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Mercy rain por kozzha

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Notas del capitulo:

"Después de la tormenta siemre viene la calma"


 


¿Será eso cierto?


Descubránlo en el penúltimo capítulo de mercy rain. 


 


 


Notas al final del capítulo. 

Mika le untaba  un poco de mantequilla a su pan tostado cuando Kaname le hizo aquella preguntan tan incómoda:

-¿Dónde está papá?

-¿Papá?-repitió la mujer y de inmediato su boca se secó-Bueno…-carraspeó y miró a Midori en busca de apoyo. La ama de llaves optó por desviar la mirada.

-¿Sigue de viaje?-el niño engulló un poco de pan tostado.

-Bueno…en realidad tú papá ya no está de viaje…él…-tragó saliva para hidratar su boca-Kaname…-la castaña miró con seriedad a su hijo que estaba sentado frente a ella-Tengo algo que decirte respecto a tu papá y yo-Kaname pestañeó sin comprender por qué su mamá se veía tensa-Me temo que tu papá y yo nos hemos divorciado y…tu papá no regresará con nosotros.

-¿Por eso es que vivimos en casa de tío Eidi?

-Bueno…ésta casa se la he comprado a tu tío, pero si…-asintió la mujer. Esperó la reacción de su hijo, creyendo que haría un berrinche o algo parecido. Se llevó una gran sorpresa de que el niño no comentara nada y siguiera desayunando-¿Estás bien con ésta decisión Kaname?-preguntó dubitativa la madre.

-No sé…-se encogió de hombros-Papá siempre estaba trabajando y  cuando estaba conmigo se enojaba de todo.  Ahora que él no está, me siento más tranquilo-se sinceró el niño-Puedo hablar y hacer lo que yo quiero sin que me regañe-e hizo un puchero.

-¿Entonces estás bien con que papá esté lejos?

-Supongo que sí.

-Bien-la mujer soltó un suspiro de alivio.

Madre e hijo continuaron con su desayuno en silencio.

 

 

Capítulo 64

Un recuerdo de aquél amor.

 

 

Enero había pasado volando en un abrir y cerrar de ojos. Cuando menos se habían dado cuenta los nipones, faltaban unos cuantos días para que entrara el corto mes de febrero.  Y mientras caía una ligera nevada, el señor Ryosuke observaba su jardín blanco como el marfil.

-Señor Ryosuke, su té-la apacible voz de la nana Akane le hizo girarse.

-Gracias Akane-el hombre tomó su taza de té y siguió mirando los copos de nieve  que capian en silencio, esbozó una ligera sonrisa al remembrar recuerdos lejanos.

Fue hace mucho tiempo, cuando Eiri  era apenas un niño, Mika una adolescente y Keiko Uesugi estaba embarazada de Tatsuha. Caía una ligera nevada como ahora. Mientras que Eiri y Mika hacían un muñeco de nieve, la señora Uesugi les miraba desde el interior de la casa. La mujer dio un respingo al sentir varias pataditas del bebé y soltó una risilla, no tardaba mucho en llegar su amado esposo.

-Keiko…-la voz grave del señor Uesugi hizo que la mujer desviara su vista de sus hijos.

-Bienvenido a casa-la mujer se puso de pie con trabajo  y caminó lentamente hasta donde estaba su esposo-¿Cómo te fue?

El señor Uesugi acaba de realizar una ceremonia fúnebre, por lo que estaba enfundado en un precioso traje de monje.

-Bien. ¿Y tú? ¿Cómo estás?-el señor acarició con delicadeza el vientre abultado de su esposa-¿Cómo va el bebé?- preguntó.

-Ha estado muy inquieto. Comienzo a creer que será futbolista-y rio.

-¿Futbolista?

-Si…

Llevó a su esposa hacia el sillón y le obligó a que tomara asiento. Ryosuke se hincó y recargó su cabeza en la barriga de su esposa. Para sorpresa de Keiko, el bebé se quedó quieto.

-¿Crees que es varón?

-No lo creo, es niño.

