CAPITULO 4:
“23 DE JUNIO”
—Si se parece mucho a Scorpius— murmuró la voz de una niña cerca de él.
—Eso no es un gran descubrimiento, ya lo habíamos visto en fotos antes— intervino otra voz, esta vez la de un chico
—Dejen de hacer bulla, se despertará y el señor Potter se enojará— Esa voz si se le hacía conocida.
— Cierto, Tío Harry dijo que lo dejaran dormir un poco— otra niña
Draco abrió los ojos lentamente, aun algo confundido por no saber quienes eran los que estaban hablando o incluso donde estaba, a su alrededor sintió un pequeño revuelo, mientras terminaba de sentarse completamente. Miró a todos lados, tratando de ubicarse y entonces recordó; había llegado casi al amanecer con Potter, y al parecer nadie estaba despierto, Potter lo había dejado allí solo un momento mientras iba a buscar a sus amigos, seguramente se había quedado dormido. No le extrañaba, casi no había dormido nada desde que Scorpius… Decidió alejar sus pensamientos de aquello por el momento mientras miraba con más atención al grupo de niños que estaban en fila, contra una de las paredes, mirándolo de manera curiosa.
—Buenos días, señor Malfoy— dijo Eve con voz algo tímida, mucho mas tímida de lo que jamás le había escuchado Draco.
—Chicos…— Draco dio un pequeño bostezo y se puso de pie, sintiendo como la espalda le dolía ligeramente, seguro por el incómodo sofá en que había dormido — ¿Qué hora es?
—Casi las 11 de la mañana…— respondió esta vez James.
—Mi papá esta en el estudio de la tía Hermione…— se apresuró a aclarar Lily, viendo la cara de desconcierto de Draco.
—Oh, vale— miró nuevamente hacia los amigos de Scorpius, Jacke y Eve, ambos bajaron las miradas inmediatamente, Draco supuso que se sentían aun avergonzados, quiso decirles que no se preocuparan, que no tenían que sentirse mal por haber ayudado a Scorpius quien sabe cuantas veces a mentirle a su familia para escaparse con el chico Potter y que nada de eso tenía que ver con que ahora estuviera secuestrado, pero no pudo.
—Es la última puerta a la izquierda— le informó Rose.
—Gracias…— dijo Draco ya caminando hacia la salida lo mas a prisa que sus entumecidas piernas le permitían.
—Señor Malfoy— llamó Lily tímidamente
Draco giró para verla, era bastante linda, mucho mas de lo que Ginny había sido en la escuela, su mirada era mucho mas… ¿tierna? No, inocente, esa era la palabra, mucho más inocente. Casi podía imaginar a Potter ahuyentando a los muchos admiradores de la niña en un futuro muy, pero muy cercano.
—Nosotros sentimos mucho lo que pasó con Scorpius…
—Si… lamentamos mucho que se lo hayan llevado— apoyó la voz de Hugo.
Draco hizo un asentimiento agradecido —Yo también lamento lo de Albus—y salio de la habitación.
***0o0***
—Eres un tonto cabezotas… como siquiera se te pudo cruzar por la cabeza que aquello era cierto— rugió Albus bastante molesto.
Scopius entrecerró los ojos —Pues si no anduvieras sonriendo y coqueteándole tal vez no se me hubiera ocurrido, pero se te nota a leguas que te mueres de ganas por él— apretó los puños con fuerza, sintiendo real odio, como nunca antes había sentido hacia nadie, hacia ese estúpido de McLennin, aquel estúpido Raveclaw que lo único que sabía hacer era ofrecerse en bandeja de plata a su novio, suyo y solo suyo, aunque nadie lo supiera, pero suyo a fin de cuentas.
—Yo no sonrió ni coqueteo, ¡y fue él quien me quiso besar!— respondió Albus conteniendo los gritos, estaban en uno de los pasillos ocultos del 6to piso, uno por el que nadie transitaba, y en el que normalmente tenían tranquilidad, pero tampoco quería arriesgarse a que alguien pasara cerca y los escuchara, definitivamente no necesitaban llamar la atención, no mas de la que ya habían llamado cuando Scorpius había hechizado a Mclennin justo en el momento que trataba de besarlo, Albus no lo iba a permitir, de ninguna manera, y en cierta forma se sintió aliviado de que Scorpius lo interrumpiera, lo que no le agradó fue que luego de eso Scorpius le estaba montando una escena tremenda de celos.
— ¿Sabes que?— dijo Scorpius acomodando mejor la mochila en el hombro y cambiando su tono de voz a uno mas frío —Tal vez lo mejor hubiera sido no interrumpirlos— su mirada empezó a echar chispas —Apuesto a que te morías de ganas de besarlo
—Ahhhh— rugió Albus no conteniendo mas su rabia —¿No confías en mi?— dio un golpe sobre la pared que tenía en frente, pasando de cerca por el brazo de Scorpius —A ver si vamos aclarando los puntos aquí— siguió hablando con voz firme y extendió el dedo índice delante del rostro de Scorpius, que le dio una mirada ahora temerosa, eran raras, muy raras las ocasiones en que Albus perdía la paciencia —Uno, no quería que me besara, no me iba a dejar besar— levantó el segundo dedo, agitando la mano delante del rostro de Scorpius —Segundo, no coqueteó, no sabía como quitármelo de encima sin ser demasiado brusco o hiriente—Scorpius puso los ojos en blanco, pero Albus ignoró aquello y levantó el tercer dedo —Y tercero, y esto pensé que lo sabrías por descontado, no se me ocurriría mirar a nadie que no seas tu— Scorpius bufó y desvió la mirada, aun no se le pasaba del todo la rabia que sentía por la escena que había visto, y no le importaba que Albus estuviera perdiendo la paciencia con él, o que se enojara mas aun, se sentía con derecho a estar enojado, el único con derecho a estarlo después de todo.
Albus negó suavemente y bajó la mano lentamente, estudiando el rostro de Scorpius, estaba sonrojado y respiraba irregularmente, lo conocía y sabía que aun demasiado molesto como para escucharlo, pero era tan injusto que estuviera enfadado con él… finalmente decidió cambiar de táctica —¿acaso no te has dado cuenta?— murmuró con voz mas ronroneante, mientras sus dedos ahora acariciaban la suave mejilla, Scorpius cerró los ojos por el cálido contacto —Solo puedo pensar en ti, todo el tiempo, siempre estoy pensando en ti, extrañándote cuando no estás, buscando hacerte sonreír cuando estamos juntos… yo creo que…— Tragó grueso, tratando de decir en voz alta lo que ya había pensado infinidad de veces.
Scorpius abrió los ojos de golpe ante las palabras de Albus, sus azules ojos se conectaron con los verdes de Albus, eran tan sinceros, tan fáciles de leer para él, de pronto se sintió demasiado tonto por la escena, claro que Albus no le engañaría, lo conocía demasiado bien, lo había conocido por años como amigo, como su mejor amigo y ahora también como novio y sabía que no le haría nada como eso, no estaba en su naturaleza. Suspiró derrotado —Lo siento… — murmuró inclinando un poco el rostro para sentir aun mas la palma de la mano de Albus sobre su mejilla.
Albus dio un suspiro aliviado y se acercó a darle un beso, apenas sus labios se rozaron un par de segundos antes de apartarse para dejar descansar su frente contra la de Scorpius, sintió las manos de su novio apretándole los brazos. Exhaló tratando de darse valor —Scorpius… — se alejó un poco y lo miró a los ojos nuevamente, esos ojos azules que eran lo primero que le había llamado la atención cuando lo conociera, ya varios años atrás, solo le bastó mirarlos para saber que era lo correcto, decirlo y sobre todo sentirlo —Yo te amo…— susurró suavemente.
Scorpius no parpadeó siquiera, dejó que las palabras siguieran flotando en el aire, acariciándole, disfrutándolas por un instante, uno que se le antojaba se le hiciera eterno —También yo te amo…— dijo en un susurro. Era la primera vez que pronunciaban aquellas palabras, pero el escucharlas o pronunciarlas hacía que su corazón se llenara de mucha tranquilidad, debía ser por que era correcto hacerlo.
***0o0***
Scorpius parpadeó suavemente, las antorchas en las paredes seguían encendidas, pero el lugar no tenía ventanas, solo aquella puerta que estaba cerrada y por donde habían entrado y salido sus captores y la puerta camuflada que daba al baño, por ningún lado se podía colar algo de luz que le indicará la hora, así que en realidad no podía saber en que momento del día iba, o peor aun, cuantos días tenía ya allí.
