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Motivos Oscuros por Pazu_chan

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Notas del capitulo: bueno auqi otro capi espero les guste >^^<

gracias Cere_chan por betear el capi eres genial ^^

a leer ^^
Capitulo seis: Momentos de decisiones.


Tom suspiró.


—¿Qué pretendes poniendo adolecentes como mortífagos? –Preguntó perspicaz el pocionista.


—Proteger a mi hijo. –Fue lo que dijo


******************


Querido Sirius, Remus y a los presentes:


Sé que deben de estar muy preocupados por mí y lamento mucho el no haberme comunicado con ustedes, y dar signos de vida, pero no había podido.


Estoy bien, así que no se preocupen, estoy en un lugar seguro, volveré a Hogwarts, tomaré el expreso.


Sé que es una carta corta pero por ahora no puedo decir mucho, no quiero que me detecten.


Perdóname Sirius por preocuparte y a ti también Remus, debí pensar en tu embarazo, lo siento mucho. Padfoot mándales saludos a Ron y Hermione y al resto.


Les quiere;


Harry Potter.


Sirius terminó de leer la carta que había llegado con una más que conocida lechuza blanca; Hedwing. Que había partido antes si quiera que Sirius abriera el sobre. Gritándole a Remus que había recibido noticias de Harry, empezó a desgarrar el papel desesperadamente.


En la cocina donde se encontraba, estaban casi todos los habitantes, Ron y Hermione junto a Ginny estaban casi aplastando a Padfoot, mientras que Remus estaba atrás de su amigo, mirando sobre su hombro para ver lo que decía la carta. Draco aunque algo más alejado, estaba mucho más atento de lo que decía el primo de su madre, completamente ansioso por saber algo del Gryffindor.


Todos se miraron en un mudo silencio cuando termino de leerse la carta, sin poder llegar a imaginar a donde se había ido el niño-que-vivo y sus motivos por los que no quería volver antes de empezar un nuevo año en el castillo.


**************************


Dos semanas después de haber mandado la carta, en la mansión Riddle.


Harry se dejó caer vencido en su enorme cama… Llevaba dos semanas en entrenamiento en la mansión de Tom, por salud mental tanto para él como para su padre, habían decidido tratarse por el nombre; ya que Harry no se podía acostumbrar aún a llamarle padre y jamás le diría Voldemort, Lord, Señor Tenebroso o esos idiotas sobrenombres, así que sólo era Tom para él. Y, en contra parte a Riddle le pasaba lo mismo, acostumbrarse al hecho de que Harry fuese su hijo, al cual había querido matar, asesinado a una supuesta madre… No, aún no podía llamarle hijo. Sin contar que él no era dado a los sentimentalismo, y no era bueno demostrando sus emociones y sentimientos, esperaría un poco, además como le había dicho sabiamente—aunque él no lo aceptaría en voz alta— Nagini, el momento adecuado llegará sólo.


Harry se dio vuelta en la cama, su ropa de entrenamiento aún puesta, suspiró cansado, esos dos lo matarían un día de esto.


Lucius se encargaba de enseñarle protocolo, idiomas, encantamientos, transformaciones, historia de la magia y de las tradiciones sangre puras. El rubio excedía en sus clases sobre todo en su enseñanza, ¡el maldito no lo dejaba caminar encorvado!, tenía que caminar más derecho que un robot; que este tenedor no es para la ensalada, ese otro es del pescado; esa cuchara es para el postre y la otra para la sopa… Vale, no podía negar que igual esas clases le servían para tener algo más de autoestima y poder desenvolverse en grandes cantidades de masas, pero eso era demasiado.


Mientras tanto Severus le enseñaba defensa contra las artes oscuras, artes oscuras, pociones, criaturas mágicas, magia sin varita, legirimancia y oclumansia… Y bien, debía reconocer que Snape trataba de no llevarse tan mal, es cierto que habían algunas peleas, pero ahora eran con menos odio. …l estaba seguro que era por que Lily estaba viva, la pelirroja le dijo que había hablado con Severus y habían arreglado los malos entendidos, la fénix le dijo que volvían hacer amigos como antes.


