Otra vez mi boca insensata
Vuelve a caer en tu piel de miel
Vuelve a mi tu boca duele
Vuelvo a caer de tu pecho en tu par de pies
Como podía expresar aquello que estaba ya perdido, tan sentido, tan único y tan especial; era inmenso el rencor contra si mismo y ese dolor, no el que estaba sintiendo, sino el que había sido capaz de provocar en la persona que mas amaba, no había podido expresar nada mas cuando Sai le dejo ahí para de seguro ir a buscar a Naruto, ni siquiera pudo mover ningún músculo para tratar de alcanzarle, no tenia derecho.
Estaba cansado de quedarse atrás ante sus actos, también de sentirse vació, ya no podía mas, pero nada sería igual ¿como volver al principio? O bien ¿como fingir que nada había pasado tras esa declaración?, esas preguntas y la culpabilidad estaba causándole tanto dolor manifestado en la opresión de su pecho, que le evitaba correr a los brazos del rubio para consolarle, era ilógico si el mismo no encontraba consuelo ante tal moustrosidad.
O peor aún
Si el había provocado todo aquello…
¿Qué podría decirle? Ahora lo siento o peor aún la palabra perdón estaba tan lejos, sonaba tan llana, tan simple, tan superficial, pero aun así quería volverle a ver, mirar sus ojos azules, acariciarle, sentirse de nuevo capaz de poder conquistarle y de alcanzar su corazón para ser perdonado.
Pero no podía quitarse de la cabeza el eco de las sentidas palabras dichas por Naruto, sus lágrimas, su dolor, el odio tras cada frase y el aborrecimiento hacia él.
¿Cómo resarcir aquello?, ¿Cómo empezar cuando algo que era irremplazable estaba de por medio?
Una vida… la que el mismo había procreado y la que había matado
-Un hijo…- susurró y de su mano se deslizo aquella copa que al chocar contra el piso alfombrado esparció todo el contenido dejando un olor muy fuerte a vodka
-Amo… - entro un chico encontrándose con la silueta en la penumbra de aquel que lo había llamado con urgencia
-Lo sabias… ¿no es así Haku? – le miró perturbado
-¿Disculpe?
-Que Naruto… el iba a tener un hijo… mío… - lo último le hirió de nuevo
-Amo… Sasuke yo…
-Que traigan mi moto, saldré a tomar aire
-¿Lo ha descubierto? - preguntó cuando su amo paso a lado suyo
-Aún no, pero ahora menos que nunca, el de ningún modo va a perdonarme Haku
-Él le ama, sino porque…
-Obedéceme – le cayó
-Inmediatamente, joven Sasuke no se de por vencido… Alex debe luchar - le sonrió y salió de aquel lugar para alistar la moto como cada noche que su amo salía emocionado al encuentro con su rubio amigo
-Naru… - suspiró - ¿Me recordarás?... ¿Será verdad lo que dijo el amo, que tu eres otra persona?
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-¿No piensas salir de ahí? –le miró hecho ovillo en un rincón del cuarto, el cual estaba totalmente oscuro
-Aún no… dile a Tsunade que
-No tengo que decirle nada, considerando como has trabajado creo que unas vacaciones no te caerían mal
-je – el rubio forzó una media sonrisa
-¿Puedo acercarme? – suavemente se atrevió a preguntarle
-Aún no Sai… ahora no, onegai …- clavo su mirada en el piso y luego le miró intentando de nuevo mostrarse sereno
-No sonrías para mi si no quieres hacerlo, iré a trabajar- le miró dulcemente – volveré después
-Sa…suke…- pronunció con ansias cuando Sai cerró la puerta, se odió por haberlo dicho porque había jurado nunca pronunciar ese nombre, pero lo que había ocurrido hace un par de días le incitó a recordar tantas de las cosas que había bloqueado - ¿Por qué sigues causándome dolor? - apretó sus puños y después se llevó sus manos hasta su rostro húmedo por las lagrimas que estaban saliendo – Alex… perdóname, onegai… onegai quiero verte
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El salado y humedo aire le golpeaba todo el cuerpo cuando las olas rompían en la arena, a lo lejos estaba su moto tirada y él al pie del lugar donde por primera vez se había sentido tan inmensamente feliz
Su primera cita con el rubio
Con Naruto
Con la identidad de otra persona, creada en su miedo por enfrentar al rubio,
Aunque muy en el fondo su verdadero yo, aquel fotógrafo que en sus días de instituto utilizaba para fugarse de la realidad y que sólo gaara había conocido entonces.
Se le había ocurrido recurrir a ese recurso cuando había escapado del burdel donde por accidente había llegado, tal había sido el shock al volver a ver al rubio de esa forma, porque a pesar de que mucho tiempo le había buscado, nunca pensó que podría estar en un lugar así.
También vino a su mente como con la complicidad de Haku cuando lo descubrió entrando por la parte de atrás había podido mantener esa mentira en su casa y con su hermano.
No había sido fácil huir ante las interrogantes de Itachi, sobre su nuevo color de cabello, el dejarse crecer la barba y sus constantes ausencias, aunque lo último no mucho porque su hermano se la pasaba viajando
-Naruto… Naru…to… - dijo mientras se dejaba caer en la arena - ¡Soy un estupido! ¡Tan cruel! – gritó y comenzó a golpearla con los puños cerrados – ¡Lo siento!, ¡lo siento!... Onegai… Naruto- le dolía, comenzó a llorar como nunca lo había hecho, el remordimiento de cada una las acciones contra el rubio, ahora se explicaba muchas cosas- ¡¡¡Naruto!!!!
