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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hola queridas lectoras, sé que me van a matar por haber dejado así el capítulo, lo sé, soy muy cruel.

Espero y el nuevo capitulo sea de su agrado.

El pequeño trozo de canción que viene en éste capítulo es de la banda Liquits y se llama "Chícharos mágicos".

Este capítulo va dedicado a Yaoi lovers, quién fue la personita que dejo el review 200, muchas grcas a todos los lectores que dejan comentarios.

saludos.

Tatsuha abrió los ojos lentamente; pestañeó varias veces y trató de enfocar la vista. Un fuerte dolor en su frente le hizo hacer que cerrara de nuevo los ojos.

-¿Estás bien?-la voz de su hermano hizo que el dolor aumentara.

-No…-murmuró.  Se sobó el área adolorida.

-Descansa. –le sugirió Eiri, poniéndole un paño húmedo en la herida.

Rápidamente llegaron a la mente del monje los sucesos que habían ocurrido antes del accidente. Sin pensarlo dos veces se puso de pie de un salto; ante el repentino movimiento el chico se mareó y cayó en brazos de su hermano mayor.

-Hey, tranquilo-exclamó  el rubio.

-Suéltame-forcejeó Tat.

-No…necesitas descansar, aún no estás bien.

-No me importa, estaré mejor lejos de ti…-vociferó el chico. Ante lo dicho por el menor, Yuki le soltó.

-Fue un accidente…yo…yo no quise hacerte daño…

-No me importa-Tat se volvió a sobar su herida.

-Por favor Tatsuha…no te vayas…no con él-le suplicó Yuki-Entiende, sólo está jugando contigo para vengarse de mí…

-No te creas tan importante hermano-aquellas palabras fueron como agujas para el escritor. 

El monje tomó su maleta y con  paso vacilante caminó hacia la puerta, antes de salir le lanzó una última mirada a su hermano, quién se quedó cabizbajo y no se opuso ante la partida del menor.

-Adiós…

El sonido de la puerta al cerrarse le dio a  entender a Yuki que ya no tenía a nadie…estaba sólo…completamente solo.

 

 

Capítulo 27

Una inquietante llamada.

 

 

Leyó el contenido de la hoja y lanzó un gran suspiro.

Ya habían pasado dos semanas desde la boda de Hiro y desafortunadamente Shuichi no podía sacarse de la mente la pelea de Yuki y Ryuichi; debía de admitirlo, estaba preocupado por él y por tal razón no se podía concentrar en el trabajo.  La reacción de su ex amante lo había desconcertado, sabía que no quería a Sakuma, pero también sabía que Yuki sólo reaccionaba  así ante un a fuerte provocación.  Todas esas dos semanas trató de pensar en la manera de comunicarse con Tatsuha y saber del estado del rubio, pero temía que el moreno  sospechara algo y le contara a su hermano y éste confiado fuera a buscarlo.

James al ver que el chico no avanzaba en la composición de la canción que Rage les había pedido y viendo que esto atrasaba el trabajo del resto de la banda, le obligó a ir a trabajar  aquél sábado.

Miró su reloj de pulsera, ya era la hora de la comida. Se había pasado toda la mañana tratando de escribir algo coherente.  Frustrado cerró su cuaderno.

-No puedo sacármelo de la cabeza…maldita sea… -el gruñido de su estómago pidiendo alimento le hizo desistir. Tomó el cuaderno y salió con paso acelerado. Se dirigió a  la oficina de su manager y sin siquiera llamar a la puerta entró al lugar.

-Aquí tienes una parte de la letra-Shindo le estiró su cuaderno.

El norteamericano le miró con los ojos entornados y sin más aceptó la libreta, hojeó ésta hasta llegar a la supuesta letra.  Leyó con el ceño fruncido.

 

Chícharos Mágicos
Quiero subir al cielo
en mi planta de chícharos mágicos
lo único malo es que no tengo
mi planta de chícharos mágicos.

Ayer encontré la semilla
en donde mis grillos esconden los ¿qué?
en donde mis ¿qué? En donde mis ¿qué?
Que ayer encontré la semilla…

 

-Tiene que ser una broma…-le instó el hombre.

-No…-dijo con seguridad Shu.

-¿Piensas que voy a aceptar ésta porquería?

