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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hola chicas.

Pues ahora si pasó el terror de muchas, o eso creo ¬¬.

Me he quedado con el cerebro seco, aparte de que ya me duele mi cadera, espalda, riñones y mis dedos u.u.

Tal vez me tome un descanso mientras llega la inspiración. Si ven que no publico por un tiempo, no se preocupen!!! sigo viva ;).

Bueno, pues mientras llega la inspiración les hare unas cuantas preguntas.

Qué canción les gusta más: Aire soy de Miguél Bosé con Ximena Sariñana o el dueto de Moenia con Maria José en la canción de nombre: No importa que el sol se muera.

Otra pregunta: ¿Le gustaría un Hisoka sexy y un poco más atrevido? O.O

Respecto al cap.

Jajaja...esa tal Hitomi...recuerdo cuando me topé con Hiromi, mi compañera en la secu y emcionada corrí y le grité: Hitomi!!! cuando regresé con mi amiga, ella me dijo: Se llama Hiromi...oh gran oso jajaja.

Les cuento ésto para que no crean q fue un error de dedo ;).

Otra cosa, se llama así el cap p todo lo q hizo Ryu de mal, sobre todo a Tat.

Hisoka y Yuki peleándose, q tal??? jajaja y todo por Tat jajajajaa. kawaiii >.<.

Disfruten del capítulo.

Responderé los rr más tarde.

Y éste cap va dedicado a Chibiichigo, la única lectora que me sigue leyendo desde que empecé a escribir el fic. Muuuucha gracias nena!! te adoro.

besos mil.

Le pagó al conductor del taxi y apeó del vehículo. Miró el gran onsen frente  a él y lanzó un hondo suspiro.

Después de que el doctor familiar revisara a Shuichi, le sugirió al rubio que lo llevara  a lugar en donde estuviera tranquilo el cantante y así fuera más fácil que el jovencito se recuperara del estrés; inmediatamente Yuki pensó en llevarlo al onsen de la familia Uesugui, a las afueras  de Kioto.

Al entrar al lugar  le recibió Natsuki, la anciana que cuidaba el lugar junto a su Hijo Teppei y su nieto Tetsuya.

-Buenas días joven Eiri-le saludó haciendo una pronunciada inclinación-el doctor ya está  aquí.

-Gracias Natsuki-el rubio siguió de largó y subió las escaleras hacia el primer piso, en donde estaba la habitación de Shuichi.

-Doctor Genma…-musitó al ver al anciano revisarle los signos vitales al jovencito. Entró a la habitación y cerró la puerta tras de sí.

-Con el suero que le di mejoró su condición.

-¿Y su voz?-tomó asiento junto a Shu y acarició su rostro.

-No lo sabremos hasta que despierte.

-¿Y para cuándo?

-Le he suspendido los sedantes. Tal vez mañana o pasado mañana despierte.

Eiri asintió. Genma guardó todos sus utensilios, le lanzó una última mirada a Shindo y le pidió a Yuki que lo acompañara fuera de la habitación.

-Júreme joven Eiri que cuidará bien de él-le dijo el hombre mayor.

-No debe dudar de mí doctor. Daría mi vida por él.

Genma abrió los ojos de sorpresa y torció la boca pero no quiso preguntar nada.

-Bien-suspiró y se limpió la frente con su pañuelo-Vendré mañana a ver al joven Shindo.-el rubio asintió-Si despierta antes de tiempo, no dude en llamarme.

-Lo haré.

Después de acompañar al anciano a la entrada de la casa y pagarle por su labor, Yuki regresó a lado de Shuichi.

Se recostó junto  a él y le miró dormir plácidamente.

-Vas a estar bien-le susurró, acariciándole el rostro con delicadeza-Yo cuidaré de ti…

Se quedó dormido junto al chico hasta que el sonido de su celular le despertó, lanzó un gruñido y miró el mensaje. Era Alicia.

-¿Ya escuchaste la canción?

Yuki puso los ojos en blanco, se enderezó y miró a su ex novio temiendo que con ese movimiento lo hubiera despertado, olvidando por completo que el chico se encontraba sedado.

