, como si nunca nadie hubiera caminado por esos corredores, ni se hubiera sentado en esos sofás, ni hubiera tomado te sobre la mesa. Todo el lugar estaba muy callado, y oscuro.
-“¡¡¡yukito, yukito, soy sakura, donde estas!!!!”
Pero solo el eco una y otra vez le respondían, y tras recorrer la casa incansablemente no pudo hallar rastro del conejito blanco, y saliendo al jardín que el cuidaba con tanto esmero, noto como una gran rosa blanca crecía en el centro del mismo, y plumas del mismo color estaban regadas por todo su alrededor.
-“kero, yukito, no esta y creo que algo malo sucedió aquí”
-“sakura, y si yukito perdió sus poderes”
-“no eso es imposible, mi hermano les cedió los suyos, el tendría que estar bien, pero no entiendo porque ni siquiera su perfume se encuentran en el aire, no entiendo porque se fue sin decir nada”
Y al son de “libérense”, todas las cartas fueron llamadas por su nueva dueña, y salieron a buscar a yukito por toda la ciudad.
Buscaron y rebuscaron por toda la ciudad, bajo tierra, y sobre el cielo, y ni siquiera la noche entera les alcanzo para encontrarlo, y en un grito de auxilio sakura disperso su poder sobre toda la atmósfera, pero la presencia de yukito había desaparecido del mundo, y ni el llanto de todas las cartas juntas pudieron devolver a el hermoso conejito a este mundo.
Y con el corazón en las manos sakura caminaba a tras paso hacia el hospital, esperando que su hermano nunca despertara, y no tener que darle la noticia de que el hermoso angelito, parecía haberse esfumado de la faz de la tierra, y es mas de delante de su mirada, y mentirle no serviría de nada ya que en cuanto su touya despertara la verdad iba a salir a la luz, y seguramente su corazón no la iba a poder soportar, y lo peor se avecinaba en cada paso que daba, y trataba de resignarse a la idea de que iba a perder a dos de las personas mas importantes de su vida, por no darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor, llorando callo al suelo de rodillas, mientras el cielo cubriéndose de nubes obscuras dejaba caer una brisa helada sobre todo su cuerpo, y el mundo parecía llorar una perdida inmensa, que no entendía como no la vio pasar si solo frente a sus ojos caminaba, y hoy ya no parecía ni siquiera sentirse su susurro en el viento y una canción de dolor y reproche exclamaba el profundo dolor que ya no se podía reparar. Y una lagrima cayendo por la mejilla de un Touya tratando de no morir en el intento por dejar ir a su amado, lograba abrir su ojos para encontrarse con la verdadera realidad que nuevamente volvía a caminar solo por esta vida, y todos sus recuerdos de su amado touya pronto desaparecían uno por uno, y dejando a entrever que nada podía volver el tiempo atrás y lograr que esas palabras que nunca fueron pronunciadas hoy sirvieran de algo, cuando la persona que las tendría que haber escuchado ya no despertaría de su sueño eterno para abrazarlo y pedirle que de su lado no lo alejara.
Los días pasaban y los meses, trajeron el otoño, nuevamente, y la soledad, y la depresión por lo que estaba desapareciendo, de la mente de todos, no dejaba de hacerse sentir en el aire, y las respuestas no lograban aclarar, nada ya que Yukito no iba a aparecer de ninguna forma, ya que el había ………, ¿porque ya no estas a mi lado?, se ataño profundamente en el corazón de unos ojitos obscuros que ya no tenían brillo, y tal vez nunca lo podrían volver a hacer, ya ni siquiera las palabras lograban desprenderse de esos labios resecos de soledad, de ese rostro que no sentía, y de ese cuerpo que se estremecía al sentir la dulce brisa entrar por la ventana y apoderarse de su frágil cuerpo adolorido, y despertaren en dolorosos llantos, por un amor que se había perdido, y nadie podía decirle porque no lo hizo antes, porque no se atrevió a besarlo y decirle, “yo te amo”, “eres especial para mi”, “no te vallas de mi lado”, ya solo el dulce dolor, y la agonía lo ayudaban a responderse a si mismo, y eso aunque poco no terminaba de convencerlo, y pregúntense a si mismos, si alguna vez han sentido esa sensación de intentar responder a algo que por miedo no hicieron, y ya de ninguna manera lo pueden volver a hacer, por mas fuerza que hagan juntado en sus puños, acaso su cuerpo no parece estremecerse, y a la vez tratando de apretar y exprimir su manos, tratan de darse una respuesta, pero no sale por mas que se golpeen la cabeza contra la pared, es tan difícil de explicar, y tan horrible para quien lo experimenta.
