El portador del Sharingan tragó saliva, un leve sudor cubrió su frente; era la primera vez que estaba tan nervioso, joder, que hasta le sudaba el culo. Esa voz, esa mirada tan atrevida, ese aroma tan varonil que desprendía el rubio, esas facciones tan maduras pero a la vez algo infantiles que le daban un toque la mar de provocador. Vamos, que estaba para comerse el puñetero usuratonkachi.
-No me jodas y me digas chorradas que no estoy hoy para aguantar tus gilipolleces, dobe.
-¿Ah, no? -ahora sus dos cuerpos estaban tan juntos que el vengador parecía que se le iba a salir el corazón del pecho-. Sasuke, a ti yo te gu...
-Chicos, que ya es hora de empezar -dijo Sakura yendo a donde ellos estaban. Naruto al ver que esos dos se aproximaban a su posición se alejó de Sasuke, dejándolo desconcertado.
-Ya arreglaremos cuentas tú y yo después, teme -le guiñó un ojo y se fue a ver a la kunoichi. El vengador se quedó en el sitio con un tic en el ojo, ese dobe o iba en serio o le estaba tomando el pelo y lo que más le jodía era no saber lo que pensaba Naruto ¿Desde cuándo ese niñato revoltoso era tan misterioso? Y más aún... ¿Desde cuándo le revolucionaba las hormonas de esa manera? Porque todo hay que decirlo, el paso del tiempo en Naruto lo ha hecho jodidamente atractivo, pero él no se dejaría llevar por sus instintos, no señor; su orgullo era demasiado grande para dejarse seducir. Ahora lo que tocaba era ganar a ese usuratonkachi y enseñarle quien manda.
Todos estaban reunidos en el campo donde se celebraría la competición; los dos contrincantes estaban listos para lo que se les viniese encima. Sai ya estaba releyendo las reglas para ver si estaba todo en orden, la kunoichi estaba viendo a sus dos compañeros de equipo, esos dos no cambiaban aunque pasasen los años. Una leve sonrisa maternal se formó en sus labios, seguían teniendo la costumbre de retarse entre ellos, bueno, era más Naruto el que retaba a Sasuke. Sonrió con nostalgia recordando los viejos tiempos. Esto era como estar en el pasado y como si lo de Orochimaru no hubiese pasado.
-Bien, las reglas son las siguientes -dijo Sai sin apartar la mirada del libro -. En esta prueba los concursantes tendrán que... -una gran expectación se infiltró en el ambiente, sólo faltaba los tambores para darle más emoción a la cosa -. Tenéis que saltar a la pata coja mientras respondéis a tres preguntas que yo os haga, si no respondéis o dejáis de saltar, perdéis -terminó lo dicho con su típica sonrisa falsa.
Las reacciones fueron las siguientes: Naruto con su sonrisa zorruna, Sakura haciéndose la loca porque ella también eligió pruebas y no quería represalias en su contra y, por ultimo, Sasuke, ahora no era uno, sino dos tics en cada ojo. Miro sádicamente a Sai, pero este ni se inmutaba. Dios, qué exasperante era ese tío, después miro a su compañera, esta seguía haciéndose la sueca, grrr... no le podía hacer nada, ante todo era un puñetero caballero, y, por último, miró a Naruto; este le devolvió una sonrisa picarona, arrrg... a ese menos, que estaba con sus jueguitos de tocarle las narices.
-"Estoy solo en esto..." -Grrr...vale, vale, hagámoslo -todos los presentes menos Sai, que ese siempre estaba con la misma expresión, estaban contentos de que el azabache no opusiera ninguna queja, así habría más diversión, especialmente para cierto rubito, que ya se le asomaba una sonrisa siniestra en la cara.
-Jooo... Pero Sakura-chan, anda no seas mala y ponte el traje de animadora -infló los mofletes de una manera adorable para la kunoichi, esta le iba a contestar pero...
-"Siento instintos homicidas hacia mi persona" -Sakura se dio la vuelta para ver que el vengador tenía la cara totalmente oscurecida y sólo se le veía el Sharingan; su cuerpo tembló de miedo -. "Dios, no sabía que Sasuke fuese así con Naruto. Para mi seguridad olvido lo de vestirme de animadora que seguro que Sasuke me hace recordar cuando hice la primera comunión con el Sharingan" - No seas baka Naruto, no me voy a vestir así -una mini aura depresiva cubrió al rubio. Joder, él quería verla en minifalda, qué injusta es la vida coño.
