El día había comenzado como ya muchos otros antes de él, el sol resplandecía en la lejanía, los aldeanos se movilizaban, cada cual pensaba en lo suyo, sobretodo un muy confundido Maou quien no encontraba razón aparente para su escapada irrazonable de aquel lugar.
Ya hace algunos días fue que le había tocado ver aquella escena tan desagradable a sus ojos, pero ¿por qué era desagradable? Debía estar contento que uno de sus mejores amigos (Wolfram) estuviera emparejado con alguien, y por lo que había visto ellos estaban felices con ello y hasta lo habían comunicado como algo oficial, ósea, estaban casi comprometidos y eso le crispaba los nervios, le revolvía el estomago y sentía fuertes ganas de romper todo lo que encontrara en su camino, mas no encontraba el por qué de aquello, la única conclusión seria que sentía celos ya que su mejor amigo estaba siendo arrebatado por otra persona y era la razón más lógica según Yuuri ya que la otra posibilidad, y en su mente no cabía siquiera como posibilidad que estuviera enamorado del rubio, eso si que era completamente imposible, irrazonable, improbable, indigerible y todos los sinónimos terminados en ``ble´´, estaba claro ¡él no era gay! Nunca se había interesado por los chicos, y aunque no dudaba de la belleza de Wolf, no era posible que sintiera la mínima atracción hacia el mismo sexo, eso sería raro, y el no era raro, no lo era, el era un chico normal, con poderes Maous normales, ¡un rey normal! quien vivía en un país no tan normal, pero él ¡sí! era normal.
El, quien pensaba tener hijos con una bella y respetable mujer, seguramente rubia, le gustaban las personas rubios, no porque se parecieran a Wolf, obvio. El, quien sería un gran gobernador por toda aquella gente quien lo apoyo desde un principio, entre ellos wolf, él, quien tendría hijos en lo posible rubios como Wolf y si no prefería que tuviera unas bellas orbes verdes.. . ¡Oh sí! Como wolf, él quien estaría estancado en un matrimonio no deseado pues la persona a su lado no será wolf, ya que él, estaba comprometido, por su idiotez, con otra persona, un idiota que quería apartarlo de su lado y él, el gran y respetable Maou se lo había dado en bandeja de plata por no darse cuenta antes de sus sentimientos…….
…….. espera, él no sentía nada por wolf, pero en cada palabra que mencionaba en cada silaba de ellas estaba Wolf, pensaba en wolf, ahora mismo lo pensaba, ayer también lo había pensado, y antes de ayer, y antes de eso. ¿Entonces? Si era gay, si era raro, no se casaría con una rubia respetable, si no con wolf quien era un celoso empedernido, gobernaría junto a wolf, no tendría hijos ya que no se podría, pero ya podría pedirle a Annisina que quizás empezara uno de sus extraños experimentos ¿Quién sabe si de verdad funcione? Pero por ahora debía alejar al idiota ese y sus horribles ojos azules de SU rubio. Cuando ¡POR FIN! El inteligente Maou saco su, hasta ahora, único pensamiento coherente se dispuso a salir del escritorio donde, nuevamente debería haber estado haciendo su importante trabajo, en cambio él estaba pensando algo, que sin duda sería más importante a futuro que unos aburridos e interminables papeles de cosas que ni entendía…. ¿qué sería eso de la constitución y por qué siempre lo nombraban? Debería averiguarlo, pensó el famoso rey.
Pasaban los días y en el castillo un pelilargo tomaba su exquisita taza de té mañanero en el salón principal del castillo, aun no se había marchado de este, según dijo, por razones políticas, ¡claro! Políticamente para enterarse de las relaciones ajenas, más bien para enterarse de la emocionante relación entre Lionel, Yuuri y Wolfram. Un fabuloso trío a su parecer ya que mientras que veía a Lionel y Wolfram siempre juntos, ya sea conversando, riendo, etc. Claramente se podía observar a un Yuuri muy contrariado con sus pensamientos, se veía enfadado cuando estaba junto a la nueva pareja y sonrojado cuando se encontraba con el rubio a solas, y para Sara eso era una muy entretenida escena, pero los demás no coincidían con su pensamiento, ya que el mal humor del rey de Shin Makoku había causado más de un dolor de cabeza a sus servidores y amigos, y ni decir de los encuentros Wolfram-Yuuri, el primero era completamente frio y el segundo era un atado de nervios, ¿Quién entendía algo?
