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Motivos Oscuros por Pazu_chan

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Notas del capitulo: Hola a todos, llego con otra actualizacion e estado actualizando mucho esta semana jejjeje, esperemos que eso no cambie XD!

bueno un nuevo capi que espero les guste o por lo menos se rian XD

a leer!
Capitulo once: Estoy viva… buuuu…


Mientras tanto en otra habitación, un lobito y un perrito se iban despertando luego de un Enervate…


**********


A Sirius le dolía la cabeza, como si hubiera estado despierto por muchas horas y no hubiera descansado en varios días; escuchó un quejido proveniente a su lado y lo reconoció inmediatamente, era Remus. Miró a su amigo de la infancia, que se sentaba con dificultad, ya que al parecer el castaño estaba igual que él. Sus ojos azules inspeccionaron minuciosamente todo el lugar, era una habitación amplia, donde había un par de escritores y estantes con libros, un par de ventanales, donde dejaba pasar la luz del día, ya que las cortinas estaban corridas; él estaba en un sillón grande y su amigo en otro al frente del suyo, los ojos dorados de su amigo, también miraban concienzudamente todo el lugar, hasta que sus ojos se encontraron.


– ¿Dónde mierda estamos? – dijo completamente perdido, ya que no conocía ese lugar.


– ¡Sirius! – Le amonesto el castaño por su lenguaje, luego suspiró acariciando su estómago inconscientemente –La verdad, es que no tengo ni idea ¿Qué es lo ultimo que recuerdas? – le preguntó mientras trataba de recordar los últimos minutos vividos.


– Mmm… – empezó a meditar Padfoot – bueno… fuimos a ayudar a la Orden en el ataque que efectúan los malditos mortífagos, luego vimos a quien parecía ser algún mortífago con mas rango, aparecimos cerca de él para atacarlo, pero cuando se dio media vuelta se quedó como petrificado y después… – tratando de buscar en su memoria – apareció otro y desaparecieron ambos y luego aparecieron otros atrás de nosotros… – susurro al recordar aquel detalle.


– Lucius… – jadeo el castaño completamente sorprendido.


– Ya me preguntaba yo, cuando sacarías al rubio en colación – comentó despreocupadamente el azabache –. Debe estar por ahí cuidando de sus pajarracos blancos – habló desinteresadamente.


– No, Lucius – volvió a decir en un susurro él lobito.


– Ya Remus que ya entendí, tu rubito teñido debe andar en su mansión, ahora lo importante es saber donde estamos – comenzó a decir seriamente el azabache.


– Siempre supe que te faltaba cerebro pulgoso – espeto una fría voz.


– Mira lo que hiciste Remus – retó a su amigo, sin darse vuelta en ningún momento – por nombrar al estúpido de Malfoy ahora escucho su voz… – le refunfuñó.


– En serio, Severus – habló Lucius mirando a su amigo – ¿Qué le viste a ese? – le preguntó verdaderamente interesado.


Snape fulminó a su amigo con su oscura mirada, no porque estuviera completamente molesto con su amigo, sino más bien porque se estaba haciéndose esa misma pregunta internamente.


– ¡Oh, Padfoot! – dijo Remus, rodando sus ojos al ver el comportamiento de su amigo.


– Por lo menos ahora sé que no tendré que soportar la voz de este – cabeceando en dirección de Malfoy – cada vez que lo nombren…


– Black será mejor que te calles, tenemos mejores cosas de que hablar – le cortó su parloteo Snape.


– ¿En dónde estamos? – pregunto rápidamente, antes de que esos dos comenzaran con sus típicas peleas.


– Esa no es la pregunta correcta Lupin – hablo seriamente el rubio Malfoy, mientras se sentaba elegante en un sillón cerca de Black y en frente al castaño.


Snape siguió a su amigo y se sentó en otro sillón individual al lado de su rubio amigo, enfrente de otro sillón desocupado.


Remus hizo una mueca desconforme, al escuchar como su pareja le llamaba por su apellido y tan indiferente, algo en su corazón se apretó aprensivamente, sabiendo que Lucius estaba enojado con él por ir a ayudar a la Orden.


– Yo… – comenzó a hablar el castaño.


– ¡¿En que estabas pensando – Se alteró un poco el rubio –, querías arriesgar la vida de mi hijo?! – le espetó con sus ojos grises fulminándolo con la mirada.


– ¿¡Tu hijo!? – Rugió el castaño – Te recuerdo que YO lo llevo conmigo – siseó molesto él lobito.


– Ese no es el punto – se excusó –. No puedo creer que fueras tan irresponsable como para exponer tu vida y la de nuestro hijo… – le habló dolido.


– Yo… Lucius… – habló lastimeramente Remus.


– ¡Hey! – Interrumpió Sirius – Deja de hacer sentir mal a Moony – le fulminó con su mirada.


– No te metas en esto Black – fulminándolo también con su gris mirada.


