Capítulo 2
-¿Qué eres?- pregunta Blaise asustado.
-Soy un ser inmortal, eso soy, ¿tienes miedo?- a punto de clavar sus colmillos el pelirrojo.
-Así es, un vampiro.
-Un vampiro- alcanza a decir para gritar por el dolor de los colmillos clavados en su arteria.
-¿Te duele?- murmura el pelirrojo, mientras se alejaba un poco del cuello y dejar de beber ese chorro de sangre.
¿Qué deseas?, ¿qué pretendes?, ¿cuáles fueron tus sueños?, ¿por qué te los robaron?...
Muchas cosas pueden suceder... sobre todo si estás vivo más tiempo que debe ser prudente...
Esta canción de invierno es intérpretada delicadamente por un violín descompuesto... dejé muchos sueños sin cumplir y ahora jamás podré hacerlo...
Los ancianos, de los cuales procedemos, se reunieron por los actos antes mencionados... se dice que como regla principal, no puedes convertir a un mortal, por la razón de que es enamoraste... es ridículo no, más de algunos de ellos, tienen sus oscuros romances y por unos pocos, todos somos sometidos bajo el mismo mandato, parece una dictadura...
Para comenzar con este capítulo, he tenido que regresar a mi pasado... de cuando fui convertido...
Yo era un estudiante, aunque no lo crean, iba a la universidad, estudiaba medicina, aunque no lo crean, ya que no me gusta ver sangre y me mareo, y las vueltas de la vida... ahora dependo hasta el extremo de sobrevivir...
Hacia un tiempo, me sentía mal, comía demasiado, antes, pero llegó un momento en que todo me comenzó a caer mal, y adelgacé de pronto... mis padres me llevaron al Doctor y qué les dijo ese indolente vestido de blanco: "su hijo se muere"...
Podrán imaginarse el fuerte golpe para mi familia, estaban destruídos y mi organismo aún más, hasta para tragar mi propia saliva era una tortura.
Ser un vampiro, me salvó del dolor, pero para ser un hijo de la sangre, en mi agonía, recibí el don oscuro.
Tener el don, gozar de la inmortalidad, puede ser algo que jamás han soñado, de cierta manera, el tener conciencia de que no podrás morir, te produce cierto escalofrío en el cuerpo y te deja hasta sin respiración... cómo podría enamorarme o sentir cosas que sólo los humanos pueden hacer... creo que todo va en el deseo de regresar esa parte humana dentro de mi, estoy seguro que dentro de ese corazón congelado y letargado se encuentra un hombre que no desea más que su vida que le concedieron a base de un embriagador elixir, uno que no puedo ni debo dejar de beber...
Convertir a Blaise Zabinni en vampiro, fue meramente una reacción, un impulso, uno que me costó demasiado caro...
Se tiene la tendencia de que se odia al creador, por llamarlo de una manera, me pasó igual, lo odié, aunque después con el tiempo, en lo eterno y la inmortalidad, me sentí agradecido...cómo podría explicarlo, sólo de conocer a Blaise hace esta existencia algo más pasajera, convertirlo, un capricho para evitar que pereciera...
Tenerlo frente a mi en este instante, me borra todo razonamiento, es un vampiro formidable, aunque inexperto.
Los ancianos son Dumbledore, Antoine y Magdalena... si, una mujer, podría decirse que es un prototipo de "madre"...
De ellos proviene este secreto que ha sido transferido por generaciones, el don oscuro, el convertir a alguien, un humano a vampiro... ¿por qué existen los vampiros?, no lo se, tendría que consultarlo o inventar una convincente respuesta... de eso ya ha pasado mucho, los estudios jamás los volví a retomar, sólo tengo conciencia de que alguna vez fui humano y que ahora soy vampiro y que acabo de arrastar a mi presa al mismo calvario que yo...
-Vampiro, ¿en eso me has convertido?- pregunta Blaise un poco apartado de Ron.
-Eso eres... matarte sólo hubiese sido un desperdicio.
-Aléjate de mi, no me toques.
-Sé que ahora tienes miedo, no te haré daño, escucha lo que he venido a decirte.
-¿Por qué lo hiciste?, pudiste haber bebido mi sangre hasta haberme matado y punto, ¿por qué ahora soy un hijo de la sangre?
