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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hola.

Aquí de nuevo.

Estpu que ardo caray jajajaa.

La canción de al final fue la que el dio origen al fic. Aunque sea otra la que le dio nombre ¬¬.

Espero y sea de su agrado, a mi me puso triste el final

Saludos

La primera canción es: mentiras piadosas de Alejandra Guzmán

y la segunda es: The power of good-bye de Madonna.

Les recomiendo que las escuchen , vale??

 

Gracias a los buenos cuidados de mamá Shindo, Shuichi se había recuperado de su resfriado para el lunes.

Estaba terminándose de alistar para irse al trabajo cuando el timbre sonó. Por más que pensara en quién sería, nadie llegó a su mente.

Gran sorpresa se llevó al ver a Mizuki en compañía de un jovencito.

-Buenos días joven Shindo-saludó la editora.

-Ho…hola-balbuceó desconcertado-¿Cómo supo mi dirección?

-Fue fácil conseguirla-sonrió la mujer.

-Ah…pero…como…-Shu se rascó la cabeza, un poco confundido-¿desean pasar?

-Oh no, muchas gracias, sólo venimos por un encargo del joven Eiri.

-¿De Yuki? ¿En dónde está?-Shu se asomó al pasillo del edificio pero sólo estaban Mizuki y el chico. Kana ignoró los comentarios del  cantante y le dio unas indicaciones al jovencito; éste cargó una transportadora de gato y la puso en el recibidor  de Shu.-¿Y esto?-preguntó el moreno al escuchar unos maullidos que provenían de ésta.

-Es Nyan nyan…-dijo Kana.

-¿Nyan nyan?-repitió desconcertado.

El ayudante de la editora también dejó un arenero y una maleta pesada en el recibidor.

-Sip-sonrió Kana-aquí están las indicaciones-le extendió un pequeño sobre blanco-ahí dentro está su carnet, si no me equivoco. Cualquier cosa que necesite no dude en llamarme-le dio una tarjeta de presentación.

-Pero…-Shindo las guardó en su bolsillo del pantalón y leyó el sobre, escrito con una fina caligrafía-típica de Yuki-se podía leer “Shindo Shuichi”

-¿Eso es todo?-preguntó la mujer.

-Si señora Mizuki.

-Bien…nos vemos joven-y sin más,   Kana como su acompañante se despidieron y  caminaron hacia el ascensor.

-Es…espera…-iba  a alcanzarlos pero los maullidos más desesperados del gato le hicieron detenerse. Cerró la puerta y abrió la transportadora. Una cosa negra salió disparada fuera de su jaula hacia detrás del sillón, asustando al pobre Shindo.

Abrió el sobre, sacó el carnet y una hoja con las indicaciones. Leyó el contenido:

Su nombre es Nyankotaro. Le gusta mucho las latas de comida “gato feliz”; no come otra cosa que no sea eso y sus croquetas de la marca cat**** que son para gatos a dieta. Por más que maúlle desesperado JAMÁS le des cerveza.

-¿Cerveza?-exclamó Shu. Y continuó leyendo.

Sabe usar muy bien el arenero. No le gusta estar solo mucho tiempo; por lo que cuando eso llega a pasar rompe todo el papel higiénico (te recomiendo que cuando te vayas a trabajar cierres el baño). Le gusta que le hagan cariños en la barriga y  si por alguna razón lo vez inquieto, ponle música de Super Junior (el disco viene en su maleta) y por último, JAMÁS dejes las ventanas cerradas, es claustrofóbico.

Todo lo que necesites no dudes en pedírselo a Mizuki, yo llevaré todos los gastos.

Sé que  estará muy bien contigo.

Eiri Uesugi.

-Esto tiene que ser una broma-masculló Shuichi.-A ese tonto en verdad le gusta fastidiarme-arrugó la hoja. Escuchó un cascabel detrás de él, se giró y  bajó la mirada, observó al minino que le veía con sus grandes ojos verdes-Así que eres el gato de Yuki…-se puso de cuclillas y acarició al gato, éste comenzó a ronronear-Lo siento mucho, pero tendrás que regresar con tu dueño-dicho esto tomó su llaves y salió del apartamento-si piensas que con esto tendrás un pretexto para verme, estás muy equivocado Yuki-y con paso firme se encaminó hacia la casa del escritor.

Cuando estuvo fuera de la casa del mayor haló todo el aire que pudo y con decisión tocó el timbre. Se desconcertó al ver a una mujer de mediana edad abrirle la puerta.

-Buenos días-saludó Midori.

-¿Dónde está Yuki?-farfullo Shu.

-¿Eh? ¿El joven Eiri?

-Si ese mismo.-el joven se cruzó de brazos.

-Él no está.

-¿Cómo?-resopló-Bien , dígale cuando llegue; que pase por su gato a mi casa. Él ya sabe mi dirección…supongo.

-Me temo que no le podré dar ese recado joven.

-¿Y eso?-preguntó desconcertado el chico.

-Él joven Eiri está de viaje.

-¿Cómo? Y, ¿Cuándo regresa?

