Capítulo 2
DEPARTAMENTO HARRY...
Apenas había podido pegar ojo, la propuesta de Malfoy, era bastante deseable y la única que tenía, era todo o nada.
Se levantó con cuidado, tratando de no apoyar mucho su tobillo en el suelo. Se retiró los vendajes y observó que su operación tenía varios puntos, ninguno infectado, gracias al cielo, buscó un poco de alcohol yodado, un poco de gasa y se aplicó sobre la herida para desinfectarla... luego, con gasa nueva, se cubrió los puntos y con cinta adhesiva, para hacer presión y que no se soltara.
Buscó una bolsa y envolvió el pie para poder bañarse, más tranquilo, aunque prefirió dejar el pie fuera de la tina, así evitaría que le entrara agua y sería mucho peor.
Se secó y vistió... de mala gana, aceptó la propuesta, no le quedaba de otra.
Encontró un bastón y se fue cojeando todo el camino, con antelación, buscó la dirección del hotel.
Si que era un gran hotel... las escaleras, alfombradas, la entrada, la recepción, todo lo que era suelo, totalmente alfombrado, decorado, con un gusto excelente... el color predominante era el verde... las cortinas caían delicadamente, y lo que era muebles, todos, tallados. Cuadros de Rembrandt, Van Gogh, eran parte de la decoración.
Había una escalera, muy amplia, y ascensores de vidrio...
Harry fue hacia el sector de "Informaciones" y preguntó por Draco Malfoy.
-El señorito está ocupado en estos momentos, si gusta puede esperarlo en el quinto piso- dice la chica.
-Muchas gracias- sonríe y se va a duras penas a tomar el ascensor.
Como era de esperarse, habían personas que ya estaban dentro, era una pareja, que venían del subterraneo.
Harry entró y dos personas, detrás de él, entre ellos, una mujer, llena de joyas.
-Se compró toda la joyería- pensó el ojiverde.
En todo el trayecto, escuchó sólo conversaciones triviales, como era de esperarse, las ventajas de alojarse allí y no en otro hotel.
Se abrió la puerta en el quinto piso, y una chica, estaba digitando en su computador...
-¿Usted es Harry Potter?- preguntó la joven.
-Así es- responde algo avergonzado, era una belleza de mujer.
-El señorito Malfoy, lo espera- le dice y retoma su labor.
-Muchas gracias- va hacia la puerta de metal y toca.
-Pase- dice Draco desde adentro.
Harry entró a la oficina del rubio y se sentó en la silla que le fue indicada.
-¿Te duele tu tobillo?- preguntó el rubio.
-Todavía duele un poco, ¿te importa?
-Para nada- se apresura a responder- esto es mera cortesía.
-Estoy bien, gracias- responde y deja su bastón colgando en el fierro de la silla.
-¿Aceptas ser mi amante a cambio de la inversión?
-No tengo otra salida...- levanta la vista- acepto ser tu amante, pero respecto a lo otro, ¿cómo te convenceré?
-Eso tienes que idearlo tú, recibirás dinero cada vez que me complazcas con mis caprichos.
-¿Todo en 7 días?
-Así es, sólo tienes ese plazo, o si no, lo perderás todo.
-¿Cómo?, eso no es justo.
-Yo pongo las reglas del juego, ahora, acércate- espera a unos metros de él.
Harry se levanta de la silla y va hacia donde está Draco, sólo para que éste lo sentara sobre el escritorio, le arrancara los botones de la camisa de un tirón y se apoderara de sus labios, altamente deseables.
El rubio posó sus manos en el torso del moreno, mientras que descendía por su cuello, besando y escuchando gemir a su amante...
Para Harry era como estar en las nubes, fue desvistiendo a Draco, y paseó sus manos por su torso, esa piel era suave, tan blanca y ese aroma, francamente para perder la cordura... se aferró aún más, enredó sus dedos en esos cabellos de oro, y se dejó embriagar por su olor, llegando a su mente, fantasías...
Draco estaba como un loco, desatado, totalmente apasionado, desesperado por experimentar un placer mayor.
