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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hola!!!!

Son las dos de la mañana y yo aquí subiendo el cap.

Espero y les guste.

Según mis cálculos, éste sería el capítulo final, pero me falló y pues habrá mercy rain para al rato jajaja, ok no...

Dato curioso de los personajes. Hisoka es piscis *.*, lo sé -.-...y su cumple es el 9 de marzo ;).

Sobre el capítulo:

El inicio fue idea de Mizaki 212, yo sólo redacté la idea q me dió, muchas gracias nena ;).

Veremos a un Tatsuha celoso.

Un Tamaki fraternal y con complejo de papá.

A Hiromi y Yuki trabajar en equipo jajajaa.

Sabremos q paso con karma, pq no respondió al mensaje de Yuki??

Y otra cosa, Shu ya tiene su voz de nuevo, q tal???

La primera canción del fic, q por cierto no puse el lyrics es: No importa que el sol se muera y fue p mayoría de votos.

La segunda canción, la q canta Shu es: Volverte a amar de Alejandra Guzmán.

Y por último, la que le dio nombre a este fic: Mercy rain de mi amado Peter Murphy ;). Imaginénse a Yuki con esa voz taaan preciosa y sexy *.*

http://www.youtube.com/watch?v=VGrrajFPnCc

Qué tal????

Cap dedicado para Verona ;).

Disfrútenlo.

P cierto, después respondo a los rr!!! estoy muerta u.u

 

 

Aquella mañana del viernes, Ayaka se despertó antes que su esposo y se apresuró en preparar el desayuno. Había recibido esa gran noticia el día anterior, pero Hiro llegó pasada de la medianoche por lo que no pudo decirle nada.

Mientras batía la masa de hot cakes la chica sonrió, su corazón se aceleraba de tan solo pensar la cara que pondría Nakano ante la noticia. Escuchó unos pasos y el abrir y cerrar de una puerta, corrió hacia la puerta del baño y aporreó.

-¿Te vas a bañar?-le preguntó.

-Si…-entre bostezos respondió el joven.

-Estoy preparando hot cakes.

-Gracias…

La castaña regresó a la cocina y siguió con su labor.  Cuando Hiro apareció en el comedor, se llevó una gran sorpresa: la mesa estaba adornada con un florero lleno de rosas blancas, la vajilla de lujo, hot cakes decorados con chispas de colores  y a lado de su plato había un mameluco de color blanco.

-Buenos días amor-le saludó Ayaka, Hiro se acercó a su esposa y le dio un beso.

-Buenos días-Nakano tomó asiento y miró con duda el mameluco-¿Y esto?-señaló la prenda.

Ayaka se sonrojó.

-Ayer me tocó ir al doctor…

-¡Oh! Es cierto…perdón Ayi…se me olvidó por completo…tanto trabajo-el hombre se llevó las manos  a la cabeza.

-No te preocupes Hiro-la joven se encogió de hombros-Pues ayer me dio muy buenas noticias…

-¿De verdad?-el pelirrojo miró con ojos brillosos a su esposa-Estas muy bien de salud entonces.

-Sí, tan bien estoy que…-haló todo el aire -Oh Hiro…estoy embarazada-exclamó.

Hiro se fue de espaldas, cayendo con todo y silla.  Ayaka se puso de pie de un salto y ayudó a su marido.

-Voy a …¿Voy a ser papá?-murmuró, incrédulo.

-Si…

-¡Voy a  ser papá!-gritó con júbilo el joven, cargando a su esposa.

 

 

Capítulo 43

Una problemática serenata.

 

 

-¡Agh! ¿Por qué no me despertaste?-vociferó Hisoka, mientras trataba de vestirse.

-Lo hice tantas veces que perdí la cuenta-bostezó Tatsuha, alborotando su cabello aún más.

Hisoka torció la boca y se fue rápido a cepillarse los dientes.

-¿Pido servicio a la habitación?

-No…-gritó el mestizo.  Tatsuha se puso de pie y caminó hacia el baño.

-¿Y qué piensas desayunar jovencito?-el mayor se recargó en el umbral de la puerta. Hisoka hizo unas señas con la mano derecha, mientras se cepillaba los dientes con la otra. Se enjuagó y limpió con una toalla.

-Comeré  después…-pasó de largo a su amigo y buscó su celular y demás cosas personales.

-Hey…-Tatsuha lo tomó del brazo y le obligó a que lo mirara. El corazón de Hisoka se aceleró ante la cercanía de su amigo.-No pienso dejarte ir al set si no comen algo.

-Pero no tengo hambre…-musitó casi en un hilillo de voz.

Tatsuha le miró con mirada escrutadora y soltó el brazo del chico.

-¿Y si te desmayas en medio de la filmación?