Otra cosa que descubrió es que estaba sintiéndose demasiado lento y adormecido, ¿El por qué? Lo más probable es que de alguna manera le estuvieran aplicando hechizos para mantenerlo, (y esperaba que a Albus también, por que ellos significaba que aun estaba vivo), en estado pasivo, y de aquella manera ser menos problemático,
Sin embargo, por más que su cuerpo estuviera débil y se durmiera constantemente durante los momentos de lucidez no dejaba de darle vueltas al asunto, sobre todo a Albus, por que era más que obvio que por quien habían ido era por Albus… Pero… ¿Por qué?
—En el fondo… si le hubieran secuestrado solo a él me hubiera vuelto loco en casa esperando saber que pasaba…— se dijo en voz baja, pensaba que hablarse a si mismo de alguna manera lo ayudaba a no sentirse tan solo o triste. Esa era otra de las manías que se le había pegado de Albus.
—Aunque no creo que estar encerrado aquí ayude a mi salud mental…— dio un sonoro bostezo y se preguntó nuevamente por que le aplicaban aquel hechizo, como si pudiera hacer algo mas que quedarse allí sentado esperando, sus ojos se fueron haciendo cada vez mas pesados —Demonios… ¿como pueden hacerme dormir ahora…? necesito saber donde esta Albus…
***0o0***
—Estamos en serios problemas— dijo Harry mientras masajeaba sus sienes, sentía que un gran dolor de cabeza pronto aparecería. Apenas si había podido dormir un par de horas.
— ¿Entonces…?— preguntó Hermione hacia Harry.
—Tenías razón— suspiró —aparentemente han estado juntando los ingredientes de la poción que encontraste, y los tenían pedidos para estas fechas, así que o es mucha casualidad o…
Hermione jadeó —Lo siento… hubiera dado mucho por no tener razón…
—No sé que haría sin ti, realmente— dijo Harry estirando su brazo a través de la mesa y apretando el brazo de la chica. Ella sonrió tristemente. —Aun estaría dando tumbos sin saber por donde buscar…
Ron se aclaró la garganta suavemente — ¿Pero les viste el rostro?— preguntó
—Si— Harry retiró rápidamente el agarre de ella y luego se dejó caer sobre la silla una vez mas —son los que pensamos, los mismos que han estado buscando seguidores, hay algunos más que no conozco… aunque uno se me hacía especialmente conocido
—Y ese viejo que nos contaste… ¿Él sabe donde está su guarida? ¿Dónde encontrarlos?
—Si… pero al parecer se han estado moviendo en algunos círculos del sub-mundo, no creo que sigan allí…
Hermione dio un suspiro de cansancio —Tendremos que empezar por algún lado…
—Si— aceptó Harry —Pero iré solo, ustedes deben quedarse aquí y vigilar…
—Ah, ni lo pienses Potter— dijo Draco, que en ese momento abría la puerta sin tocar siquiera y entraba —Te dije que no te librarás de mi
Todos giraron algo sorprendidos hacia Draco
—Hola, Malfoy— saludó Hermione —Espero que hayas descansado un poco al menos
Ron gruñó algo mientras hacía un asentimiento con la cabeza y se cruzaba de brazos, pensando que en la vida se había imaginado tener a Malfoy durmiendo en su sofá.
—Granger, Weasley…— Draco se detuvo al ver a otro chico mas, junto a ellos, su cabello era de un color morado muy oscuro, casi negro, de algún lado le sonaba el rostro, aunque no sabía exactamente de donde.
—Él es Ted Lupín— dijo Harry señalando al chico, que había permanecido en silencio, escuchando atentamente todos los comentarios, sintiéndose contento de que ahora lo tomaran ya entre los adultos. Hizo una pequeña mueca de disgusto al reconocer al sobrino de su abuela, o sea a su tío lejano. Seguía sin hacerle gracia el saber que Albus se había metido con ese chico Malfoy.
—Ah— dijo Draco sin ningún tipo de interés hacia el chico, mientras se sentaba en una de las sillas libres —Has descansado tu también, Potter?
—Algo…
—Bien, ¿entonces ahora si me explicaras que fue lo que pasó allá, con ese hombre?— preguntó Draco esperando por la explicación prometida.
—Oh, eso…— Harry le dio miradas preocupadas a Hermione y Ron, y estos asintieron en silencio
—Vamos a ver si los niños necesitan algo— dijo Ron poniéndose de pie e indicándole a Ted con una mirada que lo acompañara, el chico bufó fastidiado, pero no dijo nada, y ambos salieron de la habitación.
—A ese hombre le compraron aquel ingrediente los ex mortífagos, al parecer del mismo grupo que te fueron a visitar a ti también, reconocí a Nott…— murmuró mientras se masajeaba las sienes nuevamente —pero luego no le quisieron pagar
—Entiendo…
—Entonces esto nos deja ver que tal vez no han recibido tanto apoyo económico como pensaron— continuó explicando Harry.
—O que son unos tramposos…— aportó Hermione.
— ¿Pero acaso eso no es algo estúpido?— preguntó Draco —Es decir, esa gente te puede matar… son peligrosos, en realidad lo son ¿no?
—Por eso lo mataron antes…— Harry agitó la varita distraídamente y un pequeño frasco de poción rosa apareció, se bebió el contenido de un solo trago —Lo dejaron expuesto al sidiki— hizo un gesto amargo por el efecto de la poción para el dolor de cabeza — no tendría tiempo ni fuerza para poder hacer nada
Draco lo miró preocupado —Fue una suerte que llegáramos a tiempo entonces…
—Si, en realidad lo fue…— murmuró Hermione
— ¿Y que fue lo que…?— empezó a preguntar Draco, pero no se le pasó por alto la mirada de advertencia que Harry le daba, se detuvo un segundo y luego cambió su pregunta, ya tendría tiempo luego de preguntar lo que quería — ¿Y este elemento que es lo que provocará?
—Es parte de una poción, la idea es que lleve a…— Hermione le dio una mirada a Harry, que se había tensado y miraba fijamente hacia la pared —la victima hasta casi la muerte… para de esta manera dejarla mas cerca del portal que quieren abrir…
—¿Es intercambio de vidas?— chilló Draco —¿La vida de Voldemort por la de… la víctima?— tampoco se animaba a menciona a Albus en medio de esa pregunta.
Harry se puso de pie —Si quieres venir, debemos irnos ya, tengo una idea de donde puedo encontrar alguna pista mas— su mirada y su semblante eran completamente fieros, Draco recordó como lo había visto actuar durante la noche anterior, y se sintió ligeramente atemorizado.
***0o0***
La habitación estaba apenas iluminada por los últimos rayos de sol que entraban por la ventana, Albus dio varios besos mas sobre la espalda pálida de Scorpius, pasando su lengua mientras que el otro chico aun gemía y se agitaba bajo su cuerpo, por los últimos espasmos del orgasmo.
—Te amo…— murmuró Albus sobre la oreja de Scorpius
—También yo…— respondió Scorpius girando lo suficiente para ver a Albus y darle un suave beso en los labios antes de volver a cerrar los ojos.
Albus sonrió y pasó una mano por la frente apartando un par de mechones de cabello, dio un beso mas en la nuca, y con mucho cuidado y lentitud fue saliendo del interior de Scorpius, que emitió un pequeño quejido de protesta, y se dejó caer a un lado.
Scorpius suspiró sonoramente antes de girarse un poco de lado, buscando contacto con el cuerpo de su novio, las manos de Albus siguieron acariciando, esta vez el pecho, suave y lentamente.
— ¿Estas… estas bien?— preguntó finalmente Albus pegándose un poco mas al cuerpo de su novio
—Si…— murmuró el Scorpius sintiéndose aun demasiado extraño ahora que Albus ya no estaba en su interior. — ¿Te ha gustado?— preguntó tímidamente mientras finalmente abría los ojos para ver a Albus.
— ¡Claro…!— dijo Albus con mas entusiasmo del que había querido, Scorpius levantó una ceja en tono interrogante y Albus sintió que se sonrojaba tremendamente, aun así pasó suavemente una mano sobre la mejilla acalorada de Scorpius antes de preguntar en un murmullo bastante tímido — ¿A ti… a ti no?
Scorpius sonrió —Claro que si, tonto si no, no te hubiera dejado hacerlo…—
— ¿Pero estas bien?— Albus estuvo a punto de levantarse a revisar si realmente no había lastimado a Scorpius, había sido la primera vez para ambos, las cosas habían sido mucho mas rápidas de lo que ambos habían planeado, en realidad no lo habían planeado siquiera, simplemente se habían dado así, estaban ambos en la cama de Albus, su padre estaba en el trabajo y habían aprovechado que no habría nadie en casa para estar solos, y aunque antes ya habían llegado bastante lejos, nunca tanto como aquella tarde.
