Capitulo trece: Momento de arrepentimiento…
Cuando Tom abrió la puerta de la habitación de su hijo, quedo completamente en shock por lo que sus ojos veían, sin poder llegar a creérselo…
*****
La atmosfera estaba saturada de magia, era un espectáculo inimaginable, que rosaba en la lógica, aun en el mundo mágico, aunque Tom había previsto que algo así pasaría en algún momento, nunca se espero un espectáculo así.
Inexplicablemente para Tom, la magia de Harry se había descontrolado, lo suficiente como para que su herencia mágica se liberara; supuestamente a cada niño mago, nacido por padres (uno o ambos) magos, se les colocaba inmediatamente un hechizo, que en palabras sencillas sellaba su “sangre mágica”, ya que los niños sin poseer su varita y el conocimiento adecuado, descontrolaban fácilmente su mágica, pudiendo incluso llegar a lastimar a otros; es por eso que hace muchos años atrás, a los pequeños hijos de magos sellaban ese caudal mágico, para mantenerlos “protegidos”, no así a los niños magos hijos de muggles, ya que ellos solo eran bendecidos por la magia, no por su sangre. A los diecisiete por ser considerados mayores de edad, se les liberaba aquel sello, así se manifestaba su herencia mágica, como algunos llamaban a ese poder mágico que venia ya en sus genes, en su sangre.
Los ojos verdes del Lord, brillaban ante el poder que su hijo poseía; objetos volaban alrededor del menor, mientras una aura rojiza y verde se movía frenéticamente en el lugar, esa era la magia de Harry, que se encontraba en completa exaltación, algunos objetos se desintegraban en miles de partículas, si se acercaban demasiado al cuerpo del joven, que solo se encontraba de pie mirando hacia el techo con los brazos laxos sobre su costado, completamente en trance.
– ¡Señor! – se escucho una voz desde la habitación, toda hecha un caos.
Tom miro más detenidamente, dándose cuenta que entre la pared del fondo y Harry, se encontraba Naito, quien desesperadamente trataba de salir de la habitación, pero estaba en una trampa mortal, si se movía con solo un centímetro de error, acabaría literalmente frito.
– transfórmate en serpiente, arrástrate con cuidado – le ordeno el Lord, completamente serio y sabiendo que si el guardián de su hijo, se quedaba allí acabaría muerto.
Naito con algo de duda y por que no decirlo miedo, después de todo esa gran cantidad de magia descontrolada era una bomba de tiempo. Naito hiso lo que le pidió el Lord y convirtiéndose en serpiente, se arrastro por el lugar, esquivando lo mejor posible los obstáculos, que violentamente trataban de llegar a el, al mismo tiempo, que trataba de no llamar la atención de su amo, ya que muy posiblemente no lo reconocería y lo atacaría.
Mientras Tom estaba expectante por que Naito saliera de una vez por todas de la habitación, para así poder ayudar a su hijo. Otros habitantes de la fortaleza llegaban hacia el lugar donde habían sentido esa gran cantidad de mágica ser expulsada, quedando completamente mudos y petrificados al ver lo que pasaba. La pared había sufrido gran cantidad de daño y algunos lados habían quedado completamente derribados, lo que dejaba una clara imagen de lo que pasaba en la habitación, sin necesidad de aprisionarse en la puerta abierta, donde estaba el Lord.
– ¡hijo! – chillo escandalizada Nagini, al darse cuenta que Naito salía de la habitación.
Los chicos, Remus y Sirius, miraron la serpiente que se enrollaba en el cuerpo de Nagini, hasta posar su cabeza en el hombro izquierdo de ella ¿en realidad era su hijo? Se preguntaron todos, sin decirlo en voz alta...
– ¡Harry! – grito Sirius, al percatarse que el joven que se encontraba inmovilizado en medio de la habitación era su ahijado.