-Eso no va  pasar-le sonrió Hisoka. Unos aporreos en la puerta los distrajo. -Creo que es el señor Tamaki…-el jovencito tomó sus cosas y caminó hacia la puerta-Nos vemos al rato, disfruta del mar…-le volvió a sonreír y salió de la habitación. Tatsuha lanzó un hondo suspiro. Volvió a la cama y se recostó. Cerró los ojos y recordó cómo es que había pasado la noche junto a Hisoka, pegados uno del otro, puesto que el chiquillo lo había confundido con su oso de felpa. Soltó una risilla boba.

-Si para él soy como Bonny Babú, con eso me conformo…-musitó al aire.

 

 

 

Por más que comía frituras o pasteles, sus antojos no eran calmados. En verdad deseaba comer todo lo que Yuki había probado en México. Cerró el diario y lanzó un bufido; se paseó por la habitación por unos minutos, salió al jardín y miró el cielo azul, tomó una sienta ahí, recostado encima del verde césped hasta que Teppei lo tomó en brazos y llevó al interior de la casa. Bebió té de rosas junto con una tarta de sakura, habló por largo rato con Natsuki y después se fue a tocar el piano.

Después de la comida regresó a su habitación para retomar su lectura, aunque sabía que sería una tortura, puesto que las descripciones de los platillos provocaban su gula y ya estaba fastidiado de leer y leer lo bello que eran los ojos de Alicia y lo preciosa que era la sonrisa de la mujer. Le costaba trabajo admitir que la chica había calado hondo en Yuki y que éste se había convertido en un ser dependiente de la chica.

Lanzó un hondo suspiro y sonrió, en definitiva los mexicanos era muy románticos. Leyó varias veces el momento en que Yuki presenció la declaración de amor de Pamela-la amiga de Karma-y deseó que  a él también le llevaran serenata.

-Ver a Yuki vestido de mariachi sería algo tsundere…-pensó Shu y rio, aunque esa risa nunca salió de su garganta. Siguió leyendo.

Su sonrisa se amplió y se irguió al leer los halagos que hacía a la voz del moreno, en comparación a la voz desafinada de su intérprete. Inmediatamente la sonrisa se borró y un nudo en su graganta se formó.

-Mi voz…-pensó-¿Ya no regresará?-abrió la boca y articuló su nombre pero ningún sonido salió de su garganta. Recordó las recomendaciones que Natsuki le había dicho. Sólo era cuestión de que no se estresara y su voz regresaría tarde que temprano. Cabizbajo continuó con la lectura, tratando de distraerse un poco con eso.

Sintió un vacío en el estómago cuando leyó la razón del por qué le había mandado aquellas fotos a Mika.

“…por más que me esforzaba en sonreír y verme feliz no lo lograba. Alicia tuvo que hacerme cosquillas para sacarme un par de risas. Si vieras las fotos, seguro y no me reconoces…”

Sintió pena por la chica cuando Yuki escribió la historia de ésta.

“-¿Tú también te sentiste así Shuichi?¿Tú también sentiste que te ibas a morir?...”

Shuichi asintió, respondiendo a la pregunta que Eiri escribía en su diario.

-Y creí que iba a morir…-pensó.

Siguió leyendo, temeroso de que pasara algo que a él no le agradara entre ese par de borrachos. Dio vuelta  a la página y leyó una nueva fecha, torció la boca al ver que no venía más. Leyó los estragos de la borrachera y de lo que había comido para bajársela; lanzó unas maldiciones al leer la exquisita descripción que hacía su ex amante de ese platillo.

“Me desperté pasadas de las siete de la tarde y decidí ponerme a escribir. He analizado la historia de Alicia y pensé en ¿Qué pasaría si tú tuvieras una enfermedad como la de ella?

La verdad es que me dio miedo de sólo pensarlo; haría lo que fuera para verte estable y bien, aunque sé que tú ya tienes a alguien que se preocupa por ti…

Agradezco a Buda de que está sano, muy sano…

¿Lo estás verdad?...”

-Lo estaré hasta que recupere mi voz…-pensó Shuichi.

 

 

 

-Buen trabajo-corearon todo el equipo de X.MR. cuando finalizaron de hacer las primeras tomas en la playa del video de Tamaki. Ya pasaban de las cinco cuando el equipo regresó al hotel.

-Ah, estoy muerto-resopló Hisoka, despeinándose.

-Felicidades chibi-le frotó la espalda Hiroki.

-Gracias señor…

-Por cierto, ¿A tu amigo no le molestó compartir habitación contigo?-le preguntó el Dj, caminado hacia el hotel junto a su compañero. Hisoka se puso rojo y rio con nerviosismo.

-Creo que no…-musitó, recordando cómo es que había despertado: encima de Tatsuha y abrazándolo posesivamente.