-Hey, me pasé toda la mañana componiendo…-dijo ofendido el cantante.

-¡Peor aún! Esto no tiene nada que ver con el concepto de Delerium, es una ofensa para los fans, ¿Qué son payasos?-ante el comentario, Shu se ofendió. James se sobó la sien.-Creo que por hoy le dejamos así, vete a tu casa. Nos veremos el Lunes.

Shindo hizo una leve inclinación y salió del lugar.

James miró la libreta sobre su escritorio.

-Chícharos mágicos…¿En qué carajos estaba pensando? Creo que tomaré medidas drásticas.

Al salir de la disquera se topó con los hermanos Ono, quienes habían ido a para apoyarlo en lo del trabajo.

-Nos  sentimos mal de dejarte sólo-dijo Hiromi.

-Gracias chicos.

-Dresde y Tamaki también querían venir pero se les presentó un asunto.-dijo con inocencia el menor de los Ono.

-Tú sabes, un “asunto”-la chica le guiñó el ojo a Shu, quién soltó una risilla-Y bien, ¿Cuál es tú plan?

-Nada…

-¿Por qué no te vas con nosotros al apartamento? Ahí pedimos comida y vemos una película.

-Me parece buena idea.

 

 

Volvió a tocar el timbre pero como o había pasado con las dos veces anteriores, nadie abrió la puerta.

-No puede ser-bufó la mujer.

Esculcó en su bolsa y después de sacar casi todo el contenido de ésta y volverlo a guardar, encontró unas llaves.  Abrió la puerta y entró decidida.  La recibió un gato maullando desesperado en la penumbra.

-Nyankotaro-saludó Mizuki. El minino le arañó las piernas-Veo que no has comido…-la mujer se descalzó y caminó hacia la cocina, seguida por el animal que feliz erguía su cola.

Al ver que en esas dos semanas Yuki no había respondido a sus llamados y no se había reportado a la editorial, Mizuki se había preocupado y se había visto obligada a ir a buscarlo a su casa. Como lo esperaba, tampoco le abrió la puerta, afortunadamente la editora tenía una copia de las llaves de la casa.

Después de darle de comer al pobre gatito, Mizuki hizo una expedición del lugar y al ver en las condiciones que estaba la casa, sacó a conclusión que Yuki estaba deprimido.

Lo encontró hecho ovillo en su estudio, sumergido en una espesa nube de humo.

-¿Quiere morirse de cáncer?-le recriminó la mujer.

-Eso es lo que deseo…

-No exagere…-Mizuki le arrebató el cigarro de la mano, lo apagó en el cenicero que ya estaba atiborrado de ceniza-Váyase a bañar que apesta-le ordenó. -¿Piensa que así va a reconquistar al joven Shindo?

-Esa batalla ya la perdí…

-Qué dramático, al fin escritor de novelas de amor-la mujer oprimió el arco de su nariz-Basta de lamentos…-le obligó a ponerse de pie y lo empujó hacia la puerta-Tómese el tiempo que quiera en la ducha.

Yuki no refutó nada y obedeció  a su editora.

-Por eso no me caso…-dijo la mujer al aire.

 

 

-Qué rico estuvo el ramen-suspiró Hiromi, dejándose caer en uno de los sofás.

-Cuando uno tiene hambre, todo sabe rico-dijo Shu.

-¿Si vamos a verla película?-terció Hisoka.

-Oh, es cierto…-la soprano se enderezó.

-¿Cuáles rentaron?

-Pues Hiromi eligió películas de amor-torció la boca Hisoka.

-¿En serio?-Shu le miró con ojos recriminatorios a su amiga.

-Par de amargados-se quejó la chica.

Mientras discutían qué película iban a ver, alguien llamó a la puerta.

-¿Quién será?-dijo Hiromi.

-Tal vez sean Dresde y el señor Tamaki que ya se desocuparon.

-Ay mi amor-dijo su hermana, enternecida.

-Hisoka…-Shu le frotó la espalda. La soprano se apresuró en abrir la puerta.

-Buenas tardes-saludó Tatsuha, sonriente-Vaya, aquí estas Shu.

-Hola.

-¿Qué hace él aquí?-masculló Hisoka.

-Estaba preocupado por ti, así que lo invité.

-Veo que ya estás mejor-sonrió el moreno.

