Sasuke, antes de arrojar ese jutsu se fijo que nadie lo viera; pero sobre todo le mandó una señal a Gaara para que se llevara a Naruto, por lo que se unió nuevamente con el equipo, mientras que los “amigos” de Draco ya se habían calmado, en el aire también estaba Malfoy riéndose disimuladamente, Sasuke con una sonrisa de satisfacción miraba, como todos corrían de un lado para otro y chocaban entre si.
—Ron no te pongas nervioso... —le dijo su amigo Potter al ver que ya iba a tomar su posición enfrente de los aros.
—¡¡Sasuke Uchiha baja en este mismo momento!! —fue el grito que se escucho haciendo que todos se quedaran en silencio, volteando al origen de este, vieron a Kakashi con los brazos cruzados, junto a éste estaban los otros shinobi, el azabache se congelo por un momento, mas cuando al notar la sonrisa de Sai.
— ¿Pero que paso? —cuestionó Angelina consternada —Sasuke no hizo nada.
Sin decir nada fue descendiendo poco a poco hasta el suelo, una vez en este Kakashi lo jaló de la manga para que los demás se mantuvieran ajenos a la conversación.
—Sasuke, creí a ver dicho que no usaras ningún jutsu —lo reprendió el peliplateado, extrañamente serio.
—Bastardo, te están regañando —ni hace falta decir quien se estaba burlando.
—No solo eso... pudiste hacerle daño a Naruto —el azabache frunce el ceño.
—Eso no....yo le mandé una señal al mapa.... digo al Kazekage, para que se llevara a Naruto.
—Pero Uchiha —empezó el pelirrojo —. ¿Que tal si yo no hubiera visto nada?
—Tú no digas nada, que el primer día que llegaron utilizaste tu arena —ante eso el pelirrojo prefirió voltear a otro lado.
—Bastardo, estamos hablando de ti no de Gaara —ahora fue Sai quien habló en defensa de su koi, haciendo que todos lo volteen a ver.
—Además yo sería incapaz de hacerle daño a Naruto si él es... mi vida —esto último lo dijo en un susurro, el rubio lo vio enternecido; lo abrazó, éste, por supuesto correspondió el abrazo.
—Está bien —suspiró el ninja copia —. No le diré nada a Tsunade-sama, pero a cambio tendrás detención, él solo —dijo al ver al kitsune con intención de hablar.
—Pues si no hay de otra... —suspiró —bien creo que me voy, nadie ha empezado.
Kakashi se rasca la cabeza, nervioso.
—Es cierto ve rápido.
—Sasuke —lo llamó el rubio, éste volteó recibiendo un beso muy tierno en la boca —. Suerte.
—Nos vemos dobe —le acarició la cabeza y salió volando en su escoba.
—Bueno, mejor vámonos —habló el mayor, los menores asintieron, el rubio y el peliplateado se adelantan, mientras que Sai no dejo caminar a Gaara.
—Suéltame Sai, si no después nos perdemos.
—Quiero un besito. No es justo que el bastardo si tenga uno y yo no.
El pelirrojo suspiró resignado, volteó a todos lados, cerciorándose de que nadie los estuviera observando; lo tomó por el cuello, plantándole un beso fogoso, que dejó sin aire al pelinegro.
Mientras; todos le preguntaron a Sasuke que le había dicho el profesor Kakashi, éste solo respondió que le puso un castigo por mal uso de la magia, todos suspiraron aliviados que no había pasado a mayores, por lo que siguieron la practica con relativa calma.
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En la sala común; todos los de Gryffindor estaban ahí, hasta Sai que seguía con una sonrisa boba en sus labios, Sasuke solo lo veía preguntándose que le había ocurrido.
— ¿Qué haces aquí, copia barata? —lo cuestionó el azabache.
—Yo también pertenezco a Gryffindor, te lo recuerdo bastardo.
—Oye Sai... —lo llamó Hermione nerviosa, atrayendo la atención de éste — ¿Por que no empiezas a hacer los deberes? Tú estás algo atrasado.
—Ya los terminé —contestó con una sonrisa, haciendo que todos los de la sala lo miraran sorprendidos.
— ¿Pero como? —preguntó incrédulo, Ron —Si ni yo que he estado aquí, los he podido terminar—el pelinegro sonrió aun más, pero luego se levanta
—Vámonos ya bastardo.
— ¿A dónde? —lo cuestionó el Uchiha.
—El profesor Kakashi me dijo que te llevara a detención —Sasuke gruñó por lo bajo.
El pelinegro sonriente, antes de irse le pasa un cuaderno disimuladamente a Ron para que termine los deberes, Hermione no se dio cuenta, pero Harry sí aunque prefirió no decir nada
Una vez dentro de la biblioteca donde le tocaba la detención, el peliplata le entregó una hoja a Sasuke.
— ¿Que es esto?
—Es la lista de los libros que tienes que acomodar —contestó como si nada.
Sasuke miró incrédulo todos los libros regados en prácticamente todas las mesas y los enormes estantes.
—Supongo que la copia barata me ayudará.
—Vaya Sasuke, nunca pensé vivir lo suficiente, para ver el día en que pidieras ayuda —comentó Kakashi con un pañuelo, fingiendo que lloraba.
—Deja de hacer estupideces —gruñó molesto.
—Te recuerdo, bastardo que la detención, nada mas es para ti —dijo Sai con su eterna sonrisa.
—Exacto —apoyó Kakashi —. Mejor empieza para que termines temprano —dijo mientras se sentaba en un sillón que ocupaba también Sai quien comía un poco de chocolate.
