Capítulo 5: Lo siento
(Narra Harry)
Me despierto sintiéndome, por alguna extraña razón, protegido, abro los ojos un poco cansado y me encuentro cara a cara con Draco que duerme apaciblemente. Parece tener un bonito sueño, su sonrisa es hermosa, dulce y tranquila, me parece la persona más bella que jamás he conocido. Un mechón de pelo se le cae delante de la cara, con sumo cuidado lo devuelvo a su sitio, él abre los ojos y me asusto.
-¿Te desperté? Lo siento mucho- le susurro, él sonríe más ampliamente y me acaricia la mejilla con ternura.
-No lo has hecho, llevaba un rato despierto, ¿has dormido bien?
-Más o menos, esta no es la mejor postura para dormirse, ahora estoy un poco agarrotado.
-Ya veo, ¿sabes? Hablas en sueños, estabas teniendo una pesadilla hace un rato pero parece que alguien ha aparecido en ella y te ha salvado, enseguida te has tranquilizado.
-¿En serio? Vaya, no sabía que hablaba en sueños, qué vergüenza.
-No te preocupes yo también lo hago a veces, si tengo un mal día o algún incidente que me disguste mucho.
-Ya veo, ¿cómo te encuentras hoy?
-Bastante bien, ¿vamos a desayunar?
-Primero vístete, luego vamos- respondo sonriendo.
Al llegar al comedor una Slytherin se le echa literalmente encima apartándome sin ningún miramiento ¡¿quién se cree la gorda esa que es?!
-Millicent quita de encima me estás ahogando.
-Dragón, te he echado mucho de menos, no sabía cuando vendría pero por fin estoy aquí, junto a ti y podremos compartir habitación- ¡¿cómo?! ¡Jamás! ¡¿Me oíste cachalote con patas?! ¡Jamás! ¡Draco es mío! ¡MÍO!
-Millicent quita de encima, por favor.
-Sí, eso, quita de encima, lo vas a dejar plano- dice alguien detrás de mí, me giro y veo a Theo, Pansy y Blaise junto con Nev, Mione y Ron.
-¿Estás insinuando algo bloque de hielo?
-No insinúo nada, te lo digo claramente, lo vas a dejar plano- le repite con unas sonrisa burlona en los labios.
-Theo, no creo que debáis discutir, sería montar un espectáculo por nada- le digo.- Sentémonos a desayunar, ahora mismo es lo que mejor le viene a Draco después de lo de ayer.
-Tienes razón, Harry, mejor vamos a desayunar.
-Bueno, pues hasta luego chicos- nos dice la foca andante, llevándose a Draco a una mesa libre sólo para dos.
-¿Pero qué...?- empiezo, Draco me pide perdón con la mirada y diciendo "hablamos más tarde". Blaise me pone una mano en el hombro y niega con la cabeza al ver que estoy a punto de ir y gritarle cuatro verdades a la bruja que me ha robado a Draco. Al final acabo desayunando con los demás y comiéndome una tostada sin tener hambre.
Me pongo frente a todo el grupo y suspiro, ¿por dónde empezar? ¿Las disculpas? ¿La información de hoy? ¿O dejo eso para el final? Bien, vamos allá.
-Bien, buenos días a todos. En primero lugar me gustaría disculparme por haber faltado ayer a los retos, ya sé que eran los primeros y tenía que haber estado presenciándolos, a parte de que el pinchadiscos era un chapuzas. Lo siento mucho y espero que me perdonéis. También tengo que felicitaros por haber ganado los dos, me alegro mucho de que tengáis ese entusiasmo y si seguís así acabaremos teniendo la copa de las casas. Bien, siguiente tema, esta noche sí voy a estar así que por la tarde quiero ver aquí sin falta a los que les toque y no hay discusión posible.
-¿Eso no deberían decirlo los gemelos que son quienes mandan?
-Nunca me dejan terminar los discursos, ese era el siguiente tema a tratar: a partir de hoy yo mando en el grupo. Los gemelos ya no se encargarán del grupo, los que han tenido clase conmigo los tres años que estuve haciéndolo sabrán cómo va la cosa, los que no, se enterarán enseguida- muchos sonríen aliviados ante la idea de que yo dirija el grupo.- Por si acaso hay alguna duda he traído el justificante del director, lo dejo encima de la mesa de mezclas- lo dejo en la mesa pero nadie se acerca a mirarlo.- Bien, ahora todos en parejas que toca bailar un tango.
Al terminar la gran mayoría, por no decir todos, se deja caer en el suelo intentando respirar un poco y bajar el sofocón que tienen encima.
-¿Estamos vagos o qué? No ha sido para tanto, estabais muy aliviados de que los gemelos no dirigieran y decíais que ibais a aguantar.
