CAPÍTULO 2: ¿YUUZUKI?
Shizui se encontraba en la cama de la habitación que Sasuke le había proporcionado. La mansión Uchiha actual era un lugar muy frío y solitario. Para avergonzar a su padre le comentó que faltaba un alegre rubio deambulando por ahí, a lo que un rojo Sasuke contestó diciendo que iría a darse un baño.
-<<También le faltan unos cuantos niños –pensó, sonriendo-. Desde mañana debo trabajar en Otou-chan. Con Otou-san no hay problema, se nota que está loco por él, sólo que no lo admite. Y… tengo que comenzar a buscar pistas para saber quiénes viajaron a esta época con ese sello>>
A la mañana siguiente el azabache mayor despertó por un delicioso aroma proveniente de la cocina.
-Buenos días, Otou-san –lo saludó el ojiazul con una sonrisa que era obvio había heredado de su rubio progenitor
-Lo que sea que estás cocinando, huele muy bien.
-Gracias. Es que Otou-chan y tú siempre están muy ocupados, así que alguien tenía que aprender a cocinar para que no viviéramos sólo de ramen.
-Sobre eso, he estado preguntándomelo... Ehm… Naruto y yo somos hombres, ¿cómo –se sonrojó-... fue posible que tuviéramos un hijo?
-Gracias a un tratamiento –explicó, sirviendo el desayuno-. Durante la Segunda Gran Guerra Ninja hubo una tremenda baja en la tasa de natalidad, por lo que comenzaron a hace experimentos que ayudaran a la concepción rápida de hijos. Una aldea con muchos ninjas tendrá más poder que una con pocos, dijeron los altos mandos. Y los estudios continuaron hasta que lograron que hombres procrearan niños y las mujeres se embarazaran con mayor facilidad.
-Ya veo.
-Teniendo en cuenta la fecha en la que estamos, no debe faltar mucho para que se dé el anuncio oficial de que ya está listo dicho tratamiento.
-Entonces así fue como el dobe y yo decidimos tenerte.
-Mmm... Pues cada vez que les pregunto cómo es que decidieron ser padres, ambos se sonrojan y no me dicen nada.
Los dos Uchiha decidieron ir al despacho de la Hokage, donde también ya estaban Naruto, su equipo y Sai, todos aguardando órdenes.
-Hola, Shizui, Sasuke teme –saludó el rubio
-Dobe.
-Qué tal, Naruto-san.
Tsunade tuvo que disimular su emoción. ¡Estaba viendo cómo su querido Naruto y su lindo nieto Shizui se sonreían!
-Muy bien, Naruto –habló la rubia-, entonces tú y tu equipo lleven ese mensaje a la aldea de las uvas.
-¡Sí! –contestaron los cuatro
-Obaa-chan, ¿podría ir primero a saludar a Gaara? ¡Volveremos de la misión hasta mañana y él llega hoy!
-Mmm... Está bien, sólo porque es por ti que tenemos tan buenos lazos con Suna.
-Hokage-sama –habló ahora el pelinegro-... ¡¿Por qué debo resguardar al Kazekage?! ¡Soy un anbu! ¡Además cada que me ve, quiere matarme!
-Eso es porque no dejas de molestarlo, Sai. ¡Y lo harás porque yo lo ordeno!
Podíamos ver al pintor encogido en un rincón mientras un aura depresiva lo rodeaba.
-¿Y qué hay de mí, Tsunade-sama? –intervino el Uchiha
-Por hoy encárgate de evitar que Sai y el Kazekage se maten.
Sasuke no dijo nada, pero tenía un tic en el ojo. ¿Tendría que pasar tiempo con el maldito mapache y su copia barata?
-¡¡No!! –gritó el pintor- ¡Aún peor, Hokage-sama!
-<<Gaara-san va a venir –pensó Shizui-. Pero parece que él y Sai-san no se soportan. ¡Rayos! Espero que la situación entre ellos no esté tan difícil>>
-Bueno, ya lárguense de mi oficina que estoy muy ocupada. Sasuke, lleva a Shizui contigo. Y más les vale que lo traten bien, ¿entendido? –les dijo a los morenos mayores
Los niños iban muy emocionados. Habían visto una vez a Gaara en Suna y desde entonces le tomaron respeto y admiración, ya que además de ser muy fuerte, era un gran amigo de su querido sensei.