Ahora se le hacia tan difícil continuar pero de algo estaba completamente seguro no podía volverse a alejar del ojiazul
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-¿Puedo entrar?- abrió despacio la puerta
-¿Desde cuando preguntas para entrar en este cuarto que casi es tuyo? – le miró el rubio de mala gana mientras estaba arreglándose el cabello
-Es… ayer tú – fue interrumpido por un abrazo del rubio
-Ayer y los días pasados, no era yo el que estaba aquí, era alguien que hace tiempo enterré, pero hoy soy Kitsune de nuevo…- le dijo y sonrió- Gracias por detenerme ese día – susurró en el oído del pelinegro
-No debí pronunciar ese nombre – Sai habló seriamente
-Sólo tú podías hacerlo, siempre podrás tú… - el rubio percibió los brazos del moreno acurrucándolo
-Kitsune siempre cuenta con ello
-Debo continuar arreglándome, Tsunade me golpeará- se deshizo del agarre pero le detuvo Sai
-Alguien quiere verte – esto llamo la atención de Kitsune, Sai simplemente se acerco a la puerta y la abrió – Pueden pasar
Kitsune miró a sus visitantes, eran aquellos chicos del accidente y en sus brazos tenían un pequeño bulto de donde salían unas pequeñas manitas
-Ustedes ¿Qué hacen aquí?, ¿no deberías estar en el hospital? – miró al chico quien tenía un brazo enyesado
-¡Oh!, ne hoy me dieron, bueno nos dieron de alta – miró a su bebe – Pero quise venir a agradecerte lo que hiciste por nosotros sin ni siquiera conocernos – sonrió
-yo… no fue nada… - dijo sonrojado
-Merecía aquello – habló el otro chico
-¿el que? – preguntó Kitsune
-Todas aquellas palabras que me dijiste, me las merecía y creeme que me hicieron bien – le miró con agradecimiento
-No eran todas para ti, pero me alegro… tú realmente debes amarle – Kitsune se sintió avergonzado al recordar como le había tratado
-Si realmente – se acercó hasta kitsune – Gracias – se inclinó un poco y le hizo una seña para que cargara al bebe que tenía en brazos
-Yo…- se alejó un poco, y de inmediato Sai intervino
-Deberías hacerlo Kitsune – le sonrió
Lentamente fue puesto en sus brazos, el calorcito de aquel bebe le estaba produciendo una extraña sensación, como si le estuviera curando aquella herida –Hola – fue lo que dijo al ver aquel pequeño ser abriendo sus grises ojos
-Se llamará Naruto – dijo el otro joven, cosa que hizo que Kitsune vibrará
-Es un nombre peculiar – dijo el moreno
-¿Por qué ese nombre?- se atrevió a preguntar el rubio
-Se lo hemos prometido a una persona – fue su simple respuesta
Kitsune acaricio un poco los cabellos azules del bebe – Tú Naruto si serás feliz – pensó para si mismo
-Debemos irnos- Se acercó de nuevo y tomó a su bebe en brazos
-¿Cómo supieron donde encontrarme? – interrogo mientras devolvía al bebe a su padre
-El chico que estaba contigo nos trajo
-¿Alex?- el rubio de inmediato pregunto
-Si, el esta afuera, dijo que esperaría para entrar – el otro joven le contestó y sonrió – Deberías perdonarle, Alex nos ayudo mucho, estuvo al pendiente…
-Yo…
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-¿Vas a entrar o te quedaras afuera? –El rubio se recargo en la puerta, Zabuza le había dicho que el castaño se encontraba en la parte trasera del burdel
-Quería verte – Fueron las simples palabras de Alex cuando los ojos de ambos chocaron
-Yo también- sin saber porque fue lo que se escapo de los labios del rubio, había pensado correrlo, decirle que no volviera, que no lo quería a su lado, imagino tantas formas de sacarlo de su vida de trayecto de su cuarto hasta ahí, pero definitivamente no podía hacerlo
-Kitsune- susurró cuando tuvo a Kitsune entre sus brazos, sin más le había jalado del brazo con desesperación
-Alex… lo siento…- el rubio hundió su rostro en el cuello de Alex
– Tú no deberías decir eso – Alex cerro los ojos aspirando el olor que desprendía los cabellos dorados de Kitsune
-No puedo cambiar lo que soy, hay tantas cosas que me impiden estar a tu lado- El rubio se separo un poco para mirar la expresión sombría del castaño- no soy lo que tú deberías tener… Alex yo –respiro con dificultad
-No podría imaginar tener algo más valioso que tu Kitsune, no voy a separarme de ti, nunca, tendrás que aceptarlo – esas palabras habían sonado tan intensas que de los ojos del rubio se asomaron algunos rastros de agua salada
-No sabes lo que dices… - Se aparto bruscamente de los brazos que le tenían sujeto
-Lo se, nunca he estado tan cuerdo – intento volverle a apresar pero Kitsune le dio la espalda
-Se lo que Sai te dijo, y es verdad – por mucho que intentaba sonar fuerte sus palabras estaban quebradas por su voz – Hubo una vez alguien del cual me enamore, le entregue todo lo que un estupido joven enamorado puede conceder y creo que también lo que no debe ceder nadie por dignidad, pero no me importó y esa persona sólo jugo conmigo, era su juguete nada más… -apretó su puño y después lo golpeo contra la pared- un juguete que cuando no sirvió más fue desechado
Una parte del castaño quería gritar para que Kitsune callará aquellas cosas, pero no debía, el temor de ser rechazado, la culpa y el sentido de querer pagar lo que había provocado le detenían, debía conocer todo aquello que el rubio tenia guardado, de cierta forma el sentir como si cada palabra le atravesara el corazón era una forma de percibir que estaba sufriendo aunque fuera en poca escala lo que había pasado Naruto.
