La luz entraba tenue por las persianas del cuarto, podía sentirse el frió provocado por la brisa del mar dado el mal tiempo y el viento soplaba fuertemente azotándose en las ventanas. Abrió los ojos esperando encontrar al rubio a su lado, pero no fue así inmediatamente se despabilo y empezó a buscarlo con la mirada por todos lados, se levanto y puso su pantalón únicamente para así acercarse a la puerta que estaba empareja, respiró de nuevo de seguro estaba contemplando el mar.
- abrígate – le arropo con una cobija –Con este mal tiempo el mar no se puede apreciar
-Lo siento – sonrió y le miró – Tengo una extraña fijación
-Es tan irreal, sentirte mío - le arropo ahora con sus brazos y el rubio se volteo para hundir su rostro en el cuello de Alex
-Tengo miedo… -tartamudeo
-Yo también – le confeso y busco sus labios para besarlos con ansias
y comparto mis días
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Recordaba cada instante pasado con Naruto, esa entrega, ese despertar cuando le encontró fuera y cuando le había abrazado para volver a sentir su cercanía, era verdad que sentía miedo y el temor que el rubio manifestaba como si lo supiera todo, ahora todo estaba complicándose, con lo que había pasado a pesar de unirlos nuevamente lo separaba del momento de confesarle toda la verdad porque sabía que lo odiaría por volver a mentirle y eso le estaba acorralando.
Pero la felicidad de tener de nuevo el amor de Naruto era tan inmensa que no podía evitar sentirse completamente renovado, con nuevas fuerzas para luchar por el perdón de la persona que más amaba.
Llego a su casa y tuvo que abrir el mismo el portón de la parte trasera después de tocar varias veces el timbre, era extraño que no estuviera como siempre Haku para hacerlo, no le dio mucha importancia la emoción le sacaba de la realidad. Puso a “micro” donde siempre, mientras otras imágenes de lo pasado transcurrían en su mente.
-Te descubrí hermanito –sonrió con prepotencia mientras Sasuke lo miró sorprendido y asustado.
y el dolor
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--¿Gaa…ra? – fue lo único que pudo articular y mirándole con furia dejó caer sus cosas al suelo.
Gaara sonrió desconcertado -¿Perdón? – Se volvió a acercar hasta el para tomar su mano de forma amistosa
-¡No me toques! – Grito apartando su mano antes de ser tocada y mecánicamente lo único que atino a huir a su habitación
Sai y Gaara se quedaron sorprendidos ante aquel acto, sobre todo Sai quien no entendió porque se había comportado de esa manera.
-¿Le conoces? - preguntó Sai al notar la familiaridad con el que le había llamado por su nombre
-No, nunca lo he visto Sai, creo que no le agrado – miró al pelinegro y se rió – A lo mejor esta celoso, la manera como me llamaste no fue adecuada
-Debo hablar con él – se acerco a su pelirrojo y le beso tiernamente- Espera
-Ve
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Se había sentado en la cama y no podía ni siquiera reaccionar, estaba en shock total, tenía ganas de gritar o de llorar, ni siquiera el mismo lo sabia, cuando le había visto en frente, quiso abalanzarse para golpearle por lo que él significaba por lo que había provocado, pero la presencia de Sai no se lo permitió, pero lo había escuchado claramente el pelinegro se refirió a él como la persona que más amaba, ahora muchas cosas estaban confusas en su cabeza.
¿Era Sai la persona por la que había abandonado a Sasuke?
¿Por qué precisamente Gaara?
Recordó la historia que le había contado Sai hace tiempo, y todo empezaba a tomar formar, pero no podía aceptarlo.
-Kitsune – abrió la puerta sin tocar y se mantuvo en el marco
-Sai no tuve un buen día por favor – desvió la mirada
-¿Te hizo algo ese idiota? – su voz se endureció y se acercó hasta él para tomarle por el mentón
-No Alex no… el no – negó y volvió a desviar la mirada para romper el agarre de Sai
-¿Es por mí? ¿Por Gaa-chan?
