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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hooola chicas!!!

spero y estén de lo mejor.

Yo no presumo de buena salud jajaja pero al menos puedo hacer mi vida "normal" dentro de loq  cabe XD.

spero y éste nuevo cap sea de su agrado.

besos

kozzha

z88;

El fuerte viento había arrastrado unos cuantos nubarrones hacia el oeste de Tokio, en donde yacía un cabizbajo escritor. Ya había pasado más de una hora desde que Shuichi había partido, dejándolo solo. Un par de relámpagos retumbaron, anunciando que en muy poco tiempo los nubarrones romperían en una gran tormenta.

Y así fue…pero ni siquiera eso hizo que el rubio reaccionara. Aún no comprendía del todo en la situación que se encontraba. Todas sus desgracias habían sido provocadas por un tercero: Seguchi Touma. Lo peor de todo era que; lo que hiciera con su cuñado no iba a ayudar a que su niño regresara con él; pues lo que había hecho Touma fue la gota que derramó el vaso.

-Maldición…-farfulló, oprimiendo su cabeza.

El timbre de su móvil le hizo reaccionar. Tomó la llamada. Al otro lado del auricular se oyó la voz de su hermano menor.

-Eiri, habló Mika…Kaname va a pasar la noche con nosotros, si no hay molestia.

-Está bien-habló con voz ronca.

-¿Dónde estás? Es un poco tarde.

-Ya voy para la casa-dicho esto, cortó comunicación con su hermano.

Se puso de pie y como si de un zombie se tratara, el rubio caminó arrastrando los pies. Al llegar a su casa, se encontró con que su hermano ya había desempacado la mayoría de las cosas y acomodado en su respectivo lugar. Agotado de aquella gran labor se había sentado a ver el televisor en compañía de su sobrino. De hecho se encontraban viendo un canal de videos musicales cuando Yuki-completamente empapado-se dejó caer en el sofá.

-Eiri…no te sientes en el sofá, vas a mojarlo-se quejó el monje. Pero el rubio no respondió-Hey, te estoy hablando…-el mayor siguió sin responder-Que grosero-masculló Tatsuha.

El video que en el televisor se presentaba llegó a su fin, siguiéndole un flash informativo.

-Buenas noches. Este es el flash informativo de MTV.-comentó el conductor del programa-Esta mañana dieron de alta al vocalista de Delerium: Shindo Shuichi-en la pantalla aparecía una imagen del pelinegro.

-Ese es tío "Suichi"-vociferó Kaname. Eiri tenía la vista perdida en algún punto indefinido, pero al escuchar a su sobrino, centró sus ojos amarillentos en la pantalla; saliendo de su ensimismamiento.

-…El cuál fue víctima junto con el guitarrista de la banda: Hisoka Ono de un asalto del cuál salieron mal heridos. –continuó hablando el conductor-El cantante se encuentra estable; mientras que el guitarrista aún sigue hospitalizado. Le deseamos pronta recuperación. Este fue el flash informativo, soy Sasuke Miramoto…muy buenas noches.

-Eso ya lo sabíamos-musitó Tat.

Cuando hubo terminado el promo del flash, un nuevo video apareció en la pantalla. El video era del Dj Tamaki Hiroki; We are Golden, se titulaba la canción y en el se presentaba a un joven de espaldas, en su habitación. El chico, quien ponía un disco en el equipo de sonido, llevaba tan sólo un bóxer.

-Ese artista no lo conocía-habló de nuevo el moreno, pero como momentos atrás, Yuki lo ignoró.

-Shuichi…-musitó incrédulo al reconocer al chico en la pantalla.

La canción inició y el joven se dio la vuelta cantando con jovialidad.

-Si es tío Suichi -vociferó el niño, feliz.

Eiri miró el video incrédulo. En el video, el chico, como un adolescente, bailaba de un lado a otro. Saltaba la cama y cantaba frente al espejo con un cepillo como micrófono. La sonrisa del chico jamás subía a sus ojos violetas, los cuáles permanecían tristes. Miles de sentimientos abundaron el corazón de un melancólico Yuki. De la confusión a la nostalgia y de ésta a la tristeza, pero el sentimiento que prevaleció fue el coraje…coraje hacia él y hacia su cuñado.