-No lo sé, pero si gusta, puede venir otro día, cuando la señora Mika esté disponible-sonrió la ama de llaves.

-¿Mika? ¿Ella está aquí?-preguntó sorprendido.

-Si, ella está viviendo con el señorito Kaname.

-¿Ella está viviendo aquí? Pero…¿Y Seguchi?

Midori se tensó.

-Lo siento, pero no tengo permitido dar ésa información…si me permite-y sin más la mujer cerró la puerta en la cara de un confundido Shindo.      

 

 

Capítulo 33.

Un triste adiós.

 

 

 

Al finalizar la jornada de ese jueves, Shuichi decidió ir a la casa de Yuki. Se despidió de sus amigos y tomó el autobús que lo dejaba a unas cuadras de su destino.

-Espero que ya estés de regreso-musitó Shu al aire, antes de llamar a la puerta.

Como era de esperarse, quién fue a  atender  a la puerta fue Midori, la ama de llaves, quién con una leve inclinación recibió al jovencito.

-Adelante- se hizo a un lado para que el moreno entrara.

Shu se descalzó y se quedó ahí en la estancia.

-Un momento, por favor.-le pidió la ama de llaves, Shindo asintió.

Mika se encontraba  leyendo unos documentos de la disquera cuando fue interrumpida por Midori.

-Acaba de llegar el jovencito que pidió ver a su hermano.

-Dile que pase.

-Si señora-Midori hizo una leve inclinación y fue por Shu, que esperaba en el recibidor.

-Adelante joven-Midori- guio al chico hacia la sala.

-Me imaginé que eras tú-dijo Mika al ver a Shu aparecer en la sala de estar. El moreno le miró con rencor-toma asiento.

-¿Dónde está Yuki?-pregunto Shu, ignorando a la castaña.

-Está de viaje-el joven apretó los puños-¿Deseas tomar algo?

-No, gracias.

La castaña le indicó a Midori que se podía retirar, ésta asintió y se fue hacia la cocina.

-Bien-Mika le miró con los ojos entornados-Si te digo en dónde está, ¿Irás a buscarlo?

-No-respondió sin dudar Shuichi.

-Ya veo-suspiró.

-Cuando regrese, dile que vaya por su gato-Shu  giró sobre sus talones y caminó sobre sus pasos.

-Me temo que no se va a poder-el menor detuvo su andar.

-¿Por qué?-se giró y le miró desconcertado.

-Porque Eiri ya no va  a regresar a Japón.

Ante estas palabras, el cantante sintió que perdía las fuerzas y el alma se le iba. Hizo un gran intento ´por disimular su reacción.

-Él …ya no va a regresar…-dijo en un hilillo de voz.

-Así es, es lo más sano para él.

-Pero…

-Si tanto te molesta el gato, puedes traerlo acá;  yo me haré cargo de él.

-No será necesario…-Shu no dijo más y salió de la casa con el corazón estrujado.

-No sabe lo que quiere…-masculló Mika.

Llegando a su apartamento, le marcó a Mizuki.

-Habla Kana-dijo la mujer al otro lado del auricular.

-Mizuki, habla Shindo.

-¡Hola joven Shindo! ¿Cómo está Nyan nyan?

-Está bien. –bufó-Mizuki, necesito saber en dónde está Yuki.

-Lo siento joven, pero el profesor no me dijo-mintió la editora.

-¿Cómo? Pero…

-Lo único que me dijo cuando le pregunté fue que era un lugar muy lejano. Yo la verdad no insistí.

-Maldición-masculló-Gracias Mizuki.

-Cuide mucho al gatito.

-Lo haré-cortó la comunicación y se dejó caer sobre su cama, asustando al pobre minino. Había sido una muy mala idea el haber hablado con  Kana, pues si es que ella sabía algo, era obvio que no le iba a decir.

Sintió un vacío en el estómago al recordar las palabras de Mika. Ya no volvería  a ver a Yuki…nunca más. Debía de estar feliz y aliviado, ya no tendría que soportar el acoso del rubio, pero curiosamente, no se sentí así, más bien se sentía…triste.

Con ese pensamiento se quedó dormido, bajo el arrullo del ronroneo de Nyankotaro. Se despertó antes de las ocho y eso había sido por que el minino lo había besado con su rasposa lengua en el rostro. Adormilado hizo a un lado al gato y se acomodó mejor en la cama, pero el gato insistió en darle un poco de amor a su nuevo dueño, haciendo que Shu se despertara por completo. Resignado se  fue  a dar una ducha. Cuando salió del baño se topó con el minino jugando con el teléfono inalámbrico que se había quedado en la cama desde la noche pasada.

