Capítulo 3: Nocturno
(Narra Draco)
¡¿Quiénes son?! ¡¿Por qué actúan así con él?! ¡¿De dónde han salido los gemelos?! ¡¿Y el crío?!
-¿Draco, te pasa algo?- me dice Blaise.- Está a punto de salirte humo por las orejas.
-No es nada- respondo. Lombottom, Weasley y Granger se acercan a nuestra mesa.
-Hola- saluda Granger.- Pansy, siento mucho haber llegado tarde, se nos alargó el ensayo y ya que habéis empezado a comer, ¿te importa si lo dejamos para la tarde?
-Para nada, no te preocupes.
-Vale, que os aproveche- sonríe y se va con los otros dos.
Mi mirada vuelve a fijarse en la mesa de Potter que le da de comer al chico bajito con una sonrisa de oreja a oreja. Uno de los gemelos vuelve a la mesa con un plato de carne y patatas, Potter se fija en el plato y pregunta algo, el gemelo asiente y le da un trozo para probar. El niño también quiere probar y le dan un trozo pero parece no gustarle y pone cara de desagrado, ellos se ríen. El segundo gemelo vuelve también a la mesa con algo de pasta, les da a probar a los tres y enseguida se levanta el niño a por más, vuelve con tres platos de pasta en las manos haciendo gala de un equilibrio sorprendente. Me fijo en el escalón que tiene delante esperando que se tropiece y se le caigan los platos. Para mi alegría y sorpresa, se tropieza con el escalón pero enseguida me doy cuenta de que habría sido mejor para mi vista que no hubiera pasado. Los gemelos se levantan rápidamente y cogen los platos mientras Potter coge al chico antes de que se caiga y lo abraza. Le pregunta algo y el niño asiente, él sonríe aliviado y le acaricia el pelo con ternura, vuelven a sentarse en la mesa. Cuando cogen el postre el niño empieza a pedir la fresa de la tartita de Potter, él hace como que se la va a dar y se la come, el niño se enfurruña pero él sonríe le da la vuelta al tenedor y la fresa aparece de nuevo en él. ¿Cómo lo ha hecho? Se la da al chico y él se le abraza, ¡esto es insoportable!
-¡DRACO!
-¿Eh?
-Que si nos vamos- me dice Theo.
-Sí, vamos- los cuatro nos levantamos y salimos del comedor. En el ascensor se encaran todos.
-¿Qué te ha pasado?
-¿Dónde estabas?
-Te he tenido que gritar para que me hicieras caso ¿te parece normal?
-Lo siento, no me daba cuenta. No sé qué me ha pasado, me que quedado enganchado.
-No si ya, se te ha colapsado el cerebro y se te estaba recalentando, estabas fulminando con la mirada la mesa de Potter, los hermanos de Ron y el chico- me dice Blaise.
-¿Hermanos de Ron? ¿Son los hermanos de Weasley?- pregunta Pan.
-Sí, los gemelos mayores, luego tiene otros tres aún más mayores y una hermana pequeña.
-Ah, interesante, familia numerosa ¿entonces?
-Sí.
Las cinco y veinticinco, me pregunto si será puntual. Respondiendo a mi pregunta la puerta del ascensor se abre dejándolo salir. Se acerca con una sonrisa dulce y un paso demasiado lento para mí pero que me permite apreciar todos sus detalles. Esta vez su cuerpo de dios heleno viste unos pantalones de mezclilla negros y algo anchos y una camisa blanca con los botones de arriba abiertos.
-Hola, siento no haber comido contigo, tenía otro compromiso.
-Ya me he dado cuenta- respondo sin darme cuenta de mi tono.
-¿Estás enfadado? Ya te he dicho que lo siento, no es culpa mía que no seas el único que me invite a comer, no eres el único en mi vida ¿sabes?- suelta a la defensiva.
-Lo siento, estoy un poco irritable. Por alguna razón me he puesto nervioso al ver que no llegabas al comedor, perdóname, no quería descargarme contigo.
-No importa, ¿te apetece dar una vuelta por la playa? Todavía no he tenido tiempo de verla desde abajo- se ríe.