“Ese nombre de nuevo” pensó y de sus ojos salieron tantas lágrimas sin poder detenerlo
-¡No me dejes! – Le tomo por la camisa fuertemente – ¡No me cambies Sai!, Onegai – le apretó más fuerte mientras comenzó a suplicarle –No por él,
-Kitsune- dijo sorprendido al verle de esa forma, desesperado le abrazo contra su pecho acurrucándole – No voy a cambiarte nunca, jamás voy alejarme de ti, eres también la persona que más quiero, por favor no llores así
-Sai… onegai – se aferro al cuerpo del pelinegro
-Kitsune, yo te quiero por que eres mi Kitsune, mío…- enfatizó en esa última palabra – pero no podría dejar a Gaara, él… yo lo amo tanto o más como tú amas a Alex – el rubio de pronto abrió los ojos exaltado – Gaa-chan dejo todo por mi, porque me ama, yo no viviría sin él, pero quiero que lo entiendas – Sai estaba desesperado, nunca se imagino que esa fuera la consecuencia tener a los dos cerca, además en ese momento no sabia que palabras utilizar para tranquilizar al rubio para hacerle entender que nada cambiaria que su cariño por el ojiazul permanecería intacto aunque amara a otra persona – Tú eres tu y Gaa-chan es Gaa-chan, quiero a los dos a mi lado.
-Sai no me cambies… por favor
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-¿Qué paso? – Gaara lo esperaba sentado en las escaleras que daban hacia las habitaciones
-Algo extraño – se sentó a su lado – Pensó que lo cambiaria, que lo abandonaría
-¿por mi? – le miro extrañado
-si, pero sus palabras eran tan lastimeras, sentí como si le hubiera hecho algo muy malo, no lo se, siempre me sorprende las reacciones que puede tener
-Pero le dejaste claro que no tomaré su lugar, a pesar de que yo primero llegué – bufó y desvió la mirada
-Claro que se lo deje en claro, además – se acercó aún más y le tomo unos mechones de cabellos para olerlos – Te amo
-también te amo Sai, aunque debería golpearte, falta menos de una hora a la cita que dijiste que me acompañarías
-Es cierto, ¡Vamos! – se tomaron de la mano y corrieron a la salida.
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-¿Qué quieres Itachi? - camino hasta su armario para sacar uno de los trajes
-No se en que andas metido hermanito pero lo descubriré
-Es algo que no te importa – le miró desafiante, había salido de su asombro cuando su hermano mayor le confeso que le había descubierto llegando en una moto y con esas fachas, pero nada más - ¿A caso no estabas en Milán?
-Llegue ayer, y a que no sabes – se sentó en el sillón que estaba en el cuarto de Sasuke
-No me interesa saber nada – se acercó a coger la toalla que estaba sobre la cama pero Itachi le detuvo
-Gaara estaba ahí – sus palabras fueron venenosas y frías – Muy feliz por cierto acompañado
-Es su vida, no me importa – sintió la sangre hervir
-¿Seguro?, porque tengo información de que ha venido a Japón a un desfile y …
-¡Déjame en paz!, ya te dije ¡No me importa! – se zafo y se encerró en el cuarto de baño
-Pues si no quieres que me entrometa, deja de hacer tonterías, me han informado que no has asistido a la empresa y sabes que quiero vender las acciones, así que te veo ahí en una hora Sasuke – le dijo y después Sasuke se percato que salió de su cuarto
-Gaa-chan – Se dejo caer lentamente por la puerta de baño y llevo una de sus manos a la cabeza - ¿Por qué ahora?...
