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:::: LABIOS COMPARTIDOS :::: por KUCHIKI HIWATARI

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Notas del capitulo:

NEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE gomen xd  por tardarme en actualizar  mi no ser mi culpa es culpa de mis alumnos de secundaria donde voy a practicar me absorben y de mis maestros de la normal u.u

Pero estoy muy feliz me kede en CU y no mori en el intento!!!!!

bueno  aki dejo el tan esperado capitulo  que me costo un mucho trabajo... no soy muy romantica

Naruto no es mió pero si lo fuera de seguro  andaria tras de él para evitar que  sasuke le hiciera daño, le presentaria a Sai  y serían felices para siempre.


 
             

    Labios compartidos, labios divididos mi amor


 
 

         …Entonces… Haré.. que esta sea la mejor cita de tu vida… 

 


 
 
 
Sin saber porque sentía como sus mejillas seguían ardiendo después de  que Alex le dijera aquellas simples palabras, estaba aferrado a la cintura del castaño quien conducía rápidamente  por  la carretera, no sabia a donde se dirigían con exactitud porque desde que se había  subido a la moto  había cerrado los ojos, quizás por el aroma que desprendía el conductor  tan agradable que  hacia que el rubio se ensimismara  para disfrutar de el, no podía explicarlo pero en verdad deseaba que  todo eso estuviera pasando  en realidad.
 

 


 
                      ¿Hace cuanto que no vivía algo parecido?
 
 

 


Después de un largo instante o corto para kitsune sintió como  la velocidad iba descendiendo poco a poco hasta quedar quietos, y entonces el movimiento del conductor le hizo despertar de aquel trance para darse cuenta que ahora otro aroma inundaba su olfato
 


                                        …Salado…
 


Pensó y le fue inevitable abrir de golpe los ojos para encontrarse frente a el castaño ofreciéndole su mano para bajar de “micro”, pero sus ojos  vieron  también más allá,  muy cerca de ellos  estaba  un inmenso manto azul debajo del sol de medio día  y que rítmicamente  se arrastraba sobre la arena.


 
-¿Kitsune?


 
Oyó a lo lejos la voz de Alex pero estaba  tan asombrado por lo que estaba  viendo que  no presto atención, cosa que cautivo aún más al castaño que rió un poco  cuando se dio cuenta que el rubio estaba  embobado como  a un niño que por primera vez contemplaba   algo desconocido.


 
-Si vas a estar así, No vamos a poder bajar a observar…


 
-El mar… -Articuló el rubio y después simplemente bajo de la moto emocionado ayudado por Alex y corrió  directamente hacia el mirador que estaba  justo a unos pasos.
 


Era más inmenso que  lo que había  visto en aquella foto, más hermoso y la brisa aún más fría de lo que había  imaginado, sus ojos se cristalizaron algo le estaba doliendo pero no era un dolor como los que ya había experimentado, era un dolor como de eso que hace tiempo no recordaba llamado alegría


 
-¿No lo conocías?  - se atrevió a interrumpirle cuando vio los ojos de Kitsune, aunque no lo quisiese  aceptar también algo en el estaba alterado, había estado muchas veces ahí pero en esta ocasión  era diferente, como si también fuese su primera vez, se había arriesgado demasiado con aquella idea para comenzar a dudar.
 


-No, pero…- se reprimió al sentir su voz flaquear  y al darse cuenta que estaba apunto de llorar – tenía tantas ganas de conocerlo personalmente… - calló inmediatamente estaba cayendo en un estado débil y debía recobrar la compostura
 


-Pareces un niño…- volvió a reírse
 

-¿Te burlas de mí? – lo miró directamente
 


-¡No! – Exclamó – estas muy a la defensiva, no lo dije con ninguna intención
 


-¿A que hemos venido aquí?- preguntó inquieto
 


-Bueno en realidad no sabia que no conocías el mar, el motivo es ese – el castaño le señalo un restaurante  a unos metros de ahí, modesto y con una gran vista.
 

-¿Un restaurante?


 
-Más  bien un lugar lindo para comer y trabajar – tomó la mano del rubio – Vamos


 
-¡Suéltame! – De inmediato retiró aquel contacto – No te tomes tantas confianzas conmigo
 


-Vaya… no se supone que es un cita, deberías poner de tu parte – dijo desilusionado
 


-Más bien es el pago de tu chantaje, no es una cita – se defendió – Además ¿vas a dejar aquí a micro?
 


