No puede mantenerse en pie más rato. Había sido un concierto agotador y nada más bajar del escenario se tiró en el sofá del backsstage cerrando los ojos y suspirando, molesto por las energías que aún conservaba su escandaloso hermano.
-¡Venga Tom! Que no se diga que pareces mayor-pica Bill a su hermano.
No puede evitar sonreír mientras piensa en que si no estuviera tan cansado le cogía y le haría saber quien es el hermano mayor de los Kaulitz.
Viendo que su hermano no le contesta, hace un puchero y se tira encima de él, comenzando a hacerle cosquillas metiendo las manos bajo las dos camisetas que siempre gasta su hermano.
Sintiendo las afiliadas uñas de su hermano arañarle la espalda, se incorpora de golpe y ambos caen al suelo sin poderlo evitar, comenzando a rodar por el, peleando y riendo como cuando eran pequeños, sin dar nunca su brazo a torcer.
-Bonita escena-dice David desde la puerta.
Tom le mira riendo mientras mantiene a su hermano bajo su cuerpo, con sus muñecas cogidas con una mano y la otra apoyada sobre su estómago.
Pero es el único que sonríe. Al escuchar las palabras del productor, la actitud del cantante cambia. Su expresión se torna melancólica y las ganas de pelear con su hermano cesan.
-Suéltame, por favor-le suplica tratando de moverse.
Pero le tiene firmemente sujeto. Mueve las piernas, pero enseguida son reducidas por las de su hermano, trata de soltar sus muñecas pero solo consigue hacerse daño.
-¡Tom!-grita desesperado.
Consigue atraer su atención y que le mire a sus ojos, que en unos segundos se llenan de lágrimas cuando siente como su aliento le roza los labios.
-¿Ya te has cansado de pelear?-le pregunta acercándose más.
Se muerde los labios para no sollozar. Su hermano no sabe el significado que encierran esas palabras. Si, se había cansado de pelear….pero por él.
Cansado de ver como era feliz cin una chica hoy y otra mañana, cansado de ver como le daban igual sus sentimientos, como las trataba como simples objetos.
Cansado de esperar a que se fijara en él, que viera como sufría en soledad, como le amaba sin poderlo evitar.
-Me haces daño….suéltame, por favor….-solloza al fin.
Tom ve el dolor en su cara y se levanta de inmediato, cogiéndole del brazo y tirando de él con suavidad.
-Siente haberte hecho daño-se disculpa.
-Ya es tarde-murmura soltándose.
Se da la vuelta antes de que vea sus lágrimas, que se seca con rapidez al dorso de su mano. Coge aire profundamente y lo suelta en un hondo suspiro mientras sale al pasillo son volver la vista atrás. No quiere ver como su hermano le mira con el perdón aún en sus labios.
-Cuidado, que vas dormido-le dice Georg al chocar con él.
Levanta la mirada avergonzado y ve en sus ojos la solución a su problema. Viendo que no hay nadie más alrededor, le coge de la mano y sin decir palabra se encierra con él en el baño.
-Vaya, hoy no puedes esperar a la noche-ríe Georg al sentirle frotarle con la mano.
-Calla-le ordena en voz baja.
Se arrodilla delante de él, y comienza a desabrocharle el pantalón, sacando fuera su miembro y poniendo los labios en torno a él. Cierra los ojos al oírle gemir, pensando que es otra persona, como hace todas las veces que tiene que recurrir a él o a otra persona cuando siente un bajón.
Todas las veces que su hermano le mira o sonríe sin saber el daño que le hace, sin sospechar lo perdido que se siente sin él.
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