-Anda, déjate de tonterías dobe y vamos a empezar -la alegría volvió a invadir al zorrito, no tendrá a su compañera de equipo vestida de manera provocadora, pero tiene otro tipo de diversión. Como le encantaba poner de esta forma a Sasuke.
-Vale, dattebayo. No hace falta que te pongas de mal humor -un leve gruñido salió del vengador. Sai viendo que ya estaban más calmados y menos parlanchines, dio por hecho el que se empezase la prueba.
-Bien a la de tres: una, dos y... ¡tres! -los dos participantes empezaron a saltar a la pata coja. Sasuke estaba con un pequeño rubor en las mejillas, no por el esfuerzo, sino por la vergüenza de la prueba.
Mientras que el rubio era todo lo contrario a su contrincante, tenía una expresión de diversión en sus facciones que cuando el azabache lo miraba se quedaba con una cara de embobado total, eso hizo que el color de sus mejillas se acentuara más. No, no, no... Tenía que sosegarse y continuar con la prueba de las narices y lo más importante, controlar sus hormonas, que por el amor de Dios, éstas estaban bailando el reggaeton dentro de él.
-Bien, primera pregunta dirigida a Naruto; sólo dispones de veinte segundos para responder -el rubio asintió, estando de acuerdo con lo que le decía su pálido amigo -. Bien, la pregunta es: ¿Cuándo te hiciste tu primera paja? -a Sasuke casi le da algo cuando oye lo que Sai acababa de preguntarle a Naruto y por poco se cae de culo también. ¿Qué coño era esa pregunta? Volvió a mirar a Sakura que estaba con algo de rubor en sus mejillas, pero eso no le quitaba la curiosidad en sus ojos verdes. Joder, hasta parecía que tenía brillitos en ellos.
-A los trece años -¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? Ni habían pasado tres segundos y Uzumaki había respondido como si nada, sin cohibirse por tan delicado asunto. El vengador flipaba en colores ¿Cómo es posible responder con esa sonrisa de idiota algo tan íntimo? El rubio rodó sus ojos hasta posarlos en los de Sasuke, era él o... o... ¿Naruto le miraba con un brillo lujurioso? Tragó saliva de manera ruda, esto... esto le estaba sobrepasando.
-Ahora te toca a ti, Sasuke-kun y claro está, es la misma pregunta que la de Naruto -el azabache se cagaba en todo, pero en tooodo. ¿Cómo cojones iba a responder a eso? Él no quería ir contando sus cosas; aunque fuese un juego, eso no significaba decir "eso".
Miró a todos lados y se le estaba acabando el tiempo porque Sai le estaba indicando con el dedo el cronómetro que llevaba entre manos. Los nervios le estaban matando y él sabía guardar las apariencias, pero cuando volvió a mirar delante suya, vio a su amigo rubio imitando a una gallina y haciendo los mismos sonidos de esta. Arrrg... le estaba llamando miedica. Ahora se iba a enterar, a la mierda la compostura.
-A los doce años -cuando estaba a punto de terminarse el tiempo el vengador respondió, pero no por miedo, sino más bien por la burla del Uzumaki. Sakura, por el contrario, ya ni sentía vergüenza; la kunoichi estaba con una libreta apuntando cosas en ella y parecía entusiasmadísima.
-Bien, sólo faltan dos preguntas y pasamos a la siguiente prueba -volvió a virar su vista hacia el kitsune que volvía a saltar como antes-. ¿Cuál es la mejor postura para ti en el kamasutra? -ahora no era vergüenza, era más bien instintos asesinos los que afloraban en el vengador. Cuando encontrase al que escribió el libro le quitaría la posibilidad de tener descendencia. Siiii... le cortaría... ¡los huevos!
-Mm... Pues la del perrito, me encanta reventar a lo bestia -Sakura casi se desmaya al oír semejante respuesta. Una sonrisilla libidinosa adornó la cara del kitsune. ¿Qué? Entonces Naruto ya había... mojado. Ese dato entristeció un poco al Uchiha; apretó sus manos hasta dejarse los nudillos blancos. Él siempre pensó que su compañero seguía siendo virgen, pero por lo que parece, él ya tenía experiencia en lo referente a sexo.
-"Joder, cómo me encabrona esto".
-Sasuke-kun, ¿me escuchas? -el aludido salió de sus pensamientos y le prestó atención a Sai. Mierda, de lo atolondrado que estaba, hasta perdía la noción de todo-. La misma pregunta.