-¿Vives con el Uchiha-bastardo? –preguntaba Sai a Shizui- Te compadezco, chico de los ojos lindos y el cabello horrible.
-¿Por qué dice eso de mi aspecto, Sai-san?
-Obvio. Lindos ojos porque son como los de Naruto –los genin asintieron- y horrible cabello porque es como el del bastardo. Deberías pensar en teñírtelo.
-Jajajajajaja –soltaron carcajadas Takuma y Yashiro, Izumi sólo suspiraba
-Sai, te estás pasando.
-Pero si es la verdad, Naruto.
-Te estás ganando un pase al infierno, maldito anbu.
-¡Gaara!
La pelea fue detenida por el grito del rubio. Había llegado el gran Kazekage de Suna escoltado por un grupo de ninjas suyos que enseguida fueron relevados por unos de Konoha para que descansaran.
-Tiempo sin verte, Naruto –le sonrió levemente
-Sí, me alegra que estés aquí.
Los niños lo saludaban mientras Sai seguía maldiciendo a la Hokage. ¡Ella sabía que él y el pelirrojo no se soportaban! Por su parte, Sasuke estaba hastiado. Odiaba la enorme confianza que parecía haber entre ambos contenedores. Pero la expresión de Shizui era muy diferente a la de los otros dos.
-<<Gaara-san de joven... se le parece tanto...>>
-Quisiera platicar más, pero tenemos una misión –dijo Naruto-. Sin embargo mañana te buscaré, ¿de acuerdo?
-Será un placer.
-Hasta luego, Gaara-sama –se despidieron los pequeños
-Cuiden de su sensei, que es medio despistado.
-¿Qué insinúas? –el aludido lo miró feo
Una vez se marcharon, el ambiente se tensó. Gaara miró con molestia a sus "guardaespaldas" hasta reparar en unos ojos azules.
-<<¿Los mismos ojos de Naruto y su padre?>> -pensó y decidió encararlo- ¿Quién eres tú?
-Ahh... yo... M-Me llamo Shizui, mucho gusto, Gaara-sama –contestó con nerviosismo, haciendo una reverencia
-<<Al menos es más educado que los otros dos>> Debo ir a ver a la Hokage.
-Pues ve, ya te sabes el camino –dijo Sai
-Yo tampoco estoy feliz de verte, idiota.
-<<¡No! Sí que se llevan mal, esto será difícil>> -lloraba internamente el Uchiha menor
-Muévanse los dos –ordenó Sasuke-. Mientras más rápido vayamos, más rápido me desharé de ustedes.
-Deberías tener más respeto, Uchiha. Estás hablando con un “Kage”.
-Y el que se quiere librar de ustedes soy yo –intervino el anbu-. ¡El destino me odia! Si al menos Naruto estuviera aquí, no me quejaría.
-Hum, olvídalo, Sai. Estás como el Uchiha: sería imposible que Naruto los viera de esa manera, no lo permitiré.
-Ja, cómo si tú fueras mejor, mapache psicópata.
Uchiha y Sabaku iban a golpearse, pero oportunamente Shizui intervino... dándole una patada en la espinilla a su padre.
-Tsunade-sama debe estar esperándonos –les recordó, poniendo una sonrisa que intentaba lucir despreocupada
Gaara asintió y de mala gana Sai comenzó a escoltarlo. Mientras, Sasuke seguía sobándose su parte adolorida.
-Shizui... –lo llamó con reproche
-Lo lamento mucho, Otou-san. Eso también fue involuntario.
-¿También tienes complejos por el mapache?
-Más o menos –su cara se puso roja-... Es que... eh... no pude dejar que le pegaras porque... Gaara-san va a ser el Otou-chan de Yuuzuki.
Dio media vuelta y comenzó a seguir a los otros dos a una distancia prudente. Pero su preocupado (y celoso y sobreprotector) futuro padre había quedado intrigado.
-¿Yuuzuki? –repitió y sonrió de medio lado ante la cara de vergüenza de su hijo- Entonces... ¿Yuuzuki es la persona importante de la que hablabas?