-Tengo cosas más importantes-le respondió.

-Ash…¡Esto es importante! Esa canción va dedicada para ti…lo dijo en el concierto que hizo en México. “Esta canción es para esa persona que marcó mi vida” no creo que se haya referido a esa tal Hitomi…y no me respondas con algo así como: marqué su vida para mal…que te pateo ¬¬.

Leyó dos veces el mensaje y cuatro veces la parte de: “Esta canción es para esa persona que marcó mi vida”,  miró de soslayo al moreno.

-Está bien…lo haré-fue el mensaje que le mandó para que la chica estuviera tranquila.

Se recostó junto al jovencito de nuevo y se quedó ahí hasta casi al anochecer. Aunque deseaba quedarse  a su lado, Yuki sabía que sería contraproducente su  presencia ahí, pues alteraría al jovencito y eso era lo que menos quería.

 

 

Capítulo 39

Una deuda que pagar.

 

 

Aún no lo podía creer, aquél joven al que había lastimado tanto lo había salvado. ¿Por qué precisamente tuvo que ser él? Acomodó un par de mechones negros. Los ojos de Tatsuha se abrieron lentamente provocando que el castaño diera un respingo. Su corazón se aceleró y sintió un nudo en su estómago. El monje le miró con los ojos entornados y esbozó una débil sonrisa.

-Estás…bien…-susurró con debilidad.

Ryu abrió los ojos de sorpresa y le preguntó.

-¿Cómo supiste que era yo el que cruzaba la calle?

-Fácil…-soltó una risilla el moreno. A penas podía  hablar-Ryu…ichi Sa…kuma…no…no pue…de…pasar…desapercibido-el monje hacia todo lo posible por mantenerse despierto.

-¿Por qué lo hiciste?-vociferó el castaño-Pudiste haber muerto…-desvió la mirada-después de todo lo que te hice…tú…

-Porque eres Ryu…mi primer amor.-ante lo dicho por el convaleciente de Tat, Sakuma sintió que un balde de agua fría le caía encima.

-No hay peor castigo que él que me acabas de dar-musitó cabizbajo el cantante.

Tatsuha iba  a decir algo pero su vista se nubló y a pesar de que hizo todo el esfuerzo, cayó en la inconsciencia.

Estaba por salir cuando un jovencito de cabellera negra y ojos oscuros entró a la habitación.

-Buenas noches-se apresuró a decir Hisoka, quién se veía un agitado-No sabía que…-se quedó con las palabras en la garganta  al ver la cara de pocos amigos que ponía el hombre.-Ah yo…-y sin más salió de la habitación.

Ryuichi apretó la mandíbula, de todas las personas que había en Japón, ¿Por qué tenía que ser él? Miró al joven inconsciente, se acercó a su oído y le susurró.

-Tus gustos han empeorado…-dicho esto salió de la habitación.

-Siento mucho haber entrado así-se disculpó Hisoka al ver a Ryu salir del lugar. El castaño pasó de largo, ignorándolo.-Pero que persona tan desagradable-masculló el jovencito, miró al hombre que caminaba hacia la salida de urgencias y lanzó un bufido. Tenía la sensación de haberlo visto en algún lugar pero no le dio mucha importancia y entró de nuevo a  la habitación, observó detenidamente a su amigo y lanzó un hondo suspiro-Menos mal…está completo.-tomó la silla en donde minutos antes había estado sentado el castaño y tomó asiento, esperando a que Tatsuha recobrara el conocimiento.

Estaba aún en el trabajo cuando recibió la llamada del hospital, sintió que las fuerzas se le iban y trató de mantenerse de pie cuando la enfermera le informaba que Uesugui había sufrido un accidente vehicular.  Sin pensarlo dos veces salió de la empresa hecho un alma que lleva el diablo. Cuando el doctor le dijo que el monje estaba estable y que por suerte no había sufrido daño cerebral, Hisoka pudo respirar tranquilo. El doctor le autorizó ver a su amigo, advirtiéndole que aún no recobraba el conocimiento y fue así como es que terminó cuidando del mayor en aquella aséptica habitación.