-La misma pregunta -susurró imitando el mismo tono de voz que el pintor, a ese también tenía ganas de cortarle las perlas reales, porque vaya preguntitas. Desvió la cara azorrado, hasta parecía que su rostro había mutado en alguna especie de rojo chillón fosforescente -. La del misionero -su voz sonó tan apagada que nadie oyó lo que dijo.
-Sasuke-kun, repítelo que no se te oyó -ahora de su cara salía vapor, ¿es que no podía solamente agudizar sus oídos, coño?
-¿Es que no escuchas, copia barata? Dije la del misionero, límpiate tus oídos -los presentes estaban sorprendidos por la actitud del azabache, éste no era de las personas que perdían su sangre fría tan fácilmente; hasta el ANBU, que no mostraba sus emociones, se quedó algo sorprendido por ese arranque del vengador. El único que no estaba sorprendido era Naruto, porque en vez de sorpresa, se estaba aguantando las ganas de reír allí mismo, hasta le salían algunas lagrimillas por la presión que se estaba haciendo a sí mismo para no partirse la caja.
-Oh... bien -otra vez le tocaba al rubio responder a la última pregunta de ese juego -. Bien, última pregunta de este juego, ¿cuántas veces lo haces a la semana?
-"Que no sea lo que pienso, que no sea lo que pienso, que no sea lo que pienso, que no sea lo que pienso..." -rezaba con ciertos temblores en su cuerpo el vengador.
-¿Hacer el qué? -preguntó el rubio con expresión de ingenuidad.
-Gomen, no especifiqué -levantó la mano es signo de excusa para volver a ver el libro-. ¿Cuántas veces tienes relaciones sexuales al día? -esa pregunta no, todas menos esa; podían preguntarle sobre sus medidas, sobre cuando dejó de mojar la cama, hasta si se la machacaba pensando en Orochimaru, pero esa pregunta era tabú para él.
-Ah... pues según, esta semana unas tres veces -y el tío se quedaba tan pancho diciendo eso, joder con Naruto. El vengador con la mano se quitó el sudor de la frente, era él o de repente hacía un calor de los mil demonios; puto Kakashi, es que sólo él podía retrasarse tanto y jodiendo al personal, ahora por su culpa estaba a punto de decir que...
-Ahora te toca a ti, Sasuke-kun -el azabache lloraba mentalmente. Dios, ¿por qué a él? ¿Por qué tenía que estar en esa situación? Si por lo menos no estuviese Naruto, pero esa era una estupidez, ya que con él es con quien competía y sería bastante tonto competir solo, ¿y por qué tenía que cuestionarse cada idea absurda que le venía a la mente?
-No... yo... bueno... -un rubor cubrió las mejillas de Sasuke y su vista bajó al suelo como si viendo allí fuese a sacarle del apuro o si había suerte se lo tragaba la tierra, quién sabe. Cuando intentaba decir algo la voz se le secaba, sus labios temblaban y el sudor volvía a la carga. El rubio miró cada una de esas reacciones, no despegaba sus zafiros del vengador y como otra vez en este día, se le formó una sonrisa zorruna. Cuantos descubrimientos estaba haciendo ese día, sí señor, muchísimos.
-"¿Y si miento...? No, eso ya sería caer demasiado bajo..." - No lo he hecho nunca -silencio sepulcral en el ambiente. A Sakura se le cayó la libreta de la impresión, Sai abrió la boca para añadir algo pero la volvió a cerrar en el acto; el único que no estaba sorprendido era Uzumaki que miraba al cielo haciéndose el distraído.
-"Qué patético soy, ahora pensarán que soy un crío" -pasaron los minutos pero nadie decía nada; es como si el tiempo se hubiera detenido y se hubiese aparecido la virgen María bailando la Macarena, porque aún seguían todos menos el rubio con la misma cara de flipados que hace diez minutos.
-Bueno-ttebayo, ¿vamos a estar todo el rato callados o seguimos con más pruebas? -un pequeño respingo le vino a Sasuke. Ningún comentario sarcástico ni hiriente; Naruto no había dicho nada del tema, es más, parecía como si hubiese empezado a hablar para romper la tensión que se había formado. Un calor invadió el alma del vengador; parece ser que el rubio estaba de su parte cuando más lo necesitaba, hasta le ha salvado de una situación comprometedora.