Y caminando trataba de apaciguar su mente con el sonido del agua cayendo, con el bullicio atormentador de un día nuevo, pero todo le recordaba as u amado, todo el lugar lo hacían presente y retóricamente su ser se hacia presente como si en el aire su amor aun siguiera presente y tratara de decirle de alguna manera que lo perdonara, pero Touya había aprendido a despreciarse tanto a si mismo, y a odiar en lo que había sido, para convertirse en lo que era, que ya el mundo era indistinto a su nuevo ser, y solo quería caer en el ensueño de dejar de existir ya que creía que no merecía vivir en un mundo en el cual su vida no tuviera sentido, y solo el dolor significara algo para el durante esas noche en las cuales los ojos rojos, terminaban de tanto llorar, y sufrir, noche anoche, y lo único que esperaba, sentado en un banco de la plaza pingüino era que la vida pasara aun mas rápida, y que no pudiera volver a sentir nada parecido a lo que su angelito, alguna vez le había echo surgir dentro de su corazón, ya que no quería morir de nuevo en el intento de amar, a algo inalcanzable para su entendimiento.
: “tuve un amor sin defectos, era perfecto, era amor, de verdad, y yo y mi miedo lo dejamos pasar, no quería perderlo, quería guardarlo por siempre, quería que fueras mi amor sin final, y yo y mi miedo lo dejamos pasar. Arto, de esperarme te fuiste. Y llorar duele mas, cuando se que fui yo, el que nunca entendió, ya que se que soy la razón de lo que nos paso, por no ver que tu eras mas real que un amor, y querer que sintieras lo que nunca existió. Era un amor imperfecto, con sus defectos de amor de verdad, ahora que lo entiendo te vas…., y ahora que se que te ame, me doy cuenta, y ya no te tendré, y el dolor tendré que soportar, ¿cuanto tiempo mas?, ¿por que te alejas, hoy que me dejas, mi amor?”

El dolor insoportable, termino por dejar el cuerpo de Touya tendido sobre el banco en el cual la lluvia había empezado a mojara, y las lagrimas que se escurrían por el rostro casi pálido de el, se confundían con las gotas de un cielo que parecía entender el dolor de un segundo ángel, que se dejaba morir.
Abriendo los ojos, ya la oscuridad había desaparecido, y la luz se hacia presente envolviéndolo por completo, dejando un rostro, sorprendido, y a la vez entendiendo porque había llegado hasta allí, y corriendo por un lugar infinito, sin horizonte, buscaba a alguien que no estaba allí, que tal vez ni siquiera existiera, allí ni en ningún otro lugar en el universo, alguien que solo había desaparecido, dejando una brisa de estrellas a su paso. Y sus pasos ya se habían cansado, ya estaba arrodillado, sobre un dulce colchón de in esperanzas, que por mas que llego a un extremo de su vida, no pudo recuperar lo que había añorado por tanto tiempo, y dejando caer una lagrima sobre su regazo, sentía que ya nada podía tener, nada y completamente solo era su destino, a partir de el momento que jugo con una llama que parecía apagarse.
Pero alguien toco su hombro, alguien con una manito, tan conocida, y ese perfume que despedí un cabello, tan familiar, esa sensación de sentirse en un hogar, resguardado, por paredes imaginarias, y tomando con fuerza la mano entre las suyas, procedió a girar su cabecita, hacia quien lo aguardaba, detrás de el.
-“Será de Dios, que no te pueda olvidar mas, será que sea tuyo hasta el final. Pero por favor ya no te alejes, no digas adiós”
Notas finales: espero que les agrade tanto como: POR ESO JURA, pronto estare subiendo, uno titulado, el cirque, sobre la misma parejita, disfrutenlo...

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