-¡Deja eso!-le instó Shu, alzando el aparato-Eso no se hace-le dijo al gato que movía la cola de un lado a otro. Shindo se dirigió a su habitación seguido por Nyankotaro. Mientras se vestía, el gato negro aprovechó para jugar con el celular del chico, que como el otro teléfono , estaba en la cama. El ruido de lago caerse hizo que Shu dejara de vestirse para ver que travesura había hecho Nyan nya.-Pero qué demonios-vociferó-¡déja eso! No lo puedo creer-tomó su móvil-Yuki te tenía muy mimamdo, a poco también jugabas con su aparato…-no recibió respuesta del gato que lo miraba atento-apuesto que no. Si alguien se atrevía a tomar una cosa de él, se ponía como loco y más si era su celular…-el joven reaccionó-su celular, claro-buscó en el aparato las llamadas registradas y marcó al número de Yuki.

-El número de celular que usted marcó está fuera del área de servicio.

-Maldición-farfulló lanzando el celular a la cama. Nyankotaro le miró-Yo sí puedo lanzarlo-le espetó al minino.

 

 

Ese viernes por la noche, Tatsuha leía en su  habitación del hotel cuando llamarón a la puerta. Se llevó una gran sorpresa al abrir la puerta y toparse con Hisoka.

-Hola-le saludó, alegre de verlo.

-Te traje algo para cenar-dijo Soka sonrojado.

-Gracias.- Tat invitó a pasar al jovencito que estaba nervioso.

-Pensé que estarías harto de la comida del hotel, por lo que decidí traerte  maki sushi-le tendió una bolsa de plástico.

-Muchas gracias-Tat la aceptó gustoso y fue a dejarla al tocador de la habitación.

-También vine a traerte esto-le extendió un pequeño papel; el jovencito estaba ya más rojo que cuando había llegado.

El monje leyó los garabatos que estaban escritos en el papel y le dedicó una mirada interrogativa  al menor.

-Es la dirección de la disquera y mi teléfono celular…para cuando necesites algo-se apresuró a decir con nerviosismo el jovencito.

-Gracias-dijo desconcertado Tatsuha.

-A lo que me refiero con eso…-Hisoka haló aire y prosiguió-es que quiero que seamos amigos-esto último lo dijo en un susurró, desviando la mirada.

-¿Cómo?-pestañeó el mayor, más que desconcertado, confundido-Pero…

-Claro…si tú quieres-se encogió de hombros y bajó la cabeza, abochornado.

-¿No te caigo mal?-se rascó la cabeza Uesugi.

-¡Caerme mal!-exclamó Soka-Para nada-sacudió su cabeza-Desde la primera vez me caíste bien.

-Entonces…¿Por qué me tratabas tan mal?-Tat resopló.

-Porque me sacas de mi zona de confort-respondió, mirando sus manos-eres la primera persona que lo ha hecho y eso me estresa…-suspiró-aparte de que no soy bueno socializando-se sonrojó aún más-nunca he tenido amigos…a todos les doy miedo, por lo que me resulta difícil tratar a la gente que se me acerca y sin poder evitarlo los termino ahuyentando-musitó cabizbajo-Me agradas mucho y  la verdad no me gustaría que me tuvieras miedo…

-¿Tenerte miedo? ¿Por qué te tendría miedo?

-Porque soy un monstruo.

-Un monstruo…-repitió Tat, sorprendido.

-Cuando me enojo termino perdiendo los estribos y me vuelvo muy agresivo.

-A mí eso no me da miedo.

Hisoka alzó la vista y miró con ojos brillosos a su mayor.

-¿No?

-No, para nada…-negó con la cabeza-así que no te apresures a sacar conjeturas erróneas y creas que huiré-le alborotó el cabello al jovencito- es más fácil  que tú huyas de mí.

-¿Porque eres un pervertido?-preguntó con inocencia el niño.

-¿Quién diablos te dijo eso?-farfulló.

-Senpai.

-No, no soy un pervertido-dijo ofendido-No le hagas caso a lo que te diga de mí ese tonto.

-Está bien-asintió-Mañana es nuestro día de descanso de Hiromi y mío, iremos a comer caballa asada a un local cercano de la casa, ¿Quieres ir con nosotros?

-Suena bien-Tat asintió.

-Ya sabes donde vivimos.-miró su reloj-Ya es tarde, debo de irme.

-¿No quieres que te acompañe?

 -No es necesario, gracias-se acomodó el morral que colgaba de su hombro izquierdo-Te espero mañana, ¿O.K.?

-Vale.

Soka se despidió y salió de la habitación.

-Ser amigos…en verdad ese chiquillo cada vez me gusta más-susurró Tat, mirando la bolsa  de maki sushi.

 

 

La siguiente semana fue muy pesada para la banda Delerium, tanto que Shu había olvidado por completo el localizar a Yuki. Al finalizar cada jornada, tanto Hiromi como Dresde se iban a la casa de la soprano a ver un dorama coreano. Hisoka se iba  directo al hotel, en donde lo esperaba Tat con películas de terror. Aquél par se había dado cuenta que tenían mucho en común, a los dos les gustaban Tool, el ramen, los onigiris,  las películas de terror psicológico, los videojuegos de peleas  y creían que la mejor actriz era Cameron Diaz.