…Naruto…
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-¡CUIDADO CON ESE VESTIDO! ¡CUIDADO CON ESAS PRENDAS! ¡LOS ACCESORIOS! –gritaba histérica la diseñadora por todos los rincones de aquel centro de convenciones donde se celebraría el evento
-Si sigues así te dará un ataque Celat – Se acercó el pelirrojo hasta donde estaba para saludarle
-¡OH! Gaa-chan cariño bienvenido – le saludo de beso
-¿Y tú? – miró a su acompañante examinándolo – De seguro eres un modelo nuevo
-No – Le interrumpió el pelirrojo – es Sai
-Famoso Sai – le sonrió
-¿De veras? – el pelinegro sonrió avergonzado y también dejo que le besará aquella diseñadora
-Si no es con Hiruma, con Naty o con su manager, este chico no para de hablar de ti – dijo esto provocando un gran sonrojo en Gaara
-No es para tanto – el pelirrojo intento no darle importancia
-No se detenga ¡cuénteme! ¡cuénteme! – se rió divertido Sai al ver lo avergonzado que se veía Gaara por aquella confesión
-Me imagino que debes estar feliz por lo de…
-Celat ¿Dónde ponemos estas rosas rojas? – habló uno de los trabajadores
-oh por allá – le señalo una de las esquina de las pasarelas
-¿Por lo de? – Sai intentó continuar la conversación pero un nervioso Gaara los detuvo
-Mira son hermosas Sai – Gaara se acercó para oler tan perfectas rosas
-Son de invernadero, las han traído especialmente para el evento – aclaró – Si quieres puedes tomar una para dársela a tu novio – le secreteo a Sai
Sai de inmediato le obedeció y se acerco para tomar una y extendérsela a su mapache – Mira, combina con tus cabellos, aunque prefiero las azules
-… invernadero…– susurró tomándola pero de pronto algo vino a su mente -¡Sai!
-¿Qué ocurre?
-Lo recuerdo, yo… Kitsune era
-¿Qué? – trato de entenderle a su pareja que estaba recordando algo
-¡Kitsune era el jardinero de Sasuke! –gritó dejando a Sai sin palabras
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-¿Estas bien? – pregunto sosteniéndolo entre sus brazos
-Si, es sólo que no he tenido un buen – rió al escucharse decir lo mismo dos veces ese día
-Lo dices por lo que paso con ambos – le susurró al oído y lamió su mejilla
-No eso no me tendría mal – se sonrojo y sujeto el rostro de Alex para darle un beso pequeño en los labios – Eso me avergüenza
-Has creado una gran necesidad ahora por tenerte así entre mis brazos que por eso no pude aguantar más y aunque sea un momento vine para robarte un beso.
-No son robados – se besaron nuevamente y en ese momento llego a su mente las palabras del pelinegro, podía comprender que tanto Sai dependía de la cercanía Gaara y por ello no debería haberle dicho lo que le dijo.
-Estas como ausente – Alex le acaricio la mejilla y se bajo sobre el, habían estado ahí abrazados sobre la cama desde que llego, repartiéndose besos y caricias únicamente.
-El novio de Sai ha venido, y ambos están juntos, creo tengo celos- algo en el le impidió contarle a Alex lo que realmente pasaba
-¿Me confiesas que sientes celos por culpa de otro hombre?- rió y se sentó en la cama
-Pero no es como tu lo estas imaginando – también se sentó a su lado- Son esa clase de celos que uno tiene cuando se siente desplazado, no la clase de celos que tendría si alguien se te acercará – amenazó
-Pienso – rió ante el comentario y la mueca de su rubio – que Sai te quiere y es muy posesivo contigo, si lo sabré… -respiró – pero el jamás te desplazaría, además también tiene derecho a estar con alguien, al igual que nosotros
-Es que si hubiera sido otro…- maldijo
-¿Entonces el problema es con el chico? ¿No te agrada?
-No lo se Alex, es extraño – al decir eso se dejo abrazar de nuevo por los brazos calidos del castaño y volvieron a besarse.