- No creo que le ocurra nada, ¡Vamos!, cumple tu palabra Kitsune – le retó


 
-Bien… - hizo una mueca de disgusto  y  tomó fuertemente la mano de Alex para después  casi llevarlo arrastrando hasta aquel lugar, aunque el contacto no era tan malo, hubiese  preferido haberse quedado más  tiempo observando el mar
 


A unos cuantos pasos estaban tres sujetos  quienes al verlos alejarse se acercaron  hasta la moto que Alex había dejado a un lado del mirador
 


-Miren Kurita y Sena esos estupidos han olvidado algo – rió y tocó lentamente el asiento de la moto
 
-SEEE… Monta creo que debemos guardárselas
 
-Yo que ustedes no haría eso – del otro lado del mirador una señora  les habló
 
-¡¡¡Pero Oba-chan!!! – le recriminaron
 
-Ya se dieron cuenta  quien es aquel joven – miró directo  hacia donde iban caminando Alex y Kitsune
 
Ambos chicos se alejaron de aquella motocicleta inmediatamente
 
-Debiste decirnos antes – se acercaron hasta ella- Es extraño que venga, hace mucho no lo habíamos visto por aquí
 
-Ya no es el mismo… el ha cambiado – les susurró a aquellos chicos 

 


 
 
           - - - - - - - - - - - - - - *-*- - - - - - - - - - - - -  - - - -

 


 
 
- Bienvenidos – una chica les atendió justo cuando entraron al restaurante y les dio una mesa inmediatamente, era una mesa algo alejada de las demás y muy cerca de un ventanal que daba directo hacia el mar
 


-Gracias – el rubio le sonrió a la chica cuando  les entrego la  carta del día
 


-Podrías soltarme – con altanería  le hizo notar al rubio que le tenía  tomado de la mano fuertemente a pesar de ya estar sentados  en la mesa
 


-No – fue su simple respuesta al sentirse encerrado en una posible oportunidad del castaño para hacerle  perder – Tú dijiste que es una cita y que debía poner de mi parte
 


La chica sonrió ante aquella escena y se alineó cuando Alex la miró
 


-Queremos ramen – le ordenó a la chica antes de que el castaño pudiese decir algo más- por favor y una soda
 


-Pero… - Alex intentó decir algo pero la chica de inmediato  fue a cumplir la orden
 


-¿Qué? – lo miró con una sonrisa  fingida de triunfo
 


-¿Ramen?... es algo muy…- hizo un gesto de no aprobación
 


-Es muy rico, es el plato favorito de Sai y el mío, cuando lo conocí el me enseño a comerlo – sonrió recordando aquellos días de probar cosas extrañas que a Sai le encantaban – Además… el ramen es barato lo digo por si no puedes pagarlo
 


-Si es tu favorito entonces lo comeremos, pero podría pagarte hasta la risa sabes…
 


-Bien- se rió Kitsune
 


-Pero no he venido precisamente a comer en este lugar – le aclaró y saco de su mochila su cámara fotográfica
 


-¿Cómo? – el rubio no entendía ¿Qué pretendía hacer con eso?


 
-Escuche que este lugar  tiene buenos artistas y que hoy habría una función que me interesa, además de otras fotos  que quiero sacar


 
-¿Me has traído a verte trabajar? – le preguntó intrigado
 


-Por supuesto, yo siempre te veo trabajar ahora es tu turno, aunque será después de comer – le respondió al ver a la chica  entregarles sus platos  de Ramen
 


-bien, será interesante ver si eres un buen o mal fotógrafo
 
-Soy de los buenos- le miró con una gran sonrisa que  contagió a Kitsune, -¿Esto es comestible?
 
-No puedo creer que nunca lo hayas probado… ¡es delicioso! – comenzó a comer rápidamente y entonces Alex se decidió llevando  unos cuantos fideos a su boca
 
-Bueno… sabe bien – Alex intento disimular lo mucho que le había gustado, muchas veces  lo había visto comer por otros  y despreciado ese plato tan barato pero ese día también estaba  dispuesto  a experimentar nuevas cosas.
 
                           

                        

                                            A dejarse llevar


 
 
Después de unos momentos las luces una música gitana comenzó a sonar en el lugar
 


-Es mi turno – Alex tomó su cámara y ante la mirada de Kitsune camino unos pasos para tener un mejor ángulo.
 
Mujeres de cómo 20 años y  hombres  comenzaron a salir lentamente, sus trajes eran de colores rojos y azules, algunos verdes y amarillos, con polleras de colores intensos, los hombres traían babuchas. Descalzas comenzaban a moverse rítmicamente  dependiendo  el sonido que era transmitido por los gitanos  que tocaban la guitarra o los tambores. Aquello también desconocido para el rubio era simplemente mágico.
 
-Alex…-le susurró al acercarse al castaño quien estaba hincado tomando muchas fotos
 
-¿te agrada? – le preguntó al sentirlo tan cerca
 
- Son…  
 
-Gitanos de Cocek, esta danza es  larga se llama Kalbeliaz es tradicional en los grupos gitanos porque sólo puede ser bailada en ocasiones especiales  durante una determinada fecha en el año, por ello quise que viniéramos a este lugar, porque es extraño ver esto, aunque sean pagados, los gitanos tienen un código muy especial
 
-Sabes mucho…- le contestó asombrado  al contemplar el espectáculo
 
-Te dije que soy fotógrafo de los buenos, tengo que saber que estoy retratando – sonrió emocionado al sentirse oído por el rubio, además de que estaba haciendo lo que siempre había querido, la fotografía era algo que desde pequeño le había estado prohibido y ahora en compañía de Kitsune se sentía capaz de  ser él mismo.
 
