Capitulo 1
¿Te acordas de aquellos tiempos?
Sexo, droga, alcohol ¿Qué era de mi? Nada. Era la clase de persona que uno trata de evitar. Vivía en las fiestas. Siempre buscando alguna mina para cogerla. Siempre buscando algún chabon para que me de una dosis de aquellas pastillas que te hacen sentir la vida. Fumando un faso, tomando cerveza. Resaca al otro día ¿Y que? así era mi vida, la que yo podía llamar “perfecta”.
Ya ni me hablaba con mi madre, ni con mi padre. No, a ellos los deje en ese pueblucho. Yo ahora soy de Tokio, la capital.
-Ahhhh…ahhhhh- gemía aquella puta con la cual estaba cogiendo, sin siquiera saber como se llamaba ni como terminamos así.
Estaba en el punto. Faltaba un poco y me corría en ella. Ah, pero si aquello era perfecto. El sexo por placer. El sexo sucio.
-Ahhhhhh….-dijimos los dos al final. Me Salí de ella y me tire a su lado. Nuestras respiraciones eran agitadas. Sentía el gusto a sudor, cigarrillo y mierda en la boca. Un dolor de estómagos me ataco. Algo subió por mi garganta. Corrí el rostro al costado de la cama y vomite.
-Mierda…-dije, al terminar de escupir aquella mezcla acida y olorosa.
-¿Queres un pinchazo?-me preguntó la chica.
Yo levante el rostro y me limpie la boca con una parte de la camisa.
-Si
La chica se levanto, desnuda, y agarro un tubo de goma y una aguja llena de un líquido blanco. El maravillosos liquido.
Le tendí mi brazo. Ella lo rodeo con aquel tubito y apretó con fuerza hasta localizar mi vena. Ya ahí, introdujo la aguja.
-… siempre, pero siempre seremos amigos ¿No?
-Si, obvio… ¿Por qué haces que lo prometa tanto?
-Por que quiero estar seguro de que la persona que quiero no me va a abandonar.
-Taka-Kun, yo te quiero mucho por que sos mi amigo… y nunca te voy a dejar…
-¿Amigos para siempre?
-Si. Amigos para siempre, como Ruki y Kai (los del manga)
-Como ellos… pero…
-Si, ya se…ellos tiene otra clase de amor…
-Si. ¿Somos muy pequeños para enamorarnos, Yuta-Kun?
-Y si, tenemos 8 años.
-Pero… mi mamá dice que el amor no tiene edad.
-A cualquier edad podemos amar… pero cuando somos más grandes nos enamoramos realmente.
-Ahhh… Wow, Yuta-Kun, vos si que sabes mucho.
-Mi mamá me lo dijo la otra vez…
-Ah… ¿Ey, Yuta-Kun… vamos al campo?
-Vamos…
-Realmente me gusta estar ahí… con vos.
-A mi igual, Taka-Kun.
Ah, me dolía la cabeza. Todo daba vueltas. La puta se había ido ya.
Me levante de la cama y, desnudo, fui a la bañera. Mi casa era un asco. Vomito en el piso, la ropa sucia, agujas, pastillas, olor a podrido, comida verde, pasada.
La ducha fría me golpe el pecho. Ya no sentía el frío. Me había acostumbrado. Me mire el antebrazo. Rojo, lleno de pinchazos.
Me vestí y Salí a comer afuera. Ni cerré con llave ¿Quién robaría un nido de ratas?
Afuera hacia frío. Pero… para alguien como yo ¿Eso es molestia?
Me metí la mano en el bolsillo. Tenia plata suficiente como para un pancho. A lo lejos vi un carrito. Mientras me dirigía a mi “restaurante” choque bruscamente con alguien.
-Fíjate por donde mierda vas- le insulte, con bronca. Era un chico de mi edad, arreglado, perfumado, “nene de papá”.
-Lo siento mucho-se disculpo. Su mirada… ya la había visto.- ¿Estas bien?-me pregunto, al ver que me había quedado tildado mirándolo.
Sacudí la cabeza, rápidamente.
-Si… vos… mira por donde caminas-me voltee y seguí mi camino ¿Dónde había visto esos ojos antes? ¿Ese rostro?
-¡Eso haré!- me grito y continuo su camino.
Me senté en la plaza a comer mi alimento de todo el día. Debería llamar a casa, para que me manden plata. Si, solo por eso llamaba.
Estaba perdido, mirando las palomas que comían las miguitas que le tiraba, cuando alguien se sentó a mi lado. De reojo pude percibir una chica… baje la vista a su pecho, era chico, pero con esas piernas es mujer. Tenia labios anchos, me hacia acordar a un pato. Para ser hombre era… atractivo.
-Ahhh…-suspiro y tiro la cabeza para atrás. Luego se reincorporo y me miro- ¡Hola!
Lo mire con seriedad y confusión ¿Lo conocía de algún lado?