Había creído que le tomaría mas tiempo poderse acostumbrar a una vida en aquél enorme castillo, pero no fue así; podía decir que se sentía cómodo y tal vez, en un futuro, llamarlo hogar. Seguían faltando personas muy importantes para él; como Sirius, Remus y su papá, pero aun así, el estar conviviendo más cerca con Lucius, Severus, Nagini, Lily y hasta Tom, le daba un sentimiento de cariño familiar, una familia extraña, ¿pero qué se podía esperar de él? Siempre le rodeaba las cosas más inexplicables. Aunque le molestaba que para ir por los pasillos del castillo tuviera que usar una máscara y túnica de mortífago, aunque su máscara tenía una esmeralda en la frente.


Cerró los ojos, acomodándose perezosamente en su cama, sabía que aun debía bañarse y arreglarse para ir a comer con los demás, aunque faltaban un par de horas, no podía ser impuntual, además que Lucius se encargaba de ver sus avances en protocolo; si tomaba el servicio correcto; la copa adecuada; si hablaba poco; si exageraba en los gestos y muchos mas etcétera. Sentía como su cuerpo comenzaba a sentirse más liviano y el sueño poco a poco se apoderaba de su conciencia lentamente, dejo escapar un perezoso suspiro, dejándose llevar por Morfeo, en donde lo esperaban un par de ojos grises que aun no podía estar seguro desde cuándo que aparecían en sus sueños.


*************************


Tom estaba en su despacho, revisando algunos papeles que uno de sus súbditos le había mandado. Hace algunos días había hecho una reunión extraordinaria con todos los miembros, llegando a un acuerdo. La mayoría estaba con él, en su nuevo “proyecto” de desenmascarar a Albus Dumbledore, eso le tranquilizaba, como lo supuso hubo algunos en desacuerdos, pero de eso ya se había encargado. Ahora lo que le preocupaba, era lo que los chicos Slytherin harían, si estar bajo sus órdenes, seguir al director o estar en zona neutral, algo que sería muy difícil. Tenía que ganarse su confianza y lealtad, no podía dejar solo a Harry en Hogwarts, aunque ya tenía a alguien infiltrado que nadie, absolutamente nadie sabía que estaba de su lado, pero no podía dejarle solo el trabajo, no podría con todo lo que se avecinaba, entre mas aliados mucho mejor.


Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un suave ‘plop’, frente a él un elfo domestico se le inclinaba desmesuradamente, no pudo evitar hacer una mueca de repulsión al ver esa criatura, no podía llegar a entender su naturaleza, de ser pisoteada y humillada por gusto, casi como si exigiera ese trato.


— Amo. — Chilló el elfo haciendo una exagerada reverencia nuevamente –. El señor Malfoy y el señor Snape han llegado con los jóvenes. - Anunció rápidamente.


— Hazlos pasar y sirve café con algo para acompañar. – Siseó fríamente.


El elfo desapareció con otra exagerada reverencia y con sus acostumbrados ‘plop’, dejando la habitación en silencio.


La puerta se abrió a los pocos segundos dando paso a un, como siempre, arrogante e indiferente Lucius, junto a Severus tan serio y frío en su andar. Tras ellos venían tres jóvenes y una jovencita. Sabía perfectamente quienes eran, sus padres estaban a sus órdenes o estuvieron.


Draco Malfoy, tan parecido como su padre; un líder innato. Theodore Nott tan parecido a su madre pero con la personalidad de su padre, completamente frio e indiferente. Blaise Zabini, igual a su padre con la personalidad de su tío, aire despreocupado pero muy calculador, lástima que su padre hubiera muerto por aquella horrorosa mujer de madre que tenía el chico y por ultimo Pansy Parkinson, tan bella como su madre, pero con algo más de cerebro como su padre.