-Eres…- guardo silencio cuando   la canción termino y Alex se levanto para que ambos aplaudieran al igual que los que se encontraban en aquel restaurante
 


- Mira, presta atención Kitsune – le señalo a una de las mujeres en el centro que comenzó a zigzaguear su cuerpo lentamente mientras la música era calmada - La palabra  gitano procede de egiptano, porque en el siglo XV se pensaba que los gitanos procedían de Egipto, por esos movimientos y pos la misma música
 


-Pensé que eran españoles
 
-No en realidad  fue el primer país donde emigraron – le aclaró y se dispuso a  enfocar  a la bailarina y seguir sacando fotografías
 
A diferencia del anterior esta danza era más alegre y las gitanas comenzaban a rondar entre las mesas para sacar a bailar a los comensales, se estaba poniendo muy  alegre aquel lugar
 


-Esta danza se llama faremen y se trata de sacar a bailar a los espectadores a la luz de la luna para  una  buena fortuna
 
-Pero no hay luna, estamos a medio día- le aclaró Kitsune
 
-Buen punto… pero es un espectáculo, supongo que eso no importa – ambos sonrieron
 
De pronto una de las gitanas  más jóvenes se acercó a Kitsune haciéndole la seña de invitarlo a bailar
 


-Yo… eto … - se sonrojo terriblemente, algunos espectadores comenzaron a aplaudir para animarlo a  aceptar y  no tuvo más alternativa cuando  se vio arrastrado por aquella chica que  con movimientos rítmicos lo incito a  bailar  al son de los tambores.
 


Alex comenzó a retratar aquel suceso,  veía por la lente de la cámara el gran sonrojo del rubio, se veía hermoso, tan feliz como nunca antes lo había visto y eso le hizo latir el corazón más aceleradamente. Otra gitana se acerco  pero al castaño quien también fue arrastrado a bailar con aquella chica, y aunque no era algo que se imaginara hacer  en su  vida lo estaba disfrutando sobre todo cuando de la nada ambas chicas  pusieron frente a frente  a Kitsune y Alex.
 


Un momento de duda y de emoción ahogada, pero termino cuando Alex  extendió su mano al rubio para que  le permitiera  bailar con él, Kitsune sintió una descarga eléctrica cuando por el ambiente  de alegría y baile no se dio cuenta claramente como su mano llegó a la del castaño  para ser acercado peligrosamente al cuerpo de Alex hasta quedar tan cerca que pudo  oler nuevamente aquella fragancia  que despedía en el viaje por carretera pero que más cerca era más intensa e hipnotizante, se miraron unos instantes a los ojos  y después Alex le dio una vuelta  lentamente, despacio… tan sensualmente para devolverle con aquella gitana que   lo volvió a arrastrar con ella, al igual que el castaño con su pareja original.
 


Así pasaron las dos horas de aquel espectáculo en medio de risas, miradas, baile, fotografías y un ambiente gitano realmente inolvidable.
 


-Vaya… estoy cansado – el rubio se sentó en su asiento  para esperar que regresará Alex pues había ido a pagar la cuenta
 


-¿Por qué ocultas tu nombre?
 


-¿mande? -Se enderezó  al oír tal afirmación y vio a la gitana con la que había bailado
 


-Naruto – pronunció
 
-¿Cómo lo sabes? – le miró asustado
 
-No te preocupes no te haré nada, soy gitana ¿lo recuerdas?, lo leí en tus ojos – afirmó
 
-No se supone que leen la mano – le dijo  incrédulo
 
-Hay cosas que no podemos saber sólo por ver los ojos, también cuando bailamos toque tu alma, pero si gustas – se estiró y tomó su mano - ¿puedo?
 


-si – respondió
 
-Veo que has sufrido mucho, perdiste algo importante, algo que no puede ser nunca sustituido
 
-Kitsu…- fue callado por la gitana el castaño
 
-por ello tomaste el camino que  has elegido hasta el momento y –
 
-Podemos saltarnos el pasado, creo que eso lo se demasiado bien – dolor en su mirada hizo que Alex se estremeciera
 

-No puedo saltarme tu pasado porque  este de verdad esta muy cerca de ti,  dentro de este hay muchos caminos entrecruzados, es como si fuera una red que obligara a estar frente a lo que has estado huyendo, Kitsune… veo – hizo una mueca de asombro y volteo inmediatamente a mirar a Alex y luego al rubio – veo dos hombres con una misma estrella, ese hombre es…
 


-¡Kitsune! –El castaño exclamó alterado interrumpiendo la lectura de la gitana- Debemos irnos, tengo muchas fotos que sacar
 


-Pero… ella
 
-Algunas fotos son en las orillas del mar ¿no quieres venir?- exclamó ansioso
 
-Al mar – de inmediato aparto su mano de la gitana – lo siento, creo que debo irme, además no creo que el pasado regrese y si lo hiciera ya no soy el mismo
 
