Ryoma ya había corrido mucho, tanto que se dio cuenta de que no sabia donde estaba.
Se detuvo y se dijo a si mismo. –por que hiciste eso?!!- en modo de reproche.
Y no se detuvo ahí. Siguió autocriticándose.
-eres un tonto!! El fue la única persona que te ha tratado bien en mucho tiempo!!! Que va a pensar de ti ahora?!!- se reprochaba mientras que con sus manos golpeaba su cabeza como tratando de hacerse entender a si mismo.
Tanto se había autoinsultado por lo sucedido que sin darse cuenta comenzó a llorar.
-y ahora porque lloras?- se decía a si mismo. –por eso nadie te quiere! Porque eres un tonto!!- lastimándose aun mas.
-a quien insultas, pequeño?- dijo una vos detrás de él.
Ryoma se volteo rápidamente a ver quien era que le había hablado, puesto que solo una persona le había llamado asi antes.
Era un chico uno años mayor que lo observaba algo intrigado.
-a nadie en especial…- dijo Ryoma algo angustiado aun.
-que te pasa? Estas llorando??- Dijo el otro chico.
-eso no es tu problema!- dijo Ryoma, un tanto enojado. Aquella palabra usada, le hacia recordar lo que hizo, y eso lo ponía de malas.
-es que… te estas mojando!!- dijo el chico. –ven! Te llevare a tu casa, asi ya no te mojas, o podrías enfermarte!-
Entonces Ryoma vio a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en un lugar que no conocía. Necesitaba ayuda, pero no sabia si podía confiar en aquel extraño.
-Ni siquiera te conozco! Como podría confiar en ti! Eres un total extraño!!- dijo el pequeño sintiéndose un tanto asustado… y deseando que si “vigilante” estuviera allí para protegerlo.
-uhm… es cierto! Aun no me he presentado! Mi nombre es Eiji Kikumaru!! Asi ya sabes mi nombre, y no soy un completo extraño!- dijo el chico muy divertido!
-Aun asi… no se nada de ti! Solo tu nombre! y tu ni siquiera sabes quien soy!- dijo Ryoma comenzando a sentirse mal. La lluvia estaba tomando efecto… hacia frío y el estaba todo mojado. Era inevitable que enfermara.
-Es que… uhm… supongo que no confiaras en mi…- dijo el chico. –no te culpo! Supongo que actuaría igual en tu situación… pero aun asi, necesitas secarte pronto o enfermaras!- comento el joven algo preocupado por el pequeño.
Entonces Ryoma ya no pudo mas, se apoyó contra la pared y comenzó a caer. Estaba ardiendo en fiebre. Necesitaba ayuda, y ya no estaba en condiciones de discutir.
-Pequeño!! Estas bien?!! Que te pasa!!- dijo Eiji soltando el paraguas para acercase al pequeño. En ese momento era lo que menos le importaba. Solo le importaba el pequeño y llevarlo a un lugar seguro. Busco su celular para llamar a una ambulancia pero noto que no lo tenía. Lo había olvidado.
-que torpe soy! En situaciones asi, siempre lo olvido! Que puedo hacer!!- pensó desesperándose.
-déjame… estoy bien…- dijo Ryoma con la vos muy agitada. Se notaba a kilómetros que estaba mal. (Pero que fácil enferma este chico ¬¬)
-Nada de eso. Tu no estas bien para nada!- dijo en respuesta a lo que el pequeño le decía. –te llevaré a mi casa! Esta mas cerca que un hospital y nadie te dirá nada porque te quedes ahí!- dijo sin que se lo ocurriera otra cosa.
-no… yo estoy bien…- dijo el pequeño justo antes de desmayarse.
-pequeño!!- dijo Eiji preocupado, mientras lo tomaba en sus brazos para llevárselo de aquel lugar. –menos mal que estabas bien!- dijo con sarcasmo, a la vez que salía corriendo de allí.
Mientras tanto…
-uhm… me pregunto si llego bien a su casa… del modo en que salio corriendo no creo que lo haya hecho- se preguntaba a si mismo Fuji mirando desde su ventana como llovía. Estaba preocupado. Y mucho. No sabia que hacer. Aun no había comido nada desde el receso de las clases. No había podido hacerlo. Su preocupación se lo impedía. Le quitaba el hambre.
-que le habrá pasado? Por que huyó asi?? Le abr hecho algo malo?!- sus preguntas estaban comenzando a preocuparlo mas. Que podría hacer entonces? Su preocupación no le había dejado hacer nada más en todo el día.
-tengo que encontrarlo y ver si esta bien… no se como… pero debo hacerlo!- se dijo a si mismo y asi partió en busca de su pequeño. (Wiii!!! *///* Ya es suyo?? Desde cuando??)
En otra parte…
-ahh… parece ser que le está bajando la fiebre… eso es bueno- decía Eiji mientras le cambiaba los paños al pequeño. Ya se sentía mas tranquilo al ver que todo mejoraba. Pero aun asi… se sentía algo preocupado, asi que decidió llamar a un amigo para que, en caso de que empeorase, lo ayudara.
-uhm… aunque todo parece ir bien… mejor llamare a Fuji.-se dijo a si mismo mientras tomaba el telefonito celular de su mesita de noche. (¬¬ Ahí lo habías olvidado invesil!!)
Marcó el número, y espero a que atendieran.
(…) nada… no atendían. –que le pasara que no atiende? El siempre lleva su teléfono con el, no creo que lo olvidara…- se decía, sin darse cuenta de que el pequeño había comenzado a despertar. Siguió intentando. Mientras Ryoma abría y cerraba sus ojos lentamente para acostumbrarse a la luz. Al poder ver bien en donde estaba, se sintió confundido. Alguien estaba cuidando de él. Era aquel chico de quien desconfiaba. Pero aun asi, no sintió temor, sino que se sintió querido y protegido, como esa misma mañana, junto a aquel otro chico. Entonces, se volvió a dormir.
Continuará...