-Si…

-Toma  asiento, estábamos por ver una película.

-Gracias-el monje se sentó junto a Shuichi.

-Voy a preparar té…-farfulló Hisoka y sin más se fue hacia la cocina; mientras tanto la chica se puso a elegir la película que iban a ver.

-¿Qué te sucedió en la frente?-le preguntó el cantante al observar con detenimiento al monje.

-Oh…bueno…se podría decir que fue un accidente-rio nervioso.

-Ya veo…-dijo el chico no muy convencido.- Y tú her…-calló de sopetón.

-¿Mi qué?

-Nada, olvídalo.

Hiromi, quien ya había elegido la película y se peleaba con el dvd porque no quería prender.

-Soka, ¿Qué haces?-le gritó su hermana-Necesito ayuda con el aparatejo éste.

-Estoy haciendo té-farfulló el chico.

-Yo te ayudo-dijo Shu.

Tatsuha aprovechó esa oportunidad y fue hacia la cocina.

-¿Quieres que te ayude?-preguntó sin más, tomando por sorpresa al guitarrista, quién ante el susto tiró una taza.

-Maldición…-masculló el chico.

-¿Estás bien Soka?-gritó su hermana.

-Si…-el chico se apresuró a recoger los trozos de la taza con su mano.

-Deja te ayudo-Tat se puso de cuclillas junto al jovencito. Desafortunadamente uno de los trozos estaba muy afilado y el chico terminó cortándose.

-Ouch…-se quejó.

-Permíteme-y sin más, el monje llevó el dedo del chico a sus labios.

Hisoka perdió las fuerzas y cayó de sentón.

-¿Estás bien?-Tat dejó de lamer el dedo del menor y le ayudó a enderezarse.

-Yo…-musitó ido Hisoka.

-¿Qué sucede?-Hiromi apareció en la cocina.

-Yo…-volvió a repetir el niño, con el dedo herido erguido.

-Se cortó, pero no es nada grave-dijo Tat.

-Soka sabes muy bien que no puedes estar en la cocina con tu brazo enyesado-le regañó la soprano.

-Yo…-volvió a decir el chico.

-Vamos, te voy a curar y a  ponerte una bandita-la chica se llevó a su hermano al tocador.

Tatsuha recogió el desastre y puso a calentar la tetera con agua; mientras tanto, Shuichi tenía una dura batalla con el dvd.

Los hermanos regresaron a la sala en donde estaban Tatsuha y un resignado Shuichi.

-Veo que estás bien-le sonrió a Soka, quién estaba aún choqueado por la acción del monje.

-Yo…-volvió a decir el chico.

-Bueno, me tengo que ir.

-Gracias por venir-la chica hizo una leve inclinación.

Shu, al ver que el hermano de Yuki se iba, fingió un bostezo.

-Creo que yo también me voy, estoy cansado.

-Pero…

-Gracias por la comida. Nos vemos el Lunes.

-Está bien…-dijo resignada Hiromi.

-Nos vemos  Hisoka-corearon Shu y Tat pero el chico no respondió.

Al salir del edificio Shu se apresuró a invitar a Tat a su apartamento, quería saber cómo se encontraba Yuki.

-¿O tienes algo que hacer?-dijo el mayor caminado en dirección hacia su casa, seguido por el moreno.

-Tengo que pasar por Ryuichi a N.G. dentro de una hora.

-Por cierto, ¿Cómo sigue?

-Ya mejor, el ojo ya lo puede abrir y hace una semana le pusieron el diente que le tumbó Eiri.

-Vaya…sí estuvo fuerte.

-Por suerte K los separó, si no…ni quiero pensar qué hubiera sucedido-dijo molesto Tatsuha.

-¿Pero no supiste la razón?

-Qué más da…lo que hizo Eiri es imperdonable.

-Oye…tú más que nadie sabe que Yuki no reacciona así nada más porque sí-Shu detuvo su andar.

-¿Estás tratando de defenderlo? –le encaró el menor.

-Sólo estoy siendo objetivo.  Conozco muy bien a Yuki, en cambio, comienzo a pensar que a quién  no  conozco en absoluto es a Sakuma.

-Pero lo que le hizo…

-Sabemos muy bien que nunca le ha agradado Sakuma, pero…insisto, él no actúa así sin ninguna razón. Algo debió decirle Sakuma para que él se enfadara.

