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Intercambiando cuerpos por ale-chan

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Notas del capitulo:

actualice rápido! es q como no sali a pasear ni nada, decidi escribir y continuar mi fic.

en este cap esta el motivo por el cual yuki cancelo su cena con Shu, y otras cosas.

prometo un lemon! no se cuando pero lo prometo. por cierto... no creo q este fic sea muy largo, tratare de q lo sea ^^

Los personajes de Gravitation no me pertenecen y lalalalalala.

disfruten n.n

Shuichi llegó al departamento muy desanimado, recordando la llamada que recibió de su koi, y sabiendo ya el humor que podría tener su escritor cuando volviese.

 

-Tadaima… -murmuró triste, dirigiéndose a la habitación y echándose boca abajo en la cama. Miró el reloj, las agujas apuntaban a las 11 en punto, Yuki ya se había ido hace rato, teniendo como última opción dejarle las llaves bajo la maceta al pelirosa.

 

Empezó a llorar nuevamente y a echarse la culpa para así evitar enojarse con el rubio. Lloró y lloró hasta que se hicieron las 11 y media… se escuchó abrir la puerta y unos pasos pesados que se acercaban.

 

-Oye baka, ¿estás dormido? -cuestionó Yuki colocándose su pijama, el pequeño no respondió, se limitó a hacerse el dormido y a tratar de secar sus lágrimas con disimulo. Yuki corrió las sábanas, levantando ligeramente el liviano cuerpo del supuesto durmiente, y se acostó a su lado. Antes le besó el cuello al chico y le quitó la camisa, todo con suma delicadeza, ya acostumbrado a hacer eso, pero con la diferencia de que Shuichi no estaba dormido. Finalmente lo volvió a recostar y esta vez le besó los labios, sintiendo un sabor salado y húmedo.

 

-Lo siento… -susurró, luego abrazó a su koibito y se durmió. Por las mejillas de Shuichi corrían nuevas lágrimas… y el reloj ya indicaba las 11:55 P.M.

 

 

¡Ah! Una mañana preciosa y armoniosa, el sol entraba con tranquilidad por la ventana de la habitación que compartía una joven pareja.

 

En la cama se los veía dormir con paz, en medio de un ambiente pacífico, abrazados tiernamente. El más joven, un inocente pero a veces atrevido pelirosa, abrió los ojos serenamente, separándose del pecho sobre el que reposaba, para echarse boca abajo. El mayor, un apuesto y malhumorado rubio, abrió los ojos y dio un gran bostezo incontrolable. Se levantó de la cama y se dirigió al baño, se lavó la cara y se miró al espejo.

 

-Ay Eiri, me seguiste hasta aquí… -dijo medio dormido, notándose la voz más ronca- un momento… Eiri no… -miró hacia atrás y se percató de que estaba solo, volvió a mirarse la espejo, volvió a lavarse la cara y… -¡¡¡wuaaaaaaa!!! ¡¿Qué es esto?!

 

En la habitación se encontraba un desconcertado pelirosa, mirándose de arriba hacia abajo, perplejo por notar que el cuerpo que poseía era el de su koibito. Lentamente se levantó y se fue hacia el baño, donde miró a Shuichi ¡con su cuerpo!

 

-¿Qué… qué está pasando?! -gritaba desconsoladamente el rubio, observando que quien tenía delante suyo era él mismo.

 

-Shuichi… ¡¿qué carajo hiciste?! -rugió con ahora voz chillona Yuki- seguro le pediste a esa bruja que hiciera esto!

 

-N-no… ¡yo no hice nada!, lo juro Eiri, sino no estaría así de loco -respondió Shuichi tratando de calmarse -¡no tengo nada que ver con esto! -al ver la situación desesperada de su koibito, Yuki no hizo más que creerle.

 

-Está bien… bien… -balbuceó nervioso el pelirosa, caminando de una lado a otro -es seguro que nuestros cuerpos se han invertido… ¿pero por qué?