-Pero…-Ryosuke alzó la mirada curioso-¿Cómo lo sabes? No has tenido ningún ultrasonido y…

-Ayer tuve un sueño-Keiko miró hacia el jardín en donde estaban sus hijos-Estabas tú con Eiri y Mika, ellos ya eran todos unos adultos. Comían tranquilos en la cocina, Akane estaba preparando onigiris y un muchacho de cabellera negra entraba a la cocina. Era muy guapo y lo que más llamó mi atención fue que se parecía tanto a ti-tomó el rostro de su esposo y le hizo que la mirara-Tu le regañabas por llegar tarde y el sólo se reía y te ofrecía disculpas. El nombre de aquél muchacho era Tatsuha.

-¿Tatsuha?-exclamó Ryosuke-Así se llamaba mi abuelo.

-Es un bonito nombre, ¿No crees?

-Si…la verdad es que sí.

Keiko le dio un beso a su esposo y volvió a centrar su atención en Mika y Eiri.

-Prométeme que cuidarás de ellos hasta el día de tu muerte-susurró la mujer.

-Por supuesto. Daré mi vida por ellos.

-Y que no importa lo que sean o que hagan, siempre y cuando sean unas personas honestas, tú los amarás y respetaras tal cuál son.

-Lo prometo-tomó las manos de su esposa y las besó con delicadeza.

-Muy bien-la mujer sonrió satisfecha-Y prométame que cuidarás más que a Eiri y a  Mika a éste bebé, él te va a necesitar más que nadie.

-Lo haré.

-Sé que lo harás-algunas lágrimas brotaron de los ojos de Keiko.

-¿Qué sucede?-Ryosuke enjugó las lágrimas de su esposa.

-Nada. Sólo que extrañaré a mis hijos-sollozó.

-¿Por qué dices eso?-preguntó un poco alterado.

-Sé que no he sido la mejor madre. He permanecido alejada de mis hijos y quien los ha criado ha sido Akane, pero créeme, no ha sido por gusto. Lo he hecho por su bien, para que no sufran por mi partida.

-Me estas asustando Keiko-replicó el señor Uesugi.

-Sabes muy bien a lo que me refiero-le miró seria-Mi cuerpo cada vez se debilita más, no creo soportar el parto. Es por eso que me quiero ir tranquila, sabiendo que cuidarás de los tres.

-No digas tonterías-dijo Ryosuke ceñudo-No te va  a pasar nada, tu eres muy fuerte. Tienes que estar bien para poder recibir en tus brazos a nuestro bebé…-Keiko sólo se limitó a esbozar una pálida sonrisa.

Algunas lágrimas se escaparon de aquellos ojos opacos. La nieve seguía cayendo en aquél solitario jardín. 

-Perdóname Keiko…-sollozó el hombre-He roto mi promesa. He hecho todo lo contrario.

 

 

Hisoka se puso la playera con brusquedad mientras era observado por un relajado Tatsuha, quien se encontraba recostado en la cama.

-¿Por qué no me despertaste?-le recriminó el mestizo, poniéndose sus pantalones.

-Lo hice un millón de veces-Tatsuha lanzó un bostezo.

-Todavía tengo que pasar a  mi casa a cambiarme-resopló mientras buscaba sus calcetines. Los encontró debajo de la cama del monje. Tomó asiento en la orilla de la cama y se los puso.

-Si me hubieras hecho caso y hubieses traído algunas prendas no estarías sufriendo ahora-ante las palabras de Tatsuha, Hisoka se sonrojó-Ya está el espacio en mi armario, sólo es cuestión de que te decidas de una vez.

-Yo…-el sonrojo fue en aumento-Iré a lavarme los dientes-y salió apresurado de la recámara.

Tatsuha se puso de pie y estiró cada miembro de su cuerpo. Caminó arrastrando los pies hasta el baño en donde Hisoka se lavaba los dientes. Se recargó en el marco de la puerta y cruzó sus brazos.

-¿No piensas desayunar?

Hisoka se enjuagó la boca y aún con la mitad de la cara húmeda dijo:

-Compraré algo en el camino.