-Vamos – lo tomó de la mano  para sacarlo de aquel lugar
 
-Kitsune – lo llamo la gitana  y el rubio volteó a verla – Esa estrella – miró a Alex – puede ser buena porque tiene una parte que esta comenzando a brillar pero también puede ser mala –sus miradas se cruzaron y el castaño simplemente  desvió la dirección de su mirada - porque aún esta opaca, ten cuidado y cuando llegue el momento toma la decisión correcta
 
-¿No entiendo? – la miró, pero ya no pudo decir nada más  porque  Alex lo  jaló suavemente para salir del lugar


 
No le soltó ni un instante desde que salieron del restaurante hasta que bajaron a la orilla del mar ambos mantuvieron aquel contacto  que podría verse a los ojos de  los que los veían pasar  superficial pero para ellos era diferente, era como si estuviesen atando lazos.
 


-No debimos irnos así – le reprendió una vez  que comenzaron a caminar por la arena
 


-Lo siento, no creo en esas cosas, es una charlatanería que te estaba poniendo triste, además – le señaló el mar- desde que llegamos he tenido la impresión que tenías ganas de estar más cerca
 
-No creo que ella tuviera malas intenciones, era muy interesante lo que me estaba diciendo… aunque no lo entendiera muy bien – lo miró molesto y después camino  lentamente hacia  la orilla
 
-Anda Kitsune… no me vas a decir que crees en esas tonterías -  exclamó y lo siguió  hasta donde se dirigía
 


-Bueno, no lo sé… ella parecía tan convencida – se detuvo y contempló  a unos cuantos pasos esa gran inmensidad y escuchaba atentamente como las olas  chocaban contra las  rocas, también  observaba como  las estrellas de mar eran arrastradas en la arena.
 
-Quitate los zapatos kitsune – le dijo mientras dejaba sobre la arena su mochila y se quitaba los zapatos
 
-¿para que?
 
-Tú sólo hazlo – le ordenó y al ver a Alex  sonreírle se animó a hacerlo
 
Alex observo como Kitsune le obedecía y después lo volvió a tomar de la mano para acercarlo  a donde el agua salada entraba en contacto con la arena. Temeroso como jamás imagino el rubio  se resistía un poco.
 


-Vamos no va a pasar nada, pareces un niño – se mofó
 
-Es que, nunca me había sentido así – se atrevió a soltarlo, para el esta experiencia era tan nueva que tenía  hasta cierto punto miedo
 
-No te preocupes si llega una ola yo mismo te protegeré – lo miró  muy seguro
 
-¡No es por eso!- se sonrojo ante aquella afirmación absurda – es sólo que esto es nuevo para mi
 
-Lo ves no pasa nada – le dijo con voz suave cuando kitsune  pudo sentir la pesada agua marina sobre  sus pies
 


-¡¡Pica!! – dijo riendo
 
-Quizás por que es salada – ante aquel comentario, sintió un leve empujón de Kitsune
 
-Deja de burlarte de mí – le recriminó
 
-Pero si yo – intentó defenderse ante los empujones de Kitsune que lograron tumbarle sobre el agua
 
-¡Lo siento! – se disculpo inmediatamente al ver lo ocasionado y extendió su mano  para ayudarle a levantar
 
-¡Eres un niño! – le gritó sonriendo comenzándolo a mojar, salpicándolo con grandes movimientos de sus manos
 
-¿Qué demonios dijiste? – Kitsune  comenzó a seguirle la jugada y pateando el agua intentaba mojar aún más al castaño
 
-¡Lo que oíste niño! – se levantó rápidamente y ahora fue el quien había tumbado al rubio sobre el agua para luego comenzar a correr por  toda la orilla perseguido por un enojado ojiazul quien parecía  que lo mataría. Ambos continuaron con aquella guerra de agua por  un rato más  hasta que por fin Kitsune logró atrapar a Alex  tumbándolo sobre la Arena, junto con él.
 
-Eres un tramposo – gritó Alex sacudiéndose la arena de la cabeza
 
-Lo mismo digo – se dejo  caer quedando acostado mirando directamente  el cielo
 


-No tanto como tú – le aseguró el castaño quien  se acercó hasta su rostro provocando nuevamente el sonrojo del rubio – La próxima vez- dijo llevando su mano hasta la mejilla del ojiazul quien de inmediato detuvo su respiración - yo ganaré – le sentenció y sacudió algunos granos de arena que estaban ahí cómodamente alojados
 
 


 
                Después de aquel roce pudo respirar nuevamente


 
               Cuando también Alex se tumbo a lado de él para  observar el cielo
 
 
 


-Kitsune – pronunció algo agitado como si  hubiese dudado para hablar e interrumpir al rubio quien tenía cerrados los ojos descansando después de aquel juego
 
-Mande –
 
-¿Por qué dijiste que… al mar, querías conocerle personalmente, como si ya lo hubieras conocido de otra  forma? – le dijo tratando de articular las palabras adecuadas.
 