—En serio lo estoy…— Scorpius sonrió, aunque presentía que el dolor en el culo no desaparecería pronto —Deja de armar tanto jaleo, que quiero descansar un poco antes de ir a casa…— dijo con voz mas firme, Albus aun parecía algo nervioso y por eso trataba de hacerle ver que no había nada por que preocuparse
—Te amo… — dijo Albus acercándose y dándole un suave beso en los labios —Te amo, realmente te amo— murmuró sobre los labios de Scorpius.
—Y yo a ti…— respondió Scorpius enredando sus piernas y brazos junto con los de Albus y cerrando los ojos, sintiéndose realmente feliz, como nunca antes.
***0o0***
Albus abrió los ojos, los parpados le pesaban y sentía los ojos demasiado hinchados, distraídamente se los frotó con el dorso de la mano, mientras su mente empezaba a despertar también, miró alrededor con atención, seguía recostado en aquella fría pared, delante suyo había una bandeja, era una nueva, seguro la habían dejado mientras dormía, el lugar estaba iluminado por las antorchas que ardían suavemente sobre las paredes, pero como no había ninguna ventana ni ningún rastro del exterior no tenía la menor idea de que hora era.
Con mucho cuidado se levantó y estiró las piernas se sentían demasiado entumecidas, dio unos cuantos pasos tratando de despejar el dolor en sus músculos, estiró también los brazos uno a cada lado hasta que se sintió mucho mas despierto, y por consiguiente mas conciente de la situación, seguía encerrado en aquel lugar, lejos de su padre y sus hermanos, de Scorpius, tenía la idea de que Scorpius solo había sido un golpe de suerte para los secuestradores, sabía que su padre tenía suficiente dinero y que lo mas probable es que ya hubiera pagado el rescate, no había otra cosa que deseara mas que, que su novio estuviera al fin en casa, a salvo.
Se sentó delante de la bandeja y olisqueó el líquido transparente que había en el vaso, realmente tenía sed, ¿pero sería seguro tomar aquello? —Veamos—, se dijo en un susurro, no soportaba estar tanto en silencio, había crecido con los gritos y ruidos de sus hermanos, y primos alrededor, eso era algo que Scorpius siempre le reclamaba, la forma como no se podía quedar en silencio, como necesitaba ese alboroto a su alrededor, para sentirse como en casa —Este líquido transparente tiene pinta de agua…— olisqueó el vaso un poco —Huele como agua…— dio un sorbo y arrugó el ceño —Si, ha de ser agua— Aunque no pudo dejar de recordar las clases de pociones, la profesora Jorkes les había hablado y hecho preparar en mas de una ocasión pociones que podían pasar por agua, cuando realmente podían ocasionar daños mayores. Dio una mirada alrededor, pensando que en realidad si lo hubieran querido matar ya lo habrían hecho, aferrándose a ese pensamiento, bebió el resto del contenido, tenía demasiada sed para dejarlo pasar siquiera.
***0o0***
—Hola Vivian— dijo Hermione con una sonrisa mientras entraba a la oficina de Harry
—Buen día, Señora Weasley, el jefe Potter no está…— respondió la mujer con una sonrisa falsa en los labios.
—Lo sé, Vivian, en realidad no vengo a verlo a él…— dijo mientras jalaba una de las sillas y se sentaba delante del escritorio que ocupaba la asistente de Harry, era extraño, Harry siempre comentaba que ella era muy amable, además de capaz en su trabajo, sin embargo cuando se encontraban siempre miraba a Hermione con desconfianza, incluso recordó alguna escena de celos que Ginny había hecho a Harry por ese asunto, Negó suavemente con la cabeza, tratando de concentrarse en lo importante —Verás, necesito que me des una lista de las personas que tienen acceso a los informes sobre los mortífagos…
—Todos los aurores lo tienen, señora Weasley— interrumpió Vivian con voz firme y sin levantar la vista de los pergaminos en los que estaba escribiendo.
—Claro, lo sé, pero también debe haber mas gente con acceso a esa información…
—Me temo que solo los aurores, y en realidad no tengo autorización a darle mas información— levantó el rostro y sonrió.
Hermione se puso en pie y le dio una sonrisa tan falsa como la de Vivian —Claro… entiendo, no te preocupes, esperare a que Harry vuelva
—Adiós, Señora Weasley— dijo la chica sin mirar siquiera a Hermione antes de continuar trabajando.
Hermione no caminó hacia su oficina, algo en la forma de actuar de Vivian había despertado su curiosidad. Llegó hasta los ascensores y bajó hasta la zona de archivos, en la puerta firmó un pequeño formulario y llegó hasta la zona restringida, pasó con seguridad su varita sobre el cerrojo, y el guardia de seguridad la dejó pasar a la zona de archivos e información de los trabajadores del ministerio.
***0o0***
Grahan entró hecho toda una furia al sótano, esta vez solo estaban Goyle y Urubiel, ambos leyendo revistas, sentados cada uno frente a las puertas donde se encontraban encerrados Albus y Scorpius.
— ¿Dónde esta Nott?— preguntó en voz alta, Urubiel se encogió de hombros sin levantar la vista de la revista.
—Ha salido, no debe tardar en volver…— dijo desde la puerta Millicent, que levitaba con la varita un par de bandejas —Ya es hora de alimentarlos de nuevo— murmuró con fastidio.
—Tú dijiste que era imposible que Potter y Malfoy estuvieran trabajando juntos…— acusó Grahan hacia la chica.
—Pues nunca se han llevado bien, además no creo que Malfoy sirva de gran ayuda, Potter no confía en él…
—Pues mi contacto en el ministerio me ha dicho que si ha estado con Potter, desde la madrugada en que nos trajimos a los mocosos, luego han salido, a investigar, pero ya no los han visto hoy
—Seguro ya se terminaron matando— dijo Goyle con despreocupación mientras tomaba una de las bandejas —Yo voy con Malfoy— dijo hacia Urubiel.
—Ya… — respondió el otro despreocupado mientras se colocaba la máscara blanca, y tomaba la bandeja.
Grahan y Millicent se dieron una mirada molesta y se alejaron lo más posible de las puertas mientras Goyle y Urubiel entraban con las bandejas de comida.
***0o0***
Harry y Draco aparecieron en lo que parecía un pequeño poblado rústico, alrededor había árboles y todo era verde, a lo lejos se podía escuchar el sonido del agua de un río pasando a velocidad.
— ¿Dónde estamos?— preguntó Draco parpadeando mientras sus ojos se acostumbraban al exceso de luz por el sol de medio día.
—En Warwick, hoy vamos a trabajar diferente— le respondió mientras sacaba la capa de invisibilidad.
—A ver, por partes, Potter ¿Qué hacemos aquí? Y ¿Qué quieres decir que vamos a trabajar diferente?
Harry sonrió, se sentía extraño sonreír, desde el secuestro de los niños que no lo hacía y le parecía que habían pasado ya semanas desde eso —Si que eres ansioso…— le pasó la capa de invisibilidad a Draco que la tomó y miró con preocupación.
—En Warwick es donde el ministerio instaló la casa de los niños abandonados por la guerra… muchos de ellos hijos de ex mortífagos
—Ah…— murmuró Draco recordando ya que en alguna ocasión había escuchado de aquello. — ¿Pero por que estamos aquí? Que yo tenga entendido eso no es más que un orfanato ahora
—Si, lo es, pero cuando Obelix me mostró sus recuerdos habían mas chicos implicados y uno de ellos se me hizo muy familiar, y es lo que vamos a revisar ahora…
—Cierto… el viejo, ¿que fue lo que le hiciste…? ¿Eso no era legal, cierto?— lo último lo preguntó con voz mas baja, después de todo lo que había visto de Potter en los últimos días sabía que ya nada le debía asombrar realmente.
Harry puso los ojos en blanco antes de contestar a Draco —No, y te diré que, un día, cuando todo esto haya terminado y los niños estén en la escuela, a salvo, nos tomaremos un par de copas y te contestaré a todas las preguntas que tengas sobre mi trabajo…— se pasó las manos por el cabello, tratando de arreglarlo y acomodó mejor sus gafas —Ahora tenemos cosas que hacer y el reloj sigue corriendo…
—Ya…— respondió Draco, Harry ya le había contado que lo que Hermione creía que sucedería en solo unos tres días era cierto, así que ahora corrían con prisa real, mucha mas de la que te daba la sola suposición —¿Entonces por donde empezaremos?
—Bien, Malfoy ponte la capa, y escucha con atención…
***0o0***
Ron extendió el pergamino a lo largo de toda la mesa, y tal como le había indicado Hermione empezó a trasladar los mapas de la época antigua en el mapa actual, según le había explicado su esposa tratarían de ubicar el lugar donde se podría llevar a cabo el ritual, dio una mirada al mapa y otra mas a la réplica antigua que tenía levitando a un lado, se le daba muy mal eso en realidad, solo esperaba no cometer un error o que Hermione lo revisará al volver.