-S-Sí...
-Ya veo –suspiró-. Con que Yuuzuki, la chica que mi hijo ama, será hija de ese mapache sin cejas.
-Eh... Otou-san, sí le amo... Pero Yuuzuki no es una chica –concluyó, con el rostro ligeramente sonrojado
-¿Es un chico? –preguntó, asombrado
El otro sólo asintió, aún más rojo. Sasuke había quedado en shock, pero bueno, no podía decir nada, él también terminaría felizmente con otro hombre.
-Pero dijiste que Gaara será su Otou-chan, eso quiere decir que hay un "Otou-san", ¿verdad? –vio al menor asentir- ¿Quién es?
El joven volteó al frente y señaló a Sai.
-¿El pintor? –miró al otro volver a asentir- ¡¿El maldito pintor de cuarta?!
-¡Hey, bastardo, que yo no te estaba insultando! –Sai giró la cabeza para gritarle con enfado
-Son igual de irritantes –comentó el pelirrojo
Sasuke respiró hondo. Quizá podía tolerar que la persona que su hijo quisiera tenga sangre del mapache, ¿pero de Sai? ¡Pobre Shizui y más de Yuuzuki!
-… ¿No podías fijarte en alguien más?
-Lo mismo dijiste en mi tiempo, Otou-san.
-Pero si esos dos no se soportan, ¿cómo es que van a acabar juntos?
-No sé –volvió a deprimirse-. Pero me esforzaré mucho, ¡por el bien de Yuuzuki! –terminó, alzando el puño mientras los otros tres lo veían con desconcierto por su actitud
-Tengo la impresión de que Shizui-kun me recuerda a alguien –comentó Sai, pensativo
Luego de varias peleas finalmente los Uchiha dejaron a Gaara y Sai con Tsunade.
-Ya que están aquí –habló la Hokage- quiero que lleven un pergamino a la aldea de los lirios, Sasuke y Shizui. Para la noche ya estarán de regreso.
-Entendido. Andando, Shizui.
-Sí –miró a la rubia e hizo una reverencia-. Con permiso, Tsunade Obaa –miró de reojo a los otros dos-… Cofcof, quise decir, Tsunade-sama.
Sin más, ambos Uchiha se retiraron.
-Es un chico muy educado –observó el pelinegro
-¿Quién es? –preguntó el Kazekage- Tiene cierto parecido con el Uchiha.
-Ah... Es el nieto de un viejo amigo mío.
Gaara la miraba fijamente. A su parecer, aquél joven tenía algo sospechoso.
-Ehem, pasemos a lo que vino, Kazekage.
-Sí –se puso serio-. Hace una semana mis ninjas detectaron algunos chakras desconocidos, pero les perdieron la pista antes de poder determinar cuántos eran. Lo que creemos seguro es que se dirigían a Konoha.
-¿Enemigos? –preguntó el anbu
-No lo sabemos con certeza.
-Mientras tanto estaremos alerta. Sai, retírate y regresa a escoltar a Gaara en un par de horas.
-¿Por qué?
-Obedece.
-Está bien, ya me voy –y refunfuñando salió de la oficina
-Igual de baka que siempre –comentó el pelirrojo
-Ya lo conoces. En fin –sacó una carpeta y sonrió-. Te mandé llamar porque creo estar a punto de lograr el tratamiento de células que ayuden a la procreación.
-La escucho.
Ahora vayamos con los Uchiha, quienes ya estaban en camino para dejar el pergamino.
-Otou-san, ¿por qué no te llevas bien con Obaa-san?
-Porque ella, al igual que Sai, aún no confía en mí. Supongo que siempre me guardará algo de rencor por haberme marchado de la aldea.
-Ah... En realidad nunca he sabido mucho de eso. Sólo me han contado que te marchaste por tres años, luego pelearon y eliminaron a Akatsuki y volviste. Ni Otou-san ni Otou-chan me han querido platicar detalles, sólo...
-¿Sólo?
-No... No es nada.
-Bueno, supongo que tendremos nuestras razones para no decirte nada <<Y sinceramente… creo que lo prefiero así>> -pensó
Fue entonces que escucharon unos ruidos a su alrededor y se pusieron alertas.