Para mediados de Junio, Tatsuha había logrado conseguir  un apartamento que se ajustaba a sus necesidades. Aquél día-un lunes-pasó por el jovencito Ono a la disquera para celebrar. Cuando llegaron al apartamento, Hisoka se quedó boquiabierto.

-¿Qué te parecer?-preguntó Tat, orgulloso.

-Wow…está muy bien-Hisoka recorrió la pequeña estancia.

-Ven, quiero mostrarte algo-tomó de la mano al menor y lo llevó hacia el pasillo. Abrió una de las habitaciones la cuál estaba amueblada- decidí rentar un apartamento con dos habitaciones, para que cuando desees quedarte estés más cómodo.

Hisoka se quedó atónito; sus ojos grises recorrieron la habitación;  ésta tenía una mesita de noche, un armario y una cama individual cubierta por un edredón de ositos, encima de ésta estaba un Rilakkuma de felpa. Tatsuha tomó al oso.

-Tal vez no se parezca a Bonny Babú pero  está muy pachoncito-el mayor abrazó al peluche.

-¿Es para mí-preguntó el jovencito asombrado.

-Así es…¿No te gustó?

-¡Claro que me gustó!-le arrebató al muñeco-Pero…¿Por qué?

-La verdad ni yo mismo lo sé-mintió Tat, rascándose la cabeza.

-De seguro gastaste mucho.

-Na…recuerda que soy ricachón-le guiñó un ojo a Ono, quién se rio ante el comentario del monje. Hisoka no perdió la oportunidad y se lanzó hacia la cama, ahogó un quejido e ignoró el pequeño dolor que sintió en sus costillas.

-Ahora si podremos ver toda la noche películas de terror-gritó-Soy tan feliz.

Tat sonrió satisfecho.

 

 

Para el viernes, los chicos de Delerium ya tenían lista la melodía de la canción de Yuki, tan sólo faltaba la voz de Shu para comenzar con los ajustes necesarios. Después de que Dresde, Hiromi y Watanabe grabaran la melodía, fue el turno del joven líder. A pesar de que estaba cansado, Shindo trató de concentrarse todo lo posible para poder hacer la interpretación.  Los miembros de la banda, Takarai , James y el encargado de la  grabación estaban listos para grabar la voz del moreno.

-Cuando quieras-le indicó el encargado.

Shu asintió y ajustó los audífonos, tomó la hoja en donde estaba escrita la letra de la canción.

-Listo-dijo en el micrófono.

-Bien.

La melodía empezó y después de unos segundos, Shu comenzó a cantar, sintió que un nudo en su garganta se iba formando, por lo que dejó de cantar.

-Lo siento-musitó.

-Concéntrate-le instó Takarai.

-Estoy concentrado-le refutó el joven.

Cerró los ojos, inevitablemente en su mente apareció la imagen de Yuki, él último día que le había visto. Aquél rubio completamente empapado que le miraba como si hubiera perdido una batalla.

-Yuki…-susurró.

-¿Ya estás listo?-preguntó Takarai, sacándolo de sus cavilaciones.

-No me presiones-masculló.

-Pues si no quieres que lo haga, esfuérzate-le recriminó.

Shu no quiso refutarle más, apretó los puños y haló todo el aire que pudo.

-Vamos, ya estoy listo.

-Bien…

El encargado volvió a poner la grabación de la melodía y Shu cantó.

 

Hasta hoy me doy cuenta
que la vida no es nada si no tengo tu mirada.
Ni siquiera imaginaba que me harías tanta falta.
No sé qué es lo que pensaba.
Hoy que no estás
ya no encuentro las palabras
para decirte que me falta cada momento que me dabas.
Creo que voy a enloquecer si no te vuelvo a ver.

Dime que mañana vendrás, dime que no puedes vivir
Sólo dímelo así.
Dime que te duele terminar, dime que te sientes muy mal .
Mentiras piadosas no me vienen nada mal.
No me vienen nada mal.

Tu sonrisa en la mañana
Tus caricias en mi espalda
son recuerdos que me matan.
Hoy que no estás ya no encuentro las palabras
para decirte que me falta cada momento que me dabas.
Creo que voy a enloquecer si no te vuelvo a ver.

Dime que mañana vendrás, dime que no puedes vivir
Sólo dímelo así.
Yo te creo todo, quiero ser feliz.
Dime que te duele terminar, dime que te sientes muy mal
Mentiras piadosas no me vienen nada mal.
No me vienen nada mal.

 

-Quedó perfecta-dijo el productor. Shu se quitó los audífonos y salió de la cabina. En la sala de grabaciones lo esperaban Dresde y Hiromi eufóricas.

-Quedó de maravilla-gritó la soprano, saltando a los brazos del líder.

-Casi lloro-suspiró Dresde.

-Gracias. –a pesar de que todos estaban satisfechos, el joven se sentía vacío y sentía que el corazón le dolía.

El productor le pidió de favor a Shu que cantara tres veces más la canción  para hacer los debidos ajustes. El chico obedeció. Cuando hubo finalizado su trabajo, los chicos salieron de la sala de grabación satisfechos, por ese día la jornada había finalizado. El primero en partir fue Watanabe.