– ¡Ya basta! – Les cortó Snape, al ver que esos dos estaban a punto de sacar sus varitas – No es momento de pelearse – le habló a los tres magos que estaban con él –, están en un lugar seguro – le respondió al castaño su primera pregunta, sabiendo que no podría decirles que estaban en la mansión de Tom Riddle, más conocido como Lord Voldemort, estarían como locos, exaltados y maldiciéndolos por traidores; era mejor mantenerlos un poco al margen respecto de donde estaban, luego cuando todo se aclarara y ambos merodeadores asimilaran lo que les revelarían podrían saber en dónde y con quienes se encontraban.


Lucius Malfoy miró a su amigo y luego a su lobito, antes de suspirar pensando en lo que se avecinaba, con todas las cosas que debían decirle a esos dos Gryffindor. Lo bueno es que Nagini le había dicho que el embarazado de Remus, no se vería afectado por aquellas reveladoras noticias, que al tener la licantropía lo hacía más fuerte tanto física como sicológicamente, aunque eso no quería decir que se arriesgara de esa forma cuando había ido a ayudar a la Orden.


– Es momento de que se enteren de varias cosas ocultas que su querido y honorable director, les ha mantenido oculto… – les habló fríamente Lucius.


Tanto Remus y Sirius fruncieron el ceño, al escuchar lo que había dicho Lucius, ellos respetaban mucho al director, sabían que era medio manipulador, pero que siempre se había preocupado por sus alumnos. Sobre todo Remus, sentía un gran aprecio, admiración y agradecimiento hacía Dumbledore, ya que él le había permitido entrar a Hogwarts aun cuando sabia de su condición de hombre lobo; no podía llegar a pensar mal así sin más de su… en su medida salvador, al permitirle entrar al colegio y conocer a sus amigos; por eso muchas veces, había tenido varias discusiones con Lucius, ya que el rubio no le caía para nada bien el viejo-come-caramelos-de-limón, pero ambos habían llegado a un acuerdo, en donde no hablarían de Albus Dumbledore.


– Lucius – empezó enojado Remus, fulminando a su pareja, sabiendo que no debía hablar mal del anciano, si no quería que de verdad se enojara con él.


–Y si te dijera que – hizo una pausa y miro cuidadosamente a los dos Gryffindors – el que Potter viviera todo este tiempo por muggles, no es por el motivo de la protección que hay en esa casa… – habló despreocupadamente el rubio, pero sus ojos grises miraban intensamente a su lobito.


– ¡¿Que estás diciendo, Malfoy?! – Explotó Sirius – ¡Eso es ridículo, Dumbledore nos aseguró que era lo mejor para mi ahijado! – gritó respirando agitadamente, mirando asesinamente al rubio Malfoy.


Lucius sonrió macabramente – Quiero decir, que Potter a vivió en casa de su tía, siendo ignorante once años de su vida de ser un mago, que vivió once años como prácticamente un elfo doméstico, que once años de su vida, vivió en precarias condiciones, porque Albus Dumbledore, el mago más grande de todos los tiempo, el amable y bueno del director de Hogwarts, sabía que en la casa de esos muggles, no existía ninguna protección mágica hacia Potter… – hablo seria y pausadamente, como queriendo que esos dos cabezotas Gryffindor se dieran cuenta de lo que estaba diciendo.


Remus jadeó de asombro, al ver que en la mirada gris de su pareja estaba diciendo la verdad, su mente era un caos y reinaba la culpabilidad, al no haber buscado más información de aquel hechizo que según Dumbledore, protegía a Harry dentro de la casa de los Dursley.


Sirius, él… no quería aceptarlo, no podía, porque si todo aquello que el rubio teñido, había dicho era verdad, si todo eso era cierto… él había dejado a su ahijado en manos de esa familia; porque el saber que Harry estaba protegido por la magia de Lily, en la casa de esos muggles, era al pensar en ello, lo que lo mantenía firme en no llevarse lejos a Harry y darle todo el cuidado y amor de una familia. No podía ser la realidad, en la cual había dejado a su ahijado, en la mano de esa horrible familia que lo despreciaba, no podía ser que todos los años había sufrido su pequeño Prongs, no habían servido para nada; no… se rehusaba a creer aquello que Malfoy le decía…


– No, no, no, no… – murmuraba como un mantra.


– Escúchame Sirius – habló Severus por fin – Petunia no es hermana de Lily… – le confesó, mirando sus azules ojos tan perturbados que se encontraban en esos momentos, como muy pocas veces había visto.


– ¡¿Qué!? – dijeron ambos merodeadores completamente incrédulos.


– Lo que escucharon, Lily y Petunia no son hermanas – le repitió nuevamente el profesor de pociones.


– Severus – le llamo el patriarca Malfoy – no los enredes, primero diles que Harry no es hijo de Evans – le espeto molesto Lucius.


– ¡¿Qué!? – volvieron a gritar sincronizadamente Sirius y Remus.