-Parece que tenemos compañía –anunció el ojiazul
-Sí. No vayas a activar tu Sharingan, no sabemos si puedan tratarse de quienes usaron ese sello antes que tú.
-Entendido.
En cuestión de segundos se vieron rodeados por cinco hombre enmascarados.
-Entreguen el pergamino y no morirán.
-No deberías contar con ello –Shizui sonrió con prepotencia, demostrando su sangre Uchiha
Los cinco atacaron, pero antes de que Sasuke pudiera moverse, Shizui ya estaba realizando sellos.
-Kage bushin no jutsu.
Cuatro clones aparecieron y atacaron a una velocidad impresionante. Sasuke tuvo que activar su propio Sharingan para poder seguir sus movimientos.
-Katon goukakyou no jutsu.
Lanzó su ataque de fuego a la vez que un clon realizaba otros sellos, provocando una fuerte ventisca que hizo que las flamas atacaran a sus enemigos.
-¡Huyan! –gritó uno y los otros salieron corriendo
El ojiazul hizo desaparecer a sus clones y volteó a ver a su futuro padre.
-Esas técnicas... –empezó él
-Jeje, sí, las he aprendido de ti y Otou-chan –sonrió, rascándose la cabeza con pena lo cual le daba un aire muy parecido al rubio-. Como viste, mi chakra es de dos tipos: fuego y viento. Creo que por eso todos dicen que yo soy la combinación perfecta de ustedes dos, incluso por mi carácter.
-Sí, pero la forma en que te mueves... es parecida a la de uno de los mocosos de Naruto.
-Te debes referir a Yashiro-sensei. Ehem, sí, Otou-san –suspiró al ver que Sasuke arqueaba una ceja-, él será el sensei de mi equipo genin.
-Hmm... Al menos no será ese irritante de Takuma.
Sin más percances lograron entregar el pergamino y regresaron a su villa. Al día siguiente, Shizui salió temprano para recorrer la aldea y se topó con el equipo siete que acababa de volver.
-Nos vemos mañana, sensei –dijo un agotado Izumi
-Descansen bien, niños.
Los tres se fueron casi arrastrando los pies.
-Yo también estoy cansado –bostezó el rubio-. Ah, hola, Shizui.
-Hola, Naruto-san. ¿Qué tal la misión?
-Sin problemas, pero tengo sueño porque a los niños se les ocurrió hacer una carrera de regreso a la aldea. Iba a llevarle el reporte a Obaa-chan y luego a desayunar algo.
Un foco se encendió sobre la cabeza del joven Uchiha. Esa era una oportunidad que no podía desaprovechar.
-Sasuke-san y yo tampoco hemos desayunado, ¿no quieres acompañarnos?
-Mmm... Mejor no, el teme es más irritable cuando se acaba de despertar.
-Vamos, Naruto-san. Estoy seguro que a Sasuke-san le alegrará verte.
El mayor lo pensó durante unos minutos.
-Está bien. ¡Pero quiero ramen para el desayuno!
-No hay problema, es mi especialidad –sonrió de medio lado- <<Kukuku, aprovecharé esta oportunidad para que Otou-chan tome más en cuenta a Otou-san o dejo de apellidarme Uchiha. Muajajajajajaja>>
¿Podrá Shizui hacer algún avance entre sus progenitores?, ¿y también Gaara y Sai?, ¿dónde están los enemigos que amenazan su futuro? Esto y más en el siguiente capítulo: "Un problemático desayuno familiar".
~~~~~~~~~~ LAS MEMORIAS DE SHIZUI ~~~~~~~~~~
***** MEMORIA I *****
Shizui, de unos trece años, se encontraba practicando con los shurikens bajo la mirada de su padre.
-¿Qué tal estuvo, Otou-san?
-Excelente tu puntería es perfecta.
El chico sonrió con orgullo.
-Oye, Otou-san, ¿por qué nunca has querido contarme nada de lo que hiciste esos años fuera de Konoha?