-Después, vino aquello donde perdí a mi bebe, el producto de aquel juego; no se si lo puedas entender Alex, pero en verdad lo deseaba, a pesar de que no tenía mucho de saber su concepción, lo anhelaba en mis brazos porque estúpidamente amaba a ese hombre ¡lo amaba! – de nuevo golpeo su puño contra la pared- Y eso me convirtió en lo que soy ahora
-¡Detente! – le sujeto por el brazo para evitar que lo volviese a hacer- Ya no te hagas daño, no necesito saber más, se que aún puedo hacerte feliz – le volteo sujetándolo fuertemente por los hombros
-¿Cómo puedes decirme eso? – la mirada de Kitsune era diferente, tan triste y de sus mejillas escurrían algunas lagrimas al igual que las de Alex
- Porque lo voy a hacer
-Soy…
-No me importa – le apretó
-No puedo ser feliz, porque lo odio, por que mi corazón sólo guarda odio para ellos, para él sobre todo, ¡porque le aborrezco! – gritó y sujeto con fuerza la playera de Alex
-Déjame cargar contigo aquello, dame una oportunidad – comenzó a hablar con ansias, tenia el presentimiento que si en ese momento le soltaba jamás le recuperaría
-Soy una horrible persona, no pude defenderme, no pude defenderle y encima soy esto, por favor déjame puedes encontrar alguien mucho mejor, más…
-¡No quiero a nadie más! – levantó la voz y en un impulso unió sus labios con los del rubio – Esto es verdadero, ¿no lo sientes?- ambos se miraron intensamente y después volvieron a unir sus bocas en un beso más desesperado
-No va a funcionar…- se separo un poco
-y que… siempre se puede volver a comenzar una y otra vez – dijo con la respiración agitada, mientras le robaba uno y otro beso
-Eres un baka – sonrió de lado mientras se dejaba besar
-No voy a dejar que sufras de nuevo – le dijo como si fuera un juramento
-Estas consiente que no puedo creerte, que no voy a cambiar mi forma de ser o de vida mientras desconfié de ti
-Creo que ese riesgo estoy dispuesto a afrontarlo, No voy a dejarlo – dijo de pronto ante la sorpresa de Kitsune, quien al separarse y mirar en dirección hacia donde estaba puesta la mirada desafiante de Alex se encontró con un sonriente Sai
-Ya lo oí, pero también debes de saber que tampoco yo voy a dejarle y si le haces daño yo voy a separarle de ti- el moreno también le miró desafiante
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Todos los días desde que había pasado aquella conversación Alex asistía al burdel de Tsunade y algunas veces salía con el rubio fuera, y auque Sai siempre se oponía al principio, lograban convencerlo para que cada vez pudiesen llegar más tarde. Sus citas consistían en platicar en alguno de los privados, de trivialidades o alguna de sus actividades durante el día, en otras ocasiones salían al parque por las mañanas, o iban a comer a pequeños cafés, algunas veces Alex llevaba a Kitsune a realizar algunas fotos a diferentes lugares.
-¿Te ha dado permiso? – Sai se dejo caer el la cama de Kitsune
-Si – contesto alegremente
-¿Y a que hora te iras? - se volteo quedando de frente a la pared
- Alex dijo que pasaría a las 3 pm - en un brinco se subió a su cama y abrazo por la espalda a Sai- ¿No quieres venir?
-Ser un chaperon y recibir los regaños de Tsunade por faltar al trabajo… no gracias – habló con ironía- además pienso que quieren estar sin MI VIGILANCIA – enfatizó en lo último
-Vamos Sai… si quieres no voy, pero no te pongas así…
-¿Así como?- se volteó para mirar al rubio
-Ce… lo… so…- se rió divertido y en un movimiento quedo sobre el pelinegro
-¿yo?... ¿por ese?- cerró los ojos indignado
-Vamos Sai, sabes que te quiero más – trato de convencerlo besándole juguetonamente
-Mentiroso… - le sujeto el rostro suavemente y ahora el unió sus labios en un beso posesivo
-ahhhh…¿Qué diría él si supiera que su novio que viajo a verle hace un mes ahora esta besando de esta forma a su compañero?, tal vez debería informarle – le amenazo
-¡NOOOO!- se alejo de inmediato del rubio- no le conoces es capaz de caparme
-Je, en verdad me muero por conocerlo - se dejo caer en su cama – En verdad Sai, si quieres no voy
-No te daré excusa para no salir de aquí y descansar, además no quiero tener problemas con Alex, de por si piensa que lo odio
-¿Y no? – le miró curioso
-Por supuesto que no, él es una buena medicina para ti, por mucho que me muera de coraje – Respiró hondo y se recostó de nuevo a lado del rubio quedando frente a él – Nunca te había visto sonreír de esta forma – llevo las yemas de sus manos hasta los labios del rubio- El puede curar aquí – y después las llevo hasta su pecho, donde estaba su corazón
-¡Kitsune!- se oyó la voz de Zabuza tras de la puerta- ¡Ya llegó!