Severus tuvo que refrenar al pulgoso, ya que este por instinto había querido correr hacia su ahijado y salvarlo, así como Remus, que fue retenido por un expedito Lucius, que vio venir aquella irresponsable acción. Pero Severus no podía controlar lo que decía Black...
– ¡maldito desgraciado! ¿¡Que le hiciste a Harry!? – le grito completamente furioso el animago.
Tom lo ignoro completamente, haciendo enojar mas a Sirius, pero Severus le miro seriamente, indicándole con su oscura mirada, que era mejor que no interviniera mas y se quedara calladito y quietecito (n/a: Severus estas pidiendo un milagro u.u’)
– ¿Qué está pasando? – pregunto calmadamente el licántropo, pero agarrando firmemente la mano de su pareja, sino iría sin importar el riesgo, a ayudar al hijo de uno de sus mejores amigos.
Nagini miro a su hijo, preguntándole con la mirada, que es lo que le había pasado a Harry, ya que Naito siempre estaba con el chico.
>>> fue Malfoy <<< acuso inmediatamente, sin titubear >>> le dijo algunas “cosas” que hiso enojar a Harry <<< siseo molesto, sin querer decir lo que el rubio le había dicho a su amo, eso era para después.
Tres miradas se clavaron como dagas, en cierto rubio que les miraba con cierta incertidumbre y por qué no, también de miedo; no todo los días, te encontrabas con la mirada asesina de Lord Voldemort, una mirada furiosa de Nagini y otra mirada molesta de una serpiente. Ellos sabían que Harry era muy “tranquilo”, era cierto que su carácter era algo temerario y explosivo, pero no para llegar a ese extremo, debió ser algo muy grave como para que reaccionara de esa forma. Todos los demás al ver que esos tres miraban a Draco con ganas de matarlo, miraron al rubio, preguntándose que le había hecho a Harry.
Mientras Draco se preguntaba si lo que le había dicho, había puesto así al azabache (n/a: ¬¬ no se preocupen yo le doy un zape en la cabeza a este idiota)
– al parecer las emociones de Harry se alteraron lo suficiente, como para que su herencia mágica se precipitara… – fue la simple explicación que la mujer de cabellera blanca dijo.
– No interfieran… – fue lo único que dijo el llamado Lord Oscuro.
Tom entro a la habitación casi completamente destruida, con paso lento pero seguro, sentía la magia de su hijo bullendo por el lugar, exteriorizo un poco de su magia, para que Harry le reconociera; con cada paso que daba el Lord, se daba cuenta que la magia de su hijo era demasiada, mucho más de lo que imagino, teniendo en cuenta, que Harry era el primogénito de dos antiguas familias, Godric Gryffindor y Salazar Slytherin. Había una pelea campante entre la parte Gryffindor y Slytherin en la magia de su hijo, ambas querían ser la predominante, pero Tom sabia que debían llegar a un equilibrio por el bien de su hijo y de ellos, sino terminarían todos literalmente fritos.
Cuando estaba a unos centímetros de su hijo, algo se agito en su interior, se maldijo internamente al olvidar, que aun tenia al demonio dentro de su cuerpo, Belial (*) no desaprovecharía esa oportunidad de obtener más poder, como se le había olvidado ese detalle, estaban verdaderamente en peligro, tanto él como su hijo, debía tratar de aplacar el deseo de liberar a Belial… Tom respiraba con dificultad, con sus manos temblando las coloco en cada hombro de su hijo…
– esto está mal… – dijo completamente alarmada la mujer de cabello blanco.
Lily la miro interrogante, como todos los que le habían escuchado…
– Tom… – susurro preocupada.