 

-No lo sé Eiri, ¡tengo miedo! -lloriqueaba el alto de ojos dorados, arrojándose a los pies del cantante -¿qué debemos hacer?

 

-Por ahora… debemos disimular.

 

-Pero esto afectará mi carrera, ¡mis conciertos!

 

-No te preocupes por eso, trataremos de solucionarlo con tus amigos -un silencio absoluto reinó el ambiente, luego un aire tenso se presentó.

 

-En verdad que no hice nada Eiri, te lo juro -exclamó sollozando con voz grave. Yuki, con su nuevo cuerpo, se le acercó y le dio un abrazo.

 

-Si no nos calmamos todo empeorará -susurró nervioso, haciendo que ese abrazo sea casi nulo, evitando acercarse a su verdadero cuerpo. Shuichi asintió alegre, sintiendo que al fin su koi lo comprendía.

 

El reloj indicaba las 8 de la mañana, los dos jóvenes empezaron a buscar en cada armario un atuendo que les agrade. Yuki revolvió y revolvió los cajones de su koibito, encontrando muy poca ropa que le gustase, al final optó por un pantalón, una remera y una camisa, todo de colores discretos

 

Shuichi revolvió, ahora más animado y calmado, el armario ordenado de su koi, buscando algún atuendo cómodo pero atractivo, eligió un pantalón y una camisa.

 

-Muy bien -dijeron ambos cuando se encontraron en la cocina. Ahora se dispusieron a prepararse el desayuno, “Yuki” tomó chocolatada con galletitas dulces, y “Shuichi” se preparó su eterno café y tostadas. No paraban de mirarse, en verdad no podían creer los que estaba ocurriendo. Ahora el alegre cantante, que siempre mostraba una gran sonrisa, demostraba una seriedad total, a veces apenas sonriendo. Y ahora, el siempre malhumorado escritor, se mostraba contento a cada momento y no paraba de hablar.

 

 

 

 

Digamos que costó una semana para que cayesen en lo que estaba sucediendo, durante ese tiempo recapacitaron sobre el tema y notaron que no era un sueño lo que sucedía. En realidad no se hablaban mucho, ya que sentían algo de vergüenza, a veces ni se atrevían a tocarse, y ambos estaban en la desesperación por la falta de sexo, pero tampoco se atrevían a tocar el cuerpo que ahora poseían. El que más sufría por esto era Shuichi, que en cierta parte era muy pudoroso, y le costaba bañarse o cambiarse de ropa, aunque claro está que lo hacía.

 

En esa semana hablaron con los integrantes de la banda acerca del extraño problema que ocurrió… y extrañamente les creyeron.

 

FLASH BACK

 

-No se preocupen, trataremos de posponer las entrevistas y los conciertos los más que se pueda -les dijo Hiro con una sonrisa, tratando se disimular su sorpresa por ver tan extraña a la pareja, en especial al escritor, que por la personalidad de Shuichi ahora era un alborotado y descontrolado gritón.

 

-Muchas gracias Hiro, gracias a todos -dijo Shuichi agachando su rubia cabeza- trataremos de solucionar esto lo antes posible, ya que Eiri  también tiene algunas entrevistas.

 

-Genial, espero que se cuiden y… emmm… Eiri-san.

 

-Qué quieres? -respondió fríamente el pelirosa.

 

-Te necesitaremos para una sesión de fotos, creo que para eso no habrá problemas verdad? -preguntó nervioso Hiro- tampoco quiero que se ausente demasiado de los medios- Yuki asintió y rápidamente abandonó el lugar junto a Shuichi.

 

FIN FLASH BACK

 

Eiri se sentía más que nervioso por la situación que estaba pasando, porque aunque no lo parezca, se sentía muy involucrado por lo que sucedió.