-yo… - no abrió los ojos, sintió su cuerpo vibrar pero no los abrió – es… - no quería recordar aquello – me lo había imaginado algunas veces
 
-Ya veo… - escucho la no muy convencida respuesta de Alex y después escucho como  este se levantaba y después un flash que le obligo a abrir los ojos
 
-¿Qué…? – ese destelló le había cegado unos instantes, después pudo ver a Alex con  una cámara mas pequeña en sus manos, de la cual salía una foto instantáneamente.
 
-Bien ahora tengo una foto tuya sobre la arena – sonrió feliz
 
-¿Qué??????? – se sentó de inmediato – NO TE HE DADO PERMISO PARA SACARME UNA FOTO!! – su gritó se oyó por  toda la playa
 


- Lo siento ahora es mía – se la mostró rápidamente al Kitsune y después se la guardo en la chamarra
 
- ¡Entrégamela! – se levantó rápidamente  e intento quitársela, ambos comenzaron a forcejear
 
-No – su simple respuesta en medio de carcajadas por  las cosquillas que sentía  por los forcejeos con el rubio
 


-¡ALEX! – en realidad no pensaba quitársela, algo en el quería que aquella foto se quedará en manos del castaño, pero se suponía que no debía hacérselo notar, estaba seguro que después de unos cuantos forcejeos más serían suficientes para perder pero después paso algo que cambio esa perspectiva.
 


- Para que no te e…nojes… - comentó entre los forcejeos – también te daré una a ti – ambos se detuvieron y entonces Alex enfoco directamente hacia el mar.
 
 
 

El corazón de Kitsune se detuvo
 

 El pequeño cuadro de papel fotográfico salió de la cámara 
 
 Y volvió a ocurrir
 
 
 
-Ten… no es una  buena foto, por la posición, pero supongo que  será un agradable recuerdo- extendió aquel papel hasta Kitsune que le veía como en cámara lenta
 
 
-Es… - la tomó entre sus manos
 
-Es el mar… - pronunció  Alex provocando amargos recuerdos en el rubio
 
 
 
-El mar… pensé que te  agradaría, Haku menciono que nunca lo has visto, yo se que no se compara con estar ahí, pero al menos quise que lo  conocieras… pero si quieres puedo … no se…  y …
 
 


 
 
-Yo… no…- llevó una de sus manos hasta su cabeza  como intentando aplastar aquel recuerdo
 
-Aunque… pienso que el azul de tus ojos… - le tomó por el mentón es más…
 
-¡¡NOOOOO!!- Gritó ansioso, no quería escuchar aquellas palabras de nuevo, no quería provocar aquel comentario una vez más – ¡No la quiero Alex!…!No quiero tu foto! – le gritó completamente absorto por sus pensamientos y la apretó en su puño arrugándola para después arrojarla contra Alex 
 
-Kitsune, lo siento… yo no quería… - intentó disculparse tratando de evitar que el rubio se alejará, pero lo que vio le dejo sin aliento, el rubio tenía los ojos llenos de lagrimas.
 
-No te me acerques, ¡no quiero que te me acerques Alex!, eres igual no hay ninguna diferencia- lanzó aquellas palabras con odio y resentimiento
 
-No puedo dejarte ir así Kitsune – lo tomó por los hombros - ¿Por qué? déjame ayudarte, yo…
 
-¡Te he dicho que me dejes! – le gritó y de un fuerte puñetazo  pudo liberarse del agarre del castaño, sólo pudo correr alejándose lo más rápido  posible de aquel lugar pero no de aquel recuerdo que le atormentaba en aquel momento.
 
 
¿Por qué tenía que haber pasado en aquel momento?
 
 
 
Corría  pero no era consiente de para donde, sólo sentía  como la arena se enterraba en sus pies desnudos  y su cabeza daba vueltas recordando aquella figura que se había propuesto olvidar pero que aún hacia que su corazón se estremeciera
 

 


 
 
                                    -Ten –
 
                                    -Es…-
 
         -El mar… pensé que te  agradaría, Haku menciono que nunca lo has visto, yo se que no se compara con estar ahí, pero al menos quise que lo  conocieras… pero si quieres puedo … no se…  y
 
         -gracias…. Es hermoso, Sasuke….nunca antes había recibido  algo así…
 
                           -no es tan importante
 
                              -lo es… para mi  lo es…
 
                             -no llores por algo… así…
 
                                    -lo siento-
 
       -además…  creo que el azul de tus ojos es aun más hermoso –
 
 
 
 
          ¿Por qué tuvo que haber dicho también esas palabras?
 
 

 

 


                         -- . .- - - . . - .