-Eh... sí, perdón. Se me fue el santo al cielo. -"Se me fue y mucho. Dios, a sus 19 años y aún sin estrenarse..." - Bueno, la siguiente prueba es más bien de resistencia -Sasuke respiró aliviado, ya era hora de que las pruebas fueran normales. Ahora podría demostrar lo buen ninja que era en...
-Quien gima antes cuando le toquen o besen, pierde -eso demostraría lo buen ninja que era haciendo que otro gem... ¿Qué coño...? El vengador se volvió blanco, más de lo que ya era. ¿Pero qué cojones pasaba con ese librito? Esas no eran pruebas normales, coño. Decidido, se fue hacia Sai con una cara diabólica, haciendo estremecer al ANBU.
-Dame ese libro -no era un favor era una orden clarísima. Con la mano temblorosa, el pintor le dio el libro al vengador. Este lo cogió de mala manera y empezó a ojear el contenido, buscando algo en concreto. Cuando llegó a lo que buscaba, se quedó con la misma cara de alelado, vamos que no se enteraba de nada.
-El que escribió este libro tiene el seudónimo de Sexy kitsune. Este seguro que era un perturbado. Pues ya está, vamos a hacer pruebas de verdad, ¿a que estás de acuerdo Naruto? -miró detrás suyo y una vena se instauró en su frente, el rubio no parecía estar en desacuerdo con la prueba, es más, le brillaban los ojos con una ilusión que hasta cegaban.
-No me jodas tío, no me digas que quieres toquetearme -como si lo estuvieran a punto de violar, Sasuke se echó las manos al cuerpo protegiéndose. Uzumaki mostró todos sus dientes en una sonrisa la mar de pervertida.
-Solo es un juego, no hace falta tomárselo a la tremenda, o... ¿es que me tienes miedo? -el Sharingan asomó en los ojos del Uchiha; que le tenía miedo decía, será mamón. Ahora daba igual todo, esto ya era el colmo de los colmos ¿Qué se creía ese dobe provocándole de esa manera?
-Empecemos con esto -el Sharingan se posó en Naruto, pero este ni se inmutó, más bien disfrutaba viendo como sacaba de quicio al vengador. Esto realmente sería muy bueno; daba gracias a Dios de que su sensei fuera un tardón de campeonato, porque ahora podría disfrutar de lo lindo.
-Bien, comenzad. Sólo una cosa, no se pude tocar de cintura para abajo -puntualizó el ANBU.
-"Sólo faltaba que me tocase el paquete, no te jode" -un bufido de disconformidad salió de la boca del zorrito. Sasuke que notó eso, puso cara de cansancio -. "Por lo que parece, él tenía otros planes. Calentorro de mierda".
-Bien, pues comenzad -con la mano dio la salida al juego, los adversarios se acercaron hasta estar el uno frente al otro; el vengador parecía muy reticente mientras que el rubio parecía la persona más calmada y he de añadir, la más feliz del mundo.
-Dobe, no intentes nada raro.
-Je, no te preocupes -llevo una mano a la pálida mejilla del azabache, sacándole un pequeño sonrojo en el acto-. Seguiré las normas del juego nada más -acercó su boca hacia el oído de Sasuke soplando despacio en él-. Además, creo que te vas a correr con lo que te voy a hacer -las piernas le temblaban, los ojos ya ni tenían el Sharingan puesto; estaba shockeado perdido, el dobe acababa de decirle que se iba a correr. Su ceño se frunció destacando la mala leche que le embargó, hasta mostraba los dientes como si de un animal salvaje se tratara.
-No me jodas con tus provocaciones... kuso... -la lengua de Uzumaki ya estaba lamiendo con una maestría impresionante el cuello de Sasuke, éste se mordía el labio para acallar cualquier gemido que se le pudiese escapar. Ahora se dirigió a la mandíbula para morderla suavemente y sus manos se fueron a la cintura del más pálido, acariciándola levemente.
-Esto, esto es la hostia -Sakura ya se estaba dando aire con la mano mirando el espectáculo tan erótico que le estaban dando sus compañeros de equipo. La libreta la había dejado en un rinconcito olvidado del campo de entrenamiento. Es que nunca creyó ver semejantes obras de arte liándose en plena luz del día y además frente a ella; el calor le estaba subiendo en toda la cara y hasta estaba mojando un poco sus bragas, esto era mejor que ver una peli porno.