Ese Shuichi que cantaba feliz en el televisor ya no existía y él lo había provocado. Y sabía que nada iba a volver a ser como antes. Las lágrimas se aglomeraron en sus ojos amarillos y no supo en que momento golpeó con fuerza el televisor, el cuál cayó estrepitosamente, haciendo una pequeña explosión. Reaccionó cuanto escuchó el llanto de su sobrino.

-Pero que demonios…¡Eiri!-le recriminó su hermano, abrazando a Kaname.

-Lo siento-musitó en un hilillo de voz…-yo…-se hincó ante el niño-lo siento-soltó en un llanto silencioso.

z88;

Capítulo 14

Una no muy grata sorpresa.

 

z88;z88;

Miró pensativo la puerta blanca con el número siete colgado en ella. Alzó el puño con intenciones de llamar, pero de inmediato su brazo bajó. Deseaba hablar con su amigo, como en viejos tiempos, pero descartó la idea al recordar que Hiro ya no vivía solo, estaba con Ayaka y tal vez su visita sería inoportuna. Bajó el rostro.

-Ya no es como antes…-musitó cabizbajo.

Confundido y con los ánimos por los suelos, Shuichi regresó al hotel.

La vida había seguido para sus amigos en Japón y ahora él se encontraba solo y eso no le agradaba.

z88;

Apagó la PC y se quitó la bata, quedándose tan sólo en camisón. Ya era tarde y se encontraba completamente cansada, por lo que lo mejor sería dormir unas horas pues el día que seguía iba a ser muy pesado, como los pasados. Bostezó ampliamente, simulando a un león. Se estiró y sin más destendió su cama y se recostó. Tan sólo había cerrado sus ojos; cuando oyó que alguien llamaba a la puerta. Con pesadez se puso de pie y atendió al llamado.

-Hola Ash-saludó Shu cabizbajo-¿Te he despertado?

-No, para nada-mintió la rubia-pasa-el pelinegro obedeció. Tomó asiento en uno de los sofás de la habitación seguido por Dresde- ¿Y bien? ¿Qué te ha quitado el sueño?

-Siento mucho venir ahora pero…si no es contigo…

-Descuida Shu-la chica frotó la espalda de su amigo-para eso estoy, ¿ne?

Ante la soledad en la que el joven se encontraba en Nueva York, Ash había tomado el papel de hermana mayor con Shu; como también de cómplice y consejera, siendo una de las pocas personas que sabía más o menos el pasado del cantante.

-Yo… sólo no quería estar sólo.

-Claro-permanecieron en silencio, cada quien sumido en sus pensamientos.

Shuichi le daba vueltas al asunto del que había hablado con Yuki, y muy en el fondo sentía que su ex amante decía la verdad. Pero se negaba a aceptar eso, pues eso significaría que tendría que perdonar al rubio y todo sería como antes.

-Como antes…-murmuró al aire-No…-sacudió la cabeza. El no deseaba regresar al pasado, a aquellos momentos de fingida felicidad.

Tal vez Yuki en el fondo lo quería…tal vez, pero no como Shuichi deseó.

-No quiero regresar a lo mismo Dresde…

-Eso depende de ti-respondió la mayor, sabiendo a lo que su amigo se refería.

-Depende de mí…si…depende de mí…

z88;z88;

A la mañana siguiente, Eiri se despertó pasado el medio día, sufriendo un terrible dolor de cabeza; yacía en uno de los sofás de la gran sala. Se restregó los ojos hinchados y miró a su alrededor. Se puso de pie y le llamó la atención una nota en la mesa central, era de su hermano quien le informaba que se había ido a la universidad con Kaname, pues el niño, desde el incidente de la noche anterior, no quería separarse del monje.