-Porque ese fue mi deseo, mi elección.
-Fue la tuya, pero no la mía.
-No sacaba nada con preguntarte, me habrías pedido que te matase.
-Eso quiero, creo que me volveré loco, incluso hasta el sol me ha quemado, no puedo salir en todo el día, y tengo mucha sed, ese deseo y olor a sangre, el sentir que corre por mi garganta seca y contemplar como mis ojos brillan en la oscuridad, es extraño.
-Esta será tu nueva vida.
-De qué vida me estás hablando, ¡estoy muerto!, o puedes oír que mi corazón late.
-Deberás a aprender a vivir con ello... yo estoy aquí para ti.
-Palabras dulces, no quiero oírlas.
-Me escucharás igualmente- el pelirrojo le toma las muñecas y lo estampa contra la pared- si no eres capaz de convivir con ello, con gusto yo te mataré, si te vuelves una amenaza para otros, no dudes que lo haré.
-¿Por qué estás temblando?- pregunta confundido.
-Porque he llegado demasiado lejos, tanto que no podré retroceder... qué me has hecho, Blaise Zabinni, ojala, si nos hubiésemos conocido siendo humanos, a lo mejor, podría decirte con claridad, pero... todo parece tan confuso, tan irreal...
-No sigas- le acaricia la mejilla al ser soltado por Ron- has sufrido mucho, ¿no?- se acerca hasta el pálido rostro del pelirrojo- mi sangre es como una canción que es irresistible para tus oídos, ¿no es cierto?, por eso tiemblas, estás conteniéndote para no morder mi cuello otra vez.
-Tú eres el único con el que pierdo el control, no debiera ser así, tú todavía no estás preparado, eres como mi discípulo...
-No sigas... por favor- unen sus labios...
"Sentir", así es como sienten los vampiros... o los humanos...
Aferrarse a alguien hasta herir su piel... necesitarlo tan desesperadamente que no eres capaz de dormir, que se pasan los minutos tan lentos, como si el reloj estuviese descompuesto y siempre tuviera la misma hora... el paso del tiempo, es infinito, la inmortalidad, es para siempre... la canción que canta para mi tu sangre me ha llevado a la perdición... pues tiene el sabor del invierno, la melancolía y el dolor de la lluvia, o el olvido de la nieve...
Todavía no entiendo del todo la existencia de los vampiros, es todo tan oscuro, misterioso, mágico y ficticio...
"Te quedarás", no vayas a dejarme...
Si sientes que tu corazón se rompe,
si sientes que quieres huir,
quédate a mi lado,
yo no te haré preguntas o buscaré respuestas,
sólo te abrazaré hasta que hayas derramado todas tus lágrimas...
Toda esa angustia del invierno,
se ha posado en tus ojos,
se ha convertido en tu sombra,
bórrala, no permitas que te domine,
abre tus manos y entrelázalas con las mías,
no dejes que las tinieblas cubran nuestro paraíso.
Nos espera un eternidad juntos,
la inmortalidad imborrable,
se ha escrito esta canción,
la que interpreta mi sangre para ti,
tú eres mi creador y yo tu discípulo,
aunque siento que tengo yo más derecho sobre ti,
me has brindado un tiempo infinito,
y aunque creo no poder soportarlo por mucho,
si no perdemos nuestra verdadera identidad,
a lo mejor, de esa forma,
no herimos a otros,
aunque nos alimentemos de ellos...
Si sientes que tu corazón se rompe,
pronuncia mi nombre,
jamás te olvides,
que tú vives porque yo existo,
y lo mismo va para mi,
un pacto de sangre,
un pacto que durará para siempre,
o eso pretendemos...
Tal vez seas un accidente en el camino,
o el más grave error de mi vida...
pero eres lo que yo quiero...
A pesar que su cuerpo es más frío que el hielo, es increíble que todavía puede emanar esa calidez humana, todavía queda ese Ron, humano dentro de él... tal vez por eso, lo siento tan cerca o por alguna razón, creo que recién he comenzado a vivir... ¿extraño?
No puedo entender mis propios pensamientos... lo que soy, lo que eres.