Se despegó de los labios del moreno para descender por su cuello, el cual degusto con gula, lamiendolo como si de un caramelo se tratase, lentamente, haciendo que el ojiverde gimiera por las sensaciones tan placenteras que le proporcionaba el rubio quien siguió descendiendo hasta toparse con los sonrosados pezones los cuales chupó y mordió hasta dejarlos completamente erectos. Sólo escuchar sus gemidos, y ver que con cada roce, se contraía, y el sudor que iba cubriendo ese torso tan bien formado, sus pupilas que comenzaban a dilatarse, era un espectáculo que despertaba su intimidad, era tan estimulante...
Desabrochó el cinturón del pantalón y el botón, para torturarlo con la espera, bajando lentamente el cierre, viendo cada reacción del ojiverde, le complacía que a veces se disgustara por lo lento de sus acciones, y al él, lo contrario, lo encendía como una hoguera.
Lo levantó del escritorio y Harry enredó sus piernas alrededor de la cintura de Draco, para ponerlo sobre la alfombra y con sus dedos, fue bajando, el pantalón, para notar que el pelinegro estaba muy excitado y que ese boxer, era totalmente molesto... volvió a besarlo, con lujuria y se quitó sus pantalones, avanzó, sobre su cuerpo, como un felino, colocándose encima, rozando sus miembros, que estaban muy despiertos... ya con eso, podría correrse, pero él quería más, así que separó las piernas del moreno y las colocó alrededor de su cintura, con su mano, comenzó a masajear el miembro de Harry, primero, lento, luego, aumentado el ritmo, mientras que con sus dedos ensalivados, buscó la entrada, la tanteó y la halló. Harry se quedó rígido, por unos instantes, esa invasión, lo contrajo, pero los movimientos del rubio eran cada vez más rápidos y eso hacia que en parte de olvidara de eso. Ingresó el segundo dedo e hizo lo mismo, lo movió en círculos, dilatando esa entrada que por lo que veía, era estrecha, pero altamente extasiante...
Ingresó el tercer dedo, y lo dilató lo suficiente, para poder penetrar en él...
Harry se corrió, no pudo aguantar más tanto placer y éxtasis... mientras que Draco se acomodó y lo embistió, de una estocada, provocando un gemido desgarrador por parte del moreno... el ojigris, tampoco duraría mucho, ya sólo estar dentro de él, era muy estimulante, pero resistió y luego de un tiempo y que el ojiverde se aferrara aún más, prosiguió... lo embistió con tanta fuerza, era como si quisiera romperlo, partirlo en pedazos... tocó varias veces su punto sensible y Harry gimió más alto...
Las pupilas de Draco estaban totalmente dilatadas por el deseo, y no cesó en su labor, siguió sin importarle absolutamente nada, hasta que se corrió al interior del moreno...fue el mejor orgasmo que había tenido en mucho tiempo... cayó encima del cuerpo de su amante, cansado y respirando entrecortadamente... después de unos minutos más, salió de su interior y se levantó del suelo para comenzar a vestirse.
-Toma- le entrega un cheque al moreno quien lo mira extrañado.
-¿Qué es?- pregunta al recibirlo.
-Esto es por complacerme, tómalo como un incentivo para la próxima vez, aunque deberás ser aún más convincente para que acepte ser tu inversionista.
-¿Me estás comprando?
-¿Qué querías?, ¿algún tipo de compromiso de mi parte?, somos amantes dentro de estas 4 paredes, fuera de aquí, no te conozco.
Esas palabras hirieron en lo profundo a Harry quien se vistió como pudo y se marchó, cerró la puerta de un portazo, no pudiendo creer lo que había hecho... él tenía razón, se había vendido, no podía pretender que lo tomase en serio... él necesitaba un inversionista, lo tenía, Draco puso sus condiciones, las aceptó, ahora, tendría que aguantar seis días más para salvarse de la quiebra... por lo pronto, ese dinero, lo depositaría a nombre de la empresa, así comenzaría a tener fondos y algún tipo de respaldo, y si su amigo, preguntase, le diría que son unos ahorros que tenía, total, ya lo había perdido todo, no quería que Ron lo odiase por su decisión, ahogó su llanto, fue a visitarlo y le informó en parte la solución... un abrazo fue lo que recibió... si podía recuperar lo que alguna vez tuvo, lucharía por ello; sin embargo, por mientras, debería someterse a esto por 6 días más... aunque doliese
HOTEL MALFOY...
-Ya tengo una empresa, se llama Light and Dark, y es mi última palabra- dijo Draco ante la junta.
-Pero esa empresa, está...
-¿En quiebra?... no si yo lo evito- sonríe complacido.