– ¡Oh, gran erudito Lucius Malfoy, entonces diles todo tú! – se defendió el azabache, olvidando a los dos espectadores que estaban casi en estado catatónico – Solamente falta que le digas así sin más que Potter fue quien gestó al mocoso Potter – espetó molesto Snape.


– ¡¿Qué!? – Otra vez los dos al mismo tiempo.


Lucius también fulmino con la mirada a su amigo y también olvidando a su audiencia – No soy tan idiota como otros – mirando fijamente a Severus –, tampoco pensaba decirles así… – aun cuando hace poco pensaba hacer eso, claro que no lo diría – pero sería mejor decir que Potter está seguro con su padre, que es el mismo que ataco a Potter y a Evans – comento más para sí que para su ex-compañero de casa.


– ¡¿Qué!? – nuevamente…


Fue en ese momento que por fin prestaron atención a los espectadores, que se encontraban a su lado, tanto Sirius como Remus, tenían sus ojos abiertos, sus bocas hacían movimientos como las de un pez fuera del agua, tenían algo de palidez y se veía que pronto acabarían en desmayo si seguían con su conversación. Severus y Lucius, hicieron una mueca de molestia, al ver lo que habían hecho sin querer, obviamente no se iban a sentir culpables, por hablar de más y menos iban a reconocer su error; pero es que ellos eran siempre directos y no sabían cómo tratar con tacto toda esa situación y ellos eran los únicos que podían hacer el trabajo de decirles a los merodeadores lo que estaba sucediendo y la verdad que tanto tiempo y que tan minuciosamente les había sido oculta, pero al parecer las cosas no habían salido como las tenían previstas.


Ambos ex-Slytherin esperaban pacientemente, a que los dos ex-Gryffindor se recuperaran del Shock en que se encontraban esos dos, ya que no sacaban anda con tratar de arreglar la situación, si no lo iban a escuchar, era mejor esperar y luego explicar.


Para orgullo de Lucius, Remus es el que se estaba recuperando más rápido, dado que ya había cerrado la boca y sus ojos no estaban abiertos en asombro; por otro lado para fastidio de Severus, como espero Sirius, seguía en su nube de bloqueo mental y emocional; el profesor de pociones bufó molesto, al ver la sonrisa socarrona de su amigo rubio, que claramente le decía que su pareja era mucho más eficaz que la suya.


En vez de parecer una plática seria y adulta, más bien parecía una competición…


Cuando Remus iba a abrir su adictiva y atrayente boca, según Lucius, la puerta de la habitación fue abierta de par a par. Todos los presentes, miraron hacia la entrada y se quedaron mudos al ver quien había sido la persona que había azotado la puerta contra la pared.


Sirius quien había vuelto de su bloqueo neuronal, se quedó congelado al igual que Remus al ver quien con pasos lentos se acercaba a ellos, estaban seguros que estaban viendo una ilusión. Mientras que Severus y Lucius rodaron sus ojos y esperaron a que la bomba callera…


Frente a ellos, se encontraba Lily Evans, con una túnica blanca que le llegaba hasta el suelo, con broches en el lado izquierdo, con bordado en dorado; parecía una aparición al ir en aquella inmaculada túnica, su piel estaba pálida, sus ojos verdes brillaban de vida, y sus cabellos rojos estaban sueltos.


– ¿Tú…? – susurró Sirius, para el asombro de todos, al ver que había podido decir algo.


–Li… Li… – trataba de decir Remus, sin despegar sus dorados ojos en aquella fantasmal presencia.


– Sí, soy yo. – Hablo suavemente la voz de la pelirroja – Lily Evans… – les confirmó con diversión.


Remus y Sirius jadearon por aire, mientras que sentían como su corazón comenzaba a latir tan rápido que hasta podía llegar a dolerles…


– Estoy viva – les corroboró en un susurro.


Fue ante esas palabras que los dos últimos merodeadores, transfiguraron sus rostros de asombro a terror, para luego caer desmayados sobre el sillón, que hace poco habían estado sentados.


Severus y Lucius suspiraron derrotados, al saber que con eso no habían conseguido nada y que al parecer tendrían que explicar todo nuevamente; mientras que los gritos y chillidos alegres de Lily y Nagini se escuchaban por casi toda la mansión, por otro lado al pobre de Severus ya le estaba dando jaqueca de sólo pensar en cómo se comportaría Sirius, al comprender, procesar y expulsar todo lo que debía de enterarse… y eso que aún no les confirmaban que Lord Voldemort era el padre del mocoso Potter.

Continuara…
Notas finales: bueno, eso es todo, se... algo lento la cosa, pero que se le va hacer, jejeje

demos un gran agradecimiento a mi beta Cherry Moon (cere-chan para los amigos XD!) por betearme el capi ^^

bueno, cuidense, portense mal y nos leemos (esperemos que pronto u.u`)

Matta nee!

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