-Vale, yo también tengo ganas.
Nos dirigimos a la salida cuando alguien lo llama a grito pelado, se da la vuelta con cara de susto y suspira cansado al ver quién lo llama: una niñata pelirroja y con pintas de puta.
-¡Harry!
-¿Qué quieres Ginny?- no pasa desapercibido al tono de asco que le pone.
-Pues ir a dar una vuelta contigo, por algo eres mi futuro marido.
-Sigue soñando.
-¿Qué has dicho?
-¡Harry!- ¿Y ahora quién más? ¿Eh? Si parece alegrarse de que la otra tía haga casi lo mismo que la anterior.
-¡Cho! ¡Qué alegría verte! Mira, te presento a una amiga, esta es Ginny Weasley, Ginny te presento a Cho, la otra presentadora, es encantadora, dile cuando nos casamos.
-¿Cómo? ¿Que te casas?
-Que te lo cuente ella- me coge de la mano mientras empiezan a discutir y dice.- Salgamos de aquí cuanto antes.
Salimos corriendo de allí, riéndonos por lo bajo, en dirección a la playa, al llegar vemos a un grupo que se está dando un baño, entre ellos los dos que casi le arrancan los brazos anoche. Lo miro y el niega, volvemos al hotel y decidimos sentarnos en la terraza del bar a tomar algo y hablar con tranquilidad.
-¿Cómo es que habéis tardado tanto en ir a comer?
-Hemos tenido un ensayo intensivo y se nos ha pasado el tiempo volando, entre que volvíamos a las habitaciones, nos duchábamos y nos cambiábamos, nos hemos retrasado, ¿hemos llamado mucho la atención?
-Al parecer todo el comedor estaba ansioso por que los Gryffindors aparecieran y nos deleitaran con su presencia- me río y él conmigo.- ¿Y cómo se te ha dado el ensayo de hoy?
-¿Sinceramente?- asiento.- Fatal, han acabado haciendo un círculo de vacío a mi alrededor para que nadie saliera herido.
-¿Por qué te han llamado al despacho del director?
-Uso indebido de las instalaciones, ayer me pillaron en la piscina por la noche, me han castigado a participar activamente en todos los ensayos de mi escuela.
-¿No ibas a participar?
-¿Pudiendo evitarme el bochorno de provocar heridos en el intento? Me dieron la opción de saltarme los ensayos pero ahora me la han quitado.
-Tal vez si le pidieras a alguien que te diera clases particulares te dolería menos tener que ir a los ensayos porque no harías tanto el ridículo.
-¿Dónde voy a encontrar a alguien con el tiempo libre suficiente para que me enseñe? Mis amigos están ocupados en sus ensayos y demostraciones, algunos se tienen que inventar hasta las coreografías y ensayarlas, otros se encargan de dirigir los ensayos... No tengo gente libre para ayudarme.
-Me tienes a mí- le digo tomando un sorbo de mi bebida. Arquea una ceja extrañado, yo sólo sonrío.
-¿Lo harías? ¿Me ayudarías?
-Ofende que lo dudes.
-¿Pero cuándo sería? Tenemos los días ocupados al máximo y un descanso necesitaré si a Fred y George se les ocurre hacer todos los días lo de hoy.
-Ni que os hubieran torturado.
-Pues casi, algún día os los mando a Slytherin, o sino les digo que pongan un reto, me gustaría ver a los Ravenclaw intentando seguirles el ritmo- se ríe, parece que le divierte mucho la idea. Mira el reloj y se sorprende- vaya, es muy tarde, les dije que estaría en el ensayo a las seis y media y son las siente menos cuarto, me van a matar.
-Lo siento, ha sido culpa mía por haberme empeñado en invitarte.
-No te preocupes, ¿te apetece acompañarme?
-Si insistes tanto- bromeo.
(Narra Harry)
Salimos del bar en dirección a mi habitación para cambiarme, una vez puesto el chándal volvemos a bajar para ir a la sala de Gryffindor. En la entrada veo llegar a Remus y Sirius desde otro de los ascensores.