 

 

Apretó el botón de regresar y escuchó por vigésima vez aquella canción. Cerró los ojos en medio de la penumbra que lo invadía y se imaginó a Shuichi cantando esa canción. Cantando sólo para él.

 

You only see what your eyes want to see                            Sólo ves lo que tus ojos quieren ver
How can life be what you want it to be                 ¿Cómo puede ser la vida como tu quieres que sea?
You're frozen                                                                            Estás congelado                                                                 
When your heart's not open                                                 Cuando tu corazón no está abierto.

You're so consumed with how much you get                   Te consume tanto lo que quieres conseguir
You waste your time with hate and regret                 Malgastas tu tiempo con odio y remordimientos    
You're broken                                                                        Estás roto
When your heart's not open                                              Cuando tu corazón no está abierto.


Mmmmmm, if I could melt your heart                            Si pudiera derretir tu corazón
Mmmmmm, we'd never be apart                                   Nunca nos separaríamos
Mmmmmm, give yourself to me                                    Entrégte a mí
Mmmmmm, you hold the key                                       Tu tienes la llave.

Now there's no point in placing the blame                Ahora no hay razón para culparse             
And you should know I suffer the same                     Y deberías de saber que yo sufrí lo mismo
If I lose you                                                                           Si te pierdo
My heart will be broken                                              Mi corazón se romperá.

Love is a bird, she needs to fly                                  El amor en un pájaro que necesita volar
Let all the hurt inside of you die                              Deja que muera todo el dolorquee está dentro de ti
You're frozen                                                             Estás congelado
When your heart's not open                                 Cuando tu corazón no está abierto.

Mmmmmm, if I could melt your heart                            Si pudiera derretir tu corazón
Mmmmmm, we'd never be apart                                   Nunca nos separaríamos
Mmmmmm, give yourself to me                                    Entrégte a mí
Mmmmmm, you hold the key                                       Tu tienes la llave.

You only see what your eyes want to see                            Sólo ves lo que tus ojos quieren ver
How can life be what you want it to be                 ¿Cómo puede ser la vida como tú quieres que sea?
You're frozen                                                                            Estás congelado                                                                 
When your heart's not open                                                 Cuando tu corazón no está abierto.

Mmmmmm, if I could melt your heart                            Si pudiera derretir tu corazón
Mmmmmm, we'd never be apart                                   Nunca nos separaríamos
Mmmmmm, give yourself to me                                    Entrégte a mí
Mmmmmm, you hold the key                                       Tu tienes la llave.

If I could melt your heart                                              Si pudiera derretir tu corazón…


Una traviesa lágrima recorrió la mejilla de Yuki.

-Shuichi…-sollozó.

Se enderezó y encendió la luz de su habitación, quitó el disco compacto del estéreo, notó que su celular, que estaba sobre el escritorio, resplandecía. Lo revisó y notó que tenía una llamada perdida de un número desconocido, no le dio mucha importancia y se cambió la ropa por la pijama. Mañana iría a visitar de nuevo al cantante.

 

 

Abrió sus ojos lentamente y lo primero               que vio fue la cara de preocupación de Hisoka.

-¿Estoy soñando?-musitó al ver que el chico se veía más guapo de lo habitual.

-Ya despertaste…-susurró el menor.

Tatsuha alzó su mano con lentitud y acarició el rostro de Ono quién sintió que el estómago se le revolvía y su corazón se agitaba y por más que quiso alejarse, no pudo. Siempre le pasaba lo mismo cuando Tat hacía algo así, nunca leía sus movimientos y se queda inerte.

-Si esto es un sueño…-acarició los labios del chico, quién se sonrojó-No quiero despertar.

Una enfermera entró con la cena del herido, arruinando la bella escena.

-Perdón, ¿Interrumpí algo?-preguntó con inocencia, al ver a Hisoka en una esquina de la habitación, rojo como un tomate.

-Me temo que si…-dijo Tatsuha.

La enfermera se disculpó infinidad de veces, acomodó la cena en la mesa y salió dando un par de disculpas más.

