Eres el amor de mi vidar30;, repetía una y otra vez la canción que sonaba a través de los parlantes de la computadora, esa que no entendí ni siquiera como la podría tener el en su maquina, ya que nunca de los jamases se llevo con la música romántica y mucho menos algo que no tuviera una guitarra eléctrica en su melodía, pero bueno eso me sirvió para cargarlo y burlarme de el, por un tiempo, mientras la noche se iba acabando, y yo recostado junto a el, cubierto con la manta me encontraba, contemplando una película que ni siquiera era justamente la que aparecía en la TV, sino mas bien la que mi mente se hacia, aspirando con todo mi ser, su aroma, y recreando el mejor set, de la película de mi vida, y luego mi imaginación, hacia el casting, de la misma, eligiéndonos como únicos personajes, para contemplar esa escena única, en la cual los dos nos besábamos, apasionadamente, y despertaba de a momentos, por su tenue voz, repitiéndome, r0;viste eso, como lo golpeor1;. Y yo nuevamente asentía con la cabeza, y con una respuesta vagamente expresada, ya que mis ojos estaban mas preocupados en poder tomar una instantánea, de tu maravilloso perfil, bajo la luz de la TV, y tu solo posabas para la misma, ni siquiera percatándose que la película era lo que menos me interesaba en este momento., pero a la hora y media, que me encontraba observándote, me perdí de la realidad completamente y hasta de tu voz, que insistentemente me preguntaba una y otra vez, si me gustaba la peli, hasta que una dulce mano tibia y hermosamente aromática, se deslizaba por mi mejilla, y me despertaba de mi gran sueño para traerme a otro mucho mejor, perdiéndome esta vez en un mar azul de .posibilidades, infinitas, que me traían a tu lado, que me permitía, acercarme hasta las cúspides borrascosas de tus dulces y delicados labios, para lanzarme al vació de la lujuria con todo lo que se encontraba frente a mi, pero tu parecías tan inocente, tratando de hacerme volver a la realidad, y yo con mi siempre perturbada mente trataba de apoderarme de ti por completo, y no dejarte cabida en los pensamientos pudorosos esta noche, para que no reconocieras ni siquiera lo que en ti era lo mas normal del mundo, que fueras tan cuidadoso y tantearas antes de comprender algo completamente tuyo, , quería a toda costa acercarme a tus labios, y con mi mano acercar tu cintura a mi cuerpo, pero la cobardía o el miedo de saber que podía arruinar la situación me dejaron petrificado ante la situación, algo demasiado inusual en mi, pero no entendía nada, acaso me estaría enamorando, de quien no debía, acaso nuevamente me estaría segando ante el amor, latente, que ni siquiera lo se, verdaderamente de sus labios.
-r0;Yukito, no te gustan estas películas nor1;
-r0;si te soy sincero, no es mucho de mi agrado, pero si a ti te gusta, para mi esta bienr1;
-r0;pero, corazón, dime, cual es la que te gusta, y yo ago lo posible por concederte el deseor1;
-r0;mmmmm, no ser30;r1;
-r0;eres un zarpadísimo, pero igual, sabes que te cumpliría, cualquier pedidor1;
-r0;entonces te darás cuenta, que lo que menos tengo son ganas de ver una películar30;.r1;
-r0;parece que hoy día, pensamos bastante parecidor1;
Y acercándose peligrosamente a mis labios, su mano se apodero, del ritmo de mi cabeza, no dejando que pudiera volverme hacia atrás, aunque lo hubiera querido. Pasando por mi mente miles de cosas, que debería decirle, que no debería hacer, que sabia que luego me volvería a arrepentir, por volver a abrir nuevamente las heridas mientras la historia se repetía, tal cual como en el pasado. Pero esos segundos fueron mas rápidos que mi poder de reacción, y que mis habilidosas manos que se encontraban inútiles, ante tal situación, al punto de no saber que hacer, si parar el carro, o seguir a su paso, total que le hace un alfiler mas al globo, si no