-¡Moony, Pathfoot!- grito corriendo hacia ellos.
-¡Harry!- Remus me abraza y luego va Sirius que me estrecha en sus brazos hasta dejarme sin aire.- ¿Cómo estás? ¿Ya me comes bien? ¿Cómo es tu habitación? ¿Ya has presentado alguna demostración?
-Moony, es el primer día que estoy aquí, llegamos ayer. Sí, como bien, los del buffet preparan unos platos muy sanos y ricos así que mi alimentación está en perfectas condiciones. Esta noche empiezan las demostraciones, estoy perfectamente y mi habitación es genial- le respondo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Me alegro, ¿quién es este chico?- pregunta mirando a Malfoy.
-Es Draco Malfoy, mi vecino de habitación, Malfoy te presento a mis padrinos Sirius Black y Remus Lupin.
-Encantado, Potter es una persona fantástica me ha caído realmente bien.
-Nos alegra oír eso- le dice Sirius pasándome un brazo por el hombro.- Harry, nos habrás guardado turno para cenar esta noche contigo y los demás ¿verdad?
-Por supuesto, pero me sabe mal, Malfoy me invitó a la mañana y le he tenido que decir que no, ¿pueden venir con nosotros él y sus tres amigos?
-No hay problema, pueden venir si quieren.
-Muchas gracias.
-De nada hombre, ¿a dónde ibais ahora?
-Harry tiene ensayo y lo estaba acompañando a su sala.
-¡Ostras! ¡El ensayo! Vámonos, ¡nos vemos aquí a las nueve!- les grito mientras corro arrastrando a Malfoy conmigo. Ya más cerca de la puerta de la sala me tranquilizo y me doy cuenta de un dato.- Me has llamado Harry.
-¿Eh? Sí, se me ha escapado, lo siento.
-¿Pero qué dices? No tiene importancia, es mejor así, puedes llamarme Harry tranquilamente.
-Sólo si tú me llamas Draco.
-De acuerdo, Draco. Tengo que entrar ya, te toco la puerta a las nueve menos cuarto ¿vale?
-Vale, esfuérzate mucho, quiero sentirme orgulloso de ti- me dice antes de darme un beso en la frente e irse.
Entro medio en las nubes y cierro la puerta detrás de mí, todos se quedan quietos y la música se para. Los miro sin entender y veo a Fred, con el mando del estéreo en la mano, mirándome con mala cara.
-Llegas tarde, ¿alguna excusa?- me pregunta Fred.
-¿Te sirve que me haya encontrado con mis padres?
-Me sirve- responde, luego sonríe y se acerca a mí.- Elige compañero, toca baile en parejas.
-¿Parvati, me haces el favor?- le pregunto.
-Por supuesto Harry.
-¿Bien, alguien se anima a enseñarnos cómo se baila en parejas?- pregunta George poniéndose en el centro del círculo que se ha hecho, Ginny arrastra a Dean al centro.- Con esto vale por ahora, pero tenéis que participar más, aunque no sea vuestro fuerte. Ginny, Dean, todo vuestro.
(Canción: Moondance de Michael Buble)
Los veo moverse, Dean lo hace bien, le pone entusiasmo y tiene mucho garbo, Ginny todavía tiene que mejorar un poco, al menos para seguir queriendo hacerse la diva delante de todos, viendo a los Slytherins no le durará demasiado ese orgullo si sigue haciéndolo así, tendré que enseñarle cómo se hace bien.
-¿Parvati, nos animamos? Tengo que coger práctica- le digo con una sonrisa.
-De acuerdo- me coge de la mano y vamos al centro del círculo. Fred nos cambia la música, le agradezco que me haya puesto mi canción de Michael preferida.
(Canción: For once in my life de Michael Buble)
Me dejo llevar por la música moviéndome junto a Parvati que se deja guiar con tranquilidad. No lo hace nada mal, es fácil de llevar y no intenta hacer nada que pueda acabar en desastre, es fácil compenetrarse con ella. Parvati Patil es la mejor pareja para cualquier novato, porque siempre consigue saber qué hay que hacer. Una vuelta por un lado, un par de pasitos por el otro, es una fantástica bailarina en muchos de los tipos de baile pero modesta, muy modesta para darse cuenta de ello. Supera con creces a Ginny aunque le falte pulir algunas cosas, ella sí podría fardar de diva. La canción acaba y el salón se llena de aplausos, Ginny pone cara de mala leche y Dean nos aplaude también.
