Capitulo 15: entre conversaciones, y un hasta siempre.
—De contaros no os voy a contar nada ms —aclar Xinef a los que seguan en aquella habitacin—. Estos dos ya os han contado demasiado... y os voy a tener que borrar la memoria a todos cuando os haga volver... —admiti la rubia.
Ted mir a las guardianas tristemente.
Xinef lo mir fijamente sin poder evitar sentirse culpable.
—Ted, creo que tendras que aprovechar y pasar un da con tu padre. Maana por la noche os enviare a vuestro tiempo... lo siento mucho —se disculp Xinef con cara culpable mirando a Ted, el castao neg con la cabeza.
—No pasa nada yo... —mir fijamente a James hacindole una pregunta muda, James asinti, y entonces Ted sali de la habitacin.
Scorpius vio la cara de todos y entonces call en algo.
—Oye, como te convertiste en guardiana si eres mi hermana?
Xinef lo mir sorprendida y suspir.
—Digamos que fue casualidad, cuando tenia seis aos estuve mirando libros en la biblioteca y encontr escondido en un rincn el libro lo abr y Pum me convert en guardiana... Kinawi lo es desde hace siglos, porque ella lo decidi. Yo no... yo, digamos que soy provisional. No quiero vivir para siempre, solo quiero tener una vida normal.
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—Harry!... ha — gimi Draco sintiendo como aquella carne dura entraba hasta el fondo de su cuerpo, sintiendo tanto dolor como placer. Su cuerpo arda no poda sentir nada mas que no fuera al moreno encima suyo, a Harry besndolo y entrando en l pausadamente para intentar acostumbrarlo...
—Ms... ms... rpido... mmm —jade Draco queriendo ms.
Harry no se hizo de rogar empez con un vaivn ms rpido y decidido, intentado dar en aquel sitio que haca que Draco gimiera como un loco.
Los gemidos de ambos fueron subiendo de tono hasta convertirse en puros gritos de placer sin retorno.
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Remus Lupin permaneca sentado en frente del escritorio de la biblioteca Black revisando unos papeles de la orden, hasta que escuch la puerta abrirse y capt el olor del chico que sera su hijo en un futuro.
Dos cabezas castaas se miraron la una a la otra y el menor, un poco asustado, decidi entrar del todo y cerr la puerta tranquilamente.
Remus vea cada movimiento del chico sin perderse ni un detalle.
—Yo nosotros volvemos maana por la noche a nuestro tiempo —anunci el chico sentando enfrente de Remus, este lo mir un poco sorprendido.
—Crea que os quedabais un mes...
—Han pasado cosas que nos obliga a volver... y yo me preguntaba si te gustara pasar el da conmigo maana antes de que yo vuelva a mi tiempo.
—Claro que quiero Ted —dijo rpidamente Remus levantndose de la silla y acercndose a su futuro hijo y abrazndolo, este se qued petrificado al principio, pero al final, sin poder evitar ponerse a llorar, lo abraz desesperadamente... pensando en que nunca ms podra ver a su padre de nuevo.
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—A sido wau —fue lo nico que pudo decir Draco cuando por fin pudo calmar su respiracin.
—S... yo... te he echo dao? —pregunt preocupado Harry levantando medio cuerpo y mirndolo preocupado.
—Estoy bien, al principio ha dolido, pero luego ha estado muy bien —asegur el ojiplata an sudado y con rastros del delito en todo el cuerpo, igual que el ojiverde.
Harry sonri contento y acerco sus labios a los del rubio.
—Te quiero Draco.
Draco sonri.
—Yo tambin a ti Harry.
Creo que esto es un adis... o un hasta pronto.
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La maana siguiente fue un poco tensa en el desayuno... ya todos saban que los del futuro se iran a su tiempo ese mismo da en la noche y encima Harry an no haba aparecido por ningn lado... cosa que tena preocupado a ms de uno.
Hasta que justamente el Harry Potter de este tiempo apareci por la puerta del comedor haciendo que Sirius Black fuera corriendo a abrazarlo preocupado.
—Se puede saber donde te habas metido? No tienes ni idea de lo preocupado que estaba por ti —le reclam preocupado el pelinegro a su ahijado.
—Lo siento Sirius yo… tuve que ir a arreglar una cosa —se disculp Harry un poco rojo al pensar en como haba “arreglado” aquella cosa.
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—Ted, ests listo? —pregunt Remus Lupin entrando a la habitacin de su futuro hijo... encontrndose una escena un poco comprometedora entre l y James Potter.
Ted y James se besaban tumbados en la cama tranquilamente, sin hacer nada ms, una escena bastante tierna si te la miras por otro lado.
