Era un día diferente, ya que Usagui sensei “Compromisos importantes” es lo que dijo.
Faltaba una semana y media para empezar las clases de la universidad, me sentía satisfecho ya que estaba seguro que lograría lo que me propuse, aunque estaba consiente que tenía un largo camino por recorrer. Par ser como mi sensei. Realmente sentía admiración hacia Usagui.
Ya que tenía “el día libre”, quise salir, sólo para distraerme. Me puse una chalina y cuando estaba a punto de salir recibí un mensaje de texto:
“Ven a mi casa a recoger un libro, tienes que estudiar. No creas que por no tener clase te dejaré” Atte.: Usagui
Suspiré. Bueno todos mis planes cambiaron, así que me dirigí directo a su casa, caminado como de costumbre. Pensaba en cuantos años más pasarías para que salga de la universidad. ¿Serías dos años?, tal vez solo uno mientras pasaba por un auto negro, bueno con Usagui san enseñándome, esa idea podía ser posible.
Cuando llegué a su casa esta estaba vacía, entré y ahí estaba ese libro. No había nadie en la casa. Empezaba a abrir el libro para leerlo, ahí fue cuando me di cuenta de los libros de la anterior vez, bien envueltos como lo recordaba. Me envolvió el sentimiento de curiosidad y… ¿Por qué no leerlos? Tal vez serán importantes para mi educación, quería aprender ¿Qué tenía de malo?
Así que alcé el primer libro, lo abrí muy lentamente y luego…
……… ……….
……….. …………
……………..!!!
“Esa parte empezó a cambiar… se notaba su excitación dentro del pantalón, su abultado miembro quería salir de entre sus prendas.
- Nnn Ahh – Akihiko no pudo aguantar su voz. Las grandes manos de Takahiro lo rodearon por las caderas y lo atrajo a su cuerpo.
Los labios de Takahiro chocaron con los suyos…
- Akihiko – le susurró. Se estremeció cuando fue acariciado por encima de la ropa y Akihiko ladeó el rostro cuando Takahiro sonrió levemente…”
- ¿Qué es esto? – dije con un hilo de voz.
Mis manos comenzaban a temblar, me quedé atónito… mi sensei había escrito… y su amigo estaba…
PERO ERA ANORMAL!!! ¿O no?
Y qué debía hacer ahora ¿Cómo debería dirigirme a él? Sabiendo que era… Entonces esto significa que… y Takahiro estaban jun… (de todas las formas)… tos.
Pero por lo que yo sabía él tenía un novia… mujer. Entonces qué significaba esto.
Lo único que sabía es que la idea de estudiar no era buena ahora, sólo tendría que irme. Solté el libro y me fui. Mi sensei era un… ¿Eso era malo? Anormal es la única respuesta que encuentro.
Sólo caminaba y caminaba más y choqué con algo con lo distraído que estaba. Casi se me sale el corazón cuando vi con quien había tenido la torpeza de tropezar, justamente con… Takahiro.
- Eh, Aya ¿Estás bien? - fue justo cuando me di cuenta que estaba en el suelo – Levántate.
- Lo siento - … - Yo lo siento.
- No te preocupes, no pasó nada ¿Estas bien?
- Si.
- ¿Cuándo empiezan tus clases?
-Este lunes – trataba de no mirarlo.
- ¿A dónde vas’?
- Uh… sólo caminaba.
- Te importaría si caminamos juntos - ¿Qué? Dedo preguntar ¿Es normal? Me quedé en silencio y…
– Eh, claro.
Me sentía tan nervioso ¿Era preocupación? …l estaba con mi sensei ¿Verdad? ¿El tenía novia? o algo así, supongo.
Ya ahora que hago, cómo debía comportarme sabiendo la verdad ¿O no lo era?
- ¿Desde cuándo es que conoces a Akihiko? – preguntó ¿Por qué quería saberlo?¿O es que estaba celoso?
- Ay, (sacudí la cabeza) en qué estaba pensando.
- ¿Estás bien?
- Si, este… el mismo día que empezaron mis clases, cuando… el florero se rompió.
- Oh! Si ese florero, era muy bonito. Ese idiota.
“Pero él es como un hermano para mí, siempre a estado a mi lado, acompañándome, le estoy verdaderamente agradecido, es realmente un gran amigo”.
Y empezamos a caminar, no se porqué pero me interesaba saber más sobre Usagui, y de alguna manera ese deseo se cumplió.