-¿Una hora antes? – se quedo pensativo y después corrió para encontrarle
-Gaa-chan, tenias razón – habló en voz baja con una leve sonrisa mientras veía al rubio sonriente salir corriendo
*-*-*-*
-Temprano – le regaño acercándose al castaño quien se estaba quitando el casco
-Tal vez moría en ganas por verte – sonrió altivamente mientras bajaba de la moto
-¿De verdad? – Kitsune de inmediato se acercó hasta que quedaron frente a frente muy juntos
-Lo digo por micro- aclaró
-Engreído – le dijo y después enredo sus brazos alrededor del cuello del castaño
-Te amo
-Eres demasiado directo –se sonrojo
-¿A caso no te gusta? - le preguntó buscando los labios del rubio que de inmediato se dejaron encontrar
-Eres tan…- volvió a besarle
-Cof cof cof – ambos se separaron cuando Sai detrás de ellos comenzó a toser
-Hola Sai –
-Hola Alex
-Voy por mis cosas – dijo rápidamente corriendo hasta su habitación
El rubio observaba divertido aquel hermetismo con el que siempre ellos dos se hablaban a pesar de que ya tenia una relación más familiar, pero en ocasiones era algo incomodo como en este momento, pero de cierta forma era su culpa los dos eran ahora parte de su vida, los dos le protegían y los dos le querían aunque de forma diferente.
-Con que lo llevaras al mar de nuevo – le dijo mostrándose muy serio
-Tengo que hacer un trabajo, habrá un carnaval y a él le encanta el mar, además
-¿Lo cuidaras? – le interrumpió
-Con mi vida – le contesto ahora también de forma seria
-Bien
-Bien
Ambos quedaron callados hasta que de nuevo llego Kitsune con una mochila, la cual de inmediato sujeto Alex para guardarla en su moto
-Me voy Sai, por favor no hagas locuras, duerme bien y no sigas mirando así a Alex – le reprendió al percatarse que no despegaba su mirada de él.
-Esta bien, pero si me necesitas ahí estaré
-No creo – trato de intervenir Alex pero se encontró con la mirada asesina de Sai – le llamará – dijo rápidamente
-Nos vemos y cuídate - dijo aquello y acaricio los cabellos de Kitsune
-OK – le dijo sonriente
- Adios Sai
-Adiós Alex
-Vamos – Kitsune rompió de nuevo aquel ambiente tenso y ambos se subieron a la moto
-Deberías darle un respiro – Zabuza le tomó por el hombro
-Me siento celoso y abandonado, siempre había sido el centro de Kitsune y ahora ese muchachito…
-Te oyes muy paternal - Zabuza comenzó a reírse
-Extraño a Gaa-chan, quizás con él no me sentiría así, el sabría como
-Es increíble que después de tu ser el motor de ese chico, ahora sea al revés – se burló
-Necesito tomar un baño- respiro resignado
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Contemplaba desde lo alto el mar desde aquel mirador, podía sentir la brisa fría por el mal tiempo, pero pensaba que era tan inmenso, quizás contemplándolo podía sentir que sus recuerdos se perdían y se volvían tan pequeños.
-Vamos – se sintió abrazado por el calido calor de la chamarra de Alex
-¿Qué ocurre? – le cuestionó al ver su rostro contrariado
-Por el mal tiempo suspendieron el Carnaval – bufó- ¡Vaya momento para una tormenta tropical!
-¿Eso quiere decir que volvemos al burdel? – Le miró, pero encontró una sonrisa traviesa en el rostro del castaño
-Te mostrare algo – Tomó su mano y se encaminaron hasta “micro”
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-¡Vamos Zabuza! – Gritaba Tsunade desde el segundo piso
Camino con la charola donde estaba el vino favorito de su Jefa, que desde la mañana estaba malhumorada. De pronto sintió un golpe que provocó que tirara todo lo que transportaba y algo más.
-¡Maldita sea!- gritó enfurecido
-¡Oh! Lo siento – no paraba de disculparse desde el suelo con aquella persona con la que había chocado – Perdone… yo
-Ok ok ok no ha pasado nada - Zabuza miró a aquel jovencito de ojos marrón, a su mente se le vino la idea de que parecía algo así como un cachorrito asustado y sonrió ante tal comparación extendiéndole la mano para ayudarle a parar, el pequeño la tomo y ante tal contacto ambos se miraron directamente, por un instante pareció que se había detenido el tiempo provocando un pequeño sonrojo en uno y otro.
-¿Qué ocurre? – Sai y Kimimaru se acercaron al oír tal estruendo
-Choque con este muchachito - le señaló
-Yo ayudo a levantar esto – Lee también se acercó e intervino intentando ser útil como siempre
-¿Qué buscas? – Sai miró al pequeño quien estaba muy nervioso
-Yo… bueno
-Quizas podemos ayudarte – De nuevo Zabuza le mostró aquella sonrisa que lo tranquilizo
-Me dijeron que aquí podría… podría encontrar a alguien
-¿A quien buscas? – Kimimaru preguntó
-Soy un amigo de Naruto… bueno ahora el tiene otro nombre, el es rubio, de ojos azules y le gusta el ramen
-¿Kitsune?... – Lee preguntó desde el suelo
-EHH… creo que aquí no es… debo irme – aquellos hombres le habían puesto nervioso y pensó en huir pero Sai de inmediato le tomo por el brazo
-¿Eres amigo de Kitsune? – le preguntó el moreno – Es decir…¿De Naruto?