-No me imagino quien puede soportar a Sai – le dijo
-¡Alex! – ambos rieron un poco
-Kitsune… te amo a ti, sólo a ti – de la nada pronunció el castaño dejando a Kitsune sin palabras, la profundidad con que lo había dicho y como le miraba era irreal
-¿A que viene eso? – trato de suavizar el momento, pero sólo consiguió que sus labios fueran besados posesivamente, cosa que no supo explicar pero le atemorizo.
Yo no puedo compartir tus labios
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-Debo hablar con el Sai, quizás por ello no me acepta – caminaban en medio de la pista de baile que a esa hora estaba ya llenándose de gente, para llegar directo al cuarto de Kitsune
-bien – le sujeto más fuerte pero de la nata noto que Gaara se detenía y miraba a una dirección en especial
-¿Qué pasa? – se le acerco y le tomo del hombro
-Nada – volvió a mirarle - Se me hizo conocido una persona, pero no pude verle bien
-Sai, ¿Estas de servio? – Se acerco un pelinaranja provocativamente, esto de inmediato hizo que Gaara reaccionara
-¡No! – dijo agresivo y jaló a Sai para continuar su camino sin que pudiera decir nada más
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-¡Vamos tranquilo! – trato de bajarle el coraje a Gaara
-¿Por qué se te acercó así? – grito furioso
-Gaara, esto es un burdel y el ha sido mi cliente – le dijo y luego le arrincono – pero tú eres mi novio
-No quiero que lo hagas, ¡no me beses! – desvió la mirada
-Gaa-chan – le llamó – Gaa-chan- le volvió a llamar hasta que le hizo voltear a verle - ¿Y si te prometo que jamás lo haré?
-¿De veras? – se sonrojo y le miró – No quiero que te molestes, ni – guardo silencio – Ni que te enceles
-¡No estoy celoso bastardo! – le grito y después cambio posiciones en un movimiento brusco, ahora el lo acorralo y le beso apasionadamente
-Como amo tus arrebatos – le susurró en un espacio de aquel ardiente beso
-uyyyy que mandilón – Se empezaron a burlar Kimimaru y Suigetsu
-¡Callense! – grito molesto Sai
-Bueno, sólo te queremos avisar que Tsunade te manda llamar – le dijeron sin parar de reirse
-¿Dónde es? – pregunto Gaara
-Al fondo la puerta naranja – le contesto – Te alcanzo después – le beso
-¡¡Van a pagármela!!- les grito cuando comenzaron a burlarse de nuevo
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Seguía pensativo, no iba a negar que la visita que tuvo de Alex le había servido mucho para analizar la situación, o bien para no pensarla, siempre se perdía en la realidad cuando estaba a su lado.
-¿Puedo pasar? –
Se levanto de inmediato y miró directo a la puerta donde el pelirrojo se asomaba
-Supongo que sí - se sentó en el piso repegado al borde de su cama
-Supongo que entonces entraré – al igual que el rubio el también se sentó en el piso justo frente a él
- Naruto ¿No es así? – Le soltó de la nada ante la mirada llena de temor del rubio –Eras aquel jardinero, el de la casa de…
-Sasuke – completo- Y no me llames así –puntualizó
-No, no – le interrumpió- No te preocupes no diré tu verdadero nombre, se que ni siquiera Sai lo sabe, Kitsune – dijo aquel nombre tratando de no alterar más al rubio – No se que haya pasado que te ha hecho estar en este lugar y no preguntaré
-¿Qué pretendes? – le miró ahora serio
-Hablar de Sai, de mi relación con él y sobre ti – habló de golpe y preciso – Kitsune, se que eres muy importante para Sai, el siempre me lo ha dejado claro y de cierta forma he tenido celos de ti todo este tiempo, en el que tú has estado a su lado
-No es mi culpa que tus sueños no estuvieran al lado de Sai este tiempo – también le respondió duramente
-Eres directo – fue lo único que pudo decir ante aquellas palabras – pero es verdad, por egoísta me fui dejando a Sai, pero yo le amo
-Sabemos que no sólo lo dejaste a él – comenzó a levantar la voz- ¿No recuerdas, también le dejaste a él? También ¡le abandonaste!