-Mira a Sakura-chan, hasta ella se ha puesto cachonda y solo he hecho lo mínimo -susurró de manera pausada, haciendo que el miembro del Uchiha palpitara con violencia. De la boca del azabache salía vaho de lo excitado que estaba, es que tener a Naruto tan cerca y de esta manera era endiabladamente placentero, pero no quería dejarle ventaja, él también haría que el rubio gimiese, aunque tuviera que dejar su dignidad en el trastero.
Una de sus manos la dirigió al pecho del zorrito tocándolo levemente, parecía que si lo tocase explotaría, ya que no tenía mucha confianza en todo esto. Eso provocó que Uzumaki soltase una leve risita.
-Jejeje... si solo me vas ha hacer eso, dudo mucho de que me saques cosquillas dattebayo -niñato malcriado, ¿quién se creía que era para hablar de esa manera tan tan... tan...? ¡Coño! Tan extremadamente penetrante y jodidamente sexy.
-Dobe, después de esto te dejaré sin descendencia -le dijo de manera amenazadora, aunque con el sonrojo que llevaba encima y la voz algo ronca que sacaba no era muy efectiva la amenaza.
-Qué pena que me dejarás sin eso, ya que quiero utilizarlo para alguien que le tengo mira desde hace mucho... ¿A que no adivinas quién? -la mano morena se introdujo por debajo de la ropa del azabache y acarició levemente su pecho -. Desde hace tanto que quiero poseerle, quiero que todo lo que es esa persona sea mío.
-Me lo da a mí, o esto ya... ¿cómo decirlo? No parece una competición. ¿No crees que tengo razón Sakura fea? -miró a su compañera, una sonrisa la mar de falsa salió de sus labios al corroborar que la chica estaba sacando fotos por el móvil de los "contrincantes ‘'.
Como él dice siempre, una sonrisa es el mejor remedio para afrontar una situación crítica e intentaba seguir esa doctrina, pero hasta para él, que era una persona que no comprendía muy bien los sentimientos humanos, en esta situación los entendía demasiado bien. Una que estaba loca por ver fornicar a sus compañeros de equipo, otro que estaba intentado que no le violen y que le violen al mismo tiempo y el otro que estaba más salido que la copa de un pino, y su servidor que estaba de juez en una competición que se le había ido de las manos. Vaya panorama.
-Ohayo, chicos. ¿Cómo están mis subordinadooosss...? -la última sílaba le salió de esa manera tan larga ya que veía a sus dos alumnos metiéndose mano, bueno, era Naruto metiendo mano a Sasuke, y este intentando acariciarle, pero por lo que parecía, le daba demasiada vergüenza hacerlo, qué cosas. Se acercó a Sai, ya que prefería dejar a su alumna en paz; se veía que la chica estaba a punto de llegar al orgasmo solo con ver ese espectáculo.
-Ne, Sai, ¿qué pasa aquí? -el aludido se sobresaltó un poco ya que no había sentido la presencia del copy ninja, pero volvió a su expresión de falsedad y encaró al sensei.
-Pues verá, como usted siempre tarda -un sonrisita nerviosa se forma debajo de la máscara del de cabello plateado por ver la aplastante sinceridad del ANBU -. Sasuke-kun y Naruto jugaron al ajedrez para pasar el rato, luego de que Naruto perdiese, Sasuke-kun le restregó su victoria, esto le sentó mal a Naruto que lo desafió y él me eligió de juez para las pruebas que están escritas en este libro -le mostró el libro a Kakashi, éste lo cogió y lo ojeó levemente hasta que llegó a ver el nombre del autor, una mano se posó en su boca para reprimir una risa.
-Ya veo, bueno, creo que deberíamos dejarles a solas -la kunoichi lo miró de manera psicópata, una gota resbaló por su cabeza - "Madre mía, ni que le hubiese dicho que este año no habrá rebajas".
-Lo que quiero decir es que parece que están muy entretenidos y claro, como que aquí sobramos -ahora no era psicópata, era más bien la de un monstruo con ansias de sangre. Si hasta el aura de maldad se notaba a kilómetros, proveniente de la del pelo rosa. Por lo que veía el Jounin, la inner de Sakura había evolucionado más que un digimón en su etapa de adolescencia.
Mientras estos seguían viendo la posibilidad de quedarse o irse, Naruto y Sasuke seguían "compitiendo" a su manera y por lo que se veía, el rubio le encantaba como iban las cosas, ya que solo ver la expresión de goce sumándole la mala leche que reflejaba la cara del Uchiha, le encantaba.