-Oh no, eso sí que no. Te prepararé algo rápido. Estas en pleno crecimiento, no puedes saltarte una comida-Tatsuha dio media vuelta y caminó hacia la cocina.

-Pleno crecimiento…-repitió Ono. Se secó la boca en un movimiento rápido. Salió del baño siguiendo los pasos del mayor-No es necesario, en serio. Voy bastante atrasado Tatsuha.

-Te prestaré ropa y te llevaré al estudio de grabación-el moreno sacó el pan de caja, la mayonesa y el jamón-¿Te apetece un sándwich?

-Tatsuha, en serio. Me van a regañar si llego tarde-el moreno le ignoró y comenzó a preparar el emparedado-¿Por qué nunca me haces caso?-espetó Hisoka.

-No dejaré que te vayas con la barriga vacía-dijo con firmeza-Así que mientras te cambias, yo prepararé tu desayuno-y le miró serio. Hisoka no pudo refutar-Así que anda, vete a cambiar, puedes elegir lo que quieras- el muchacho Ono  salió en silencio de la cocina.

El mestizo no tardó mucho en cambiarse. Eligió una camisa de algodón a cuadros color verde con azul. Dado que Tatsuha era dos tallas más que él, optó por quedarse con sus pantalones. No muy seguro de sí, Hisoka tomó prestado unos calzoncillos de su novio, que por fortuna no le quedaban tan holgados. Salió presuroso de la recámara.

-¿Ya está el sándwich?

-Sí, mientras te lo comes yo iré a ponerme algo-dijo con suma tranquilidad el más alto.

-¡Cómo! Por supuesto que no, ya te dije que se me hace tarde-masculló el muchacho y ceñudo tomó el sándwich y lo envolvió en  una servilleta de papel. Lo echó a su mochila y salió dando zancadas hacia la puerta de salida, seguido por Tatsuha-No me esperes en la noche.- se calzó los converse y se puso de pie, se sacudió el pantalón y continuó-Todo ésta semana he pasado la noche aquí y he dejado sola a Hiromi así que…nos veremos mañana, ¿Está bien?-caminó hacia la puerta.

-Bueno…pues…

-Adiós-y dicho esto, Hisoka salió del apartamento.

-Adiós-dijo al aire Tatsuha-Vaya…-se pasó una mano sobre su cabello-Ni si quiera me dio un besito-hizo un puchero.

Tatsuha estaba por regresar a la recámara cuando la puerta se abrió de nuevo, dando paso a un acelerado Hisoka.

-¡Lo siento tanto!-exclamó el muchacho-Se me había olvidado-en un movimiento rápido tomó el rostro del más alto y le dio un pequeño beso en los labios-Ya está-sonrió satisfecho, ahora si me puedo ir tranquilo-soltó el rostro de su novio y dio media vuelta, dispuesto a salir del apartamento pero Tatsuha le tomó del brazo y lo atrajo hacia él-Tat…-Hisoka fue acallado por los deseosos labios de su novio. Como era de esperarse, no se resistió ante las caricias del otro.

-¿Es muy necesario vayas al trabajo?-susurró sobre los labios de Ono.

-Si…en verdad tengo que ir al trabajo-musitó el muchacho, incapaz de alejarse su novio-Y tú tienes que ir a la universidad.

-Tienes toda la razón-Hisoka cerró los ojos disfrutando del aliento de Tatsuha chocar contra sus labios.

-No podemos…-suspiró.

-Es cierto…

-Nos podrían regañar-insistió Ono, tratándose de convencer a sí mismo.

-Lo sé…-ambos se miraron y sin decir más se besaron apasionadamente. Hisoka se aferró al cuello de su novio para profundizar el beso.

Tatsuha le quitó la mochila al más pequeño y la botó por ahí. Tomó de los glúteos a Ono y lo alzó. Por su parte, Hisoka rodeó la cintura de Tatsuha con sus piernas. El moreno llevó a su novio hacia la recámara. Le recostó en ésta y se dispuso a desabotonar la camisa. Cuando hubo terminada su labor, recorrió con su lengua todo el torso blanco de Ono.