—¿Qué es lo que haces papá?— preguntó la voz de Rose desde la puerta, Ron levantó la vista para ver, no solo a su hija, si no también a Hugo, James y Lily, junto con aquellos dos niños de Slytherin que habían llegado esa mañana y que al parecer eran muy amigos de ellos, eran el grupo de Scorpius, eso le había explicado su hija antes de informarle, no, no señor, no preguntar o pedir permiso, si no informar que sus amiguitos se quedarían el día completo a esperar noticias. Ambos Slytherin le dieron una tímida mirada desde la puerta, no eran mas que dos chicos preocupados por sus amigos. Ron suspiró, recordando cuando estaban en la escuela, en todos los líos que se habían metido por escuchar mal la información, con cierto temor se preguntó si estos niños no serían iguales, por que de estar aun en la escuela, él y Hermione ya habrían salido a buscar a Harry…
—Pasen… tal vez me puedan ayudar un poco— comentó regresando la vista al mapa.
Todo el grupo entró en la estancia y rodearon el mapa, mirando con atención los puntos que Ron hacía mientras él les explicaba que necesitaba copiar el mapa antiguo al nuevo, aunque se guardó muy bien la explicación real de por que lo necesitaba hacer, tal vez tenerlos ocupados era lo mejor, durante toda la mañana no había escuchado mas que sollozos y murmullos en la sala donde los niños estaban, seguro que la estaban pasando bastante mal, si tenerlos ocupados podía ayudar a calmarlos, y sobre todo a mantenerlos quietos, entonces mejor.
***0o0***
Draco respiró suavemente, lo mas suavemente que podía para no delatarse, pues su corazón latía con demasiada fuerza, no se le daba bien eso de andar escondido husmeando mientras Harry entretenía a la directora del lugar, siguió caminando lentamente, sus pasos sonaban suavemente cuando sus zapatos se hundían en la vieja y gastada madera, negó con la cabeza una vez mas y supo que lo mas probable es que lo descubrieran por la bulla, o que no conseguiría nada en el corto tiempo que tenían si seguía caminando a ese paso, se agachó y se desprendió de los zapatos, por un momento estuvo tentado a reducirlos, pero recordó que Harry le había recomendado no hacer ningún tipo de magia, a menos que sea caso de vida o muerte, y reducir los zapatos no entraba en esa categoría, hizo un nudo con los pasadores y los ató a su cinturón y ahora con mas libertad siguió avanzando por el pasillo, estaba en el tercer piso, donde según Harry estaban los cuartos de los chicos, con cierto temor empezó a abrir la primera puerta a su derecha, dio un suspiro de alivio al ver que la habitación estaba vacía, se sintió mal al ver que aquella habitación no era ni del tamaño del recibidor en la mansión, habían un par de camas de fierro, una a cada lado de la pared, y dos pequeñas cómodas a cada lado, dio una mirada a las cabeceras de las camas, sobre las cuales con un letrero se indicaba al propietario de cada una, ninguna era del nombre que buscaba, así que salió y cerró la puerta suavemente antes de continuar con la siguiente.
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Hermione frunció el ceño, no sabía que Vivian había estado en Warwick, Harry había tenido la delicadeza de no mencionarlo nunca, anotó a un lado el número de habitación al que había pertenecido, y también que había llegado allí cuando tenía 8 años, tenía un hermano, uno menor, que ahora ya tenía 27 años, ambos habían crecido allí hasta la mayoría de edad, solo por si las dudas tomó nota del nombre del hermano para buscarlo en los expedientes de ex residentes de Warwick.
Caminó hacia el lado opuesto de la sala, donde estaban los archiveros, y no encontró ningún expediente del hermano de Vivian, frunció el ceño, la corazonada que había tenido respecto a la chica tal vez era cierta, después de todo si hay alguien más con acceso a los expedientes del ministerio: la asistente del jefe de Aurores.
***0o0***
—A ver, entonces tú dices que Malfoy esta trabajando con Potter, tratando de encontrar a los mocosos
—Si, eso es lo que tenemos ahora…— aseguró Grahan antes de darle una calada al cigarro.
Nott hizo un gesto de fastidio por el humo —Bien, entonces quizá debamos molestar un poco mas a Malfoy…— murmuró Nott.
— ¿Ya le haz preguntado…?— preguntó Grahan mirando con atención a Nott, — ¿Que es lo que ha dicho el jefe de esto…?
Nott hizo una mueca —No está para nada contento… me ha dicho que no pediremos rescate por el chico Malfoy, que ni siquiera debimos haberlo traído
— ¿Y que haremos con él? ¿Lo podemos matar?— preguntó con un deje de ansiedad en la voz Grahan.
Nott se encogió de hombros, no pareciendo sorprendido de la ansiedad por matar de su compañero —Dijo que viéramos si realmente no servía para la causa… si no lo podemos convencer entonces si lo matamos
—Ah, genial— replicó Grahan con impaciencia —No tenemos tiempo para hacer esas cosas… tenemos muchos ingredientes aun por recoger y Wilkes, Jarew, Brown y Gredel aun no han terminado de despejar el camino…
—Lo sé— Nott dio un suspiro exasperado, —Podemos dejarlo para luego… ahora déjalo allí, fíjate que se alimente y luego ya veremos
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Ron marcó un punto mas en el mapa y sonrió complacido, ya le faltaba poco para terminar, le dio una mirada evaluadora a los niños, habían estado allí por varias horas — ¿Quieren que paremos para almorzar?
James se encogió de hombros mientras Hugo y Lily negaron con la cabeza, Rose le dio una mirada a Eve y Jacke, que lucían ligeramente incómodos.
—Vamos, estoy seguro que les hará bien comer…— argumentó Ron mientras caminaba hacia la salida —Eve, Jacke, ¿Ustedes se quedaran verdad? ¿Le han pedido permiso a sus padres?
Ambos chicos asintieron y Ron sonrió —Vamos pues— dijo mientras abría la puerta para hacer salir al grupo, ya en la cocina se entretuvo removiendo cacerolas y sacando platos mientras los chicos ayudaban a poner la mesa, luego de preparar una gran cantidad de emparedados y servir dos jarras repletas de jugo de calabaza se sentó a la redonda mesa junto con los demás.
— ¿Dónde ha ido Ted?— preguntó James mientras se servía jugo de calabaza.
—A ayudar al tío George, esta es la temporada más alta de ventas…
—Señor Weasley— llamó Eve con voz tímida, Ron le sonrió amablemente tratando de hacer que tanto ella como el otro niño se sintieran menos atemorizados — ¿Usted cree que el señor Potter y el señor Malfoy vuelvan pronto?
—No, creo que aun demoraran
—Ah…
—Cuéntenme una cosa niños— dijo de pronto Ron, tras un largo silencio, los chicos levantaron la cabeza inmediatamente, sorprendidos — ¿Cómo es que se hicieron amigos?— preguntó tratando de averiguar como es que sus hijos habían ocultado tantas cosas durante tanto tiempo, y también con la intensión de aligerar un poco el ambiente.
—Fueron Albus y Scorpius los que se hicieron amigos primero…— afirmó James
***0o0***
Rose abrió la puerta del compartimiento en el que James le había indicado que había dejado a Albus minutos antes y se quedó congelada ante la escena, Albus estaba junto a aquel niño rubio al que su padre le había dicho no acercarse, ambos reían, sentados en el piso, a su alrededor habían varias envolturas de ranas de chocolate abiertas.
Ambos voltearon a verla un segundo antes que Albus se pusiera de pie —Rose, entra de una vez— dijo aun conteniendo la risa, ella lo hizo lentamente y se sentó en uno de los lados mirando curiosamente a Scorpius, que sonreía de manera amistosa.
— Yo soy Scorpius Malfoy— dijo extendiendo la mano —Tu debes ser Rose Weasley…
Ella aceptó el saludo y asintió antes de mirar a Albus con interrogación
—Ya… tío Ron dijo que no debíamos juntarnos con él, pero es que es muy gracioso…
— ¿Ahora soy un comediante?— preguntó el rubio frunciendo el ceño, Albus volvió a reír y negó con la cabeza
—Ya sé por que tío Ron no quería que hablemos con él— dijo con aire triunfante hacia Rose
— ¿En serio?— preguntó arqueando una ceja.
—Sip, solo por que tío Ron, tía Hermione y papá no se llevaban bien con su papá en la escuela…
— ¿Estudiaron juntos…?
—Si… y hay mas, dale que Scorpius te cuente, él se sabe la historia completa
***0o0***
Harry bebía de su taza de té, fingiendo escuchar con atención lo que la señora Ianthe le comentaba cuando sonó el ruido de una alarma.