  

FLASH BACK

 

-Shuichi baka, ¿qué sucede que aún no regresa? Le pedí por celular que llegara temprano, seguro que no para de aturdir a esa bruja -decía enojado, sintiendo que se atrasaba y que dejaría plantada a la persona que citó. Decidió al fin salir y dejar bajo la maceta las llaves para que Shuichi no quedara afuera.

 

Caminó con lentitud hasta llegar al restaurante en donde había acordado la cita. Se sentó a esperar, pero de pronto aparece la mujer que tanto esperaba.

 

-Buenas noches señorita Karuna -pronunció con elegancia Yuki, brindándole asiento a la jovencita de no más de 15 años. La muchacha le respondió con una reverencia.

 

-Es extraño que me haya citado, pero ya conociendo sus razones, decidí venir rápidamente, ¿le parece que repasemos el tema?

 

-Si, claro -dijo el escritor, sintiéndose avergonzado por haber citado a una bruja para ayudarlo a ser mejor pareja -por cierto, aún no le he dicho mi nombre.

 

-Ah, que descuidada soy, tómelo como una distracción propia de la adolescencia -sonrió la chica de ojos verdes y hermosos.

 

-Mi nombre es Uesugi Eiri -ante esto, la bruja no pudo dejar de sentir un escalofrío y un nerviosismo anormal, claro está que recordó a Shuichi y recién sabía que con quien se encontraba era con su pareja- ¿sucede algo?

 

-¿Eh?... no, nada, no se preocupe -exclamó disimulando su sorpresa- muy bien, quisiera que me repita los que desea exactamente.

 

-Bueno… antes que nada le quiero aclarar que tomo esto como última opción y que…

 

-No debe sentirse mal por recurrir a mi, además soy muy conocida por aquí -le interrumpió Mimi.

 

-Si… lo que quiero es tratar de mejorar… yo… personalmente… -bajó la cabeza resignado, recordando las veces que hirió a su koibito- quiero hacer esto por el bien de mi pareja.

 

-Eso es muy dulce de su parte señor Uesugi -murmuró sonriente la adolescente- el nombre de su pareja es…

 

-Shindou Shuichi -respondió secamente el escritor. Los nervios de la bruja se hicieron presentes otra vez, en realidad había metido la pata con el hechizo anterior, pero tal vez sería buena idea y le serviría el hecho de estar en el lugar de Shuichi.

 

-Muy bien -exclamó tras anotar los nombres en una libretita- haré el hechizo cuando lo crea conveniente… y notará los cambios tanto usted como su koi.

 

-Muchas gracias.

 

-Y perdón si lo repito, pero lo que está haciendo es muy bueno, digno de una persona noble que ama a su pareja -tras esto se puso de pie y extendió su mano hacía Yuki- ha sido un placer conocerlo, por el momento estaré en el exterior, atendiendo unos asuntos de mi familia.

 

-Está bien -dijo Yuki, devolviendo el saludo y separándose de la misteriosa joven.

 

FIN FLASH BACK

 

-Esperó que esto no sea producto de sus hechizos, Shuichi no puede enterarse de que recurrí a una bruja -susurró preocupado, tensionándose por completo- necesito tranquilizarme… -se repetía una y otra vez. Al final se encerró en el baño quedando frente al espejo de cuerpo entero. Se miró detenidamente, sintiendo deseo por lo que se reflejaba, y es que a su nerviosismo y a su habitual malhumor, había que sumarle la falta de contacto que tenía con su koibito, ya que aún les costaba aceptar esos cuerpos. Pero el deseo se le hizo incontrolable, cerró los ojos y recordó a su cantante, a todas las cosas que le hacía a su cantante. Comenzó a sentir calor, a sentir más apetito todavía. Se desabrochó la camisa y se quitó el pantalón, se acostó en el suelo y empezó a acariciar su cuerpo (bueno… no del todo suyo) en especial pellizcando sus pezones, siempre mirando su reflejo en el espejo, observando el perfecto cuerpo que tenía su Shu, que tanto cuidaba para verse atractivo ante él. Cortos gemidos empezaron a invadir el cuarto, unos gemidos que se le hacían extraños que salieran de su boca, ya que eran chillones y un poco femeninos.