— ¿No gusta? —le ofreció Sai a Kakashi.
—Gracias —aceptó, mientras observaban al pobre de Sasuke.
—Bastardos —susurró.
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Sasuke tenía mas de dos horas, ya había arreglado la mayoría de los libros, pero tenía una vena en su frente que parecía que le iba a estallar en cualquier momento; Kakashi y Sai parecían dos guacamayas, no dejaban de hablar, tomó su varita con la intención de pulverizarlos.
—Creo que llegamos a tiempo —habló una voz conocida, por la puerta entró el pelirrojo acompañado del rubio, Sai se levantó de golpe con una enorme sonrisa.
—Si ttebayo. Sasuke en tus ojos se te ven las ganas de matarlos —comentó, riendo un poco.
—Intenta estar con ellos por 2 horas —se quejó el aludido.
—Yo te comprendo Uchiha —lo apoyó Gaara —. Sai siempre se la pasa encerrado en mi oficina.
—Pero no creo que te moleste tanto —declaró Sai, descaradamente, haciendo que el pobre pelirrojo se le confundiera la cara con el cabello.
—Bien, creo que por hoy es suficiente —dijo el peliplata —. Para que digas que no soy malo, Sasuke te are un pequeño regalito.
— ¿A que te refieres? —cuestionó con algo de desconfianza.
—Nosotros nos iremos, tú te quedaras con Naruto, a hacer lo que quieras.
—Puede que así se te quite la cara de estreñido —antes de que Sasuke matara a Sai por el comentario, Gaara lo sacó de la biblioteca.
—Nadie entrara a estas horas, así que disfruten —es lo ultimo que dijo antes de cerrar la puerta.
El azabache esbozó una sonrisa, que asustó un poco al rubio.
— ¿Que pasa, Sasuke?
El azabache no le respondió, se acercó a él con una mirada cargada de amor y pasión
—No sabes como me he estado aguantando desde que llegamos a este maldito lugar.
—Y yo —confesó algo sonrojado, abrazándolo por el cuello —. Te amo Sasuke.
—Y yo a ti mi dobe —le susurró sentándolo en el sillón; dándole un tierno beso, aprovechando que en ese instante Naru solo traía una camisa, comenzó a desabrocharla —. Hasta parece que sabias lo que pasaría —comentó dándole un beso en el cuello.
—Mmm.... Gaara me dijo que me dejara nada… ugh... más la camisa.
—Pues se lo agradezco —le fue abriendo la camisa, dando un pequeño beso en el vientre, que ya se veía un poquito abultadito, para después bajar hacia los pantalones, sacando el miembro del rubio.
El rubio se tapó la boca para no hacer tanto ruido, mientras que el azabache lamía su intimidad, arrancándole gemidos de placer.
—Te amo tanto mi kitsune —le dijo en un susurro el azabache dejando su labor con el miembro, para acostar a su kitsune, le quitó por completo los pantalones, se detuvo un momento para observarlo fijamente, lo miró con los ojos entre abiertos y un delicioso rubor adornaba las mejillas —. Eres perfecto.
—Ca-cállate —dijo avergonzado.
El azabache acarició cada centímetro de la piel que se le mostraba, de ese ser que tanto amaba, lamia esos botoncitos rosas que despertaban a su contacto, sonrío pensando que él seria el único que vería así al rubio, por que era suyo y la muestra es que estaba esperando un hijo suyo.
—Sasuke, onegai, hazme tuyo —rogó abriendo las piernas incitando al moreno; Sasuke no se hizo del rogar y reanudo las caricias, mientras compartían un beso lleno de pasión. Sasuke penetró a Naruto, un gemido murió entre sus labios que soltó el rubio al sentir un invasor ya también conocido dentro de él.
Sasuke se quedo un poco quieto –no quería que su amor se lastimara –, se tenía que acostumbrar primero a su miembro, una vez que el rubio empezó a mover sus caderas, el azabache inició a embestirlo de la misma manera.
—Hahn… más... rápido.
Sasuke no hizo esperar al rubio y lo empezó a embestir con más fuerza y rapidez.
—Hahn... más.... —el rubio se aferró a la espalda del azabache, una vez que este toco su parte sensible, pero tampoco dejó de mover sus caderas al compás de su koi.
La cercanía de ambos cuerpos, así como el goce de haberse hecho uno solo, también con las continuas sensaciones que sentían, los hizo llegar juntos al orgasmo.
Sasuke se dejó caer encima de su rubio, éste lo abrazo
—Te amo tanto Naruto, no paro de pedirte disculpa por como te hice sufrir en el pasado —el rubio le sonrío
—Como dijiste eso fue pasado, ahora este es nuestro presente —le besa transmitiéndole, que él nunca odio a Sasuke si no que desde siempre lo amó.
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Sirius estaba acostado en la cama de la casa de los Wesley; ellos lo dejaron quedarse hasta que se solucionara el problema con el señor oscuro, justo en eso entraron dos personas conocidas para éste.
— ¿Ustedes que hacen aquí? —los cuestionó molesto
—Tranquilo, no venimos a pelear, solo ha informarte que el señor oscuro ya encontró la ubicación del chico.
— ¿De Harry? —interrogó preocupado.
—No, del otro: Naruto Uzumaki. Ellos están buscando la oportunidad de sacarlo de la escuela.
Sirius recordaba a un rubio que estaba precisamente con Harry, en la estación de trenes.
—La situación está empeorando.
—Por eso tenemos que hablar con Harry y Hatake Kakashi —pronunció Sirius Black, preocupado.
CONTINUARA !!!!!!
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