Bien, así estaban las cosas en el reino, mas el rubio ya estaba algo desesperado ¿Por qué diablos veía a Yuuri como su nuevo perrito faldero? Lo seguía para donde fuera por muy fríamente que lo tratará, muchas veces a las patadas sin importarle el bien del pelinegro, pero había razones lógicas para ello, Yuuri lo acosaba, siempre que se iba a juntar con Lionel él le tenía trabajo para hacer, ya sea entrenar a un equipo de ataque que NO era el suyo y luego enterarse que el verdadero entrenador estaba de vacaciones pagadas por el mismo Maou o mandar recados tan lejos como fuera posible y luego ver que NO había destinatario posible en un desierto seco y demasiado cálido o una montaña nevada que improbablemente tendría vida cerca ¡y con improbable quiere decir que era imposible! ¿Qué diablos le pasaba? Y tampoco tenía la mínima gana de pedirle explicaciones, menos después de la humillación de la que había sido víctima, así que solo podía quedarse con su frustración, y esta ya casi llegaba al límite de su paciencia, que no era mucha y ¿qué podía hacer? Lo había consultado con quien, últimamente ya sabía de todos sus problemas, Sara, este le aconsejo ir a conversar con el Maou y que a pesar de ser una humillación más a la colección, no podía seguir de esta forma. Y ¿cómo no? convenció al rubio de seguir su ``consejo´´ e ir a una audiencia que pretendía ser muy movida, Sara seguido por la curiosidad, de esa que nos quema por dentro a veces, se coloco frente a la puerta, sabía que después seguramente se enteraría de boca del propio ojiverde, pero no podía esperar, su plan estaba siguiendo su curso.
Wolfram al llegar al despacho del Maou pidió a este conversar, y con su cara muy seria empezó a hablar.
Perdón por molestarlo pero necesitaba hablar con usted- dijo el rubio con mucha ironía en la voz, ya que había encontrado al Maou con una de las sirvientas, claro no haciendo nada malo, solo conversando con esa idiota enorme sonrisa, que según el rubio, Yuuri tenía cada vez que hablaba con alguien.
No te preocupes, no estaba ocupado- dijo sin percatarse de la doble intención de la voz de wolfram- ¿qué necesitas?- dijo sonriendo con un leve sonrojo y una enorme sonrisa, tanto que parecía muy complacido con su visita.
Qué deje de acosarme- dijo a un serio cruzando ambos brazos
No sé a qué te refieres- mencionó al escuchar falsamente sorprendido a wolf- ¿Quién ha hecho eso?
¿Crees que soy idiota?- dijo sorprendiéndose a él y a el mismo Yuuri pues había retomado lo informal de las conversaciones de antes- disculpe- cerro los ojos para recobrar compostura, volviendo nuevamente a su faceta fría- solo deje de hacerlo, ya estoy bastante molesto con la situación.
¿Te enoja el no tener tiempo para ver a tu noviecito?- dijo el Maou, el también se había puesto serio, mas su cara mostraba leves signos de angustia.
Eso no le incumbe, mi vida privada es solo mía y luego que dejo en claro que nosotros no tenemos nada que hacer juntos ya no hay de que hablar, eso es todo, nuestra relación será solo de Maou a guardia, no debe importarle que haga yo luego de mis horas de trabajo, horas extras en el último tiempo, que por lo demás son gracias a su ayuda y aun nadie me ha dado la explicación de ello.
Pues el antiguo maestro de ese grupo está en unas merecidas vacaciones ¿sabías que la mayoría de los pobladores no las tienen? 70 años de servicio continuo es algo duro ¿no?- dijo serio revisando las hojas que supuestamente se veían importantes, mas Yuuri solo las usaba como una muestra de que solo estaba haciendo un efectivo trabajo.
Muchas gracias por su consideración para el trato igualitario, ¿no deberíamos todos tener los mismos derechos, él no es el único quien ha trabajado más de una década contigua, usted es el único que se dedica a provocar líos en este castillo ¡henakocho!- instintivamente había nombrado uno de los apelativos que usaba hacia el ojinegro antes de ``eso´´, por lo que rápidamente se tapo la boca avergonzado.