-Porque me arrepiento de muchas cosas, como no tienes idea. Lastimé a las personas más importantes de mi vida. Lo único que puedo decirte es que cuando volví, creía que mi vida ya no tenía sentido, de hecho estaba preparado para ser condenado por traición. Pero en cuento puse un pie en la aldea hubo una persona que me respaldó y me brindó su confianza incondicional.
-¿Otou-chan?
Sasuke sonrió.
-A ese dobe parecía no importarle todo lo que había hecho, mis crímenes, desplantes. Estoy seguro que en el fondo me guardaba algo de rencor, pero nunca me reprochó nada. Cuando me di cuenta que no estaba solo, que siempre hubo alguien ahí para mí, decidí darle un nuevo sentido a mi vida. Y me juré que aunque fuera a la distancia, protegería por siempre a Naruto para que algún día alcanzara la felicidad que merecía. Por fortuna me aceptó a mí para permanecer a su lado.
-Ya veo...
-Supongo que lo comprendes, Shizui, porque tienes a Yuuzuki, y puedo darme cuenta de la forma en que lo ves.
-Así es. Yo también, Otou-san, quiero estar siempre a lado de Yuuzuki. Y no sólo él, también a todas las personas con los que tengo lazos importantes.
-Cuando hablas así... no tienes idea de cuánto me recuerdas a Naruto.
***** MEMORIA II *****
Shizui, de unos diez años, caminaba junto a un niño de ocho años de cabello rojo intenso y ojos aguamarina. De no ser por la dulce expresión de su rostro y porque le faltaban las ojeras y el kanji en la frente, se podría decir que era la copia exacta de Gaara cuando niño.
-Tenía muchas ganas de venir a Konoha –comentó el pelirrojo con una linda sonrisa-. Qué bueno que Otou-san aceptó traerme.
-¿Cómo se tomó Hayate el que tú vendrías y él no?
-Jejeje, lo hubieras visto. Se agarró de mi pierna y no me quería soltar, dijo que si él no estaba, quizá habría pervertidos intentando aprovecharse de mí. Mmm... Aunque no entendí eso –se quedó pensativo
-<<Creo que Hayate ha seguido leyendo a escondidas esos libros pervertidos >> -pensó el moreno
-¿Y de qué querías hablarme, Shi-chan?
El Uchiha se paró en seco, sonrojándose por completo.
-<<Tranquilo, Shizui. Recuerda lo que Otou-san ha dicho del orgullo Uchiha: no hay nada que pueda hacernos perder el control -miró la dulce sonrisa del menor-. Argg, al diablo con el orgullo, mejor usaré mi sangre Uzumaki>> Eh... yo... Yuuzuki, yo...
-Dime.
-Mira, ya sé que vives en Suna y no son tan seguidas las veces que podemos vernos, pero –le sujetó la mano-... ¡Me gustas, Yuuzuki! ¡Quiero que seas mi novio!
-Ahh... Pero... Shi-chan, ¿qué es un novio?
El azabache se pegó contra un árbol. Había olvidado que gracias a la exagerada posesividad de Hayate, Yuuzuki era muy inocente e ingenuo.
-Eh... Verás, un novio es una persona con la que estás... y bueno, se toman de la mano, pasan tiempo juntos a solas, se apoyan mutuamente y se be... be... –miraba los ojitos del pelirrojo. ¡Rayos! Sí que era complicado explicar algo así
-Ah, ¿cómo por ejemplo Otou-san y Otou-chan, o Naruto Oji-chan y Sasuke Oji-san?
-Uh... sí, más o menos.
-¿Entonces Shi-chan un día se va a casar conmigo?
-Bueno... S-Sólo si tú quieres –sus mejillas se colorearon de carmín
-¡Sí! ¡Quiero estar con Shi-chan! Porque él es la persona que más quiero –lo abrazó con fuerza y le dio un beso en la mejilla
-Yuuzuki... –murmuró, sorprendido
-Otou-san dice que no hay nada mejor que un beso para demostrar cariño.
Shizui sonrió y le tomó la mano.
-Muy bien. Desde ahora no eres mi novio y si alguien intenta separarnos, le mataré, muajajajajaja.
-Shi-chan, a veces eres raro.
~~~~~~~~~~ LAS MEMORIAS DE SHIZUI, END ~~~~~~~~~~