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Habían recorrido en "micro" algunos kilómetros, estaba seguro que el estar abrazado a Alex en el recorrido de está y otras ocasiones se estaba volviendo su actividad favorita, el aspirar su aroma, el tener aquel contacto tan calido le llenaba de felicidad. Habían llegado a una pequeña cabaña ubicada en otra de las playas del lugar, tenía un aspecto abandonado, no estaba muy arreglado el exterior.
-Vamos – tomó de nuevo la mano de Kitsune, de Alex su actividad favorita
-¿Qué es aquí? – preguntó cuando entraron con mucha curiosidad
-Es como mi estudio… -Dudó un poco – Aquí es donde siempre me he refugiado cuando quiero estar solo, donde guardo algunas de mis fotos, de mis recuerdos – bajo la mirada- Mi espacio
Kitsune se sonrojo sin saber el motivo, o tal vez porque estaba conociendo algo tan valioso para la persona que le gustaba - ¿Por qué me has traído aquí?
-¿Por qué?...porque eres especial, quiero que formes parte también de lo que significa para mi esto – le miró, se había formado un sonrojo más intenso en sus mejillas y le pareció hermoso, por ello, se acercó para besarle.
Así estuvieron unos minutos besándose lentamente, hasta que en una de los tantos intentos de respirar, Kitsune desvió la mirada a un cuadro que se encontraba en el fondo, justo arriba de las demás fotografías.
-¿Quién es? – preguntó rompiendo el contacto y acercándose para tocarlo
-Ella es mi madre – dijo sin más también acercándose
-Nunca me has contado de tu familia – el rubio delineó con sus dedos aquella fotografía, la mujer era hermosa y estaba sentada en un inmenso columpió.
-No hay mucho que contar…- Se puso nervioso y tomó la fotografía casi arrebatándosela al rubio
-Lo siento – se disculpó – No debí ser tan curioso, cuando quieras decirme yo, bueno las historias familiares suelen ser dolorosas, si lo sabré yo – habló tan rápido que ni el mismo se había entendido
-Ella dijo que tenía cualidades para ser fotógrafo, era muy joven para entender aquello cuando me regalo aquella cámara- sonrió
-Los padres suelen darse cuenta de las cualidades antes que nosotros mismos – se llevó una de las manos hasta su cabeza y recordó como su padre le había enseñado a cultivar las flores y cuidarlas
- Esta foto es la última que le tome antes de que ella enfermará y muriera, ese día nos enteramos que mi padre tenía otra familia…-murmuró con amargura
-Alex…- susurró y lo abrazó por la espalda un momento – Debió ser difícil
-Mucho
-¿Y esta foto? – Agarró una que estaba más fondo, era aquella que le había tomado en la playa hace tiempo- ¿Cómo pudiste guardarla?, estoy todo mojado y con arena en la cara- le reclamó intentando hacer sonreír de nuevo al castaño
-Te amo – De pronto de nuevo le abrazó –Gracias por estar a mi lado
-No deberías agradecer algo como eso – desvió la mirada – Tengo hambre cocinaré algo para ambos – intento alejarse
-Solo un poco más-
-Pareces un niño – acaricio sus cabellos castaños y después su espalda
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El viaje había sido muy largo y había tenido algunos contratiempos, en primera instancia turbulencias y después una escala en América. Sin notarlo se había quedado dormido, su corazón latía tan fuerte y las ansias de volver a su país posiblemente le habían debilitado.
-Hemos llegado señor – le despertó suavemente
-¿Qué hora es? – Pregunto soñoliento
-Esta anocheciendo – Contestó
-Esta noche volveré a verte… - sonrió y miró desde la ventanilla del avión – De nuevo en una noche – Vino a su memoria su primer encuentro
-Vamos debemos bajar señor – le indicó
…Sai…
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-Sigo pensando que tu deberías estar aquí – susurró Alex cerrando los ojos
-No aquella vez a mi me toco dormir en la cama, ahora es justo que te toque a ti - dijo Kitsune decidido
-Bueno no tengo opción
-No – aseguró el rubio sonriente
En un momento ambos quedaron en silencio con una sonrisa en los labios recordando todo aquello que habían hecho ese día, a pesar de que sus planes habían sido frustrados, el recordar la cena que compartieron y la pequeña charla a su llegada, también el hecho de estar en la habitación que tenía tantas cosas de Alex: sus preciadas fotografías que una por una le había enseñado a Kitsune. Al instante sin notarlo lentamente sus manos se encontraron como aquella primera vez, pero en esta ocasión a la vez tuvieron el impulso de sentir el calor del otro
-Te amo… Kitsune… - dijo suavemente al percibir al rubio sujetándole fuertemente
-Yo… - Algo en su garganta le prohibía decirle lo mismo un dolor en su corazón le avisaba que no debería hacerlo porque desencadenaría algo que no podría controlar
-No es necesario que lo digas - le saco de sus pensamientos- Puedo esperar todo el tiempo que sea necesario…- lentamente aflojo un poco el agarre
Alex tenia ganas de gritar y decirle que estaba ahí, que no podía esperar que quería que todo acabará ya, para alcanzar su perdón, pero tenía tanto miedo a la reacción de Naruto, porque después de todo no merecía estar a su lado.