— ¡Ah esto es genial!— murmuró con fastidio la señora mientras se ponía en pie, renegando por que justo el día en que el jefe de Aurores decide hacerle una visita sorpresa surgiera aquel imprevisto
— ¿Qué…?— preguntó Harry haciéndose el desentendido mientras en su mente gruñía molesto ¡Malfoy!
—Querido— dijo la mujer girando hacia Harry —Es la alarma que tu mismo pusiste para evitar que los niños hagan magia dentro de la casa
—Ah…— murmuró Harry frotándose la mejilla con aire meditabundo — ¿Así es como suena?
—Si… — la mujer frunció el ceño, extrañada por pasividad de Potter —Es raro todos los chicos están en la biblioteca, no tienen permiso para ir a sus dormitorios hasta después del almuerzo
—Tal vez la alarma esta fallando, después de tantos años…— continuó hablando Harry.
—No lo creo— respondió la señora Ianthe mirando con más extrañeza a Harry.
—Tal vez yo la pueda ayudar— afirmó Harry mientras sacaba su varita e indicaba la puerta — ¿En que piso dice que sonó?
—Tercero— murmuró la mujer
—Iré a ver
—Yo voy contigo, querido, quiero ver quien ha sido el que se ha pasado de las reglas
—Mierda— pensó Harry, mientras caminaba por el pasillo que daba al tercer piso, por un momento había tenido la esperanza que la mujer lo dejara ir solo. Pasaron junto a una puerta en la cual se agolpaban varios chicos, de varias edades mirando atentamente los movimientos de ambos adultos.
— ¿Ves? te dije que era cierto, que te llevaban a Azkaban si hacías magia— escuchó Harry que murmuró un niño a otro mientras pasaban, no pudo evitar recordar que él también había creído eso cuando era niño.
Harry subió de 2 en 2 los escalones ganando una gran distancia de la mujer, mientras mascullaba —demonios, demonios… demonios— cuando estaba por voltear a los escalones que daban al tercer piso sintió un ligero jalón en la manga, apenas volteó para ver una pequeña parte del rostro de Malfoy, hizo un ligero asentimiento y bajó la velocidad de sus pasos, esperando que la señora Ianthe lo alcanzara, ahora mas seguro que no encontrarían nada en el tercer piso.
***0o0***
—No veo por que esperar… después de todo él no nos sirve, ya vieron con quien lo encontramos, no creo que quiera unirse a nosotros— dijo Goyle con fastidio mientras embutía su tercer emparedado, junto a Millicent, Nott y Grahan que le comentaban lo que había decidido “El jefe” sobre Scorpius.
—Pues no perdemos nada con intentarlo, el jefe lo quiere, así que lo haremos— contestó Nott con voz de mando.
—Además que es muy guapo— argumentó Millicent
— ¿No crees que estas mayor para eso?— preguntó Grahan con un gruñido de fastidio
—Ay, por favor…— dijo ella mientras con una mano empujaba su cabello sobre su hombro —Nada pierdo fantaseando ¿no?
—Eres la única que se le ocurriría fantasear con esa sarta de estupideces en un momento así— gruñó Nott poniéndose de pie.
—Ya lo han escuchado, no haremos nada con el chico, ni pediremos rescate, mas tarde tal vez podamos mandar una carta a Draco para asustarlo un poco… — sus ojos brillaron con malicia —Quizá darle algo del mocoso para que sufra…
***0o0***
—Ok, definitivamente eso no debió ser agua— concluyó, estaba conciente de que la situación no era para nada buena, que estaba comiendo realmente poco, que la falta de movimiento o estar encerrado lo podía estar afectando, pero el sentir que las cosas se movían a su alrededor, el sentirse así de mareado o con las piernas y brazos temblando no era para nada un efecto de cansancio, tal vez si lo estaban envenenando, para matarlo lentamente.
Gruñó y se giró, aun sobre la fría piedra, tratando de encontrar confort en alguna posición, pero las paredes y el piso se agitaban con mas fuerza a su vista, cerró los ojos y pegó la mejilla contra el piso, el frío alivio en algo el calor que sentía, pero aun sentía que las cosas se movían a su alrededor.
Albus suspiró y se obligó a pensar en cualquier otra cosa, algo que lo relajara, que lo hiciera dormir. Una de sus manos apretó con más fuerza el piso de piedra al sentir un mareo particularmente fuerte, y se obligó a seguir respirando.
***0o0***
Harry caminó a zancadas por entre la maleza hasta llegar al camino, una vez allí miró a ambos lados y taconeó sonoramente en el piso mientras se cruzaba de brazos, hasta que finalmente lo vio, acercándose por el otro lado del camino, ya sacándose la capa venía Draco, entre las manos traía una gran cantidad de papeles y se veía satisfecho de sí mismo.
— ¿En que estabas pensando?— preguntó Harry mientras le arrebataba de las manos la capa de invisibilidad
—Pues no tenía otra opción, tenía que usar un par de hechizos, si no, no me hubiera podido hacer de esto— reclamó Draco mientras balanceaba delante de Harry una gran cantidad de papeles.
—Vamos, tenemos que almorzar antes de poder ir a seguir el rastro que nos consiguió George, podremos hablar allí— respondió Harry mientras tomaba a Draco del brazo y lo hacía desaparecerse, para luego aparecer en un oscuro callejón, ambos se retiraron las túnicas de mago, quedando con ropa de muggle y salieron hacia lo que Draco reconoció inmediatamente como Londres.
Caminaron unas cuantas calles mas hasta que entraron en un restaurante de comida rápida, estaba abarrotada de gente, Draco frunció el ceño —Potter, conozco mejores sitios que estos para comer
—Y yo también, gracias— contestó ácidamente Harry mientras miraba hacia el cartel luminoso que indicaba las combinaciones de hamburguesa disponibles, Draco se cruzó de brazos y Harry dio un resoplido, se acercó un poco mas a él y murmuró —En este sitio hay mucha bulla, gente entrando y saliendo, es mas difícil que nos escuchen, e incluso que nos busquen…— desvió la mirada del rostro de Draco y señaló hacia el letrero luminoso —Escoge uno, Malfoy, yo te invito…
Draco miró nuevamente hacia el cartel y negó —Escoge por mi Potter, no me gusta mucho esta comida
—Pero comerás, no servimos nada estando débiles
***0o0***
Scorpius se sentó de golpe, delante suyo estaba otra vez aquel hombre grande, aquel que había estado durante su secuestro, aun con la máscara lo podía ubicar, aquel que cuando había hablado la voz se le había hecho remotamente conocida, solo que no estaba seguro de donde pero pensó que nada perdía intentando hablarle.
Lo siguió con la vista mientras colocaba la bandeja de comida y retiraba la anterior, la cual estaba casi como la habían traído.
—Eh… señor disculpe— murmuró Scorpius hacia el hombre que se giró rápidamente.
— ¿Qué quieres mocoso?— preguntó con voz ruda y Scorpius sonrió tímidamente, de aquella manera que sabía podía convencer a mucha gente.
—Lo lamento, pero necesito…— apuntó con la cabeza hacia la puerta camuflada del baño —Usted sabe— se puso de pie, sintiendo como sus músculos se resentían por la falta de movimiento, no pudo evitar un pequeño gemido mientras se apoyaba a la pared y se estiraba.
—Bien, mocoso, vamos entonces— dijo el hombre con voz resignada, Scorpius se agarró del brazo del hombre y caminó los pocos pasos que lo separaban del baño lentamente.
—Gracias, señor— murmuró mientras la puerta se abría y lo dejaba pasar, una vez dentro frunció el ceño, Si, definitivamente conocía esa voz, era un adulto así que no había muchos lugares de donde escoger, tal vez un amigo de su padre, quien sabe…
—Como que te vas apurando mocoso— gritó la voz de aquel hombre desde afuera,
—Si… solo un momento…— pidió Scorpius mientras subía el cierre de su pantalón, suspiró y se mojó el rostro con bastante agua, por un instante se preguntó como debía lucir, u oler, alisó su cabello con las manos húmedas.
— ¿Ya mocoso?
—Ya, señor… — murmuró mientras arrastraba los pies fuera del baño, el hombre le gruñó algo in entendible mientras sellaba la puerta del baño con la varita nuevamente.
Scorpius se sentó con las piernas cruzadas en el piso mientras miraba con atención su bandeja de comida —Gracias…
El hombre volteó a verlo una vez mas —Igual de convenido que tu padre— replicó con rabia antes de cerrar la puerta de un golpe.
Scorpius se quedó sentado viendo hacia la puerta por unos momentos, hasta que su estómago rugió de hambre, miró a la bandeja, no habían cubiertos, tampoco los esperaba, había un par de panes, patatas y huevos cocidos, sin pensar ya mucho se metió el primer pedazo de pan en la boca mientras pensaba que en definitiva ese si era un amigo de su padre, claro que si, le conocía la voz, y había escuchado el resentimiento con el que le dijo lo último, un ex amigo de su padre entonces, concluyó finalmente.