 

 


Quiso levantarse de prisa e ir alcanzarlo, pero el golpe en su mejilla le dolía al igual que el sufrimiento del rubio ¿Cómo pudo haber sido tan estupido para hacer aquello arriesgándose tanto? Se repetía una y otra vez dándose leves golpes con la mano en la frente, todo ese día había sido quizás no perfecto pero si  había ganado terreno para echarlo a perder de esa manera
 
-Estupido! Estupido! Estupido!... – se repetía – Lo he vuelto a hacer… te he hecho llorar ¿Qué debo hacer para ya no hacerte sufrir?... – sabia en su interior que la respuesta era alejarse – No quiero, quiero estar a tu lado… No voy a dejarte ir – se dijo decidido y se levantó para tomar su mochila, encontró sus zapatos y los de kitsune con su cartera, eso le aseguraba una cosa: no podía llegar demasiado lejos y tenía al menos una última oportunidad.
 
 
    
                    **********- - - - -**** - - - - - *******


 
 
Había caminado largas horas preguntando a cualquier persona  si le  había visto, la noche ya había caído  y le preocupaba no encontrarlo, hasta que al llegar al muelle uno de los pescadores le dijo que desde la tarde  había un muchacho con esa descripción sentado en las rocas contemplando únicamente el mar como si no existiera nada más, aquel hombre le señalo la dirección y  desde lo lejos pudo verle, estaba ahí sentado absorto en sus pensamientos, tan lejos de la realidad. Tenía tanto miedo de acercársele ¿Qué tal si volvía a escapar?, ¿y si no quería verle? Al menos tenía que intentarlo 
 

-¿Cómo estas?...¿que tal tu día? – preguntó  regañándose a si mismo por las tonterías que estaba diciendo quedando a la espalda de Kitsune, no se atrevía aún a verle de frente
 
 
-Bien – una débil respuesta, al menos no  le había evitado  o  no había salido corriendo

- Con eso no entiendo como estuvo tu dia, quiero saber más… tal vez si reíste por algo gracioso, observaste las nubes, viste salir del mar una estrella cerca de ti, o estuviste llorando todo este tiempo... ¿me explico?- trato de desvanecer esa tensión que podía sentirse en el aire salado producto del mar  y cuando este sonrió levemente, Alex continuó-ahora sí dime ¿cómo estuvo tu día?

-Eres todo un caso Alex… debería golpearte por hacerme sentir tantas cosas un mismo día

-Ya lo hiciste – se quejo llevando su mano  hasta el golpe que  le había dado el rubio

-tienes razón – comenzó a reírse - ¿La tienes?

 

-¿Qué?- le preguntó sin entender

 

-La fotografía, un bobo como tú de seguro la guardo – menciono sin mirarlo

 

-Te refieres a…

 

-Si, podrías dármela -  se dio la vuelta  y lo miró directamente

 

-ten – saco de su chamarra aquel pedazo de papel arrugado y se lo dio al rubio

 

-Hace tiempo – comenzó a desarrugarla lentamente, con mucho cuidado y dedicación – Alguien me regalo una parecida

 

-¿Por ello lo de conocer personalmente al mar? – cuestionó

 -si – sonrió continuando con su labor – para mi era muy importante ese regalo porque venía de una persona  a la cuál yo… esa era una persona muy importante

-¿ya no lo es? – un nudo en su garganta le hizo tartamudear un poco

 -No – una simple y profunda respuesta – Quizás es la persona que más odio en el mundo

-La… persona que más – se  detuvo y tomó aire – odias

-La que más odio Alex, te sorprendería saber cuanto lo odio- pronunció con desprecio

 

 

 

 

 

 

La que más odio… cuanto lo odio

 

Aquellas palabras retumbaron en la cabeza de Alex ¿Cuándo alguien tan inocente como su rubio se había llenado de esos sentimientos?... todo era la culpa de esa persona a la que ahora también el odiaba

 

-No me dejaste terminar – dijo y se acercó de nuevo al rubio- el azul de tus ojos es más intenso y limpio que cualquier otro, por eso no debes llorar nunca más  por que también es fuerte, tan fuerte como el mar

 

-¿inocente? – se rió avergonzado

 

-lo eres, ahora más que nunca se que siempre lo has sido

 

 

-Gracias… - sonrió mostrándole la fotografía que ahora estaba desarrugada

 De la nada en el manto negro del cielo  comenzaron a verse destellos de miles de colores cayendo en forma de cascadas, el sonido era retumbante, pero no más que el corazón de ambos al conectar sus miradas por unos instantes

-¡Vamos! – Kitsune ofreció su mano al castaño para ayudarlo a subir hasta donde el estaba –Quedémonos un poco, nunca he visto tan de cerca unos fuegos artificiales y menos sobre el mar

-Son de la fiesta del pueblo que esta a unos kilómetros, lo supe cuando estuve  buscándote – sentado a su lado volvió  su tranquilidad

 

-Gracias por buscarme, siento haberme ido así… es sólo que aún no estoy preparado para estar tanto tiempo fuera del burdel y sin  Sai… - bajo la mirada ahora se daba cuenta que  en todo el día no había pensado en él ¿Qué tenia la persona a su lado que lo hacia olvidar todo?