-¡Basta!- le detuvo
-¡No!- gritó levantándose violentamente y darle la espalda – No sabes todo lo que tus acciones provocaron, no podrías imaginar todo lo que hiciste sufrir… por eso no voy a perdonarte – lleno de furia intento no perder la razón
-¿Qué esperaban de mi?, esa era la pregunta que siempre me hice. Desde pequeño me indicaron con quien me casaría, como debía actuar y pensar, siempre comportándome a la altura, hasta que un día – se levanto quedando detrás del rubio – Tú me hiciste irme
-¿Qué? – Volteó Kitsune encarando a Gaara que lo había desconcertado ante tan declaración - ¡Mientes! – volvió a gritarle
-¡No! ¡No miento!- también le grito y ambos se miraron desafiantes
-Yo nunca habría provocado que le dejaras – apretó los puños
-Porque lo amabas ¿No es así? – soltó y de nuevo las pupilas del rubio se llenaron de cólera
-¡No digas aquello tan fácilmente! – le sujeto del suéter
-Vi como le mirabas aquella ocasión y también se por Sai que ibas a tener un hijo de Sasuke – le sujeto una de las manos que lo tenían agarrado con fuerza
-Debe ser de risa que me haya enamorado de mi amo, pero no voy a hablar de eso – le soltó lentamente y volvió a sentarse en el piso
-No se que te haya hecho Sasuke, pero tú no tienes razones para odiarme Kitsune, yo no te hice nada, acéptalo – se sentó pero ahora a lado del rubio - ¿O si?
-Odio que suenes convincente – soltó el rubio- Ahora se porque dice Sai que eres bueno persuadiendo
- antes no lo era- sonrió – supongo que Sai ya te contó nuestra historia- se sonrojo un poco y llevo una de sus manos a sus cabellos
-¿Por qué dices que yo te hice irte? – le preguntó, eso le había dejado intranquilo
-En ese entonces yo me sentía aprisionado entre mi deber como hijo y mi deber como el futuro espeso del otro socio de la compañía, no percibía ninguna salida, fue entonces que conocí a Sai y su torpe manera de ver la vida, tan simple, tan ajena a mi, me ofreció una calma que no conocía y a la vez una ferocidad para defender lo que yo necesitaba
-El tiene ese don – rió un poco
-Pero tú aquel día cuando me regalaste aquella flor, me hiciste comprender que eso era felicidad y que quedando ahí jamás lo conseguiría, por eso tome todo lo poco que tenía y me fui para estar a lado de la persona que me amaba tanto
-que ilógico – comenzó a reírse- ser yo el causante de lo que siempre te culpe
-Suele pasar – se rió con Kitsune – Aunque siento que no debí hacer algunas cosas, No debí dejarle así
-Júrame que no vas a abandonar también a Sai – le miró directamente – Que me estas diciendo la verdad
-He venido a quedarme con él, no voy abandonar lo que más amo. Tienes razón al reprocharme haberle dejado tanto tiempo, pero ya no voy a hacerlo porque me he dado cuenta que mi felicidad es estar a su lado, sonará extraño pero me sentía incompleto sin él a pesar de estar cumpliendo mi sueño, ahora se que no deseo nada más, además esta vez una poderosa razón me ha hecho regresar.
-No se si pueda dejar de verte con resentimiento, pero si puedo asegurarte que serás alguien importante porque lo eres para Sai, y para mí el es la familia que nunca tuve, es especial.
-En algo coincidimos, además que es tan bobo
-tierno
-terco
-posesivo
-¡Perverso!