- Me sorprendió mucho, cuando dijiste que serias su alumno – continuó – pero lo que más me sorprendió fue que él aceptara, me sentí muy contento por ello.
Es por eso que tengo tanta curiosidad por saber qué hiciste para que él aceptara enseñarte.
- Bueno, yo no sé, mi tías lo hizo…
- Siempre esta solo, siempre dije que se buscara a alguien, una buena mujer estaría destinado a él.
¿Qué?! Entonces no era lo que pensaba!! Y ese libro… esas palabras… frases, qué rayos era eso, todo era ¿normal? Entonces sólo mi sensei era… pero… ¿Qué sentía él?
¿Feliz? Mantenerlo siempre contento, entonces era por eso que… aceptó que yo fuese su pupilo, por hacerlo feliz pase lo que pase, era por Takahiro que él me enseñaba. Ahora entiendo porqué quiso votarme de su casa porqué ya le había conseguido mantenerlo contento, pero me aceptó, entonces ¿Por qué? La respuesta era tan obvia.
Ahora recordaba, lo mucho que luchaba para complacerlo, por lo que yo sabía, era que Takahiro, estaba completamente solo. No tenía “familia”, todo por causa de un terrible accidente, que había acabado con todo. Takahiro había tenido un hermanito llamado Misaki creo que supongo que tendríamos la misma edad de no haber… muerto. Acaso yo le recordaba a su hermano, siempre Takahiro me trataba con mucha calidez.
- ¿Te encuentras bien? – Recién me había dado cuenta que me había quedado pasmado, quieto a mitad de la calle.
- …- En ese instante creo que vi todo lo que pasaba al mi alrededor con tanta claridad.
El amor que sentía Usagui san por Takahiro, una persona que había sufrido mucho, que no tenía a nadie, bueno, su novia y Usagui san debería… debe sentirse muy mal por ello. Ver que su amor, al que cuida y protege no iba a ser para él ¿Por qué aguantaba todo eso? No era mucho ¿Dolor?
¡¿ QU…?! Acaso yo… lo aceptaba aceptando, yo… soy… ¡¿Anormal!?
De repente escuché una bocina, que provenía de un auto que se acercaba muy rápido a mí, yo seguía como una estúpida estatua ahí parada.
- ¡¡¡CUIDADO MISAKI!!! – escuche gritar a Takahiro, con una voz realmente de una angustia pura por mí.
Me sujetó, empujándome del camino que iba a ser mi muerte y caímos al suelo.
…l me había llamado… Misaki.
- Te encuentras bien! – empezó a decir con un tono de voz frustrado – te has hecho algo, te duela algo – empezaba a regañarme – Eres un tonto, por qué no te has movido!! Acaso te gusta preocuparme… - Se quedó callado sin terminar la frase.
Estaba en lo cierto, yo le recordaba a su hermano. Se quedó mirando a la nada creo que consiente del nombre que utilizó para llamarme.
Yo me sentía tan mal, creo que había removido viejas heridas en él.
- Estas bien! – comencé a decir, al ver que se quedó paralizado – lo siento mucho, por favor perdóname – pero él no daba signos de vida seguía quieto.
- Tu… ¿Estas bien? – por fin dijo.
- Si, pero tú, por mi culpa, gracias por…., lo siento – yo mismo me interrumpía, no sabía realmente qué decir.
Y me abrazó de repente – Fue mi culpa- en esos momentos parecía qué, estuviera hablando con su hermano a través de mí – Yo lo siento, te he echado de menos – concluyó.
Yo… no sabía que hacer.
- Lo siento Aya – decía apartándose de mí y levantándose del suelo – Todo esto… lo que pasó… – No sabía que decir – Es que siento que te pareces, tanto a él, a mi hermanito, siento que tienes la misma esencia que él poseía, me recuerdas tanto a él, que yo…
Se sentía culpable.
- te veo como mi pequeño hermanito – suspiró
Al parecer él estaba mu dolido, ahora entiendo todo lo que hacía Usagui san para hacerlo feliz, aunque `+el sea quien deba sufrir más, viéndolo alejarse lentamente de su vida… su amor.
- Perdona – continuó – estoy muy melancólico.
- Eh, si – seguía dentro de mis pensamientos - No hay ningún problema.
- Bueno, te importaría acompañarme a mi casa hoy, es mi cumpleaños.
Hoy, era su… entonces por esa causa Usagui san había cancelado muestras clases, ¿Pero por qué eso me molestaba?
- Seguro y lo siento no lo sabía, esto… Feliz cumpleaños!
