Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

NO, FORGET SMILE AGAIN (no olvides sonreír una vez más) por Gasper_Van_Garret

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Susurrándome al oído, palabras dulces, de unos labios que parecían haberlas olvidados, mis ojitos, pronto fueron comprendiendo la realidad, en la que caían nuevamente, sintiendo un cuerpo, tibio junto al mió, comprendiendo, que nada de lo que había pasado, era un simple sueño, sino una realidad, consistente, de hermosos hechos, y pistas concluyentes, que me dejaban flotar en el aroma de tu cuello, deslizando mi mejilla sobre tu barba sin rasurara, y tus cabellos enredados, entre mis manos. Rememorando la situación vivida, y tal vez esperando una vaga respuesta de tus labios, que me dejaran satisfecho emocionalmente, frente a mis preguntas, sobre el valor de mi para tu corazón, que parecía no tener palabras a mis frases, ni siquiera absurdas contestaciones, que me permitieran leer entre líneas, aunque solo fuera eso. Pero no, no respondías, aunque tus ojitos estuvieran abiertos de par en par frente a ese gran ventanal, que con la tenues luz del día atravesando las cortinas blancas como la nieve, alumbraban tus hermosos ojos, color del cielo, y tus labios atados uno al otro, no parecían encontrar en el aire una respuesta, que tal vez te ayudara a salir de la confusión en la que te encontrabas, y tal vez no toda fuera tu culpa ya que mi ser, mi corazón, y todo lo que siempre fui frente a tus ojos, sabia que esto iba a pasar, pero me engañe creyendo, que a la mañana siguiente tu sabrías cambiar, sabrías quererme, como nunca lo has hecho, y creer, en un sueño imposible es el peor castigo, de un ser humano, en una palabra, es una simple mentira, que nadie se atreve a desmentir, ni siquiera mi pobre corazón que aun creí ver una luz al fondo del túnel, aun sabiendo que esta siego hace bastante tiempo. Y el nuevamente volvió a engañarme con palabras dulces, y ni un solo me importas, o tal vez te quiero, solo para acostarse una vez mas conmigo, y yo solo lo deje, sabia bien que el iba a repetir la historia, y luego volvería a desaparecer, de mi vida como lo hacia siempre, pero me negaba a despegar mis brazos, de su cuerpo, tibio, no quería separarme de el aun sabiendo que esto no podía durar ni siquiera dos minutos mas, ni siquiera podía ser algo mas que una mentira perfecta. Pero me daba miedo, perderlo, el era todo para mi, y entregaría mi cuerpo sin valor, para el una y otra vez sabiendo, que tal vez el a fuerza de cansancio lograría decirme, mas que absurdas palabras, de mentirosa amistad, que me queman el corazón, una y otra vez. Pero se que me hace daño, que me golpea, y solo lo dejo, y no entiendo porque es tan difícil decirle adiós, porque me cuesta sentir su amor, en otra persona, que ni siquiera pueda sentir cariño, verdadero por alguien mas, porque me convierto en lo que mas odio, en el, en un zombi sin palabras, frente a alguien que de verdad me ama, esperando una oportunidad de su corazón, que nunca me la va a dar, a mas que este desnudo, pidiendo clemencia, por una buena sesión de cariño, que como siempre termina en un asta luego, y hasta que nos volvamos a cruzar, y ya no podía seguir viviendo, ya no puedo seguir pidiendo clemencia, alegando locura frente a un homicida que nunca realice, el no es mas que el único culpable de que mis sentimientos hallan muerto, de que mi corazón sucumbiera ante puñaladas certeras, de palabras filosas que nunca lo alcanzaron, y no tengo porque soportar esto, por mas que no pueda volver a amar, necesito intentarlo, o luego será demasiado tarde para intentar amar, para creer que puedo llegar a hacer feliz a alguien que de verdad me quiera, porque me voy a convertir en el principio de mi odio el cual el espejo, siempre me mostró, y no lo supe reconocer.
No me odio a mi, por no poder ser feliz, ni por haber intentado amar. Sino que lo aborrezco a el, porque sabiendo que jugaba con mis sentimientos, seguía asiéndome sufrir una y otra vez, jugando conmigo, porque sabia que lo amaba, porque tenia pleno control sobre mis acciones, y desaparecía porque tal vez algo de culpa su corazón sentía, y cuando no se acordaba de quien era yo de lo que vagamente me había echo volvía a buscarme haciendo borrón y cuenta nueva, pero ya no mas, no lo va a volver ha hacer, o por lo menos, no conmigo.