La magia de Tom entro en discusión, eso es lo que los demás podían ver, al observar como la magia del Señor Oscuro bullía en forma de un aura roja. Pero la verdad es que Tom peleaba contra Belial, que quería tomar el control del cuerpo y matar a Harry para obtener su gran poder…
Los ojos verdes de Tom cambiaron pausadamente hasta tomar un color ojo sangre, mirando fascinados al chico que tenia frente suyo, una sonrisa cruel se formo en sus delgados labios, llevo una de sus manos al mentón del chico, tomándolo entre sus dedos, para atraer su rostro hacia el suyo; los ojos verdes de Harry aun estaban en transe, pero miraban vacíamente al hombre delante suyo.
– ¿¡que está pensando hacer a mi ahijado!? – pregunto/grito enfurecido, al ver al mayor queriendo… ¿besarlo?
– Ese no es Riddle… – fue lo único que dijo Lily.
– ¿pero qué…? – iba a preguntar pero algo dentro de la habitación, le hiso distraerse y enfocarse nuevamente en ese par.
Belial ya estaba saboreando aquel poder de ese chico, que muy pronto seria todo suyo y podría deshacerse completamente de ese inepto de Tom Riddle. Con sus ojos rojos refulgentes y sus labios muy cerca del menor, se sentía completamente el ganador...
Draco sentía como la rabia lo cegaba y unas enormes ganas homicidas entraron en su cuerpo, al ver la escena que se desarrollaba dentro de la habitación, si no fuera por que Theo le tenía sujeto del brazo, ya había ido a separar a esos dos, aunque sabía que no podría contra el Lord Oscuro y que muy posiblemente Harry lo aria picadillo de tan solo verlo…
– Será todo mío… – susurro sedosamente el demonio, acercándose un poco más a esos labios, colocando su otro brazo por la cintura del menor, atrayéndolo hacia su cuerpo.
– papá… – susurro quedamente el menor, sus ojos verdes miraban con anhelo hacia el mayor…
Fue un verdadero shock para la mayoría escuchar de los labios del menor, aquella palabra, sobre todo para aquellos que no sabían la verdad. Draco estuvo a punto de caer, si no fuera por Theo y el mimos Theo se hubiera caído al piso, si no fuera por la pared en que apoyaba su espalda.
Tom reacciono, mientras Belial en su interior rugió de molestia, Tom jadeo de dolor, al sentir como su respiración se hacía cada vez más dolorosa. Tom abrazo fuertemente a Harry, mientras se arrodillaba llevando con él a su hijo; Harry también había salido del trance, además que su magia menguaba lentamente y trataba desesperadamente de ayudar a Tom.
– Lo siento, lo siento… – lo dijo por fin en voz alta, sabiendo todo el dolor que había provocado a la gente que había llegado a querer y el daño que le hiso por tanto tiempo a su hijo.
Harry y como todos los presentes, se habían quedado nuevamente en shock al escuchar las palabras del Lord Oscuro, él diciendo “lo siento”, era realmente irreal; pero ahí estaba abrazado a su hijo, que por tanto tiempo creyó su enemigo, abrazándolo, sufriendo un dolor inimaginable en su interior…
– papá, papá… – le llamo Harry al ver que su padre no dejaba de quejarse, apretando fuertemente su camisa en la zona de su pecho.
Tom tuvo que separarse de su hijo, recostándose de espalda en el suelo, mientras Harry se arrodillaba a su lado, tomándole de la mano, viendo con impotencia como los ojos de Tom iba de rojo a verde.
– Perdóname… – susurro débilmente, mientras trataba de llevar su mano libre a la mejilla izquierda de su hijo, pero su mano no llego, pues cayó pesadamente al suelo.
– Te perdono, te perdono… por favor… – le grito el menor, con sus ojos verdes anegados en lagrimas de angustia, al ver que el mayor no respondía.
La magia de Harry volvió nuevamente a la carga, descontrolándose fuertemente, pero cuando nadie se lo esperaba, una luz, salía de la espalda del menor, era como una forma incorpórea blanca, como la de un patronus. Harry apoyo su frente en el pecho de Tom, mientras sentía como algo salía de su interior, pero no le dolía, solo era algo incomodo.