-¿Por qué le dijiste eso?-le preguntó Hisoka, ceñudo.

-Porque nos interrumpió…

-Ahg…tú siempre haciendo o diciendo cosas raras-masculló el chico. Tat sonrió.

Intentó enderezarse para poder comer su cena, inmediatamente una ida se cruzó en su cabeza, esbozó una sonrisa  y fingió estar adolorido.

-¿Estás bien?-se acercó Hisoka, ayudando a enderezarse al mayor.

-No…-mintió-Tengo tanta hambre pero me duele todo mi cuerpo-hizo un puchero.

-No te preocupes, yo te  daré de comer.

-¿En serio harías eso por mí?-le preguntó con ojos brillosos. Y otra vez aquellos molestos síntomas invadieron el cuerpo de Hisoka.

-Cla..claro-suspiró, tratando de ignorar a su estómago y corazón.

Ono acomodó el respaldo de la cama de Tatsuha y acercó la mesa con la bandeja de la comida. Luchó con los palillos pues aún su mano derecha no estaba en condición y por más que se esforzó, no logró darle de comer a su amigo y sólo lo dejó sin cena, pues todo se le cayó al suelo o a la cama.

-Soy un inútil-dijo cabizbajo-debí de haberle hecho caso a la doctora y acepta la rehabilitación.

-No…no lo eres…descuida…ya se me fue el hambre-sonrió con resignación Tatsuha.

El par permaneció en silencio hasta que la risilla de Tatsuha lo rompió.

-¿Qué es tan gracioso?-preguntó ceñudo el menor.

-Nada, tan sólo recordaba la manera de cómo nos conocimos-suspiró.

-Oh…es cierto…yo estaba en el hospital.

-¿Quién lo iba a pensar?

-Lo sé…-el par lanzó un hondo suspiro- Por cierto, ¿No deseas que le hable a tus hermanos?

-Tienes razón…no saben de mi accidente-se llevó un dedo a su barbilla-¿Podrías marcarle a Mika?-Hisoka asintió y sacó su móvil; Tatsuha le dictó el número telefónico.

No pasó ni media hora cuando apareció en la habitación una desencajada Mika.

-¡Por qué hasta ahorita me avisas!-vociferó la mujer-Gracias por la llamada Ono-dulcificó la voz con el jovencito y se inclinó en forma de agradecimiento, el chico sólo asintió.

-Yo no tengo la culpa de que estés muy ocupada y no contestes las llamadas-se defendió Tatsuha.

Mika no dijo nada y se cruzó de brazos.

-Señora Mika, si desea yo puedo quedarme a cuidar a Tatsuha ésta  noche.-interrumpió Hisoka.

-Sería perfecto-dijo el monje.

-Gracias Ono, pero yo cuidaré de mi hermano-le sonrió-Ya es tarde, deben de estar preocupados por ti.

-Bueno…eso es cierto…-se rascó la cabeza-Se me había olvidado-miró a su amigo-Vendré a verte mañana, ¿Si?-el menor de los Uesugui se limitó a  asentir-buenas noches señora.

-Cuídate Ono.-el chico salió de la habitación. Tatsuha le lanzó una mirada amenazadora a su hermana mayor.

-¿Por qué lo hiciste?-le espetó.

-Porque te conozco bien y sé que tus heridas no te impedirán pasarte de listo con él pobre de Ono.

Tat abrió la boca para objetar, pero mejor decidió no decir nada; pues sabía perfectamente que su hermana tenía razón.

 

 

A la mañana siguiente, Yuki se despertó temprano y con temor miró la báscula que estaba en el baño. Tragó saliva y con seguridad se puso encima de ésta. Pegó tremendo grito que asustó a su padre y a Akane, los cuales estaban desayunando tranquilamente. Todo el esfuerzo que había hecho en ese tiempo y tan sólo había bajado medio kilo.

Bajó furibundo a la cocina, se bebió un poco de café y regresó a su habitación para hacer sus ejercicios matutinos. Antes de iniciar su calentamiento le mandó un mensaje a Karma.

-¿Cómo carajos es que te mantienes delgada?-le había puesto en el mensaje de texto.

