Una nueva mañana había llegado, el Maou abrió levemente un ojo para ver que el día ya estaba claro, por lo que debía ser cerca de medio día.
¡Diablos!, me quede dormido- dijo saliéndose rápidamente de la cama- wólfram no me despertó!- se dijo, luego pensó que hace una semana que Wolfram no dormía con él, desde que eso paso el rubio estaba muy frio con él, cada vez que lo veía conversando con una señorita ya no le gritaba ``infiel´´ ni algún sinónimo, ahora le hablaba con respeto, no se acercaba más de lo necesario y siempre por cosas de trabajo como ``mi hermano lo llama´´ ¡LO! Él decía LO llama= formal, o cuando se encontraban en los pasillos él seguía de largo, solo bajaba levemente su cabeza a modo de saludo y nada más, eso ya lo tenía muy nervioso, de verdad pensó que Wolfram se enojaría levemente, por un corto tiempo, pero ya empezaba a dudarlo, ¿y si Wolfram seguía así por siempre? Y algo más importante ¿Por qué su pecho se apretaba cada vez que el rubio lo trataba con frialdad? ¿Ya no volvería a oír su ``henakocho´´?
Ya listo, bajo directamente hasta el escritorio, seguramente Gwendal estaría furioso, y no se equivoco, lo dejo con el doble de trabajo que un día normal, ahí Yuuri se quedo hasta el almuerzo. Su estomago hacía estragos por algo de comida.
Mientras tanto un rubio se encontraba junto a su amigo, este le dijo que le había preparado una sorpresita que seguramente lo alegraría, así que curioso se quedo ahí, esperando hasta que unos caballos hicieron acto de presencia a la lejanía, eran dos en total en uno venia Beries y en el otro se veía una silueta, un joven peliplateado ¿quién sería? Se pregunto Wolfram
Mira, ahí vienen- dijo Sara al divisarlos, los caballos se acercaron al castillo pacto de sangre y de ellos bajo Beries abrasando de inmediato a Sara quien gustoso lo recibió con un beso, y del otro caballo bajo un joven, cabello plateado, como ya había notado, solo que sus ojos eran azules, un azul electrizante, Wolf no pudo evitar quedar parado en esos ojos, él los conocía, unos ojos azules en sus recuerdos de niñez, y una bella sonrisa como la que se mostraba ahora en el joven con atuendo negro, un bello atuendo, unos pantalones del mismo color con prendedores negros con fina plata que resaltaba y en su chaqueta larga con botones del mismo material. Bajo se encontraba una camisa azul oscuro con los primeros botones desabrochados, el chico era muy atractivo, claramente mazoku, un humano no tendría tan belleza además su cabello lo delataba (o eso pensaba el rubio) . Tenía buen porte, bastante alto y todas sus facciones eran idóneas, su piel clara, sus ojos, su sonrisa, todo era peculiarmente conocido para el rubio.
Hola, nos volvemos a ver- dijo el recién llegado, dirigiéndose a Wolfram
¿Lionel?- pregunto el rubio aun confundido por la abrupta llegada del peliplateado.
¿No me digas que tan rápido me olvidaste?- dice a modo de burla el ojiazul, con una gran sonrisa en su cara.
¡No! claro que no, solo me sorprendí al verte, hace mucho tiempo que no nos veíamos- dice Wolf ya más repuesto de la sorpresa.
Es verdad, pero sigues siendo tan lindo como siempre- dice con una sonrisa coqueta Lionel.
Y tú tan halagador como siempre, tus frases clichés ya no sorprenden a nadie- dice Wolf aparentando estar ofendido.
Vaya respuesta a un elogio, sigues igual que siempre- dice sonriendo aun- y yo me hice más guapo ¿no?.
Ja! ¡Lo único que siguió creciendo es tu ya enorme ego!- ante eso Lionel se largo a reír fuertemente, su sonrisa era completamente verdadera, y luego contagio también a Wolf quien se rio como hace tiempo no lo hacía, Sara pensó que hiso bien al haber traído a Lionel al castillo.
En otra parte del castillo aun el Maou se debatía por el extraño comportamiento del rubio para con él, sabía que había dañado su ego y todo eso, pero ¿será para tanto? (n/a: ¡vaya que sí! Idiotaaaaaaaa) este idiota… digo, hombre parecía león enjaulado, dando vueltas de un lado al otro por el escritorio, donde, se supone, debería estar trabajando en las importantes cosas de importante reino ya que era el importante rey, pero en cambio, estaba enjaulado en sus propios pensamientos, como por ejemplo: ¿de verdad Wolf Ahora lo odiaba? ¿No podrían ser amigos sin más? ¿Por qué diablos le importaba tanto que Wolfram ahora lo rechazara?
Sin poder concentrarse en nada más, salió al radiante calorcillo que hacía y pensó que eso le sacaría por un momento a cierto rubio de la mente.
Por otra parte, dos viejos amigos estaban conversando tranquilamente bajo un árbol, ambos sentados sobre el cómodo pasto y sintiendo la suave y agradable brisa veraniega.
Wolf recordaba a Lionel como su más grande amigo de la infancia, el ojiazul es de una de las grandes familias de Shin Makoku y por causa del trabajo de sus padres, y al ser estos grandes amigos de la ex Maou, estuvo viviendo bastante tiempo en el castillo pacto de sangre mientras era niño, así fue como ambos se conocieron. Ahora al pensar que su amistad, después de años, seguía intacta era muy relajante tanto para el rubio, como para el peliplateado.