Mientras que en otra parte del castillo se encontraba un bello ojiazul acostado en el suave césped, pensando en su realidad y como le gustaría que en verdad fuese. Pensaba en cómo le habían cambiado las cosas ¿quién diría lo que lograría al llegar ahí? Rememoraba sus años de infancia junto a un pequeño y tierno wolfram, en donde, él, actuando como su amigo jamás le dijo sus verdaderos sentimientos. Lástima que sentía como si en el fondo estuviera engañando a Wolf ¿por qué no le decía las cosas directamente? ¡Claro! Porque sabía que él no era su ser amado, solo lograría atarlo bajo un juramento inválido de amor, que solo complicaría todo, es mejor así, pensó, así wolfram en cuanto encontrara de quien enamorarse de verdad le diría y ese pacto quedaría sin validez. Quería su felicidad, por más que le costará la propia, pero si por mientras podía hacerse vagas señales de una vida feliz junto a al rubio, estaba bien, así estaba bien.
Wolfram ¿tanto me odias? ya ni siquiera peleas como antes, no me gritas ni me haces escenas de celos, no me hablas, no me molestas, nada- dijo triste Yuuri
Es claro que no puedo hacer algo así, solo soy uno más de sus guardias- dijo triste, inconscientemente recordó las palabras del pelinegro.
¡Eso no es cierto! Eres mi amigo- dijo irritado Yuuri
Ja, muchas gracias por considerarme su amigo, me siento muy alagado Maou Yuuri- dijo molesto Wolf- pero creo recordar que Ud. Mismo dijo que no éramos nada- las palabras ``¡él no es nada mío!´´ Resaltaron también en su mente, y con dolor le dio la razón al rubio.
Pero yo…
Ya es muy tarde Yuuri, ahora somos…. Nada- tomo su tiempo para proseguir sin que las lágrimas se esparcieran por su rostro- luego de casarme con Lio quiero que sepas algo…
Yuuri puso mucha atención a cada palabra de Wolfram, le dolían, el no ser correspondido era lo peor que le pueda pasar a alguien, el corazón le dolía, el cuerpo le pesaba, sus ojos enrojecidos luchaban por no soltar lo que celosamente guardaban.
Esta será la última vez que abra mi corazón para alguien, así que pone atención- despacio se alejo unos pasos hacia atrás y recostó su cuerpo en la puerta que cerrada guardaba dentro de ella su dolor.
Yuuri esperaba ya el momento, seguro decía que estaba feliz con su novio, que no quería que nadie se interpusiera en su relación, quizás pronto también se iría con su futuro marido a tierras lejanas donde él ya no podría llegar, donde ya no vería sus ojos ni escucharía su voz, donde no tendría a Wolfram nunca jamás, pero… fue gracias a su estupidez ¿Cómo no se dio cuenta antes de sus sentimientos? Se dice que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde y recién ahí es cuando se valora lo que se tuvo, tontamente recordaba un juguete que había sido roto por Shouji sin querer cuando era pequeño, lo extraño mucho tiempo luego de ello, pero cuando lo tuvo ni lo vio, y no era que comparará al rubio con el juguete, si no que era una divagación que su lastimada mente recordaba en estos momentos culmines.
Wolfram cayó un momento para conseguir el valor, valor para proseguir en la dura realidad- quiero decirte que…- trago levemente saliva, la cual se acumulaba en su garganta, Yuuri no quería seguir escuchando, pero su cuerpo no respondía a ningún mandato que su mente transmitía- te quiero- susurro levemente, la mente de Yuuri no asimilaba el hecho, estaba estático con los ojos muy abiertos- te ame tanto que no supe que hacer ante tu rechazo, mi corazón se partió en tantos pedazos ese día que no creo que vuelva a recobrarlos todos, mas sé que de ti no puedo esperar más que ``amistad´´- recalco aquella palabra con rencor- no debes preocuparte- dijo ante la mirada asombrada del otro- no espero nada con decirte esto, intentaré ser feliz con Lionel, me casaré y ya no seré un problema para ti.
Yo… tu ¿qué?- dijo Yuuri asombrado- ¿me amas?
Te ame mucho más de lo que crees, cada atención y cada mirada iba hacia ti- dijo agachando la mirada ya que las traicioneras lagrimas salieron, aun bajo la orden de no volver a llorar por el tema, pero parece que ellas no siguen esas órdenes. Wolfram levemente levanto su rostro y se encontró con la más grande sorpresa de su vida - ¿Yuuri?