Después de reunirse con sus amigos al día siguiente para comentar y burlarse de las ridiculeces que hicieron en la fiesta, regresaron a la rutina de siempre; el moreno y el rubio al trabajo y según Harry el gatito a merodear a veces aparecía en otra tienda de las cercanías, él moreno se preocupo de que se perdiera y se lo comento a sus amigos
-¿que te pasa Harry? – Preguntó Hermione- ¿estás enfermo?
-No, es que estoy haciendo el curso de flores –decía el moreno ligando de que la muchacha no viera la mentira – me llevo a fantasma y este se pone a caminar y me da miedo de que se pierda o lo roben.
-Ponle una correa roja y una campanita –dijo el pelirrojo mirando feo al gatito- o mejor lo dejas encerrado tú eres el único que saca a un a bola de pulgas enana a pasear…
-Ron no se que te hizo fantasma – dijo el moreno exasperado- es un pobre animalito indefenso que solo busca cariño.
-No se Harry pero es como que su aura me repeliera-dijo Ron- si fuera humano ya lo hubiera hechizado…
Harry se quedo viendo a Ron un rato pensando como se pondría su amigo cuando supiera que el trabajaba con Draco, ojala no lo pusiera contra la espada y la pared porque el rubio odioso no le era tan indiferente.
Al día siguiente Fantasma era el feliz (ironía) dueño de una correita de cuero negro que cambiaba de colores cada tanto con una plaquita con el número de Harry
-Miauuuu –maullaba el gatito tratándose de quitase la correa con la patita.
-Déjate eso gatito travieso-le decía el moreno sosteniéndoles las patitas- ¿donde estará Malfoy? ¿Será que consiguió otro trabajo? ¡¡ Fantasma te vas a sacar la cabeza!!
-Miauuuu- el gatito se hecho en el suelo delante de Harry rodando y empujando con las patas el collar- Miauuuu
-¡Ya deja de llorar que no te lo voy a quitar!
Paso el día fantasma llorando atrás de Harry y el moreno preocupado por el rubio, llego la hora de cerrar y seguía sin tener noticias de Draco.
-Vamonos bebe, tranquilo en la casa te quito la correa.
Así pasaron tres día Harry preocupado por Draco y el gatito llorando y en huelga de hambre
-Esta bien tú ganaste –le dijo el moreno- pero si te pierdes cuando te consiga te daré unos correazo con un zapato
-Miauuuu -maulló el gatito acariciando la pierna de Harry- Grrrrr.
-¿Feliz gato malcriado? –Le decía el moreno mientras veía como el gatito agarraba el collar con la boca y corría hacia el patio, hasta ese día Harry vio el collar.
-Miauuu
-Debí pedirle el teléfono o la dirección al estúpido de Malfoy.
Al día siguiente estando en la tienda Harry recibió una llamada, el moreno inmediatamente busco a fantasma con la mirada pero no lo vio.
-¿Draco donde estas? -preguntaba un alarmado moreno- me tenías preocupado
-Que tierno Potter-decía irónico el rubio- no sabias que te preocuparas por mi.
-¿donde as estado Malfoy?
-Estuve enfermo -aclaro el rubio titubeando un poco- ¿todavía tengo trabajo? si no quieres que continué…
-Vente hoy mismo si te sientes bien- le dijo el moreno sin dejar que el otro muchacho terminara de hablar –Sí necesitas dinero te puedo adelantar la semana
-No gracias Potter voy para allá -le dijo Draco- esperadme
Draco llego en media hora y Harry se alarmo cuando lo vio estaba sumamente pálido y Delgado tenia unas ligeras ojeras -la huelga de hambre le había pasado factura- además ese gorro feo que cargaba parecido a los que tejía Hermione en su adolescencia no le quedaba bien lo hacia ver mas demacrado a Harry se le estrujo el corazón no sabia bien por que.
-Draco por que no me avisaste-pregunto el moreno- ¿qué te dio por que estas tan delgado?
-Malfoy para ti Potter –dijo el rubio en son de broma y con una sonrisa cínica -parece que fue una virosis muggle al ser un sangre pura me ataco muy fuerte.
Harry todavía alarmado no le hizo caso a la lengua afilada del rubio en parte estaba mas tranquilo viendo al rubio
-Por que no me llamaste Malfoy pude buscar medicinas mágicas –decía el moreno haciendo énfasis en su apellido- pudiste morir, es que eres tan orgulloso…
-Es lo único que me queda Potter; orgullo -le dijo el rubio callando a Harry- vamos a trabajar
-Estás débil –le dijo Harry – vamos a comer y luego podemos ir a ver el mobiliario donde vives quiero que me des tu dirección o teléfono
-No Potter vivo en un sitio peligroso –dijo el rubio - y no tengo teléfono pero te prometo que si me siento mal te avisare.
-Está bien –concordó el moreno -pero avísame si te sientes mal.
-Ok -dijo Draco
Draco y Fantasma seguía sin encontrarse Harry esto le parecía extraño y otras pequeñas casualidades como hacer pequeños montoncitos con la comida que no le gustaba, la mano enferma era la misma, el odio a sus amigos, Harry sumaba dos más dos pero todavía le daba tres pero por si acaso no le contaba al gato que el rubio le atraía un poquito.
Ese fin de semana Harry le pidió a Hermione que pasara por su casa para hablar de algo que quería saber.
-¿Sí un animago se duerme vuelve a su forma humana? –preguntó el moreno viendo al gatito jugar
-No precisamente –contesto la chica- acuérdate de Sirius o el mismo Petigrew paso años en su forma animaga tal vez si pierde el conocimiento por un largo rato regrese a su forma humana.
-¿Y como lo reconoces? -seguía investigando el chico – ¿qué tendrías que buscar?
-Con lógica –dijo la muchacha en su típica actitud de “Yo lo sé todo”– si sospechas de alguien lo vigilas le pones trampas o buscas a Luna; tú sabes que ella estudia criaturas mágicas sabe lo suficiente como para diferenciarlos, reconoce a las personas que son animagos, además sabes que ella acostumbra ver más allá de lo obvio, acuérdate en la boda de Bill y Fleur ella te reconoció… (Pág. 125-126 edición de salamandra)
El gatito había dejado de jugar y miraba a la castaña con ojos muy abiertos como diciendo – con razón la loca me descubrió -
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