Se sentaron en el sillón negro que estaba en su estudio, Lucius en su lugar que siempre ocupaba, Severus despreocupadamente recostado en la pared cerca de la ventana. Tom se levantó de su escritorio y se sentó frente a los chicos, estudiándoles descaradamente, con satisfacción vio que tenían barreras mentales muy fuertes, aunque Parkinson era la más débil, de ella pudo sacar un poco de información, estaba algo nerviosa pero decidida seguir la decisión de Draco así como sus amigos. Sonrió ante lo último, solo debía convencer al hijo de Lucius y los demás aceptarían inmediatamente.


— Muy bien, ¿saben por qué los llame? – Preguntó serenamente Tom, mientras se reclinaba en el sillón.


Draco miro a su padre y luego a Lord Voldemort. — Padre nos comunicó que quería que estuviéramos a sus servicios.


— Así es, necesito que trabajen para mí, antes que todo tienen que saber que no serán marcados como mortífagos… — Les dijo fríamente mirando a cada uno de los chicos.


Pasó algunas horas, en donde Tom les relato lo justo y preciso que los chicos debían saber, omitiendo claramente su relación con James Potter y que Harry Potter era su hijo. Eso si les dijo quién era en realidad Albus Dumbledore, un mago que con su carita de abuelo comprensivo y cariñoso, ocultaba a un ser ansioso por el poder y con una extraordinaria capacidad para manipular. No pudo evitar decirles de tenía un demonio habitando en su cuerpo, algo que sorprendió a los jóvenes, que jamás se esperarían algo así.


En ese momento, el silencio reinaba en la habitación, Tom había prohibido a Lucius que tratara de persuadir a su hijo para que aceptara, lo que Tom necesitaba era a gente que le siguiera por voluntad, no por miedo o por otros, ya que si era por voluntad propia había menos riesgos de traición.


Después de largos minutos de tensos silencio, Draco levanto su mirada del suelo, fijo sus ojos grises hacia Tom Riddle y con decisión habló.


— ¿Y que pasará con Potter? – Fue lo que pronunció.


Los tres mayores no pudieron evitar asombrarse, aunque en sus rostros jamás se vio algún signo que no fuera su pétrea máscara de indiferencia. De todas las cosas que se habían hablado, de todas las dudas que podían tener, los riesgos que enfrentarían, el futuro que los podría esperar si ellos no ganaban esa guerra, de todas las preguntas posibles; el rubio menor sólo preguntaba por Potter.


Tom no pudo evitar entrecerrar sus ojos y mirar más que fríamente al chico Malfoy, peguntándose el porqué preguntaba por su hijo. Por lo que sabía se odiaban desde siempre y aunque su trabajo sería protegerlo, no le cuadraba el interés de Draco por Harry, en ese momento era el que más detestaba en que supiera oclumancia, sabía que podía entrar a su mente, no sería tan difícil, pero se daría cuenta y no quería perder la única oportunidad que tenía para convencer a esos chicos se perdiera.


Los amigos del rubio no se asombraron después de todo sabían que Draco estaba enamoradísimo del niño-que-vivió.


— ¿Qué es exactamente lo que quieres saber? – Preguntó con un tono más frio que el que quería utilizar.


— ¿Aún quiere matarlo? – Fue lo que la pregunta respuesta.


Tom le miro un momento fijamente. – No, Potter ya no es el enemigo. — Dijo secamente.


Draco miró a sus amigos, ellos ya habían tomado su decisión, lo que el rubio decidiera ellos acatarían.


— Está bien. — Habló por fin el rubio. – Aceptamos unirnos a su causa.


Tom sonrió con satisfacción, aunque por dentro la preocupación por el interés del pequeño Malfoy en su hijo le carcomía; lo tendría vigilado.

Continuará…
Notas finales: bueno espero les haya gustado ^^

Matta ne ^^

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