Separándome de su cuerpo, con rapidez y en seco, logre sentarme en la cama, observando el cuarto, a mi alrededor, buscando mis prendas de ropa dispersas por el mismo, y parándome fui recogiendo una por una, y colocándomela, sin siquiera recibir respuesta de su muerta boca que aun estando despierto, no producía movimiento, porque sabia que se había equivocado, y esta ves era para siempre. Estas ves no iba a recibir un simple perdón, y sigamos con nuestra vida.
Colocándome el suéter, y tomando mi maletín de arriba de su cómoda, me disponía a salir por la puerta.
-“yuki, ¿Qué haces?”
-“acaso no es obvio, me voy”
-“pero por que, acaso no la pasmos bien”
-“esto, para ti, es pasarla, bien?, ¿contéstame?. Aparecerte una vez cada tres años, llevarme a tu cama, y luego como siempre desaparecer, de mi vida, para quien es pasarla bien?”
-“pero no es así”
-“por favor, touya una vez en la vida, se hombre, por lo menos hazlo por ti, y dime, que esto no lo tenias planeado, que el golpe de anoche, no lo tenias pensado, que la sena, y la casa sola, toda la noche, no fue algo que ya traías pensado de antemano, por favor, tan imbecil me crees”
-“y que querías que hiciera, que te dijera. Que te quiero, que quería que vinieras a casa, y comer contigo, bajo las velas, si tu sabes, que yo no soy así”
-“si ciertamente, se que eres un cobarde, pero lo que no entiendo, es si acaso disfrutas, verme en el estado en que me dejas, cuando te vas, cuando de tu boca no sale una sola palabra de cariño, hacia mi, y no es porque te falte tiempo, porque lo has tenido, para agregarle a tu vocabulario, un simple “te quiero”, pero al parecer te gusta disfrutar, verme destrozado, y no queriendo vivir cuando no estas cerca de mi, abrazándome, cuidándome. Y sabes ya no lo puedo soportar mas, hasta aquí llego mi paciencia, y mi amor por ti”
-“dime por favor, que quieres que haga, que le grite al mundo que me gusta un chico, que todos se burlen de mi, que mi padre no me vuelva a hablar, y que todos en la calle me señalen, ni siquiera quieres eso”
-“pero que estas diciendo, a caso alguna vez te pedí eso, alguna vez te lo susurre, o lo escuchaste de mi boca, lo único que te pedía era un simple te quiero, que me abrazaras, aunque mas no fuera entre cuatro paredes, en lo oscuro de la noche, donde nadie nos viera, que solo mi corazón supiera que me querías, pero eso tu nunca lo vas a entender”
-“perdóname, se que me equivoque, pero no puedo hacerlo de otra manera, porque no me sale, no se como explicarte, que me cuesta decirle te quiero, a alguien, sin lastimarlo, en el intento, es muy difícil para mi”
-“sabes que Touya, no seria difícil para ti, si de verdad me amaras”
-“y acaso, esto no es amarte, hacerte una linda cena, quedarme a tu lado”
-“quedarte a mi lado, por cuanto, tiempo, hasta mañana o acaso me equivoco. Sabes bien, que no estoy hablando de eso, pero, ya llegaste demasiado tarde, mi paciencia se acabo, hoy por fin estoy asqueado de vergüenza, y antes de odiarte de sobremanera prefiero, olvidarte porque sabes que ya no tienes posibilidades de hacerte la victima”.
Saliendo de su cuarto, tras cerrar, la puerta de su cuarto, y caminando por el largo pasillo, que mis lagrimas iban dejando tras de mi, bajando por las escaleras, en forma de caracol, que parecían atarme mas a ese lugar en el cual conocí, lo que se llamaba “amor”, y que ahora me hacia odiarme por eso, caminando por el gran comedor, deslizando mi mano, por el piano negro en el cual una vez el me enseño, lo tibias de su manos al posarlas sobre las mías, y componer la gran melodía, que me izo amarlo mas que nunca. Esa foto de el en la pared junto a todos los chicos del equipo, y yo abrazado, a su lado como siempre, sin poder separarme de su lado, todo en esa casa, era el personificado en alguna situación, y me hacia mucho mas daño, saber que no iba a volver a verlo nunca mas, y tomando entre mi mano, la perilla de la puerta que da hacia la calle, la gire abriéndola, mientras notaba, la nieve acumulada en las veredas, que aun no dejaba de caer del inmenso cielo, gris, y amarrando bien mi bufanda, nuevamente a mi cuello, emprendí por dar el primer paso, fuera de ese lugar que tanto daño me había provocado últimamente.