-Lo siento…
De pronto sintió como el rubio le sujeto aún más fuerte impidiéndole que le soltara y después le jaló cayendo justo arriaba del rubio encontrándose unos ojos azules que le penetraron hasta el alma.
-Alex…-Pronunció y después en un impulso con todas sus fuerzas invirtió las posiciones quedando encima del castaño sentado en sus caderas – Lo siento pero no quiero que esperes – sus mejillas se sonrojaron y el corazón lastimado del castaño comenzó a latir rápidamente
-¿Cómo?- fue lo único que pudo articular y después percibió como Kitsune llevaba ambas manos entrelazadas hasta su pecho como indicándole en silencio que lo que iba a pronunciar vendría desde lo más profundo.
-Alex… - habló sensualmente y se agacho para capturar los labios del cuerpo tenso bajo suyo – yo… también
Simples palabras que hicieron que Alex le abrazara y ahora él le besara
-Te amo… Te amo – le dijo entre besos correspondidos sin importarle nada más
-Házmelo – dijo de pronto el ojiazul y ambos se miraron intensamente – se sólo para mí Alex
-Si lo hago, ya no podré compartir tus labios nunca más - le atrajo más a su cuerpo y comenzó a devorar los labios que tanto había anhelado volver a tener
-Nun…ca…- dijo entre suspiros, había mandado todo por un tubo, por primera vez quería sentirse en los brazos de alguien que le quisiera sólo a él, no que le deseara solamente como los hombres que iban al burdel solamente en busca de su cuerpo o que sus labios fueran compartidos al ser llamado por el nombre de otra persona como le había ocurrido con Sasuke, el cual estaba dispuesta a olvidar desde ese momento.
Por su parte Sasuke pensó que estos besos eran muy diferentes a los que le daba a Naruto cuando le había obligado a vestirse de Gaara, por que ahora ya no estaba confundido, ahora tenía la seguridad que lucharía por tenerle todas las noches de su vida.
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- Estoy cansado – Sai miraba aquel lugar repleto
-Pues Tsunade se ve feliz – Dijo Zabuza mirándola de reojo bebiendo como siempre
-Ella nunca dejara de serlo mientras gane dinero para apostar – Dijo Sai dejándose caer en la barra – Además, Sigo pensando lo que nos dijo aquel muchacho
-¿El chiquillo torpe? – le miro Zabuza -No me gusta nada lo que esta pasando
-O lo que pasará…
-¡¡Oye Sai!!-Lee de pronto llego abrazándole por la espalda
-¡Oye! – inmediatamente intento safarse, no era que Lee le cayera mal pero siempre se sobre limitaba un poco, era muy vivaz para su estilo de vida
-Ten – le extendió una tarjeta
-Te la manda Tsunade – le dijo y Sai comenzó a leerla
Cliente distinguido mocoso
Apurate o te descuento cada minuto
Saludos >.<
-¿Qué demonios?, ¡no sabe respetar el cansancio de otros!-exclamó arreglándose ligeramente la corbata que ya había aflojado – ¡No puede ella misma venir a decirme!
-Siento tu molestia Sai-Sama pero bueno la noche es tan joven!! – gritó eufórico alejándose mientras Sai y Zabuza se veían a si mismos
-¡Ten!- Zabuza le lanzó el saco que estaba dejando olvidado
Camino directamente hacia el reservado donde los clientes muy importantes eran atendidos, antes de entrar se puso el saco y respiró lentamente, no pudo evitar que se le viniera a la mente Kitsune preguntándose que estaría haciendo pero cambio de expresión cuando a su mente llego también Alex.
Malhumorado entro y se inclinó cordialmente de inmediato – Siento la tardanza, Mi nombre es Sai y compartiré esta noche con usted
-Si siempre tarda demasiado debería haber hecho una cita – le dijo altivamente con un ligero temblor en su voz quizás por la emoción
Sai le miró sorprendido y rápidamente corrió hasta el –Gaa-chan!- Le sujeto entre sus brazos
-He vuelto a casa – le dijo hundiendo su rostro en el cuello del pelinegro – Para que compartas sólo conmigo no sólo esta noche.
To see you when I wake up
****************
Is a gift I didn't think could be real.
Su espalda se arqueaba ante la sensación calida de los besos ardientes que Alex depositaba sobre su espalda, hundía su rostro en la almohada lleno de vergüenza ¿Desde cuando no sentía aquello?, se había acostumbrado a sólo brindar placer a sus clientes y a su vez sentirse con ello apreciado, pero eso estaba muy lejano a sentir algo como lo que estaba sintiendo en ese momento.
No recordaba bien como era que ya estuviesen desnudos bajo las sabanas, pero si como Alex le había tomado entre sus fuertes brazos para cargarlo hasta la suave cama, también tenía la noción de como lentamente le había desabotonado algunos botones de la camisa del castaño y las manos colándose debajo de aquella playera que le había regalado Sai en Navidad.
- ¿Estás seguro de que? - le preguntó indeciso llegando hasta la nuca del rubio
- Eso tendrías que habérmelo preguntado antes de llegar hasta este punto ¿no crees? – le regaño y de un movimiento se volteó quedando frente a frente
- Sabes… siento vergüenza – desvió la mirada
-¿Por qué?– Alex le miró sin entenderle
-Es que, estoy tan caliente y a lo mejor piensas que eso es natural en mí- dudó un poco – por lo que soy…
To know that you feel the same as I do
Is a three-fold, Utopian dream.
