---PARA SIEMPRE---
Por: Andy Galadrim
CAPITULO DOS: “PARA SIEMPRE”
- ¿madrugando?- le preguntó Yuriy a Kai al verlo sentado en la sala leyendo un libro.
- tenemos que hablar…- sentenció en voz baja y el otro bostezó.
- ¿de qué?- se sentó a su lado.
- ¿en donde estuviste toda la noche?-
- en la habitación- obvió.
- mientes- siseó Kai- además de que tus ojeras te delatan- el pelirrojo miró la mano izquierda de Kai.
- ¿piensas matarme?- preguntó al ver como el otro tenía la mano reposando firmemente en su daga.
- solo es seguridad, no deseo hacerlo pero si se requiere……dime, ¡¿dónde estuviste toda la noche?!- Yuriy quedó serio.
- el gato se dio cuenta ¿verdad?- susurró y suspiró decepcionado- estuve con Bryan, se impacientó demasiado así que salimos a caminar-
- y ¿qué más hicieron?-
- hablar-
-¿solo eso?-
- si, ¿qué más esperabas que hiciéramos?- Kai alejó la mano de la daga y se relajó.
- Ray está paranoico- comenzó a hablar como si tratara de disculparse con el chico- anoche me dijo que ustedes eran hombres lobo- dijo y sonrió.
- ¿qué? ¡Claro que no! ¿Qué clase de estupidez es esa?- dijo y rió también – ¿yo?, ¡si solo Bryan es uno de ellos!- terminó de decir aún riendo divertido. Kai abrió los ojos grandemente.
- bromeas ¿no?-
- no, bueno, ya no tengo que ocultarlo si ya se dieron cuenta, pero no te preocupes, Bryan jamás le haría daño a alguien si estoy cerca- dijo con tranquilidad. Kai se quedó sin habla. - ¿no me crees?- preguntó en un bostezo – Sígueme- dijo con firmeza y poniéndose su abrigo caminó hacia la salida.
Un poco dudoso el ojirojos lo siguió. Caminaron fuera de la aldea en silencio, Yuriy bostezaba seguidamente y Kai simplemente sujetaba fuertemente su daga y miraba alerta hacia todos lados.
- descuida, no te harán nada- musitó- pero los molestará el arma así que te recomiendo que la guardes- comentó mientras se detenía.
- prefiero quedarme con ella-
- como quieras…-
- ¡¡¡Dimitri!!!- gritó con naturalidad y después se sentó recargando la espalda en un tronco. - espero que no tarden porque si no me dormiré- murmuró molesto para sí.
- digamos que te creo- comenzó a decir y se sentó en una gran roca- ¿cómo es que sigues con él después de cuatro años?- Yuriy entreabrió los ojos.
- Vivía en una aldea del norte, en realidad mi padre era el líder de ahí hacía que el dinero nos sobrara, sin embargo amaba cazar así que lo practicaba casi todos los días- bostezó- mi madre murió cuando nací por lo tanto era sobre protector conmigo, demasiado diría yo… solo salía de mi casa cuando lo acompañaba a cazar, ahí conocí a Bryan, yo tenía 13 y el tenía 23, en fin… su papá también era cazador y nos veíamos seguido, era mi único amigo, pero una noche ellos llegaron-
- ¿quiénes ellos?-
- Viktor y su manada, murieron muchos… yo estaba fuera de mi casa, “inteligentemente” me había escapado ese día – rió irónicamente- bonita hora que elegí para pasar a mi faceta rebelde…así que mientras corría por el bosque me los topé- se abrigó mejor y bajó la mirada- Bryan estaba cerca y logró salvarme pero fue mordido…-
- entonces es agradecimiento- razonó Kai. Yuriy alzó la mirada y a Kai se le erizó la piel. Algo gruñía tras él.
- no lo toques- ordenó Yuriy y el gruñido aumentó a un tono molesto. Kai fue incapaz de moverse.
La presencia caminó rodeando al chico hasta quedar dentro de su visión. Parecía un lobo pero las mandíbulas, que quedaban frente a su rostro eran amenazantes y exageradamente grandes, con los grandes y puntiagudos colmillos sobresaliendo de las encías aún cuando el hocico permanecía cerrado. Su tamaño, 1 m. era más o menos el de un pony y el brilloso pelaje castaño estaba erizado y revuelto. Sus brillantes ojos grises con las pupilas dilatadas lo observaban fijamente.