No recibió respuesta, por lo que el chico no quiso perder más el tiempo y comenzó con sus ejercicios matutinos.

A medio día salió de la habitación arreglado y listo para ir a ver a Shuichi. En la entrada se topó con la no muy grata presencia de su padre quién lo cuestionó.

-¿Se puede saber por cuánto tiempo más vas  a estar aquí? ¿Qué no tienes trabajo?

-¿Te molesta mi presencia?-le respondió.

-Claro que no…es a ti a el que no le agrada estar en Kioto y al ver que has estado por más de dos semanas aquí, comienza a preocuparme-se sinceró el hombre.

-Tal vez compre una casa aquí en Kioto.

Ryuosuke se quedó atónito ante lo dicho por su hijo.

-Y respecto a lo de mi trabajo, le pedí a mi agente que no aceptara ni entrevistas ni nada en la que tenga que hacer acto de presencia, ni loco aparezco en público con semejante cuerpo-su padre asintió, coincidía con Yuki.-Me tengo que ir…-se despidió.

-¿A dónde vas?

-No querrás saberlo-le dijo con una sonrisa pícara. El mayor no insistió.

 

 

Dieron de alta a Tatsuha después del mediodía, por la condición en la que estaba su hermana prefirió que estuviera en su casa y recibiera los cuidados de Midori. Llegando a la antigua casa de Eiri, K-quién llevaba en brazos a un molesto Tat-subió a la planta alta y  llevó al joven herido a la habitación asignada en dónde lo recostó.

-Gracias K, te veo en la sala-le dijo Mika.

-Yes my lady-el hombre rubio hizo el saludo militar y salió de la habitación.

-¿Era necesario que K me cargara?-bufó Tatsuha.

-Sio-dijo tajante su hermana-No quiero que te lastimas más. Tat no dijo nada y se acomodó en la cama.-hablé con los del seguro, por fortuna no fue pérdida total, el auto estará listo dentro de un mes. No quiero pensar la cara que pondrá Eiri cuando se entere de lo que le hiciste a su auto.

-El auto no es de Eiri…

-¿Cómo?-preguntó con sorpresa la mujer-Entonces…

-Papá me lo dio-le interrumpió.

-¿Y eso?

Tat se arrepintió de haber dicho es,  pues su padre le había hecho jurar que no diría nada de lo de su compromiso con Tooru. Sabía perfectamente que el par se opondría a la boda, por lo que el hombre se había  comprometido en decirles a sus hijos de esa decisión a unos días de la unión.

-Porque…¿Por qué un Uesgui no viaja en transporte público?-dijo dubitativo.

-Al parecer  a mi padre se le ha olvidado que tú en moto o en auto eres peligroso-el moreno se ofendió ente el comentario de su hermana.

-No me simpatizas.

-No intento hacerlo…-el monje torció la boca-Bien, tengo que irme al trabajo…-su hermano le ignoró.-Midori se hará cargo de ti.

-¿Dónde está mi celular?-preguntó sin siquiera mirarla.

-En la sala, junto a lo demás.

-¿Podrías decirle a Midori que lo suba?

-Si, claro.

-Gracias…

Mika salió de la habitación y resopló. Iba a ser un poco difícil la convivencia entre ellos en esos días.

 

 

Abrió los ojos lentamente, sentía su cuerpo tieso y sus párpados pesados. Había tenido un sueño, un sueño horrible. Había soñado que perdía la  voz, por fortuna eso había un sueño, o al menos eso pensó Shuichi. Con gran esfuerzo se enderezó y miró en su derredor.

-¿Dónde estoy?-fue lo que articuló pero de su garganta no salió ningún sonido. Volvió a mover los labios pero nada, no tenía voz…estaba pasando lo de su pesadilla o, ¿A caso eso era real? Entró en pánico. Miró detalladamente la habitación y no reconoció el lugar, ¿En dónde estaba?¿Qué le había pasado?, desesperado salió de la habitación estrellándose con alguien .

-¿Joven Shindo?-preguntó el jovencito que estaba encima de Shuichi.