-Maldición-masculló, frotándose la sien. Se había salido de sus cabales y no había medido las consecuencias. Y lo peor de todo es que ni se había sentido mejor después de su repentino ataque, ni nada de lo que había hecho había mejorado la situación-Soy un completo idiota.

El timbre de la puerta provocó que el dolor de cabeza del hombre se intensificara. Sin muchos ánimos fue a atender al llamado. Al abrir la puerta se topó con su editora Mizuki.

-Buenas tardes profesor, ¿Legué en mal momento?-comentó la mujer al ver la facha en la que se encontraba su cliente.

-No-fue la respuesta escueta que dio el rubio.

-Acabo de regresar de Kioto y he venido a traerle su equipaje.

-Muchas gracias-la mujer entró a la casa y el rubio con pesadez cargó las valijas que le pertenecían. Dejó las maletas en el recibidor y el par se dirigió a la cocina, en donde el escritor preparó café.

-Y bien, ¿Cómo se encuentra el joven Shindo? Me he enterado de que ya lo dieron de alta.

-Así es…el está bien-comentó parco.

-Veo que las cosas siguen igual-dijo la mujer, al ver el semblante de su compañero.

-Peor…-le tendió la taza de café a la editora.

-Ah…yo…

-Ha dejado muy en claro que no quiere saber de mí y tiene razón, pues lo único que le he provocado son problemas y otras cosas-le dio un gran sorbo a su líquido.

-Pero usted en verdad le ama.

-Así es y por esa razón.

-No logro entender.

-No fue un asalto lo que sufrió Shuichi Kana-Yuki bajó la vista y centró sus ojos en la taza que descansaba en la mesa-todo eso fue planeado por mi cuñado-ante tal noticia, la mujer dio un grito ahogado.

-¿Seguchi? Pero…pero…no puede ser…

-Y el fue quien provocó que hubiera un mal entendido entre Shu y yo hace dos años-se llevó sus manos al rostro-Yo…yo no sé que hacer…yo lo amo…y…todo por su culpa…debí de haberlo matado cuando pude-murmuró lo último, por lo que su interlocutora no pudo escucharlo.

-Déle tiempo-la chica se acercó al rubio.

-Eso mismo me dijo Tatsuha-Yuki se retiró las manos de su cara-pero no puedo…no quiero perder el tiempo porque…porque siento que si no es ahora ya no podré recuperarlo.

-Déle tiempo al tiempo, sólo él puede decidirlo. No fuerce las cosas porque lo único que logrará es que el joven Shindo huya más de usted. Si en el destino está que ustedes sigan juntos, tarde o temprano eso será; como en el destino estaba el que ustedes se conocieran a causa del fuerte viento y un descuido del joven-ante aquél lejano recuerdo, Eiri sonrió.

-No lo sé…

-No se desanime, todo estará bien…sólo deje fluir las cosas.

Dicho esto, Mizuki se dedicó a degustar el café que su compañero le había ofrecido; mientras que el rubio se hundía en sus pensamientos. El sonido del teléfono hizo que el par diera un respingo; con molestia, Yuki fue atender la llamada. Era Mika, quien llamaba para informarles sobre la "gran noticia" de que Touma ya había aparecido.

-La policía lo encontró desnudo en un barrio bajo de las afueras de Tokio. Ha sido llevado al hospital privado MIG, pues tiene una fuerte neumonía-informó la castaña-No puedo creer que haya gente tan perversa para hacer ese tipo de atrocidades-se quejó.

-Eso se llama karma hermana-habló con voz neutra el escritor.

-Eiri, no es el momento de tus comentarios impertinentes.

-Sólo digo la verdad, uno siembra lo que cosecha.

-No estoy de humor para discutir contigo-suspiró Mika-por la situación en la que estamos, temo que pueda estar con mi hijo…

-No te preocupes, la ama de llaves trajo más ropa para el niño, nosotros no haremos cargo de él.

-Gracias hermano.

-Lo hago por ti y por Kaname.