Dresde y Hiromi tarareaban una canción, mientras que Shu las seguía en silencio hacia el ascensor.

-Vamos a llegar a tiempo para ver el dorama-dijo Hiromi.

-Ah si…se quedó en la mejor parte-dijo Dresde.

-Ay si. Kang Ji Wook chocó para salvar a Lee Yeon Jae.

-A pesar de que ella lo rechazó, él la sigue amando.

-Que hermoso.

-Eso es amor…-musitó Dresde, el par suspiró.

Las puertas del ascensor se abrieron y las chicas entraron. Dieron un  respingo al ver a un alicaído Shu subir también.

-Hey Shu, no asustes-se quejó Hiromi.

-¿Estás bien?

-Si…no es nada.

-¿No quieres ir a ver el dorama a mi casa?-le invitó la soprano.

-No, gracias. Estoy muy cansado.

-Bueno…-la jovencita se encogió de hombros y miró interrogativa  a su mayor, quién negó con la cabeza.

Salieron del ascensor cuando éste llegó a la planta baja. Hiromi insistió en que Shu se fuera con ellas, pero el joven volvió a rechazar la invitación.

-Nos vemos hasta el lunes entonces-se despidió Ono.

-Cuídate-le dijo Dresde.

-Gracias, buen trabajo.

No muy convencidas, las chicas se fueron hacia el apartamento de la menor; en cambio Shu, decidió caminar hacia el parque Yoyogi.

Tomó asiento en  una banca, muy cerca de donde se había encontrado por primera vez con el rubio escritor y en dónde éste le había ofrecido disculpas por todo lo que le había hecho.  Se quedó ahí, esperando a que de un momento a otro Yuki apareciera, pero desafortunadamente, el joven escritor nunca apareció.

 

 

En un abrir y cerrar de ojos, Junio ya estaba llegando a su fin. Y para Tat, eso significaba que el semestre estaba por finalizar.  Aquél miércoles iba saliendo de la universidad cuando se topó con la presencia de Hisoka, sintió un vuelco en el corazón cuando lo vio sonriéndole, algo que desconcertó al monje.

-¿Qué haces aquí?-balbuceó Tat.

-Vine a invitarte a comer-le sonrió Hisoka.

-¿Saliste temprano del trabajo?-el jovencito negó con la cabeza.

-Me dieron el día libre para que fuera al doctor.

-Y bien ¿Qué tal te fue?

-Bien, las fisuras en mis costillas ya están bien y dentro de unas semanas más, me quitaran el yeso.

-¡Son buenas noticias!-exclamó Tatsuha.

-Así es-Hisoka hizo la seña de amor y paz ¿A dónde quieres ir a comer?

-Qué te parece si vamos al Mcdonal´s

-Bien.

Estaban comiendo muy a gusto cuando fueron interrumpidos por Maiko.

-¿Hisoka?-preguntó la chica, dubitativa.

-Ma…Maiko…-balbuceó el joven, sonrojándose.

-Ay que bien, temí que no fueras tú-sonrió la jovencita.

-Te presento a Tatsuha-Maiko se sonrojó al ver al moreno.

-Tanto tiempo sin verla señorita-le sonrió el monje.

-I…igualmente…-tartamudeó, cohibida.

-¿Se conocen?-preguntó con curiosidad el guitarrista.

-Claro, por Shuichi…

-Oh es cierto.-asintió Ono-¿No gustas sentarte?-le invitó.

-Gracias, pero vengo con unas amigas.

-Qué lástima…-suspiró Hisoka.

-Bueno…fue un gusto saludarlos-la chica se despidió con una inclinación y se fue hacia una mesa en donde un par de jovencitas le esperaban. Hisoka le miró con ojos brillosos y sin pensarlo lanzó un hondo suspiro. Tatsuha pestañeó al ver la reacción del joven.

-Es mi imaginación…o a ti te gusta la hermana de Shuichi-dijo.

Ante lo dicho por su amigo, Ono dio un respingo y se puso completamente rojo.

-Yo...bueno…si…-balbuceó. Ante lo dicho por el menor, Tatsuha sintió que un aire frío le recorría el cuerpo, estaba celoso.

-Vaya…-fue lo único que atinó a decir.

 

 

Para el jueves, Hiro invitó a un desanimado Shuichi a su apartamento. Cuando llegó a la casa, Ayaka y Suguru platicaban mientras Hiro lo recibía. Shindo suplicó a Buda de que a sus amigos no  se les ocurriera preguntar sobre Hirmi. Afortunadamente, Buda lo escuchó.

Platicaron de banalidades hasta que Suguru sacó el tema del nuevo “dueño” de N.G.

-¿Cómo?-tosió Shu, pues se había atragantado con un sorbo de té.

-Como oíste, Touma ya no es el dueño-afirmó el tecladista.

-Es Mika.

-¡Cómo!-vociferó el moreno-Pero…

-Se divorciaron-terció Hiro.

-¡Qué!-exclamó Shindo, temiendo que le diera un infarto de tantas emociones que estaba sufriendo.