El aludido abrió los ojos, sorprendido de que aquél niño que aparentaba unos dieciséis años supiera su nombre. Shuichi hizo señas para darse a entender.

-Primero que nada, debe de tranquilizarse-le dijo con voz dulce el jovencito quién le ayudó a ponerse de pie-Vamos joven Shindo, lo llevaré a su habitación. -Ante la voz cálida del niño, Shu se tranquilizó un poco. El joven tomó de la mano a un desconcertado moreno y lo guio hacia la habitación. Shuichi tomó asiento en la otomana que estaba cerca de la ventana.-Sé que es difícil pero debe de estar tranquilo, eso fue lo que ordenó el doctor.- Shu hizo unas señas, para darse a entender, tenía tantas dudas en su cabeza.-¡Oh, es cierto!-exclamó el jovencito y salió de la habitación.

Regresó después de unos minutos con una libreta y un plumón. Le estiró las cosas al mayor y éste se apresuró a garabatear. Le enseñó su escrito al otro.

-¿En dónde está? En un onsen-leyó el joven-¿Quién soy yo? Me llamo Tetsuya y soy hijo de Teppei, el hombre que cuida el onsen. ¿Por qué está aquí? Porque el señor lo trajo para que descansara…-Shuichi volvió a garabatear y le enseñó  la libreta-¿Cuál señor?-Tetsuya se puso nervioso y no supo que responder-Ah…yo…es tarde, supongo que ha de estar hambriento. Ahora mismo le digo a mi abuela que le prepare algo-dicho esto Tetsu salió de la habitación.

Shuichi articuló unas palabras, pero ante la ausencia de su voz, Tetsuya no pudo escuchar lo que el chico le dijo.

Yuki se encontraba leyendo un libro cuando su celular sonó, al ver de quién se trataba tomó la llamada.

-¿Qué sucede?-se apresuró a decir.

-Joven Eiri-era la voz de la anciana Natsuki-El joven Shindo acaba de despertar-al escuchar esto, Yuki sintió que el corazón se le aceleraba a tal punto que creyó que se le saldría del pecho.

-¿Cómo está?-preguntó en un hilillo de voz.

-Un poco alterado, pero Tetsu está con él; al parecer mi nieto ha podido tranquilizarlo.

-Bien-suspiró con alivio-Cuídelo muy bien.

-¿Mañana vendrá?

-Me temo que no, lo mejor es que él y yo no nos veamos por un tiempo.

-Ya veo…le mantendré infromado de todo joven.

-Muchas gracias Natsuki.

-Buenas noches.-la anciana cortó la comunicación.

Eiri observó por largo rato su celular mientras que sentía una mezcla de diferentes sentimientos. ¿Sería el momento indicado para aclarar todo con él? O, ¿Debía de esperar?

 

 

Después del trabajo, Hisoka fue a visitar a su amigo a la casa de Mika. Tatsuha le había mandado un mensaje para informarle  que ya lo habían dado de alta y que estaba en casa de su hermana.

-Espero y te gusten las rosas-le dijo a su amigo cuando Midori acomodó en el tocador el florero con las  rosas blancas.

-Me encantan-dijo feliz el monje.

-Te las manda Hiromi…-ante lo dicho, a Tat se le borró la sonrisa.-Me dijo que la disculparas, pero no estaba en condición para venir.-se acercó al mayor y le susurró.-Se peleó con senpai.

Uesugui abrió los ojos ante lo dicho por Ono y dijo:

-Oh…vaya…

Hisoka habló y habló en todo el tiempo que estuvo con su amigo. Le contó de la invitación a hacer un dueto con Suzuki, de la propuesta que una banda de rock le había hecho para que interpretara una de sus canciones, entre otras cosas.

Al ver que ya era tarde, Tat le sugirió a su amigo que podía quedarse a dormir, Hisoka aceptó y estaba por avisarle a su hermano cuando Mika apareció y le ofreció llevarlo a su casa.

-Mañana que es sábado, vendré a verte por más tiempo-le dijo Soka antes de  salir de la habitación.

-Me las pagará Mika-farfulló el joven monje.

