-Huele raro aquí-dijo Filch olfateando el aire de la habitación.
Harry y Draco guardaron la respiración.
- Se lo he dicho a Sinistra mil veces, debe cerrar esta puerta o esos malditos mocosos vendrán aquí, ¡ah!, pero se cree superior por ser una bruja, vamos Dama Norris - dijo Filch mientras se encaminaba a la puerta, Draco y Harry suspiraron de alivio, pero solo fue un momento antes de escucharle ponerle cerrojo a la puerta.
Draco y Harry suspiraron a la vez y salieron del armario en silencio, cuando estuvieron fuera se miraron provocando se sonrojaron.
-Creo que mejor nos vamos ¿no?-preguntó Harry intentando no cruzar los ojos con Draco.
- Creo que es lo mejor - dijo Draco también evitando verle, pero al tratar de abrir la puerta le entró el miedo - Potter... - le llamó inseguro
- ¿Qué pasa Dra...Malfoy? - se corrigió rápidamente el moreno.
- No puedo abrir la puerta - le dijo volteándolo a ver.
- Eso es ridículo, simplemente gira la perilla - le dijo Harry mientras se encaminaba hacia donde la puerta.
-¿Qué te crees que intento?-le respondió Draco girándola.
-A ver (es del verbo mirar) espera...Alohomora...-nada, la puerta no se habría.
-Bien...¿se puede saber porque no se puede abrir la maldita puerta?-dijo Malfoy dándole una patada con la pierna.
-Cálmate, no nos pongamos nerviosos.
- No estoy nervioso Potter, los Malfoy nunca nos ponemos nerviosos – exclamó con superioridad el rubio.
-Oh, pero si están sucios, desaliñados, llenos de polvo y telarañas - dijo riendo Harry al notar el aspecto del rubio.
- ¿De qué hablas Potter? - preguntó el rubio extrañado, es muy bien sabido que un Malfoy es impecable en todo.
- Mírate - dijo aún riendo, Draco se observo y frunció el ceño, era verdad.
- Mira quien fue a hablar - le regreso el rubio, Harry estaba en las mismas condiciones si no es que peor, su pelo estaba cubierto de telarañas y su ropa estaba puesta al revés.
Harry rió al verse también en ese estado y Draco lo imitó los dos estaban para que les hicieran una foto.
-Bien ahora el problema es saber cómo demonios salimos de aquí.- habló Malfoy mirando en dirección a la puerta.
Harry miró a todos lados cuando notó en la puerta que dirigía al balcón… entonces se le ocurrió una idea.
-Malfoy, ven creo que tengo una idea.- Draco al escucharle levantó una ceja extrañado pero lo siguió, los dos salieron y Harry hizo un hechizo.
-Accio Saeta de fuego.-de unos minutos vieron como la escoba de Harry se acercaba.
-Buena idea-le felicitó Malfoy, Harry se subió a la escoba y le dio la mano a Malfoy para que subiera, cosa que Draco hizo enseguida.
- Cógete fuerte Draco - le gritó Harry en cuanto salió volando.
- ¡Potter! - gritó Draco al sentir el tirón cuando Harry emprendió el vuelo, lo único que pudo hacer fue abrazarlo más fuerte
- ¿Qué te pasa Malfoy? - le dijo Harry al rubio tras de él, se veía adorable, su rostro estaba sonrosado y su cabello volaba libremente, ahora sin rastros de esa gomina - acaso tienes miedo de volar - pico un poco sonriéndole.
- Ni en sueños Potter, esto no es nada - le dijo regresándole la sonrisa, no le importo si les veían, lo único que existía para él era Harry.
***
-Ted, aquellos que están volando en escoba fuera del castillo ¿son mi padre y Draco del pasado?-preguntó un James sorprendido mirando por la ventana.
Ted al oír a su pareja preguntar aquello se asomó por la ventana de su cuarto y abrió mucho los ojos.
-Creo que sí.
***
En la clase de Defensa contra las artes oscuras, estaba vacía…
- Ahh...joder - gritaba la versión mayor de Draco sobre su esposo. l
- ¡Draco! Ya no puedo - le dijo apenas Harry, esto era una tortura exquisita.
- Ni yo amor - dijo terminando también dentro de él, iba a besarlo cuando un ruido cerca de la ventana los interrumpió.
- ¿Qué fue eso? - preguntó Harry a Draco ya que él estaba debajo del rubio y no podía ver nada.
- Deja veo - dijo Draco dirigiéndose hacia la ventana aún desnudo, al llegar abrió la ventana para poder ver mejor.