***0o0***
Hermione apretó el paso, el calor de la tarde se estaba alejando, en el fondo de la calle podía ver como ya el sol empezaba a ocultarse, le había comentado a Ron que llegaría antes del atardecer, para poder ayudarlo con los niños que ahora se habían instalado en su casa, al parecer por tiempo indefinido, o hasta que encontraran a Albus y Scorpius,
—Pobre Albus…— murmuró mientras seguía avanzando hasta que por fin pudo ubicar la calle que buscaba, Marlborough Lane, por donde se extendía una hilera de edificios grises y fríos, muy parecidos los unos a los otros, estuvo revisando la numeración hasta que finalmente encontró el número que buscaba, en la larga fila de intercomunicadores que tenía enfrente encontró por el nombre que buscaba:
Vivian y Jarew Vanbrugh
Miró a ambos lados antes de lanzar un discreto alohomora a la puerta del edificio, que chirreó mientras la dejaba pasar, el interior era mas oscuro de lo que esperaba, bastante pequeño solo había una gran y larga escalera de madera que llevaba a los pisos superiores, a un lado pudo ver la puerta de un ascensor, y aunque sabía que Vivian vivía en el 5to piso no se le apetecía para nada subirse al ascensor bajo la posibilidad de quedar encerrada o atrapada, el aparato era viejo y no se veía para nada seguro.
Subió de uno en uno los escalones mientras en su mente repasaba la cantidad de hechizos de desarme y de engaño que conocía, para estar preparada en cualquier situación que surgiera, sabía que era demasiado arriesgado lo que hacía, pero no tenía tiempo de informar a Harry, en todo caso ya había dejado lista la carta de aviso que aparecería con un solo movimiento de varita, ante Ron en caso de cualquier eventualidad.
Llegó al pasillo, el color verde de las paredes le recordaban tanto a un hospital muggle al que había ido a visitar a una hermana de su madre cuando niña, llegó hasta la puerta de madera que rezaba 5C y miró a ambos lados antes de sacar del bolsillo una de las orejas extensibles de la tienda de George.
Silencio,
Solo silencio
Bien, tal vez tenían un hechizo para evitar que la bulla llegara al pasillo, pasó la varita por todo el largo de la puerta esperando que en algún punto su magia rebote y así encontrar el centro del hechizo pero no, nada sucedió.
—No están en casa— concluyó no creyendo su suerte — ¿Será posible?— murmuró antes de lanzar un alohomora mas, escuchó el pequeño clic de la cerradura abriéndose. Acomodó su cabello hacia atrás y luego con un pie empujo la puerta lentamente, hasta que tuvo un gran espacio, en el fondo solo había oscuridad, finalmente convencida de que en realidad no había nadie en casa empujó con mas seguridad la puerta, hasta que tuvo una vista completa de lo que debía ser la pequeña sala de estar. Completamente vacía.
Un poco mas tranquila buscó con la mano el pequeño interruptor en la pared, una luz amarilla iluminó la sala de estar, dejándole ver además la entrada a la cocina y un par de puertas al fondo.
—Y supongo que todo estará vacío también— afirmó mientras pasaba el dedo por uno de los bordes de cerradura, estaba todo lleno de polvo, el departamento debía llevar su buena cantidad de meses desocupado.
Revisó ambos cuartos, en ninguno encontró nada, ni un rastro, ni una caja, ni un papel, un periódico, algo que le diera una fecha aproximada de partida de los hermanos Vanbrugh,
La cocina fue algo mas simple, se dedicó a abrir los estantes de madera uno a uno, habían algunos insectos muertos en algunos de ellos, pero fuera de eso, nada mas, dio vueltas cerca de una hora, tratando de encontrar algún lugar oculto, un pasillo, un escondite, pero nada.
Finalmente, cansada y molesta salió del departamento, acomodó mejor su traje sastre, se ordenó el cabello, y sonrió a la vez que tocaba la puerta del departamento de al lado.
Un muchacho, ella le calculaba unos 25 años, quizá un poco más, le sonrió amablemente —Buen día, señor— dijo Hermione mientras extendía su mano a la del muchacho que la tomó algo inseguro. —Mi nombre es Rebeca Smollet, trabajo en el Havana International Bank — su varita se agitó ligeramente dentro de la manga, donde la tenía escondida.
—Oh… mucho gusto— dijo confundido el chico
—Igualmente, señor, verá, los señores Vanbrugh, han solicitado un crédito… hipotecario, y para aprobarlo necesitamos ciertas referencias…— su sonrisa se ensanchó.
—Ah… pues… si claro, encantado
***0o0***
— ¿Te das cuenta de que esto es peor de lo que habíamos esperado?— murmuró Draco antes de meter un par de patatas fritas a la boca, odiaba ese tipo de comida, pero no había notado lo hambriento que estaba hasta que había dado la primera mordida a la hamburguesa. No recordaba cuando había sido la última vez que había comido algo.
—Si, me doy cuenta, pero ahora no tenemos tiempo de encargarnos de todos esos detalles, lo primero son los niños, sacarlos de allí, luego ya veremos de limpiar todo el resto— dijo Harry con tono adusto y a Draco no le quedó ninguna duda de que así sería.
—Bien, entonces…— murmuró Draco retirando un poco la bandeja y desparramando el contenido de la carpeta en la mesa —Hay algunas cosas que están cifradas, no sé cuanto podremos tardar en realmente deducir lo que dice, pero tenemos algunos nombres mas…— Draco buscó entre sus bolsillos y sacó un lapicero y empezó a hacer anotaciones en la parte blanca de uno de los papeles que había en el fondo de la bandeja. —Tenemos primero a Brown, que es muy crío para estar metido en esto…— murmuró sin dejar de escribir.
—No sabía que conocías los objetos muggles, o que te movieras tan bien en este lado del mundo— murmuró Harry mientras se inclinaba hacia delante para ver las anotaciones que Draco estaba haciendo.
Draco levantó la vista y se sorprendió de lo cerca que Harry estaba, no lo había notado por que estaba muy concentrado escribiendo, se alejó un poco y arqueó una ceja —Te diré que, cuando esto termine y los chicos estén en Hogwarts, Scorpius con una muy severa reprimenda por ocultarme lo de Albus, nos juntaremos a tomar una copa y te contaré como aprendí a usar estas cosas— levantó el lapicero en alto un segundo antes de agachar la cabeza y continuar escribiendo.
Harry sonrió en respuesta ante el comentario, similar al que él mismo le había dado en la mañana y asintió —Entonces, Brown es él que guardaba información, pero ¿por que la guardaba él? Como tú dices es muy crío
—Si, de la edad de los chicos, tal vez creían que era seguro el sitio para esconder algo así
—No entiendo como las alarmas no se dispararon en cuanto ese chico convocó aquel hechizo de seguridad, que, dicho sea de paso no debería saber hacer
—Pues, supongo que no lo sabe hacer, la caja que encontré dentro de la cómoda estaba a la vista de todos, bueno de todos los que quisieran remover su ropa interior…— Draco hizo una mueca —Por cierto, deberían comprarles mejor ropa, ¡no tienen casi nada que usar!
—Malfoy…— bufó Harry.
—Bueno, lo que yo creo es que alguien le dio la caja para que la guarde, piénsalo, ¿quien buscaría en un orfanato?
—La verdad es que yo…— murmuró Harry.
Draco arqueó una ceja y negó suavemente, aquello no le sorprendía realmente, ya nada de Potter le sorprendía en realidad —En fin, dudo que alguien haya podido lograr establecer algún lazo entre este chico Brown y ex mortífagos en busca de nuevos seguidores
—Cierto… aunque supongo que su deber es buscar mas seguidores, niños que no tienen padres, que se sienten abandonados…
–Que no tienen muchas comodidades ni ropa adecuada…— apuntó Draco levantando la vista del papel nuevamente —Bueno, entonces coincidimos en que es un buen lugar para conseguir seguidores, pero a este tal Brown le enseñó alguien…
—Si, lo mas probable es que su compañero anterior de habitación, la directora del orfanato me dijo que habían muchos que regresaban a visitar a los que todavía estaban allí, incluso que solicitaban permiso para llevarlos a comer o pasear cerca…
Draco bufó, —Vaya paseo… a la zona más oscura y peligrosa del sub mundo de Inglaterra mágica…
Harry le dio la razón, —Entonces, tal vez Hermione nos pueda ayudar a hacer una lista de los alumnos mayores que han estado en contacto con este Brown, es posible que encontremos algo…
— ¿Potter?