-Eso está bien-sonrió Tamaki-veo que ustedes se llevan muy bien.

-Pues…si-Hisoka se rascó la cabeza.

-Y noto que él tiene  sentimientos muy fuertes por ti…

-Si…es mi mejor amigo-respondió el chico, sin entender a lo que se refería el mayor. Tamaki parpadeó sorprendido y sin más sonrió; frotó la espalda del chiquillo y exclamó.

-En definitiva eres un chibi capullo.

Se separaron en la entrada del hotel, mientras que Tamaki iba  al restaurante, Hisoka se dirigía hacia su habitación para cambiarse; no iba perder esa gran oportunidad de disfrutar del mar.

Mientras salía del ascensor marcó a su amigo para que juntos fueran a la playa y poder disfrutar de la puesta del sol. Lo encontró postrado en un camastro a las orillas de la piscina. Su corazón se aceleró y disfrutó de las mariposas que revoloteaban en su estómago.

-Yo también soy un bobo hermana…-se dijo a sí mismo-Pues yo también me  conformo con estar cerca de él y disfrutar de su presencia.

Tatsuha notó la presencia de Hisoka por lo que le miró de pies a cabeza y sonrió al verlo en traje de baño.

-¿Listo?-le preguntó mientras se ponía de pie.

-Sip-y sonrió, correspondiendo al gesto de su mayor.

 

 

Hiro miró su celular antes de salir de N.G. lanzó un pronunciado suspiro al ver que Shuichi no había regresado sus llamadas.

-¿Sigue sin responder?-le preguntó Suguru.

-Si…me preocupa.

-Supongo que ha de tener mucho trabajo-terció K.

-Tal vez…-musitó Hiro, cabizbajo.

-Anda Hiro-le frotó la espalda Fujisaki-Festejaremos cuando Shuichi se desocupe y sirve que les presento a mi novia-Muero por conocerla-dijo K.

-Será una gran sorpresa-le guiñó el ojo Suguru.

Hiro sacó las llaves de la moto y se puso su casco. Había quedado con Ayaka de festejar ese día después del trabajo, por lo que pasaría por su esposa para llevarla a cenar.

-Mándale felicitaciones a miss Nakano-le dijo K cuando su amigo se montó en su vehículo.

-Gracias-el pelirrojo encendió su moto y arrancó, dejando un camino de humo.

Sakano apareció, pues se había quedado charlando con Mika.

-Vaya noticia la del joven Nakano-les dijo, ajustando sus lentes a la nariz.

-Si…-dijeron al unísono K y Suguru.

 

 

Pestañeó varias veces y dejó de lado el onigiri que estaba comiendo, no sabía si sentir asco por lo que había leído o botarse de la risa.

Shuichi había iniciado el segundo diario de Yuki, en donde éste narraba su regreso a Japón por la “enfermedad” de su padre.

-El señor estaba estreñido…-pensó y  optó por su segunda opción, el reírse de eso. Tan sólo el pensar en la cara de su ex pareja al enterarse de semejante cosa le hizo retorcerse de la risa; enjugó unas lágrimas y siguió leyendo, aun riendo. Dejó de lado la comida que Teppei le había subido por si salía otra cosa así en su lectura.

 

 

-¡No puedo!-vociferó Hisoka, rojo como un tomate.

-¡Vamos Ono! Sólo es una insinuación, no tienes que besarla.-resopló el director del video.

-Pero…-el jovencito hizo un puchero. Miró a la actriz quién sonreía con diplomacia- Lo siento mucho señorita, usted es muy bonita sólo que…

-No se preocupe joven-dijo la actriz-Supongo que ha de ser difícil…

-Bastante-y se puso aún más rojo.

Tamaki lanzó un bufido, se puso de pie y caminó hacia la pareja, dejando atrás su silla.

-Chibi, ¿Hay alguna persona que te guste?-le preguntó el Dj con seriedad.

-¿Eh? Bueno…si…-se encorvó abochornado.

-Entonces imagínate que es esa persona-le sonrió. Ono abrió los ojos y miró a la actriz que asentía.

-Bueno…yo…yo lo intentaré…-frunció el ceño. Pidió un poco de tiempo para concentrarse cuando estuvo listo, reiniciaron las grabaciones.

Lograron grabar esas escenas con éxito y todo gracias a que Ono se imaginó a Tatsuha.

Cuando regresó al hotel, se sintió tan mal de haber pensado en Tatsuha de esa manera, que lo evitó por el resto del día. Apagó su celular ante la insistencia de su amigo. Cuando Tatsuha regresó a la habitación; ya casi anocheciendo, se encontró con Ono quién fingía dormir, dando la espalda a la puerta.

-Hisoka-susurró el moreno. El aludido apretó más los ojos y no dijo nada-Supongo que tuviste un día pesado…-murmuró Tat.

Se quitó la ropa y se quedó sólo en calzoncillos, se recostó y observó la estrecha espalda del menor, alzó una mano con intención  de acariciarla pero la detuvo en el aire.

-Te extrañé mucho…-dijo el monje.

Ante estas palabras, el mestizo abrió los ojos y temió que su amigo se diera cuenta de las palpitaciones tan aceleradas de su corazón.

-Yo también te extrañé.-pensó Hisoka.

 

 

Para el domingo, Shuichi ya había finalizado de leer el segundo diario de Yuki. De tan sólo pensar en todas las cosas que había escrito el rubio acerca de él y de sus sentimientos le provocaba que la llama de la esperanza incrementara. Ya no podía mentir y engañar  a su corazón, seguían amando al escritor.

Esa mañana del domingo, Shuichi despertó feliz y enamorado. Desayunó con una sonrisa en sus labios, para alegría de la familia Baba. Al finalizar el desayuno, se fue hacia el jardín en donde siguió con el tercer diario. El odio hacia Karma cambió a celos, pues se notaba a leguas que aquella mocosa tenía un fuerte poder sobre Yuki, lo que decía ella, el rubio  no lo pensaba del todo y le hacía caso. Sentía celos de ella, aunque muchas de las cosas que había dicho la mujer le beneficiaban al cantante. Por curiosidad siguió leyendo.

Un nudo en  su garganta se formó cuando leyó la despedida de Yuki.

“Me resulta doloroso la decisión que he tomado, pero creo que es por el bien de los dos. Me olvidaré de ti Shuichi, guardaré todos los recuerdos en el fondo de mi corazón y…”

A continuación se vio un rallón en la hoja. Abrió los ojos de sorpresa y recodó cuando fue a reclamarle al rubio sobre lo que él “supuestamente” le había dicho a Hiromi.

- …l estaba escribiendo…-remembró. Cerró los ojos y se recriminó por la actitud que había tenido y  lo que le había dicho al rubio.- …l tiene razón…él sería incapaz de hacer algo así… -su corazón se estrujó al remembrar la cara de desconcierto del mayor. Cerró el diario y lo abrazó, una traviesa lágrima recorrió una de sus mejillas-Perdóname Yuki…

 

 

Por el resto del viaje a Okinawa, Hisoka se mantuvo un poco distante de su amigo, quién desconcertado por eso, esperó a Ono fuera del hotel. El grupo de X.M.R. llegó a las ocho de la noche, aproximadamente.

-Tú ven conmigo-dijo serio Tatsuha cuando el chico apenas bajaba del vehículo. Lo tomó del brazo y lo haló hacia el hotel.

-Espera…¿Qué te sucede?-espetó Hisoka, desconcertado.

-Eso es lo que yo me pregunto-respondió el mayor.

Soka se soltó del agarre cuando llegaron a la zona de la piscina.

-No sé a lo que te refieres-masculló el chico, desviando  la mirada.

-No sé por qué razón me estas evitando.

-No te estoy evitando, simplemente he tenido mucho trabajo y estoy muy cansado.

Tatsuha le tomó de la barbilla y le obligó a mirarlo.

-¿Es en serio?

A Hisoka le temblaron las piernas y sin poderlo evitar cayó de rodillas. Tatsuha le ayudó a ponerse de pie.

-Lo siento…en verdad estás muy cansado-se disculpó, tomando en brazos a su amigo. Ono no dijo nada y sólo cubrió su rostro rojo en el pecho del mayor.

Uesugi pidió servicio a la habitación y llenó de atenciones a su amigo, quién no decía nada y sólo asentía y obedecía al mayor.

Después de cenar, disfrutaron del cielo oscuro y lleno de estrellas mientras estaban sentados en los camastros que estaban en el balcón de la habitación.

-¿Ya estás mejor?-le preguntó Tatsuha, Ono sólo asintió-Lo siento mucho en verdad…no pensé en lo mucho que has trabajado esos días…fui muy egoísta.

-No importa-habló por fin Hisoka.

-Es sólo que no me gusta que tengas secretos conmigo…soy tu amigo, ¿No?-analizó sus palabras y se reprochó, exigía sinceridad cuando él no la tenía.-Olvida lo que dije, ¿Vale?-se apresuró a decir y acarició el rostro de su amigo. Ono se puso rojo y quiso alejarse pero las fuerzas se le fueron, como siempre le sucedía cuando estaba cerca de Tatsuha.

 

 

El lunes llegó y Shuichi terminó de leer el tercer diario, el cual tan sólo tenía escrito menos de la mitad. Inspirado se fue hacia la habitación en donde estaba el piano y comenzó a tocar. En sus momentos que se tomaba para descansar un poco la vista, se dedicó a componer una melodía; misma que ese día estaba tocando para modificar algunas cosas.

Satisfecho de su gran trabajo y al ver que ya no tenía otra cosa que hacer, el jovencito optó por tratar de escribir la letra para aquella melodía. Y así pasó una semana más.

 

 

Eiri recibió por fin la respuesta de Karma, respecto a como es que ella se mantenía en forma.

-¿Por qué tardó tanto tiempo esta enana?-masculló, ignorando a Hiromi.

-Hey, deja de  ver tu celular-le regañó la chica.

-Lo siento, pero es algo importante -y sin más salió de la sala de ensayos de la disquera X.M.R.

-Si engordo más, será tu culpa-le escribió a su amiga.

-Sorry sorry…pero es que no tenía celular.

-¿Otra vez se te perdió?-y el rubio chasqueó la lengua.

-Jajajaja…bueno fuera…pero nop, en el hospital no aceptan ese tipo de cosas.

-¿Hospital? No me digas que…

-Nada grave, tan sólo sufrí de una convulsión. Mala yerba nunca muere.

Yuki sintió que el corazón se le comprimía.

-¿Cómo estás?

-Mucho mejor, ya me dieron de alta y estoy en casita.

-Cuídate enana, recuerda que me debes una degustación de mole.

-Jajajaa…creí que dirías que sin mí morirías. Mal plan Eiri.

Yuki esbozó una sonrisa a Karma nunca se le iba el sentido del humor, por muy mala que estuviera la situación, eso le agradaba.

Siguieron hablando hasta que una furibunda Hiromi le hizo que regresara a la sala de ensayos.

 

 

Tatsuha y Hisoka regresaron a Tokio el martes primero de septiembre. Antes de que el jovencito se alterara por el viaje en avión, el doctor asignado lo sedó, por lo que en todo el tiempo que estuvieron en el aire, Hisoka durmió profundamente.

Ese tiempo, Tamaki aprovechó para platicar más con Tatsuha, al cual notó muy interesado en su chibi capullo.

-Veo que te llevas muy bien con chibi…-soltó sin más Tamaki.

-Si…tenemos mucho en común-respondió el monje, mirando a su amigo dormir.

-Eso ya lo noté…-Tamaki miró al joven con ojos escrutadores-Y tú estimación va más allá de lo normal…

-¿A dónde quiere llegar?-preguntó con incomodidad el moreno.

-A nada-y soltó una carcajado el Dj.

Tatsuha le miró con suspicacia.

-No le creo…

-Bien-dejó de reír y volvió a ponerse serio-Seré honesto-carraspeó-Yo quiero mucho a chibi, de hecho le amo como si fuera un hijo para mí…así que comprenderás que me preocupo por su bienestar y por la gente que le rodea. No sé si Hiromi ya lo notó y si es así, no sé qué es lo que opine al respecto, pero hablaré por mí.- observó todas las reacciones de Uesugi y continuó.-Se nota a leguas de que tus sentimientos no son los de un “amigo”, tú vas más a allá.

-¿Soy tan obvio?-dijo con cinismo el monje.

-Para la gente más grande, si…para chibi, me temo que no-suspiró.

-Si lo que le inquieta es que yo me quiera pasar de listo, no se preocupe. Le amo tanto que soy incapaz de lastimarlo. Sé que Hisoka es un pollito que acaba de salir del cascarón.

-¡Es un chibi capullo!-vociferó Tamaki-Aún no sale de su capullo, no sabe de la vida.

-Pues a mi parecer es un hiyoko, que comienza a aprender de la vida-le refutó el menor.

Tamaki no quiso necear.

-Como sea…-chasqueó la lengua y se cruzó de brazos-Si me entero que haces llorar a chibi u lo obligas a algo que él no quiere-le miró con ojos amenazantes-…tendrás problemas conmigo y mi mujer…y créeme, Dresde es peor que yo-le instó.

Tatsuha iba  decir algo, peor Tamaki regresó a su lugar. Ese sujeto le amenazaba, nada que ver con la reacción de Hiromi.

-Vaya…-sonrió y acarició el rostro de su amor-hay mucha gente que se preocupa por ti…-le susurró.

Para el resto de la semana, Tatsuha y Hisoka no se vieron, mientras el menor se pasaba horas y horas entre la disquera, algunas televisoras y demás lugares; Tatsuha disfrutaba de sus vacaciones; de hecho, el monje había aceptado en ir a un bar con sus compañeros de clase. Fue ahí en donde se topó con la revista Rollingstone, en dónde salía Hisoka en la portada.

-¿Es nueva?-le preguntó a uno de sus compañeros, quién la había comprado en el camino.

-Sí, salió hace tres días.

Tatsuha pidió hacer una escala en algún puesto de revista para comprarla.

-No sabía que te gustaba ese Dj-le comentó otro de sus compañeros.

-Comienza a gustarme-dijo el moreno.

Después de beber y disfrutar de una buena charla, el grupo de universitarios optó por pasear por las calles de Shibuya, fue ahí que  Uesugi aprovechó para comprar todos los álbumes del Dj Tamaki.

Fue hasta la tercera semana que Hisoka y Tatsuha pudieron verse de nuevo. El chiquillo había invitado a su amigo a un concierto, de hecho era el concierto de Suzuki, quién había hecho dueto con Ono y ése día presentarían la nueva canción.

Ese viernes, Tatsuha se compró ropa para estrenarse y verse muy bien en el concierto. Estuvo junto a Hiromi, Tamaki , Dresde  y el esposo de la cantante-quien era un afroamericano-en la zona V.I.P.

-La siguiente canción la compuse con la idea de que alguien la cantara junto a mí…-habló Suzuki-ese “alguien” es un joven muy talentoso y muy querido para mí…denle un fuerte aplauso a Hisoka Ono-de la nada apreció un tieso Hisoka, quién sonrió tratando de cubrir su nerviosismo. La gente al verlo gritó y aplaudió más fuerte.

-Vamos manis-gritó Hiromi.

-Chibi…chibi…-corearon el matrimonio Hiroki.

Ono se sonrojó al ver a Tatsuha mirarlo con ojos brillosos.

La melodía comenzó y el jovencito comenzó a cantar. Como iba avanzando la canción, Uesugi sentía que los celos lo iban invadiendo, era su imaginación o ¿Aquella mujer le coqueteaba a su Hisoka? La mujer se acercaba de una manera muy peligrosa al chico y éste al parecer no reaccionaba a su coqueteo o tal vez si y lo aceptaba gustoso. No aguanto más y antes de que terminara la canción, salió del lugar.

Cuando el concierto llegó a su fin, Ono notó que su amigo no estaba.

-Se fue sin decir más…-le había dicho su hermana.

Ignorando la invitación de Suzuki y los demás para festejar, Hisoka se dirigió hacia el apartamento de su amigo.

Tatsuha le recibió ceñudo.

-¿Puedo pasar?-preguntó inseguro el menor.

Uesugi no dijo nada y se hizo a un lado para darle paso al chiquillo.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó-¿No deberías de estar con esa mujer?

-¿Cuál mujer?-preguntó el menor, sin entender por qué la actitud del monje.

-Esa tal Suzuki.

-No quise a ir a festejar, la verdad es que estaba preocupado por ti-y sin poderlo evitar se sonrojó.

-Estoy bien.

-¿En serio? Te noto muy molesto.

-No es nada-masculló y desvió la mirada de la de su menor.

-Vamos Tatsuha, dime…¿Hice algo malo?-insistió el mestizo.

El mayor quiso decirle que sí, que estaba molesto porque había permitido que esa mujer le coqueteara. ¡Eres sólo mío y de nadie más!-deseó decirle.

-¿Ella te gusta?-le dijo, sin darse cuenta de lo que hacía.  Se recriminó al ver la cara de sorpresa de chico.

-¿Gustarme? ¿La señora Suzuki? ¡Para nada!

-¿Entonces? Parecía como que…

-La respeto y comienzo a tomarle cariño-sonrió Hisoka-Es muy linda…

-Muy linda…-masticó esas palabras el moreno-Pues si ella no te gusta, tú si le gustas a ella.

-¿Gustarle?-Ono abrió los ojos aún más y soltó una carcajada.

-No le encuentro lo gracioso-bufó ceñudo Tatsuha.

-¡Para nada!-dijo el chico, ignorando el comentariodel otro-Ella es así con todos, es coqueta por naturaleza…-continuó Ono-A caso ¿Eso fue lo que te molestó?

-Yo…-el monje no supo que decir y balbuceó-Bueno…lo que pasa es que…ella es muy grande para ti y tú eres sólo un hiyoko…

-¿Un pollo?-preguntó con desconcierto.

-Así es…-se cruzó de brazos-Apenas acabas de salir del cascarón y no sabes nada de la vida y como tu amigo, tengo que cuidarte…

Ono pestañeó y torció la boca. Ahora él era el molesto, ¿Cómo que era un pollo que acababa de salir del cascarón?

-Tu comentario me ofende-dijo ceñudo.

Tatsuha sonrió al ver la carita de su amigo, le encantaba esa cara de enojo.

-Eres mi hiyoko…-dijo para molestar aún más al chico.

-¡Cállate!-bufó y se cubrió los oídos-Toleraré ser un chibi capullo pero…un pollito jamás.

-Es peor lo del chibi capullo-recalcó el monje.

 

 

Agosto había pasado volando para Shuichi, quién se desesperó al ver que ya era septiembre y su voz no había regresado.

Para tratar de calmar las ansias, el jovencito se encerró en la habitación con el piano. Aquél martes ocho de septiembre había amanecido soleado y se pronosticaba un día templado con posibles lluvias.

Natsuki estaba preparando la comida cuando oyó una voz dulce que provenía de la planta baja. Con desconcierto caminó en dirección de aquella preciosa voz y con cautela abrió la puerta de la habitación, dio un grito ahogado al ver que aquella voz era la del joven Shindo. La anciana  permaneció en silencio y se enjugó sus lágrimas. Shuichi estaba tan sumergido en la música que no se dio cuenta que su joya más preciada había regresado.

 

…Porque siempre caigo rendido cuando tú me llamas

Porque siempre a cada minuto te vuelvo a extrañar.

Eres para mí desde que te vi

No te dejo de pensar

Y es que tengo tanto miedo de volverte a amar…

 

Dejó de cantar y dio un respingo cuando escuchó unos fuertes aplausos, se volteó y miró a la familia Baba mirarlo con ojos brillosos.

-Joven Shindo…su voz…-dijo Teppei.

-¿Qué tiene mi voz?-dijo  y de inmediato reaccionó. Se puso de pie de un salto y gritó-Mi voz.

Dio saltos por todo el lugar para después pedir que le ayudaran a hacer las maletas. El chico salió del onsen con un pequeño morral en donde venían los diarios del rubio, la libreta en donde él había escrito algunas canciones, su celular-el cuál había estado guardado- y un bento.  Teppei junto  a su hijo llevaron a Shindo hacia la estación del shinkansen.

-Suerte joven Shindo-le dijo el hombre y le dio un poco de dinero.

-Muchas gracias por todo-hizo una inclinación-Espero volverlos a ver.

-Esperemos que sí-sonrió el mayor.

Tetsuya abrazó al cantante y le hizo jurar que si regresaría junto al señor Eiri al onsen.

-Espero que así sea-musitó abochornado el moreno.

Cuando llegó a Tokio, Shuichi decidió quedarse en casa de sus padres. Al llegar, disfrutó de la gran bienvenida que le daba su familia. Después de comer con sus padres y su hermana, le pidió a Maiko el cargador para su celular. Deseaba hablar con Hiromi y ofrecerla una disculpa.

 

 

-Lo siento…estoy muy ocupada ahorita-dijo la chica en tono cortante.

-Entiendo…-se oyó la voz desanimada de Shuichi.

-¿Estás en tu apartamento? Porque si llego a estar libre, tal vez pueda ir a verte-Hiromi enredó un dedo en su cabello.

-No, estoy en  casa de mis padres.

-Ya veo…-la chica miró a Yuki quién le observaba con ojos brillosos.

-Si quieres puedo pasar por ti cuando te desocupes-insistió Shu.

-¿Eh? ¿Cómo?...no te escucho…

-Que si quieres…

-Ay lo siento pero creo que se está yendo la señal…¿Cómo?-y sin más cortó la comunicación. Lanzó un hondo suspiro y miró con ojos llenos de odio al rubio que estaba sentado frente a ella-En verdad eres muy molesto-masculló.

-¿En dónde está?-preguntó Yuki, ignorando el comentario de Hiromi.

-En casa de sus padres-torció la boca.

-Sigue siendo tan transparente-sonrió-¿Y qué tal su voz?

-Se escuchaba bien.-farfulló.

-Muy bien-Eiri se puso de pie.-Vamos para su casa.

-¿Eh? ¿Ahorita?-se levantó de un salto.

-Si…no quiero perder más el tiempo.

-Aún no creo que estés listo…-dijo dubitativa la mestiza.

-¿A qué te refieres con eso?-le miró con ojos amenazantes-¿A caso es por mi gordura?

-No me refería  a eso…-se apresuró a decir la chica-Que pensándolo bien…-le miró de pies a cabeza.

Yuki gruñó y salió del apartamento de Ono.

-¡Espera!-la chica corrió para alcanzarlo-Necesitamos pasar a la disquera por mi guitarra y el amplificador.

-Bien…

Pasaron por Mizuki y en el camino hacia la disquera, Yuki le mando un mensaje a su amiga mexicana. Cuando estuvo fuera de la casa de Shindo, recibió la respuesta. Karma le había mandado una foto de sus mascotas, las cuales tenían un letrero que decía:

Mucha suerte”

Sonrió y miró a Hiromi y a Mizuki, quién había sido su chofer.

-¿Estas lista Ono?-le preguntó a su rival.