-¿Y Seguchi?

-No sabemos de él desde hace más de un mes, supuestamente estaba de viaje y de repente…chum…aparece Mika anunciándonos que ella es la nueva dueña-dijo Fujisaki.

-Y no es sólo eso-terció Nakano-aparte corrió a Sakuma.

-¿Cómo?-Shu se puso de pie.

-Aún no sabemos si fue porque es el mejor amigo de Touma o es por otra razón-dijo el pelirrojo, cruzándose de brazos.

-Fue por Tatsuha-dijo Ayaka, quién había permanecido callada en ese rato.

-¿Cómo?-corearon los tres amigos.

-Mika descubrió que el señor Sakuma  estaba jugando con Tatsuha y decidió tomar cartas en el asunto.

-¿En serio?-preguntó Hiro.

-Me dijo que el señor Sakuma corrió a Tatsuha de su casa y que el mismo le dijo que tan sólo había jugado con él en vengaza de Yuki.

Al escuchar esto, Shu sintió un vacío en el estómago.

-Vaya…no sé quién sea peor, si mi primo o Sakuma-masculló Fujisaki.

Todos guardaron silencio ante lo dicho por Suguru.

Ese mismo día en N.G. records. En la oficina de Mika, para ser exacta.

Tatsuha miraba el contenido del mino bar.

-Wow…-exclamó al ver los licores tan caros que su ex cuñado tenía ahí.

Una par de voces se escucharon fuera de la oficina, el crujido de la puerta le hizo dejar de mirar los licores y centrar su atención en  la persona que entraba al lugar.

-Lo siento tanto Tatsuha-se disculpó Mika, tomando asiento en el sofá, cerca del mini bar.

-¿Mucho trabajo?-preguntó su hermano, sentándose junto a su mayor.

-Puff…si-resopló la mujer-Touma en verdad dejó muchos pendientes-se cruzó de brazos.

-Vaya, entonces el ex cuñado no era bueno del todo.

-Así es. Cambiemos de tema-torció la boca y se puso de pie-¿Deseas tomar algo?

-Sip, el licor más caro que tengas.

Mika puso los ojos en blanco. Sacó dos vasos y sirvió Sake. Le tendió el vaso a su hermano.

-Sake, ¿Es broma?-se quejó Tatsuha.

-No quiero desperdiciar, pues sé que vomitaras el que te sirva.

El menor torció la boca no muy convencido. Mika volvió a tomar asiento, se acomodó la melena y habló.

-Y bien, como va todo. ¿Ya encontraste apartamento?

-Así es-sonrió ampliamente Tatsuha.

-¿Cómo es? ¿Me va  a gustar?

-Me temo que no-su sonrisa se hizo más grande y mostró los dientes. Mika bufó.

-¿Y el barrio es bonito?

-Para mí si…

-En serio, ¿No quieres que te visitemos tu sobrino y yo?-masculló.

Tatsuha soltó la carcajada, mientras que Mika ceñuda bebía un poco de sake.

-Claro que quiero qué me visiten, pero fue el único que logré conseguir, ¿Qué quieres?. Tu hermano es un pobre monje-estudiante…no tiene para un casa en Roppongi Hills.

-Bien, bien…-Mika le observó con ojos escrutadores mientras su hermano le daba un sorbo al licor-te noto diferente.

-¿En qué sentido?

-Te veo feliz…

-Eso es bueno, ¿Ne?

-Claro, pero…me intriga saber la razón del por qué.-le observó detenidamente- ¡No me digas que fuiste a buscar a ese imbécil!-vociferó la mujer, azotando su vaso en la mesa de centro.

-¡Para nada!-exclamó el moreno, asustado por la reacción de su hermana, se le podían ver ellas llamas del fuego en sus ojos.

-¿Entonces?-vociferó, alterada.

-Pues…-el menor de los Uesugi se rascó la cabeza, nervioso-No lo sé.

-Ay qué niño-masculló Mika, poniéndose de pie de un salto y tomando su vaso para beberse el sake de un sorbo.

-Pero he descubierto algo…-se apresuró a decir-que pensando bien en las circunstancias, la verdad no me favorece en nada pero…fue inevitable-suspiró.

-¿Y qué es?-preguntó con miedo.

-Ah hermana-suspiró-Me he enamorado-bajó la cabeza, para cubrir su sonrojo.

-¡Eso es bueno!-exclamó la castaña-Eso significa que ya te has olvidado del loco del conejo.-tomó entre sus manos el rostro de Tatsuha y lo obligó a mirarla-¿Quién es?-preguntó feliz.

-Hisoka…

 

 

Cuando hubo terminado su trabajo, Shuichi se despidió de todos y sin perder más el tiempo se fue hacia el parque Yoyogi con la esperanza de ver a Yuki.

Pensaba en que le iba a decir cuando se lo encontrara.

-Tal vez le diga lo bien portado que es Nyankotaro-susurró-Si…tal vez eso le diga.