- ¿Y piensas que eso me importa?, también estoy caliente- le tomó del mentón para que sus ojos se hundieran en los del cuerpo bajo suyo – Saber que sientes lo mismo que yo es…
- ¿Es? – le cuestiono sonrojado
-Lo mejor que pueda merecer – Sello aquella declaración con un nuevo beso
Soltó un jadeo cuando las manos del castaño se filtraron bajo las sabanas y luego en su ropa interior, la única prenda que le quedaba a ambos, y acaricio su miembro suavemente, provocando nuevas corrientes eléctricas. El no se quedo atrás y le acaricio la espalda desnuda, bajándola lentamente hasta llegar también a la ropa interior de Alex para también quitársela. Era extraño se supone que el ya tenía experiencia en aquello, pero se sentía tan inexperto, como si fuera su primera vez.
El calor que producían piel contra piel de sus partes íntimas les excitaba aún más, Alex comenzó a lamer los endurecidos pezones del rubio y este abrió sus piernas de tal forma que pudiese rozar provocando un contacto extremadamente placentero.
- Te he necesitado mucho – declaró Alex aunque en realidad esa voz necesitada sabia que había sido originada por Sasuke
-Quiero…- gimió cuando Alex mordió el borde de su ombligo – estar contigo… no te alejes
-Tampoco tú – susurró y tomó a Kitsune por los brazos para sentarle y abrazarlo
Se volvieron a besar con besos llenos de pasión, húmedos y arrebatadores. Se acariciaron lentamente entregándose el uno al otro, fundiéndose en una mezcla de sentimientos oprimidos. Alex volvió a tumbarlo sobre la cama, Kitsune tenía sus brazos alrededor del cuello del castaño impidiéndole alejarse ni un centímetro.
- Deseo tenerte - le murmuró al de los ojos azules – Para siempre
Alex se acomodo de nuevo entre las piernas de Kitsune y ahora el comenzó a frotarse, rodeó su ancha espalda para volver a abrazarle.
- Mío... eres mío – le dijo arrogante y lleno de placer
You do something to me that I can't explain.
So would I be out of line if I said "I miss you"?
Kitsune tembló, le había dado miedo aquella declaración y la forma en que lo había dicho, abrió de golpe los ojos y encontró a la mirada de tranquila del castaño, era Alex el que estaba a su lado ¿Entonces por que aquello?
- Tuyo - le prometió- Alex Tuyo- Puso énfasis en su nombre, no debería tener miedo, aquel estaba tan lejos ya
Jadeo intentando mantenerse cuerdo cuando percibió la lengua de Alex en su costado izquierdo, después sintió como las inquietas manos del castaño rozaban el áspero vello púbico pero sin llegar a tocarle. Al oír su provocativo sonio el castaño volvió a hundir su rostro en el cuello del ojiazul.
-Kitsune…- Descendió nuevamente por su pecho bañado en sudor, trazando un camino de dulces besos. Allí, se detuvo de pronto para levantar la cabeza y mirar al sonrojado rubio, que al mismo tiempo no dejaba de observarle
-Tu barba… cuando raspa, me excita – le dijo apretando la sabana a lado suyo
-Entonces – aquella declaración le había inflado el orgullo- no dejare de hacerlo
-Ahhhh – grito cuando de golpe llevo su boca a la parte intima de Kitsune, comenzando a lamer cada parte de ella, comenzando por los testículos, por el glande y después por aquel miembro palpitante.
Apretó las sabanas, sin quererlo sus caderas se levantaron un poco con el propósito de recibir más atención, más contacto, más calor. Su corazón latía ferozmente, estaba tan feliz, por fin se sentía plenamente amado por alguien que no le obligaba a ser otra persona, que lo aceptaba y del que no compartiría jamás con nadie.
Tuvo que cerrar los ojos y aferrarse fuertemente a las sábanas, porque se correría allí mismo si continuaba viendo los sugerentes labios del castaño deslizándose insaciablemente sobre la parte más sensible de su anatomía.
Después de unos delirantes minutos y antes de que se corriera el rubio, Alex se detuvo poco a poco y se incorporó sin parar de mirarle provocativamente, y sin que Kitsune pudiese hacer nada por evitarlo, lo besó impetuoso recostarse sobre él disfrutando del momento.
- Alex ... - intentó hablar -. Yo... ¡Ahhh!
I see your picture.
I smell your skin on
Fue del todo inevitable, gemir arrebatadamente de sorpresa, había introducido de golpe uno de sus dedos en la húmeda entrada del rubio.
-Quiero que grites… quiero escucharte….- Alex le susurró al oído y le mordió un poco
No pudo decir nada mas, se sentía tan bien ser sometido por el castaño hacía que todo su cuerpo temblase de excitación e impaciencia, porque nunca en toda su vida había deseado tanto convertirse en uno con alguna persona, quizás Sasuke, pero no después de todo lo que había pasado. Lo que sentía en este momento le recordaba aquello, pero se hacía la idea de que era diferente la forma en que lo miraba, lo tocaba o lo besaba, todas y cada una de sus terminaciones nerviosas cobraban vida propia y lo aturdían en electrizantes oleadas de placer, definitivamente era diferente, era más real.
-Alex… ve… despacio y yo…ahhh- un segundo dedo dentro – gritare tu nombre
The empty pillow next to mine.