 

-Tengo que colgar, el doctor va a dar el informe.

-Adiós.

La mujer cortó comunicación.

-Espero que tus días en el hospital sean largas cuñado, para que sepas lo que vivió Shuichi-murmuró el rubio.

z88;

-Listo…-indicó la maquillista, viendo de manera satisfactoria a la persona frente a ella-he logrado cubrir la mayoría de los moretones joven Shindo.

-Muchas gracias-el aludido se observó en el espejo-En verdad eres buena-admitió el pelinegro al verse con el rostro perfecto, como si no hubiera sido golpeado.

-Mu…muchas gracias-la muchacha se puso como un tomate ante el halago de su ídolo

-¿Todos listos?-preguntó un hombre de producción.

-Listos-corearon Dresde, Hiromi y Shu.

-En veinte minutos saldrán al aire, ¿está bien? Entrarán al escenario por el lado derecho.-la banda asintió, dando a entender que habían comprendido las indicaciones del hombre-perfecto.-el hombre desapareció.

-Dios…-suspiró Shuichi, siguiendo a sus compañeras las cuáles se dirigían hacia el lugar que los de producción les habían asignado-tengo un maldito dolor de cabeza que parece que me va a estallar-se quejó.

-¿Qué acaso no dormiste?-preguntó Hiromi.

-No muy bien.

-Se nota, si no es por el gran trabajo que hizo la chica, ahora tendrías unas tremendas ojeras.

-¿No quieres que le pida a James un analgésico?-sugirió Dresde.

-No, gracias. Mientras los consigue, saldremos al aire.

El hombre de producción les indicó que faltaba poco para que entraran en escena.

-Necesito unas vacaciones-bufó sumamente malhumorado Shuichi.

-Y bien…creo que es momento de cambiar de tema-habló el presentador del programa al que la banda fue invitada-Y hablar de una banda que…es genial, ¿O no?-el público vitoreó-por lo que veo creo que ya saben a quienes me refiero-el bullicio aumentó-Con ustedes…¡Delerium!

El de producción les dio la indicación y Shuichi hizo un gran esfuerzo por disimular su mal humor y sonrió de manera política. El trío apareció en escena, formados por estaturas: primero Hiromi, seguido por el líder Shu y la baterista inglesa.

z88;z88;

Mizuki platicaba de lo que había acontecido en Kioto después de la partida del escritor. El rubio escuchaba atento, mientras preparaba la comida, pues no tardaba en llegar Tatsuha con su sobrino.

La presencia de su editora le había caído muy bien al hombre, pues después de hablar con ella se había sentido un poco mejor.

El ruido de la puerta principal hizo que el par saliera hacia la estancia, topándose con Tatsuha quien cargaba en brazos a un dormido niño. Lo recostó en el sofá más grande.

-Por fin estoy en casa-suspiró el moreno, dejándose caer en una de los sillones.

-¿Cómo te fue?-preguntó Yuki.

-Bien, Kaname es un buen niño, se portó muy bien-observó a la editora y sonrió-Hola Mizuki, gracias por hacerte cargo de mi hermanito.

-Hola Tatsuha-correspondió al saludo la mujer.

-Por cierto -¿Cómo te encuentras? ¿Ya estás mejor?-le preguntó el monje al rubio.

-Mucho mejor…

-¿En serio?-musitó inconforme con aquella respuesta-En verdad me preocupas.

-Estoy bien, la comida ya está lista-cambió de tema el rubio.

-Ok.

Mizuki y Yuki regresaron a la cocina, mientras que Tat subía a Kaname a su habitación.

z88;

La banda Delerium llegó al hotel para tomar un merecido descanso. Shuichi se disculpó con Hiromi por no poder acompañarla a ver a Hisoka pues el dolor de cabeza aún lo torturaba y deseaba reposar lo más que podía. James se aseguró de que el líder de la banda tomara un analgésico y subiera a su habitación antes de llevar a la soprano y a Dresde al hospital.

-¿Podemos pasar a la pastelería de la calle de Harajuku por una tarta de osito para mi Manis?-preguntó Ono.