El grotesco ser cambió su atención hacia el pelirrojo y para el asombro de Kai se convirtió entre rudos movimientos y contorsiones en un chico rubio y desnudo que no parecía de más de 25 años. Se hincó frente al chico unos segundos.
- Kai, él es Antón- el chico rubio miró a Kai despectivamente y el ojiazul continuó hablando - Pronto nos iremos de esta aldea, pero no quiero que la ataquen, no maten a nadie- el chico gruñó en desacuerdo.
- los animales no nos satisfacen- gruñó con voz gruesa y ronca dándole una mirada furtiva a Kai.
- entonces no nos hubieran seguido- dijo Yuriy con el ceño fruncido.- Solo díselo a Dimitri- Yuriy miró a Kai- ¿han visto algún clan?-
- había una pareja que no quiso colaborar pero ya nos deshicimos de ellos- comentó sonriendo con deleite. Quedó serio- Dimitri quiere hablar con el macho alfa-
- se lo diré…- dijo y calló poniéndose de pie y yendo hacia el ojirojos. Antón observó sus movimientos antes de volverse a transformar y perderse entre los árboles.
- ¿y bien? – preguntó tras un bostezo.
- creo que debo conseguirme un arma más grande- murmuró Kai incapaz de razonar en otra cosa.
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Su vista por fin se fijó en el chico que caminaba muy lentamente a su alrededor, se apoyó en un gran árbol y cruzando los brazos cerró los ojos. Se había quedado mucho tiempo pensando sobre su encuentro con Antón.
- ¿por qué te trata así?- molesto, Yuriy entreabrió los ojos.
- creen que soy la pareja de Bryan-
- ¿él es el macho alfa?- Yuriy asintió.
- mató al hombre lobo que lo mordió, que resultó ser Víktor, el líder del clan y desde entonces nos siguen a todas partes, matando a los que pueden en su camino- comenzó a caminar de regreso a la aldea.
- tú eres el chico ¿no?- Yuriy se detuvo.
- sí- susurró- yo llevo la muerte a donde voy, soy el chico maldito…- bajó casi imperceptiblemente el rostro para después seguir caminando-
- creí que solo se transformaban en la noche- comentó rompiendo el monótono sonido de sus pisadas en la nieve.
- no si son puros o Bryan- se rió- él es extraño en todo-
- ¿así que no se transforma en las noches?-
- sí, le encanta la vida nocturna, así que me tuve que acostumbrar-
- ¿duermen en el día?- asintió.
- ahora comprendes porque tengo tanto sueño- dijo mirándolo de reojo mientras sonreía de lado.
- así que has pasado cuatro años junto a él…-
- sí, claro que no siempre estamos juntos, hay veces que se marcha por algunos días, supongo que necesita estar solo pero es un poco fastidioso, los lobos se la pasan haciendo un alboroto en verdad irritante…- Kai trató de aclarar algunas cosas en su mente.
- ¿dijiste que Bryan tenía 23 años cuando lo conociste?-
- si-
- no parece de 27- reflexionó.
- bueno… para que te hagas una idea Antón tiene más de 60 años…- comentó sonriendo ligeramente al ver el rostro de Kai.
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- ¿ya te aburriste de salir con el idiota?- le preguntó al despertar por su llegada.
- tiene que trabajar y yo tengo sueño- respondió acurrucándose al lado de Bryan quien con los ojos cerrados lo abrazó de manera protectora.
- hueles a Antón-
- Dimitri quiere verte de nuevo-
- Yura…- reclamó en el tono queriendo saber toda la información posible.
- Kai no me creía así que…- no pudo terminar la frase ya que se había dormido.
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Caminó lentamente por su casa, Kai estaba trabajando y su mamá había salido a preparar un pastel de cumpleaños para una chica y se quedaría hasta entrada la noche en la fiesta. Sentía que su corazón le saldría del pecho en cualquier instante mientras sus manos sudorosas le temblaban al mismo tiempo que sostenía el hacha con fuerza.
Abrió la puerta lo más lenta y silenciosamente que pudo y observó detenidamente al chico que dormía tranquila y profundamente. No vislumbraba a Bryan… las cosas parecían a su favor porque había confiado que hubiera salido ya que pronto anochecería y parecía que era el que más instintos asesinos tenía.