-Y no deja de escuchar en las puertas – hablaron los dos al mismo tiempo
-¡Oh! Bueno… -entro con una gran sonrisa – Pensé que necesitaban ayuda para decidir quien se quedaría con este bien parecido chico – alardeó un poco ante la mirada incrédula de ambos
-No cabe duda… - el rubio se levantó y ayudo a levantar a Gaara
-No podría estar sin las dos personas que gobiernan mi vida, sin la que la llena alegría y
Posesión o la de la persona que me pone…
-¡Sai! – el pelirrojo le dio un golpe en la cabeza a Sai
-Me ha dicho Sai que tienes un novio, llamado – intentó recordarlo
-Alex – Dijo kitsune alegre ante la mirada de desaprobación de Sai
-Podríamos salir los cuatro – propuso Gaara y Sai casi colapsa
-Le diré – rió el rubio al ver la expresión del pelinegro
-O ya tengo una idea – comentó entusiasta – El evento donde desfilare será mañana por la noche, estas invitado con ese tal Alex, después ya veremos.
-Gracias, iremos – dijo, se sentía de nuevo extraño, después de haber platicado de esa manera, el hecho de estar habando ahora como si nada era incomodo y podría jurar que también para el pelirrojo, pero aunque se rehusaba a la idea de que también Gaa-chan tuviera un papel importante para una persona tan querida como lo era el pelinegro, era injusto que no tratara de llevarla bien con él después de lo que habían aclarado. Además Sai estaba de por medio y no le haría sentirse mal por ello.
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Afuera se escuchaba el murmullo de mucha gente, toda la prensa, fotógrafos, diseñados y empresarios estaban esperando que comenzará el evento que tenía unos minutos de rechazo ya que la diseñadora se había encaprichado con empezar hasta que uno de sus invitados especiales llegara.
-Estas guapísimo – le abrazo por atrás para besarle el cuello provocando un feroz sonrojo en las mejillas de Gaara
-Debería soltarlo, va a estropear el maquillaje y – intervino la asistente del pelinegro nerviosa
-¡Arruinaras el traje! – grito histérico el manager mientras Hiruma le comenzaba apuntar con su bazooka
-¡ok!- exclamo quitando las manos de su novio y levantándolas en señal de rendición
-Mejor ve a esperar a Kitsune y Alex, cuando termine te busco, no quiero que acabes muerto – se rió el pelirrojo y con pequeños empujones saco a Sai del camerino.
-¿Dónde estarán? - Se pregunto dirigiéndose a la entrada para ver si podía verlos, Kitsune le había prometido ir cuando llegará Alex por él, ya que se había retrasado un poco por cuestiones de sus miles de trabajos.
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-A… lex…- respiraba entrecortadamente mientras el castaño atacaba su cuello besándole apasionadamente- Deten…te
-Tienes la culpa… me has provocado…- le acusó y después se hundió en los ojos azules que le miraban llenos de pasión
-Lo haré más interesante – sonrió con picardía el rubio al soltarse del agarre del pelinegro y descender peligrosamente quedando arrodillado ante el castaño
Lentamente comenzó a desabrochar los pantalones de Alex y después empezó a masajear la ya latente erección del castaño, el cual respondió con gemidos roncos y sensuales, con ello despertó la erección del rubio. Kitsune tomó el erguido y palpitante miembro y de un solo bocado se lo metió en la boca. Alex se aferro al tocador del cuarto del rubio, que fue lo primero que encontraron sus manos para no caer, esa lengua que jugaba primero con su glande estaba haciendo maravillas.
-Kitsu… ¡ah!
El rubio estaba metido en su tarea, era la primera vez que disfrutaba escuchando lo que podía hacerle sentir a alguien, quizás porque en esta ocasión lo hacia tan apasionadamente y el se sintiera tan febril a causa del castaño le ponía más caliente.
En un segundo, sus manos se enredaron en aquellos cabellos rubios húmedos, para pasearse hasta la nuca, donde de un solo jalón empujo contra si, al tiempo que movía su cadera.