Para sorpresa de todos, varias luces mas aparecieron de varios puntos distintos, rodeando el cuerpo de las dos únicas personas dentro de la habitación, al igual que lo hacia la luz que había salido del cuerpo de Harry.
– ¡No! ¡No! – Gritaba brutalmente el mayor para desconcierto de todos, Harry se había separado de Tom, pero le había tenido que agarrar de sus brazos para que no se lastimara – ¡no te atrevas maldito! ¡Jamás te dejare! ¡JAMÁS! – mientras reía maniacamente, dándole escalofríos a todos los presentes.
Harry se dio cuenta, que su ojo izquierdo estaba completamente rojo y el derecho estaba verde, y supo inmediatamente que Tom traba de sacar aquel demonio que quería consumirlo en la oscuridad.
Pero antes de que Harry pudiera decir o hacer algo, las ocho luces que danzaban sobre sus cabezas, se unieron y como un proyectil a alta velocidad, colisiono con el pecho de Tom, provocándole que se arqueara de una manera casi inhumana. Tom grito de desesperación, ante el inmenso dolor que le provocaba tener nuevamente su alma completa en su interior y sobre todo por Belial, que quería ser dueño de su cuerpo.
Harry trataba desesperadamente de acercarse hacia su padre, pero una oscura aura se lo impedía, su magia ya estaba calmada, pero aun se podía sentir sus descargas en el ambiente, por lo que los demás no podían entrar a la habitación; pasaron unos minutos angustiantes, que para Harry fueron eternos, en donde Tom trataba de mitigar sus gritos de dolor, mordiéndose fuertemente sus labios, provocando que comenzaran a sangrar; era estar en el mismísimo infierno, Tom sentía como si sus huesos ardían y se rompían uno a uno, volviéndose a regenerar dolorosamente y volverse a romper en un ciclo sin fin, era un dolor inimaginable… y los minutos pasaban dentro de su tortura…
Así como todo empezó casi abruptamente, todo termino o eso es lo que indicaba ese silencio mortuorio…
Harry se acerco inmediatamente hacia el cuerpo inmóvil de Tom, con nerviosismo acerco su mano hacia la mejilla pálida del mayor, pero cuando estaba a unos centímetros de tocar la piel de Tom, este le agarro fuertemente del brazo, asustando al chico, que miro con miedo hacia los ojos de su padre, descubriendo con horror que los ojos burlones que le miraban eran de un intenso rojo sangre…
Todo fue muy rápido, una masa negra salió de la boca del mayor y sin aviso alguno, se adentro por la boca del menor, provocándole un intenso dolor, que se manifestó en lágrimas y quejidos dificultosos por la falta de aire, era como si alguien le estuviera agarrando el corazón…
Tom abrió sus ojos, ahora de su tono normal, viendo con impotencia y dolor, como Belial trataba de ganar el cuerpo de su hijo, como pudo, ya que tenía un dolor increíble en todo su cuerpo, como si le hubieran dado más de mil Cruciatus constantemente, se sentó en el suelo y atrajo al menor en un abrazo protector…
– Nagini… – jadeo como pudo, sabiendo que su fiel compañera entendería su petición.
Con Nagini ya habían discutido, acerca de cómo sacar a Belial de su cuerpo, pero lo que nunca llego a considerar fue que además sería justo al mismo tiempo que las partes de su alma, que había convertidos en Horrorcrux, se volvieran a unir en él; sin contar que Tom sabía que no debía estar con Harry cuando Belial saliera de su cuerpo, por que muy posiblemente - como en ese momento - el demonio quisiera poseer el cuerpo de su hijo, ya que este tenía mucho más poder que él mismo.