- ¡Ya! - el grito llego desde abajo de la ventana, el Draco del futuro estaba a punto de asomarse para ver de dónde provenía ese grito pero fue a caer de culo al suelo al pasar algo frente a él.
- Draco amor, ¿estás bien? - preguntó Harry preocupado por su novio.
- Sí, pero creo que he visto algo raro - dijo este pensativo, en su mente estaban dos jóvenes, aunque no había alcanzado a verle las caras, sus cabellos eran inconfundibles.
-Nada, no te preocupes-le respondió acercándose a él y dándole un devastador beso a su marido.
Cuando los dos se sintieron completamente saciados se separaron y se vistieron, tenían que irse a su habitación y ducharse.
-Creo que de momento es mejor no volver a hacer esta clase de cosas aquí o en cualquier sitio que no sea la cama no sé si será bueno para el bebé.-le dijo Harry a Draco agarrándolo de la mano. (“bebe” es del verbo “beber” y “bebé” es el pequeño)
-Quizás tengas razón, bueno, mañana iremos a la enfermería para que Madame Pomfrey te revise.-cuando termino de hablar cogió a Harry de los hombros y le dio un apretón.
***
- ¿Aún estas seguro de que no es nada Draco? - le preguntó Harry agitado.
- ¿Estás loco? - preguntó escéptico a Harry -, estamos solo iniciando - respondió sonriente, nunca se había sentido tan vivo antes.
- Entonces adelante - dijo Harry emprendiendo nuevamente el vuelo, esta vez dirigiéndose hacia el lago - sujétate Draco.
- Vamos - le dijo sonriente, hacía rato que dejaban de lado los apellidos sin darse cuenta.
Estaban sobre el lago, el paisaje era hermoso, el sol ocultándose tras las montañas, sus últimos rayos rociaban sobre el lago dando una imagen atería. Estuvieron sólo observando la imagen que se mostraba ante ello hasta que faltaban solo unos minutos para anochecer.
- Será mejor irnos - le dijo Harry a Draco, aunque la verdad es que ninguno quería dejar ese lugar, se sentía tan en paz estar así, el uno con el otro sin odio ni insultos de por medio.
- Tienes razón - le dijo medio triste el rubio.
- Pero antes - Harry le sonrió a Draco antes de dirigir su escoba hacia el lago, Draco se abrazo fuertemente a él, más por la sorpresa que nada.
- ¿Pero qué haces? - le cuestionó el rubio al moreno un poco desconcertado.
- Disfrútalo - le contestó Harry, sus pies tocaban el lago, los últimos rayos bañaban la superficie convirtiéndola a un color dorado, las estrellas sobre ellos comenzaban a aparecer anunciando su regreso al castillo...
***
-James sabes que te quiero ¿verdad?-le dijo Ted a James los dos estaban tumbados en la cama desnudos y sudados.
James miró a Ted a la cara y le asintió.
-¿Qué pasa Ted?-le preguntó preocupado.
-James...Cuando conozca a mi padre quiero que estés a mi lado, no quiero que me dejes solo, tengo mucho miedo James.-le confesó, Ted abrazó a James estrechamente.
-Pues claro que estaré contigo Ted, siempre y no olvides que yo te protejo también.
Mientras tanto Grimmauld place...
- Sirius, deja ya de quejarte por Merlín, Harry estará bien - le decía por milésima vez Remus a su amigo.
- Pero Remus, no me ha escrito y me prometió hacerlo - le dijo este haciendo un puchero mientras se sentaba en el sillón frente al licántropo.
- A ver, Sirius, ¿te has parado a pensar que debe de estar preocupado porque te descubran? - le preguntó a su amigo.
- Pero tampoco te ha escrito a ti - le contraatacó Sirius.
- Bueno, ha de estar ocupado -dijo Remus, aunque era verdad, a ninguno de ellos le había escrito, tal vez debería hacerle una visita muy pronto, pero sin que se enterara cierto perro, pensó ante la posibilidad de que el animago quisiera acompañarlo
- ¿En qué piensas? - le preguntó Sirius al ver a Remus muy pensativo.
- En nada Sirius, en nada - dijo sonriente a su amigo.
Los dos callaron al sentir la chimenea abrirse, eso significaba que alguien quería entrar, los dos se pusieron a cada lado y prepararon las varitas.
Entonces de las llamas apareció un hombre moreno con capa negra y mirada seria.
-Snape, ¿qué haces aquí?.