You have only been gone ten days,
Tanteó con sus dedos hasta introducirlos más profundamente en el interior de su rubio, que se tensó involuntariamente al sentir el molesto contacto y la inevitable confusión de sus sentimientos.
Se aferró con ansias a la musculosa espalda de su compañero, cuando los dedos fueron remplazados por su húmedo miembro.
-¡Alex!- gritó al sentirse invadido
-Kitsune… - su ronca voz resonó en los oídos del rubio más que su propio grito
Después enlazó las piernas alrededor de la cintura para facilitarle aún más el movimiento y ejercer él mismo un poco más de presión. Cuando ya estuvo dentro del todo, Alex gimió más fuerte un poco tembloroso, inclinó la cabeza para besar las mejillas rojas de Kitsune, percibiendo en los labios el débil regusto salado que le habían dejado sus lágrimas.
- ¿Estas bien? – le miró preocupado
-Lo…es…toy…sólo – pronunció agitado
-¿Sólo?
-Di mi nombre, mírame sólo a mi… di que – no pudo continuar nuevas lagrimas brotaron
But already I'm wasting away.
-Sólo te amo a ti…- terminó la frase percibiendo al rubio tan angustiado – Kitsune lo siento…
Se complementaban de una forma perfecta
I know I'll see you again
Whether far or soon.
-baka… - sonrió - ¿Qué debería perdonar?
Se miraron y entrelazaron una de sus manos, después Kitsune movió un poco sus caderas en busca de acomodarse de tal modo que cuando el castaño comenzó a moverse más profundamente en su interior los dos encontraran aquel placer tan anhelado.
Le embistió una y otra vez de diferente forma, rápida y abismalmente hasta que comenzaron a moverse tan salvajemente que parecía que nunca estarían juntos de nuevo, además combinaron aquella sensación con nuevos besos demandantes, con caricias atrevidas, mordiscos, chupetones y lamidas sensuales.
- Ahhhh... Alex… - el rubio beso el cuello del castaño y después acario su rostro
- Tócame aún más…. Tócame hasta que ya no puedas más – dijo entre gemidos, sintiendo que pronto llegaría al límite
-Dilo… Alex – se sentía al borde de la locura
-¡Kitsune!…!Kitsune!…. ¡Kitsune!- decía una y otra vez ante la suplica del rubio. Las estrechas paredes del cuerpo que estaba profanando asfixiaban su rígido miembro, engulléndolo con avaricia cada vez que se deslizaba fácilmente en su interior.
Una y otra vez
Tan caliente
Tan sensual
Tan necesitado
Tan intimo
Tan feroz
Aquella noche perdieron la cuenta de cuántas veces lo hicieron y cuánto tiempo permaneció lloviendo por el mal tiempo, pero cuando al fin cayeron exhaustos lo hicieron abrazados.
But I need you to know that I care,
And I miss you.
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-Siento dejarte… pero me han llamado urgentemente – Le sonrió dulcemente
- No importa, aunque siento que no hayas podido tomar tus fotos- le dijo sonriendo bajando de la moto - Deberías pasar Sai no te va a comer
-Puede que algo mucho peor – le sujeto por la cintura para voltearle y aprisionarle entre su cuerpo y la moto- Y después de lo que paso…
-Basta – le dijo sonrojado cuando percibió las manos del castaño acariciándole la espalda – Si sigues así no podré irme
-Ese es el punto, micro y yo te queremos aquí – se rió un poco
-Eres un tramposo – llevo sus manos hasta las mejillas del castaño – Te amo Alex – susurró al besar su barbilla
-No tienes idea de cuanto te amo yo – le beso el cuello y después capturo sus labios
Se besaron suavemente y luego con mucha intensidad, se lamieron y mordieron los labios tiernamente, después se abrazaron tomándose su tiempo para sentir el calor del otro y respirar su aroma como si la noche que pasaron juntos les hubiera hecho dependientes de su cercanía. Después meramente se despidieron entre nuevos besos y risas.
Al ver como se alejaba Alex en su moto Naruto sintió de nuevo la esperanza de poder ser feliz, pero había algo que le inquietaba, era esa sensación de sumisión que estaba experimentando, le hacia recordar aquella de subordinación que le hacia sentir Sasuke y eso no le gustaba, era tan parecida, podría jurar que de igual forma.
-¡No te hagas ideas!- se dijo a sí mismo y sacudió su cabeza alejando esos pensamientos, tomo sus cosas y se apresuro a entrar al burdel
-KITSUNEEEEEEEEEEEEEEE –escucho desde que piso la entrada y después se vio apresado por los brazos de Sai
-Sai estas…¿puedes soltarme? – dijo con dificultad al sentirse casi asfixiado
-Lo siento – le soltó- ¿Dónde esta ese tipo?, Me tiene miedo ¿no es así? – afirmó con arrogancia y seguridad
-Y te lo has ganado a pulso – Una tercera voz apreso la atención de ambos
-Mira Kitsune – le tomó la mano y lo llevó justo enfrente de aquella persona – Él es la persona que amo - le señalo
-Mucho gusto –El pelirrojo le miro con gesto amistoso, pero no recibió contestación
-¿Gaa…ra? – fue lo único que pudo articular y mirándole con furia dejó caer sus cosas al suelo.
Labios compartidos, labios divididos mi amor
Yo no puedo compartir tus labios
Que comparto el engaño