Ted se separo de James al or la voz de su padre y disculpndose con su pareja con un piquito cogi una chaqueta y se la puso, saliendo de aquella habitacin con su padre.
—Parece que ya as encontrado tu pareja predestinada —le felicit Remus, Ted asinti orgulloso.
—S... hace medio ao que estamos juntos ya... —Remus sonri feliz por ello.
—Dnde te gustara ir? —pregunt el castao mayor.
—No s... Hay algn sitio donde te gusta ir? —pregunt esta vez el hijo.
Remus pens un rato hasta que por fin se le ocurri algo.
—Creo que s, pero tenemos que aparecernos... —dijo cerrando la puerta de Grimmauld Pleace N:12, abraz a su hijo y los dos aparecieron enfrente de la casa de los gritos, dejando a Ted un poco sorprendido.
—Esta casa tiene muchos recuerdos tanto buenos como malos para m —le cont Remus—. Nunca te han dicho nada de mi infancia, ni si quiera Harry? —pregunt extraado el castao.
Ted se sonrojo.
—No es eso, es que yo no quera saberlo... senta que si me lo contaban me pondra ms triste.
Remus lo mir tristemente pensando que a lo mejor no haba sido tan buena idea llevarlo all entonces.
—Entonces... si no quieres.
—No! Yo s que quiero que “t” me lo cuentes —se apresur a decir Ted.
Remus sonri y le sealo para que entrara dentro.
Ted pudo visualizar una casa bastante grande pero toda destrozada y destartalada que se mova de un lado a otro.
Sigui a su padre que suba las escaleras asta el primer piso y entraron dentro de una habitacin que contena una cama vieja y destrozada en trozos, un piano sin una pata y todo destartalado, unos sofs con chimeneas tambin destrozados.
—Aqu pasaba mis transformaciones cuando iba a Hogwarts...—le explic Remus.
Ted lo mir con horror.
—T, solo aqu?
—Al principio s... no lo pasaba muy bien, la verdad —admiti Remus acariciando el lomo de uno de los sofs con nostalgia—. Pero cuando estoy dentro de este sitio es como un refugio que me protege de todo... siento que aqu puedo estar seguro y a veces vuelvo cuando me siento sin fuerzas, desde que era pequeo tuve la idea de convertir esta casa en una nueva y arreglarlo todo para vivir aqu...por lo que a veis contado del futuro creo que no lo lograr...
Ted lo escuchaba hipnotizado.
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—Oye hermana... Por qu tenemos que volver antes que t? —se quej Evan cruzndose de brazos, Xinef buf.
—Porque s, adems, esta noche estar en casa as que no os pongis pesados... pasado maana es la boda de Lily y nos necesitara all —les record su hermana acaricindoles la frente suavemente.
Kinawi los miraba divertida sin poder evitar negar con la cabeza...si que se parecan esos hermanos.
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—Remus y Ted se retrasan... —se quej Harry del futuro sentado en el sof del saln con sus hijos y su marido all... ya era hora de volver.
—Tranquilo Harry no te alteres —le dijo Draco acaricindole el abultado vientre.
Albus y Scorpius estaban sentados aparte cuchicheando entre ellos y James permaneca mirando impasiblemente la chimenea.
Kinawi y Xinef hablaban sentados en el sof de enfrente.
La puerta del saln se abri revelando a Ted y Remus Lupin que se rean de algo que acababa de decir Ted.
James dirigi su mirada enseguida hacia su pareja tranquilizndose al ver su felicidad.
—Creo que ya es la hora no? —pregunt Ted al ver como las guardianas se levantaban.
Estas asintieron, antes de que Ted se fuera direccin a los dems Remus lo cogi en un fuerte abrazo siendo correspondido por su hijo.
—Cudate hijo... —le susurr a la oreja, Ted sinti un calorcito en el corazn al escuchar aquel nombre por primera y ultima vez de su padre.
Remus miro a Harry y le gui un ojo, Harry sonri y se lo devolvi... pero entonces la mirada de Remus fue directa hacia James.
—Cudalo mucho, te lo encargo —James enrojeci pero asinti cogiendo la mano de su pareja.
—Bien, poneros todos juntos tocando a Albus... —les mando Kinawi.
La gente del futuro hicieron lo que las guardianas les pidieron.
Lo ltimo que vio Remus, fueron los ojos de su hijo mirndolo.
“Siento como mi alma sufre por dentro pero me contengo y pongo la cara de felicidad que s que quieren ver... porque me quieren, porque, por mucho que quiera negarlo, el da ms feliz de mi vida fue cuando pude conocer realmente a mi padre... y entonces vuelvo con mi familia a mi tiempo... con una idea en mente.”
Fin
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