El portador del Sharingan era tan orgulloso que hasta cuando disfrutaba no lo quería admitir, con lo fácil que era rendirse al placer que se le ofrecía y dejar de estar tan estreñido ¿Pero para qué se engañaba?, le encantaba ver a Sasuke tan frustrado por no poder mostrar lo bien que se estaba sintiendo, además de que le costaba a horrores reprimir los gemidos que querían salir desesperadamente de su boca.
-Sasuke, si gimes...acabaremos esto antes... -una lamida en el lóbulo del más pálido hizo que se le cerraran los ojos por una convulsión placentera que le vino. Es que la lamida más esa voz tan seductora era demasiado para su auto control, estaba a punto a tirar la toalla, de gemir como un poseso y de comerse a Naruto delante de todos.
-Qué fácil es hacerte sentir placer, hasta una tía tiene más aguante que tú Sasu-chan -ahora sí que había abierto bien los ojos, dejando vislumbrar por tercera vez el Sharingan con las tres aspas correspondientes. Ira homicida se expandió por todo su cuerpo, tensando cada tendón y músculo; su sangre hirvió como si de magma se tratase, las venas de su cuello y cabeza se acentuaron, viéndose más claras. Se mordió el labio hasta hacerlo sangrar desconcertando a Naruto en el acto. Esto era la gota que colmaba el vaso y el kitsune había dejado toda la botella sin agua.
No supieron cómo pasó, no supieron cómo una linda y potente patada fue a parar a las partes bajas de Uzumaki, que eso, sumando que estaba cachondo perdido, dolía más; no supieron tampoco cuándo Sasuke cogió por el cuello del chaleco a Naruto y le dio semejante puñetazo en la cara que le mandó a la otra punta del terreno de entrenamiento, pero eso sí, se dieron cuenta cuando Sasuke insultó y se cagó en todos los muertos del rubio. Hasta dijo que se iba a bajar los pantalones para cagarse en la tumba del moreno.
Después, con una velocidad digna de un shinobi de élite, desapareció con una rapidez sorprendente por el bosque, dejando a todos los presentes con la boca abierta y los ojos desorbitados. Parece ser que lo que empezó con una simple partida de ajedrez terminó con una bronca muy jodida. Qué complicadas eran las competiciones entre amigos.
-Creo... que hoy no habrá entrenamiento -dijo Kakashi dando por finalizada la reunión de hoy. Sai estaba de acuerdo y Sakura estaba llorando a mares porque esos dos habían parado en la mejor parte. Su sensei le dio algunas palmaditas en la espalda, acompañándola en el sentimiento y se esfumó con su típica bolita de humo.
-Sakura fea, en mi libro dice que cuando un amigo se encuentra triste uno tiene que intentar consolarlo -los ojos de la kunoichi brillaron como dos estrellas; el pintor tragó saliva, ¿era él o se arrepentiría de haber abierto la boca?
En la otra punta donde acabó Uzumaki, más concretamente su cabeza empotrada sobre una roca que con lo fuerte que fue el impacto, ya se estaba rompiendo a pedacitos. El rubio abrió los ojos y con una mano se sobó la cabeza que ya tenía un lindo e inmenso chichón que palpitaba, y con la otra se sobaba su adolorido miembro que vaya patadón había recibido y mira que el tío no se cortó al darle, no señor, le dio con toda la mala leche y el estreñimiento que tenía dentro. Joder, hasta le dolía recordarlo; que susceptible era Sasuke, pero eso lo hacía mas interesante.
-Si no me... arrrg... doliesen tanto los huevos, ya me estaría partiendo de la risa -se dio cuenta del sabor metálico que contenía su boca y recordó también el precioso puñetazo dado por el pelinegro. Se lamió el labio y recorrió la herida en el proceso, cerrando algo los ojos por el escozor; pues sí que se había cabreado. Con todas las fuerzas que pudo reunir se levantó, ya que aún le dolían las pelotas y le era difícil mantenerse en pie, así que volvió a sentarse acomodándose como pudo.
-"¿Y si le pido a Sakura-chan que me cure?" -ya estaba recreando como se lo pediría a la kunoichi y en todas las escenas él acababa con más hostias. La chica no le iba a curar los bajos, sería pedirle mucho. Una sonrisa sarcástica mezclada con algo de dolor se formó en los labios de Naruto.
-El juego no acaba aquí, Sasuke teme, que aún tengo ganas de juerga.
Continuará