-Eso era cuando todavía estábamos bailando tango a una velocidad normal- me responde Seamus.- Después has subido la velocidad de la canción y también del baile.
-Si no ha sido nada, os he visto muy bien, seguís el ritmo a la perfección, no entiendo por qué estáis así.
-Porque después del tango supersónico, hemos hecho hip-hop, funky, jazz y timba, ¿no lo entiendes todavía o qué?
-Bueno, bueno, tal vez hayan sido muchos bailes de golpe, tenéis esta tarde libre.
-¡Sí!
-Los que les toca actuar no, os quiero ver aquí a las cuatro y media en punto, como falte uno sólo o llegue tarde y con mala excusa todos os tragaréis un calentamiento de ataque sin opción a pararse porque no puede hacer los siguientes niveles. Ahora todos a ducharse y luego a comer.
Al terminar llamo a la puerta de Draco, espero un rato pero no abre, vuelvo a llamar y tampoco. Extrañado bajo al comedor y me lo encuentro comiendo con la bruja, ni siquiera parece haberse preocupado de avisarme. George me llama desde otra mesa un poco más alejada y yo me dirijo a ella donde me esperan Fred y Colin también. Paso la comida con ellos, entre risas, quejas por el duro ensayo y anécdotas pasadas olvidándome completamente de mi enfado. Cuando voy a ir de nuevo al ensayo con los Gryffindor que hoy actúan Draco me alcanza pidiéndome un momento para hablar con él.
-¿Qué pasa Draco?
-Quería disculparme, te he dejado plantado en la comida y el desayuno.
-¿Entonces, nos vemos en la cena?
-Lo siento pero no, Millicent me lo ha vuelto a pedir y no puedo decirle que no.
-Ya veo- respondo entristecido, esa bruja me está quitando lo único que me estaba haciendo feliz.
-Eh, no estés triste, nadie podrá impedir que nos veamos por las noches. A la una, cuando todos duerman, te esperaré en la sala de Gryffindor, prometo no fallarte. Ahora tengo que irme, nos vemos entonces ¿vale?
-Vale- él sonríe y me besa en la frente, después desaparece por los pasillos. Llego a Sala de Gryffindor medio grogui y sonrío.- Todos fuera, os dejo la tarde libre también a vosotros- les digo, ellos sonríen y se van dejándome solo.
Salgo con cuidado del ascensor y corro en silencio hasta la sala de Gryffindor, al entrar me doy cuenta de que está vacía, Draco no tardará en llegar. Me siento contra la pared a esperar mientras le echo un vistazo a mi lista de reproducción del i-pod para ver qué es lo que tengo. Cada poco tiempo miro el reloj que tengo en la pared de en frente y veo pasar los minutos. Cinco minutos, siete, diez, quince, media hora, una hora, una hora y media, la comprensión me cae como una losa en la cabeza: no va a venir, su promesa no vale nada y yo para él tampoco. Me levanto haciendo esfuerzos titánicos por no llorar y vuelvo a mi habitación, una vez allí me dejo caer sin ningún miramiento encima de la cama y me abandono sin importar si me duermo o no.
(Narra Draco)
Hace días que no veo a Harry, esta es la última semana del primer mes que estaremos aquí y desde aquél desastroso cuarto día no he podido hablar de nuevo con él. Ninguno de sus amigos parece saber dónde se esconde por lo que no puedo cogerlo en los ratos libres, en las comidas me ignora completamente, parece que nunca está en su habitación, esta última semana no ha pasado las noches en su habitación por lo que no he podido pillarlo por la noche, cuando tiene clase la puerta de Gryffindor está cerrada con llave y ha debido cambiar los turnos con Chang para que no se pase nunca por Slytherin para dar los anuncios y recoger las solicitudes. He intentado hablar con él hasta en las actuaciones pero ha dejado bien claro que nadie más que él y Chang pueden pasar a la zona de presentación, ya ni siquiera se presenta por las noches para que le enseñe, es como si no hubiera pasado nunca nada. Por suerte he conseguido que Severus me eche una mano para que pueda hablar con él tranquilamente. Llaman a la puerta y luego abren, Harry se asoma un poco curioso por la urgencia de la llamada de mi padrino.
-¿Sí, profesor Snape? ¿Quería algo?- entonces se fija en mí y se convierte en un témpano de hielo.- Lo siento, no sabía que estaba ocupado, volveré más tarde- dice antes de volver a salir y cerrar la puerta detrás de él.
-Si no corres se te va a escapar- me dice mi padrino. Yo me levanto enseguida y corro detrás de él.
-¡Harry! ¡Harry espera!- consigo alcanzarlo y cogerlo del brazo. Al darle la vuelta para que me mire me doy cuenta de que está llorando.- ¿Harry? ¿Estás llorando? ¿Por qué?