-“Angelito, por favor no te vallas”
-“y acaso ay alguna razón, por la cual deba hacer caso a tus palabras”
-“es que yo…., te……”
-“por favor, no hagas que siga creyendo en algo, que ni siquiera tu puedes pronunciar, porque tu simplemente no lo sientes”
Y serrando la puerta, empecé a caminar solo bajo la nieve, que me golpeaba y me acompañaba, mientras su rostro desaparecía por la ventanilla de su comedor, por donde me observaba por ultima ves cubierto con la misma colcha que estuvimos momento antes, cubiertos los dos juntos, y girando mi cabeza, solamente seguí caminando muy torpemente, entre la nieve acumulada, abrazándome a mi mismo, para no sentir el frió que me envolvía, pero que mas daba, si ya no tenia ni siquiera intenciones, por las cuales seguir un día mas, el hombre de mi vida, estaba quedando unos pasos atrás, y para siempre, porque no habían intenciones de parte de ninguno de los dos de volver, yo ya por dolor, y el por miedo a poder volver a caminar sin sentir el peso de la sociedad sobre sus hombros juzgando cada una de sus acciones, y en cierto modo entendía su miedo, porque yo lo viví hasta que conocí a la persona que mas amaba, en mi vida y las demás personas dejaron de existir para mi, como así los prejuicios y todo lo que me pudiera llegar a dañar, ya que por fin había encontrado a quien amar, lo había encontrado a el, a mi Touya. Pero eso quiere decir, que el entonces no me ama, ya que no tiene razones por las cuales gritarle al mundo lo que se pierden por no saber amar.
Llegue a casa, saludando la gran tranquilidad que se apreciaba en el aire, sintiéndome mas solo que nunca, en una gran casa que solo me traía recuerdos de el, de quien aun deseaba tanto a mi lado, no podía hacerme la idea de que tenia que olvidarlo, desaparecerlo de mi corazón como de mi mente, para que por fin mi dolor se apagara para siempre como así la imagen que tenia grabada a fuego de su rostro en mis recuerdos.
Me hacia tanto mal estar nuevamente solo, sabiendo que me merecía todo lo que me sucedía, por ser tan estupidamente siego, frente a la eterna verdad, que inminentemente, me golpeo la cara, y logro que mis ideas fluyeran como deberían haberlo echo toda su vida. Y decidido a todo, tome mi maleta, la cual aun no había desarmado porque no había tenido tiempo, o porque sabía de antemano lo que sucedería, y llamando a mis compañeros de cuarto en la universidad, donde estudiaba en el extranjero, les deje un mensaje avisándoles que volvía nuevamente allí. Y subiendo la maleta al auto, decidí alejarme de ese lugar, rompiendo por fin con lo que me ataba a este lugar, y poniendo por fin en venta esta casa, en la que cree mis primeros recuerdos junto a la familia Kinomoto, y ahora iba a ser el hogar de alguien que tal vez pudiera darle un tono mas de alegría a la aislada soledad que siempre había percibido la misma.
Luego de hablar con las personas que se iban a encargar de vender la casa, con todo lo que en su interior había, subí al auto, sin antes respirar hondamente el olor de mi ciudad, y tomando entre mis manos el volante y pisando el acelerador, emprendí camino lo mas rápido posible de allí, ya hoy no había marcha atrás, ya definitivamente no tenia un lugar al cual llamar hogar, al cual sentirme aferrado, no tenia a nadie que me pudiera necesitar, y ningún lugar donde me buscaran, por fin tenia que empezar a hacer una vida, de verdad a crear mi propia familia, y encontrar un lugar en el mundo al cual llamarle hogar. Pasando por ultima vez frente a su casa, baje la velocidad del auto, y no podía creer, que por fin estuviera abandonándolo, que ya no podría volver a abrazarlo nunca mas, que su perfume se extinguirá dentro de poco, y no podré recordarlo, ni siquiera su sonrisa quedara en mi mente, y su imagen que desaparecerá olvidada en el tiempo, junto a la lagrima que por ultima vez dejaba escapar rozando mi mejilla, por el, ya sus fotos habían quedado en casa, en la casa que desaparece de mi vida, y el muy lejos de mis recuerdos, muy lejos de mi sufrimiento, como para poder creer que alguna ves, pudimos ser felices juntos.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).