- Snivellus que gusto verte por acá, a que debemos el… ¿honor de tu visita? - le dijo un sarcástico Sirius Black.
- Pulgoso - espetó este con desprecio - no he venido a verte a ti, sino a Lupin - dijo mirándole significativamente.
- ¿Y qué tienes que tratar con Remus? - preguntó con desconfianza, después de todo él los quería entregar a los dementores hacia no tiempo.
-Veréis ha habido un...digamos problema en Hogwarts, que aunque me cueste creerlo es verdad, y un poco sí que te afecta pulgoso.
Sirius iba a replicar cuando Remus le impidió que lo hiciera.
-¿Que pasa Severus?-le preguntó Remus.
-Pues veréis, resulta que hace dos días hubo un hechizo de viaje al pasado y en el llegaron las guardianas del tiempo y los hijos de Potter y Malfoy más tu futuro hijo Lupin.
-¿¡Qué!? - gritó Sirius- es un malísimo chiste, Quejicus
- No es ninguna broma, perro sarnoso - le contestó, comenzando así las miradas con odio.
- ¿Tengo un hijo? - preguntó Remus en estado de shock llamando la atención de los otros dos - ¿un hijo? - su cara estaba pálida, el no quería esto, él sabía que si llegaba tener un hijo seria como él y no quería eso.
-Y no es todo, resulta que pasó algo y también han venido Potter y Malfoy del futuro para buscar a sus hijos y bueno digamos que…están casados.
-¡Sirius¡ ¿estás bien?-preguntó un preocupado Remus a un Sirius desmayado en el suelo.
-Remus - murmuró Sirius después de un rato de estar inconsciente, Severus hacía rato que se había ido, no sin antes decirle que el director lo esperaba en su despacho en cuanto se desocupara - soñé que Harry se había casado con Malfoy y tenían hijos, uff, que bueno que fue solo un sueño
- En realidad Sirius, no fue un sueño -dijo inseguro Remus, aún estaba sorprendido por lo que le había dicho Snape
-¿Pero qué estaba pensando mi ahijado cuando pensó en casarse con ese?-habló Sirius levantándose y preparándose.
-¿Se puede saber que haces?-le preguntó Remus deteniéndolo.
-A matar a mi ahijado.-dijo antes de desaparecer por la red flu.
-Dios, la que se va a liar...Despacho de Albus Dumbledore, Hogwarts.- dijo antes de desaparecer.
- Buenas noches - dijo un sonriente Albus a Sirius en cuanto salió de la chimenea.
- Albus, dime que no es verdad, por favor - le suplicó Sirius al director - dime que Harry no se casó con Malfoy.
- Harry no se casó con Malfoy, se casara con él, en el futuro - le aclaró sonriente el director -. Buenas noches, Lupin - le dijo a la figura que acababa de aparecer en la chimenea.
- Director - le saludó Lupin dirigiéndose hacia Sirius, no vaya a ser que cometa una locura.
-Sirius intenta tranquilizarte, primero es mejor que sepamos como ocurrió esto.-le intentaba calmar Remus.
-Bien ¿cómo mierda a pasado esto?-preguntó de forma brusca.
-Veréis en realidad es que los hijos de Harry y el hijo de Malfoy llegaron del futuro junto con otro chico mayor, que decía que habían encontrado una foto y que ahí había una carta donde les decían que para viajar al pasado necesitaban leer un libro y se ve que lo leyeron y de ahí aparecieron las guardianas del tiempo que los trajeron aquí, y respecto a los padres del futuro digamos que vinieron por algún fallo que hubo en el hechizo y por lo que se están casados y esperando un hijo conjunto.
- ¿Qué? - gritó Sirius (¬¬ demasiados gritos, me kedare sorda) - ¿cómo que están esperando un hijo, ambos son hombres que yo sepa - dijo un poco alterado y confundido.
- ¿Director? - preguntó Remus inseguro de haberle escuchado bien.
- Mañana lo podrán comprobar, y será mejor que ellos les expliquen todo - les dijo Dumbledore a ambos.
Sirius no quería irse pero no tenía más remedio
-Bien, mañana estaremos aquí Director.
Cuando ambos se iban a ir por la red flu alguien entro de golpe en despacho y todos se quedaron petrificados con Remus intentando esconder corriendo a Sirius pero no le dio tiempo porque la persona que había abierto la puerta le vio. Pero no parecía muy sorprendida cambio de dirección y se dirigió a Dumbledor.
-¿Señor me podría dar más caramelos de limón?-pregunto una Lily avergonzada.