-Claro. Lo que sea para que Hisoka se reanime-comentó el manager.

Shuichi los vio partir desde la ventana de su amplia habitación. Lanzó un hondo suspiro y se dejó caer en la cama. Dio varias vueltas sobre ella, tratando de encontrar una posición cómoda para poder dormir, pero simplemente el dolor no se quitaba. Colérico se puso de pie y se fue hacia el pequeño escritorio en donde su portátil reposaba. Revisó los correos que tenía en su bandeja de entrada. La mayoría eran cadenas que su ex novia Allison le mandaba, los eliminó y abrió uno de su jefa Rage, el cuál llevaba como título "Una gran sorpresa"

 

Le observaba con ojos curiosos; el chico frente a él yacía profundamente dormido, tanto que hasta un hilillo de saliva escurría por la comisura de sus labios.

-Muy curioso-musitó divertido Tatsuha.

Hisoka se removió un poco, pasó su mano por la boca y limpió aquél hilillo de saliva, murmuró algunas cosas que el monje no comprendió y volvió a quedarse dormido. Usegui soltó una risilla ante la acción del menor.

Al ver que su compañero no tenía intenciones de despertarse, tomó una revista de música que yacía en el buró. Se acomodó mejor en la silla y la hojeó.

Leyó y releyó la revista y de hecho planeaba leerla por tercera vez cuando el guitarrista se despertó. Con ojos somnolientos observó al mayor, lanzó un bostezo y le saludó. No pasaron ni tres minutos cuando Hisoka reaccionó.

-¿Qué demonios haces aquí?-vociferó.

-Vine a ver como seguías-comentó con tranquilidad Tatsuha.

-Pues estoy muy bien, no necesito de tu compañía-le espetó.

-Eso ya lo noté-sonrió el monje. Hisoka bufó y se cruzó de brazos-¡Ah! Por cierto…tú hermana…Hiromi, ¿Verdad?

-Ella qué.

-Estuvo un buen rato cuidando de tu sueño en compañía de una mujer muy alta.

-¿Vino mi hermana?-preguntó Ono con ojos brillosos, olvidando la molestia que el Usegui le producía.

-Si, pero tuvieron que irse pues su manager les llamó, al parecer era algo importante-el moreno se rascó la cabeza-pero me pidió que te diera esto-Tatsuha se puso de pie y fue hasta una repisa en donde había varios arreglos de flores y de entre ellos, el mayor tomó una caja color amarillo. Le tendió la caja al muchacho y volvió a tomar asiento.

El chico abrió la caja y al ver el contenido de ésta: una tarta en forma de osito; sonrió ampliamente, endulzando sus facciones, un detalle que por cierto no paso desapercibido por su compañero.

-Tienes un cierto parecido con mi hermano-soltó de repente Tat.

-¿Ah si?-dijo Hisoka, buscando algún cubierto dentro de la caja.

-Si, de hecho hasta dormido se parecen pero…viéndote más detalladamente tienes las facciones muy distintas a él. Tan sólo los ojos fríos son los que podría decir que tienen en común.

-Que bien-dijo el otro, sin poner mucha atención a lo que decía, pues estaba más concentrado en degustar de aquél postre.

Tatsuha le acercó la mesa para que pudiera comer mejor. También se ofreció en darle de comer en la boca, cosa que rechazó el chico.

-Por cierto, ¿Hiromi no dijo otra cosa?-preguntó Ono.

-No, sólo que esperaba que el pastel te animara un poco-dijo el monje, tratando de disimular lo divertido que se encontraba; pues el guitarrista se encontraba batido a causa del mal control que tenía con su mano izquierda-Oye…tienes un poco de…-

-¿De qué?

-No…nada, olvídalo-apretó los labios para no poder reírse pues se le figuraba su sobrino comiendo.

Aquél chico aparentaba todo lo contrario de lo que era: un niño aún.

z88;

Shuichi paseaba de un lado a otro como león enjaulado. Acercó el cigarrillo que tenía en una de sus manos a su boca, la cuál tembló al darle la calada.