 

-¿Lo extrañas? – sintió rabia, ese sujeto tenía una gran influencia en el rubio y tenía que averiguar porque

 

-Mucho… - en verdad quería que en esos momentos Sai estuviera a su lado para apartar cualquier duda

 

-Hace frió – Celos, era lo que sentía, quería abrazar al rubio  para que este sintiera que no necesitaba a nadie más, que sólo lo mirase a él por sobre todos, que ese Sai no era mejor que él, pero a decir verdad si lo era, así que tuvo que reprimirse y simplemente  se desabrocho la chamarra, se la quito para inmediatamente ponérsela sobrepuesta a Kitsune, sería su forma indirecta de abrazarlo.

 El rubio simplemente observo tal acción y de forma ilusa pensó que en vez de la chamarra eran los brazos de Alex quienes lo tenían rodeado y se avergonzó por pensar aquello, antes de que le mostrará un nuevo sonrojo volvió a  posar su vista en aquellos juegos artificiales que adornaban el cielo sobre suyo.

-Es verdad – Después de unos instantes, de pronto volvió a mirar a Alex- ¿y mis zapatos?

 

-Están con “micro” – contestó contemplando el final de los juegos artificiales

 -¿Dónde esta micro? – preguntó inquieto

-No creas que lo deje en el mirador, es demasiado peligroso, cuando llegue al pueblo deja a “micro” encargada con una señora que tiene una fonda cerca de aquí – le explicó – ya es tarde vayamos por ella

 -Vayamos – ambos se levantaron y caminaron  hacia aquel lugar que según Alex no estaba muy lejos de ahí.

 

 

- - - - - **** - - - - -

 

 

-¡¡¡Oba chan!!! – gritó Alex al llegar a aquel lugar donde ya no había  gente 

 

-¡Oh! eres el chico de la moto, pensé que no regresarías más – le grito desde la ventana

 

-Lo siento, ya encontré lo que buscaba por eso he venido por ella, debemos partir a la ciudad – le menciono el castaño

 

-Pero ya es muy tarde, además como es el festival del pueblo vecino es muy peligroso – les abrió la reja para que pasarán, porque mejor no se quedan esta noche, mi casa no es muy cómoda pero si es segura – les hizo la propuesta

-Pero… Zabuza… - el rubio intento decirle a Alex pero este antes de escucharlo había ya aceptado

-Se ven hambrientos, pasen antes de acostarse les serviré un poco de ramen – amablemente los paso  hasta el comedor donde ambos disfrutaron de un rico tazón de ramen caliente.

 

 

-          - - - - - - -****- - - - - *****- - - -

 

De nuevo a lo lejos se escuchaba juegos artificiales, Alex y Kitsune  observaron desde una ventana de la habitación que les había dado aquella señora,  si podían verse pero las nubes lo evitaban

 

 

-Es hora de concluir esta cita… ¿No es así? – el rubio se alejo de la ventana y bajo la mirada,  camino lentamente hasta la mesita que se encontraba frente a la cama, donde  puso la chamarra de Alex y después se volteó hacia  el comenzándose a desabrochar la camisa  blanca que llevaba

 

-¿Qué haces? – preguntó al ver ese comportamiento del rubio

-¿Para eso me trajiste aquí no?...Para eso quisiste que pasáramos aquí la noche ¿no es así?- Contestó dejando sin palabras al castaño

-Detente – caminó hacia el rubio tomándolo de las manos para detenerlo - ¿Crees que he traído aquí para acostarme contigo? 

-¿Y no es así?, todos buscan eso, tú no eres la excepción a esa regla – lo miró

 -Kitsune… no pienso, nunca paso por mi mente algo así ¿Por qué debería hacerlo?

-Por que tú sabes lo que soy… porque me vendo en un burdel… ¿o que más podrías ver en mi?

 

 

-Tal vez… sólo quiero besarte – pronunció indignado por aquellas palabras, sobretodo por la desvalorización que había en ellas

 

 

-Besarme… - deshizo el agarre  y le dio la espalda- no digas tonterías

 -Yo no veo algo malo en ti, si fuera así hubiéramos arreglado esto en el burdel

-Entonces… - volvió a voltearse y lo tomó por la camisa ¿Qué piensas de mi?, ¿Qué buscas?, ¿Por qué  me has acosado todo este tiempo? – comenzó a cuestionarle moviéndole, buscando respuestas a algo que no entendía.

 

 

-Te lo he dicho quizás sólo quiero besarte… quizás sea…-sentía que si no lo decía en ese momento esas palabras iba a quedar ahogadas para siempre

 

 

-¿Qué… dices? – su corazón latía rápidamente y de pronto se sintió repegado contra la mesita donde  había puesto la chamarra del castaño

 

 

-Es extraño…- susurró acercándose peligrosamente a su rostro

 

 

-¿Por qué? – pronunció débilmente al sentirse prisionero

 -Esa es la respuesta – se aproximo más… ahora a sus labios

 -¿Cu…ál? – respiró con dificultad

-Eso es lo que veo en ti…- se acercó más y más – Veo un príncipe… mi príncipe…-como nunca en su vida se sintió dueño de sus emociones-¿No piensas cerrar los ojos? – preguntó cuando lo que estaba apunto de ocurrir ya era inevitable.