El Director sonrió y le acercó el cuenco de caramelos para que tomara los que quisiera, cuando Lily ya estuvo satisfecha con los bolsillos llenos se fijó en los dos hombre que había en el despacho y se acerco a uno de ellos.
-Te pareces mucho a Ted.-le hablo Lily cerca de él.
-Ya se, eres ¿Remus Lupin?.-preguntó entusiasmada.
Remus asintió un poco cohibido.
-¡Yey! que bien ya verás cuando le diga a Ted que he visto a su papá.-dijo contenta.
- ¿Quién eres? - le preguntó esta vez Remus a la pequeña.
- Oh, perdona, siempre se me olvida - dijo sonriente - mi nombre es Lily Potter, mucho gusto.
- ¿Potter? ¿Lily? - preguntó Sirius - ¿quién es tu padre?
- Oh, pero que pregunta, Harry Potter, oh mira la hora, me tengo que ir, fue un gusto conocerte, Ted se emocionará al ver que has venido - se despidió.
-¿Es hija de Harry? se parece mucho a su abuela.-dijo un sorprendido Sirius.
Remus estaba mudo, él tenía un hijo, no podía créelo y esa niña no, no podía esperar hasta mañana
***
- Estoy aburrido - dijo Albus a su hermano el cual estaba recostado sobre Ted.
- Tu siempre estas aburrido Al - le contestó James - deberías de hacer tus deberes - le regaño.
- No quiero, Scorp me dijo que me ayudaría cuando terminara - le mando una sonrisa a su novio.
- No lo dije - contesto este, Albus frunció el ceño - yo te dije que te explicaría lo que no entendieras, lo cual no es mucho.
- jejeje, lo que pasa es que es igual a Harry - dijo Ted riéndose de la actitud de Albus, todos lo miraron extrañado - verán, alguna vez Hermione me contó que tenía que obligar a Ron y a Harry a hacer la tarea, jeje y ahora que estamos en el pasado me he dado cuenta de que es verdad, lo que quiero decir es que Albus y mi padrino se parecen mucho, ¿acaso no los han visto comer? rió
- Es verdad - le apoyaron Scorpius y James, estaban riendo tranquilamente cuando la puerta se abrió dejando pasar a una pequeña pelirroja
- Ted, a que no adivinaras a quien acabo de ver - le gritó Lily mientras se aventaba sobre James aplastando en el proceso al pobre de Ted.
-Ah...Lily ten cuidado-se quejó Ted.
-Ted, acabo de ver a Remus Lupin, a tu papá se parece mucho a ti, estaba al lado de otro hombre moreno estaban los dos con caras raras jejeje.
-Ted al sentir lo de su padre se levanto bruscamente y cogió a Lily de los hombros.
-¿Donde lo viste?
-En el despacho del director.
Cuando escuchó eso, salió corriendo por la puerta al ver como el salía de la puerta corriendo los demás lo siguieron.
Ted había corrido lo más rápido que pudo, su padre se encontraba a pocos metros de distancia...
- Ted - se escuchó que le llamaban, pero no volteó ni aminoro su carrera, lo único que le importaba en esos momentos era llegar al despacho del director
- Caramelo de limón - le dijo a la gárgola, segundos después se encontraba abriendo la puerta, su respiración se encontraba irregular con la carrera.
- Pase - dijo la voz del director - oh, Ted, muchacho, tu padre ya se ha marchado pero regresaran mañana en la tarde - Ted se entristeció al escuchar esto, pero sonrió al escuchar que lo vería en la tarde, los demás también lo escucharon y sonrieron.
Los chicos estaban por irse cuando de golpe vieron que la chimenea ardía en color verde y alguien aparecía por ella.
-Perdón, Albus se me olvido decirte que...-Remus Lupin se cayó de golpe al ver a los niños que había ahí sobre todo al sentir un olor parecido al suyo en el mayor de ellos.
- Eh.... hola – atinó a decir Remus a los extraños.
- ¿Qué deseas, Remus? - preguntó el director.
- ¿Papá? - pregunto Ted al hombre frente a él.
- ¿Papá? - repitió Remus escéptico, ¿ese era su hijo?; ha decir verdad si se parecían un poco.
- Hola, de nuevo - saludó Lily a Remus, este sólo asintió concentrándose en su hijo.
Ted se acercó corriendo a Remus y se le echó encima, Remus lo cogió y sintió como ese chico lo abrazaba fuerte y se ponía a llorar fuerte.
CONTINUARA…