-Déjame, no quiero estar contigo, ¡suéltame!
-¿Qué ocurre Harry? ¿Por qué estás así conmigo? Prometo que te escucharé y te dejaré ir en cuanto termines.
-¡Tus promesas no valen una mierda!- me da un manotazo y consigue soltarse, después se va corriendo y se pierde en los pasillos.
-¿Mis promesas?- repito sin entender, una única frase llega a mi memoria "Prometo no fallarte", entonces quiero darme de golpes contra algo.
Era eso, le prometí que iría por la noche y no lo hice, ¿cuánto estuvo esperándome? Voy a cargarme a Millicent cuando la encuentre, la muy bruja ha conseguido que Harry se enfade conmigo. ¿Cómo puedo hacer que me perdone? Sé que en parte ha sido culpa mía por no haberme quitado de encima a la foca de Millicent para ir con él. ¿Qué puedo hacer para que me perdone? ¿Y si le regalo algo? Esa sería una buena forma de pedir perdón.
Dejadme deciros que no la fue para nada, le compré unas flores y me las tiró a la cara, un collar y pasó olímpicamente de él, me colé en su habitación para pedirle perdón, no vino. Los gemelos lo tienen vigilado las veinticuatro horas del día, y me estoy empezando a deprimir, él es muy importante para mí, no quiero que esté así por mi culpa. Llaman a la puerta y me levanto de la cama para abrir, Blaise me sonríe al otro lado cuando la abro.
-¿Qué pasa Blaise?
-Pues que he conseguido lo que quería, el gatito ya es mío.
-Ah, genial- respondo desganado.
-También tengo la solución para que te perdone Harry.
-¿En serio? ¿De verdad?
-Sí, Ron me lo ha dicho esta mañana, él y los demás hablarán con Harry y lo convencerán para que hable contigo, sólo pídele perdón con sinceridad, dile cómo te sientes sin él.
-¿En serio que eso funcionará?
-Sí, confía en nosotros.
-De acuerdo.
Bien, he quedado con los demás en que Harry vendría a las siete para hablar conmigo sabiendo que era para eso. Quedan más o menos tres minutos, estoy nervioso, no sé qué voy a decirle ¿tendrán razón y me perdonará? La puerta se abre y me giro esperando que sea Harry, pero sólo es Millicent.
-¿Qué haces aquí?
-Te estaba buscando, hoy vuelves a cenar conmigo.
-¿Qué pasa si no quiero?
-Pues que tendrá que ser obligado.
-No voy a ir Millicent, déjame en paz, tengo cosas más importantes que hacer esta noche que cenar contigo.
-Ya, es ese chico ¿no? Ese Potter de las narices que te ha encandilado apartándote de mi lado, ¿qué te ha dado para beber ese desgraciado para que quieras tanto estar con él?
-No me ha dado nada, él es puro encanto a diferencia de ti, no te aprecio para nada, no sé por qué estás aquí si ni siquiera sabes bailar en condiciones.
-¿Es eso lo que piensas de la gente que no sabe bailar? ¿Que no merece estar aquí?
-Sí, eso es lo que pienso- en contra de todos mis cálculos ella sonríe complacida y fija su mirada más allá de mi persona.
-Ya ves, tú con toda tu buena voluntad vienes a hablar con él y esto es lo que te encuentras, no te esfuerces en buscarle un motivo, él es así desde siempre y nunca cambiará- le dice a alguien. Yo me giro y me encuentro a Harry en la puerta plantado y en estado de shock.
-Harry yo...
-¡No vuelvas a acercarte a mí Malfoy!- me grita antes de irse corriendo.
-¡Harry! ¡Harry!- me giro hacia Millicent que sonríe como una tonta.- Serás puta, ésta me la vas a pagar, te juro que ésta me la vas a pagar.
-Yo no he hecho nada, sólo estaba en el sitio equivocado a la hora equivocada, no es mi culpa que por casualidad hayas dicho eso delante de él- gruño y salgo de allí en busca de Harry.
Después de una búsqueda intensiva no consigo dar con él, en la cena tampoco está y la entrada al lado de los presentadores sigue restringida por lo que no puedo hablar con él y disculparme. Blaise y los demás me bombardean a preguntas sobre lo que ha pasado, es entonces cuando Theo desaparece para volver una hora después. Al final me dejo caer en la cama derrotado, ¿qué voy a hacer? Ahora seguramente me odiará aún más, ¿cómo puedo volver a tenerlo conmigo?