 

 

-No creo ya en los cuentos de hadas – afirmó deseando aquello con toda el alma

 

 

-Me gustaría que al final de este cuento llegará a conquistarte…


 
                    Yo no puedo compartir tus labios
Y comparto el engaño y comparto mis días

 

Y se acorto la distancia, en un suave roce  sus labios se unieron en un beso corto, en una sutil caricia que acelero su sangre, su corazón y nublo sus pensamientos

 

 

-A…lex – pronunció cuando  se despegaron

 

 

-Kits…- No le permitió  terminar de decir su nombre de pronto le jalo por la camisa y cerrando los ojos le beso  ahora él tan intensamente  que sus razones huyeron para dar cabida a sus emociones oprimidas, un beso ardiente y febril lleno de ansias y nerviosismo, de pasión y hambre que sólo el segundo beso  puede  lograr en las personas

Caminaron torpemente hasta dejarse caer en la cama donde Kitsune se posesiono encima de las caderas de Alex comenzando a moverse descaradamente, sin romper aquel contacto que los tenía siendo victimas de aquel mortífero veneno, el cual se intensificaba como si sus cuerpos reaccionarán acelerados después de tanto tiempo de estarse buscando nuevamente.

 

 Los labios de Alex descendieron hasta el cuello del rubio, y este  se hundió más en el al sentirse excitado por el leve roce de la barba del castaño sobre su piel.

 

 -Aquí están – entro aquella señora con las manos llenas de cobijas hasta  la cara impidiéndole ver que estaba sucediendo pero provocando que ambos se separaran rápidamente

 -Oba chan, gracias – Alex se acercó a la señora tratando de tranquilizarse un poco y tomando las cobijas que traía

 -De nada, perdón por la tardanza, ¿son suficientes?, mira que el suelo es muy frió,

 -Si muy suficientes afirmó – Alex de inmediato las colocó sobre el piso para extenderlas justo a lado de la cama

 -Pero ¿vas a dormir… en? – kitsune sentado en la cama observo aquello

 -En el piso… no pensarás que iba a quitarte  la cama – le aclaró

 -Bueno, les dejo… buenas noches chicos

-¡Gracias Oba chan! –ambos agradecieron cuando la señora abrió la puerta para salir del cuarto

 -No es necesario Alex… yo puedo dormir en el piso… tu duerme – fue interrumpido al sentir un dedo de Alex en su boca

 -No digas nada, no puedo permitir que un príncipe duerma en el suelo – de inmediato Kitsune se sonrojo – Además no podríamos dormir en la misma cama… no quiero entregarle malas cuentas a Zabuza y mucho menos a Sai – eso provoco que Kitsune se pusiera aún más rojo y desviara la mirada

 -Pues  bien por mi – pronunció y se metió en las cobijas rápidamente,  tapándose hasta la cabeza

 -Buenas noches -  dijo sonriendo y apago la luz, no había quedado tan oscuro porque la luz de la luna entraba por la ventana, iluminándolo todo ya que las nubes se habían dispersado – lo siento… - pronunció después de un corto silencio -siento haberte hecho llorar.

 

No obtuvo respuesta, simplemente vio como ese pequeño bulto donde se encontraba kitsune se movía arrimándose un poco a la orilla, después por debajo de la cobija como descendía la mano del rubio como si estuviera buscando la suya, entonces simplemente el castaño  la entrelazo con la suya sonriendo.

 

 El rubio sonrió ante aquel contacto tan intimo sin necesidad de llegar a más, con su mano libre toco sus labios que estaban tibios, conservaban el calor del castaño y el suyo propio, tendría que aclarar aquello, pero en ese momento no quería que nada  interrumpiera lo que estaba sintiendo, hace tanto que no había sentido  su corazón latir. Sin duda aquella noche en la que ambos no perderían aquel contacto sería la más larga de sus vidas y también la más cercana.

 

 

 

 
Yo no puedo compartir tus labios
¡Oh! amor, ¡oh! amor, compartido

 

 

 

Notas finales:

ne ne GRACIAS A TODAS AKELLAS KE LEEN ESTE FIC >.< ME SONROJAN SUS COMENTARIOS.

YA ESTAMOS EN LA RECTA FINAL Y FALTAN MUCHAS COSAS  KE SE REVELARAN  Y TENDRAN UN GRAN IMPACTO EN LA HISTORIA, SOBRE TODO EL PROXIMO CAP

Sasuke 1 no me golpees ahi esta  XD me encantaria KE LEYERAS UN FIC KE TIENE POCO KE SUBI SE LLAMA ALEJATE DE MI

Porfa sólo pido paciencia  en las actualizaciones

NoS vEmOs eNeL pRoXiMo CaP!!!!

ARINEKO >//////<


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