El viento sopló fuerte y sin poder evitarlo giró su cabeza hacia la dirección en donde había estado Eiri en esa ocasión. Sintió que el estómago se le estrujó y el corazón se le aceleró a tal punto que temió que se fuera a salir de su pecho.  A lo lejos alguien muy parecido a su ex amante caminaba en dirección a donde él estaba. Las sombras de los árboles le impedía ver bien el rostro del extraño.

-Yuki…-dijo con voz a cuello.

El extraño se acercó más, Shu sintió que las fuerzas se le iban y cuando las sombras de los árboles permitieron que el joven viera el rostro del otro, la decepción invadió a Shindo.

-¿Shuichi?-preguntó Tatusha.

-Hola-respondió en un susurró el desanimado cantante.

-¿Qué haces aquí?-el monje miró a su alrededor-¿No crees que es muy tarde para andar solo?

-Eso mismo digo-dijo el mayor.

-No estoy solo-sonrió-Estoy acompañado de mis amigos los espíritus.

-No juegues-masculló, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

Tatsuha soltó la carcajada, divertido.

-Ya, enserio, ¿Qué haces aquí?

-Decidí tomar un poco de aire antes de irme a casa-Shu se puso de pie y tomó su mochila-¿No quieres venir conmigo?-aprovechó esa gran oportunidad para saber del paradero de Yuki.

-Oh, claro.

El par inició la caminata.

-Siento mucho el no haber ido la otra vez…

-No importa. Por cierto, ¿Tú que haces tan tarde?

-Vengo de ver a Mika. Aún estaba en el trabajo.

-Oh…ya estoy enterado de la gran noticia.

-Es genial, ¿Ne? Ya se quitó a ese malparido-suspiró con alivio el monje.

-Supongo…-se encogió de hombros Shu.

Al llegar al apartamento del cantante, el par fue recibido por un muy feliz Nyankotaro.

-Vaya…tienes un gato-dijo Tatsuha, cargando al minino.

Shu le ignoró y pasó directo a su cuarto para cambiarse, de ahí se fue a la cocina.

-¿Quieres algo?-gritó desde la cocina.

-No, gracias.

Shu dejó la tetera y salió al encuentro del monje.

-Yuki tiene un gato igualito.

-Es él gato de tu hermano-le dijo Shu, tomando asiento junto al otro.

-¿Cómo?-tomó al minino y lo miró detalladamente- Y ¿Por qué?

-Eso es lo que quiero saber-se cruzó de brazos-Quiero saber en dónde está tu hermano para írselo a dejar.

-¿No está en su casa?-acomodó al minino en su regazo.

-Mika me dijo que se fue muy lejos y no regresará. ¿Tú sabes algo?

-No. No lo veo desde la boda de Ayaka, lo siento.

Shuichi bufó.

-Si tanto te incomoda el misshito, yo me lo puedo quedar-le sugirió Uesugi.

-No es eso…

-¿Entonces?

Shuichi se puso de pie y comenzó a caminar por la sala,tenso.

-Lo extrañas, ¿Verdad?-ante esto, el cantante dio un respingo y detuvo su andar.

-No es cierto.

-Vamos Shu, no tienes que mentirme. No diré nada.

-Te digo que no es eso-vociferó.

-Entonces; ¿Por qué estabas en el parque favorito de Eiri? Ahora que lo pienso, no está muy cerca ni de tu casa ni de tu trabajo.

-¡Basta! no sabes nada-le gritó, alterado.

Tatsuha le miró serio.  Nyankotaro se asustó y saltó del regazo del monje para irse a esconder.

-¿Por qué eres así? Sé que mi hermano no fue el novio perfecto,  pero hizo todo lo posible por corregir sus errores.  Él te ama y tú lo amas a él, ¿Por qué no pueden estar juntos?

-No lo amo-masculló.

-¿Por qué insistes con los mismo? Vamos Shu, deja a un lado tu orgullo.

-Cállate. No sabes nada.

-¡Claro que si sé!-vociferó Uesugi, poniéndose de pie y enfrentando al mayor-Sé  muy bien cuando dos personas se aman y por sus tonterías no se permiten estar juntos.

-No quiero regresar a lo mismo, ¿Qué no entiendes?-le espetó.

-Eiri te ama Shu, te lo ha demostrado de mil maneras. Mi hermano ya no es el mismo, tu huida lo hizo cambiar, le hizo  admitir sus sentimientos por ti…vamos Shu…lo tomó de los hombros. Shindo bajó la cabeza.

-No…-negó con la cabeza-mi corazón no está para que lo lastimen de nuevo.

-Es tan frustrante…-murmuró Tatsuha, soltando los hombros de su mayor-como desearía ser correspondido como tú.- Shuichi alzó la mirada.-Me enamoré de una persona que sólo jugó conmigo; y ahora estoy enamorado de una persona que sólo me ve como amigo y que desafortunadamente está enamorada de otra.

Se alejó del menor, caminó hacia el recibidor y se calzó los zapatos.