 

-Shuichi…Shu…mmm… -gemía mientras acariciaba su nuevo cuerpo. Tomó la erección ya dura y comenzó a masajearla, sintiendo extraño también el hecho de que su miembro era más corto, muy diferente a cuando se masturbaba con su verdadero cuerpo. Pronto movió las manos más rápido, excitándose más al ver su reflejo y notar como su rostro juvenil se sonrojaba de esa manera que le fascinaba cuando lo hacía con Shuichi. Sus gestos no eran los mismos que realizaba el pelirosa, trataba de imitarlos, pero era en vano, sólo Shuichi sabía como excitarlo y provocarlo.

 

-Shu…ahhh... ¡¡que delicia!! - y sin poder contenerse más, se derramó en sus manos dejándolas pegajosas y sabrosas, las cuales luego lamió con lujuria dedo por dedo a propósito mientras se miraba en el espejo. Luego volvió a recostarse agitado en el piso.

 

-¿Qué... beneficios traerá... esto? -decía con el corazón a mil, mirando el techo, mientras algunas fantasías le rondaban por la cabeza, imaginándose como uke. Rápidamente hizo a un lado esos pensamientos y tomó una ducha reconfortante.

 

Mientras tanto, Shuichi se encontraba en una librería con Hiro, a quien había ido a acompañar.

 

-¿Y cómo va todo con Eiri-san? -cuestionó el pelirrojo ojeando un par de títulos novedosos.

 

-No muy bien... no hablamos mucho... ni siquiera nos atrevemos a tocarnos -murmuró triste, en verdad se escuchaba extraño decir esas palabras y con ese ánimo con la voz del propio Yuki- además, desde esa vez que me llamó por teléfono cancelando nuestra cena...¿lo recuerdas?

 

-Claro que si... así que hace rato que no están bien -Shuichi asintió, jugando con las largas mangas del sobretodo negro que llevaba.

 

-Yo quiero estar bien con él, más en un momento tan complicado como este, por el que estamos pasando... ¿qué crees que pueda hacer Hiro?

 

-Bueno... recién se me ocurrió una idea Shu -exclamó alegre el guitarrista, tomando un libro y entregándoselo a su amigo- ambos sabemos que una fantasía de Eiri-san, la mayor tal vez, es la de ser uke. Creo que deberías aprovechar el cuerpo que tienes ahora para tratarlo como él desea.

 

-Tienes razón Hiro, ¡¡Ay, eres un genio!! -gritó alegre, abrazando a su amigo- además este libro me será de mucha ayuda -leyó una vez más el título, el cual decía “Sexo para el seme”. Shuichi no pudo contener la alegría, se sentía muy feliz porque al fin lograría complacer a su koi, a pesar de que sea usando el cuerpo de él.

 

-Bien Shuichi, dejo todo en tus manos, más te vale que aproveches bien la idea que te di.

 

-Si Hiro, gracias de nuevo -y seguidamente le besó una mejilla- ahora debo irme, ¡quiero leer este libro cuanto antes!

 

 

Yuki se encontraba ahora echado en el sofá, perdido en sus pensamientos, pensando en algún método para poder volver a hablar con Shuichi, pero sólo un pensamiento reinaba en su mente, y no lo dejaba en paz.

 

-Uke... ¿se sentirá bien? -se preguntó sonrojado, finalmente rindiéndose y dejándose llevar por su imaginación y por sus sentimientos.

 

 

 
Notas finales:

espero q les guste! grax por leer mis fics y le deseo lo mejor. en especial grax por los comentarios ^^

beshos de miel na no da


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