-Ahhh…Tat…

Tatsuha lamió los pezones hasta que éstos se endurecieron. Cegado por el deseo, arrancó el pantalón y la ropa interior del menor y comenzó a masturbar el pene de éste. Cuando estuvo erecto, Tatsuha se quitó sus calzoncillo, lo único que llevaba puesto, y se posicionó encima de Hisoka. Y como lo había hecho la noche anterior, Tatsuha hizo suyo a Ono.   

 

 

Tamaki, junto con Dresde, los gemelos, Shuichi y Hiromi, miraban con los ojos entornados a Hisoka.

-Lo siento mucho…muchísimo…-habló el muchacho sumamente arrepentido-Me sentí mal en el camino y tuve que ir al doctor-mintió.

-¿Ah sí?-arqueó una ceja el dj y entrecerró los ojos, centrando su atención en  aquél chupetón que resaltaba del blanco cuello del jovencito-¿Y te mandaron medicina?

-¿Eh? Oh si…-asintió.

-¿Inyecciones?-ante ésta pregunta, Shuichi y Hiromi apretaron los labios para no reírse. Los gemelos Chiba comenzaron a cuchichiar al notar el chupetón de su compañero.

-Si…exacto…inyecciones-y sonrió con inocencia.

-Y supongo que ya te pusieron la primera, ¿Ne?

-Si…gracias a eso es que me sentí mejor.

Shuichi y Hiromi soltaron tremenda carcajada.

-¿Qué es lo gracioso?-preguntó Hisoka.

-Mi pequeño chibi-le abrazó Dresde, provocando que las carcajadas aumentaran y que hasta los gemelos se le unieran a los dos amigos.

-Ya no hay que perder el tiempo-dijo Tamaki-Tenemos que tener el video del sencillo Lollipop para principios de febrero, así que, ¡A Trabajar!

-¡Sí!- corearon todos.

Regresaron a la sala de grabaciones en donde les esperaban Suzuki, Paul y Tomoya, junto con el productor, el mánager y el director del video.

 

 

Ayaka, en compañía de su esposo, entraron a aquella gran casona de estilo tradicional.

-¿Qué tal?-preguntó el pelirrojo.

-Todo ha quedado perfecto-dijo con ojos brillosos la señora Nakano.

-Y espera a ver la habitación de la bebé-tomó de la mano a su esposa. Cruzaron la estancia y subieron a la planta alta. Ayaka lanzó una exclamación al ver el decorado de la recámara de su bebita-¿Te gustó?

-¿Tu hiciste todo esto?-preguntó Ayaka, caminando hacia el centro de la habitación.

-No todo, de hecho, los muchachos me ayudaron-se rascó la cabeza-Y la señora Mika y Noriko se encargaron de decorar ésta habitación.

-Muchas gracias Hiro-caminó donde su esposo y le besó con ternura.

-Ya está nuestra nueva casa lista para recibir a nuestra linda bebé-acarició la barriga de la castaña.

- También está lista para el babyshower.

-Así es-asintió.

 

 

Yuki miraba ceñudo aquél sobre de color rosa pastel. Había recibido la invitación al babyshower de su amiga Ayaka, pero lo que le  inquietaba es que sólo venía su nombre, el de Shuichi no.

-Ya estoy en casa-la voz aguda de su esposo le hizo dejar de lado aquélla invitación.

-Bienvenido-musitó, saliendo de su estudio para recibir al moreno.

-¿Me extrañaste?-ronroneó Shuichi.

-Por supuesto-la pareja se besó. El cantante se alejó y relamió sus labios, degustando del sabor del rubio-¿Tienes hambre?

-De las dos-y soltó una risilla.

-¿Te parece si empezamos con la comida para el estómago?

-Qué más da-Shuichi se encogió de hombros.

La pareja se fue hacia la cocina y mientras Shuichi ponía la mesa, Eiri calentaba la cena. Inquieto por lo de la invitación, el rubio se animó a preguntar.

-¿Tienes planes para el sábado?