- Hoy tengo una gran noticia que dar y me gustaría que tu estés presente.
Parpadeé varias veces – Si.
Se acercó la noche y fuimos caminado lentamente a su casa, de alguna manera percibía que alguien me miraba, era muy perturbador, pero sólo debió ser imaginación mía ya que hoy me enteré de muchas cosas, era lógico.
Muy pronto llegamos a su casa, estaba muy callado, no sabía realmente que decir ¿Qué estaría haciendo Usagui san?
- Tengo que presentarte a alguien muy especial… - y de las sombras sale una mujer muy bonita – Ella es mi novia – dijo tomando su mano.
- Mucho gusto – me dijo la joven – Eres un niño muy lindo – me miraba con una sonrisa.
- Bueno creo que deberías entrar… - abrió la puerta.
POW POW POW!!!
Se escuchó sonidos como de celebración y de repente se prendió la luz.
Era… Usagui san, había preparado una mini fiesta solo para Takahiro.
- Feliz cumpleaños!!! – le dijo Usagui san a Takahiro mientras empezaba a abrazarlo de una manera cariñosa, nunca lo había visto así.
- Vaya que me diste un susto amigo – le decía – Pero tengo una noticia que darles.
Los ojos de Usagui se posaron en mí – Eh… Aya, qué haces aquí – preguntó
- Yo le invité – de inmediato dijo Takahiro con una sonrisa – Bueno hoy hago oficial mi compromiso con esta magnífica mujer que esta a mi lado.
…….
Siloencio.
- ¿Estás bien? – preguntó Takahiro.
- Que grandioso, ya era hora de que sentaras cabeza – dijo inmediatamente, Usagui san tenía una sonrisa en el rostro.
Pero ¿Por qué? Estaba sonriendo. Su amor jamás sería correspondido “Un amor no correspondido”
No lo entiendo.
- No te esperas esto, Aya ¿A qué no? veo que te deje sorprendido, estoy muy feliz, me alegra que estés aquí para recibir esta noticia tan grandiosa.
Así es como pasaron las horas, estaba realmente sorprendido al ver la reacción de Usagui san, el dolor…
- Bueno, ya es muy tarde – dijo Takahiro – Debería llevarte a casa.
- yo puedo hacerlo – dijo Usagui san – De todas formas yo también tengo que irme.
- Si – respondí.
- Claro - seguía con su sonrisa Takahiro.
- Bien, vamos Aya – Usagui san se dirigía a la puerta como si nada, despidiéndose con otra gran sonrisa para Takahiro.
- Gracias por todo – me inclinaba para dirigirme a Takahiro, él vino me abrazó y dijo algo como un susurro.
- Desde ahora, yo estaré pendiente de ti, serás como mi pequeño hermanito – me sorprendió mucho eso, había conseguido a un hermano, una parte de mi familia más – Vete ya es tarde – concluyó.
Así fue como salimos de su casa y empezamos a caminar, realmente un silencio mortal.
Estaba tan impactado que no pude impactarme más, apretaba fuete los puños y él se dio cuenta.
- Tienes algo raro – dijo
- Takahiro…, es que… no te entiendo – me quedé parado sin avanzar, él se dio la vuelta.
- Que cosa.
- Tú, estas… estabas sonriendo.
- Tiene algo de malo eso – dijo en un tono frío.
Me alteré – Es que tu lo amas! – se me escapó. Abrió grande los ojos como platos. De repente empezaron a salir lágrimas de mis ojos ¿Por qué?
- ¿Qué te pa…
- Nada – lo interrumpí
- Acaso es por mí? – no respondí.
Intentaba contenerme pero por alguna razón no podía parar.
- No me conoces, y aún así, ¿Por qué? Tus lágrimas no tienes sentido.
No miraba sus ojos hasta que dijo – Mírame.
- Eh
- Acaso esa lágrimas son por mí? – parpadeé varias veces.
- Yo… no se porqué… - no pude terminar, pude ver una leve sonrisa en su rostro.
- Estas cosas no son de tu incumbencia - decía mientras se daba la vuelta, para seguir con nuestro camino – No tiene porqué molestarte – me sentía tan sorprendido que mordía mi labio inferior. Tenía razón, no era de mi incumbencia, pero ¿Por qué lloraba?
Empezó a caminar – Vamos ya es tarde – con cuidado empecé a caminar con la cabeza gacha.
Noté que durante el camino él no se dignaba a mirarme.
CONTINUARÁ…
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