 

 

Pasó toda esa noche en vela, después de que la abuela de Tetsuya le hubiera subido la cena, el chico insistió y le preguntó sobre la identidad del “señor”, como lo había hecho su nieto, Natsuki le respondió con evasivas.

Miró el techo y remembró los últimos sucesos que habían ocurrido antes de que despertara en el onsen. ¿Podría ser que el “señor era Yuki? Y con esa pregunta rondando su cabeza fue como pasó la noche.

Al día siguiente, dispuesto a indagar sobre aquello a lo que le negaban una respuesta,  se vistió con el yukata blanco que Natsuki le había dejado y se dispuso a recorrer el gran onsen, habitación por habitación. Detuvo su recorrido cuando Tetsu le llevó a desayunar, fue en ese momento en que conoció al padre de éste. Después del desayuno, el chico continuó su recorrido, entró a una gran sala, que por la manera en la que estaba diseñada, supuso que era  una sala para la ceremonia del té. Entró con paso lento y miró detalladamente toda la habitación, sus ojos se centraron en un cuadro que estaba colgado en una de las paredes blanca. Era el símbolo de la familia Uesugi. Se acercó a él y acarició el vidrio que lo protegía, sin poderlo evitar, Shindo sonrió.

Escuchó pasos cerca de ahí, por lo que decidió salir de la sala, se topó con Tetsuya.

-¿Joven Shindo, desea tomar un  baño en las aguar termales? Shuichi negó con la cabeza. Sacó su libreta y garabateó algo.-Salir a caminar…-el chico se encogió de hombros-¿Quiere que lo acompañe?-volvió recibir una negativa por parte del mayor.-Bien…-el chico sacó algo de los bolsillos y se lo entregó al moreno-Si necesita algo, utilícelo.

Shindo asintió y miró el silbato que el jovencito le había dado.

Salió a respirar el aire fresco, el onsen de los Uesugi estaba en medio del bosque, muy alejado de la civilización. Shindo caminó por los alrededores y a pesar de que el día comenzaba a nublarse, el chico siguió su camino. Cerró los ojos y disfrutó de los ruidos que la naturaleza le regalaba, sintió que algo rozaba su mejilla, por lo que se vio obligado a abrirlos; frente  a él revoloteaba una mariposa  que por su apariencia colorida, llamó la atención de Shuichi.

Fascinado, el joven la siguió.

La perdió de vista después de caminar por largo tiempo, decepcionado intentó regresar al onsen, pues no tardaba en llover. Para su desgracia, tan entretenido estaba en seguir a la bella mariposa que no supo el camino que había tomado. Trató de mantener la  calma , sacó el silbato que Tetsu le había dado y silbó, esperó ahí por largo rato  y al ver que el chico no aparecía volvió a silbar. Las nubes se quebraron dando como resultado una fuerte tormenta, Shuichi silbó de nuevo, desesperado y al ver que no recibía respuesta, corrió sin dirección alguna con la intención de cubrirse de la lluvia.

 

 

-En verdad eres un peligro al volante-le dijo Yuki, con la intención de molestar a su hermano.

-Hey…lo hice para no atropellar a  alguien-se defendió Tatsuha.

Hisoka miraba ceñudo al hermano mayor de Tatsuha, ¿Por qué precisamente él tuvo que aparecer e interrumpir la película que veían?

-Es broma mocoso-el rubio le pellizcó una mejilla, como gesto de cariño. Tatsuha no muy convencido musitó.

-Gordo…

Yuki saltó furioso encima de Tat, importándole nada las heridas de su hermano, le tomó del cuello de la pijama y lo zarandeó.

-Retráctate-le instó.

Hisoka al ver que Yuki no soltaba  a Tat, haló a Yuki en un intento de alejarlo de su amigo.

-¡Lo estás lastimando!-vociferó.

-Tú no te metas mocoso-dijo furioso el mayor y de un golpe botó al chico que calló de sentón. Ono se enderezó y cuando miró enfrente, se topó con la mirada fría de Yuki-¿Quieres pelea?

-No te tengo miedo-le enfrentó Hisoka.