-¡Es cierto!-exclamó-Lo había olvidado por completo-y dio un ligero golpe a su frente-Quedé de reunirme con Hiro y los demás. Como Ayaka va a celebrar su babyshower.

-Sí, lo sé…-se llevó un trozo de berenjena encurtida y la masticó despacio-Me ha llegado la invitación.

-¿En serio?-Eiri asintió.

-¡Qué bien! Entonces me quedo tranquilo, no estarás solo en casa-y esbozó una sonrisa.

-¿Esperas que vaya?-Yuki arqueó una ceja.

-Claro-le dio un sorbo a su ramune de fresa-Sería muy desconsiderado de tu parte no ir al babyshower de tu amiga.

-Pero…soy hombre…

-¿Y? No creo que seas el único. De seguro que también irá Tatsuha y Hisoka.

-¿Tú crees?

-Claro-asintió-Por cierto-engulló un trozo de anguila asada-Está deliciosa la cena.

Eiri sonrió, tal vez Shu tenía razón, no estaría solo en aquella reunión así que no tenía por qué ponerse nervioso. Sólo espero que no me incluyan en los juegos, pensó el escritor.

 

 

El babyshower de Ayaka se realizaría el primer sábado de febrero y como era de esperarse, la muchacha había invitado a sus más íntimas amigas y amigos, por supuesto. Mientras los invitados buscaban el regalo adecuado para la mamá y el bebé, Tatsuha planeaba un divertido fin de semana junto a su novio.

-Veremos el maratón de Ringu, comeremos ramen hasta vomitar y después…-Tatsuha enmudeció y esperó a que Hisoka dijera algo del otro lado del teléfono.

-¿Y después?-preguntó con curiosidad el mestizo.

-Te comeré a ti…

-A éste paso, siento que tendré que usar silla de ruedas-carraspeó el muchachito, abochornado.

-¿Entonces eso es un sí?

-Supongo…

-Bien. Entonces nos vemos mañana Hiyoko. Duermes bien porque te espera un largo fin de semana.

-Es…está bien. Nos vemos mañana Tatsuha-el muchacho cortó la comunicación. El monje soltó una risilla divertido pues estaba seguro que Hisoka estaba ahora mismo rojo como un tomate.

Aunque el Usegi siempre había evitado a las personas tímidas y sumisas, cuando había conocido a Hisoka, simplemente se había quedado cautivado con su actitud inocente y carente de seguridad. El saber que podría controlar a su gusto a Hisoka le resultaba simplemente irresistible y al parecer, al pequeño Ono no le desagradaba para nada ser manipulado.  

 

 

Cuando Mika llegó al babyshower, se llevó una gran sorpresa al ver su hermano Eiri con un babero y un gorro de bebé. La mujer apretó los labios para no reír. Para desgracia del rubio, Tatsuha no apareció en toda la reunión, siendo él el único hombre en el festejo.

 

 

Tatsuha estaba por finalizar el ramen cuando llamaron a la puerta. Miró su reloj y resopló, Hisoka había llegado media hora antes de lo acordado. Se quitó el mandil y salió de la cocina a paso acelerado. El muchacho se llevó una gran sorpresa al ver a su padre.

-Ho…hola-balbuceó el moreno.

-Siento mucho el no haber llamado antes-dijo serio el hombre.

-No te preocupes padre, tú siempre serás bienvenido-y sonriente le invitó a pasar.

Ryosuke entró al apartamento de su hijo con la espalda erguida y el rostro en alto, típico de él. Tomó asiento en el sillón individual y recorrió con sus ojos opacos la pequeña estancia. Nada había cambiado desde la última vez que había estado ahí.  Cierto remordimiento le invadió al recodar su comportamiento con su hijo y de cómo ésta había intentado acabar con su vida.

-¿Cómo te ha ido?-preguntó-Mika me ha dicho que estás yendo con un psiquiatra.

-Así es-resopló el muchacho, dejándose caer en el sofá junto a su padre.-Mika me obligó.

-Es por tu bine-asintió el señor.

-Si tú lo dices-se encogió de hombros.-¿Quieres algo de beber?

-Té verde, por favor.