Si estoy hundido en un vaivén de caderas
Esto es el cielo, mi cielo
Se sintió casi al límite y antes de que se corriera en la boca del rubio de un solo movimiento tomo al rubio de los brazos para levantarles y le acorralo ahora él contra el tocador, bajo lo más rápido que pudo los apretados pantalones de Kitsune y de una sola estocada le penetro por detrás, provocando un ensordecedor grito del rubio.
-Mio… mioo – pronunció una y otra vez embistiéndole cada vez más adentro, pues solo quería hacer más profunda la hilarante invasión.
-A… ¡ah!... ¡ah! – el rubio era incapaz de pronunciar palabra coherente alguna, el sentirse sometido de esa forma era algo que le estaba empezando a gustar demasiado. La forma en que le estaba tomando, lo que le susurra al oído y que se sintiera suyo le excitaba aún más, después fue más delirante cuando la mano del castaño comenzó también a masturbar su miembro a la vez que lo embestía.
Entraba y salía mas rápido cada vez, mas profundo, mas adentro, la pauta marcada era ensordecedora, los gemidos eran cada vez más altos, el deseo se exaltaba con cada embestida.
Hasta que ambos se vinieron sin poderlo reprimir. Alex abrazo al rubio pegando su pecho a la espalda de Kitsune para sentir su calor y entrelazaron sus manos antes de que él saliera de su interior.
-Sa… Sai… va a matarnos, por llegar tarde… - río Kitsune
-Vamos – dijo el castaño mientras salía del interior del rubio
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Los aplausos no se hicieron esperar cuando las luces se encendieron y la diseñadora desfilo por la pasarela acompañada de sus modelos. Sai miró a Gaara vestido con ese elegante traje blanco de tres piezas, tenía unos detalles azules y unas correas a los lados del pantalón del mismo color, además de un estampado de unas pequeñas alas en la espalda.
Sin importar que pudiera pasar, Gaara bajo de la pasarela de un brinco y busco los calidos brazos de su novio que ya le esperaban.
-Fue grandioso- Sai le beso la frente y esté le contesto con un beso en los labios.
-¿Verdad?- le dijo - ¿Y Kitsune? –
-No han llegado- respondió Sai
-¡Oh! Debería ser más puntual – se quejo el pelirrojo – Debo ir con Celat a cambiarme, ahora vuelvo
-Estaré esperándote, me daré una vuelta para ver si los encuentro – le beso la mano y se separaron
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-¡Va a matarme! – murmuro cuando entraron juntos al evento
-No me habías dicho que el novio de Sai fuera modelo- pronunció Alex y después se acercó a su oído – Además lo hicimos por una buena causa
Se sonrojo al recordar lo que habían hecho tan sólo una hora antes-Iré a buscar a Sai de este lado, buscado tú en aquel – le señalo del otro lado y se fue dejando una sonrisa divertida en Alex.
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-Dije que te había descubierto Sasuke- alejado, desde uno de los rincones de aquel lugar susurró para si mismo levantando su copa en dirección donde distinguía su hermano y el rubio.
-¿Nos vamos Itachi? – Preguntó una jovencita de cabellos rubios – Esta ropa no es de mi tipo
-Vamos – Contestó sonriendo por ultima vez en dirección a aquellos dos
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-¡Demonios! – gruñía, ahora no encontraba ni siquiera al rubio, en medio de esa gente, además que se estaba volviendo un caos, puesto que la diseñadora estaba dando algunas entrevistas y la atención estaba sobre Celat.
-¿Sasuke? – oyó a su espalda aquella voz que no había escuchado desde hacia varios años y esto le paralizó. Lentamente se volteó quedando frente aquella persona que tanto odiaba, al chocar con esos ojos verdes su sangre comenzó a hervir.
-¡¡¡¡tú!!!!!!!-gritó furioso y de forma violenta le sujeto de los brazos haciéndole daño, y después le empujo agresivamente contra una de las paredes cercanas -¡Vas a pagarmelas!
Amor fugado, me tomas,
Me dejas, me exprimes,
Y me tiras a un lado
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