Levantó el hacha y prestó total atención al blanco cuello del ojiazul. Sería fácil, había notado que se encontraba cansado.
- Muérete…- murmuró y bajó el hacha de un solo golpe.
- ¿te das cuenta de que acabas de firmar tu sentencia de muerte?- habló Bryan con voz siseaste sosteniendo el filo del hacha con una mano. Yuriy se revolvió entre las sábanas.
- yy…yo…- le quitó el arma y con suma facilidad lo levantó del suelo con la mano sangrante. Ray tembló completamente aterrorizado sin poder apartar la vista de los brillantes ojos verdes.
- lo disfrutaré tanto……primero te desollaré lentamente, después te observaré revolcarte entre tu sangre y tus chillidos de total sufrimiento y cuando me aburra de eso te cortaré con mis garras trozo por trozo…- le sonrió y tras abrir la puerta del cuarto lo lanzó al pasillo y dejó caer el hacha a un lado.
- mientras ese día llega aléjate de Yuriy- concluyó cerrando la puerta.
- ¿Bryan, qué pasó?- preguntó Yuriy levantándose de la cama y mirando la mano sangrante del mayor.
- un pequeño rasguño- respondió mostrándole como la herida cerraba al instante.
- idiota, ¿solo por eso me despertaste?- reclamó y se volvió a acurrucar entre las cobijas.
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La vida de Yuriy era muy complicada y nunca se podría arreglar si continuaba con Bryan, ¡por Dios era un hombre lobo! ¿Qué clase de vida era esa? Ya había sufrido demasiado para pagar el agradecimiento y la culpa para con el ojiverde.
-¡¡¡KAI!!!- gritó Ray aterrado y con los ojos abiertos enormemente- ¡¡él… di…dijo que me mataría!!- su quijada temblaba.
-¿qué? ¿quién?- le preguntó mientras se alejaban de personas curiosas.
- ¡¡Bryan!!...creí, ¡¡creí que sería más fácil si Yuriy estaba solo!!- Kai miró la sangre en su cuello.
- ¿Ray, qué hiciste?¡- lo observó fijamente- ¿qué le hiciste a Yuriy?!- preguntó.
- ¡nada! ¡¡Bryan…!!-
- ¿fue Bryan, te hizo algo, le hizo algo a Yuriy?- y cuando Ray negó con la cabeza Kai corrió hacia la casa.
- ¡¡Yuriy!!- llamó abriendo de golpe la puerta.
- ¿qué demonios les pasa a todos, por qué no me dejan dormir?- le reclamó quitándose las cobijas con fastidio. Kai lo inspeccionó de arriba abajo.
- estás bien- aseguró.
- claro que estoy…- se calló de la sorpresa que le dio el abrazo de Kai.
- eh…déjame entender…-
- creí que Ray te había hecho algo, o Bryan-
- ¡Bryan nunca me haría daño!- dijo molesto mientras empujaba ligeramente a Kai.
- hasta ahora no te ha hecho nada pero ¿que pasará el día en el que no pueda controlarse? No quiero que te suceda algo malo, deberías quedarte en la aldea-
- no puedo-
- ¡si puedes, pero no quieres! Sientes que le debes demasiado a Bryan por haberte salvado ¿no es así?- furioso, Yuriy frunció el ceño y caminó hasta estar completamente frente a Kai.
- …-
- no dices nada porque sabes que es verdad-
- no digo nada porque no vale la pena hablar contigo, ¡jamás entenderás! Y no tengo ganas de tratar de explicártelo…será mejor que me marche- dijo dando media vuelta, el otro chico lo siguió hasta la entrada de la casa.
- espera,¡Yuriy!... quédate conmigo- le gritó causando que el pelirrojo se detuviera y lo mirara con suavidad.
- estarás mejor sin mi, créeme, me caes muy bien así que te recomiendo que te olvides de estos días- calló unos segundos- me despides de la señora Kon y no te preocupes por Bryan o por los demás…- observó el cielo tenuemente oscureciéndose y después vio al ojiazul alejarse.
¿Debería ir tras él? O dejarlo ir…Yuriy dio la vuelta en una casa y Kai lo perdió de vista. Suspiró dispuesto a seguirlo.