Nagini atendió al llamado de su amo, sin dudarlo entro en la habitación, que aunque aun saturada con la descarga de magia, ahora era más accesible. Se coloco de espalda a la puerta, recitando un hechizo en parsel, por lo que solo Tom entendía, ya que Harry estaba demasiado embotado por el dolor… Nagini seguía en lo suyo, y pronto una luz blanquecina invadió el lugar, unas líneas blancas y brillosas se comenzaron a formar en el suelo, formando dos triángulos entrelazados o más conocida como la estrella de David, donde al centro se encontraban Tom y Harry.
– Lily colócate aquí – dijo Nagini, dando unos pasos a la izquierda, hasta colocarse en una de las puntas de la estrella, más alejada.
Lily obedeció inmediatamente, colocándose en la punta que quedaba de espalda a la puerta, muy cerca donde se había colocado antes Nagini…
– Lucius… – dijo Nagini, pero luego miro a todos los presentes por lo que cambio de opinión – ¡Severus! Al frente mío – le indico.
Aun reticentemente Severus se coloco en el lugar donde Nagini le había indicado, dándose cuenta que ellos tres estaban en cada una de las puntas de uno de los triángulos, que formaba la estrella.
– Naito, cambia de forma y colócate en esa punta – indicándole la que se encontraba entre ella y Lily.
Su hijo obedeció inmediatamente, sin dudarlo dos veces cambio su forma delante de los presentes, asombrando a todos quienes no lo conocían, llamando la atención a más de uno.
– Black al frente de mi hijo – le ordeno rápidamente.
Sirius no lo dudo y fue prácticamente corriendo hacia donde la mujer le había indicado, si con eso podía ayudar a su ahijado lo aria sin pensar en las consecuencias.
Los ojos claros de Nagini, miraban a todos los presentes, se quedaron inmóviles frente a una figura, y aunque le molestaba, era necesario, así que con voz más brusca que antes, le llamo.
– Draco Malfoy, ahí… – prácticamente siseo, indicándole con su dedo la punta más alejada, ya que estaba frente a la de Lily.
Draco avanzo sin inmutarse ante la mirada de la mujer, caminando con pasos firmes y decididos, llego al extremo de la habitación, en la punta más alejada.
– bien… – se dijo mas para sí misma que para los demás – extiendan sus brazos hacia los lados, con las palmas abiertas hacia dentro de la estrella – les ordeno mientras veía a cada uno, asegurándose que todos hacían lo que les había dicho.
– ¡maldita sea Nagini! – Espeto molesto Tom – ¡apúrate de una vez! – le grito casi desesperadamente, al ver como Harry sudaba frio por la batalla interna que estaba librando dentro de su cuerpo.
– Ya voy, ya voy… – dijo algo histérica – Solo tienen que relajarse, dejar que su magia se libere sola… – les aconsejo por último, antes de seguir con el ritual en parsel.
Las líneas que formaban la estrella de David, empezaron a iluminarse progresivamente, y ante el asombro de todos, sobre todo de los seis participantes del ritual; la luz que formaban las líneas, se concentraron en los puntos, bajo los pies de los participantes y ante el estupor de ellos, esa luz comenzó a trepar por ellos, como si fueran serpientes, que se enrollaban por su cuerpo, hasta llegar junto en el centro de su pecho… Sentían como su magia hacia conexión con esa extraña luz que se había posado en su pecho, no les dañaba, es más les daba una sensación de paz y tranquilidad, así que en un movimiento casi involuntario, todos cerraron sus ojos y dejaron hacer lo que magia quisiera…
Remus estaba verdaderamente alarmado, una de sus manos había entrelazado sus dedos con los de su pareja, apretándola fuertemente, mientras que su otra mano, acariciaba distraídamente su vientre, donde su hijo se encontraba con ganas de moverse. Lucius tenía una de sus manos tomada de la de su Remus y la otra tenia firmemente a sujetada su varita, siempre había que estar preparado.