-Muy bien, Harry, Parvati, muchas gracias por enseñarnos cómo se baila en condiciones- dice George.- Dean, no te ofendas, tú también lo has hecho genial, el problema está en que si es una pareja debe de estar compenetrada por lo que si uno falla los dos se van al traste y eso es lo que te ha pasado a ti.
-Entiendo, si quiero ganar sólo tengo dos opciones, cambiar de pareja o obligar a la actual a fardar menos de diva y practicar más.
-Exacto, bien ahora haremos el baile de los que actúan esta noche y luego nos iremos a la ducha.
-Chicos, una cosita de nada- les digo mientras nos posicionamos.- Al parecer hemos llamado la atención en las tres casas restantes pero infravaloran un poco nuestros métodos de calentamiento, primero porque no los han visto y segundo porque tampoco los han sentido en sus carnes. Bien, gracias a un amigo se me ha ocurrido que bien podrían ir Fred y George un día a cada casa para que aprendieran el calentamiento de ataque o bien proponerlo como reto la última noche y ver realmente de qué son capaces.
-Reto- dice Nev.
-Reto- le siguen Ron y Mione.
-Reto- dicen todos.
-De acuerdo, yo mismo rellenaré la solicitud, Fred, George os agradecería que fuerais vosotros quienes se presentaran.
-Si insistes, bueno, ahora todos a trabajar, ¡vamos!
Al terminar la clase me reúno con los gemelos, Ron, Mione, Nev y Colin para hablar sobre Sirius y Remus, el vídeo de las cámaras de seguridad y mi castigo mientras el resto sale de la sala para ir a cambiarse.
-¿Qué creéis sobre el vídeo? Antes no habéis dicho ni pío.
-Te falta práctica...
-Me lo imaginaba.
-Pero ha sido magnífico, para estar tanto tiempo sin dar un paso te quedó genial, fue mágico casi.
-Harry- me dice Nev- sabemos que puedes hacerlo, que puedes volver a bailar sin problemas, nos lo estás demostrando con tu castigo.
-Castigo del cual quiero librarme cuanto antes y tengo que preguntar cómo.
-Hermano, no niegues lo obvio- suelta Ron.- Te encanta bailar, es tu pasión, es tu vida, te hace feliz, todos hemos visto esta tarde, en ese vacío de tristeza que siempre tienes en los ojos, un chispazo de felicidad que lo ha llenado mientras bailabas con Parvati.
-Harry, por una vez en mucho tiempo te hemos vuelto a ver como el niño hiperactivo que eras hace dos años, antes de que eso ocurriera.
- Herm, Ron, chicos...
-Harry, no te obligaremos a nada, pero sólo piensa cómo serás feliz- dice Colin.- Puedes dejar de bailar en los ensayos, yo me encargo de convencer a estos- señala con el pulgar a Fred y George que se hacen los ofendidos- de que no se chiven, pero piénsate lo que vas a hacer.
-Gracias chicos, si no os importa lo dejamos para más tarde, tenemos que ir a cenar con Sirius y Remus y además tengo que recoger a Draco para que él y sus amigos cenen con nosotros.
Una vez en mi habitación me ducho a toda prisa y busco entre mi ropa algo elegante para ponerme, al final voy tarde y opto por ponerme lo mismo de esta tarde. Me echo un par de gotas de colonia de Emporio Armani (sí soy un poquitín pijo pero tengo derecho) y me vuelvo a mirar al espejo por quinta vez, me arreglo por cuarta el pelo y con la tarjeta en la mano me planto ante la puerta de Draco. Me abre la puerta vestido con unos pantalones vaqueros negros y una camisa azul claro que combina perfectamente con sus ojos y su pelo.