- aléjate de él, ¿qué no oíste lo que te dijo?- la voz lo guió hasta el techo de la casa donde Bryan, con apariencia extremadamente agitada lo observaba con los brazos cruzados y con una de sus piernas flexionada.
- que tú le hayas lavado el cerebro no quiere decir que no pueda convencerlo de que se quede conmigo- Cerca de ahí se escuchó el aullido de algunos lobos y después el aviso de que pronto iban a cerrar las puertas.
- ¡jamás se quedaría contigo! No le gustan los idiotas como tú, además de que me quiere demasiado como para dejarme solo- Kai sonrió con burla.
- ¿quererte? A lo que tú le llamas amor es tan solo un sentimiento de culpa, yo se lo pregunté a Yuriy y el no me lo negó- los ojos de Bryan brillaron con ira y un gruñido salió de su garganta. Kai continuó hablando- que pena que tú estés enamorado de él…¿acaso crees que no me di cuenta?, seguramente Yuriy lo sabe pero lo oculta porque te tiene lástima, pero no dejaré que su vida se siga desperdiciando con algo como tú, después de todo eres una bestia y tarde o temprano tus instintos animales saldrán a flote y no podrás detenerte, ni siquiera diferenciarás a Yuriy de una presa- unas enormes garras comenzaron a crecerle al mayor.
- jamás le haré daño- habló con voz muy ronca- y te lo demostraré…- terminó de decir y de un ágil salto quedó frente a Kai para después correr con una velocidad sorprendente hacia el mismo camino que momentos antes había tomado el pelirrojo.
- ¿qué demonios habrá querido decir el imbécil?- y al escuchar los aullidos alborotados por todo el bosque cayó en la cuenta.
Era temporada de celo.
Corrió hacia la misma dirección mientras guiaba la mano hacia su daga y en ese instante se detuvo en seco, ¿una daga?. Dio media vuelta y se dirigió hacia uno de los costados de la casa, el hacha reposaba a un lado de la leña amontonada. La tomó y emprendió de nuevo la carrera.
- ¡KAI!- a unos metros de él Bryan volteó el rostro al escuchar el gritó llamando al ojirojos.
- ¡¡ahora no Ray, quédate en la casa!!- el hombre lobo sonrió deteniéndose y mirando hacia todos lados para comprobar que nadie se percataba de su presencia saltó al techo más cercano y se agazapó.
- joven Kai, lo lamento mucho por su prometido pero tenemos que cerrar las puertas, yo se lo advertí pero no me hizo caso…- ignorándolo el chico lo pasó de largo y salió. - ¡joven Kai!- lo llamó el guardia, pero al ver que no daba indicios de querer entrar dio la señal de que cerraran- bueno…más comida para todos…- murmuró abrigándose más.
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- ¡tengo que ir por él!...pero si Bryan me ve…¡Kai está en problemas!- exclamó al borde de la histeria mientras caminaba en círculos en la sala - ¡no importa lo que me suceda mientras pueda ayudarlo!- dijo con decisión y pensando en ir a la bodega por el antiguo fusil de su padre salió.
- ¿ibas a alguna parte gatito?- le preguntó al oído la ronca y agitada voz de Bryan mientras una poderosa mano le tapaba la boca.
Ray quiso gritar. Bryan lo empujó adentro de nuevo y Ray calló en el duro suelo de manera brusca, provocándole un mareo y un dolor en la cabeza.
- no te atrevas a gritar…- amenazó el ojiverde.
- ¡AUXILIO! ¡UN HOMBRE LO…!- pero el peso extra en su estomago lo hizo interrumpirse a media frase mientras tosía tratando de recuperar el aire.
Bryan había saltado encima de él, conservaba las garras en las manos pero ahora poseía facciones humanas repulsivas, con los grandes colmillos salientes.
- veo que quieres hacer las cosas todavía más divertidas…- delineó con cuidado el costado del chico, desgarrando únicamente la ropa y raspando ligeramente la piel - abre la boca- ordenó y con profundo terror y lágrimas en los ojos, Ray negó ligeramente mientras su cuerpo temblaba. Bryan sonrió con deleite y se relamió los labios tomando el brazo del chico con una mano.
- ¡¡QUE LA ABRAS!!- y un gritó de dolor se escuchó cuando el brazo de Ray fue roto con facilidad por la fuerza de Bryan quien aprovechando eso tomó entre sus garras la lengua del chico- esto será tan divertido…- murmuró preparándose para tirar.
