Harry se separo de sus amigos, para dirigirse a la tumba de Dumbledore, pero justo en el camino recordó esa investigación de debian hacer para la clase de ruinas antiguas, asi que se apresuro a ir a la biblioteca para apartar el libro y luego en la sala común, poder terminar el trabajo.
No pensó que se iba a demorar tanto, ya que se le cruzaban muchas personas para saludarlo y que no conocia ni a la mitad, le parecia muy hipócrita pero era lindo el cariño de todos…cariño o interés?.
El sol estaba comenzando a bajar en un naranja muy intenso, dejando atrás el dia tan maravilloso que habia hecho. Llegando a la tumba blanca pudo percatarse que alguien mas estaba ahí, era raro, muy poca gente iba a visitar su tumba, sobretodo estudiantes, seguramente era uno, por la túnica que llevaba. No podia ver quien era ya que llevaba la capucha puesta, asi que sin mas se acerco a averiguar.
-Hola- dijo Harry casi en un susurro, tratando de entablar conversación con el dichoso estudiante.
La respiración se le cortó, sus ojos verdes se abrieron mas grandes de los que ya eran y una sensación en el pecho lo invadió, aunque no pudo identificarla del todo.
Parado frente a la tumba de mármol blanco, donde estaban los restos del mejor director que el colegio pudo haber tenido, estaba parado nada mas y nada menos que Draco Malfoy.
Al escuchar el saludo de Harry solo se limito a mirarlo, el sol que desendia hacía un reflejo en él que se podia verlo aun mas hermoso de lo que era, su túnica negra de Slytherin le cubria todo el cuerpo y la capucha su cabeza, pero igual se asomaban esos cabellos rubios tan intensos, sus ojos de un gris tormenta eran frios, pero no emanaban crueldad o egocentrismo, sino, mas bien, tristeza.
-que haces aquí Malfoy?- pregunto Harry con una curiosidad extrema.
-acaso te crees el unico con derecho a visitar la tumba, Potter? –respondió algo ofendido por la pregunta del moreno, que interpreto como que no tenia derecho de estar ahí.
-si, lose, tal ves me exprese mal Malfoy- trato de disculparse para luego seguir- es que nunca me imagine verte aquí.
-que tiene de raro estar parado junto a tumba del hombre que dio su vida para salvarte- dijo cortante Draco, como dando a entender que tenia mas derecho de estar ahí que Harry.
Harry se quedo estupefacto ante la respuesta, sin duda la guerra había influido notoriamente en Draco, en todos en realidad, pero no podia dejar de pensar todo lo que habia sufrido en la guerra y lo que todavía estaba padeciendo.
Sus padres en Azkaban, su padrino Severus Snape muerto, al igual que su maldita tia Bellatrix, y gran parte de su fortuna perdida.
La guerra habia afectado a todos y cambiado tambien, todos habian presenciado la muerte de amigos y familiares.
Uno de los amigos de Draco murió en el incendio dentro de la sala de requerimientos, y otro estaba con su madre a las afueras del mundo mágico, ya que su padre es un mortifago prófugo. Pansy se había comprometido con un chico de clase alta y sin antecedentes mortifagos, y zabini se había alejado bastante de el al ver que ya no le convenia estar mucho con el rubio.
Harry al menos tenia la incondicionalidad de sus amigos y el respeto del mundo magico, en cambio, Draco se habia quedado realmente solo. Un principe que lo habia tenido todo, ahora solo era el reflejo de que una ves fue.
-yo…creo que mejor me voy – dijo Harry, para dar media vuelta y comenzar a alejarse
Pensó que talvez Draco lo detendría, pero no fue asi. Harry siguió su camino hacia el gran comedor, mientras que el Sly siguio ahí.
Harry se quedo pensando en esa escena el resto del dia y tampoco lo dejo dormir por la noche.
El reflejo del sol bajando le daba ese aspecto tan…angelical e inocente, esas facciones perfectas, su piel parecía una porcelana y sus ojos grices…siempre habian pensado que eran azules, es que nunca lo habia visto tan detalladamente como en esa tarde, y tambien sintio una gran tristeza dentro de su corazón, y una inmensa soledad, que pedia a gritos que alguien lo abrace, se ría con el, que lo bese.
En estos pensamientos Harry poco a poco se fue quedando dormido.