-¿Qué tal el ensayo? ¿Os han vuelto a machacar? ¿Te han echado mucho la bronca por llegar tarde?
-No me ha caído demasiada, les he puesto de excusa que me he encontrado con Sirius y Remus y he estado hablando con ellos.
-Bueno, no les has mentido- se ríe.
-Cierto, tampoco nos han dado mucha paliza, un poco de baile en parejas y luego la coreografía de los que actúan esta noche- le cuento, las puertas del ascensor se abren y llegamos al vestíbulo donde nos esperan todos.- ¡Hola!
-¡Harry!- grita Colin corriendo hacía mí. Se me tira encima y lo abrazo intentando no caerme.- ¡Qué bien hueles!
-¿De verdad? Gracias, es la colonia que me regalaste en mi cumpleaños- le respondo restregando mi nariz contra la suya y él se ríe.
-¿Harry, quién es él?- me pregunta al bajarlo señalando a Draco.
-Él es un amigo que he hecho, se llama Draco Malfoy, es mi vecino de habitación, es muy majo, te va a caer bien. Draco, te presento a Colin Creeve, es vecino mío desde hace mucho.
-Encantado de conocerte Colin- dice extendiéndole la mano para estrechársela.
-El sentimiento no es mutuo, seguro que has sido tú quien ha secuestrado a Harry en el desayuno, no creo que nos llevemos bien si me quitas su atención y cariño- le responde mandándole miradas asesinas, el pobre Draco se queda flipando mientras Sirius se echa a reír.
-Anda, anda Colin, no te pases con él, sólo es un amigo, venga vamos a cenar.
Entramos todos en el comedor y nos preparan una mesa para todos, Pansy, Blaise y Theo intentan no reírse de Draco sin conseguirlo del todo mientras este otro le manda miradas asesinas a Colin y viceversa. Yo sentado entre los dos intento apaciguarlos dando conversación y Moony me ayuda pero los gemelos meten baza y con ayuda de Sirius estropean lo que hemos arreglado mi padre y yo. Una vez hemos terminado de cenar volvemos a nuestras habitaciones para lavarnos los dientes y después bajar al vestíbulo. Draco llama a mi puerta justo cuando voy a quitarme la pasta de la boca, le abro la puerta y vuelvo enseguida al baño, ¡cómo pica la jodida! Una vez que me he quitado la pasta vuelvo con él para volver a bajar.
-Siento mucho lo de Colin, nunca se había comportado así, y bueno los gemelos y Sirius... mejor no comento nada sobre ellos.
-No te preocupes por eso, no ha sido culpa tuya.
-¿En serio no te importa? Es que...
-"¡Harry Potter y Cho Chang preséntense inmediatamente en el vestíbulo!"
-Vaya, me están llamando, vamos rápido.
Llegamos al vestíbulo donde me esperan los jefes de las escuelas, el director y Cho, la cual al verme se me tira encima, literalmente, para abrazarme pero acaba de cara al suelo al esquivarla yo como quien no quiere la cosa.
-Nosotros tenemos que ir antes al auditorio para preparar los últimos detalles- me explica Cho levantándose.
-¿En serio?- miro a Draco preocupado, los demás todavía no han bajado y se quedaría él solo. Mi mirada se dirige automáticamente al director poniendo ojitos de cachorro abandonado.- ¿Director, puede venir él con nosotros? Hasta dentro de media hora no tiene que estar aquí y los demás van a tardar en bajar, no quiero dejarlo solo.
-Harry...
-¡Porfa!- táctica del puchero y la actitud infantil, Dumbledore suspira derrotado.
(Narra Draco)
¡Qué fuerte! ¿En serio le ha dado resultado eso? Es lo más infantil del mundo y le da resultado, el director debe tenerle mucho aprecio. Harry me sonríe al ver que el director se da por vencido y acepta y me coge de la mano para ir al auditorio, enseguida intercepto la mirada sorprendida de mi padrino y la mirada cabreada de Chang.
-Me alegro de que hayas hecho un nuevo amigo en tan poco tiempo Draco- me dice mi padrino acercándose a nosotros.
-¿Profesor Snape, se conocen?- pregunta Harry curioso.