-No lo sé…yo  me peleé con él y me fui de su casa-dijo un cabizbajo Tat. Shu se preocupó al escuchar eso.

-Dale una oportunidad…

-¿Y por qué tu no le das una oportunidad?

-No es lo mismo Tatsuha-Shu sacó la cajetilla de cigarros de su sudadera, saco uno y lo encendió- el vivir por años esperando a ser correspondido, a una simple pelea de hermanos.-sacó el humo del cigarro por la nariz. El monje no dijo nada.

El silencio que el par mantenía fue roto por el timbre del celular de Tatsuha; era Ryuichi informándole que había salido antes de lo previsto y lo esperaba en N.G.

-Tengo que irme, será para otra ocasión lo de la invitación a tu apartamento-se despidió Usegui.

-Claro.

 

 

-Y bien, ¿Qué fue lo que sucedió? –le preguntó Mizuki a un callado Yuki.

-Tatsuha se fue.

Mizuki asintió y engulló un trozo de unagi.

La editora no era muy buena en eso de las artes culinarias, por lo que después de limpiar la casa y revisar que el profesor no quisiera ahogarse en la tina, había pedido comida.

-La razón…

-Golpeé a Sakuma en la boda de Ayaka.

-Y supongo que el joven Shindo lo vio.

-Así es…él y su pareja.

-¿Pareja?-la mujer dejó su tazón de gohan en la mesa-Ahora entiendo…-la mujer bajó la cabeza. El par permaneció en silencio, un silencio sepulcral, como si hubieran recibido la noticia de un fallecimiento.

-Es una chica…la bajista de su nueva banda…muy bonita por cierto…

-¿Está seguro que es su novia?

-No lo sé…

-¿Entonces? Vamos profesor, no se dé por vencido tan pronto.

-¿Qué más da Mizuki?-el hombre golpeó la mesa-El vio como golpeaba sin piedad a uno de sus amigos.

-Él lo conoce muy bien y debe de saber que usted no es agresivo nada más por que sí. Usted tenía una razón, ¿O no?-Eiri asintió.

-Ese tipo está jugando con mi hermano y el muy cínico me lo dijo…-masculló el rubio, apretando sus puños-Quise hacerle entrar en razón a Tatsuha pero…

-Será doloroso cuando el joven Tatsuha se entere, pero tendrá que hacerlo el sólo; y respecto al joven Shindo, sé que no hay punto de comparación entre una mujer y usted, pero…hasta donde yo sé el joven Shindo lo dejó porque usted nunca luchó por su amor…

-¿A dónde quieres llegar con eso?

-Ya es momento que luche por él y por el amor que se tienen. Lo de la chica de seguro que fue para darle celos y tratarlo de convencer de que ya usted formaba parte del pasado.

-Yo sé que él me sigue amando…él y yo…estuvimos juntos hace unas semanas y…

-¿Ya ve? No pierda más esa oportunidad.

-Pero…ya no sé dónde buscarlo, ya no se hospeda en el hotel y no sé cuánto tiempo seguirá en Japón.

-¿Ya pensó en irlo a buscar a la disquera en donde trabaja?

Eiri guardó silencio y desvió la mirada.

-No lo había pensado.

-Profesor, en verdad me sorprende-exclamó Mizuki.-Vamos a hacer esto, usted dedíquese a ver de qué manera reconquista al joven Shindo y yo me encargo de investigar en dónde vive y cuánto tiempo permanecerá en el país.

-Gracias Mizuki.

-No hay de qué…-la chica lanzó un suspiro-lo que uno tiene que hacer para que le entreguen el resto de la novela.

-Se me había olvidado por completo-carraspeó el rubio.

El sonido del teléfono los asustó.

-Yo contesto, usted siga comiendo-dijo la mujer, saliendo de la cocina. Tomó el teléfono inalámbrico que estaba en la sala-¿Diga?...¿De parte de quién? Oh…si claro, en un momento se lo comunico.-la editora regresó a la cocina y le extendió el inalámbrico al joven. –Es una señorita de nombre Rage, dice ser la  dueña de la disquera X.M.R.

Eiri miró con ojos escrutadores al aparato.

 

Notas finales:

 

Gracias a todos los que se toman el tiempo para leer mi fanfic.


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