-Sólo piensa algo-se giró y miró serio a Shidno-el orgullo nunca te dirá te amo, él nunca estará abrazándote en las noches, te consolará cuando estés triste, ni te hará el amor. Nos vemos Shuichi-dicho esto Tatsuha salió de la casa de un cabizbajo cantante.

 

 

Un par de timbrazos le hicieron ponerle pausa a la película que veía. Miró el reloj de cucú  que colgaba de una de las paredes de la sala.

-¿Quién será a ésta hora?-se preguntó Hisoka, yendo hacia la puerta.

Al abrirla se topó con un serio Tatsuha.

-¿Te desperté?-preguntó con voz suave.

Hisoka negó con la cabeza y le cedió el paso al mayor.

-Estaba viendo una película-le dijo.

Tatsuha se descalzó y siguió a Hisoka.

-¿Y Hiromi?

-Ya está en la cama.

El monje asintió. Los dos tomaron asiento en el mismo sofá, el jovencito Ono iba  a preguntar la razón de su visita al monje, cuando éste recargó su cabeza en el hombre del niño.

-Déjame estar un rato así, ¿Vale?-pidió con voz pastosa el joven monje.

-Vale.

 

 

El viernes en la noche, Shuichi se encontraba tratando de componer alguna estrofa de la segunda canción. Sus amigas y Watanabe ya se habían ido, tan sólo él estaba en la sala de ensayos.  Después de ver que ya no podía escribir más, decidió dejarlo hasta ahí. Antes de irse a su casa pasó a los lavabos; ahí se encontró con Tamaki.

-En hora buena-le dijo el hombre lavándose las manos.

-¿Por qué?-preguntó Shu, mientras orinaba.

-Hemos grabado la primera canción del disco y quiero que le des el visto bueno-el hombre se secó las manos con una toalla desechable. Shuichi se subió la cremallera y le haló a la palanca. Se acercó a los lavabos para lavarse las manos.

-Está bien-accedió parco el joven, secándose las manos.

El par salió del servicio y Tamaki lo guio hacia la sala de grabaciones. Ahí estaban la productora, el manager y el ingeniero en sonido.  En la cabina estaba Hisoka.

-Adelante Chibi, vuelve a cantarla-le pidió el Dj.

-Si.

Tamaki le indicó al encargado que pusiera la melodía.

Hisoka pegó aún más sus audífonos a las orejas y comenzó a cantar.

Your heart is not open so I must go                     Tú corazón no está abierto, así que debo irme
The spell has been broken, I loved you so          el hechizo está roto, te amé tanto
Freedom comes when you learn to let go         la libertad viene cuando aprendes a dejarla ir
Creation comes when you learn to say no       la creación viene cuando aprendes a decir no.

Miró a Tamaki con los ojos brillosos, él Dj le respondió con una sonrisa. Si no más recordaba, esa canción se la había regalado hace mucho  tiempo. La había escrito pensando en Yuki, y fue una manera en decirle adiós a su relación. Tantos recuerdos le llegaban a su mente con ella. Sintió un nudo en su garganta.


You were my lesson I had to learn                       Tú fuiste una lección que tuve que aprender  
I was your fortress you had to burn                    Yo era tu Fortaleza, pero tuviste que quemarla
Pain is a warning that something's wrong        El dolor es señal de que algo anda mal
I pray to God that it won't be long                     Ruego a dios para que dure poco.

There's nothing left to try                                No queda nada más por intentar
There's no place left to hide                            No hay ningún lugar para esconderse
There's no greater power                                No hay poder más grande
Than the power of good-bye                          Que el poder del adiós.

Your heart is not open so I must go                     Tú corazón no está abierto, así que debo irme
The spell has been broken, I loved you so          el hechizo está roto, te amé tanto
You were my lesson I had to learn                     Tú fuiste una lección que tuve que aprender  
I was your fortress                                               Yo era tu Fortaleza

There's nothing left to lose                               No hay nada más por perder
There's no more heart to bruise                      No queda más un corazón al que maltratar
There's no greater power                                no hay poder más fuerte
Than the power of good-bye                          que el poder del adiós.

Learn to say good-bye                                    Aprende a decir adiós.
I yearn to say good-bye                                 Yo aprendí a decir adiós.

 

Aquél nudo lo estaba ahogando. La última estrofa tenía tanta razón. Yuki había dicho adiós,  se había cansado de suplicarle al jovencito, quién se regocijaba de verlo humillarse, ¿Y de que le había servido?.Era momento que el dijera adiós a todo recuerdo de Eiri, a su amor…a Yuki.

-No quiero…-sollozó.

 

There's nothing left to try                                No queda nada más por intentar
There's no place left to hide                            No hay ningún lugar para esconderse
There's no greater power                                No hay poder más grande
Than the power of good-bye                          Que el poder del adiós.

There's nothing left to lose                               No hay nada más por perder
There's no more heart to bruise                      No queda más un corazón al que maltratar
There's no greater power                                no hay poder más fuerte
Than the power of good-bye                          que el poder del adiós.

-Yuki…-se dejó caer de rodillas, vencido. Lloró amargamente, mientras se oprimía el pecho.
 


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