Sara se había retirado con la excusa que tenia ``cosas´´ que hacer, claramente una muy mala mentira que para Wolf paso sin ser notoria, no tanto para Lionel quien solo sonrió por lo obvio, mas no le dio mucha importancia, después de todo estar con un viejo amigo siempre hacia bien.
¿y qué ha pasado en tu vida?, luego que te fueras no te comunicaste- dijo el rubio mirando a los azules ojos de su compañero.
Si, es que las cosas se pusieron algo duras en casa, como sabrás mi tío murió y al no estar mi padre tuve que hacerme cargo de la familia, ya sabes, honores y todo eso- dijo tranquilo, mirando el claro cielo quien radiante mostraba los cálidos rallos del sol- por eso que me fue realmente difícil concentrarme en cualquier otra cosa, de verdad, lo siento- prosiguió, ahora mirando a los verdes ojos del rubio.
Wolfram negó con la cabeza- estabas ocupado, nada se podía hacer, aunque debió ser duro- Lionel solo miró nuevamente el raso cielo.
Un poco-dijo
¿Viniste al castillo por cosas de negocios?- dijo adivinando
Más o menos, vine a verte- aseguro, claro y seguro, a lo cual el ojiverde se quedo algo sorprendido- supe lo que paso el día del cumpleaños del Maou, me lo conto Beries
Ya veo, Sara fue el responsable- susurro ya sabiendo más o menos por donde iba la conversación
Sí, pero estaba preocupado por ti, yo también lo hubiese estado- reacciono defendiendo al pelilargo y a su amante.
Lo sé, se preocupa en demasía, pero ¿qué le vamos a hacer? –suspiro suavemente ¿Por eso viviste?- dijo levantándose del suelo.
Claramente un señor de familia no solo puede ausentarse de sus deberes por ello, así que mi visita en por los 18 años del Maou, darle las felicitaciones, esas cosas que se supone debo hacer, aunque ahora quiero darle un buen golpe como regalo- dijo chocando sus nudillos contra su mano a señal de golpe. Aun sentado en aquel lugar, que le resultaba bastante cómodo.
No debes inmiscuirte en esto, podría ser malo para ti- dijo arrodillándose cerca de él, y mirándolo directamente a los ojos- a nadie le cae bien una pelea con el Maou ¿no?- dijo a modo de burla.
Claro, soy tan fuerte que podría derrotarlo en tan solo unos minutos- dijo burlón también él.
¿Cómo no? jajaja- dijo riendo con verdaderas ganas. A lo que luego le siguió Lionel, riendo de la misma forma.
Lo que no sabían era que un pelinegro los veía asombrado desde la lejanía, nunca había visto a Wolfram en una situación tal, tan relajado en una conversación, sonriendo de aquella forma sincera ¡y a carcajadas!, un sentimiento hasta ahora desconocido afloro en su interior, era mezcla de ira con rencor y una incomodidad terrible, como si se le apretara algo en el interior que no lo dejaba respirar ¿angustia quizás?, tuvo unas ganas terribles de interrumpir aquella felicidad, ¿qué seria eso? Se pregunto, muy confundido.
Avanzo hacia atrás dejando a aquellas personas solas nuevamente, luego que pensó que ya no lo podrían escucharlo, ni verlo se puso a correr como si se le fuera la vida en eso.
Gracias- dijo el rubio
¿Por qué?- pregunto el otro confundido
Por qué has logrado animarme nuevamente, por ello gracias- dijo con una sonrisa leve, levantándose ya del suelo.
Has madurado- dijo Lionel de pronto, también levantándose del pasto.
Espero que sí, aunque sea un poco- dijo bajando su rostro
Lo amas ¿verdad?- dijo fijándose en aquellas orbes esmeraldas-Al Maou ¿lo amas?- dijo serio
Si- susurro- pero sé que él a mi no, así que me rendí- dijo simplemente
¿Puedes? – Volvió a plantear la pregunta por la cara de desconcierto de Wolf- ¿puedes olvidarlo?
Espero que sí, por ahora estaré a su lado solo como uno más de sus guardianes, ya no más como su prometido, eso se acabo- dijo serio
Bien, entonces ¿quieres ser mi novio desde hoy?- dijo tomando su mano suavemente
¿De qué hablas?- dijo confundido- ¿te gusto?- pregunto alarmado, casi con miedo.
No, pero hay una persona que sí y no me quiere, así que estamos iguales- dijo con su cara seria, y un poco angustiada.
Ya veo, ¿entonces sería como una pareja de rechazados?- dijo Wolfram, divertido con la idea.
Jaja si, al menos por ahora, si a la larga no funciona o nos llegara a gustar otra persona esto se acaba, pero ¿por qué no intentarlo?- dijo despreocupadamente
Eres un irresponsable-mencionó imitando falso enojo- pero bueno… te acepto siempre y cuando me digas quien es- dijo algo curioso
Tal vez… algún día te lo diga- dijo mirando el cielo, el otro hombre se encontraba mirándolos también y se preguntaba ¿qué diablos pasaba con él?... El día de revelaciones se acercaba.