-No lo puedo creer-suspiró, peinándose el cabello, en un gesto nervioso.

-Por lo que veo, no te dio gusto el verme, amigo-comentó con sorna Tamaki, quien estaba sentado en una de las sillas de la sala de reuniones de la banda. A lado de él estaba Dresde. Hiromi y James estaban al otro extremo, completamente serios.

-No, no me dio gusto tu repentina aparición-le espetó-¿Tu lo sabías verdad?-señaló a la inglesa, quien se enderezó y negó con la cabeza.

-Me acabo de enterar apenas hoy.

-¿Esta es la sorpresa que Rage me decía en el correo?-le preguntó a su manager.

-Así es…

-Si lo sabías, ¿Por qué no dijiste nada? Ni si quiera preguntaron nuestra opinión.

-Creí que sería buena idea, pues dada la situación en la que nos encontramos. Hacer una participación con el Dj Tamaki generaría muchas ganancias.

-Tú sólo piensas en eso-sentenció Shindo.

-Ese es mi trabajo-se justificó James-aparte, Rage me comentó que deseabas quedarte un tiempo más en Japón para la boda de tu amigo y descansar un poco.

-¡Eso era antes! Hiromi, dí algo-le ordenó.

-Yo no tengo ningún inconveniente en quedarme más tiempo en Japón, Soka todavía no se recupera del todo y aparte me han contratado los de la sinfonía de Tokio para acompañar con mi voz uno de sus conciertos.

-Dios…-Shuichi se oprimió la cabeza. Apenas se le había quitado el dolor de cabeza cuando se había enterado de la "gran sorpresa" que su amiga Rage le tenía, provocando que el dolor regresara y más fuerte-Esto no pude pasar-se dejó caer en una de las sillas.

-Vamos Shu anímate, va a ser como en los viejos tiempos-rió Tamaki.

-Quiero hablar con esa mocosa de Rage-le ordenó a James el cuál, con el rostro serio, tecleó el número y puso en altavoz la llamada.

-XMR, ¿En que puedo ayudarle?-se oyó la voz de la secretaria de la norteamericana.

-Con Rage.

-Ahora mismo se encuentra en una junta, desea dejarle un…

-Me importa un bledo donde esté, comunícame con ella-gritó colérico Shuichi.

-En…en un momento…-tartamudeó la jovencita.

-Shuichi, deberías de…-sugirió Hiromi, tensa al ver a su líder así.

-Cállate-le gritó. La chica apretó los labios y guardó silencio, no estaba de buen humor para discutir con él.

-¿Aló?-dijo Rage en tono molesto.

-¿Se puede saber quien demonios te crees para decidir lo que se te dé la gana con mi vida?

-Ah…eres tú Shuichi-el tono se aminoró- Pues soy tu jefa y gracias a mí es que estás en donde estás, ¿O me equivoco? Si no fuera por mi propuesta ahora mismo seguirías hundido en tus propias lágrimas.

-No molestes-masculló.

-Sólo pienso en tu bienestar-dulcificó la voz la chica-y pensé que estarías feliz estando un poco más en Japón y en compañía de Tamaki, es tu amigo ¿No?

-Ese no es el punto-apagó el cigarro el cuál ya se había consumido casi todo.- Eres una explotadora.

-Tranquilízate Shu, no es para tanto.

-¿Qué me tranquilicé?-apretó los puños-Bien…-tomó el teléfono y lo lanzó a la pared con gran fuerza que al momento de chocar con ésta, se hizo añicos. Hiromi y Drede lanzaron un grito ahogado, mientras que James le miraba con ojos recriminatorios y Tamaki reía.-Bien…ya me tranquilicé-dicho esto salió del lugar.

 

 

Notas finales:

La canción del video en donde sale Shu se llama We are golden y el del cantante Mika.

Lo pueden disfrutar en youtube.

Muy bueno p cierto XD


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