-Así es Harry, Severus es mi padrino.
-Ah, no sabía, Severus... Me recuerda a un nombre que oí cuando era pequeño- se ríe- pero no me acuerdo muy bien de aquél día.
-Mi nombre es algo común en algunas zonas Potter.
-Por favor, llámeme Harry profesor. Draco ya que lo tienes a él voy a hablar un momento con el director ¿vale? Espero que no te importe.
-No hay problema.
-De acuerdo, gracias- me da un beso en la mejilla y se adelanta hasta la puerta del auditorio donde está Dumbledore.
-Parece que os lleváis muy bien.
-Sí, es una persona muy dulce, se hace querer. Me llamó la atención en el aeropuerto y lo salvé anoche de que le arrancaran los brazos porque dos tíos no dejaban de pelearse por él.
-Interesante, ¿qué sabes de él?
-De momento poca cosa, vive con sus padrinos, sus padres murieron cuando tenía un año y es un patoso bailando, lo han castigado por haber usado ayer la piscina por la noche y sin permiso. ¿Por qué preguntas?
-Ah, no, por nada.
-Ya.
Harry nos espera en la puerta, en cuanto llegamos me coge de la mano y me lleva hasta la mesa de mandos y la mesa de mezclas donde tiene que presentar. El auditorio es una enorme sala con las gradas alrededor del escenario oval, como si fuera una pista de hielo tapada por el tablado. Entre el escenario y las gradas hay una altura de medio metro, al otro lado del escenario hay otras gradas posicionadas del mismo modo pero como sólo se va a utilizar la mitad la entrada está restringida, salvo para los presentadores. Encima del túnel por donde salen los participantes está la mesa de mezclas y la de mandos donde estamos Harry, Chang y yo.
-Um, veamos, si le doy aquí debe abrirse el tablado y dejar libre la pista de hielo- dice dándole a un botón, como él ha dicho el tablado negro se aparta dejando a la vista una pista de hielo bien cuidada.- ¡Genial! Esto mola mucho, para volver a ponerlo habrá que darle otra vez al mismo botón ¿no?- le vuelve a dar y la pista vuelve a ser tapada por el tablado.- ¿Has visto eso Draco? ¡Es genial!
-Ya lo veo, ¿has probado las luces?
-Se ponen automáticamente, mira- se vuelve hacia la mesa de mezclas y conecta su i-pod a ella. Una pantalla táctil se extiende ante nuestros ojos, él busca una canción y la elige.- ¡Luces fuera!- las luces principales se apagan y las otras de colores iluminan el escenario yendo al ritmo de la música.- ¡Simplemente genial!- Vuelve a poner las luces normales.
-Pareces emocionado, ¿te gustan estas cosas?
-La música en general me gusta y estas mesas son lo último en tecnología musical, son geniales- se pone los auriculares y cambia de canción. Con la mesa la va cambiando hasta dejarla totalmente irreconocible pero mucho más bailable.- ¿Qué te parece?
-No está mal.
-Ven, te voy a enseñar- me acerca a la mesa de mezclas y me pone detrás de él. Pasa mis brazos a cada lado de su cintura para que pueda llegar a los mandos y él pueda llevar mis manos por ellos.- Apoya tu cabeza en mi hombro, tienes que pegar la oreja al auricular para que puedas escuchar la música.
-Vale.
Cambia de canción y vuelve a poner sus manos sobre las mías, mueve una cambiando algunos mandos y la canción se acelera, mueve la otra y un trozo se repite varias veces. Siento su calor en mi pecho y en mi cara, es agradable, huele bien, a una colonia cara pero debajo de ella puedo apreciar un pequeño toque de canela. Sus manos son suaves, igual que la piel de su cuello, se ve tan apetecible... Entonces la canción termina.
-Vaya, es bastante divertido- comento medio ido.
-¿Verdad?
-Harry, ensayemos un poco las canciones, sólo quedan diez minutos- dice Chang, mierda de niñata, ¿quieres dejarme un rato en paz con él? Le mando una mirada más que envenenada que ella me devuelve con la mitad de la intensidad.