Tatsuha se puso de pie con cuidado y trató de tranquilizarlos y como era de esperarse, el par le ignoró. Yuki dio el primer golpe, el mismo que esquivó Hisoka, rompiendo a su paso el florero con las rosas de Hiromi.  Hisoka le lanzó una patada, que por fortuna Yuki esquivó. Por su sobrepeso, el rubio estaba perdiendo la agilidad en la pelea.

No conforme con eso, Hisoka le dio otra patada de lado, típica en el taekwondo. Derribó a Yuki  y sin pensarlo dos veces alzó su puño dispuesto a golpearlo en la cara. El móvil de Yuki sonó, distrayendo al jovencito, el rubio aprovechó esto y con una patada derribó al jovencito. Con rapidez se puso de pie y salió de la habitación para tomar la llamada.

Tatsuha se acercó a su amigo, quién se había quedado tirado en el piso, mirando el techo.

-¿Estás bien?-preguntó el joven, con una mueca de dolor.

-Si…

Yuki apareció de nuevo en la recámara.

-Esto no se va a  quedar así mocoso…-le instó Yuki-Mejórate Tatsuha-dicho esto salió de la habitación.

Hisoka ayudó a Tat a que se recostara y le ofreció una disculpa.

-Ustedes dos juntos son un dolor de cabeza-fue lo que le dijo el monje.

 

 

Entró al onsen con el ceño fruncido, Mitsuki, Teppei y un cabizbajo Tetsuya lo esperaban.

-¿Qué fue lo que paso?-preguntó Yuki.

-Dijo que quería salir a caminar solo-dijo el jovencito, sin mirar a su señor.-Le di un silbato por si necesitaba algo y cuando salí a buscarlo…no lo encontré…lo siento tanto señor.

-Salimos a buscarlo a los alredores pero nada-continuó Teppei.

-Maldición…-masculló Yuki-Iré a buscarlo.-se calzó sus  zapatos y antes de salir le alborotó el cabello al menor-Hiciste bien Tetsuya-dicho esto, el rubio salió, ignorando las súplicas de la anciana Natsuki.

La tormenta era fuerte, pero eso no le importaba al escritor.

Shuichi en un intento de regresar al onsen, se había caído varias veces e incluso había perdido una de sus sandalias. Tiritando de frío el chico se hizo ovillo en un altar dedicado al dios de aquél bosque. Lloró de la desesperación, creyendo que iba  a morir de hipotermia y sin ser localizado.

Después de un tiempo que se le hizo eterno, el chico comenzó a perder las fuerzas y la consciencia; estaba por cerrar los ojos cuando escuchó a lo lejos su nombre. Inmediatamente reconoció la voz de Yuki, sintió que su corazón se le aceleraba y reunió todas las fuerzas para poder silbar por última vez.

Escuchó unos pasos acercarse, no pudo soportar más y soltó en un doloroso llanto al verlo frente a él, mirándolo con aquellos ojos dorados llenos de preocupación.

-Yuki…-fue el nombre que sus labios articularon y sin pensarlo dos veces, Shuichi se lanzó a los brazos del rubio.

-Todo va  estar bien, yo te cuidaré…mi Shuichi.-Yuki abrazó con fuerza al moreno, quién al escuchar aquellas palabras se sintió seguro y se dejó vencer por el cansancio, cayendo desmayado en brazos del escritor.

Llegó al onsen pidiendo que le prepararan toallas y ropa seca. Por la condición del clima, el doctor no podía ir al lugar para revisar al jovencito inconsciente. Shuichi presentaba una avanzada hipotermia.  

Yuki miraba impotente el cuerpo de Shindo, que tiritaba de vez en cuando, arrastrando los pies se acercó al chico y tocó su frente.

-Maldición…-masculló-su temperatura sigue siendo baja. -Sin pensarlo dos veces, Eiri se quitó el yukata, le quitó al  chico el que llevaba puesto y se recostó junto a él, lo abrazó con delicadeza, como si fuera hecho de porcelana y le dio de su calor corporal con la esperanza de que el chico se recuperara.

 

Notas finales:

La canción se llama Frozen y es de Madonna.


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