— ¿Si Malfoy? — preguntó Harry mientras dejaba a un lado el vaso de soda vacío
— ¿Cómo supiste? Es decir, ¿como reconociste a este tal Brown?
—Ah, eso pues…— Harry se pasó una mano por el cabello —Es que es el primer chico con el que Albus se agarró a golpes…
Draco le dio una mirada completamente confundida, se metió unas cuantas papitas mas en la boca y masticó lentamente esperando a que Harry contara algo mas.
—Bien, cuando los niños eran mas pequeños, Ginny y yo los llevábamos al orfanato, Ron y Hermione también lo hacían, en realidad varios compañeros de la orden lo hacían con sus hijos, les hacíamos juntar algunas de las cosas que no usarían y las llevaban ellos mismos para donarlas…
—¿Obligabas a tus hijos a hacer caridad?
—No. Claro que no, Malfoy— Harry le quitó un par de papas del embace de Draco, y este le gruñó en respuesta, —Una de esas veces, casi la última, Albus se agarró a golpes con ese niño, Brown
—Y ejerciste toda tu autoridad de jefe de los aurores para meterlo en Azkaban ¿A que si?— preguntó Draco mientras alejaba el resto de papitas de las manos de Harry.
—No, claro que no, simplemente le enseñé a Al que no debe andar peleando con la gente— respondió Harry medio enfadado.
Draco bufó —-Si, claro Potter, tu eres el mas indicado para decirlo— Arrastró las palabras de la manera en que Harry lo recordaba durante la escuela. Por un ridículo segundo estuvo a punto de sacar la varita para defenderse.
—Vamos, ya tenemos que llegar a dejar esto donde Ron, para que lo vea Hermione y salir hacia el Bar Berks— replicó finalmente Harry
***0o0***
Ron levantó la vista al tiempo que escuchaba el sonido ya conocido de la aparición, delante suyo estaban Harry y Draco, ambos aun con sus túnicas en la mano, iba a saludarlos cuando un gran corro de niños se movió a su alrededor, los seis chicos saludaban y preguntaban a la vez si es que había alguna noticia de los chicos, por la cara que traían Harry y Draco pudieron ver que no, que aun no tenían nada concreto.
—Niños…— dijo Ron poniéndose de pie
—Lo siento, aun no tenemos nada…— dijo Harry levantando las manos
—Y lo mejor será que se calmen, en serio— agregó Draco
— ¡Pero papá!— gruñó Lily
—Ya, ya peque… anda vamos necesito hablar con Tío Ron a solas
—Pero entonces…
—Entonces ustedes nos dejan solos por un rato— respondió Draco hacia Eve y Jacke
Los chicos hicieron un murmullo de desaprobación, en ese momento por la chimenea entraba Hermione, aun luciendo el traje muggle, Rose y Lily se abalanzaron sobre ella, —Niños, vayan a sus cuartos, necesitamos un poco de privacidad— dijo con voz neutra hacia los niños, que dándose por vencidos finalmente salieron de la sala.
— ¿Encontraste algo?— preguntó Ron mientras daba un suave beso en los labios a Hermione.
—Pistas y corazonadas…— dijo ella con un suspiro mientras se dejaba caer en el sofá.
—Nosotros tenemos esto— dijo Draco entregándole la carpeta llena de papeles a Hermione.
—Vaya… ¿Y esto es?— dijo mientras empezaba a hojear la cantidad de pergaminos y papeles, —Oh…— se aclaró la garganta y leyó en voz alta —“El señor Oscuro era inmortal, regresó de la muerte, con ayuda de sus súbditos una vez, ahora necesita de nosotros para regresar definitivamente”
—¿Qué…?— casi chilló Ron
—Ron, ya sabíamos que estaban tratando de traerlo de vuelta…— dijo Harry mientras caminaba alrededor, levantó la vista de golpe y clavó la vista en la puerta.
—Tiene insonoros— aclaró Ron inmediatamente, agitando la mano y quitándole importancia a la preocupación de Harry.
—Ah…
— ¿Dónde fue que encontraron esto?— preguntó Hermione.
—En el orfanato…— empezó Draco a relatar la historia de cómo había encontrado la caja protegida por magia, en uno de los cuartos de los chicos, y como había podido deshacer el hechizo y rescatar la información para luego dejar todo en su sitio.
—Vaya… mi corazonada se esta haciendo mas certera— comentó ella mientras miraba con el ceño fruncido a Harry que sacaba un paquete de cigarros del bolsillo y le pasaba uno a Draco.
—Tenemos que ir al bar Berks, en una hora a mas tardar, queremos alcanzar al clan— explicó Harry pidiendo a Hermione que se apurara.
—Encontré algo extraño esta tarde, cuando buscaba la información sobre los posibles culpables de la modificación de los informes, ¿Harry, tu sabías que Vivian había estado en Warwick?
—Si, aunque es algo de lo que no le gusta hablar— respondió Harry sentándose frente al sofá en donde Ron y Hermione estaban sentados, segundos después Draco lo imitó, cruzando las piernas y mirando a Hermione atentamente.
—Entiendo, estuve investigándola y…
—Hermione, ¿Vivian?— bufó Harry —Debes estar bromeando
—No, Harry, no lo estoy, como se te ocurre— reprochó ella.
—Vamos, deja que Granger cuente lo que ha encontrado— pidió Draco hacia Harry, que frunció el ceño e hizo un ligero asentimiento.
—Bien, ella y su hermano, Jarew, fueron dejados en el orfanato en 1,998, ella tenía 8 años, y Jarew 5, sus padres murieron poco antes de que la guerra estallara, posiblemente en 1997, entonces fueron a dar con su tío, quien se encargaría de cuidarlos, la guerra estalló y ellos se movieron junto a su tío por varias partes del país, hasta la batalla final, en la que murió, fueron encontrados un par de días después, durante las búsquedas que el ministerio encabezó.
— ¿Quien era su tío?— preguntó Draco en un hilo de voz.
—Rookwood — contestó Hermione mirando a Draco con más atención.
—Ya veo…— murmuró Draco.
—Un Ex mortífago… ¿y?— preguntó Harry algo impaciente —Sé que ella no es de tu agrado, pero basar en eso una acusación…
—Hay mas... ¿verdad?— preguntó Ron hacia la chica que asintió, mirando ofendida a Harry continuó
—No tengo prejuicios, el expediente de Vivian estaba allí, a la vista de todos, encontré el nombre de sus padres, la madre era hermana de Rookwood, por eso es que su apellido es Vanbrugh y no Rookwood, sin embargo, lo que llamó mi atención fue que el expediente de su hermano Jarew no estaba en el ministerio, había desaparecido, me pareció muy raro cuando ella me negó ayuda esta mañana, así que pensé que además de los aurores la que podía tener acceso libre a todos esos informes era ella, por eso bajé, quería ver si había algo extraño, y al no encontrar nada sobre su hermano concluí que ella debía tener algo que ver con todo esto
Harry abrió la boca para contestar algo, pero no encontró que decir, esa chica trabajaba con él desde hace más de 5 años, le parecía imposible lo que escuchaba.
— ¡Hay que ir por ella, obligarla a hablar!— dijo Draco con voz molesta mientras miraba a Harry, imaginando las mil formas que podía tener el hombre para hacer hablar a alguien.
—Estuve en el departamento en el cual, según los expedientes comparte con su hermano, pero no había nada…
— ¿No estaban?— preguntó Harry tontamente.
—Nada, absolutamente nada, ni un periódico abandonado, ni una caja de papeles o libros, nada, solo polvo
—Pero ella no se puede mudar, si lo hace debe informar al ministerio, todos los trabajadores saben eso— recriminó Harry.
—Hablé con algunos de sus vecinos, dicen que saben que alguien vive allí por que pagan la renta puntualmente, pero luego de eso, nunca los ven, en realidad nunca los han visto…
—Fue una fachada… todo este tiempo— dijo Harry poniéndose de pie y sujetando la varita con fuerza.
—Tal vez… pero ahora no podemos hacer nada, es decir, ¿no la pondremos en sobre aviso…? sería peor— aportó Ron
—Weasley tiene razón, Potter, no podemos hacerles saber cuanto sabemos, los haría actuar a la apurada, y los únicos que pagaran eso serán los chicos…
Harry se dejó caer en el piso, bastante cerca de Draco —Lo sé…— Vagamente su mente registró que había escuchado a Malfoy darle la razón a Ron, supuso que era una alucinación producto del cansancio.
—Tal vez aplicarle un hechizo de persecución…— opinó Ron.