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- ¡YURIY!- llamó Kai tratando de recordar el camino exacto a la cueva a la que lo había llevado el chico días atrás.
Llevaba mucho tiempo caminando y tratando de encontrar las huellas que se borraban debido a la tupida nieve que caía. Los aullidos a su alrededor le crispaban los nervios pero la sangre se le heló cuando un aullido terrible se escuchó detrás de él.
Era Bryan, o al menos eso parecía el ser frente a él, tomó el hacha con tanta fuerza que sus dedos quedaron blancos. Kai notó la sangre que manchaba el cuerpo del hombre lobo y éste al ver lo que el otro observaba se rió con sorna.
- él se lo merecía pero contigo será pura diversión…- dijo y tras romper su ropa se transformó frente a Kai en un ser parecido a Antón pero más grande y con el pelaje plateado.
Tragó saliva cuando Bryan se preparó para saltar y no pudo evitar reaccionar con lentitud al escuchar el amenazante gruñido y ver el decidido salto en su dirección, así que aunque recibió unos dolorosos rasguños en el brazo derecho logró asestarle una tajada a Bryan que después de emitir un gutural sonido que Kai entendió como una risa se plantó mostrando como la herida se cerraba.
Bryan aulló de dolor cuando Kai le tiró el hacha mientras estaba distraído y esta se le había incrustado en el pecho. Con los ojos brillando de furia Bryan desprendió el arma de su pelaje y con una rapidez inesperada Kai ya estaba inmovilizado, con las fauces del enorme lobo frente a su rostro.
- ¡basta los dos!- gritó Yuriy acercándose a prisa a donde ellos se encontraban.
- ¡¡par de idiotas! ¿Qué demonios creen que hacen?- Bryan gruñó de nuevo sin quitarse de encima de Kai.
- ¡ALÉJATE, ES PELIGROSO!- el ojiverde miró fijamente a Yuriy y jadeante se dirigió poco a poco hacia el.
Kai intentó levantarse pero cuando Bryan lo notó colocó su pata trasera en la pierna del chico, enterrándole las filosas garras en la pierna.
- ¿me vas a atacar Bry?- le preguntó inmóvil e impasible. Bryan lo observó unos segundos antes de transformarse de nuevo.
- tan solo quería jugar Yura- dijo compartiendo la ahora sonrisa de Yuriy quien le colocó su abrigo cuando lo tuvo cerca.
- te he dicho que siempre tengas algo a la mano para cubrirte-
-te resfriarás- le obvió el mayor devolviéndole el abrigo.
- idiota…-
- Yuriy- murmuró Kai y el pelirrojo lo miró.
- lo siento Kai- respondió en voz baja y comenzó a marcharse con Bryan a unos pasos tras él.
- en verdad creí que te me lanzarías- le comentó- ¿Bry?- volvió el rostro para ver a su amigo sudando y con la respiración aún agitada.
- yo también lo pensé- Yuriy abrió los ojos con sorpresa- pero se que puedo controlarme- bajó la mirada- ¿es verdad lo que dijo Kai?- le preguntó.
- ¿eh?, ¿qué dijo?-
- que estás conmigo solo porque te sientes culpable- Yuriy comenzó a carcajearse.
- ¿de que diablos te ríes?- - es que, no pensé que fueras tan idiota- en unos cuantos pasos quedó frente a el.
- ¿que acaso piensas que todos los amigos harían lo que yo? ¿Que abandonarían toda su familia y vida, y pasar la existencia encadenado a la oscuridad? Sí, es como una prisión, pero yo elegí esta prisión porque te amo y no quería que estuvieras solo, que sufrieras solo, además, que habría hecho sin ti?- Bryan se quedó sin palabras y Yuriy comenzó a reír de nuevo- vaya que si eres inepto…- acabó en un suspiro. Bryan sonrió entre feliz y prepotente y después aulló prolongadamente.
- ¿por qué fue eso?- la sonrisa se amplió.
- solo era algo que debía hacer- contestó abrazando al chico posesivamente.
- juntos para siempre Bry…-
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- demonios- murmuró mientras presionaba su pierna e intentaba levantarse. Varios gruñidos lo alertaron.
- ya escucharon al jefe chicos…- escuchó en una rasposa voz para luego ser rodeado por seis enormes lobos.
- oh Demonios…- ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo