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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

Hoooooola.

La kozzha de nuevo en acción.

Espero q mis lectoras no se enfaden p este cap pero esq  necesitaba poner esas cosas.

Otra cosa, hay nuevo personaje y es más kawaii q Hiromi, jojojo, quien será, que tiene q ver éste tal Hisoka con Shu???

jojo, este chico es la presencia perturbadora de Shu, he ahí el título.

spero y sea de su agrado.

cuidense

besos

dejen RR

Sus ojos violetas miraban por la ventanilla del avión a lo que se podría llamar un gran paisaje; si no estuviera a miles de kilómetros alejado de la superficie. Pronto estaría en Japón; sopesó la situación y su estómago se estrujó al ver la magnitud del asunto. Iba a regresar a Japón, a su país natal, en donde se encontraba su familia, sus amigos y... aquella persona que le rompió el corazón.

Miles de preguntas se formaron en la cabecita de Shindo Shuichi, como por ejemplo si el rubio habría regresado de su repentino viaje, o tal vez había conocido a alguien allá y se había olvidado completamente del cantante, y , si regresó, ¿Lo extrañaría?, ¿Había sufrido como él ante su partida?, movió la cabeza negativamente, de seguro el rubio ni siquiera había notado su ausencia o tal vez se había sentido aliviado. Ante estos pensamientos, no sólo su estómago; si no también su corazón se estrujó, traicionándolo. Gracias a la mano que apretaba posesivamente la suya se sintió apoyado, no iba solo a Japón.

Se giró hacia su costado derecho y observó detenidamente al joven que yacía dormido en el asiento contiguo: su cabello azabache hacía resaltar su tez blanca, el joven no pasaba de los veinte años. Con la mano desocupada, Shuichi retiró unos mechones oscuros del rostro de su compañero para después dirigir sus ojos violetas a su mano, que cada vez era apretada con más fuerza, lanzó un largo suspiro; aún faltaba mucho para pisar tierra por lo que una siesta no le caería mal. Se acomodó en el asiento y cerró los ojos, relajándose.

-¡Qué!-vociferó la jovencita soprano de nombre Hiromi Ono, quien se encontraba sentada a unos cuantos asientos adelante de Shindo.

-No, esto no puede estar pasando-musitó Shuichi. Se puso de pie y sin soltar la mano de su compañero dormido miró la escena que se presentaba: la jovencita Ono peleaba con una aeromoza pues ésta última no  deseaba servirle un martini más.

-Quiero otro martini, ¡Ahora!-ordenó la niña, con su voz chillona.

-Lo siento señorita, pero me han dado instrucciones de que no le sirva más licor.

-¿Quien?

-Su manáger- Hiromi volteó hacia el fondo del avión en donde yacía James dormido plácidamente, sin notar la discución de su cliente. Hiromi hizo un puchero.

-Hey James, como se te ocurre hacerme esto-reclamó la niña, sin importarle a cuantas personas había despertado incluyendo a Dresde, quien era su compañera de lugar. Pero el mánager no se inmutó, ¿por qué?; porque tenía unos gruesos tapones en sus oídos que no podía permirtir la entrada de ningún ruido.

Exasperado ante tal escádalo, se zafó cuidadosamente del moreno quien, como James, se encontraba perdidamente dormido.

-Cállate Hiromi-ordenó el joven.

-Tú no te metas.

-Por Dios niña, el staff necesita descansar y Dresde...mírala, aún no se recupera del fuerte resfriado.

-Te digo que no es asunto tuyo-masculló.

-Ahora lo és, pues interrumpiste mi siesta.

-Mil disculpas señor Shindo Shuichi neurasténico.

-¿Me estás retando?-el cantante arqueó una ceja. El resto del pasaje optó por ponerse sus tapones para los oídos pues iba a comenzar una de esas "discusiones" de las que participaban el par temperamental: Shuichi y Hiromi. Ante el descuido de la morena, la aeromoza aprovechó para huir con el carrito.

Ante tal escándalo, el acompañante de Shu se despertó.

-¿Eh?...¿Porque tanto escándalo?-comentó aún somnoliento. Shu volteó a verlo y aún más furioso, se dirigió a Ono.

-Por tu gran escándalo se ha despertado Hisoka.

-Ay si...Hisoka, Hisoka-habló con sorna la niña.

-No molestes, tu fuiste la que me obligaste a sentarme con él.

-Pues tu eres el único que haces que se esté quieto en el avión.

-¡Dios!, estamos aún en el avión-vociferó el joven de nombre Hisoka, alterado.

-Si, pero no te preocupes, no va a pasar nada-lo trató de tranquilizar el joven cantante.

-Oh...Dios...no quiero morir-el joven se apretó al asiento, tenso y con la tez completamente pálida.

-Hisoka, los aviones no se estrellan-terció Hiromi-bueno...la mayoría-rió.

-Respira profundo-le indicó Shuichi.

-Yo...-obedeció al cantante pero se puso aún más pálido-yo...creo...creo que voy a vomitar- ante lo dicho, Hiromi tomó asiento y trató de olvidar sus ganas de beber otra "pequeña copita".

-¡No lo hagas Hisoka! Respira profundo-dijo el ojivioleta, alterado-No...no...¡Hisoka!-vociferó el chico al sentir como el contenido del estómago del moreno se vaciaba sobre la su ropa.

 

 

 

 

 

Capítulo 6

Una presencia perturbadora.

 

 

 

 

Un auto de lujo se estacionaba frente al jadín de una amplia casa tipo occidental. De aquel vehículo apeó Yuki Eiri, que como siempre, llevaba puesto un carísimo traje sastre de color oscuro; para ser exactos, de color azul petróleo. Rodeó el auto y abrió la puerta del copiloto.

-No se te ocurra abrir los ojos, mocoso-instó el rubio.

-Ahhh...pero, ¿Por qué me haces esto?...a caso, ¿Me vaz a abandonar por ahí, en algún lugar de donde no pueda regresar a tu departamento?-el rubio ayudó a salir a su acompañante del vehículo.

-No sería mala idea.

-¡Oye!-Yuki dirigió a su compañero a entrar a aquella amplia casa. Sacó unas llaves, abrió la puerta y con paciencia dirigió a su hermano hacia el interior de la casa.

-Ya los puedes abrir-le indicó el mayor cuando estuvieron dentro.

Ante los ojos  oscuros de Tatsuha se abría paso una amplia estancia.

-¡Wou!... pero, ¿Qué es esto?-cuestionó.

-Nuestra casa, mocoso.

-¿Casa?

-Si tono...también es tu casa.

-Pero...

- Como el metiche de Seguchi compró un departamento de una  sóla habitación, decidí comprar una casa de varias habitaciones para que ya no durmieras en el sofá.

-Eres genial Eiri-Tat intentó abrazar al escritor pero éste se alejó.

-No te creas, sólo lo hice porque ya no soportaba tus molestos ronquidos.

-Claro-el moreno sonrió ante la obvia mentira de su hermano mayor-¿Puedo elegir la habitación que yo quiera?

-Si...

-Wiii-el moreno corrió hacia las escaleras que daban a la planta de arriba-Waaa...esta casa está enorme-Yuki siguió el camino de su hermano-quiero la habitación más grande-comentó el chico, saliendo de una de la tantas recámaras.

-Me lo imaginé, ahora tan sólo falta comprarte los muebles respectivos y una cama para tu nueva habitación.

-¿También vaz a comprarme un auto?

-Ni loco.

-No todo puede ser perfecto-suspiró el joven moreno, se acercó a su hermano y aprovechando que estaba desprevenido, lo abrazó-gracias hermanito.

-No debes de agradecer nada, es lo mínimo que puedo hacer para agradecerte todo lo que haz hecho por mí.

-Eiri-Tat se separó de su hermano quien yacía cabizbajo.

-Sin tí, no sé que hubiera sido de mí-hubo un silencio que fue roto por el gruñido del estómago del menor.

-Creo que ya es hora de comer, ¿Ne?

 

 

 

 

 

 

 

 

El sonido del teléfono lo despertó. Refunfuñando, tanteó la mesita de noche hasta que encontró el aparato, se enderezó y dando un gran bostezo contestó al impertinente que lo había separado de los brazos de Morfeo. Al otro lado del auricular se oyó la voz de James, quien le avisaba que había una reunión en una sala que el hotel había asigando para las juntas de la banda. Con pesadez se puso de pie, se dirigió al tocador en donde se enjuagó el rostro para despejarse.

Habían llegado a tierra nipona antes de que amaneciera, exhaustos y con deseos de dormir en una cómoda cama, aparte de que el cambio de horario les había transtornado un poco. James les dió permiso de descansar por un rato antes de alistarse e iniciar su trabajo que consistía en dar entrevistas y un show sorpresa antes de los conciertos de los siguientes días.

Salió de su habitación la cuál estaba cerca del ascensor, la sala en donde lo habían citado estaba en la planta baja, cerca de la recepción. Se posó frente a la puerta de la habitación, se pasó una mano sobre el rostro, con la intención de así despejarse aún más de su sueño atrasado. Tomó la perilla, la giró y hasta que hizo "clic" y esta cedió, Shu pudo entrar al lugar, en donde ya estaba el resto de la banda: Hisoka y Hiromi yacían en medio de una gran habitación con un par de sillones y una mesa de centro la cuál tenía un gran pastel, el par llevaba puesto un gorrito de fiesta y se dedicaban a inflar unos globos; por otra parte, Dresde se dedicaba a decorar una pared del lugar y James envolvía un regalo.

-¿Que hacen?-pregutó con su típico tono neutro el joven cantante. El cuarteto se quedó estático.

-Te dije que te apuraras, Hisoka-le recriminó Hiromi al chico moreno que ya casi estaba morado, intentando inflar un goloba más.

-Pues yo no tomo la culpa- dijo el jovencito. Dresde se apresuró a ir hacia Shu.

-¡Felicidades!-exclamó la chica, abrazando al jovencito quien se había quedado estático ante la reacción de su compañera.

-¿Eh?...pero...

-Lo sé, tu cumpleaños es dentro de dos días pero ése día es cuando nos presentamos por segunda vez y damos fin a la gira, por lo que estaremos muy ocupados para hacerte un gran festejo.

-No importa...gracias...no se hubieran molestado.

-Toma-la rubia le extendió un pequeño regalo al joven-es por parte de Tamaki y mío-Shu tomó el regalo y lo desenvolvió, frente a sus ojos se presentó un disco compacto con una inciales que decían: NIN-me he dado cuenta que esta banda te gusta mucho.

-Gracias-la joven se hizo a un lado, dándo paso a Hisoka quien se había formado para felicitar al chico. Abrazó al joven quien  sintió que su corazón se aceleraba al percibir la mezcla de aquella loción tan deliciosa mezclada con cigarro, Shuichi enterró su rostro en el pecho de éste, quien a pesar de que era más joven que el vocalista, era aún más alto.

-Felicidades sempai-el joven le susurró al festejado quien se estremeció ante la voz grave.

-Esa voz...-susurró Shindo.

-Te compré un presente-comentó el menor, entregándole un pequeño paquete más pequeño que el de la baterista.

-Gra...gracias-el mayor abrió el presente y arqueó una ceja-¿Que es esto?-frente a sus ojos se encontraba una tanga para hombre en forma de elefante.

-¡Waaa!-exclamó Hisoka avergonzado.

-Eso es mío-terció Hiromi, arrebatándole la prenda al cantante-Te dije que no envolvieras tu regalo del mismo papel que el mío-farfulló la niña-Sha...éste es mi regalo Shu-la jovencita apartó al moreno y abrazó efusivamente al festejado, aprovechando  la cercanía, besuqueó toda la cara del niño dejando varias marcas de su labial.

-¡Hiromi!-exclamó el ojivioleta alejándo a la joven.

-Dí whisky-dijo la joven, tomándo una foto de un Shu todo besuqueado y con cara de espanto-Saliste muy guapo.

-No molestes....-farfulló el chico. Mietras Hisoka buscaba su regalo, aún rojo de la vergüenza, James se puso de pie y le tendió otro regalo.

-Espero que te guste-el mánager alborotó el cabello del líder de la banda Delerium. Shindo temió abrir aquel presente-No temas, no es nada como lo de Ono.

La niña ahora estaba muy entretenida preparándose un coctel, mientras que Dresde tomaba fotos de todo para el albúm de recuerdos de la banda. El regalo de James era una playera de diseñador.

-¡Lo encontré!-vociferó el chico. A grandes zancadas se dirigió a Shu y le tendió el regalo-Me he percatado que te gusta leer, así que espero y sea de tu agrado-El cantante tomó el regalo, lo desemvolvió y se quedó estupefacto, frente a sus ojos estaba el nuevo libro de Yuki Eiri.

-¿No te gustó?

-Yo...

-Ah... Hiromi... a ver cuando me ayudas a escoger un regalo.

-El autor está guapo, ¿Que querías?-comentó la jovencita.

-No me gustó...-musitó Shu.

-Lo siento-el moreno le arrebató el libro-te comparé lo que tu quieras pero olvida que te dí una novela para niñas.

-No te preocupes, no necesitas regalarme algo-Shu se puso serio y pasando de largo a Hisoka tomó asiento en uno de los sofás.

Ante el ambiente tenso que se había provocado, Dresde invitó a todos a acercárse al pastel.

Shu miró con ojos escrutadores aquella tarta.

-Lo mando Rage-comentó Ash, tomándo un encendedor para prender las velas

-Creo que no es bueno que las pren...-la chica lo ignoro y al encender la primera, el pastel estalló, llenando a todos de betún-Te lo advertí-comentó Shu ante la mirada atónita de la chica.

 

 

 

 

 

 

Después de asearse, decidieron refrescarse en la piscina. Al principio Shu se negó, no se encontraba de buen humor pero por la insistencia de Hiromi, bueno, mejor dicho, el acoso de la niña hizo que éste aceptara. Dresde se quedó en una silla de los alrededores de la piscina mientras Shu y Hiromi chapoteaban en ella. Hisoka estaba en otro rincón, aún avergonzado.

-Hisoka, no seas amargado y vente a nadar con nosotros-le llamó la castaña.

-No estoy de humor-suspiró el joven.

-No seas así, el único temperamental aquí es Shuichi y sólo se le permite a él "no estar de humor".

-Muy graciosa-terció el líder de Delerium. Hisoka miró tímido al castaño.

-Dile algo Shu-le susurró Hiromi.

-¿Por qué tengo que suplicarle?

-Ahora entiendo porque no tienes novia-bufó la niña-aunque eso me alegra.

-No me simpatizas-masculló el castaño. Hisoka se recostó en un camastro. Shu apretó los puños, otra vez le pasaba lo mismo...no podía decir nada agradable...se estaba convirtiendo en aquella persona.

Hiromi obligó a Shu a hacer unas carreras nadando, siendo la triunfadora de todas la atlética Hiromi. Después de juguetear en el agua, la joven se fue hacia el bar por una margarita, tenía sed. Shindo se dedicó a observar al moreno quien yacía recostado con los ojos cerrados pero al sentir que alguien lo miraba los abrió, cruzando mirada con el de ojos violetas. Rápidamente el cantante desvió la mirada.

Hisoka era el menor de la banda, tenía tan sólo 17 años, su cabello era negro y se lo peinaba de una manera un poco alborotada, el color de éste contrastaba con su tez blanca, más blanca que la de Hiromi pero no tanto como la de Dresde quien era completamente rubia. Era más alto que él y que Ono pero no tanto como Ash.

Shindo recordó la manera de cómo había conocido a aquel jovencito.

Flash back.

Dresde, Hiromi y Shuichi se encontraban realizando el casting para elegir al guitarrista de la banda. Después de revisar a distintos personajes, la chicas habían ido a la cafetería a comer algo mientras que el castaño se había quedado sólo en aquella sala de la empresa X.M.R. No tenía hambre. Al quedarse sólo decidió fumarse un cigarrillo, ignorando el letrero de "no fumar" de aquella sala. Se encontraba dándo la espalda a la puerta de entrada y tan sumergido estaba en sus pensamietos que no se percató de que alguien entraba al lugar.

-Buenas tardes-se escuchó una voz grave y varonil tan familiar y temida para él. Sintió que su estómago se le subía hasta la garganta; mientras que sus piernas comenzarón a temblarle. Temió girarse y toparse con un par de ojos amarillentos. Sin poder controlarlo, sus piernas no pudieron sostenerlo aún más y calló de rodillas-¿Te encuentras bien?-aquel hombre se acercó a Shu y éste pudo percibir la mezcla de aquella colonia llama Aqua da Gio, la favorita de Yuki. Armándose de valor el castaño se giró y se topó con una mirada fría y grisácea.

-¿Que se te ofrece?-habló cortante, alejándo al extraño. Shu se puso de pie, negando la ayuda del otro.

-Vine por lo de la audición- el cantante lo miró de pies a cabeza y detuvo sus ojos en la guitarra que colgaba del hombro del otro.

-Tendrás que esperar, el resto del grupo salió a comer-Shindo le dió la espalda, su corazón se encontraba acelerado, su mente le había hecho una mala jugada, por un momento había pensado que era Yuki.

-Claro...yo espero- el joven tomó asiento en uno de los tantos sillones de aquella sala mientras el castaño lo miraba con ojos escrutadores. Aquel silencio incomodó al moreno mientras que Shu se tensaba cada vez más.

El joven salió de sus pensamientos cuando las chicas regresaron al lugar, Hiromi miró al joven y se tensó para después girarse como si nada y sentarse al otro lado de la gran mesa en donde estaban los papeles y otras cosas referentes a los guitarristas que había audicionado.

-Viene para la audición-comentó el joven al ver la mirada curiosa de la mayor de los tres.

-Que bien-comentó jovial la rubia quien tomó asiento junto a Shuichi. El joven se puso de pie, le tendió su folder a la joven soprano quien lo ignoró y se lo tendió a Dresde quien leyó el contenido-Esto es lo quie tienes que tocar-le comentó la percusionista, entregándole un par de hojas.

El moreno sacó su guitarra y la conectó en el amplificador que estaba ahí, hizo los debidos ajustes, leyó una vez el contenido y comenzó a tocar aquella melodía. La rubia se quedó sorprendida; pues de todos los que habían ido a audicionar, aquel jovencito era el que mejor tocaba, aún muy a pesar de su escasa edad. Mientras la joven escuchaba atenta, Hiromi se mantenía callada-cosa rara en ella-y hojeaba una revista que se había encontrado. Shuichi estaba aún tenso y miraba con recelo al chico.

Tenía cierto parecido en Yuki, la mirada fría y gatuna, aquella voz, el aroma que desprendía mezclado con el de cigarrillo hacía que el cantante recordara tantas cosas. Tan sumergido estaba en sus pensamientos que no se dió cuenta que el joven había finalizado por lo que la inglesa tuvo que darle un codazo para que reaccionara.

-OK, nosotros te llamamos-comentó con su típica voz neutra el castaño.

-Toca muy bien-le susurró la mayor a Hiromi, quien le guiño el ojo.

Cuando el jovencito hubo salido del lugar, Shu tomó el fólder que contenía la información de aquel joven. Su ceño se frunció y sin siquiera mirar a su compañera soprano, el joven habló.

-Hiromi, ¿Qué demonios hace tu hermano audicionando?

-No sé de que me hablas-musitó la niña, muy entretenida con la revista.

-No te hagas la tonta, sabes muy bien de lo que hablo.

-Insisto...no sé de que hablas-Shu golpeó la mesa con el puño.

-¿No se te hace conocido el nombre de Hisoka Ono?-farfulló, exasperado.

-No...

-¡Es tu hermano!

-Nop...mi hermano se llama...Soka Ono.

-Ese nombre no existe.

-¿Y tú cómo sabes? Para tu infromación en México existen nombres típicos que para los extranjeros pueden sonar raros como: Soka, Oka, Noka, Poka, Roka...-la joven guradó silencio cuando no se le ocurrió que más decir.

-Ese no es el punto. Ya te había dicho que tu hermano no podría formar parte de la banda.

-¿Por qué?-la joven se puso de pie.

-Porque tiene 16 años, es un simple mocoso-en los oídos retumbó aquella frase: " Un simple mocoso", agitó la cabeza para olvidar aquél no tan grato recuerdo.

-Desde cuando te fijas en la edad, ¿Eh? A mi parecer la edad no te importó cuando anduviste con la hija del productor de Tamaki; quien tan sólo era una niña de 15 años y tu tienes 22- la inglesa suspiró, siempre estaba en medio de las discuciones de aquel par.

-No metas a Alisson en esto.

-Tenía que sacar a esa mocosa odiosa.

-Pero, ¿Qué te a hecho?

-En verdad eres tonto Shindo Shuichi.

-Ya...no quieras cambiar de tema. Tu hermano no puede formar parte de la banda, es menor de edad, es estudiante y vive en México...-Shu guardó silencio, pensativo-un momento...-miró con ojos grandes a la morena quien desviaba la mirada-¿Lo hiciste viajar hasta acá?

-¿Que tiene de malo? Estamos en el mismo continente.

-Pobre...de seguro que tuvo que viajar horas y horas en autobús, luego pasar por la aduana y todo eso sólo por tu simple capricho.

-Ammm...no viajó precisamente en autobús.

-¿Lo hiciste venir a Nueva York en avión? Pero, ¿ no le tenía fobia a las alturas? por lo que temía viajar en avión, en verdad eres una egoísta. Me niego a que sea parte de la banda, es menor de edad-Shu se cruzó de brazos.

- Pero tiene el permiso de sus padres-intervino Dresde.

-Así es.

-Un momento...Ash, ¿Tú ya sabías de esto?-preguntó un incrédulo Shindo.

-Claro; y la verdad estuve de acuerdo, es un chico talentoso, ¿Por qué no darle una oportunidad?

-Igual de talentoso que su hermana.

-¡Es un mocoso!, ¿No lo pueden entender?

-Pero la edad no importa a veces-comentó la rubia.

-¡Me niego!-vociferó Shu, colérico. Cuando decidieron formar la banda, la soprano le había comentado sobre su hermano menor, quien era todo un experto en la guitarra, pero Shuichi le prohibió llamarlo de tan lejos; pues el niño aún estaba en el colegio y el castaño no quería alejarlo de sus obligaciones, sumando que el menor de los Ono le temía a las alturas por lo que le costaría mucho llegar hasta E.U.A. Eso había sido al principio, pero ahora que lo conocía y le hacía recordar a su ex amante, lo quería lejos, muy lejos-Yo soy le líder de la banda-habló pausadamente el chico, aún con el tono un poco cortante-así que yo tengo la última palabra-tomó sus cosas y se dirigió hacia la salida-mañana les informaré del nuevo guitarrista-abrió la puerta y salió del lugar, dejando a una Hiromi fuirosa y a Ash decepcionada por la actitud de su amigo.

 

 

 

 

Caminó hacia su departamento con paso acelerado, la discución de unos minutos antes lo había estresado mucho. Detuvo su andar frente a una librería, en donde se mostraba la nueva novela de yuki Eiri en el aparador, apretó la mandíbula; conteniendo las ganas de romper aquel libro.

Al llegar a su casa, aún furioso; decidió darse una ducha para tratar de relajarse y olvidar lo que había sucedido en el transcurso del día. Ya en la bañera se quedó hecho un ovillo mietras su mente, le presentaba la imágen del hermano de Ono y también la de Yuki.

-Eres un cobarde, Shindo Shuichi- se recriminó el pelirrosa en voz baja-Presumes que lo haz olvidado pero se te presenta un mocoso igual que él y huyes. Enfrenta la cosas-después de quedarse largo tiempo pensando mientras su cuerpo era masajeado por el agua de la bañera, él joven salió del tocador.

Había tomado una desición. Cubierto tan sólo por una toalla en la cintura, Shuichi se dirigió hacia la estancia de su departamento, tomó el teléfono y marcó el número de su compañera Hiromi, al escuhar la voz de Hisoka, Shu se apresuró a colgar. Su corazón se aceleró, lanzó un bufido y volvió a marcar.

-¿Diga?-se volvió a escuchar la voz varonil del menor de los Ono.

-Buenas noches, ¿Se encuentra Hiromi?

-Si, ¿Quién la busca?

-Shindo Shuichi.

-Un momento- a lo lejos se pudo escuchar la voz chillona de la morena, quien se negaba a hablar con " Aquel amargado e idiota de Shuichi"-Ah...mmm ...ella ahora...

-Escuché lo que dijo.

-Lo siento.

-No te disculpes, sólo quiero que le digas que he tomado una desición sobre el guitarrista; y deseo que seas tú.

-Ah...yo...gra....

-Adiós-sin siquiera dejarlo terminar, Shu se despidió y cortó la comunicación.

 

 

 

Las primeras semanas fueron muy pesadas para el pobre de Hisoka; pues Shuichi lo ignoraba por completo y cuando había necesidad de intercarbiar palabras con el menor, el castaño lo hacía de una manera muy grosera y cortante. Como uno de los tantos días en que se encontraban grabando y el joven guitarrista quiso participar en la melodía con un "solo" de guitarra.

-No te pedí que opinaras-le dijo tajante el cantante. El moreno bajó la cabeza, sumiso.

Su hermana mayor dejó su bajo, se encaminó hacia Hisoka y le soltó una bofetada.

-Ten un poco de dignidad-farfulló la niña para después dirigirse a Shuichi y darle un gran golpe en el rostro pero con el puño cerrado-Y tú...tú eres un maldito mezquino-masculló-vamonos hermano-haló al moreno y los dos salieron de aquella sala.

-Lo que haya sucedido en tu vida no es razón para que trates a Hisoka de esa forma-comentó Dresde, mirando la mejilla hinchada de su amigo-piensa un poco en eso.

 

Al ver que los hermanos no regresarían, Dresde y Shu se fueron a sus respectivas casas.

 

Cuando llegó a su apartamento, el joven se puso a pensar en lo sucedido.

-Al rato se le pasa el coraje a Hiromi-comentó confiado el cantante.

No era la primera vez que Shu discutía con la soprano y que ésta se ofendiera , pero el joven sabía que el coraje se le olvidaba a su amiga con unas cuantas cervezas y así no se sentía obligado a pedir perdón, nunca lo haría y menos pedírselo a ella.

-Te estás comportando igual que él-una voz dentro de él habló.

-No es cierto...no soy igual que él.

-Claro que sí...Hisoka es un simple mocoso igual que tú.

Shu entrecerró los ojos.

-Nosotros no pedimos perdón y menos a Hiromi...a esa chica tan parecida al Shuichi del pasado, al Shuichi que estaba enamorado de Yuki Eiri.

Miró por la ventana de su apartemento que daba hacia la amplia avenida. -Cuando me enojaba, él me hacía el amor... pero nunca me pidió perdón; como tampoco nunca me dijo que me amaba...tienes razón...me estoy volviendo igual que él.

 

 

A la mañana siguiente se despertó con la confianza de que los hermanos se encontrarían en la disquera. Al llegar a la entrada de X.M.R., el joven cantante se encontró con Ash y juntos se dirigieron a la sala de grabaciones en donde sólo se encontraron con Hisoka, quien recogía las pertenencias suyas y las de su hermana. La rubia lanzó un suspiro y salió del lugar.

-No sé que he hecho pero veo que no soy de tu agrado-miró el instrumento de su hermana mayor-ella tiene una gran ilusión de formar una banda contigo y creo que yo interfiero en eso...será mejor que deje la banda, no quiero que mi hermana sea infeliz-Shu desvió la mirada-aparte, creo que hay mejores guitarristas que yo que soy un simple mocoso.

-Un simple mocoso...-la misma vocecilla retumbó en la cabeza del mayor quien deseaba pedirle disculpas pero las palabras no salían de su garganta; por más que se esforzara, nada...simplemente no salía nada.

Sintió un gran vacío en su estómago cuando oyó la puerta de la sala cerrarse, Ono había salido, dejándolo solo en aquel lugar.

 

 

Sin muchas ganas de regresar a su apartamento, Shindo se quedó en la disquera, tocando en su teclado y cantando algunas canciones populares en esos momentos. Pasada de las nueve de la noche salió de su trabajo, pensativo se encaminó hacia su casa, sin percatarse de que se adentraba a un callejón oscuro.

-Ah... maldición, me he perdido-bufó el joven-llevo viviendo más de un año en esta ciudad y aún me sigo perdiendo-a lo lejos divisó a un joven nativo del lugar-se acercó a él-Disculpa, la calle 128, ¿De que lado está?-sin previo aviso el hombre le intentó arrebatar su morral por lo que el chico se negó, recibiendo una gran bofetada en la mejilla inflamada que lo hizo caer al suelo.

-Te crees muy valiente mocoso-se acercó a un aturdido Shu quien intentó alejarse del gringo; quien lo tomó de un brazo y comenzó a torcercelo-dáme el bolso-isntó.

-¡No!

-Bien-torció aún más el brazo del jovencito quien soltó un gran grito de dolor.

-Déjame-chilló.

-Déjalo-una voz varonil hizo estremecer al castaño.

-Yuki-musitó. El gringo soltó al jovencito y encaró al entrometido. Shindo se giró y pudo ver a Hisoka, quien con su mirada fría, miraba al ladrón.

-Vaya...otro mocoso-el hombre le soltó un puñetazo pero el moreno lo esquivo y con un hábil movimiento pateó al hombre, noqueándolo. Ono verificó que el gringo estaba inconsciente y se cercó a un trémulo vocalista.

-¿Te encuentras bien?-pregutó el moreno, sin cambiar su mirada fría, aquella mirada que carazterizaba a Eiri cuando se enfurecía.

-¡No me mates!-vociferó el castaño.

-Tranquilo Shindo, no pienso hacerte nada-se acercó al joven que estaba hecho un ovillo.

-¿No...no me vaz a matar?-balbuceó, mezcla del pánico y del golpe que le había hinchado el labio inferior.

-Como crees...-el joven ayudó a ponerse de pie al pequeño y le revisó el labio-tienes una leve cortada a causa del golpe pero con un poco de hielo se va quitar la hinchazón, vamos, te llevaré a mi casa-con un rápido movimiento cargó en vilo al mayor.

-¿Cómo hiciste eso?-pregunto Shindo al ver a lo lejos al gringo tirado en el suelo.

-Hacer qué...

-La patada...

-Mmm...creo que es algo de lo que no me siento muy orgulloso.

-¿Por qué?

-Bueno...aunque no lo creas, de pequeño era un niño muy agresivo por lo que el spicólogo les recomendó a mis padres que me metieran a actividades en donde sacara la ira que tenía, primero fue karate pero no fue suficiente; por lo que también estuve en boxeo, tae-bo, peleas callejeras y yoga.

-Que familia-murmuró Shu.

-Ya casi llegamos.

-¿Que hacías en ese calle?

-Es lo que debería preguntarte a ti Shindo.

-Me...me perdí-suspiró el cantante. Soka sonrió.

-Venía de regreso del aeropuerto cuando escuché tus gritos.

-¿Del aeropuerto?

-Si...compré mi boleto para regresarme a México-Shuichi se quedó callado, deseaba disculparse con los hermanos pero las palabras seguían atoradas en su garganta.

 

Al llegar a la casa de los hermanos, el menor dejó al castaño en el sofá, mientras iba por una compresa fría.

Hiromi apareció en la entrada de la estancia, entre el pasillo que daba a la habitación de la soprano y a la cocina.

-Eso se llama Karma, Shindo Shuichi-dijo la mujer, llena de resentimiento.

-Creo que será mejor que me vaya-se puso de pie.

-Hazlo...y de paso olvídate de que Hisoka y yo participemos en la banda-Shu asintió, estaba a punto de salir cuando el guitarrista Hisoka apareció.

-¿A donde vaz?

-Déjalo Soka.

-Pero ya es tarde.

El vocalista deseaba disculparse pero le era imposible pues su gran orgullo se lo impedía.

-Me estoy volviendo igual que él-pensó y rápidamente negó con la cabeza.

-Largo...-dijo Hiromi, el ojivioleta apretó los puños, miró a la chica con ojos vidriosos.

-¡Lo siento!-vociferó, haciéndo una inclinación, los hermanos se sorprendienron ante la repentina acción de su compañero-En verdad lo siento...no era mi intención tratarlos así, Hiromi-miró a la jovencita-me disulpo por todas la veces que te lastimé... y Ono-volvió su mirada a la grísacea del hermano de la soprano-siento mucho haberte tratado de esa manera...hago lo que me pidan pero por favor, no se vayan de Delerium.

-Está bien-comentó la chica, cruzada de brazos-yo regresaré pero con una condición.

-La que sea.

-Que me invites a cenar.

-Pero...casi siempre lo hago.

-No, no una cena en un bar barato, quiero una cena en un restaurante caro, una cita.

-¿Cita?

-¡Cita!-terció Hisoka, sorprendido-Hiromi, ¿A caso te gust...-la niña cubrió la boca de su hermano para que se callara.

-¿Que dices?, aceptas mi propuesta.

-Bue...bueno pero no entindo por qué quieres una cita.

-En verdad eres tonto-suspiró. Shu miró al moreno, esperando a que éste también diera sus condiciones. Soka se quitó la mano de su hermana.

-Yo sólo quiero que me llames por mi nombre y me traste como todos los demás.

-Lo haré...

Flash Back.

 

-Shuichi...Shuichi reacciona-la voz de Hiromi lo hizo salir de sus pensamientos, el joven era el único que seguía en la piscina-Vamos Shu, sal de la alberca que tenemos que alistarnos para las actividades que tenemos para hoy.

-Ya voy-el joven salió de la piscina y siguió a sus compañeros, miró la espalda descubierta de la morena Hiromi-Aún no entiendo por qué quería una cita conmigo.

 

 

 

Mientras tanto, en otro lugra de Tokio, Tatsuha miraba el calendario.

-Mañana es el concierto...mañana Eiri verá a Shu después de tanto tiempo.

 

 


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