Tatsuha asintió y se puso de pie. Puso a calentar en la tetera suficiente agua, presentía que su padre se quedaría por un largo rato. Miestras se calentaba el agua, Tatsuha terminó con los detalles que faltaban con el ramen.

Después de unos minutos regresó con el té de su padre. Éste lo bebió en silencio y después de degustar el sabor de la bebida, dijo:

-Está rico.

-¿En serio?-exclamó Tatsuha.

-Sí, de hecho está más rico que el que prepara Akane.

-¡Qué bien!-sonrió complacido.

-Tatsuha, el motivo de mi vista es porque tengo algo que decirte.-la seriedad con la que el mayor hablaba inquietó al moreno.

-¿Qué es?-el monje tomó asiento frente a su padre y aguardó, inquieto. Ryosuke dejó su taza de té encima de la mesa de centro, se aclaró la garganta y dijo:

-He decidido poner a tu nombre la casa principal de Kioto, el templo y en onsen.

-¿Qué? Pero…

-Déjame hablar niño-instó el hombre, ceñudo.

-Lo siento.

-Eiri y Mika ya tienen su futuro asegurado, en cambio tú, apenas estás empezando. Yo soy viejo y en cualquier momento puedo morir.

-¡No digas eso!

-Seamos realistas Tatsuha. Es por eso que he decidido dejarte todo a ti. Quiero estar tranquilo de que te dejo un patrimonio. Es lo mínimo que puedo hacer por ti hijo-y esbozó una ligera sonrisa, casi imperceptible.

-No sé qué decir padre…

-No hay nada que decir. Pero si crees que tienes que hacer algo para agradecerme, me conformo con que seas igual de feliz que tus hermanos-Tatsuha miró con ojos llenos de desconcierto a su padre. Ryosuke exhaló una bocanada de aire y lo soltó en un bufido-Me está costando trabajo el que a ti y a Eiri les gusten los hombres, pero estoy haciendo mi esfuerzo, sólo te pido paciencia.

Tatsuha iba a decir algo cuando el timbre de la puerta sonó. Sufrió de un ligero vuelco al saber de quién se trataba.

-Vaya, no sabía que esperabas a alguien. Será mejor que me vaya, no quiero ser impertinente-el hombre se puso de pie.

-No te preocupes padre-Tatsuha corrió a abrir. Sonrió cuando abrió la puerta y vio a Hisoka parado frente a él.

-Lo siento, creo que llegué un poco temprano-se disculpó el muchacho.

-Está bien-le invitó a pasar y fue ahí cuando los ojos opacos de Ryosuke se cruzaron con los grises de Hisoka. Al ver las peculiaridades del jovencito, el señor Uesugi comprendió de quién se trataba.

-Gracias por el té-se apresuró a decir el hombre, calzándose rápido.

-¿No te quedas un rato más?

-No gracias, tengo algunas cosas que hacer antes de regresar a Kioto-caminó hacia la puerta y antes de salir miró a Ono-Con su permiso joven-hizo una inclinación. Hisoka correspondió a la despedida con torpeza-Por cierto-detuvo su andar a un paso de salir del apartamento, miró de reojo al chiquillo-Me gustaría que vinieran a comer conmigo el próximo sábado.

-¡Claro!-exclamó feliz Tatsuha.

-Bien. Adiós.-dicho esto, el hombre salió del apartamento.

Hisoka se asomó por el pasillo y miró al hombre alejarse de ahí, luego centró sus ojos en los de su novio y curioso preguntó:

-¿Quién era?

-Tu suegro Hiyoko.

-¿Eh?-Hisoka se llevó ambas manos a la cabeza-¡Cómo!-gritó mientras que Tatsuha reía divertido.

 

 

 

Notas finales:

Como ya saben, el fic está por finalizar y he pensado en hacer dos extras que van entrelazados con la trama. Nada que ver con el extra que hice todo loco. Pero antes de empezar a escribirlo, deseo saber si ustedes quieren los extras o  no. Dependiendo de sus comentarios lo decidiré. 

Muchas gracias por leer. 

Nos vemos en el final de Mercy Rain. 


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