Theo, Pansy y Blaise, miraban absortos lo que pasaba dentro de la habitación, estando atentos de cualquier percance y tuvieran que intervenir, aun cuando no sabían que estaba pasando. Theo se hacia una idea, pero no estaba completamente seguro de lo que pasaba…
La luz se intensifico, cuando Nagini dejo de hablar, la blanca luminosidad que provocan las líneas dibujadas en el piso, hiso cerrar los ojos a todos…
– Vamos Harry, no dejes que gane… – susurro Tom cerca de su hijo, estaba que se desmayaba por el dolor que había pasado hace poco, pero debía ser fuerte por Harry… por su hijo.
Harry trataba de alcanzar a aquella voz que le hablaba, necesitaba liberarse de esa opresión que sentía consumirlo lentamente, dolorosamente, tenía miedo, porque había alguien más, había alguien que quería encerrarlo en la oscuridad y jamás dejarlo salir de allí, no quería estar en ese lugar, no quería… entre la oscuridad que le rodeaba, un rayito de luz comenzó a vislumbrarse en la lejanía, Harry quería llegar a él, lo necesitaba, estiro su mano a aquella luz que poco a poco iba tomando más fuerza, mas calidez…
Los cuerpos de los seis participantes del ritual, comenzaron a brillar fuertemente, antes de que menguara gradualmente, la vaporosa luz blanca, que se les había enrollado al cuerpo, comenzó a desenrollarse, arrastrándose al piso, para luego seguir por las líneas de la estrella, ubicándose en el centro, hasta llegar al cuerpo de Harry, donde se adentraron como pudieron, haciéndolo brillar…
Harry grito fuertemente, antes de que la luz saliera junto a una bruma oscura de su cuerpo, la luz pareció romperse en mil pedazos, si eso era posible, dejando en la habitación, pequeñas bolitas de luz blanca que caían suavemente hacia el piso, pero antes de tocarlo desaparecían levemente.
Ante el estallido de luz, Harry salió expulsado hacia un lado, Draco instintivamente corrió hacia el, tirándose al suelo, justo para abrazar al azabache, arrastrándose por la fuerza del impacto y recibiendo él el golpe en su espalda al chocar con una pared. Tom también había sido expulsado, pero hacia el lado opuesto, dando oportunidad a Severus y a Lily, para interponerse y así frenar su inminente golpe con la pared.
Draco miro preocupado el cuerpo desmadejado de Harry, su respiración era casi imperceptible y estaba mortalmente pálido, quiso pararse y llevarse en brazos al azabache, pero se dio cuenta, que las cosas no había acabado aun…
Todos vieron con terror, como la bruma negra que había expulsado Harry, comenzaba a tomar forma, como de un hombre, demasiado alto para ser normal, casi podría llegar a los dos metros o mas, pero su contextura física no era la de un gigante, sino mas bien la de un hombre, no tenia contorno, solo era como una sombra, solos sus ojos rojos se podían apreciar, aquel ser quería acercársele a Harry, pero las bolitas blancas no se lo permitían, aunque poco a poco iban desapareciendo, claro indicio que no podrían refrenarlo para siempre…
– Mierda… – jadeo abrumada – si no hacemos algo ahora mismo, todo lo que hicimos no servirá de nada… – dijo verdaderamente angustiada.
– ¿de que estás hablando Nagini? – le hablo nerviosa la pelirroja, que como todos allí, no sabían al cien por ciento lo que estaba ocurriendo.
– Tom y yo, descubrimos la manera de sacar a Belial de su interior, pero lo que no habíamos encontrado, era la forma de encerrarlo – le medio explico, a carrerilla sin siquiera tomar aire, dejando mas confundida a la pelirroja.
Pero todos quedaron alucinados, al ver como una posa de agua se formaba en el suelo, muy cerca donde el demonio se encontraba… ¿Qué pasaría ahora?
Continuara…
(*) Acuérdense que en el capitulo cinco, Tom le explico a Harry que el tenia un demonio dentro de su cuerpo, el nombre de este demonio es Belial.