exploto con el primero, seguramente mi corazón puede soportar uno mas, y uniéndome a su juego, mis manos se apoderaron de su cuerpo, y de esa espalda perfecta tan trabajada, por el deporte, no dejando a su paso, un rincón sin conocer, acariciando, y enredándose, entre sus cabellos, respirando el perfume de su cuello, que me llevaba a viajar, por senderos desconocidos por mi mente, embriagándome con una sola palabra de sus labios, sintiendo la delicada piel de su cuerpo, de su cintura, por donde mis manos se deslizaban, dedo por dedo, explorando cual investigador, cada sendero, sin dejar pista al azar, conociéndote mentalmente, mi cabeza se regocijaba haciéndose una figura mental de tu cuerpo, mientras mis ojos estaban percatados, en los tuyos, o mas bien completando la figura que en tantos años, parecía aun dibujada, y que tu me proporcionabas, esta noche para completar los trazos faltantes. Sintiendo tu peso sobre mi cuerpo, me deje hacer, por tu control, por tu poder, deje que te apoderaras de la situación, cubriéndome con más que tú corrompido, y aun incierto amor, que parecía creer en esta noche como cierto. Y desdibujando de mis pensamientos, cualquier ínfima idea de pudor, fui dejando caer, mi suéter, y mi remera, a manos de tu control, como así, fui poco a poco, dejando a entrever tu fogoso cuerpo, que se iba convirtiendo poco a poco, en mió, mientras tu torso iba quedando desnudo ante mi mirada lujuriosa. Y empujándolo, y dejándolo tendido sobre la cama, tome el control de la situación, quedando sentado sobre su cintura, acercándome nuevamente a su boca, y alejándome en el momento preciso, que el esperaba el encuentro de un beso próximo, dejándote deseando lo que mas querías, atando tus brazos, a mis manos, impidiendo moverte, para luego soltarte, y desesperadamente apoderarte de mi cuerpo, y de mis besos, , terminando por fin de desprendernos, de la poca ropa que nos quedaba. Desnudos uno frente al otro, cubiertos, por la inflamada llama del amor, del calor, que ni siquiera un contingente de bomberos, lograría apagar, sucumbiendo, ante ti, solo el cobertor, cubría lo que debajo de el, era un gozo, de instintos, y acciones guardadas por tanto tiempo, que por fin se hacían realidad, y tu cuerpo, junto con tus movimientos, pronto se apoderaron de mi cuerpo, dejándome tendido sobre la cama, acompañando el vaivén del ritmo, de tu canción, en la cual éramos los actores de el video, que definitivamente no era para un canal de música, en el cual sentía a pleno tu cariño, derramándose dentro de mi cuerpo, bañándome con las gotas de sudor, que caían sobre mi rostro, y terminaban convirtiéndose en un mar de amor mezcladas junto a las mías, que concluían por fin, de conmemorar, en una lagrima, el amor, que sentía por el gran hombre, que no podía quitar de mi mente, y que hoy solo embebido en el alcohol, de la lujuria y de un pensamiento totalmente claro, me dejaba entre ver entre líneas que también sentía mas que una amistad, por mi ser, y quería creer, que tal vez el final, de esta historia tuviera un final feliz, que tal vez no estaba muy cerca de mis manos, y mucho menos de nuestra realidad. Y acurrucándome a tu cuerpo, dejándome muy junto a tu pecho, con tus manos entrelazadas sobre mis espalda, logre quedarme dormido, rogando porque no solo allá sido un desliz mas, de un simple deseo, que a la mañana siguiente, se esfumara, como un cigarro, que llega a su fin, y no hay forma de que la realidad, vuelva a encender, algo que ya no existe. Y que su momento glorioso solo allá pasado en vano.
-r0;Touya, no se si lo quieras escuchar, pero necesito decirte, que te amor1;
Y dejando estas palabras, colgadas en el tiempo, cerré mis ojitos, y me encamine a un sueño, en el cual todos mis deseos inconclusos eran posibles.
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