(Narra Harry)
No puedo creer lo que he oído, es detestable, él es detestable y yo imbécil por creer que lo que me decía era cierto. Pensé que sólo había sido un error pero está claro que no lo fue, no quiso venir porque yo no merezco estar aquí. Llaman a la puerta, seguramente es él, no quiero hablar con él, no quiero aceptar falsas disculpas, sus palabras no valen nada. Insiste, ¿no ve que si no le abro ahora no lo haré más tarde? ¡Que se vaya a freír espárragos!
-¿Harry? ¿Harry, estás ahí? Soy Colin, ¿puedes abrirme?
-Voy- me levanto y le abro la puerta a Colin y los gemelos que cierran la puerta tras de ellos.- ¿Qué queréis?
-Animarte un poco, tus preciosos ojos no pueden estar así de tristes- me responde Fred, me devuelven a la cama sentándose a cada lado de mí.
-Cuéntanos cuál es tu problema- me pide George.
-Pues que yo pensaba que podía confiar en Draco pero desde que ha llegado la bruja esa ya no estoy tan seguro, me ha dejado plantado y encima ahora dice que no merezco estar aquí porque no sé bailar.
-¿Eso ha dicho?
-No exactamente, ha dicho que los que no saben bailar no merecen estar aquí.
-Harry, todos aquí sabemos bailar, mejor o peor, pero todos sabemos, no tienes por qué enfadarte con él por esa chorrada, además ¿no has pensado que lo decía sólo por la bruja esa que por cualquier otra persona?
-¿Eso creéis?- ellos asienten, mi mirada se queda en Colin que no ha dicho nada todavía.- ¿Tú crees que debería hablar con él y arreglarlo?
-Si te hiciera feliz hacerlo no me importa, prefiero mil veces verte sonreír aunque sea gracias a ese desteñido.
-¿En serio?
-No me hagas repetirlo, no quiero arrepentirme.
-Muchas gracias chicos- les digo abrazándolos.- Si no os importa voy a la habitación de al lado, tengo algo que solucionar, así que todos fuera de la mía también.
-Pero...
-Chitón, no vale curiosear, venga todos fuera.
Una vez me he desecho de los tres en el ascensor vuelvo a la puerta de Draco, respiro profundo para tranquilizarme y voy a tocar pero la puerta se abre antes de que la toque, ante mí Draco me mira esperanzado.
-¿Podemos hablar?- pregunto bajando la mano con la que iba a tocar.
-Claro, pasa- me pide dejándome entrar.- Siéntate en la cama si quieres, me gustaría ofrecerte algo para beber pero no hay nada en la habitación.
-No importa, yo venía a disculparme por mi actitud de esta noche, me he portado de forma infantil pero quiero una explicación de lo que he oído.
-En primer lugar no acepto tus disculpas- me dice serio, se sienta a mi lado y sonríe al ver que lo miro hecho polvo.- No acepto tus disculpas porque no tienes por qué disculparte. Tienes todo el derecho a malinterpretar las cosas y no tienes por qué disculparte, ella nos tendió una trampa a los dos. Todos los que estamos aquí sabemos bailar, habrá mejores y peores pero saben bailar, si no, no estarían en los colegios. Millicent ha entrado en el colegio por una gran suma de dinero pagada por mi padre para vigilarme y encontrar alguna forma de sacarme de aquí, pero ella es la peor bailarina que te puedas echar a la cara. Si se esforzara y todo eso todavía diría que puede estar aquí pero no es así.
-Entiendo, entonces lo de esta noche queda solucionado, ahora viene lo más antiguo, ¿por qué no viniste aquella noche, ni las siguientes?
-Se me olvidó.
-Ya, así que es eso, no te importo nada, te olvidas de mí con facilidad.
-No es eso, quería quitarme a Millicent de encima y a la vez no quería que nadie se enterara de nuestros ensayos, por alguna razón me gusta más que sea secreto, nuestro secreto- añade levantándome el mentón con una mano.- Harry, quiero que me perdones, ha sido un craso error hacer lo que hice. Sinceramente, te echo de menos, te he echado de menos todo este mes, el estar contigo, enseñarte a bailar, ver tu sonrisa todas las mañanas, me proporciona una felicidad fuera de toda lógica. Quiero estar contigo siempre, que me cuentes tu vida, tus anécdotas, las partes malas y las buenas, quiero conocerte a fondo, quiero que seas mío. En este mes me he dado cuenta de una cosa estando tan cerca y a la vez tan lejos de ti, te quiero, extrañamente me he enamorado de ti y quiero que estés conmigo.
-Draco yo... no sé que decir, quiero pensármelo un poco si no te importa- le respondo medio shoqueado.
-De acuerdo, entiendo que necesites tiempo, yo esperaré.
-Gracias, buenas noches- lo beso en la mejilla y vuelvo a mi habitación.