-Eh…
-Ya se que no nos conocemos-me interrumpió, leyéndome los pensamientos- Pero, es bueno conocer gente nueva ¿No? ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tenes?
-Ah… no molestes ¿Ok?-le dije de la forma mas grosera.
-Ah, no seas mala onda…
Me sorprendió su respuesta. Generalmente la gente a la que le digo eso se levanta, molesta y listo. Pero no él.
-Me llamo Yutaka-le conteste, tirando mi orgullo- Tengo 20 años…
-¡¿20?! ¡Ah yo igual!
Le sonreí. Él abrió sus ojos como platos.
-¡Mierda! tu sonrisa es lo mas hermoso que vi-me dijo. Yo me sonroje todo. Justo con un gay venia a encontrarme.
-Eh…
-Lo siento-se disculpo, al notar mi reacción- Soy así, digo lo que pienso. Me llamo Kouyou.
-Ah…
-¿Trabajas?
-No
-¿EH? ¿De que vivís entonces?
-De nada. Les pido plata a mis padres…
-Ah, pero ellos no va a estar siempre… deberías buscarte un trabajo.
Ese comentario me molesto. Para consejos como esos ya tenia a mis padres.
-No te enojes, es solo que a mi me pasaba lo mismo-me comento. Su mirada entristeció- Mis padres me mantenían el año pasado y yo jamás pude devolverles eso por que ellos… ellos murieron la semana pasada.
Maldición ¿Por qué siento su dolor?
-OH, yo...lo siento mucho-dije, copiando la frase de las peliculas. Se ve que funcionaba, porque volvió a sonreír.
-Je je, por eso pensa antes de pedirle plata a tus padres…
Le sonreí. Ok, ese chico era raro. Me hacia sentir emoción.
-Esta bien…
-¿Tenes celular?-me pregunto, rápidamente.-por las dudas que encuentre trabajo y quieran a alguien mas… ¿Te parece?
-Si, claro- saque mi celular del bolsillo- Pásame tu numero.
-15464567-lo agende- ¿El tuyo?
-15678976
-Listo-lo guardo en su cel.-Bueno, Yutaka, nos vemos.
Se levanto del banco, y me sonrió.
-Nos vemos-le dije, sonriéndole también.
El castaño empezó a caminar, hasta desaparecer.
-Entonces… Taka-Kun, ¿A que jugamos?
-A un juego nuevo ¿Dale?
-Esta bien…
-Estaba leyendo en el manga…aprendamos a crecer.
-¿A crecer?
-Si… consiste en estirar las manos e intentar agarrar el sol… así creceremos rápido y no nos vamos a tener que separar.
-Taka-Kun… ¿Qué juego es ese?
-Es Intentar agarrar el sol.
-Pero…¿Por qué ese?
-Por que yo se que algún día, cuando seamos grandes, nos vamos a separar y… eso no me gusta para nada… por eso quiero crecer ahora, con vos a mi lado…
-ah… yo también quiero crecer con vos a mi lado…
-Entonces ¿Jugamos?
-Jugamos…
Ambos nos paramos en puntas de pie y estiramos las manos haca el cielo, para así, crecer juntos…
-¿Puedo confesarte algo?-me dijo Takanori. Estábamos en nuestro lugar favorito, tirado boca arriba en el pasto.
-Si…
Me tomo de la mano, con fuerza.
-¿Por qué me tomas la mano?-le pregunto, con una sonrisa.
-Por que temo que cuando te lo diga salgas corriendo…
Lo mire de reojo, estaba sonrojado y serio
-No voy a salir corriendo… ¿Qué tenes que decirme?
Takanori tomo aire. Luego lo soltó con lentitud.
-Creo que… te amo.
Abrí mis ojos y parpadee varias veces seguidas.
-¿Eh?
-Lo que oíste… Creo que te amo…-me volvió a repetir.
Me levante del suelo, sin soltarle la mano.
-Pero… Taka-Kun, somos muy chiquitos para saber si amamos o no a alguien.
Me miro a los ojos.
-Es que… siento algo hacia vos… y es como lo que Ruki siente por Kai. Ruki esta feliz cuando esta con Kai, lo ama y nunca quiere separarse de él. Yo sé que soy chiquitito, pero… siento cosas cuando estoy a tu lado.
Me sonroje. Taka-Kun se levanto y puso una mano en mi rostro, acariciándome suavemente y haciendo que se me erizara el vello. Estudio mis ojos con los suyos y fue acercándose lentamente y con duda.
-Yo… te amo, Yuta-Kun-me dijo y pego sus labios con los míos, besándome suavemente.
Un mensaje me llego al celular.
Wow, ¿tan rápido habrá conseguido trabajo?, me pregunte. Revise el mensaje. No, era Satoshi, un… “amigo”.
“Fiesta en mi casa esta noche a las 22, veni Yutaka”