—No lo creo… ¿que tal si antes de entrar al sitio a donde se reúnen le hacen pruebas para evitar que la sigan? No parecen nada tontos actuando así, por lo que veo aquí— Hermione levantó la carpeta nuevamente hacia Harry y Draco —Han estado creando una gran red de seguidores, entre los mas desdichados… prometiéndoles seguramente un mundo mejor…
Draco agachó la cabeza, recordando sus fantasías de pureza de la sangre y de un “mundo mejor” como decía Hermione, cuando era un chiquillo había caído en eso, ¿no era mucho mas fácil convencer a los chicos de ese orfanato? ¿O quien sabe a cuantos incautos mas?
De reojo, Harry notó la incomodidad de Draco y se aclaró la garganta —Bien, tú revisa el mapa que Ron ha estado haciendo, Malfoy y yo tenemos que salir, volveremos en unas horas…
—Antes pasaremos por la mansión, quiero ver como está Astoria— dijo Draco poniéndose de pie.
Harry sintió un pinchazo de culpabilidad, no había preguntado ni pensado en Ginny en lo absoluto —Ron, ¿Ginny?
—Esta tarde se fue a casa, estaba muy nerviosa y llamó a…— Ron hizo una mueca de dolor —Manek, para que la llevara…
Y Harry se arrepintió de preguntar —Bien, espero que allá este mas tranquila, debe estar muy preocupada y Manek...
—Malfoy, ¿Cómo está Astoria?— preguntó de pronto Hermione interrumpiendo los balbuceos de Harry, Draco giró hacia la chica, confundido por la pregunta.
—El mendimago de la familia le esta dando pociones, pero mañana las debe dejar de administrar… no puede tomarlas durante mucho tiempo
— ¿Pociones?— preguntó extrañado Ron
—Sufre de los nervios, estaba muy alterada…
—Mañana, si gustas le puedo enviar a los niños, tal vez Jacke y Eve estarían contentos de verla, y la acompañarían…
—Creo que sería buena idea, después de todo, no pienso despegarme de Potter y ella no debe estar sola…— Hermione le sonrió amablemente —Gracias— finalizó Draco.
***0o0***
—Pero los Gryffindors son malos…— se quejó Eve mientras caminaba por el pasillo junto a Scorpius y Jacke.
—No lo son, estos no— repitió Scorpius por enésima vez en la tarde, ante el bufido que soltó Eve, Scorpius se detuvo en seco para mirar a sus amigos, ya cansado —Vale, esta bien, sabía que esto pasaría, ese niño me cae bien, es buena gente y no se parece en nada a los otros Gryffindor que nos han estado molestando, y su prima también es muy amable, pero no los obligaré… en el fondo sabía que no lo harían— Se cruzó de brazos, esperando
— ¿O sea que ya no nos obligaras a ir con ellos?— le preguntó Jacke con cierta ilusión en la voz.
—No
Jacke y Eve se dieron miradas interrogantes y luego miraron a Scorpius con atención, tenía aquella mirada de cachorrito desvalido, Eve suspiro resignada y Jacke solo negó con la cabeza.
— ¡Eres un manipulador!— se quejó ella mientras retomaban la marcha.
—Si, y de lo peor— atacó Jacke
—Pero aun así me quieren— Dijo Scorpius con una gran sonrisa
—Debemos hacerlo, de lo contrario dime como es que aceptamos tratar de ser amigos de tus amigos leones— le aseguró Eve.
***0o0***
—Bien, levanta mocoso— dijo una voz desconocida, mientras sentía como alguien jalaba de su cabello hacia arriba con fuerza.
—Demonios…— gruñó levantando las manos para sujetar las de su agresor mientras se arrodillaba — ¡Ya…. paren!—
Un par de risotadas se escucharon alrededor, hasta que fue finalmente puesto en pie —Niño, te dijimos que no hablaras sin autorización— reclamó la voz de un chico, Scorpius estaba seguro que era un chico, no parecía un hombre, no se detuvo mucho en tratar de comprender aquello, ya que un golpe en el estomago le quitó el poco aire que tenía, sus manos soltaron las del que lo jalaba y se abrazó a si mismo tratando de reobrar el aliento.
—Tu padre ha estado buscando información, junto con Potter— Otro golpe esta vez en el rostro, pudo sentir su pómulo hinchándose, se soltó de su propio abrazo y trató de llevar las manos al rostro pero no fue lo suficientemente rápido y sus brazos fueron jalados hacia su espalda, alguien lo tenía cogido, mientras otro, él de voz de muchacho, empezaba a dar de golpes en su abdomen y rostro con fuerza, todos reían, no era capaz ya de entender cuantos de ellos había en realidad alrededor, su cabeza daba vueltas a cada golpe, hasta que uno bastante certero le dio en la sien, y entonces no supo mas.
***0o0***
—Oh veo que al fin cambiaste de gustos…— murmuró el hombre hacia Harry, sonriendo de manera, al parecer de Draco, demasiado coqueta y descarada.
Harry le dio una mirada a Draco, que ahora lucía ligeramente diferente, aunque no tanto como cuando lo transfiguraba en “Nicholas” —Puede ser…— dijo tentativamente mientras encendía un cigarro. Automáticamente Draco extendió la mano para que Harry le diera uno a él también.
—Bien, Harry, sabes que yo apoyaré cualquier cambio de gustos que tengas en mente— casi ronroneó el hombre y Draco frunció el ceño, algo molesto con Harry, es decir, con Potter, se corrigió mentalmente, por estar coqueteando, mientras los chicos aun estaban perdidos, y lo peor es que Har… Potter parecía estar disfrutando aquel intercambio en lugar de estar golpeando al hombre contra la pared o hechizándolo de la manera que sabía para sacarle información.
—Lo sé, Micke, pero ahora lo que necesito es un poco de información— dijo mientras sacaba un trozo de pergamino —estoy buscando a los de siempre, unos traficantes de pociones… están metiendo un lote dañado de huesos pulverizados de nundu al mercado
—Ah… ese tipo de gente realmente nos estropea todo ¿verdad?— preguntó Micke hacia Draco, que le dio una mirada hosca y asintió.
—Si, lo hacen… y por eso queremos encontrarlos
Micke se rascó la cabeza y luego le dio una mirada completamente descarada a Draco, que le mantuvo la vista con insolencia, está bien que Potter dijera que esos tipos eran rudos de verdad y todo eso, pero no quería decir que se dejaría tratar de esa manera, menos por un vanidoso coqueto de porquería.
—El nuevo parece que es rudo— sonrió hacia Harry, que se encogió de hombros antes de mirar a Draco de reojo
—Ya sabes como es esto, no es el mas rudo, si no el mas listo el que sobrevive— Harry dio una calada mas a su cigarro, se sentía demasiado impaciente, sabía que era mala idea cargar con Malfoy por todos lados, pero no podía deshacerse de él, bueno en realidad si quería lo podía hacer, pero sabía lo que Malfoy sentía en ese momento, y poniéndose en su lugar tampoco le gustaría que lo dejaran inconciente y encerrado, en lugar de dejarlo participar en la búsqueda.
—El otro día— dijo mientras se acercaba mas a Harry, en tono confidencial —escuché que a los del grupo de Langland los habían estafado con una buena cantidad de oro
— ¿Oro?— preguntó arqueando una ceja
—Si, lo que pasa es que, sé que suena extraño, y no sé como es que lo lograron, pero ¡los engañaron!— Draco estuvo seguro que rugía de alegría ante la perspectiva de que hayan engañado al grupo ese.
—Vaya… ¿pero el lote no estaba en óptimas condiciones?
—Lo más probable es que tuviera algún hechizo por si los engañaban… no lo sé— se encogió de hombros —pero sé que ellos son los que buscas
—Genial, gracias Micke— dijo Harry mientras le daba un par de palmadas en el hombro
—Cuídate, Harry— dijo con una sonrisa, luego miró a Draco y pasó la lengua por los labios de manera insinuante —y ya sabes, para lo que sea
Harry puso los ojos en blanco y asintió mientras jalaba a Draco del codo. Draco se dio el gusto de girar y mirar de manera despectiva a Micke antes de dejarse jalar por Harry hasta una zona mas apartada, aun podía escuchar la bulla de los bares y de la gente entrando y saliendo, de borrachos y mujeres riendo estrepitosamente.
—Vamos, debemos ir a ver a esos tales Langland y preguntarles— dijo Draco sintiéndose ya un poco acostumbrado a ese ritmo de vida
—No, me temo que tendremos que esperar a mañana— dijo Harry antes de dar un bostezo
— ¿Mañana?— Repitió Draco sintiéndose un poco desalentado.
—Bueno, no falta mucho para mañana en realidad— dijo Harry mientras señalaba al trozo de cielo que se colaba por el callejón.
Draco vio que el cielo estaba de un color ya no tan oscuro, aunque no tan claro — ¿4 de la mañana quizás?— preguntó hacia Harry que miraba al cielo también.
—Casi 5 diría yo
***0o0***