-Cho, sólo tengo que cantar yo, da igual si ensayo o no, ya me sé la única que voy a cantar.
La gente empieza a llegar y sentarse, mientras Harry indica el orden en el que saldrá la gente. Volvemos al puesto de mandos y se apagan las luces a la vez que se cierran las puertas del auditorio. Me siento detrás de Harry para poder presenciarlo todo con comodidad, me mira nervioso y yo sonrío.
-Animo, tú puedes- le digo. Hace que las luces iluminen el puesto de mandos y saluda a la gente con una sonrisa.
-¡Buenas noches!- saluda.- ¡Hogwarts es hora de ver lo que nuestras cuatro escuelas son capaces de hacer!- el público irrumpe en aplausos y gritos de animo.
-¡Y para ello queremos que le deis un caluroso aplauso al grupo de capoeira de Hufflepuf!- presenta Chang, los aplausos no se hacen esperar. Antes de poner la música ambos gritan.- ¡Esta noche toca bailar!
A estas horas todos deben estar en la cama totalmente roques, es mi oportunidad para ver si vuelvo a ver a aquél chico de ayer noche. Cojo el ascensor hasta el piso de las salas de ensayo donde también está esa sala especial con las fuentes y el escenario sumergido. Al pasar por una de las salas oigo música y mi curiosidad cambia de dirección, ¿no es la sala de Gryffindor? Abro la puerta con cuidado y entro para ver quién es el que está a estas horas por aquí.
-¿Draco?- dice una voz detrás de mí.
-¿Harry? ¿Qué haces aquí a estas horas?- pregunto dándome la vuelta.
-¿Tú qué crees? Estoy intentando practicar.
-¿Practicar?- asiente como si fuera obvio.- ¡Ah! Ahora lo entiendo, es para no quedarte atrás con el grupo ¿cierto?
-Cierto, ¿qué haces tú aquí?
-Dar una vuelta, quería investigar las instalaciones.
-Ya veo.
-¿Qué estás intentando bailar?
-Jazz, Michael Buble es genial para este tipo de bailes.
-Interesante- me acerco a él y lo cojo por la cintura con una mano y con la otra cojo la suya.- Sintiéndolo mucho vas a tener que hacer de mujer.
-No mientas, prefieres ser el hombre mil veces antes que la mujer- se ríe.- Gracias.
-¿Por qué?
-Por ayudarme, eres genial.
-Suelen decírmelo de vez en cuando.
-Presumido.
Pone la música y nos movemos con cuidado, despacio para que él pueda seguir mis pasos con facilidad. Ahora una vuelta, vuelve a pegarse a mí, mueve los pies con rapidez desplazándose a la izquierda, a un lado, al otro y ahora abajo. Vuelve a subir y se queda muy pegado a mí, entonces se acaba la canción, demasiado pronto, creo, para ambos. Me pierdo en sus ojos y algo en ellos me llama la atención, un brillo de felicidad que les da la apariencia de que en ellos arde fuego esmeralda, pero ¿dónde está ese vacío de tristeza?
-No está.
-¿El qué no está?
-Perdón, quise decir que no está mal, lo haces bastante bien.
-Es porque tú me llevas, si yo hiciera de hombre tendrían que amputarte los pies.
-Me arriesgaré.
Volvemos en silencio a nuestras habitaciones, él algo apenado pero intentando no reírse y yo medio cojeando por el pisotón que me ha dado. Nos paramos en su puerta para despedirnos pero él intenta no mirarme a la cara.
-Eh, que no pasa nada, no eres ni el primero ni serás el último que me pisa.
-Pero vas cojeando, ¿y si no puedes bailar?
-Si que podré, no te preocupes, mañana esquivaré tus pies ¿vale? Además he dicho que me arriesgaría, he aceptado toda la responsabilidad, deja de preocuparte.
-Pero...- lo callo poniéndole un dedo en sus labios.
-Nada de "pero"s, calla y vete a dormir, te recojo mañana- digo cogiéndole la tarjeta y abriéndole la puerta. Lo beso en la frente y me voy a mi habitación dándole antes su tarjeta.