Espero después de todo esto, no perder al Blaise humano, a mi conciencia, sería un peligro naturalmente, pero esta sensación no desaparece... el beber la sangre, soy un adicto...
Santo pecado preguntarte
si viajas sola por la vida
si aceptas de inquilino entre tus brazos
a este pobre pecado abandonado, abandonado.
Santo pecado fue besarte
santo pecado hacerme adicto
al brillo que disparan tus ojos
a tus manos investigando todo
al ruido que haces cuando consigues el milagro, el milagro
Santo pecado es el deseo
santo pecado tus caderas
y el vértice cálido y siniestro
archivo de mis fantasías
tan cerca siempre del cielo
y del infierno, y del infierno.
Eres como un pecado que cometo una y mil veces, uno que me encanta y condeno... no se si son esos ojos que reflejan una tristeza tan profunda o son esos labios que esperan a que yo los tome y nos volvamos uno...
He tratado de encontrar la analogía
para ponerle algún nombre
a este caos que has causado que me gusta
y me fastidia y me ha dado por llamarle solo.
Estamos sumergidos en el mismo mundo, ambos buscamos lo mismo... presas, cazamos seres humanos, nos volvemos locos cuando un aroma llega a nuestro olfato y lo degustamos al clavar nuestros colmillos en la tersa piel de una mujer o en la más tonificada de un hombre...
Hay veces en que me da miedo... miedo de convertirme en un ser que sólo sea capaz de cazar y no detenerse hasta haber saciado su sed...
¿Existen esa clase de vampiros?
Nuestros labios se separan y algunos hilillos de sangre corren por las comisuras... paso mi lengua para saborear ese líquido.
Santo pecado, santo pecado
si me das una razón para estar vivo
porque después dar dos para estar muerto
y grito que es un santo pecado santo pecado
si construyes paraísos por un rato
porque después me avientas al infierno
y digo que es un santo pecado, santo pecado
santo pecado conocerte.
Rescata mi mente de las dudas, no permitas que caiga en la desesperación... no me dejes...
Hoy sumo sueños a mis dudas
hoy resto besos a mis ganas
hoy vivo al filo de la nostalgia
hoy tengo heridas como estrellas
hoy sueño mientras te extraño
con olvidarte, olvidarte.
Es como un santo pecado... uno donde me condena y otro donde me glorifico...
Santo pecado, santo pecado
si me das una razón para estar vivo
porque después dar dos para estar muerto
y dice que es un santo pecado santo pecado
si construyes paraísos por un rato
porque después me avientas al infierno
Mentiras que te creo
verdades que te inventas
santo es el coraje
y pecado es el delirio
de quererte para mí.
Santo pecado, santo pecado
si me das una razón para estar vivo
porque después dar dos para estar muerto
y grito que es un santo pecado santo pecado
santo pecado conocerte.
Santo pecado fue conocerte, convertirte en uno de los nuestros... pero aún así, no te dejaré... pues sólo vivo porque eres parte de mi, si tú mueres, no tendría sentido esta existencia inmortal, se sumarían los días, y todos igual al anterior, cazar, beber y matar... tú eres el único que me ha devuelto, mi vida perdida, aunque con ello, has perdido la tuya...
-¿Qué pasará cons Weasley?, ha quebrantado las reglas- dice Magdalena.
-Así es, ha convertido a un humano, sin tener un motivo razonable- dice Antoine.
-¿Acaso ustedes no han hecho lo mismo?, ¡cuántos de nosotros hemos caído en esa tentación!, no olviden que bajo este cuerpo, ¡todavía somos capaces de sentir!- arremete Dumbledore.
-Para quienes han vivido un milenio, esa palabra, carece de todo fundamento- dice Magdalena- ¡le juzgaremos!
-Estoy de acuerdo, si no pasa el juicio, ¡lo mataremos!
-Nos creemos jueces, cuando no tenemos derecho de serlo... también hemos cometido los mismos pecados, una y otra vez...
-¡Y lo hemos pagado con nuestros cuerpos!- dice la mujer.
-Que se cumpla esta orden, traíganlo delante de nosotros y también a su discípulo.
-Que más da... será la misma respuesta- termina por decir el anciano de los lentes con forma de media luna.
continuará...