-Sigo pensando que es una locura-masculló.

-Me gusta tu actitud-dijo con sarcasmo el rubio.

Hiromi y Yuki apearon del vehículo, la chica conectó su guitarra acústica en el amplificador inalámbrico y en otro conectó un micrófono.

 

 

 

Shuichi leía unos mangas en su habitación cuando escuchó una melodía en guitarra acústica. Pestañeó varias veces, era su imaginación o alguien tocaba fuera de su ventana. Escuchó con detenimiento y su piel se erizó al notar una voz varonil y grave cantar en inglés.

 

Would you walk with me tonight?                                       ¿ Caminarías conmigo esta noche?
Could you run where the lovers run?                                  ¿Podrías correr hasta los amantes corren?
Would you stay with me tonight?                                      ¿Te quedarías conmigo esta noche?

 

No podía ser cierto, o ¿Si? De un salto se puso de pie y caminó a grandes zancadas hacia su ventana, alejó las cortinas y sufrió de un vuelco en el corazón, allá fuera, enfrente de su ventana, Yuki y Hiromi estaban dándole una serenata. Hiromi desvió la mirada mientras que el rubio sonreía.

-Yuki…-susurró al ver al rubio cantar.

Will you forgive me if I rush                     Me perdonarías si me apresuro
When I tell you I am yours                      cuando te digo que soy tuyo…
As we run where the lovers run           cuando corremos a donde los amantes corren.

Umm, run with the sound                               Corre con el sonido
I won't let you down, down, down               que no te decepcionaré
Let you down                                                  no te fallaré
Run with the sound                                      corre con el sonido
I won't let you down                                   no te decepcionaré

Would you swim from the river's edge?                           ¿Nadarías en el borde de los ríos?
Could you jump where the lovers jump?                          ¿Podrías saltar en donde los amantes saltan?
Would you stay with me tonight?                                    ¿Podrías quedarte conmigo esta noche?

Let's be the runners in the mercy rain                Seamos los corredores en la lluvia de la misericordia
Be my bridge when I fear to cross                      Sé mi puente en donde temo cruzar
As we run where the lovers run                         Cuando corramos  a donde los amantes corren.

Run with the sound                                            Corre con el sonido
Won't let you down                                           No te decepcionaré
I won't let you down, down, down                 Que no te decepcionaré
Let you down                                                    No te fallaré
Run with the sound                                        Corre con el sonido
Won't let you down                                      No te decepcionaré…

 

Hiromi dejo de tocar la guitarra y miró a su amigo y amor. Trató todo lo que pudo de no llorar. Allá en la ventana, Shuichi miraba con ojos llenos de amor a Yuki, mientras varias lágrimas corrían por sus mejillas.  Los vecinos habían salido de sus casas y cuchicheaban.

-¿Qué es eso hijo?-preguntó su padre.

-Nada papá-se apresuró en decir el chico, alejándose de la ventana.

-Pero si escuché música…-continuó su mamá.

-Si…se escuchó una voz de hombre-dijo Maiko.

A lo lejos se escuchó una sirena de la policía para ver el caso de vandalismo que habían reportado en su departamento.

Shuichi al escucharla salió de su habitación corriendo.

-Oh no…-murmuró Mizuki, al ver aparecer a la patrulla. Salió de su vehículo que estaba a una larga distancia y corrió  para ayudar a su amigo y a la jovencita.

-No puede ser…-masculló Yuki-Corre Ono.

-¿Qué?

-Qué corras antes de que nos detengan.

-Pero…-el rubio chasqueó la lengua y tomó de la mano a la soprano, la haló y obligó a correr-Waaa…mi guitarra…-gritó la chica.

Cuando Shuichi salió de su casa seguido por su familia,  la patrulla había pasado siguiendo al par.

-Joven Shindo-gritó la editora agitada.

-Mizuki…

-Espere aquí…-la chica regresó sobre sus pasos y subió a su auto.

La madre de Shu y Maiko recogieron los instrumentos de la jovencita. El auto de Kana frenó enfrene de la casa de los Shindo, el moreno se montó en él y siguieron a la patrulla. Cuando lograron alcanzarlos, los policías ya llevaban esposados a un ceñudo Yuki y a una Hiromi hecha un mar de lágrimas.

Sin mucha delicadeza obligaron a la mestiza a subir al vehículo.

-¡Oye! Ten un poco de delicadeza con la señorita-espetó Yuki.

El otro policía empujó al escritor y éste cayó de bruces sobre el asiento trasero. Cuando tuvieron dentro del auto al par, cerraron la puerta y arrancaron en dirección a la estación de policías.

-Maldición…-masculló Mizuki, siguiendo al auto.

-Yuki…Hiromi…-musitó Shu, preocupado.

 


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